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Camino de perfección – Santa Teresa de Jesús

- Este libro contiene un comentario del Padre Nuestro. Ha repetido la enseñanza que
ha hecho el mismo Señor a sus discípulos, cuando le pidieron que les enseñara a
orar.
- Las disposiciones necesarias para la oración: cuando ores entra en tu aposento y
cerrada la puerta ora a tu padre en lo secreto y él, que ve en lo secreto, te
recompensará.
o Retirarnos en lo secreto para hablar en la intimidad al Padre celestial.
o El alma habla en lo secreto y Dios responde en lo secreto.
o La oración, cuanto más se perfecciona, más secreta se hace.
- El lector se encontrará personalmente con la autora, presente y vivaz en cualquier
página de la obra. El lector se siente alcanzado por el fuego del encuentro de Teresa
con Dios, un Dios cercano y vivaz. Para el hombre de hoy esta pedagogía es
avasalladora: sin sobrecarga de teoría.
- Teresa transmite un mensaje de vida cristiana, de llamada a la vida de oración, de
experiencia de Dios y de llamado a la santidad.
- Para llegar a la oración contemplativa: caridad fraterna (amar a los demás),
desasimiento de todo lo creado (desapegarse) y humildad (verdad), y fortaleza
(determinada determinación). Práctica de las virtudes heroicas: se trata de llegar no
solo a la meditación, sino a la contemplación.
- Para ambientar al alma en una atmosfera propicia: si queremos llegar a una íntima
relación con Dios: la oración encuentra en la mortificación el terreno necesario para
alcanzar la contemplación.
- No penséis que serán muchas las cosas que os encargaré: solo tres cosas (Teresa
apunta al ser del hombre, al interior, a la raíz).
o Amor unas con otras
o Desasimiento de todo lo creado
o Verdadera humildad (la principal y las abraza todas).
- Sorprende constatar en Sta. Teresa un alma eminentemente ascética: su atención
está centrada en las virtudes. Es un peor engaño del demonio el hacer creer que hay
virtudes cuando no las hay.
- El provecho del alma en la vida espiritual será medido por las virtudes alcanzadas.
Ellas son una muestra de que la unión con Dios es verdadera. Obras quiere el Señor:
esta es la verdadera unión de la voluntad.
- No puede haber humildad sin amor ni humildad sin amor, ni es posible tener ambas
sin desasimiento de todo lo creado. Ella apunta a la reforma del ser. La
mortificación apunta al dominio y extirpación de las raíces. La cura no puede
reducirse a la superficie ni limitarse a aspectos aislados de su vida. La enfermedad
del hombre: su gran egoísmo que le empuja a ser centro y horizonte de todo.
Encerrado en sí mismo busca que todos y todo gravite en torno a su yo. Es esta
poderosa fuerza la que hay que mortificar.
- Hay una conexión íntima entre el desasimiento y la humildad.
- Hay que situar dentro el trabajo ascético. La mortificación del interior es una opción
decidida y constante contra un yo auto-referencial que debe ser recreado,
descentrado, hacia ese otro Yo divino. El yo egoísta debe morir (contrariar su
natural tendencia a la autosuficiencia: egoísmo, posesión de cosas, y pre-
eminencia). A estas tendencias opone: caridad, desasimiento y humildad.
- Se trata de rendir el cuerpo al espíritu: lo que se pretende rendir y dominar son los
movimientos interiores que conducen a la negra honra.
- Su ascetismo no ha degenerado solo en penitencias externas. Es una ascética de la
persona: que apunta a desarraigar el yo egoísta que se resista a vivir con toda
radicalidad el evangelio. Aquí su tajante intransigencia. No rebaja su ideal para
complacer a los mediocres. En las cosas sustanciales ha de ser riguroso y de
ninguna manera blandear.
- Lo que Santa Teresa exige son las virtudes interiores: apunta siempre al espíritu.
- El mayor santo es el que más se conforma con el hombre crucificado: Cristo Jesús.
La ascesis cristiana es fundamentalmente cuestión teologal: acogida de un Dios
trascendente que compromete al hombre en ese rehacerse a sí mismo y conformarse
con Cristo Jesús a lo largo de su existencia.
- La percepción del misterio de Dios conduce a Teresa a asumir la norma evangélica
sin apaños ni concesiones. Virtudes sociales: alegría, sencillez, valor. Y todo esto
vivirlo con generosidad y entrega.

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