Según el profesor Ramón Huapaya Tapia[1] “el derecho a la tutela
jurisdiccional efectiva, es aquel derecho fundamental consistente en el derecho que tiene toda persona a que se le permita el acceso a los órganos jurisdiccionales estatales, formule sus pretensiones y defensas, obtenga una resolución que satisfaga sus pretensiones procesales a través de un proceso seguido con todas las garantías, y una vez concluido dicho proceso, obtenga la efectividad de lo resuelto, a través de un sistema destinado a la ejecución de las resoluciones emanadas del órgano jurisdiccional.” Entonces vemos aquí cuatro momentos importantes en el desarrollo del derecho fundamental a la tutela jurisdiccional efectiva, que según Francisco Chamorro Bernal (citado por el profesor Huapaya Tapia [2]) son: 1) El derecho al libre acceso a la jurisdicción, y al proceso en las instancias reconocidas. 2) El derecho a la defensa o la prohibición constitucional de indefensión. 3) El derecho a obtener una resolución fundada en Derecho que ponga fin al proceso, etapa que será materia de comentario en el presente trabajo. 4) El derecho constitucional a la efectividad de la tutela judicial.
Una sentencia fundada en derecho, implica resolver el conflicto de intereses
o dilucidar la incertidumbre jurídica aplicando el derecho que corresponde al caso concreto, justificando en cada caso las razones jurídicas y lógicas en que se fundamenta el fallo[3].
El artículo 38 de la Ley 27584 Ley del Procedimiento Contencioso
Administrativo, en adelante LPCA, establece que las sentencias estimatorias podrán decidir en función de la pretensión planteada lo siguiente: 1. La nulidad, total o parcial, o ineficacia del acto administrativo impugnado, de acuerdo a lo demandado. 2. El término eficacia del acto administrativo, según la Ley 27444, se encuentra referido a que los actos administrativos adquieren eficacia al momento en que son notificados, o puestos en conocimiento del administrado. Por ende, la inclusión del término declaración de “ineficacia” de un acto administrativo en la sentencia, resulta confusa, pues la lectura que se puede tener de dicho inciso es que el legislador incluyó dicho término pensando en el tratamiento que da la legislación civil al acto jurídico que contempla la invalidez e ineficacia del mismo, carácter que difiere a la naturaleza del acto administrativo, por tal motivo dicho término debe prescindirse del texto legal comentado.
Además de las cuestiones terminológicas que encierra el inciso bajo
comento, dicho dispositivo legal refleja una clara aplicación del principio procesal de congruencia, que exige al juez que no emita, altere o exceda las peticiones contenidas en el proceso que resuelve[4]. Vale decir, si el demandante peticiona la nulidad total del acto administrativo, el juez no puede declarar la nulidad parcial, o viceversa si el demandante solicita la nulidad parcial del acto administrativo no se puede fallar declarando la nulidad total del mismo, limitando la potestad que tiene el poder judicial para controlar las actuaciones administrativas en sede judicial.
El principio de congruencia procesal resulta aplicable a relaciones
establecidas entre entes privados, donde las controversias que surjan de dichas relaciones sólo interesen a éstos, por lo que el juez debe ceñirse al momento del fallo a lo estrictamente solicitado por las partes, siendo pertinente en dicho ámbito la aplicación del principio de congruencia procesal. En cambio, el procedimiento contencioso administrativo se encuentra referido al control de las actuaciones de la administración pública, actuaciones que son concebidas producto de relaciones jurídicas entre la administración (ente público) y administrados (entes privados), situaciones en las que se encuentra implicado el interés general o público, en tal sentido, el poder judicial requiere de mayores potestades para ejercer un control eficaz de las actuaciones administrativas, control que se encuentra limitado por la aplicación del principio de congruencia procesal en dicho articulado.
No obstante ello, cabe señalar que el proyecto de la LPCA[5] sí otorgaba
potestad al juez para declarar la nulidad del acto administrativo en forma distinta a lo peticionado, sin embargo, el texto original fue dejado de lado dando lugar al fallito texto legal que tenemos ahora, sin embargo, ello no obsta a que el Juez, como bien dice Priori Posada, pueda resolver aplicando el principio del jura novit curia, vale decir, que pueda declarar la nulidad por causales distintas a las peticionadas. Lo que se da actualmente en la practica, típico ejemplo es el proceso de revisión judicial de procedimiento coactivo, en el que generalmente se declara fundada la demanda por fundamentos jurídicos distintos a los planteados en la demanda, pues el peticionante cuestiona generalmente el fundamento de la deuda puesta en cobranza, sin embargo, el juzgador decide estimar su demanda por vicios formales advertidos durante el inicio o tramitación del procedimiento coactivo (formalidades del acto de notificación del título objeto de notificación o de la resolución administrativa que dispone el inicio del procedimiento coactivo), potestad que el juzgador encuentra como fundamento en lo dispuesto en el artículo 23[6] de la Ley 26979 y su modificatoria Ley 28165.
El inciso 2 del artículo 38 de la Ley 27584 establece que la sentencia
estimatoria también puede declarar: “El restablecimiento o reconocimiento de una situación jurídica individualizada y la adopción de cuantas medidas sean necesarias para el restablecimiento o reconocimiento de la situación jurídica lesionada, aun cuando no hayan sido pretendidas en la demanda.”
A diferencia del inciso anterior del artículo 38 de la LPCA, en el presente
texto legal el principio de congruencia procesal se ve un tanto relativizado, en razón de que otorga potestad al Juez para emitir pronunciamiento más allá de lo peticionado (siempre y cuando guarde estricta relación a lo peticionado) con la finalidad de que lo resuelto en la sentencia brinde una máxima protección al administrado en armonía con el interés general. Típico ejemplo es la demanda en la cual se peticiona la nulidad del acto administrativo que dispuso el ceso de un trabajador, no obstante ello, a pesar que no se ha peticionado expresamente en la demanda la reincorporación del demandante, el juez además de declarar la nulidad de dicho acto administrativo puede ordenar la reincorporación del mismo a su centro de labores en las mismas condiciones al momento en que fue cesado, siendo dicha facultad propia del contencioso administrativo de plena jurisdicción, modelo subjetivo que ha sido tomado del sistema continental europeo, cuyo máximo representante es Alemania.
Vemos aquí un avance importante en cuanto al nuevo enfoque que se ha
dado a la Ley que regula el PCA, no obstante las limitaciones que se dan en ciertos artículos como el inciso 1 del artículo 38, las mismas que lastimosamente no fueron salvadas por el Decreto Legislativo 1067 que modifica la Ley PCA, sin embargo, la plena jurisdicción contemplada en el inciso 2 abre las puertas para que el Juez pueda ejercer de manera eficaz el control de las actuaciones de la administración en procura de la protección del administrado que en buen cuenta viene a ser el elemento subjetivo esencial dentro de un Estado de Democrático de Derecho. [1] Ramón Huapaya Tapia. “Tratado del Proceso Contencioso Administrativo”. Editorial Jurista Editores, Lima, 2006, pp 405 y 406. [2] Ídem. [3] Ídem. Pp. 424. [4] Ver Giovanni Priori Posada. “Comentarios a la Ley del proceso contencioso administrativo”. 3ra. edición. Lima, Ara editores, 2006. pp 218. [5] Proyecto de Ley 01072/2001-CR: “Artículo 41º Sentencias estimatorias. La sentencia que declare fundada la demanda podrá decidir en función de la pretensión lo siguiente: 1. La nulidad total o parcial del acto administrativo impugnado. En ese caso, el Juez podrá declarar la nulidad total del acto administrativo impugnado en el caso que se haya planteado como pretensión la nulidad parcial del mismo. Asimismo, el Juez podrá declarar la nulidad parcial del acto administrativo en los casos en los que se haya planteado la pretensión de nulidad total del mismo. El Juez también podrá declarar la nulidad del acto administrativo por causales diversas a aquellas que hayan sido invocadas por las partes al momento de fundamentar la demanda. (…)” [6] “El procedimiento de ejecución coactiva puede ser sometida a un proceso que tenga por objeto exclusivamente la revisión judicial de la legalidad y cumplimiento de las normas previstas para la iniciación y trámite..”