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LA BELLEZA DE LA MUERTE

Representante del equipo:


Cano Vergara Vanesa Del Carmen 3° “A”
Participantes:
Rosales Cano Alondra 3° “A”
Ruiz Sánchez Sandra 3° “A”

La belleza de la muerte no es sólo estética: dormir, tranquilo en la cama, con


una agonía mitigada, nada escandalosa, sin esa mirada de angustia del que
siente que se ahoga, que se le va la vida... La belleza también está en la
vivencia intensa y serena de las últimas horas, cuando se espera a la muerte
como una liberación de un cuerpo enfermo, gravemente deteriorado, como la
culminación de una vida -sea ésta más corta o más larga-, en un final apacible,
que da paz. Recibir a la muerte como quien pinta un cuadro, dándole los últimos
retoques, cuidando los detalles. Cuando el enfermo se ha despedido de los
suyos y sus seres queridos le dejan marchar, cuando éste es el que consuela a
los que se quedan con una sonrisa y un mensaje de agradecimiento antes de
dormir para siempre, la muerte puede ser bella porque es sinónimo de paz y de
una nueva forma de vivir.
A veces, ante la muerte de un ser querido, las palabras y el arte se convierten en
el único medio para expresar lo que realmente sentimos. El dolor nos vuelve
pequeños, frágiles. A veces rotos. La ausencia nos invade. Y aunque tengamos
a la fe como aliada, hay días largos y noches eternas, en las que esta pareciera
no ser suficiente. Pero esto ocurre porque somos egoístas, queremos que esa
persona se quede con nosotros siempre y no pensamos en que tal vez y solo tal
vez la muerte es mejor y aún más bella que la misma vida.

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