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Trabajo de Ciencias Sociales
Trabajo de Ciencias Sociales
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En el transcurso de la vida, uno se enfrenta a la inevitable realidad de
la muerte. François Mauriac, con una aguda percepción, nos ofrece
un consuelo profundo en su aforismo: "La muerte no nos roba los
seres amados. Al contrario, nos los guarda y nos los inmortaliza en el
recuerdo." Este pensamiento nos invita a considerar la muerte no
como un final definitivo, sino como una transición que preserva la
esencia de aquellos que hemos amado.
Este aforismo nos insta a apreciar cada día como un regalo, a amar
intensamente y a construir recuerdos significativos, ya que son estos
recuerdos los que continuarán brillando incluso cuando la vida de
nuestros seres queridos llegue a su fin. La muerte, lejos de ser un
adiós, se convierte en un tributo a la vida que compartimos con
aquellos que amamos. La inmortalidad de los seres queridos reside
en la eternidad de los recuerdos que creamos, y es en este
pensamiento donde encontramos la paz en medio del duelo.