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GONZALEZ………………………………………ZOOLOGIA II 2022
La línea lateral es un órgano sensorial de los peces que le sirve para detectar el movimiento y la
vibración en el agua circundante, ayudándole a no chocar y a orientarse respecto las corrientes de
agua como a localizar sus presas. La mayoría de las larvas y algunos adultos de anfibios también
poseen este órgano. Las líneas laterales comúnmente son visibles como tenues líneas que recorren
cada lado desde las cercanías del opérculo (estructura que cubre las branquias) hasta la base de la
cola. Algunas veces partes de este órgano son modificadas como electrorreceptores. Los
receptores que componen la línea lateral son los neuromastos, cada uno compuesto de un grupo
de células ciliadas. Las células ciliadas de la línea lateral son similares a las células ciliadas que se
encuentran en el oído interno, así se puede deducir que la línea lateral y el oído interno comparten
un origen común (,o sea serían homólogos).
Este órgano detecta vibraciones de baja frecuencia producidas por variaciones de presión en el
medio acuático circundante, lo que permite al animal reaccionar a las corrientes de agua con
respuestas reflejas y dar orientación a sus movimientos en el medio acuático. Mediante este
órgano los peces marinos pueden percibir las corrientes marinas, y los de agua dulce, la dirección
de la corriente del río. Les permite igualmente localizar una presa o un depredador. Esta forma
particular de percepción sensorial desempeña un papel importante en la formación de los bancos
de peces.
b) La electrorrecepción es una habilidad biológica para recibir y hacer uso de los impulsos
eléctricos. Es mucho más común en criaturas acuáticas, ya que el agua es mejor conductor
eléctrico que el aire. La electrorrecepción es usada principalmente para la electrolocalización, es
decir, la habilidad de usar los campos eléctricos para localizar objetos y ubicarse en el espacio. La
mayoría de los peces poseen electrorreceptores, estos son receptores sensoriales capaces de
detectar campos eléctricos débiles. Son neuromastos modificados, que suelen estar situados
generalmente en la foseta de la piel. Existen dos tipos, los receptores en ampolla que poseen
células de soporte en el fondo de un estrecho canal que está lleno de un mucopolisacárido
gelatinoso. Y los receptores tuberosos, que se encuentran bajo la piel en el fondo de pequeñas
invaginaciones y cubiertos por una capa de células epiteliales bastantes sueltas, estos últimos tipos
de electrorreceptores son sensibles a frecuencias más elevadas que los receptores en ampolla. Los
receptores tuberosos se conocen únicamente en peces eléctricos. Entre los peces actuales todos
los elasmobranquios, los siluros, los esturiones, algunos teleósteos y el pez pulmonado
Protopterus, poseen electrorreceptores. Los sensores de los tiburones en los campos eléctricos son
llamados ampollas de Lorenzini. Consisten en células electroreceptoras conectadas al agua marina
a través de poros en sus hocicos y otras zonas de la cabeza. Este tipo de electroreceptor es común
en peces de agua dulce que viven en aguas turbias o que cazan durante la noche. Utilizan esta
información para desplazarse y detectar a sus presas. Emplean esta comunicación eléctrica para
reconocer al sexo y la especie de otros peces. Los elasmobranquios, algunos teleósteos, los
esturiones, los saurios y otros peces poseen una gran cantidad de electrorreceptores en la cabeza y
alrededor de la boca. Los tiburones por ejemplo, pueden detectar un campo eléctrico débil que
generan los músculos relacionados con los movimientos respiratorios de sus presas cuando éstas
están enterradas bajo la arena o los sedimentos del fondo
2-¿Qué innovaciones respecto al olfato aparecieron en los tetrápodos?¿Qué son las coanas?
En los tetrápodos el hocico está relacionado con la respiración, aunque originalmente se desarrolla
como una estructura olfativa. El crecimiento de los receptores olfativos hacia el palio medio
sugiere que el sistema olfativo es bastante antiguo. En la mayoría de los peces los receptores
olfativos se encuentran en el fondo de un par de sacos ciegos conocidos como sacos nasales. Los
peces suelen tener uno o dos orificios nasales a cada lado de la cabeza, pueden tener un orificio
incurrente anterior y otro excurrente posterior o un solo orificio anterior y un epitelio sensorial
posterior. De forma tal que en peces las vías respiratoria y digestiva están juntas. El agua que
ingresa por su boca sirve tanto para la respiración como para la digestión. El agua que transporta la
sustancia química fluye hacia el interior y el exterior de los sacos nasales cuando el pez está
nadando. Algunos grupos de peces pueden tener un flujo unidireccional de agua a través de los
sacos nasales. En los peces, que tienen narinas sólo con función olfatoria, el saco nasal está abierto
en ambos extremos al exterior. Sin embargo, en algunos sarcopterigios y en los tetrápodos, la
narina posterior se transformó en coanas abiertas hacia la cavidad bucal, lo que permitió la función
respiratoria. Esto permitió separar,al menos parcialmente, las vías respiratorias de la digestiva. Se
supone que este cambio ocurrió en peces de aguas someras, con un nivel del agua fluctuante. La
ventaja adaptativa fue que estos peces, mientras se estaban alimentando podían respirar a la vez
(por respiración aérea). En la mayoría de anfibios y reptiles (incluyendo las aves), que presentan
únicamente paladar primario, las coanas desembocan en la cavidad bucal. En los mamíferos, como
poseen paladar secundario, desembocan en la cavidad faríngea. En los anfibios los sacos nasales
están ensanchados entre ambas narinas y a partir de ellos se desarrollan unos sacos denominados
órgano vomeronasales o de Jacobson.
3-En algunos amniotas evolucionó el órgano vomeronasal o de Jacobson (figura 1).
a- ¿Cómo actúa?
b-Se encuentra en los tetrápodos en general, como sucede en los anfibios y en algunos mamíferos,
pero su máximo desarrollo ocurre en lepidosaurios como en los reptiles, ofidios y lagartos.
b-Pigmentación: Los bastones proporcionan la visión nocturna, ya que son sensibles a la luz débil,
pero carecen de capacidad para la visión de colores. Los conos proporcionan la visión del color son
de tres tipos, cada uno de los pigmentos que absorben la luz que corresponde a una longitud de
onda del espectro luminoso que coincide con las gamas para los colores azules, verdes y rojas. Los
pigmentos de los bastones y los conos pertenecen a una clase de pigmentos visuales llamados
opsina, que son proteínas unidas con un derivado de la vitamina A, que es el que realmente
absorbe la luz. Los animales que están activos durante el día como los tetrápodos diurnos y los
peces diurnos de aguas poco profundas, poseen conos y bastones; pero los animales nocturnos, o
que viven en aguas oscuras están adaptados a unas condiciones de poca iluminación, en estos
grupos los conos son escasos o no existen y la retina está formada casi exclusivamente por
bastones. Todos los vertebrados tienen bastones en sus retinas por lo tanto todos poseen un cierto
grado de visión escotópica. Sin embargo, muchos vertebrados carecen de conos en sus retinas, lo
que sugiere que carecen de visión a color. La visión a color bien desarrollada está presente en
muchos peces y reptiles y sobre todo en la mayoría de las aves, en mamíferos está limitada (la
excepción son los primates superiores).
c-Aparato pineal. En la mayoría de los vertebrados la parte superior del diencéfalo, es decir el
epitálamo origina un fotorreceptor impar mediano, el órgano parietal. Este órgano varía mucho de
un grupo a otro y es frecuente que esté asociado a otras especializaciones del epitálamo. Este
órgano en los amniotas participa en la fotorrecepción, pero en los amniotas suele actuar como un
órgano endocrino. Las aves y mamíferos carecen de órgano parietal, la epífisis está bien
desarrollada en ambos, pero se trata de un órgano cuya única función es la endocrina y que
generalmente se denomina glándula pineal. El aparato pineal es una estructura nerviosa parietal
que puede desarrollarse como un tercer ojo, sobre todo en algunos reptiles. En los mamíferos
tiene función endocrina formando la epífisis. El primitivo complejo pineal era un órgano
fotorreceptor. En la mayoría de los ciclóstomos, los peces, los anfibios y los reptiles se ha podido
demostrar experimentalmente la naturaleza fotorreceptora del complejo pineal. Las células
fotorreceptoras del complejo pineal son alargadas, tienen aspecto columnar y poseen una
prolongación
La radiación infrarroja, también llamada “radiación calorífica” no implica calor, sino que hace
referencia a una estrecha banda de longitud de onda del espectro electromagnético. La emisión
de rayos infrarrojos es propia de todos los cuerpos que tienen una temperatura superior al cero
absoluto. Puesto que todo ser vivo es capaz de emitir calor, todos emiten rayos infrarrojos.
Algunos vertebrados poseen órganos sensoriales especiales capaces de captar la radiación
infrarroja, es decir que poseen termorreceptores, capaces de detectar los rayos infrarrojos.
Dichos órganos son especialmente útiles durante la noche, cuando no hay suficiente luz para ver
normalmente, por ejemplo, dicha radiación puede ser detectada por algunas especies de
serpientes y usarla para seguir a sus presas en la oscuridad. Estos receptores infrarrojos están
presentes en los murciélagos, aunque los mejor desarrollados se encuentran en dos grupos de
serpientes, las boas primitivas y en las muy avanzadas víboras de fosetas. En ambos casos, los
receptores sensoriales constan de terminaciones nerviosas libres situadas en la piel. Estas
terminaciones nerviosas libres se ven excitadas por el calor, y transmiten la información hacia el
tectum óptico del mesencéfalo. En las boas constrictor las terminaciones nerviosas libres se
encuentran en las escamas epidérmicas de los labios. En las serpientes pitón, que pertenecen a la
familia Boidae, las terminaciones nerviosas se encuentran en el fondo de unas pequeñas fosetas
labiales situadas a lo largo de los labios. Gracias a estos receptores las serpientes son capaces de
percibir la presencia de animales homeotérmicos a ciertas distancias. Las víboras venenosas de
fosetas se denominan así debido a que poseen un par de receptores infrarrojos llamados fosetas
faciales o locales (que se posicionan formando un triángulo con el ojo y las narinas a cada lado de
la cabeza). En dichas fosetas , situadas a mitad de camino entre el fondo y la entrada de la foseta
(y no en el fondo como ocurre en las serpientes pitón) se hallan las terminaciones nerviosas
libres, que se disponen formando una fina membrana. Cuando las terminaciones nerviosas libres
se encuentran en una escama epidérmica como sucede en la boa constrictor o asociada a los
tejidos del fondo de una foseta, como ocurre en las serpientes pitón, los tejidos circundantes
pueden disipar parte del calor y por lo tanto hacen que la estimulación de las terminaciones
libres sea algo lenta. Por el contrario en las víboras de fosetas las terminaciones nerviosas libres
se calientan rápidamente debido a que se encuentran suspendidas en una fina membrana que
está alejada de las paredes de las fosetas.
6-Respecto a la audición, describe las diferencias entre los peces (a), anfibios (b) y
mamíferos(c). (ver figura 2).
a) El oído
interno de los
peces es muy
parecido al de
los tetrápodos,
posee tres
canales
semicirculares
(excepto en los
ciclóstomos, en
que
únicamente hay
dos) y tres
regiones con
otolitos: el sáculo, el utrículo y la lagena. Suele intervenir tanto el sáculo como la lagena, aunque
en algunos casos uno de ellos predomina sobre el otro. Las máculas del sáculo y la lagena son los
receptores del sonido. Cuando las células pilosas de las máculas se mueven como consecuencia de
la llegada de alguna vibración sonora, se desplaza en contra de la resistencia que ofrecen los
otolitos. Estas células se disponen en ejes perpendiculares entre sí, por lo tanto el movimiento en
una dirección estimula mucho algunas células pilosas pero poco a otras, de esta manera se
detectan estímulos procedentes de diferentes direcciones. Los sonidos pueden llegar y estimular el
oído interno por diferentes caminos. Los tejidos de los peces y el ambiente en que viven están
compuestos fundamentalmente por agua de manera que los sonidos pueden pasar directamente
desde el agua, hasta el oído interno y producir la estimulación de las células pilosas. Algunas
especies poseen unas prolongaciones de la vejiga natatoria que están en contacto directo con el
oído interno, de esta manera las vibraciones captadas por la vejiga natatoria se transmiten
directamente al aparato auditivo. Esta vejiga actúa como caja de resonancia, incrementando la
capacidad de de los sonidos. En algunos peces se forma el órgano de Weber, una serie de
huesecillos que comunica la vejiga natatoria con la lagena. Esto le permite percibir las vibraciones
que son transmitidas desde la vejiga natatoria.
b) Los anfibios poseen dos receptores auditivos: las papilas anfibias (exclusivas de los anfibios) y la
papila basilar (un posible precursor del órgano de Corti de los amniotas. Los anfibios poseen un
tímpano externo y un hueso del oído medio, la columela, derivado del hiomandibular. Los sonidos
en las salamandras pueden ser transmitidos por la contracción de un músculo que relaciona la
columna con las patas, permitiendo percibir las vibraciones relacionadas con el desplazamiento.
Los sonidos llegan al oído interno por la vía opercular como a través del estribo y las ondas sonoras
hacen vibrar al líquido del oído interno que a su vez estimula a los receptores auditivos. La papila
anfibia es sensible a los sonidos de baja frecuencia que llegan por la vía opercular, mientras que la
papila basilar es sensible a los sonidos de alta frecuencia que llega por la vía del estribo. Los
músculos del oído también incrementan la eficiencia de esta discriminación. La contracción del
músculo opercular (y la relajación del músculo del estribo) hacen que el estribo quede libre para
poder vibrar sobre la ventana oval (la situación contraria causa la inmovilización del estribo. Las
trompas de Eustaquio comunican el oído medio del lado derecho con el del lado izquierdo a través
de la cavidad bucal. La presión generada en uno de los lados de la cabeza se transmite a la cavidad
bucal que puede actuar como una caja de resonancia antes de transmitir el sonido hasta el
tímpano del lado contrario. Las células receptoras auditivas de los anfibios se encuentran colgadas
de una base inmóvil que está unida al cráneo, los haces pilosos sobresalen en el líquido que los
mueve.
7-Hay una creencia popular que dice que las serpientes son sordas,