Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
TÉCNICAS NUCLEARES
COLECTIVO DE AUTORES
La Habana, Cuba
2002
Colectivo de autores:
MSc. Haydé e Domenech Nieves
MSc. Né stor Cornejo Díaz
Dr. Luis Jova Sed
Dr. Omar García Lima
Dr. Juan Cárdenas Herrera
Dr. Miguel Prendes Alonso
Lic. Orquídea Arado Ló pez
Dr. Juan Carlos Benítez Navarro
MSc. Efré n D. Díaz Bernal
Ing. Alejandro Henández Saiz
MSc. Ernesto Callís Fernández
Ing. Alba Guillé n Campos
Ing. André s de la Fuente Puch
Ing. Pedro I. Díaz Guerra
Ing. Yamil Ló pez Forteza
Ing. Pablo F. Jerez Veguería
ISBN 959-7136-17-1
Edició n e impresió n: CUBAENERGIA
CONTENIDO
LEGISLACIÓN................................................................................................................. 82
CONTROL REGULADOR............................................................................................... 88
REQUISITOS ADMINISTRATIVOS.............................................................................213
REQUISITOS DE PROTECCIÓN RADIOLÓGICA......................................................214
Justificación .................................................................................................................214
Optimización ................................................................................................................216
CALIBRACIÓN Y DOSIMETRÍA CLÍNICA ................................................................218
ASEGURAMIENTO DE LA CALIDAD........................................................................219
NIVELES ORIENTATIVOS...........................................................................................219
RESTRICCIONES DE DOSIS.........................................................................................221
REGISTROS.....................................................................................................................222
APLICACIONES INDUSTRIALES................................................................................226
En instalaciones con medidores nucleares ...................................................................226
En la prospección y perforación petrolera ...................................................................230
En irradiadores .............................................................................................................239
En radiología industrial............................................................................................... 246
APLICACIONES MÉDICAS.......................................................................................... 256
En radiodiagnóstico..................................................................................................... 256
En radioterapia ............................................................................................................ 265
En medicina nuclear.................................................................................................... 291
APLICACIONES EN LA INVESTIGACIÓN................................................................ 298
Fuentes no selladas...................................................................................................... 299
Fuentes selladas........................................................................................................... 306
Pero como todo quehacer humano, el empleo de las radiaciones ionizantes está
vinculado a determinados riesgos. Para poder comprenderlos y valorarlos en su
justa medida, desde principios de siglo XX nació una disciplina denominada Pro-
tección Radiológica, cuya finalidad básica fue determinar y establecer las normas
que permitieran, sin detrimento del beneficio del empleo de las radiaciones ionizan-
tes, equilibrar sus posibles efectos dañinos.
La presente obra constituye la segunda edición, ampliada y revisada, del título del
mismo nombre que viera la luz en septiembre de 1998, en ocasión de la celebra-
ción en La Habana del IV Congreso Regional de Seguridad Radiológica y Nuclear.
El agotamiento de la primera edición y la necesidad de su revisión y actualización
hicieron necesario el concurso de los autores y demás personas que participaron en
la elaboración de esta segunda edición, para seguir disponiendo de este texto en
idioma español sobre los temas relacionados con el uso seguro de las radiaciones
ionizantes, planteado con el enfoque de la Normas Básicas Internacionales de Segu-
ridad, con ejemplos cercanos a nuestras realidades y asequible a un amplio espectro
de potenciales interesados, desde estudiantes hasta profesionales.
Para esta ocasión, el texto original de la primera edición fue revis ado y modificado
de la siguiente manera: los capítulos I, III, IV, VIII y XVI fueron mejorados con
precisiones y actualizaciones de datos, mientras que los capítulos II, V, VI, VII, X,
XI, XII, XIII, XIV, XV, XVII fueron actualizados y modificados para precisar
conceptos y mejorar la comprensión del texto. El capítulo IX: “Legislación y con-
trol regulador” sufrió una actualización completa, consecuente con el desarrollo
alcanzado por el Sistema de Control Regulador cubano.
Como en la edición anterior, el énfasis principal del texto se hace en analizar los
aspectos relevantes que aparecen en la Colección Seguridad No. 115 del OIEA, lo
cual permite al lector disponer de un material que le facilita asimilar más fácilmente
las tesis que se plantean en esta publicación, adecuándolas en muchos casos a las
realidades de nuestros países latinoamericanos.
Una vez más en el texto se resumen las experiencias de un numeroso grupo de es-
pecialistas del Centro de Protección e Higiene de las Radiaciones (CPHR) y del
Centro Nacional de Seguridad Nuclear (CNSN), que han actuado y actúan como
conferencistas en los cursos nacionales de Seguridad Radiológica organizados cada
año en nuestro país, así como en los cursos que en esta misma disciplina, dirigidos a
profesionales de América Latina y con el auspicio del Organismo Internacional de
Energía Atómica (OIEA), se han impartido dentro y fuera de Cuba.
Es nuestro deseo que este libro le sea a sus lectores todo lo útil que hemos
tratado de hacerlo. Pero si al menos lográsemos que le sea útil en alguna
medida, por pequeña que sea, a aquellos a quienes lo destinamos, pensamos
que el esfuerzo bien ha valido la pena.
Colectivo de autores
I. RADIACIONES IONIZANTES /
3
¿Qué son las radiaciones ionizantes, dónde se originan y cuáles son sus
propiedades? Para comenzar a responder estas preguntas es necesario un
conocimiento básico general de los elementos físicos fundamentales que
explican cómo están constituidos los átomos y las formas de interacción de
las radiaciones ionizantes con los materiales.
En 1913 el físico danés Niels Bohr formuló su modelo del átomo y desde
entonces se acepta que todas las sustancias están compuestas por elementos
químicos constituidos por pequeñas unidades denominadas átomos, los que
están formados a su vez por un núcleo rodeado de una envoltura de partícu-
las muy pequeñas de carga eléctrica negativa, denominadas electrones, que
se mueven en órbitas fijas a su alrededor. El número de electrones en cada
órbita es limitado. Un ejemplo de esta representación es el átomo de oxíge-
no que se muestra en la Figura 1.
electrones
núcleo
8N
8P
.
Figura 1. Representación del modelo del átomo de oxígeno.
a
La masa del electrón es de 0,0009108.10-27 kg. La del protón es de 1,67235.10-27 kg.
I. RADIACIONES IONIZANTES /
5
α γ
En 1895 el físico Wilhem Röentgen, que trabajaba con tubos de rayos cató-
dicos, descubrió casualmente un tipo de radiación penetrante desconocida
hasta ese momento, la que denominó rayos X. Posteriormente se demostró
que los rayos X constituyen un caso particular de la radiación de frenado, o
sea, son fotones emitidos durante la desaceleración de partículas cargadas,
en este caso por electrones, al chocar con los átomos de un material desig-
nado como blanco. La detención brusca o la deflección de los electrones en
los átomos del blanco provoca la pérdida de energía del electrón, la que se
libera en forma de radiación electromagnética de espectro continuo. Simul-
táneamente, en el átomo excitado los electrones transitan desde las capas
más externas de su envoltura hacia otras más internas, liberando cuantos de
energía igual a la diferencia entre las energías de enlace del electrón en los
respectivos niveles energéticos por los que ha transitado, por lo que es ca-
racterística del átomo excitado. Como se muestra en la Figura 3 el espectro
de rayos X está entonces conformado dos componentes: la radiación de
frenado y la radiación característica. La energía máxima del espectro es
igual a la energía máxima de los electrones acelerados, por ejemplo si el
voltaje aplicado al tubo de rayos X es de 100 kV, la energía máxima de los
electrones será de 100 keV. La fracción de energía del electrón emitida co-
I. RADIACIONES IONIZANTES /
7
Emisión
Radiación característica del
material del blanco
Emax Energía
ÁNODO
CÁTODO
U
- +
Figura 4. Esquema simplificado de un generador de rayos X.
α
β
REPARACION
INCOMPLETA
H 2O OH•
e- TOLERADA
IONIZACION Y DAÑO MOLECULAR
EXCITACION
H•
H O 2• ACCION DE MEDIADORES
BIOLOGICOS
H 2O 2 GENETICO
MUTACION
RESPUESTA SOMATICO
BIOLOGICA
BIOLOGICA
MUERTE TERATOGENICO
10 -7 A 10 -5 S E G U N D O S MINUTOS A AÑOS
Las lesiones que la radiación puede inducir en el ADN son muy diversas y
entre ellas se pueden mencionar las roturas de una o dos cadenas (roturas
sencillas o dobles), recombinaciones, sustituciones de bases, etc. A escala
celular existen mecanismos para reparar las alteraciones que ocurren en el
ADN. En la Figura 7 se pueden observar con más detalle cómo actúan los
mecanismos de reparación celular y sus manifestaciones en el organismo.
Después que se ha producido la irradiación, los mecanismos enzimáticos y
de reparación pueden conducir a la reparación correcta del ADN y de esta
forma, las células sobreviven sin modificaciones en sus funciones y estruc-
tura genética. Cuando los daños se reparan de manera errónea, las células
pueden sobrevivir pero con modificaciones en su composición genética y
por lo tanto en sus funciones. Lo que ha ocurrido es una mutación que pue-
II. EFECTOS BIOLÓGICOS DE LAS RADIACIONES IONIZANTES /
13
Irradiación
No interacción
Absorción de la dosis y
Modificación de la célula
Ionización cambios químicos
Reparación
Correcta Errónea
e
células afectadas influye proporcionalmente en la severidad del efecto. Se
pueden producir con distintos períodos de latencia, por lo que se distinguen
efectos tempranos, que se detectan en pocos días o semanas y efectos tardí-
os no malignos que aparecen meses o años después de la irradiación. Te-
niendo en cuenta que existen diferencias en la radiosensibilidad de indiv i-
duos de una misma población, se entiende como dosis umbral, aquella que
produce el efecto en el 1-5 % de los individuos expuestos. Ejemplos de
efectos determinísticos son el eritema, la depresión de la médula ósea, las
cataratas, la esterilidad temporal y la irreversible.
S
F
r
e
c
Dosis Dosis
Figura 8. Relación entre la frecuencia y la severidad de los efectos determinísticos
u
Aunque existe una gran incertidumbre sobre los umbrales de dosis letales en
el hombre debido a que en ellos influyen el estado general de salud, la asis-
tencia médica recibida y otros factores individuales, se puede afirmar que
dosis entre 3-5 Gy pueden causar la muerte del 50 % de los individuos ex-
puestos en un plazo de 1 ó 2 meses, entre 6-10 Gy aumenta el % de letalidad
y disminuye el tiempo en que puede ocurrir la muerte. En este rango de
/ II. EFECTOS BIOLÓGICOS DE LAS RADIACIONES IONIZANTES
16
S
P
e
v
r
e
r
o
i
d
b
Dosis Dosis
a
Es importante señalar que tanto los estudios epidemiológicos como los ex-
i
Metástasis
r
la
lu
Radiación
ce
Conversión
ionizante
e
maligna
rt
e
u
M
ar
Mutación
ul
Expansión
clonal
el
CÉLULA CÉLULA
c
ón
MADRE INICIADORA
si
vi
Di
RENOVACIÓN
NORMAL
(a) INICIACIÓN (b) PROMOCIÓN (c) PROGRESIÓN
Aun cuando existen regulaciones para el trabajo seguro con las fuentes no se
puede excluir la ocurrencia de sucesos radiológicos durante los cuales los
TOE o individuos de la población pueden recibir dosis de radiación por
encima de los límites establecidos. Los indicadores biológicos juegan en
estos casos un papel importante en el esclarecimiento de la gravedad del
daño inducido y en algunos casos permiten establecer la dosis de radiación
recibida por sobrexposición.
Tabla II. Pronóstico del daño provocado por sobrexposición aguda a radia-
ciones mediante indicadores clínicos.
Dosis Síntomas iniciales Período Pronóstico Letalidad
(Gy) % de Tiempo de crítico posesposición % Tiempo
incidencia manifestación posexposi-
ción
>50 100 minutos 1 – 48 Sin esperanza 100 1 – 48
horas horas
10-15 100 30 minutos 5 – 14 Muy malo 90 - 100 2 semanas
días
5 – 10 100 0.5 – 1 hora 2–6 Reservado 0 - 90 Semanas o
semanas meses
2–5 50 – 90 1 – 2 horas 2–6 Reservado 0 – 90 Semanas o
semanas meses
1–2 0 – 50 > 5 horas - Excelente - -
0-1 0 – 10 - - Excelente - -
III. FUENTES: BENEFICIOS Y RIESGOS /
21
Los tubos de rayos X y las fuentesb de radio encontraron una amplia aplic a-
ción en la medicina desde principios de siglo XX. En la década del 50, con
la puesta en funcionamiento de los aceleradores de partículas y los reactores
nucleares, se incrementó considerablemente la nomenclatura y cantidad de
radionucleid os accesibles lo que facilitó la diseminación e intensificación
del uso de fuentes para una gran diversidad de aplicaciones. Hoy en día es
difícil imaginar el desarrollo en diferentes campos de la medicina, la indus-
tria, la agricultura, la docencia y la investigación científica sin utilizar las
radiaciones provenientes de variadas fuentes isotópicas, de los generadores
de rayos X y los aceleradores de partículas.
b
Por definición, se considera fuente: Todo lo que pueda causar exposición a la radiación, bien emitiendo
radiación ionizante o liberando sustancias o material radiactivo. El concepto incluye las fuentes nat ura-
les y artificiales. Por ejemplo, las materias que emiten radón son fuentes existentes en el medio am-
biente; una unidad de esterilización por irradiación gamma es una fuente adscrita a la práctica de con-
servación de alimentos por medio de la irradiación; un aparato de rayos X puede ser una fuente adscri-
ta a la práctica de radiodiagnóstico, una central nuclear es una fuente adscrita a la práctica de genera-
ción de energía nucleoeléctrica.
/ III. FUENTES: BENEFICIOS Y RIESGOS
22
FUENTES RADIACTIVAS
SELLADAS NO SELLADAS
TERAPIA
EQUIPOS GENERADORES
DE RADIACIÓN
DIAGNOSTICO
c
Fuente sellada es un material radiactivo que está: a) permanentemente encerrado en una cápsula o b)
asociado a un material con el cual está fuertemente ligado. La cápsula o el material de una fuente se-
llada deberán ser lo suficientemente resistentes para mantener la hermeticidad de la fuente sellada en
las condiciones de uso para las que fue diseñada, así como en el caso de percances previsibles.
/ III. FUENTES: BENEFICIOS Y RIESGOS
24
debe destacarse el Tc 99m, emisor gamma con un T½de 6 horas y 140 keV de
energía. Otros radionucleidos empleados en diagnóstico son: Tl201 , Ga67 ,
I131 , Xe133 , Cr51 , Se 75 , I123, I125, Fe59 , Co57 y Co58 . En las investigaciones “in
vitro” se utilizan fundamentalmente tres emisores gamma: I125 , Co57 y Cr51 y
varios beta: P32 , H3 , S35 , C14 y Ca45 . En terapia se utilizan emisores β de alta
energía como el I131 , P32 , Sr89 , Y90 , Re186 y Re188. El uso diagnóstico de las
fuentes abarca amplias ramas de la medicina, como son: la cardiología, en el
estudio de enfermedades coronarias; la imagenología de infecciones me-
diante el marcaje de leucocitos; la oncología, con el uso de anticuerpos mo-
noclonales marcados para la localización de tumores; estudios del funcio-
namiento renal; la endocrinología, específicamente desórdenes de la glá ndu-
la tiroides; estudios de desórdenes músculo-esqueléticos; determinación de
la función pulmonar por perfusión; enfermedades del tracto gastrointestinal,
como el estudio de úlceras sangrantes, absorción deficiente, enfermedades
biliares, etc.; en hematología, en la determinación de las causas de diferen-
tes anemias y estudios de metabolismo y en las neurociencias, en la detec-
ción de enfermedades cerebrovasculares y en la planificación y monitoreo
del tratamiento por cirugía estereotáxica. En esta última, el marcaje de mo-
léculas de interés bioquímico y neuroquímico y la técnica de medición por
emisión positrónica han permitido describir la organización funcional del
cerebro en el ámbito de grandes agrupamientos de neuronas, sus redes y
sistemas.
Es obvio que cada día es más amplio el uso de las radiaciones ionizantes en
la medicina. Por citar solo unas cifras, en todo el mundo, se estima que se
emplean más de 1,5 millones de equipos de rayos X diagnóstico (incluyendo
equipos convencionales y dentales de rayos X, mamógrafos y tomógrafos
computarizados) en más de 2000 millones de estudios anuales. En los mó-
dulos de medicina nuclear prestan servicios más de 10 mil cámaras gamma
en las que se realizan anualmente más de 32.5 millones de aplicaciones “in
vivo” y diferentes técnicas de radioterapia (teleterapia y braquiterapia) se
aplican a más de 5 millones de pacientes cada año. Además se realizan unos
400 mil tratamientos anuales con el empleo de la terapia con radiofármacos
[1].
estudios que, de otro modo, no hubieran sido posibles. Los fines principales
son la determinación de densidad, porosidad y humedad, así como del con-
tenido de hidrocarburos. Las fuentes de neutrones más utilizadas son las de
Am241 -Be con actividades máximas de 800 GBq. También se utilizan fuen-
tes de Ra 226 -Be, Pu239 -Be y Pu238-Be. Las fuentes gamma de mayor uso en
las mediciones de densidad son las de Cs137.
Otras técnicas emplean fuentes que emiten fotones de baja energía para
producir rayos X de fluorescencia en la muestra o su cubierta y medir su
espesor.
para la irradiación de cultivos, insectos, etc. son las de Co60 . Las actividades
pueden fluctuar en dependencia del objetivo específico.
Entre las fuentes de laboratorio están las que sirven para la verificación y
calibración de los equipos de medición como radiómetros, dosímetros y
III. FUENTES: BENEFICIOS Y RIESGOS /
29
Las fuentes de Cs137 y Co60 de elevada actividad (de cientos de GBq hasta
cientos de TBq) se utilizan en las investigaciones radiobiológicas y de quí-
mica de las radiaciones. Los haces de electrones se emplean para estudios
/ III. FUENTES: BENEFICIOS Y RIESGOS
30
No se puede pasar por alto el aporte de los trazadores radiactivos a las in-
vestigaciones médicas, químicas y biológicas. La gran sensibilidad de los
métodos de medición, la selectividad del marcaje y la característica de los
trazadores de no afectar las propiedades del compuesto bajo estudio han
hecho que el marcaje de moléculas biológicas abarque hoy en día un espec-
tro amplio de posibilidades que hacen posible la observación de los sistemas
vivos.
Con el empleo de radiotrazadores de S35 , P33 , P32 , I125 , I131 se han podido
estudiar temas tan variados como: la distribución de fertilizantes en el sis-
tema de la planta, sobre qué insectos actúan los insecticidas y cómo; el pa-
pel del CO2 , los nutrientes y el agua en la fotosíntesis; los procesos biológi-
III. FUENTES: BENEFICIOS Y RIESGOS /
31
cos humanos a escala celular, la acción de los medicamentos sobre las en-
zimas metabólicas y los efectos tóxicos de algunos agentes. El marcaje del
ADN con P32 y S35 a distintos niveles favoreció el estudio y determinación
de su secuencia de nucleótidos, lo que es el fundamento de la biotecnología
actual, facilita la detección de posibles genes cancerígenos y el diagnóstico
de enfermedades debidas a mutaciones o errores del ADN y los análisis de
identidad. Otra técnica que merece destacarse es el radioinmunoensayo, de
gran utilidad para la detección y cuantificación de ínfimas cantidades de
sustancias biológicas presentes en hormonas, proteínas y antivirus.
la radiación terrestre aporta una dosis promedio a cualquier persona de: 480 µSv/año
el potasio presente en el cuerpo humano representa una dosis: 170 µSv/año
un vuelo intercontinental representa para una persona recibir: 40 µSv
los rayos X de uso médico aportan una dosis promedio a una persona de: 400 µSv/año
habitar a 13 km de una central nuclear significa recibir: 0,2 µSv/año
producto de la radiación natural, el hombre recibe como promedio: 2,4 mSv/año
Terrestre
18 %
Cósmica
14 %
Radón
43 %
Interna
11 %
Médica
14 % Fallout 0.2 %
Ocupacional 0.09 %
Descargas 0.01 %
atribuibles por cáncer para miembros del público por cada Sv [2], se obten-
drá que para valores de dosis del orden de fracciones de la recibida por las
fuentes naturales de radiación, el riesgo es del orden de 10-5 . Para una mejor
comprensión, esto significa que, por ejemplo, para una población de 100
000 habitantes expuestos a una dosis promedio de 1 mSv, existe un riesgo
de que 5 de ellos mueran debido a cáncer mortal atribuible a la dosis recib i-
da. Lo dicho no es válido cuando tienen lugar los accidentes. En dependen-
cia de la actividad de la fuente y de las circunstancias del hecho, las dosis
pueden alcanzar valores que están dentro de los límites para los trabajadores
o la población y por lo tanto pueden ser tolerados, contribuyendo solamente
a aumentar la probabilidad de efectos estocásticos; o valores en el rango de
los efectos determinísticos, para los que es de esperar la ocurrencia de lesio-
nes a la salud. Aún así, está demostrado que el número de fallecidos por esta
causa no alcanza las cifras acostumbradas en situaciones catastróficas. En el
accidente del reactor nuclear de The Three Mile Island no hubo víctimas
mortales. Los expertos en seguridad dirían con razón que la “defensa en
profundidad” resultó efectiva. En el accidente de la central nuclear de Cher-
nobil, el peor de la historia de la industria nuclear, donde fueron severos los
daños y se produjo una liberación considerable de materiales radiactivos, el
número de fallecidos fue de 31. En otros accidentes con otras fuentes los
casos fatales se cuentan sólo por unidades.
Por otra parte, la reacción del público es distinta dependiendo del tipo de
aplicación de que se trate. Cuando se habla de radiodiagnóstico o de radiote-
rapia, e incluso del diagnóstico con radiofármacos, no se piensa mucho en
los riesgos. Sobre las aplicaciones industriales, agrícolas y de investigación
la mayoría no tiene adecuado conocimiento, pero se sabe que es algo “peli-
groso”. Naturalmente, si se suma que no hay certeza de que las fuentes están
siendo correctamente manipuladas o existen dudas con respecto a la segur i-
dad de los locales donde éstas se guardan o se utilizan, la reacción es desfa-
vorable. En relación con la energética nuclear y fundamentalmente con los
desechos “nucleares”, la percepción del riesgo por el público es negativa.
Las causas: el temor fundamentado que persiste al arma nuclear, la propa-
ganda desencadenada cuando el accidente de Chernobil y la cantidad de
información distorsionada que se divulga sobre manifestaciones contrarias a
un emplazamiento nuevo o a una transportación de combustible o de dese-
chos radiactivos.
Las encuestas son un medio excelente para evaluar la percepción del públi-
co acerca de los riesgos. Según los resultados de algunas investigaciones
[3], los accidentes en reactores nucleares y en instalaciones de desechos
radiactivos se consideran terribles, desconocidos, catastróficos e incontrola-
bles. Paradójicamente, el público considera el consumo de aspirina, sacari-
na, anticonceptivos orales y antibióticos, y hasta el hábito de ingerir bebidas
alcohólicas como riesgos voluntarios, controlables y con consecuencias
insignificantes para las generaciones futuras. Otro hecho importante que
reflejan estas encuestas es que el público no le ve beneficio a la energía
nuclear y sí a los rayos X. Un estudio realizado en tres grupos de personas
III. FUENTES: BENEFICIOS Y RIESGOS /
35
A =
dN , unidad: s-1 ,
dt
Entre las magnitudes que caracterizan el campo de radiación, las más utili-
zadas son: la fluencia de partículas y la densidad del flujo de partículas.
dE , unidad: J.m-1 ,
Lδ =
dx δ
dE k , unidad: m-1 ,
µk =
N ⋅ E ⋅ dx
µ k , unidad: m2 .kg-1 ,
µ k,m =
ρ
dε ,
D = unidad: J.kg-1 ,
dm
dE tr
K= , unidad: J.kg-1 ,
dm
donde dEtr es la suma de todas las energías cinéticas iniciales de las partícu-
las cargadas liberadas por las partículas no cargadas de las radiaciones ioni-
zantes en el medio cuya masa es dm.
dQ
X= , unidad: C.kg-1 ,
dm
dice que la protección radiológica tiene por objeto evitar la ocurrencia de los
efectos determinísticos y limitar a un nivel razonable el riesgo de efectos
estocásticos. En otras palabras, en el rango de dosis de cero a los límites de
dosis para trabajadores, se evitan totalmente los efectos determinísticos y se
limita la probabilidad de ocurrencia de algún efecto estocástico grave (cán-
cer, efectos hereditarios) de manera tal que el riesgo es comparable con los
riesgos ocupacionales en actividades laborales consideradas seguras. Por
supuesto que a los individuos más expuestos del público les corresponden
límites de dosis muy inferiores a los aplicables a trabajadores.
La forma en que se entrega la energía a los tejidos no sólo depende del tipo
de partícula incidente, sino además de su energía. Para medir los efectos
estocásticos de las radiaciones ionizantes, solamente a fines de la protección
radiológica, se definen dos magnitudes básicas: la dosis equivalente y la
dosis efectiva.
HT =
ΣR
w R ⋅ D T, R , unidad: J.kg-1 ,
E=
Σ T
WT ⋅ H T , unidad: J.kg-1,
Los valores de los factores de ponderación, tanto para los diferentes tipos de
radiación como para los tejidos se dan para las radiaciones incidentes en el
cuerpo desde una fuente externa a él y para las radiaciones emitidas por las
fuentes incorporadas al organismo por las vías de ingestión, inhalación o a
través de la piel.
H T (τ ) =
∫
t0
H T ( t ) ⋅ dt , unidad: J.kg-1 ,
E( τ) =
∫
t0
E ( t ) ⋅ dt , unidad: J.kg-1 ,
e
La esfera de la CIUMR es una esfera de 30 cm de diámetro hecha de material tejido equivalente con
una composición definida y densidad de 1 g.cm -3 .
IV. MAGNITUDES Y UNIDADES EMPLEADAS EN LA DOSIMETRÍA Y LA PROTECCIÓN RADIOLÓGICA /
45
Electrodo central
V
Electrodo exterior
C R ELECTROMETRO
f
Con el aumento de la diferencia de potencial aumenta la formación de iones. Los iones positivos, con
mayor masa y menor velocidad que los electrones, se acumulan provocando disturbios y modificacio-
nes del campo eléctrico. Esto provoca la aparición de efectos no lineales limitando la proporcionalidad
entre la energía del suceso que interacciona y el tamaño del impulso producido.
V. MÉTODOS DE MEDICIÓN E INSTRUMENTACIÓN /
49
Cátodo
Anodo
Ventana
Detector CC P r e a m p l i f. Contador
G-M Discriminador
y/o amplif.
R
CS
Fuente de
alta tensión
PREAMPLIFICADOR
DE IMPULSOS
ELECTRICOS
ANALIZADOR DE AMPLIFICADOR
IMPULSOS DE IMPULSOS
En relación con los dosímetros fílmicos, los TL son más sensibles (menor
umbral de detección), pueden reutilizarse un elevado número de veces sin
afectar las características del material y su dependencia energética es mucho
mejor. Estos y otros factores hace que los detectores fílmicos hayan sido
sustituidos en gran parte del mundo por los TL en aplicaciones de dosime-
tría personal. Como desventaja fundamental se tiene que durante el proceso
de lectura, el calentamiento del material hace que su estructura regrese al
estado inicial y por tanto no es posible conservar físicamente la información
suministrada. Esta aparente desventaja ha sido de alguna forma contrarres-
tada con el empleo de medios y métodos informáticos que permiten almace-
nar toda la información de la medición realizada y el análisis pormenorizado
de la misma.
Para calcular la dosis que produce una fuente puntual isotrópica de radia-
ción gamma se emplea la siguiente expresión:
A0 ⋅ Γ ⋅ (1 − e − λ ⋅t )
D= ,
λ⋅ r 2
donde:
Γ ... es la constante gamma de dosis absorbida, en Gy. m2 .Bq-1 . s-1 ;
A0 ...es la actividad inicial de la fuente, expresada en Bq;
λ...es la constante de desintegración radiactiva del radionucleido de interés,
dada en s-1 ;
t...es el tiempo de exposición a la fuente, en s;
r...es la distancia a la fuente, dada en m.
g
Por dosis se entiende la dosis absorbida.
VI. MÉTODOS DE CÁLCULO DE DOSIS /
57
Las dosis por exposición externa con partículas beta es superficial, o sea, se
limita a la piel, por lo que no tiene grandes implicaciones en la dosis efecti-
h
En equilibrio con sus hijos.
/ VI. MÉTODOS DE CÁLCULO DE DOSIS
58
∑α ⋅ Z 2
i i
Z= i =1
n
,
∑α ⋅ Z
i =1
i i
donde:
α i ...es la fracción en peso del número de átomos cuyo número atómico es Zi ;
n...es la cantidad de elementos que conforman el material.
donde:
A0 ...es la actividad de la fuente en el tiempo t = 0, en Bq;
λ...es la constante de desintegración radiactiva del radionucleido de interés,
dada en s-1 ;
I...es la energía de la radiación de frenado emitida por desintegración, calcu-
lada empleando las expresiones anteriores, en MeV;
µa,m (hν)...es el coeficiente másico de absorción de energía para el material
donde se calcula la dosis, expresado en m2 .kg-1 ;
r...es la distancia entre la fuente y el punto de interés, en metros;
t... es el tiempo de trabajo con la fuente, dado en segundos.
1
hν = E max para Emax ≤ 10 MeV
2
1
hν = E max para 10 MeV < Emax < 30 MeV
3
A e (E n ) ⋅ t
ϕ(E n ) = , en m-2
4 ⋅π⋅r 2
donde:
Ae(En )...es la emisión de neutrones de energía En , dada en s-1 ;
t...es el tiempo de exposición, en s;
r...es la distancia entre la fuente y el punto de interés, en m.
La radiación directa es el haz útil de radiación que sale del foco del equipo
de rayos X. Las tasas de dosis producidas por los generadores de rayos X a
cierta distancia del foco, en el haz directo, se pueden predecir con una exac-
titud razonable para un potencial y corriente del tubo así como una filtración
del haz determinados. Por ejemplo:
•
Xn ⋅ W ⋅ U ⋅ T ,
H=
d2
donde:
H... es la dosis calculada, en mSv;
•
i
El rendimiento depende del tipo de potencial aplicado al tubo y de su valor, así como del material del
ánodo y la filtración total del haz. Para cada equipo, en función de los parámetros antes mencionados,
existen curvas de rendimiento publicadas, por ejemplo en [11].
/ VI. MÉTODOS DE CÁLCULO DE DOSIS
62
X n ⋅W ⋅T ⋅ a ⋅ S ,
H=
d p 2 ⋅ d 2 ⋅ 400
donde:
a... es el factor de dispersión, que en este caso ha sido estimado para una
superficie dispersora 400 cm2 sobre el paciente, [11,22]. El factor de disper-
sión es el cociente de la tasa de dosis de radiación dispersa medida a 1 me-
tro de la superficie dispersora entre la tasa de dosis sobre la superficie del
paciente producida por la radiación directa;
S... es el área del haz de radiaciones sobre la superficie dispersora, en cm2 ;
dp ... es la distancia desde el foco del equipo de rayos X hasta la superficie
del paciente, expresada en m.
j
Es el período de tiempo necesario para que una cantidad de núcleos radiactivos presentes en un órgano
o tejido se reduzca a la mitad, sólo como consecuencia de procesos biológicos.
/ VI. MÉTODOS DE CÁLCULO DE DOSIS
64
TRACTO
RESPIRATORIO
NODOS
PIEL LINFATICOS
ABSORCION DIRECTA
OTROS RIÑONES
ORGANOS
VEGIGA
ORINA HECES
donde:
HT(τ)j ... es la dosis equivalente comprometida en el órgano T debida al
radionucleido j. Se expresa en Sv;
Usj ... se obtiene integrando, en el tiempo τ, la ecuación de retención del
radionucleido j en el órgano S. Generalmente, las ecuaciones de retención se
describen como:
r(t)j = R(t)j . exp(-λ fj.t) ,
VI. MÉTODOS DE CÁLCULO DE DOSIS /
65
Los valores de ALI para la exposic ión ocupacional fueron calculados por la
CIPR y se pueden encontrar, por ejemplo en [15].
E0
K'=
•
Ed
donde:
•
k
Por dosis se entiende: dosis equivalente, dosis efectiva, dosis equivalente ambiental, kerma u otra
magnitud empleada, según sea el caso.
/ VII. MÉTODOS DE CÁLCULO DE BLINDAJE
68
H disp
K′ = •
H lim
H s ...es la tasa de dosis originada por el haz útil en la superficie del área
dispersora;
α ...es el ángulo formado entre la dirección del haz incidente y la perpendi-
cular a la superficie;
a ( E 0 , α ) ...es el factor de albedo (dispersión) de dosis para la energía E0 y
el ángulo α. En la Tabla XI se muestran, a modo de ejemplo, algunos valo-
res del factor de albedo de dosis α(E0 ,α) en el hormigón ordinario;
As ...es el área de la superficie dispersora;
L ...es la distancia desde la superficie dispersora al punto de interés.
En las tablas se trabaja con el valor de K' y con el valor de energía E' esti-
mado para la radiación dispersa, por ejemplo, mediante la expresión:
E0
E '=
E0
1+ (1 − cos θ )
mc 2
donde:
mc2 ...es la energía en reposo del electrón, igual a 0.511 MeV;
θ...es el ángulo entre las direcciones de las partículas incidente y dispersa.
W ⋅ U ⋅ T ⋅ Xn
K ′ux = ,
P( d prim ) 2
donde:
P...es la restricción de dosis impuesta para la práctica, dada en Sv;
•
Xn ⋅ W ⋅ T
K 'Lx = ,
1000 ⋅ P ⋅ ( d sec ) 2
donde:
K 'Lx es la multiplicidad del debilitamiento para la radiación de fuga;
dsec es la distancia entre la fuente y el punto a proteger.
/ VII. MÉTODOS DE CÁLCULO DE BLINDAJE
72
X ⋅a ⋅ W⋅T 1 1 F
K 'SX = n ⋅ ⋅ ⋅ ,
P 2 2
(d sca ) (d sec ) A
donde:
dsca...es la distancia entre la fuente de radiación y la superficie dispersora;
a...es el coeficiente de dispersión definido como la relación de la tasa de
dosis producida por la radiación dispersa a 1 metro de la superficie disperso-
ra de área A y la tasa de dosis que produce la radiación incidente sobre di-
cha superficie;
F...es el área del campo sobre la superficie dispersora.
donde:
Emáx...es la energía máxima de las partículas β, en MeV.
Para las energías más frecuentes (del orden de los MeV), prevalecen tres
tipos de interacciones: la dispersión inelástica, la dispersión elástica y la
captura radiativa. Lo más común es que el cálculo comprenda entonces el
blindaje considerando los procesos de interacción de la radiación neutrónica
primaria y el blindaje para la radiación gamma secundaria que se produce
durante la captura radiativa.
K’ = ed/Lr
donde:
K’...es la multiplicidad del debilitamiento;
Lr...es la longitud de relajación para el material de blindaje y la energía
media de los neutrones;
d...es el espesor requerido de blindaje.
Con las emisiones obtenidas para las distintas líneas energéticas pueden ser
evaluados los blindajes necesarios. En general, las fuentes de neutrones
emiten además radiación electromagnética, por lo que una vez estimado el
blindaje para la radiación neutrónica y la gamma secundaria, debe evaluarse
si el espesor obtenido satisface los requisitos de blindaje para la radiació n
electromagnética que acompaña al campo de neutrones.
PRESENTE
FUTURO
Límite de dosis
m
Se consideran excluidas del ámbito de las NBIS las exposiciones cuya magnitud o probabilidad no
sean susceptibles de control, por ejemplo: la exposición debida al 40 K presente en el organismo, a la
radiación cósmica en la superficie terrestre o a la concentración no modificada de los radionucleidos
presentes en la mayor parte de las materias primas.
/ VIII. PRÁCTICA E INTERVENCIÓN. TIPOS DE EXPOSICIÓN
80
Legislación
Nivel 1
Decreto-Ley
No. 207
Nivel 2
Disposiciones
Complementarias
Nivel 3
Reglamentos de Seguridad
Nivel 4
Guías de Seguridad
Nivel 5
Normas Técnicas Aplicadas a los trabajos o actividades
Nivel 6
Procedimientos para el trabajo del Organo Regulador
Como aspectos importantes, este cuerpo legal establece las entidades y acti-
vidades que están dentro del ámbito de aplicación del mismo y los princi-
pios generales por los cuales se rige el uso de la energía nuclear en la Repú-
blica de Cuba. Así mismo reitera la necesidad de una autorización para la
ejecución de cualquier actividad relacionada con el uso de la energía nuclear
y establece los Órganos y Organismos de la Administración Central del
Estado en relación con el uso de la energía nuclear, designando al Centro
Nacional de Seguridad Nuclear (CNSN), como la institución a través de la
cual el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA),
ejecuta la regulación y el control de la seguridad del uso de la energía nu-
clear y la contabilidad y control de los materiales nucleares. Se declara que
las direcciones de las entidades titulares de las autorizaciones serán las res-
/ IX. LEGISLACIÓN Y CONTROL REGULADOR
84
El quinto nivel del Sistema Jerárquico está formado por las Normas Técni-
cas utilizadas durante la realización de las diferentes prácticas, servicios y
otras actividades relacionadas con el uso de la energía nuclear.
Control regulador
desde que la misma ingresa al país o es producida, hasta que por algunas de
las vías se deja de ejercer el control regulador sobre ella. Un problema en el
mundo que crece y se manifiesta muy frecuentemente en la actualidad, es la
transferencia no notificada de fuentes de radiación a personas o entidades no
autorizadas a tenerlas o el tráfico ilícito de tales fuentes. Esta situación ha
ocasionado mundialmente graves daños, muertes y costosos trabajos de
descontaminación. Las razones son muchas pero básicamente la causan dos
deficiencias fundamentales:
• La ausencia de un sistema regulador fuerte para el control mediante noti-
ficación, registro o licencias.
• La ausencia de medidas reguladoras y de medidas de coerción, de segu-
ridad física y de contabilidad de las fuentes.
Por último, es necesario destacar que con vistas a lograr el estado de seguri-
dad deseado en todas aquellas actividades relacionadas con el uso de la
energía nuclear, la Autoridad Reguladora debe promover y a la vez exigir a
todas las partes involucradas el establecimiento de una cultura de seguridad
que se caracterice por un compromiso individual y colectivo con la seguri-
dad.
X. REQUISITOS A LAS PRÁCTICAS /
91
Las medidas que se establecen en las NBIS están dirigidas a lograr los obje-
tivos de la seguridad radiológica sin renunciar a las ventajas del uso de las
radiaciones ionizantes, o sea, asegurar la prevención de los efectos determi-
nistas y reducir la inducción de efectos estocásticos. Para la mejor compren-
sión de tales medidas, ante todo es necesario detenerse en algunas definicio-
nes y enfoques conceptuales que aparecen en los requisitos generales. Ante
todo, en las NBIS se definen las partes responsables a las que se aplican la
mayoría de los requisitos, entendiéndose por tales:
• La Autoridad Reguladora y para la intervención, las organizaciones
interventoras, las que tienen la responsabilidad de introducir y obligar al
cumplimiento de los requisitos de las NBIS.
• Los titulares de licencia y registro y las entidades empleadoras los cua-
les están obligados a aplicar los requisitos de las NBIS según se esta-
blezca por la Autoridad Reguladora.
• Otras partes con responsabilidad tales como los suministradores, los
trabajadores, los Responsables de Protección Radiológica, los médicos,
los profesionales de la salud, los comités de ética, etc. en los que se
haya delegado alguna responsabilidad específica.
dades de exposición, los requisitos generales que establecen las NBIS a las
prácticas se agrupan en los siguientes:
1. Administrativos: Consisten en la obligación de la notificación, la ins-
cripción en registro y la concesión de licencias como parte esencial de un
sistema de control regulador estructurado sobre la base de un mecanismo
de autorización e inspección que enfatiza la responsabilidad de la direc-
ción de las instituciones donde se realizan las prácticas o se emplean las
fuentes de radiaciones ionizantes sobre la seguridad de sus instalaciones.
2. Gerenciales: Se refieren, en primer lugar, a los aspectos que definen la
cultura de seguridad, como son: la definición clara de las funciones de
cada eslabón de la estructura jerárquica de la institución en materia de
seguridad, la adopción de una política precisa de seguridad, la existencia
de procedimientos adecuados para garantizarla y el establecimiento de
cauces de comunicación que permitan en todo momento su evaluación y
la introducción sin dilación de medidas correctoras. Incluyen además, la
necesidad de aplicar programas para asegurar y controlar la calidad y la
efectividad de las medidas de protección, los factores humanos que inci-
den en la seguridad y la conveniencia de identificar y contar con una
consultoría calificada en materia de seguridad y protección.
3. De protección radiológica: Como se vio en el capítulo referido a los
efectos biológicos, la definición de los efectos estocásticos parte de la
consideración de una dependencia lineal, sin umbral, del riesgo con la
dosis, o lo que es lo mismo: a cualquier dosis por baja que sea le corres-
ponde una probabilidad de efecto y por lo tanto un riesgo. Fundamentado
en esta concepción surgió el principio ALARA (en inglés “As Low As
Reasonably Achievable”), el que postula que la exposición debe ser re-
ducida al mínimo razonable. Para conseguir esta reducción, junto con el
principio de limitación de la dosis, en protección radiológica surgieron
los conceptos de justificación y optimización. Cualquier exposición, in-
cluida la exposición por debajo de los límites anuales sólo puede ser ad-
mitida si está justificada, o sea si de ella se deriva un beneficio neto. Para
medir si la exposición ha sido reducida a un mínimo razonablemente
aceptable la protección debe ser optimizada. Los esfuerzos realizados en
este sentido en los últimos 20 años han dado por resultado una reducción
sensible de las dosis a las que son sometidos los trabajadores y el público
durante la aplicación de las técnicas nucleares. Se establece como un re-
quisito para alcanzar la optimización de la exposición ocupacional y po-
tencial, la introducción de restricciones a la dosis y al riesgo. Mediante
las restricciones es posible aplicar límites diferenciados de exposición
para las prácticas que tienen en cuenta las desigualdades en el diseño de
X. REQUISITOS A LAS PRÁCTICAS /
93
para sacar del control las fuentes o materiales que hayan alcanzado una con-
dición o actividad tal que haga innecesaria la continuación de dicho control.
Sobre estas bases, los requisitos administrativos establecen que para co-
menzar o continuar una práctica que implique la exposición de las personas
a las radiaciones ionizantes es indispensable que las partes implicadas cum-
plan con la obligación de la notificación, la inscripción en registro y la con-
cesión de licencias, según le corresponda, como parte esencial de un sistema
de control sobre las prácticas estructurado sobre la base de un mecanismo de
autorización e inspección. Dicho control lo ejerce la Autoridad Reguladora.
Para obtener la autorización, el solicitante debe adjuntar toda la información
que avale la seguridad de la práctica que propone, incluida la evaluación de
la naturaleza, la magnitud y la potencialidad de las exposiciones a ella atri-
buibles; las medidas de aseguramiento de la protección de los trabajadores y
el público; la demostración del cumplimiento de las normativas vigentes y
la documentación acerca de la calificación y capacitación del personal en-
cargado de la operación de la fuente y del Responsable de Protección Radio-
lógica. Después de concedida la licencia o el registro, el titular está en la
obligación de poner en práctica el conjunto de medidas técnicas y organiza-
tivas que garanticen la seguridad y protección de las fuentes bajo su respon-
sabilidad.
Cultura de seguridad
Casi todos hemos escuchado la famosa frase que plantea que: “donde no
falla la máquina falla el hombre” y la historia de los accidentes ocurridos,
no solo en las actividades donde se aplican las técnicas nucleares, así lo
demuestra. Por paradójico que parezca, es una realidad que la actuación
humana es un factor determinante en cualquier actividad que entrañe riesgo.
Del dominio que tenga de su actividad y de la conciencia de su responsabi-
lidad, dependerá lo acertado de sus decisiones. Por ello, este requisito resul-
ta de tanta importancia.
X. REQUISITOS A LAS PRÁCTICAS /
99
Consultoría de expertos
Para este tipo de efectos el control del riesgo asociado al uso de radiaciones
ionizantes es muy sencillo, una vez que se hayan establecido unos límites de
dosis que garanticen un margen de seguridad suficiente con respecto a los
umbrales de aparición de efectos determinísticos, basta con establecer los
medios de ingeniería necesarios para que la exposición de las personas per-
manezca por debajo de esos límites. En este contexto, sólo un accidente
podría dar lugar a la aparición de efectos determinísticos.
Justificación
Para aclarar este principio, en las NBIS se ofrece orientación sobre las prác-
ticas injustificadas. Entre ellas figuran las que ocasionarían un aumento de
la cantidad de sustancias radiactivas presentes en alimentos, bebidas, cos-
méticos u otros artículos o productos destinados a su ingestión, inhalación,
aplicació n o incorporación percutánea en seres humanos, excepto con fines
médicos; también figuran las prácticas que entrañan el uso de las radiacio-
nes en artículos como juguetes, joyas o adornos. Algunas exposiciones mé-
dicas como los exámenes masivos de grupos de población con técnicas que
impliquen riesgos de exposición y los exámenes radiológicos con fines ocu-
X. REQUISITOS A LAS PRÁCTICAS /
103
Optimización
La forma de conducir este análisis, así como su extensión está, por supuesto,
en correspondencia con el tipo de fuente o práctica y su naturaleza, así como
con los riesgos asociados. No es lo mismo aplicar el requisito de optimiza-
ción a una práctica que emplea una instalación de radiodiagnóstico que apli-
carlo a otra que emplea un irradiador industrial o a aquellas que emplean
instalaciones de gammagrafía portátiles. El grado de complejidad de cada
una es diferente y está relacionado con diferentes factores. Por ejemplo, en
las instalaciones de radiodiagnóstico hay que prestar atención a: la ubic a-
ción y requisitos constructivos de los locales, la preparación del personal y a
los procedimientos de operación. En un irradiador hay que agregar la exis-
tencia de dispositivos redundantes de seguridad para limitar el acceso a la
instalación y para suspender la irradiación. El número de controles es supe-
rior y es necesario considerar la recarga periódica de las fuentes, así como
qué hacer con las que ya están agotadas. En el trabajo con una instalación de
gammagrafia industrial la existencia de procedimientos de operación claros
y precisos ganan en prioridad, sobre todo cuando se trabaja en condiciones
de campo y el control sobre las fuentes y su almacenamiento seguro se con-
vierten en factores indispensables para evitar dosis innecesarias.
Los métodos que se emplean como herramientas para ayudar en los análisis
de optimización, pueden ser tan sencillos como el simple sentido común y
tan complejos como algunos de los métodos estructurados basados en la
cuantificación del costo y el beneficio, aunque lo principal es que la técnica
empleada garantice que no se pase por alto ninguno de los factores a tener
en cuenta, que se analicen variantes y que la variante seleccionada sobre
bases fundamentadas sea la mejor en las circunstancias dadas. En depen-
dencia de los parámetros que puedan ser cuantificados podrán utilizarse
métodos cuantitativos o cualitativos.
¿En realidad hacemos estos análisis en las prácticas a las que estamos habi-
tuados en la medicina, la industria y la investigación? Nos atreveríamos a
afirmar que no. Lo usual es que se produzcan dos situaciones extremas. En
una se subestiman o no se presta atención a las medidas de seguridad y pro-
tección, los resultados del control radiológico individual, aunque se tengan,
no se procesan para su análisis, no se hacen otros controles y los trabajado-
res y la administración mantienen una actitud contemplativa y complaciente
dejando que otros piensen por ellos en “esos problemas” que no están rela-
cionados con la asistencia médica, el plan de producción o el resultado de la
investigación. En la otra posición se exageran las medidas de seguridad y se
invierten recursos en dispositivos y sistemas innecesarios, inculcándole a los
trabajadores un miedo infundado, aun cuando los resultados del control
individual demuestren otra cosa.
Un valor que no debe confundirse con las restricciones de dosis son los
niveles de investigación. Estos niveles constituyen un tipo de nivel de refe-
rencia, tienen utilidad en el manejo de operaciones como “niveles gatillo” a
partir de los cuales deben tomarse decisiones o actuar. Deben ser planteados
preferentemente en términos de magnitudes medibles y revisarse sobre la
base de la experiencia operacional. Su uso es retrospectivo, o sea, las deci-
siones o acciones se toman una vez que ya se ha recibido la dosis con el
objetivo de determinar las causas de su superación. Del análisis se pueden
extraer enseñanzas para futuras operaciones y determinar dónde son necesa-
rias medidas adicionales para el mejoramiento de las medidas de protección.
Limitación
Los límites de dosis se aplican a la suma de las dosis causadas por exposi-
ción externa en el período especificado y a las dosis comprometidas causa-
das por incorporación durante el mismo período. El período para el cálculo
de las dosis comprometidas será normalmente de 50 años para los trabajado-
res ocupacionalmente expuestos y de 70 para los miembros del público.
X. REQUISITOS A LAS PRÁCTICAS /
111
Probabilidad
10 -2
10 -3
región
10 -4 inaceptable
región de
10 -6 optimización
Dosis (Sv)
0.01 0.1 1 10 100 1000
Figura 25. Curva de criterios para la aceptabilidad del riesgo en función de la dosis.
n
Aprendices con edad entre 16 y 18 años en entrenamiento para trabajar como TOE y estudiantes con
edad entre 16 y 18 años que necesiten utilizar fuentes de radiación durante sus estudios.
o
El límite de dosis equivalente para la piel se aplica a una dosis promediada sobre 1 cm2 del área más
irradiada de la piel. Como tejido, la piel contribuye a la dosis efectiva, siendo esta contribución la do-
sis promedio en toda la piel multiplicada por el factor de ponderación para la piel.
/ X. REQUISITOS A LAS PRÁCTICAS
112
tución a otra a menos que quien recepciona sea concesionario de una autori-
zación válida para su tenencia u operación. Al realizarse una transferencia
ambas instituciones están obligadas a actualizar sus inventarios. Al concluir
la vida útil de la fuente no es lícito dejarla abandonada y sin el debido con-
trol institucional ya que pudiera caer en manos de personas que desconocen
sus propiedades y que pudieran destruirlas o hacer un mal uso de ellas, pro-
vocando tal vez un accidente. Cuando la fuente no tiene ya un uso definido
por las razones que sea, es una obligación traspasarla a otra institución auto-
rizada para continuar su uso o para tratarla como desecho radiactivo.
Defensa en profundidad
Verificación de la seguridad
sumen los elementos a tener en cuenta para decidir la definición y el uso del
término exposición ocupacional cuando se trata de fuentes naturales de ex-
posición.
La exposición No
No es
es una
una
ocurre No
exposición
producto del
trabajo ocupacional
Si
Es posible su No La exposición
control está excluida
Práctica Si Intervención
Ej.: fuentes artificiales Si No Ej.: radón en lugares
El órgano
minería del uranio de trabajo donde no
regulador la
se emplea la radiación
considera
Habitualmente
resultante de No
se exceden los
una práctica niveles de
actuación
Reúne las No
No se
se aplican
aplican
La práctica Si condiciones Si requisitos de
es exenta para la la exposición
exención El ambiente
laboral ocupacional
No puede ser
Le
Le son
son de
de modificado Si
aplicación
requisitos de
No
la
la exposición
exposición
ocupacional
ocupacional
Figura 27. Diagrama de flujo para decidir si una exposición a fuentes naturales es o
no una exposición ocupacional.
Política
Organización
Planificación e
Auditorías
implementación
Comportamiento
de las mediciones
Revisión del
comportamiento
Figura 28. Elementos claves para lograr una gerencia exitosa de seguridad.
XI. REQUISITOS ESPECÍFICOS A LA EXPOSICIÓN OCUPACIONAL /
123
Condiciones de servicio
Los empleos o tareas alternativos han de tenerse en cuenta no sólo para las
mujeres embarazadas y en algunos casos, las que están lactando. Estos se
deben considerar también cuando un trabajador no pueda continuar desem-
peñando tareas que impliquen exposición a las radiaciones ionizantes. Si-
tuaciones así se presentan cuando los resultados de la vigilancia médica o
del control radiológico aconsejan que el trabajador sea separado temporal-
mente de la exposición a fuentes de radiación.
En las NBIS se establece que ninguna persona menor de 16 años puede ser
sometida a exposició n ocupacional. Entre los 16 y 18 años se admite la ex-
posición con fines de entrenamiento, bajo supervisión y en condiciones tales
que no se superen los límites de dosis especificados en el Capítulo X, en el
subepígrafe dedicado a la Limitación de dosis.
/ XI. REQUISITOS ESPECÍFICOS A LA EXPOSICIÓN OCUPACIONAL
124
Clasificación de zonas
Las Zonas Supervisadas son aquellas que no fueron definidas como contro-
ladas pero en las que, debido a la probabilidad de exposiciones previstas o
potenciales, las condiciones de trabajo deben mantenerse bajo revisión aun
cuando no se necesiten medidas específicas de protección. Por ejemplo, los
laboratorios donde se emplean cantidades pequeñas de materiales radiacti-
vos o se manipulan bajas concentraciones de radionucleidos naturales que
no requieren de la clasificación de Zonas Controladas deben ser considera-
das Zonas Supervisadas; algunos locales o puestos de trabajo cercanos a las
Zonas Controladas deben ser Zonas Supervisadas cuando se entienda que
las medidas y procedimientos de control aplicados no son suficientes.
Organización y dirección
necesidad del uso de dosímetros adicionales, los que son de utilidad cuando
la exposición se considera no uniforme, por ejemplo, cuando la parte más
expuesta son las manos se emplean dosímetros de extremidades. Si las con-
diciones radiológicas son variables es conveniente utilizar además dosíme-
tros de lectura directa que permiten una evaluación rápida de la dosis.
Aseguramiento de la calidad
nivel orientativo de 100 mSv para todas las acciones excepto las dirigidas a
salvar vidas, para las que se ha recomendado el valor de 500 mSv de dosis
efectiva máxima [18]. Evidentemente, este valor pudiera ser excedido sie m-
pre que los beneficios a terceros sean mayores que el riesgo propio de quie-
nes participan en la intervención. Una vez que la emergencia está bajo con-
trol, las medidas reparadoras que se adopten pueden ser consideradas dentro
de los límites de la exposición ocupacional y como tal deberán ser controla-
das. En el Capítulo XV se ofrecen más detalles sobre los requisitos aplic a-
bles a la intervención.
De acuerdo con las NBIS [18] los programas de vigilancia médica ocupa-
cional de los TOE deben:
a) basarse en los principios generales de la salud ocupacional;
b) tener por objetivo la evaluación de la aptitud inicial y permanente de los
trabajadores para las tareas a que se les destine.
Tanto los exámenes iniciales como los subsiguientes deben ser exhaustivos
en la identificación y detección de impedimentos sicofísicos que limiten las
capacidades de trabajo en condiciones de exposición ocupacional o aumen-
ten la vulnerabilidad a los efectos de las radiaciones ionizantes. No obstante
hay tres situaciones que merecen atención partic ular:
a) la aptitud del trabajador para soportar el trabajo usando medios de pro-
tección de las vías respiratorias,
b) la aptitud de un trabajador con enfermedades de la piel como eczemas o
psoriasis para manipular fuentes no selladas,
c) la aptitud de un trabajador con desórdenes sicológicos para trabajar con
fuentes de radiación.
En estos casos el médico ocupacional debe ser capaz de aconsejar tanto a las
propias mujeres embarazadas acerca de algunas precauciones que debería
tomar ella misma, como acerca de la necesidad de precauciones particulares
o procedimientos relacionados con las condiciones laborales de dichas mu-
jeres. En caso de exposiciones accidentales o sobreexposiciones, el médico
ocupacional debe cooperar con la dirección de la entidad para asegurar que
se han tomado todas las medidas posibles para evaluar la severidad de dicha
exposición.
XI. REQUISITOS ESPECÍFICOS A LA EXPOSICIÓN OCUPACIONAL /
145
Para garantizar la seguridad del público, los encargados del control de las
fuentes están obligados a establecer, implementar y mantener un grupo de
medidas tendientes a lograr la seguridad del diseño y la operación de las
fuentes, disminuir su contribución a valores que estén por debajo de los
límites establecidos, a monitorear el ambiente para confirmar que dichos
valores se cumplen y a elaborar planes de emergencia en correspondencia
con la naturaleza y magnitud del riesgo a ellas asociado. El monitoreo del
ambiente que se lleva a cabo para evaluar la exposición del público consiste
en un programa: a) capaz de asegurar la verificación del cumplimiento de
los niveles de exposición provenientes de la práctica, b) avisar si se produce
un incremento de dichos niveles que entrañe una violación de las restriccio-
nes impuestas, c) responder eficientemente a una situación de emergencia y
d) comprobar los presupuestos asumidos durante la evaluación preoperacio-
nal sobre las consecuencias radiológicas de los vertidos de sustancias ra-
diactivas al ambiente. En relación con estos últimas se contempla la optimi-
zación de las medidas para su control sometiéndolos a las restricciones esta-
blecidas o aprobadas, las que se definen considerando: a) los procedimie n-
/ XII. REQUISITOS ESPECÍFICOS DE LA EXPOSICIÓN DEL PÚBLICO
152
A fin de reducir la exposición del público que visita las instalaciones, en los
requisitos se establece que el control deberá garantizarse brindando una
información adecuada y precisa sobre las medidas de protección que debe-
rán ser observadas en las zonas controladas, acompañando a los visitantes
de zonas controladas con personal debidamente calificado, conocedor de las
medidas de protección y seguridad aplicables en esa área, ejerciendo un
control adecuado sobre la entrada de visitantes a las zonas supervisadas y
utilizando una adecuada señalización. Este requisito es válido, sobre todo,
para los visitantes de los hospitales donde se realizan tratamientos con fuen-
tes.
vinculado con las fuentes pero que forma parte de la plantilla de la institu-
ción donde ellas se emplean y que deben ser considerados público a los
efectos de su exposición, tanto en condiciones normales como potenciales.
Para ambas exposiciones se definen requisitos tendientes a garantizar el
control de las fuentes y el diseño de sistemas de blindaje y contención ade-
cuados que impidan la dispersión de los contaminantes hacia lugares de
acceso del público y restrinjan su posible exposición.
PRETRATAMIENTO
material
desechos radiactivo
exentos TRATAMIENTO
para reuso
ACONDICIONAMIENTO
DISPOSICIÓN FINAL
desechos
Segregación por
estado de agregación
si T½ corto
Decaimiento no
Tratamiento
no
Exento
si Acondicionamiento
Evacuación Almacenamiento
Métodos de pretratamiento
Métodos de tratamiento
Métodos de evacuación
p
En las NBIS se recomienda el establecimiento de niveles de dispensa o niveles de desclasificación para
los desechos radiactivos, que son los valores de actividad admitida en los desechos, por debajo de los
cuales la Autoridad Reguladora considera que el control es impracticable e innecesario. Estos valores
se calculan para satisfacer el nivel de dosis individual trivial de 10 µSv al año, a partir de las condicio-
nes particulares de evacuación existentes para los desechos convencio nales y teniendo en cuenta todas
las posibles vías y escenarios de exposición.
XII. REQUISITOS ESPECÍFICOS DE LA EXPOSICIÓN DEL PÚBLICO /
167
En los Estados Unidos la cantidad neta de material que puede ser eliminado
anualmente por la canalización común se limita a 37 GBq, excluidos el H3 y
el C14 . La cantidad de H3 y C14 contenida en líquidos de centelleo en mate-
riales biológicos que puede ser eliminada por la canalización común se limi-
ta a 1,85 kBq/g [36].
puedan escapar sean tan pequeñas que su efecto sea inapreciable. Tales ba-
rreras se consiguen mediante:
• El acondicionamiento de los desechos por inmovilización en una matriz
sólida (Tabla XV) que impida su dispersión por causas externas o inter-
nas.
• La utilización de contenedores o recipientes normalizados y homologa-
dos hechos de materiales resistentes, capaces de resistir las condiciones
previsibles más adversas, sellados y generalmente con recubrimientos
para evitar el contacto con los agentes exteriores.
• El diseño de instalaciones para la conservació n de los contenedores con
los desechos que incluyan elementos constructivos, blindajes, sistemas
de adsorción y medios de disipación de calor cuando es necesario.
• La ubicación de las instalaciones en medios geológicos que permitan
retener o retardar la salida de los radionucleidos en caso de fallar las ba-
rreras anteriores.
q
Las características marcadas son requisitos fundamentales para los desechos de alta actividad.
XII. REQUISITOS ESPECÍFICOS DE LA EXPOSICIÓN DEL PÚBLICO /
169
Si bien una fuente puede no ser adecuada para el propósito que fue diseña-
da, aún puede mantener altos valores de actividad, debiendo ser tratada co-
mo material radiactivo. Los usuarios de las fuentes selladas deben conside-
rar las siguientes opciones:
• Transferencia de la fuente a otro usuario para otras aplicaciones de
acuerdo a los niveles de actividad de la misma.
• Retorno de la fuente en desuso a su fabricante.
• Almacenamiento de las fuentes que contengan radionucleidos de T ½
corto hasta su decaimiento.
• Recogida, acondicionamiento y almacenamiento temporal hasta que se
disponga de una insta lación para su disposición final.
reutilización
suministrador fuente en uso
declaración de
desuso
ensayos:
hermeticidad
actividad
recogida
transportación
T½ corto T½ largo
almacenamiento
provisional
almacenamiento
para decaimiento
acondicionamiento
transportación almacenamiento
temporal
transportación
evacuación
disposición final
Debido al largo T½ del Ra 226 (1600 años) y la continua emanación del gas
Radón, las fuentes en desuso de este isótopo requieren un acondicionamien-
to diferente al de las demás fuentes.
Figura 35. Vista superior de un tanque de 200 litros de capacidad con la camisa de
hormigón prefabricada.
XII. REQUISITOS ESPECÍFICOS DE LA EXPOSICIÓN DEL PÚBLICO /
177
Figura 36. Ubicación del contenedor de plomo que contiene las fuentes de Ra226
dentro del tanque encamisado, para el almacenamiento prolongado. Nótese la pro-
tección con barras de acero en forma de cruz en la boca de la cavidad de la camisa
de hormigón.
r
Por material radiactivo se entiende todo material que contenga radionucleidos en el cual tanto la con-
centración de actividad (Bq/g) como la actividad total (Bq) de la remesa excedan los valores indicados
en [38] para los materiales exceptuados y las remesas exceptuadas respectivamente.
XII. REQUISITOS ESPECÍFICOS DE LA EXPOSICIÓN DEL PÚBLICO /
179
Los BAE son materiales radiactivos que por su naturaleza tienen una activ i-
dad específica limitada, o aquellos a los que son aplicables límites de activi-
dad específica media estimada. Los BAE están comprendidos en tres grupos
BAE I, BAE II y BAE III atendiendo fundamentalmente al nivel de activ i-
dad específica presente. Los BAE pueden ser sólidos, líquidos y gases.
Ejemplos de BAE son: minerales de uranio y torio, uranio natural o empo-
brecido, torio natural, agua con una concentración de tritio de hasta 0,8
TBq/l, desechos consolidados y materiales activados entre otros.
Los OCS son objetos sólidos que en sí no son radiactivos pero que tienen
materiales radiactivos distribuidos en sus superficies (o sea, están contami-
nados con ellos). Los OCS están comprendidos en dos grupos OCS I y OCS
II atendiendo el nivel de contaminación radiactiva (fija y transitoria) exis-
tente.
Los requisitos de ensayos se establecen para los materiales BAE III, los
materiales en forma especial y los materiales radiactivos de baja dispersión.
Los BAE III deberán soportar un ensayo de inmersión en agua durante 7
XII. REQUISITOS ESPECÍFICOS DE LA EXPOSICIÓN DEL PÚBLICO /
181
Los materiales radiactivos de baja dispersión además de que deben ser de tal
naturaleza que el nivel de radiación que produzcan a 3 metros de distancia
sin blindaje no sea superior a 10 mSv/h, deben cumplir con los ensayos:
térmico reforzado, de impacto y de inmersión en agua, sin que se produzca
una liberación en suspensión en el aire en forma gaseosa y de partículas o
cualquier liberación de material radiactivo por encima de los límites esta-
blecidos para la prueba.
Los requisitos generales para el transporte a los que se hacía referencia ante-
riormente son aquellos que garantizan la manipulación y estiba correctas de
los bultos, así como la reducción de los efectos perjudiciales de choques,
vibraciones, retención de humedad y degradación química o radiolítica de
los materiales del embalaje.
Las exposiciones potenciales son aquellas para las cuales no se tiene la cer-
teza de que ocurran; pero que pudieran ocurrir al modificarse o introducirse
una práctica. La probabilidad de ocurrencia de las exposiciones potenciales
es menor que 1 y puede ser estimada. Su incidencia dependerá de que se
presenten fallos de los sistemas, dispositivos o equipamiento, violaciones o
errores en los procedimientos establecidos de operación, mantenimiento y
seguridad, decisiones inadecuadas, negligencias u otras situaciones simila-
res que puedan conducir a la irradiación de personas o a la liberación de
material radiactivo. En otras palabras, las exposiciones potenciales son cau-
sadas por cualquier evento o secuencia de eventos de naturaleza probabilís-
tica que conducen a un desvío de lo que se considera normalidad. El con-
cepto de exposición potencial cubre tres casos:
XIII. EXPOSICIÓN POTENCIAL /
187
R i = ri ⋅ E (1),
donde:
Ri ...es el riesgo estimado en términos de probabilidad, para la ocurrencia
del efecto estocástico i;
ri ...es el coeficiente de riesgo para el efecto estocástico i por unidad de do-
sis efectiva. Por ejemplo, para la aparición de cáncer mortal en los TOE se
estima ri = 4.10-2 Sv-1 , siempre que las dosis se mantengan en el orden de los
límites de dosis. Así, una dosis efectiva anual de 5 mSv implica un riesgo
adicional de aparición de cáncer mortal igual a 2.10-4 .
/ XIII. EXPOSICIÓN POTENCIAL
188
R = p ⋅ f (E ) (2),
donde:
p...es la probabilidad de ocurrencia de la exposición potencial;
f(E)... es la severidad del daño, con valores entre cero y uno.
Para dosis efectivas (E) en el orden de los límites de dosis, la función f(E) es
equivalente con la probabilidad total de aparición de efectos estocásticos
graves y puede representarse como:
f ( E) = r T ⋅ E (3),
donde:
rT ...es el coeficiente de riesgo total para los efectos estocásticos implicados
(sumatoria de los ri indicados en la expresión (1)). Se expresa en Sv-1 .
Como se puede ver, los requisitos a las exposiciones potenciales están diri-
gidos, principalmente, a la prevención. Los análisis de seguridad, los reque-
rimientos de diseño, construcción, operación y cierre definitivo, así como
los controles de calidad tienen por objetivo, en primer lugar, adoptar todas
las medidas posibles, a partir de la evaluación de los fallos y su secuencia,
para evitar aquellos sucesos de cuya ocurrencia no se tiene certeza y que de
suceder pudieran dar lugar a exposiciones importantes y en segundo lugar, a
la introducción de medidas, sistemas o componentes que, en caso de tener
lugar la exposición, disminuyen sus posibles consecuencias. Las medidas de
prevención están dirigidas a disminuir los valores de las probabilidades de
ocurrencia de las exposiciones potenciales (p), mientras que las medidas de
mitigación se encaminan a hacer que f(E) tenga el valor más bajo posible.
Según registros del Radiation Emergency Assistance Center / Train ing Site
(REAC/TS) de los EE. UU, citados en [1], en el período de 1944 a 1999 han
ocurrido un total de 411 accidentes severos, en los cuales más de 133 000
personas estuvieron involucradas, más de 3000 recibieron exposiciones
agudas y 133 casos han resultado fatales. Además, han ocurrido otros
hechos no dados a conocer, cuyo número es probablemente igual de eleva-
do. Estos datos se refieren no solo a accidentes radiológicos, sino también a
los accidentes ocurridos en instalaciones nucleares. Las estadísticas también
revelan que la gran mayoría de estos accidentes se deben a “equipos de ra-
diación” de uso industrial, entre los que se encuentran los equipos de rayos
X, las fuentes selladas (radiografía industrial, irradiadores) y los acelerado-
res (ver Figura 38).
EQUIPOS DE RADIACIÓN
305 ACCIDENTES (75 %)
Figura 38. Distribución de los accidentes ocurridos entre 1944 y 1999 clasificados
según los tipos de aplicaciones.
GENERADOR DE RADAR
FUENTES SELLADAS 1 ACCIDENTE (0.3 %)
202 ACCIDENTES (66.4 %)
Figura 39. Distribución de los accidentes con “equipos de radiación” ocurridos
entre 1944 y 1999 clasificados según el tipo de práctica.
Es bueno señalar que las estadísticas reflejan que los accidentes que conlle-
van a exposiciones agudas de personas a fuentes de radiación ionizante son
poco frecuentes y sus riesgos son pequeños comparados con los riesgos de
XIV. ACCIDENTES Y SUS CONSECUENCIAS /
195
45
Criticidad
40
(tomado de la base de datos del REAC/TS)
Equipos de radiación
Número de accidentes por tipo
35 Fuentes no selladas
30
25
20
15
10
0
1940- 1945- 1950- 1955- 1960- 1965- 1970- 1975- 1980- 1985- 1990- 1995-
1944 1949 1954 1959 1964 1969 1974 1979 1984 1989 1994 1999
s
Ejemplos de estas profesiones lo constituyen las transportaciones (aéreas, terrestres y marítimas), la
construcción, minería, trabajos en la industria petroquímica, etc. Un ejemplo elocuente del riesgo en
tales profesiones lo constituye el accidente ocurrido en una industria química en 1984 en la India
(Bhopal), producto del cual hubo un derrame de un gas altamente tóxico, el cual causó la muerte in -
mediata de alrededor de 3400 personas.
t
Se refiere a los accidentes en los que las dosis recibidas por las personas involucradas han sido superio-
res a los 0.25 Sv en todo el cuerpo ó 3.75 Sv en extremidades (manos).
/ XIV. ACCIDENTES Y SUS CONSECUENCIAS
196
Estas son las causas más comunes de los accidentes, que conducen general-
mente al robo, a la pérdida o extravío de fuentes, a su daño, a la liberación
de materiales radiactivos al ambiente, al empleo incorrecto de los haces de
radiación y a la violación de las medidas de seguridad.
Para ilustrar mejor los problemas que pueden causar las fuentes radiactivas,
en la Figura 41 se muestra un esquema donde se aprecia el rango de activ i-
dades que caracterizan las fuentes y el lugar que ocupan de acuerdo con la
frecuencia de accidentes y sus consecuencias. Como se observa, a pesar de
que las actividades de las fuentes empleadas en los irradiadores son las más
altas, debido a las exigencias de diseño y operación, éstos inciden menos en
los accidentes que los equipos de gammagrafía industrial y las fuentes sella-
das empleadas en medicina; son además instalaciones fijas, que aún cuando
XIV. ACCIDENTES Y SUS CONSECUENCIAS /
199
RADIOLOGIA TELETERAPIA
BRAQUITERAPIA
INDUSTRIAL
IRRADIADORES
Investigación Industria
MEDIDORES
MEDIO
INDUSTRIALES COMBUSTIBLE
GASTADO
TERAPIA CON YODO
RADIOFARMACIA
FUENTES DE
CALIBRACIÓN
BAJO
PRODUCTOS
DE CONSUMO
diante los órganos de los sentidos; y desconocimiento del público sobre las
características y efectos de las radiaciones ionizantes. Al efecto psicológico
pueden contribuir las mediciones a las que pudieran someterse algunas per-
sonas (contaminación interna, contaminación superficial, ensayos in vitro)
para determinar las dosis que pudieran haber recibido. Sin duda alguna, el
manejo de la información, de forma veraz y oportuna será fundamental para
reducir los efectos psicológicos de los accidentes.
una escala específica para clasificar la gravedad de los sucesos que pueden
ocurrir durante el transporte de materiales radiactivos (Tabla XIX). Los
criterios empleados para la clasificación de los sucesos durante esta práctica
se basan en: riesgo inducido a los miembros del público; riesgo para los
TOE y daño al bulto con contenido radiactivo.
Tabla XX. Niveles de dosis individual para los cuales será de esperar una
intervención en cualquier circunstancia (niveles de actuación).
Exposiciones agudas
Órgano o tejido Dosis absorbida proyectada al órgano o tejido en menos
de dos días (Gy)
Todo el organismo 1
Pulmón 6
Piel 3
Tiroides 5
Cristalino 2
Gónadas 3
Exposiciones crónicas
Órgano o tejido Tasa de dosis equivalente anual (Sv/año)
Gónadas 0,2
Cristalino 0,1
Médula ósea 0,4
Tabla XXI. Valores orientativos de dosis efectiva para los trabajadores que
participan en una intervención.
Tareas Valor orientativo de dosis
efectiva [mSv]
Tipo 1: <500u
Acciones para salvar vidas
Tipo 2:
Prevenir lesiones serias
<100
Evitar grandes dosis colectivas
Prevenir el desarrollo de condiciones catastróficas
Tipo 3:
Realizar operaciones de recuperación
<50v
Implementar acciones protectoras
Monitoreo y muestreo
Tipo 4: Se utilizan los valores límites
Operaciones de recuperación y restauración para la exposición ocupacio-
Trabajo no directamente relacionado con un accidente nal [44]
u
Este nivel de dosis pudiera excederse sólo si el beneficio a terceros es claramente mayor que el riesgo
propio.
v
s i se justifica la superación de este nivel, los trabajadores deben ser voluntarios, capacitarse sobre
cómo protegerse contra las radiaciones y entender el riesgo y consecuencias potenciales que enfrentan.
/ XV. INTERVENCIÓN
206
Los niveles de intervención no han sido concebid os para medirse con rapi-
dez sobre el terreno ni tienen que ver con las condiciones de una instalación.
No obstante se deben utilizar para establecer, como parte de la planific a-
ción, niveles de actuación operacionales y otros criterios fácilmente mensu-
rables durante una emergencia (por ejemplo, la tasa de dosis), sobre la base
de los cuales pueda rápidamente comprobarse la necesidad de una acción
protectora. En la Tabla XXIV se muestran algunos ejemplos de niveles de
actuación operacionales para la toma de acciones protectoras en la escena de
un accidente. Están basados en la medición de tasas de dosis ambientales de
emisores gamma.
A pesar de que las instalaciones y equipos estén bien diseñados, hayan sido
construidos correctamente, posean los sistemas de seguridad necesarios y
sean operados por personal adecuadamente entrenado, no puede exclu irse
con absoluta certeza la posibilidad de sucesos que puedan conducir a una
situación de emergencia radiológica. Debido precisamente a la potenciali-
dad del riesgo, es que se elaboran planes y preparativos apropiados para
situaciones de emergencia al nivel de la institución, local y nacional. La
planificación de emergencia debe efectuarse en dos niveles principales:
primero el usuario que tiene que estar preparado para mitigar las posibles
consecuencias del accidente en el origen y alertar a los responsables del
exterior del emplazamiento; y segundo los responsables del exterior del
emplazamiento (es decir las entidades interventoras) han de estar preparadas
para controlar y reducir el impacto en el público.
Entre los elementos funcionales se encuentran los que debe ser capaz de
cumplir la estructura de respuesta en caso que ocurra un accidente; estos son
los siguientes: clasificación efectiva de la respuesta, notificación y activa-
ción, gestión de la emergencia, acciones protectoras urgentes, educación e
instrucción al público, protección de los trabajadores de emergencia, eva-
luación de la emergencia, información al público, acciones protectoras y
contramedidas, mitigación de las consecuencias no radiológicas y transición
de la emergencia a la normalidad.
Entre los recursos que debe contemplar el plan no deben faltar los necesa-
rios para restablecer el control sobre la fuente y para evaluar las consecuen-
cias en todos los sucesos postulados como posibles.
Categorías de planificación
Entre las exposiciones a la radiación, tanto las normales como las potencia-
les, se contempla la exposición médica, la que fue definida como aquella
que reciben los pacientes en el curso de su diagnóstico o tratamiento, la que
reciben las personas que no están expuestas profesionalmente pero que
conscientemente ayudan a procurar alivio y bienestar a los pacientes, así
como la que reciben los voluntarios en el curso de un programa de investi-
gación biomédica que implique su exposición.
Requisitos administrativos
Como en el resto de las prácticas, todo aquel que se proponga utilizar las
radiaciones ionizantes con fines médicos deberá notificar a la Autoridad
Reguladora ese propósito y solicitar la correspondiente autorización. Te-
niendo en cuenta las características de la exposición médica, dicha solicitud
deberá incluir además de otra información establecida, la calificación en
materia de protección radiológica de los facultativos médicos que van a ser
designados nominalmente en la inscripción en registro o la licencia; o bien
una declaración afirmando que sólo los facultativos médicos que posean las
calificaciones en protección radiológica especificadas en el reglamento co-
rrespondiente o que se especifiquen en la inscripción en registro o la licen-
cia, tendrán permiso para prescribir una exposición médica. La Autoridad
Reguladora debe exigir también que la capacitación profesional que se esta-
blezca para todo el personal vinculado con la exposición médica, en depen-
dencia de la función que realice dentro de la institución sea acreditada por
una institución reconocida. Este tipo de acreditación es muy conveniente
que se exija, por ejemplo, al físico medico, al terapeuta y a los técnicos que
operan las instalaciones.
Justificación
te, lo que se tiene en cuenta en los otros dos niveles sucesivos de justific a-
ción.
útil sobre la salud del individuo examinado, o que quienes lo pidan justif i-
quen, en consulta con órganos competentes, ese tipo específico de examen.
Los exámenes masivos de grupos de población que impliquen exposición
médica se estiman injustificados a no ser que las ventajas previstas para los
individuos examinados o la población en su conjunto sean tales que com-
pensen los costos económicos y sociales, incluido el detrimento radiológico.
Al efectuar la justificación debe tenerse en cuenta el potencial de detección
de enfermedades que posea el procedimiento propuesto, la probabilidad de
un tratamiento eficaz de los casos detectados y, en lo que respecta a ciertas
enfermedades, las ventajas que tenga su control para la comunidad. La ex-
posición de seres humanos con fines de investigación médica se estima in-
justificada a no ser que: a) esté en conformidad con las disposiciones de la
Declaración de Helsinki y se ajuste a las directrices elaboradas para su apli-
cación por el Consejo de Organizaciones Internacionales de Ciencias Médi-
cas (COICM) y la OMS y b) se supedite al asesoramiento de un comité de
ética o de cualquier otro órgano institucional al que las autoridades naciona-
les hayan confiado funciones análogas.
Optimización
Aseguramiento de la calidad
Niveles orientativos
w
En aire con retrodispersión. Estos valores son aplicables a una combinación placa – pantalla conven-
cional con una velocidad relativa de 200. Para las combinaciones placa - pantalla de alta velocidad
(400 – 600), los valores deben dividirse por un factor de 2 a 3.
x
Derivada de mediciones en el eje de rotación de maniquíes agua equivalente de 15 cm de longitud y 16
cm (cabeza) y 30 cm (columna vertebral lumbar y abdomen) de diámetro.
XVI. EXPOSICIÓN MÉDICA Y PROTECCIÓN DEL PACIENTE /
221
Restricciones de dosis
y
Determinada en una mama comprimida de 4,5 cm compuesta por 50 % de tejido glandular y 50 % de
tejido adiposo, para sistemas placa - pantalla y equipos dedicados exclusivamente a mamografía, con
blanco y filtro de molibdeno.
z
En aire, con retrodispersión.
aa
Para los fluoroscopios provistos de un modo de funcionamiento optativo de “alto nivel”, tales como
los que se suelen utilizar en radiología intervencionista.
/ XVI. EXPOSICIÓN MÉDICA Y PROTECCIÓN DEL PACIENTE
222
Registros
bb
En algunos países determinados compuestos se consideran obsoletos.
cc
En algunos países los valores típicos son menores que los indicados en la tabla.
/ XVI. EXPOSICIÓN MÉDICA Y PROTECCIÓN DEL PACIENTE
224
Tabla XXX. Niveles orientativos de actividad máxima para dar de alta a los
pacientes sometidos a tratamiento con radionucleidos.
dd
En algunos países se usa un nivel de 400 MBq como ejemplo de buena práctica.
/ XVII. PARTICULARIDADES DE LOS PROGRAMAS DE PROTECCIÓN RADIOLÓGICA
226
Aplicaciones industriales
vidades que oscilan entre 40 y 200 MBq para medir pequeños espesores. En
ambos tipos de medidores se utilizan también las fuentes de neutrones
cuando la propiedad que se necesita medir está relacionada con la cantidad
de material hidrogenado presente en el medio. Los medidores reactivos
aprovechan la propiedad de ciertos emisores de ionizar átomos específicos y
emitir radiación X de fluorescencia de energía característica. Al medir, el
detector indica tanto la presencia de átomos en específico como su cantidad.
Las actividades de las fuentes que emplean se encuentran entre los 200 MBq
y los 40 GBq. En la Figura 42 se ilustran los principios de funcionamiento
de los medidores de transmisión y retrodispersión y en la Tabla XXXI se
muestran las fuentes comúnmente utilizadas en los diferentes tipos de medi-
dores.
Una vez vencida la vida útil de la fuente que se emplea en los medidores
nucleares, es conveniente devolverla al suministrador. De no ser posible esta
opción, es necesario convenir su recogida por una institución especializada
autorizada por la Autoridad Reguladora. La retirada de los medidores nu-
cleares se realizará conforme a un plan en el que se describan la s fuentes
que requieren cambio, la fecha aproximada en que se realizará el cambio y
la forma en que se dispondrán las que se van a desechar. En detalle, el plan
deberá contener:
a) las fechas propuestas para el desmantelamiento de los equipos, cambio y
evacuación de las fuentes;
b) la actividad, los resultados de las últimas pruebas de hermeticidad y el
estado técnico en que se encuentran las fuentes a evacuar;
c) una evaluación de opciones para el desmantelamiento, incluyendo pro-
cedimientos, lugares para el almacenamiento provisional y destino final.
Tabla XXXII. Algunas de las fuentes radiactivas más empleadas en los re-
gistros geofísicos.
Fuente T½ Radiación emitida Registros en los que se usa
A m241 – Be 433 años neutrones neutrón – neutrón y neutrón - gamma
Cf252 2,64 años neutrones neutrón – neutrón y neutrón - gamma
Cs 137 30 años gamma gamma - gamma
Ra 226 1600 años gamma gamma - gamma
Se 75 119,8 días gamma gamma - gamma
Sn 113 115,1 días gamma gamma - gamma
Co 60 5,27 años gamma gamma - gamma
Sb 24 60,2 días gamma gamma - neutrón
A m241 433 años alfa y gamma fluorescencia de rayos X
Fe 55 2,7 años gamma fluorescencia de rayos X
Co 57 270,9 días gamma fluorescencia de rayos X
Ce 139 137,7 días gamma fluorescencia de royos X
Tm170 128,6 días gamma fluorescencia de rayos X
Cd 109 464 días gamma fluorescencia de rayos X
Los métodos referidos son muy versátiles y brindan una vasta información
sobre la composición química de los minerales contenidos en un pozo, no
obstante, su aplicación tiene una serie de desventajas como por ejemplo:
requieren de un equipamiento más especializado y de una mayor prepara-
XVII. PARTICULARIDADES DE LOS PROGRAMAS DE PROTECCIÓN RADIOLÓGICA /
233
ción que los métodos convencionales, las respuestas de los detectores pre-
sentan en ocasiones desviaciones cons iderables y están influenciadas por
numerosos factores que hacen que la interpretación de los registros sea una
tarea propia de un personal experimentado y finalmente, hay que prestarles
una atención extra debido al riesgo asociado al trabajo con radiaciones ioni-
zantes.
Como parte del control de las fuentes, una o dos veces al año se les hará una
revisión de la hermeticidad, Cada vez que se devuelva una fuente al alma-
cén debe inspeccionarse visualmente el contenedor, realizarse las pruebas de
contaminación superficial y verificarse los datos de la fuente. Mediante
mediciones de tasas de dosis se comprueba que la fuente se encuentra en el
contenedor. Esta operación debe ser supervisada con frecuencia por el Res-
ponsable de Protección Radiológica. Para todos los controles a las fuentes es
esencial que existan procedimientos escritos aprobados y que los resultados
se registren.
Las fuentes deshermetizadas o las que han perdido su actividad deben ser
declaradas en desuso y gestionarse como desecho radiactivo. Para facilitar
la gestión es conveniente contemplar en el contrato con el suministrador la
devolución de la fuente una vez finalizada su vida útil o de lo contrario,
convenir con una institución especializada y autorizada por la Autoridad
Reguladora su recogida de acuerdo con un plan donde se especifiquen las
características de las fuentes y la fecha aproximada en que saldrán de servi-
cio. Es obligatorio observar este procedimiento sobre todo cuando las fuen-
tes se encuentran en casetas temporales, de modo que cuando la brigada se
retire éstas no queden abandonadas y sin control institucional.
Durante los registros geofísicos debe delimitarse el área de acceso del per-
sonal ajeno a los trabajos. Esta demarcación se realizará mediante el moni-
toreo de las tasas de dosis en los alrededores del pozo buscando que los
niveles de dosis se correspondan con los establecidos para el público. El
monitoreo radiológico en los alrededores del pozo debe realizarse antes y
después de efectuar los trabajos de registro. Esto permite detectar posibles
fuentes abandonadas o contaminaciones radiactivas.
resultados de las verificaciones, así como los de las mediciones deben que-
dar asentados en los registros.
Entre los sucesos que pueden dar lugar a una situación de accidente durante
el empleo de las fuentes radiactivas en la prospección y perforación de po-
zos se encuentran los accidentes del tránsito durante la transportación de la s
fuentes radiactivas, el robo del vehículo, pérdidas de fuentes por caídas o
atoramiento en los pozos y el abandono de fuentes. Generalmente, las medi-
das recomendadas incluyen el auxilio a las personas afectadas y la asistencia
médica, la delimitación de las áreas donde las tasas de dosis están elevadas
o en las que se han producido contaminaciones, la restricción de acceso a
estas áreas, la verificación inmediata del número y tipo de todas las fuentes,
la valoración de las posibles dosis recibidas y los niveles de contaminación,
la evaluación de los dosímetros individuales y el aviso.
En irradiadores
Figura 45. Irradiador gamma Categoría II. Irradiador panorámico con al-
macenamiento seco de la fuente.
XVII. PARTICULARIDADES DE LOS PROGRAMAS DE PROTECCIÓN RADIOLÓGICA /
241
Figura 46. Irradiador gamma Categoría III. Irradiador autoblindado con almacena-
miento de la fuente bajo agua.
Figura 47. Irradiador gamma Categoría IV. Irradiador panorámico con almacena-
miento de la fuente en una piscina.
/ XVII. PARTICULARIDADES DE LOS PROGRAMAS DE PROTECCIÓN RADIOLÓGICA
242
Entre los sucesos postulados que pudieran conducir una situación de emer-
gencia en una instalación de irradiación se encuentran: el atascamiento de la
fuente durante su movimiento desde o hasta la posición de guardado, con lo
que quedaría la fuente total o parcialmente fuera del blindaje; fallos en los
enclavamientos, dispositivos de bloqueo, alarma y señalización que permi-
tan la entrada o permanencia inadvertida de personas en la cámara de irra-
diación o que mantengan la fuente fuera del blindaje por intervalos impre-
vistos; acumulación de ozono y gases tóxicos en la cámara de irradiación
por deficiencias de la ventilación que pudiera provocar incendios o una co-
rrosión excesiva de las partes y piezas metálicas del irradiador o de los ele -
mentos de seguridad; golpes o daños al irradiador por el atascamiento de
productos o los transportadores, un incendio convencional y por último una
posible deshermetización de las fuentes que pudiera dar lugar a contamina-
ciones.
En radiología industrial
a) b)
Figura 48. Contenedores de trabajo empleados en equipos de gammagrafía. a) con
fuente de 192Ir, b) con fuente de 60 Co. En la imagen b) pueden observarse las co-
nexiones de salida de la fuente y del cable guía.
/ XVII. PARTICULARIDADES DE LOS PROGRAMAS DE PROTECCIÓN RADIOLÓGICA
248
Colimador
que sean trasladadas junto con la fuente o el tubo de rayos X hasta donde se
realiza la exposición. Una opción que se adopta para evitar molestias es
variar el régimen de trabajo, por ejemplo, trabajar en horario nocturno, días
feriados u otras alternativas.
El blindaje deberá garantizar que la dosis del personal operador sea inferior
a la restricción establecida. En los alrededores de la instalación los niveles
de dosis serán los establecidos para el público. El diseño del blindaje deberá
considerar la atenuación de la radiación directa y dispersa. Para limitar la
incidencia directa de las radiaciones sobre lugares donde permanece perso-
nal considerado público es vital una orientación adecuada del haz de radia -
ción y el empleo de colimadores. Esta medida contribuye a reducir el grosor
de las paredes. En la bibliografía [22, 58] es posible encontrar los datos
necesarios para estimar los espesores de blindajes requeridos, en dependen-
cia de las características de los tubos de rayos X y las energías de las fuentes
radioisotópicas. En la Tabla XXXIII, a modo de ejemplo, se muestran algu-
nos los blindajes típicos de barreras primarias para diferentes instalaciones.
Otro elemento importante del blindaje son las puertas, las que suelen resul-
tar pesadas y costosas. Para reducir su espesor, la entrada a los recintos se
diseña en forma de laberinto. En la Figura 51 se muestra un ejemplo de
laberinto para una instalación sin techo, típica donde se requieren grúas para
el traslado de las piezas objeto de estudio. En este caso la altura de las pare-
des es un elemento importante del blindaje. Aunque el diseño del laberinto
sin techo es corriente, si no se aplican los requisitos establecidos se alcanza-
rá una dispersión en exceso por toda la superficie de la pared.
Figura 51. Ejemplo de recinto sin techo con entrada en forma de laberinto.
/ XVII. PARTICULARIDADES DE LOS PROGRAMAS DE PROTECCIÓN RADIOLÓGICA
252
Figura 52. Formas empleadas para compensar o impedir debilitamientos del blinda-
je por debajo de un muro o a través de pases
Los sucesos potenciales más comunes con las fuentes que se emplean en
gammagrafía industrial son su caída, pérdida o abandono y la entrada inad-
vertida de personas en el área de irradiación. Relacionados con deficiencias
en la operación de los equipos de gammagrafía son frecuentes dos sucesos
que pueden dar lugar a la caída y pérdida de la fuente: el atascamiento de la
fuente en el tubo guía y el desajuste de los dispositivos de acople. Por falta
de mantenimiento o por un mantenimiento deficiente es posible también que
la fuente se trabe en el contenedor de trabajo.
Aplicaciones médicas
En radiodiagnóstico
a) b)
Figura 53. Tubo de rayos X. a) Ampolla de vidrio al vacío conteniendo el cátodo y
el ánodo. b) Coraza blindada que contiene al tubo.
En radioterapia
Al igual que en toda práctica relacionada con el uso de las radiaciones ioni-
zantes, la radioterapia está acompañada de riesgos que afectan, no sólo a los
TOE y al público, sino también a los pacientes objeto de tratamiento. Esta
particularidad de las fuentes y prácticas empleadas en la medicina hace que
para limitar la probabilidad de ocurrencia de sucesos anormales, los pro-
gramas de protección radiológica combinen medidas encaminadas a optimi-
zar la exposición ocupacional y del público con las necesarias para garanti-
zar la máxima protección del paciente, lo que se logra por una parte, en la
etapa de diseño, al velar por el cumplimiento de las exigencias de seguridad
radiológica que deben ser satisfechas para garantizar un uso eficiente y se-
guro de las fuentes y por otra, en la forma en que se operen, así como en las
tareas a ejecutar para su desmantelamiento y retirada. Con este fin, impor-
tantes organizaciones como el OIEA [18], la CIPR [61, 62] y la Comisión
Electrotécnica Internacional (CEI) [63, 64] han establecido requisitos de
diseño y operacionales que deben ser satisfechos.
/ XVII. PARTICULARIDADES DE LOS PROGRAMAS DE PROTECCIÓN RADIOLÓGICA
266
Teleterapia
Figura 60. Unidad típica de terapia profunda con rayos X (150 – 400 kVp).
Al igual que en las paredes, el blindaje de los pisos y techos debe ser tal que
las áreas por encima y por debajo de la sala no requieran considerarse zonas
/ XVII. PARTICULARIDADES DE LOS PROGRAMAS DE PROTECCIÓN RADIOLÓGICA
270
que toda fuente gamma utilizada en terapia con haces externos esté blindada
de modo que, con la fuente en posición blindada y con el mayor tamaño
posible del campo, la tasa de kerma en aire promedio debida a las fugas de
radiación a 1 metro de la fuente no exceda 20 µGy/h en un área de 100cm2 .
En ningún punto a la distancia de 1metro de la fuente la tasa de kerma en
aire podrá superar el valor de 100 µGy/h. En cualquier punto fácilmente
accesible, a 5 cm de la superficie del blindaje, la tasa de kerma en aire pro-
mediada en un área de 10 cm2 será inferior a 200 µGy/h. En ningún punto
podrá superar los 1000 µGy/h.
Los equipos de teleterapia deben garantizar que el campo de radia ción, de-
ntro de la región de tratamiento, sin estar instalado ningún modificador de
campo (por ejemplo las cuñas), sea lo más uniforme posible. Las no unifor-
midades deben ser especificadas por el fabricante. Mediante su panel de
mando debe ser posible seleccionar, conocer y confirmar los parámetros
/ XVII. PARTICULARIDADES DE LOS PROGRAMAS DE PROTECCIÓN RADIOLÓGICA
272
Haz de electrones
Haz de fotones
A)
Ánodo 1.25 MV
Haz de electrones 20 MV
B) Haz de fotones
Figura 56. Esquema de un betatrón. Salida tangencial de los electrones que impac-
tan en el ánodo. A mayor energía de los electrones al chocar con el ánodo, más
preferente es la dirección de los fotones hacia delante (B). Para aplanar el haz el haz
de rayos X se coloca el filtro aplanador de forma cónica que filtra más en el centro
del haz que por los lados (A).
tura para permitir la instalación del acelerador. En estos casos, por tanto,
el haz de electrones debe desviarse antes de salir. El sistema más co-
múnmente utilizado es el sistema acromático de deflección (Figura 57)
que basa su funcionamiento en la desviación de los electrones mediante
un campo magnético. Los electrones del haz no llevan todos la misma
energía y por tanto en su desviación describen circunferencias de diáme-
tros diferentes, en correspondencia con su energía. Los de mayor energía
describen circunferencias mayores y viceversa. En el sistema acromático
el campo magnético encargado de desviar los electrones es más intenso
en el exterior que en el interior. Con ello, a los electrones que se encuen-
tran dentro de una cierta banda de energía se les hace coincidir en un fo-
co de no más de 3 mm de diámetro (foco triple), disminuyendo así la pe-
numbra, lo cual es una ventaja importante para preservar los órganos
próximos al haz. Un ejemplo actual de acelerador de uso médico se
muestra en la Figura 58.
270º
Haz paralelo
B a j o
de electrones
otA
l
Foco triple
m o m e n t o
electrones de uso médico son: los electrones de alta energía, los fotones de
frenado (bremmstrahlung) producidos en el ánodo la chocar los electrones
primarios y los neutrones originados por reacciones nucleares (γ,n)ee cuando
los fotones de alta energía chocan con los diferentes materiales presentes en
el local del equipo.
ee
Los umbrales de energía varían desde 8 a 19 MeV para la mayoría de los núcleos (2.23 MeV para el
Deuterio y 1.67 MeV para el Berilio 9). En [65] se ofrecen detalles sobre estas reacciones nucleraes y
sus umbrales de energía.
/ XVII. PARTICULARIDADES DE LOS PROGRAMAS DE PROTECCIÓN RADIOLÓGICA
276
Debido a que los aceleradores lineales producen los haces de fotones a im-
pulsos de magnitud variable y en números variables por unidad de tiempo,
la cantidad de radiación que se administra a un paciente en un minuto puede
ser bastante distinta de la administrada al minuto siguiente. Para evitar que
esta variación en la tasa de dosis afecte a la dosis administrada al paciente,
en lugar de controlar el tiempo de exposición utilizando un temporizador
(como en las unidades de Co60 ), los aceleradores utilizan detectores de ra-
diación (cámaras de ionización) en el haz, para medir la cantidad de radia -
ción producida en la instalación. Los circuitos electrónicos conectados a los
detectores activan un contador cada vez que miden cierta cantidad de radia -
ción. El nivel de activación se puede regular de tal manera que un impulso
corresponda a una dosis específica al paciente, para un determinado tamaño
de campo, a una distancia de la fuente y a una profundidad en el paciente
determinados. Para tratar al paciente con la dosis deseada, el operador regu-
la un número determinado de unidades de monitor en el control del acelera-
dor, de acuerdo con los datos obtenidos de la calibración.
Braquiterapia
regresa al cabezal, para salir nuevamente hacia otro aplicador. Esta secuen-
cia se repite hasta que se realicen todas las exposiciones en cada uno de los
aplicadores. Todo el proceso es controlado por una computadora. El cabezal
(Figura 61) permanece en la sala blindada del paciente, mientras que la con-
sola de control queda fuera de esta habitación.
Panel de mando
Cabezal de la fuente
Dispositivo para
Base del equipo el retorno manual
(con altura variable) de la fuente en caso
de emergencia
Figura 61. Vistas frontal y posterior del cabezal de un equipo de braquiterapia re-
mota de alta tasa de dosis.
La braquiterapia por carga diferida remota tiene algunas ventajas sobre los
sistemas manual y diferida manual entre las cuales pueden mencionarse:
• La disminución de las dosis a los TOE (oncólogos, físicos médicos, per-
sonal de enfermería y otros vinculados a la práctica).
• Desde el punto de vista técnico permite optimizar la distribución de dosis
en los pacientes.
• Disminuye las posibilidades de pérdida de la fuente.
• Permite la utilización de la braquiterapia de alta tasa de dosis.
ff
Tasa de Kerma en aire a 1 metro de una fuente de 37 GBq (1 Ci).
gg
Capa decirreductora.
hh
Concreto de densidad 2.35 g/cm 3 (haz ancho).
XVII. PARTICULARIDADES DE LOS PROGRAMAS DE PROTECCIÓN RADIOLÓGICA /
283
da remota de alta tasa de dosis deben satisfacer además los siguientes requi-
sitos generales:
• Estar equipados de, al menos, una señalización visible que indique si las
fuentes se encuentran fuera o dentro del contenedor de almacenamiento.
• Disponer de algún encla vamiento (interlock) que se instale de forma tal
que las fuentes sean devueltas al contenedor de almacenamiento tan
pronto como se active alguno de los interruptores que controlan los ac-
cesos a la sala de tratamiento.
• Poseer indicación clara en el panel de mando acerca de los parámetros de
operación seleccionados (fuentes, tiempo de tratamiento, configuración
de las fuentes, etc.).
• Estar equipados con un sistema ininterrumpido de alimentación eléctrica
(baterías) que impida la pérdida de la información de la computadora y
que permita continuar el tratamiento en caso de fallo del suministro elé c-
trico de la red.
• Disponer de un botón que permita realizar interrupciones planificadas
del tratamiento y reiniciarlos posteriormente.
• Poder trabajar en régimen de simulación utilizando simuladores de fuen-
tes, de forma que se permita comprobar el estado de los tubos guía de las
fuentes y de los aplicadores, inmediatamente antes del tratamien-to.
• Poseer un sistema mecánico que permita el retorno manual de la fuente a
su posición de seguridad en caso de fallo del mecanismo normal de re-
torno.
• Disponer de un contenedor de emergencia para introducir la fuente en
caso de que ésta se suelte del mecanismo o se produzca una falla en el
proceso de retorno al contenedor de trabajo.
Para autorizar la salida del hospital de los pacientes con implantes perma-
nentes es muy conveniente contar con niveles de control, por ejemplo de la
tasa de dosis equivalente a 1 metro del paciente. Estos nivele s de tasas de
dosis deberán ser estimados teniendo en cuenta: la restricción de dosis vi-
gente de 5 mSv durante todo el tratamiento para las personas adultas que
voluntariamente proporcionan bienestar al paciente (1 mSv en el caso de los
niños); los escenarios previstos de exposición; así como el T½ del radion u-
cleido en cuestión. Se deberá proporcionar instrucciones al paciente y a sus
familiares con el objetivo de minimizar las dosis y la posibilidad de extravío
de las fuentes implantadas. Generalmente es recomendable evitar el contac-
to prolongado con niños pequeños durante algunos días después de salir del
hospital.
Lograr una irradiación optimizada exige alta calificación y ética de los mé-
dicos, físicos y técnicos que intervienen en la determinación del volumen a
irradiar, la prescripción y fraccionamiento de la dosis en el blanco (dosis
total, dosis por sesión, número de días de tratamiento), así como en la plani-
ficación y ejecución del tratamiento.
diante dosimetría “in vivo” del paciente. La dosis total de los órganos de
interés debe ser estimada y comparada con la indicada por el plan de trata-
miento.
En medicina nuclear
DIRECTOR DEL
HOSPITAL
COMITÉ DE PROTECCIÓN
RADIOLÓGICA
RESPONSABLE DE
PROTECCIÓN RADIOLÓGICA
SERVICIO DE DEL AREA
PROTECCIÓN
RADIOLÓGICA
PERONAL DEL AREA DE
MEDICINA NUCLEAR
Figura 62. Posible estructura organizativa de un hospital grande que posea un mó-
dulo de medicina nuclear.
El trabajo con las sustancias radiactivas en la institución hospitalaria o de
investigación debe desarrollarse en un número limitado de locales; el alma-
cenamiento de las fuentes, la apertura de ámpulas y las dosificaciones es
conveniente realizarlas todas en un solo local y disponer de otro para la
XVII. PARTICULARIDADES DE LOS PROGRAMAS DE PROTECCIÓN RADIOLÓGICA /
293
Los pisos, paredes y techos de los locales de trabajo, sobre todo del local de
almacenamiento de las fuentes, de dosificación y de suministro al pacie nte,
así como las superficies de las mesetas y campanas deben ser lisas y estar
cubiertas con materiales no porosos que permitan la descontaminación. En
las camillas y sillas destinadas a los pacientes no se recomienda emplear
lechos blandos. El área prevista para la dosificación requiere de blindaje
local de plomo o de pantallas de cristal plomado para proteger al operador
de la radiación proveniente de los materiales de elevada actividad específi-
ca, por ejemplo para la manipulación y elución de los generadores de Mo99
/Tc 99m. Si se trabaja con yodo, otros compuestos volátiles o que produzcan
emanaciones es indispensable el uso de una campana con extracción y filtro
a la salida. El sistema de ventilación y acondicionamiento del aire debe ser
independiente del resto del hospital, el flujo de aire debe estar orientado de
los locales de menor riesgo de contaminación a los de mayor riesgo y estos
últimos deberán tener una presión inferior a la de los locales vecinos. Todas
las áreas o locales deberán estar adecuadamente señalizados con el símbolo
de peligro radiactivo.
/ XVII. PARTICULARIDADES DE LOS PROGRAMAS DE PROTECCIÓN RADIOLÓGICA
294
Entre los sucesos que pueden dar lugar a una emergencia en medicina nu-
clear se deben incluir: un incendio convencional en el área que afecte el
local donde se almacenan las fuentes radiactivas, el robo o extravío de fuen-
tes, un derrame menor y mayor de sustancias radiactivas durante las opera-
ciones y durante el traslado, la contaminación causada por vómito o inconti-
nencia de pacientes y el alta errónea de un paciente con elevado nivel de
actividad en su organismo. Las medidas de emergencia en estas situaciones
deben estar dirigidas en lo fundamental a la localización de la contamina-
ción y a evitar su dispersión, a su evaluación, así como a prevenir la conta-
minación de la piel del personal, por lo que rápidamente se alejarán los no
imprescindibles, se les medirá antes de su evacuación, a los contaminados
se les cambiarán las prendas de vestir y se delimitarán las áreas afectadas
por la contaminación. Es muy importante proteger principalmente al público
y evitar el pánico. Generalmente las tasas de dosis producidas por estos
eventos no son altas y el riesgo de exposición externa a niveles que puedan
dar lugar a efectos determinísticos es muy bajo. Tales situaciones solamente
serán posibles en caso de incendio cuando las cantidades de sustancias ra-
diactivas almacenadas sean considerables. En estas situaciones las compli-
caciones surgen por la presencia de contaminaciones y la posibilidad de
heridas o quemaduras contaminadas y de incorporación de sustancias ra-
diactivas por inhalación. El alta errónea de un paciente puede causar la ex-
posición de público, sobre todo de los familiares y allegados del paciente,
por lo que será necesario localizarlo y persuadirlo de la necesidad de regre-
/ XVII. PARTICULARIDADES DE LOS PROGRAMAS DE PROTECCIÓN RADIOLÓGICA
298
Aplicaciones en la investigación
Fuentes no selladas
La protección de los locales y áreas de trabajo debe ser diseñada para redu-
cir la exposición externa y sobre todo para evitar la incorporación de mate-
riales radiactivos al organismo. Bajo el principio de confinamiento que debe
primar en el trabajo con las fuentes no selladas, resultan de gran importancia
los requisitos de recubrimientos de paredes, pisos, techos y superficies de
trabajo; de sistemas de ventilación y filtración del aire y el empleo de recin-
tos cerrados o herméticos que impidan la dispersión de la contaminación
durante el trabajo, sobre todo cuando se trabaja con sustancias volátiles o
gaseosas.
El lugar que se escoja para la ubicación de los laboratorios debe ser poco
frecuentado, preferentemente en un ala aislada del edificio que cuente con
facilidades para controlar el acceso, donde exista un riesgo de incendio mí-
nimo y que posea otra entrada independiente para el movimiento de los
materiales radiactivos. La distribución de los locales dentro del área selec-
cionada debe contribuir a minimizar la dispersión de la contaminación, por
ello hay que prever que la distribución de espacios se realice de forma esca-
lonada comenzando por la entrada hacia los locales donde se concentren las
mayores actividades, o sea, mayor el riesgo de contaminación. En general,
teniendo en cuenta en cada caso la comple jidad y categoría de la instalación,
se recomienda contar con una zona de entrada en forma de esclusa que aísle
los locales radiactivos del resto, sirva para el cambio de ropas del personal y
para el control de las contaminaciones en la ropa, el calzado y los objetos
que salgan del área. Generalmente en este local se instalan lavabos acciona-
dos con el codo o los pies y duchas. Los locales destinados a la preparación
de muestras no radiactivas y para los controles de protección radiológica
deben quedar lo más cerca posible de la entrada principal. Los locales pro-
pios del trabajo, las zonas específicas para la manipulación y el manteni-
miento de animales cuando se experimenta con ellos y los locales para los
XVII. PARTICULARIDADES DE LOS PROGRAMAS DE PROTECCIÓN RADIOLÓGICA /
301
Para las mediciones de tasas de dosis en las áreas de trabajo pueden emplea-
se, por ejemplo, detectores Geiger-Müller o cámaras de ionización. Todos
los monitores de radiación deben ser sometidos a calibraciones periódicas
por parte de un laboratorio competente y los resultados de las calibraciones
deben ser anotados en los registros habilitados al efecto.
Fuentes selladas
BIBLIOGRAFÍA DE REFERENCIA