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Cuando la vida misma nos sorprende sin aviso, sin palabras, simplemente ausenteEl dolor nos desgarra, cuando

viene la muerte. Eduardo te fuiste de nuestra vida, apagndose tu luz, tu sonrisa, tu fuerza y dejando en nuestro pecho un gran vaco. Se han ido tus tristezas, se apagan tus preocupaciones, ya no tienes dolor, ya no sufres sinsabores. Hoy ests en la paz, disfrutando el silencio, te has quedado dormido, en un viaje sin regreso. Aprender a despedirse es quiz lo ms difcil cuando un ser querido no da otra posibilidad ante su desaparicin definitiva. Los sentimientos, hondamente, emergen sin consuelo pues la sensacin de haber perdido es tan grande como el vaco, dejando como nico recursos los recuerdos que se agolpan en el corazn del que se siente morir pero sigue vivo. Tengo la seguridad de que lo mejor le ha sucedido a Eduardo, que muriendo nos ensea a vivir con sus recuerdos y cuando todo se calme, la aoranza extraiga la esencia que nos dej pues al igual que el parto, en la muerte, su dolor, es hacia una nueva vida." Los momentos bonitos compartidos en familia, con amigos, compaeros de trabajo, las cosas que nos enseaste todo aquello guardamos, como un tesoro inmenso, que se queda en el tiempo. Los recuerdos vivirn aunque t hayas muerto. Dice Facundo Cabral No perdiste a nadie: el que muri, simplemente se nos adelant, porque para all vamos todos. No hay muerte, hay mudanza. Y del otro lado te espera gente maravillosa La deliciosa felicidad de hacer felices a los dems; porque una sola rosa tiene ms importancia para el que vive, que una gran corona para el que ya se fue Seor, dame la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, valor para cambiar las cosas que puedo y sabidura para poder diferenciarlas. Descansa en Paz, Eduardo

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