Cross Sociología en La Literatura

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gociologia de la literatura Las grandes mediaciones Las mediaciones institucionales Partiremos de las tesis de Pierre Bourdieu sobre la organizacién del mercado de los bienes simbélicos en un campo relativamente autono- mo conforme a un proceso que, segiin él, seria «correlativo a la apari- cidn de una categoria socialmente distinta de artistas o de intelectuales profesionales, cada vez mas Propensos a no conocer otras reglas que las dela tradicién propiamente intelectual o artistica que han recibido de sus predecesores y que les Proporcionan un punto de partida o un punto ccruptura, y cada vez mas capaces de liberar su produecién y sus pro- ductos de toda servidumbre extema, tratese de censuras morales, como ‘os programas estéticos de una Iglesia preocupada por el proselitismo, ode los controles académicos y los mandatos de un poder politico pro- clive a ver en el arte un instrumento de propaganda»,' En el siglo x1x, Con la Hegada de la clase burguesa al poder, la autonomia de este cam- Po seria el resultado de su emancipacién respecto de las instancias de legitimidad exteriores y de las demandas éticas y estéticas de las autori- dades tutelares alas que hasta entonces dicho campo estaba sujeto (Igle- Slay aristocracia), + A Hdahe vlon silico y mercantile objeto de altar explica ‘he se hayan instaurado paralelamente dos campos de produccién: e e Bourdi lieu, «Le marché des biens symboliques», L’Anée Sociologique, nim, 22, Myp.51. 671 saa yevtica terri (Del formalism 10s eStos posconagy ‘Textos de teorias Ye \duccién restringida, en cuyo seno | statuto de simple mercancia; el seguy, a obra de imero, de pro primero, de p ao pr ible al €3 ee ‘opedece a la ley de la competencia por hs amplia, 4 osible».? mercado lo mis vee ajos de P. Bourdieu, pero tambien, bane Qu est-ce que la littérature? de Sarit wiyo de !éerture de Roland Barthes, Jacques Dubois no teria de la institeién iterara, interoindose mis cone = bre is modafidades de funcionamiento de as instancias dees, y de legitimacién, asi como sobre el estatuto del ESCTILON. Al privite gia, en mi opinion en exceso, el citerio de originalidad con como criterio de ascenso en las luchas de los escritores por ¢| acceso al poder simbolico, Jacques Dubois sesga la perspectiva de p Bourdieg, Estaposicién lo lleva a acentuar las rivalidades entre escuclas. Noesdg extraftar entonces que su reflexion derive en ocasiones hacia probenes de historia literaria y en otras se confunda con teorias que corresponden mas bien a una sociologia del escritor, en particular cuando aborlae problema del estatuto de los autores. Mis tarde, Pierre Bourdieu retomé esta cuestién precisando las wo ciones de campo social y de habitus, que él vincula estrechamente una con otra y que se desprenden, al parecer, de una reflexion inteligentey exhaustiva sobre la que subyace el sentido practico.’ La primera no- cién puede definirse como una construecién social y un producto hist Tico caracterizados Por estructuras objetivas (posiciones respectivas de los diferentes agentes y de los diferentes érganos institucionales, nor mas de comportamiento, elementos en juego, etcétera); construcciény Producto dotados, en Consecuencia, de una ldgica caracteristica. Dew tro de un mundo no Consciente, esta Idgica comporta preicticas alapl Prodigy ONqUista ge. } tingue &N Le de 'S Propone * Ibid. p. 55. > 1. Dubois, 1 ins : all Labor, 1973, MM de la litérature, Introduction & une sociologie Br | *P. Bourdieu, La dis tinctic oie I | vit 197906 Sens pratique, Patis, Minn ritique sociale du jugement, Paris, Minti Minuit, 1980, 672 Sociologia de ta literatura simismas ¥ generadas por habitus. Para comprender mejor de qué sat partiremos, como él, de lo que el lenguaje deportivo lama ef ¢ On del juego, forma «particularmente jemplar del sentido Practico si ajuste anticipado a las exigencias de un campo [...], encuentro wy milagroso entre el habitus y un campo, entre la history incorpora- jp laistoriaobjetivada, que vuelve Posible la anticipacién casi perfec. igdel futuro HngEEItO en todas las configuraciones concretas de un espa- cio de juego».* Sin embargo, a diferencia del Juego, que implica una adhesion total y consciente a sus reglas, el sujeto no entra en un campo social por un acto consciente; nace en el campo y con el campo: «El dicho de Claudel «connaitre est naitre avec» [conocer es nacer con], se aplica aqui plenamente, y el largo proceso dialéctico que se suele des- aibir como «vocacién», mediante el cual «uno se hace» aquello para lo que esté hecho y se «escoge» aquello Por lo que se es «escogido», yal témino del cual los diferentes campos consiguen los agentes dotados del habitus necesario para su buen funcionamiento, es mas o menos al aprendizaje de un juego lo que la adquisicién de | al aprendizaje de una lengua extranjera.»’ Como habitus reactiva el sentido objetivado en las instituciones; a través de ély gracias a él, los agentes Participan de la historia que se ha objetivado sese campo; el habitus es «aquello que permite habitar las institucio- "s, apropidrselas prdcticamente, y asi mantenerlas en actividad, con ‘ida, en vigor, arrancarlas continuamente del estado de letra muerta, de “ngua muerta, hacer revivir el sentido que hay depositado en ellas, Pero imponiéndoles las revisiones y transformaciones que son contra- Pattida y condicién de la reactivacién. Mejor atin [por el habitus] la pilitucién encuentra su plena realizacién (...] La institucién [...] no es (otal ni totalmente viable si no se objetiva duraderamente, no sélo en *S cosas, es decir en la logica que trasciende a los agentes singulares de ee Particular, sino tambign en los cuerpos, es decir sae hil Maderas para reconocer y ejecutar los requerimientos inher “Boudi “Ibid, re ja lengua materna es sentido practico, el Le sens, op. cit., 1980, p. 111. M2113, 673 rtcaterarias (Del formatismo a 10s studios postcolnises orias yeni ‘entos de * Habitus y campo Bet Ssi pues, | : acticas que engendran se ajus tocual explica qe ns Psado, «deposiladas en cad estas experites de percepcion, de pensamientos y de aeciones, 4 made Se reales formales y que todas las normas explicit imejo Sonformidad de las précticas y su persistencia o, elt veparraigo en todo ull pasado que perpetiian es lo que conti, 10 yal habitus una autonomia selativa arespecte de |; Fes exteriores del presente inmediato».® Obsérvese q autonomia del campo simbélico s6lo es explicable en c ral y que, por ello, campo y habitus se presentan ante mentos de mediacién. La literatura es entonces uno de los multiples campos sox ceptibles de ser descrito. Mientras que la nocién de institucicn el caracter normativo de un sistema estudiado desde un Punto de vista, ante todo, descriptivo y en relacién con sus determinaciones historicas inmediatas, la nocién de campo, que rebasa ¢ incluye a la precedente, ‘lumina la naturaleza, el funcionamiento y la génesis de aqui lla, cone trando nuestra atencién en la légica objetiva de las practicas corres Pondientes. Por otro lado, esta misma nocién de campo tiene la gran \entaja de implicar una dislocacién respecto a la coytntutahistéricey Se acer aparecer otro tipo de mediacién, difercnte al que presuponel noci6n de institucién, aoe a ahi puede proponerse una vinculacién entre las dos 4 ‘ones precedentes (institucién + ¢ 2 l6gico ampo) y la de aparato ideolog! Estado (AIR), oY a ds op Per cuanto esta tiltima indica la construccién de un sis maenel que las i ste campo”. A Misma histogi ; ten de Mmedigg FEanismo en F gee 4 garan lempoys al ca las deter Minacign Ue el concen dg Ste contexto gong, todo como insin alles sus. n Subraya 674 Sociologia dela tert jasistema escolar y universitario después, la literatura e. | al igual que la musica, la Pintura, la escultura y el teatro: cnjunto 28 1 gUE, a partir dl siglo xx, parece haberse nang ‘IE que conocemos en la actualidad con el nombre de cultura, No pase ‘oie existe en Francia un Ministerio de la Cultura como existe an Ministerio de Justicia, Y €s significativo también que a merced ci los diferentes y sucesivos gabinetes, este mismo mii cot abine inisterio pueda tener com- pvenciaa la ver on el ambito dela cultura yen el dela commnn can ws seavala el estatuto ideol6gico de los medios de comunicaciony estrecha conexién con el campo de lo cultural, al que tienden cada vi nis adominar. De modo que, en el marco de una determinada din cahist6rica, cada AIE podria concebirse a su vez como un conjunto jerarquizado de campos sociales. No parece que hasta ahora el andlisis institucional haya considerado w elemento importante del campo literario, que aparece si volvemos atras y examinamos los funcionamientos interos de los subconjuntos que constituyen y estructuran dicho campo social. Me tefiero a las préic- ticas discursivas; no cabe duda de que éstas existen en cualquier campo social, pero es obvio que tratandose de literatura desempeiian un papel constitutivo esencial. Al respecto distinguiremos entre, por una parte, w habla ficticia y especifica, llamada literaria (como existe un habla Juridica, deportiva, etcétera), institucionalizada, y, por otra parte, préc- ticas discursivas que no evolucionan forzosamente al mismo ritmo que lainstitucién y de las que permite dar cuenta la nocién de campo social. Enel caso de las literaturas de paises colonizados, en el momento de su independencia o después de ella, esta diferencia de ritmo rat \uarse, como Io hemos podido comprobar con el examen 3 rad Samiento de Fernandez de Lizardi (México, aE sintetizarse Los diferentes logros del andlisis institucional puede "ovisionalmente en el siguiente esquema: : SUN campo sock 3 rico, 1985, "Cros, «the values of liberalism in El Periguill Sarmiento» Soci *2.pp. 85-109, 675 sca eras (Del ors 21 Sues poston sya I Textos de toe AIE (cultura, medios de comunicaciény Campo social Campo social Cate sc (Literatura) (Artes Plisticas) (Cin Instituciones Instituciones Instituciones Practicas Practicas Practicas Discursivas Las mediaciones de lenguaje El problema de la lengua es capital para una auténtica sociologia de y cultura, por cuanto toda «correlacién entre Ia serie literaria y la serie social se establece a través de la actividad lingtistica».” De Bainy Volochinov a Pierre Bourdieu o Pierre Zima, la mayoria de los auto res" pone en tela de juicio las concepciones de Saussure lo mismo que la competencia chomskiana: «El cambio de lenguaje oculta la fictio Juris mediante la cual Chomsky, al convertir las leyes inmanentes del discurso legitimo en normas universales de la practica lingiistica con- forme, escamotea la cuestin de las condiciones econdmicas y sociales de la adquisicién de la competencia legitima y la de la constitucién del mercado en el que se establece y se impone esta definicidn de lo legitimo y de lo ilegitimo.» Siendo esto asi, la cuestion de la lengua se hade plantear en tres niveles (fuera de texto, texto y modelizacion literaria) ieee esha linéraire», en T. Todorov (comp.), Théorie dela item Fayard, 1982, pp. 23291 Be re Seonomie des échanges ine esiCERS, 1983, p. 85: PY. Zi 5.0 125 yss, ‘ P Bourdieu, Ce que parler op. cit 1p. 25. 676 Sociologia de la literatura + gjaformacidn y diferencias lingtisticashun ) sinentaciones sociales. Renée Balibar y Dominique Laporte'* esta- plecen una estrecha relacién entre, por una Parte, la constitucién en ingpoca revolucionaria de una lengua estandarizada y, por otra, ala ar con el surgimiento del concepto de ; nacién, la institucién de un mercado nacional que, al presuponer la libre Circulacién de las mer- cancias y de la fuerza de trabajo, modifica las practicas juridicas- linghistias. Sin dejar de poner de relieve la politica de unificacion lngistica de le Revolucion, Pierre Bourdieu observa, a su vez, que enclantiguo regimen el proceso de construccién del Estado monir, quico va acompafiado de un proceso de unificacién lingiiistica, mucho mas temprano y notorio en las Provincias centrales de la lengua de oi! que en las regiones de la lengua de oc."* A partir de esta constatacion, Bourdieu elabora la nocién de lengua legitima respecto de la cual se va constituyendo un sistema estructurado de diferencias lingiiisticas que retranscriben un sistema igualmente estructurado de diferencias sociales. Se manifestaria asi un campo linghistico que, al vincularse con la estructura de los estilos expre- Sivos, reproduciria «en su orden la estructura de las distancias que separan objetivamente las condiciones de existenciay."® En el seno de este campo de produccién lingiistica es donde funciona el subcampo de produccién restringida, del que hemos hablado ante- Tlormente y «que debe sus propiedades fundamentales al hecho de que los productores lo producen ante todo para otros productores», Este campo de produccién restringido parece estat concebido a su ez como la sede de la instancia de legitimacion lingiiistica: «Esta Produccién de instrumentos de produccién —como las figuras de lenguaje y de pensamiento, los géneros, las maneras 0 los estilos R Balibar "ational sou te idad politica y compar- ¢ et pratiques de la langue yD. Laporte, Le francais national: politique et pratiques is la Révolution frangaise, Paris, Hachette, 1974; R. Balibar, Les frangais le rapport des styles lttéraires au francais national, Patis, Hachette, 1974 Dig es Ce que parler, op. cit. pp. 30 y ss. Ibid. p. 46, 67 seeresy nin tein Del ori a ston posconiy Textos reeitimos y, en términos mas genetales, todos aquetig, etnados a dar atoridad>y asercitados como ejempi sor confiere, a todo aquel que hace buen uso de yy a uso gs un poder sobre Ja lengua, por ende, sobre Ste suarios de la lengua y también sobre su capital” “ss Para describir fenémenos en parte similares aungue cont, dos desde una perspectiva diferente, P.V. Zima habla de sociolin-giistica; partiendo de dos modelos (Jan Mulkarovty 4 Bajtin y Valentin Volochinov), aboga por una lingtistca deta nq bra susceptible de «sacar ala luz los aspectos sociales eidecliyicn de la organizacién seméntica y narrativa del lenguaje>,y gues en cuenta la heterogeneidad y la diversidad de las lenguas cole, vas o de grupos, a las que él denomina sociolectos. El socicecy puede describirse en tres planos complementarios puesto que tiene una dimensién léxica, una dimensién seméntica y una dimensin sintactica o narrativa, y se define «como un repertorio léxico codif. cado, es decir estructurado segiin las leyes de una pertinencia co lectiva particular»."* En tanto que entidad estatica y construcin tedrica, el sociolecto «no existe fuera de sus puestas en discuss, que pueden asumir formas bastante heterogéneas».”” De modo que un mismo sociolecto puede generar producciones discursivas note blemente diferentes, Pierre Zima pone a prueba estas categorias de andlisis en les men de L’étranger de Albert Camus, Le voyeur de Alain Rothe Grillet, y en El hombre sin atributos de Musil. En cada cas, P* de la situacién sociolingitistica «tal como ha sido vivida pot ine tor y su grupo social», Asi pues, El hombre sin atribulos & vi ee transforma y critica los diferentes covolets e © los afios veinte y treinta»;2” en el caso de L 'étranger " Ibid. " i Manuel, op.cit., pp. 125 yss. ® Ibid., p. 139. Aiscury ail 678 Sociologia de la literatura __pusca también «dar ee dela sitaaién social del lenguaje, tal ca ha sido vivido por el autor Y Por los escritores que é] conocia, como va o apoyaba»."' En este ultimo caso, la situacion sociolin- as se caracteriza por una indiferencia semantica, una su mantizacion de las palabras, que desespera a Roquentin en La aesgey que incita a Francis Ponge a comparar las palabras con los sheos inanimados de la naturaleza [..] Este mundo absaalo oe sno lengua que se ha vuelto indiferente a los sentidos es el que se transparentaba en L'étranger, En esta novela, la indiferencia se con- vierte en un instrumento critico: el autor y su narrador Se sirven deella para revelar la inanidad de los discursos ideolégicos en medio deuna lengua que estos mismos discursos han degradado».”® Esta constatacion se desprende del analisis que P. Zima, realiza, en un segundo tiempo, de la articulacién entre una situacién sociolin. glistica de esta indole y «el sociolecto que la novela absorbe y cri- tica en un nivel inter-textual», es decir, «el sociolecto humanista cristiano, que se manifiesta con mayor claridad en el discutso del sbogado general», Esta confrontacién entre dos cédigos, cl de Meursault (la indiferencia) y el de la jus-ticia (la ideologia), es la ue explica la biparticién de la novela: en la primera parte, Meursault Ss incapaz de escoger un programa narrativo; el destinatario. del “welo aparente es la naturaleza «ambivalente ¢ indiferente a todos los valores Sociales», acerca de la cual Zima muestra que parece wuanZePresentacién mitica del valor de cambio»; en la segunda parte, {ENea predominar a idcologia, Volvemos asia la observacion de André Breton acerca de la crisis de valores que Zima cita en su wbcidn de la situacién lingiiistica: «Todos los valores intelec- ales estan Vejados, todas las ideas morales en desconcierto, todos i favores dela vida heridos de corrupeisn, indiscemibles. La man- iaccldinero lo ha cubierto todo. Lo que designa la palabra patria 1, Palabra justicia o la palabra deber nos resulta hoy extrafio.» id. «Ibid, ie PP. 145-147 i iM Hsp 14g 679 ‘rextos de te En lo persons Jos resultados a) Los cot sujeto no ¢ grupo social semanticas vias yeiticaTiterarias (Del for malismo a 1s estudios postcotois al, he intentado retomar el problema y ide diversas experiencias anteriores nceptos goldmannianos de sujeto transingy, no consciente, que me permiten definir e! dig, | determinado mediante sus especif y sintdcticas que transcriben, de un tiente, indicios de la inserci6n espacial, social his Aliendomeg k viduat discal 2 cidades ji Modo no con torica dg mrencionado grupo (nocisn que coincide en parte coy distancias lingtiisticas en Bourdieu y la del sociolecto on 7 le «py Tas sugerencias de M. Pécheux, quien a partir del conayn formacién social propone los de formacién ideolgica yf cién dis-cursive ; «De ahora en adelante, denominaremos fn macién discursiva a aquello que, en una formacién ideoticieg dada, es decir, a partir de una posicién dada en una coyuntin dada, determinada por el estado de Ia lucha de clases, determing Jo que puede y debe ser dicho ...»"* Asi pues, las formaciones discursivas representan «en el lenguaje» a las formacioneside- légicas que les corresponden (nocién que coincide, a paride supuestos diferentes, con las de campo lin: sociolingiiistica). c) La aportacién de Foucault, que permite comprender que, en d seno de una formacién ideolégica determinada, los ertunciados latentes del sujeto se concretan por el sesgo de una practice discursiva. _Sobre esta base, puede esbozarse una teoria que se refi cionamiento de esta formacién discursiva. Construida c t nocidn de interdiscurso (espacio de conflicto, jerarquizado, constituido por discursos contradictorios domina uno de ellos), y vinculada con el concepto de int *M, Pécheux, Les vérités de Maspero, 1975, La Palice: linguistique; sémantique 680 un todo com tistico y situain eral fr ford a! ped donde p peli” piasopie?™ Soriologi Stoo det lteraturg igeoldgica de Althusser, esta teoria j wiaci60 Y reouerda que el hablante py : jg formacién discursiva (es decir, con el discurso de eee bien con uno de sus componentes (con uno de ion seu “ae ISCUTSOS do- 9) Hasta aqui hemos permanecido en el marco del fuera de text do de él pasamos al terreno literario, no podemos centenary a hablar de swjetos-soportes. La produccién de sentido y lp iy de transformacién que afecta al material del lenguaje an We ie analizados en funcion del trabajo de la escritura yde ios constrefiimientos de la modelizacién, La produccién textual pone en juego complejos procesos de sentido, en primer lugar un mate- rial de lenguaje ya elaborado, un «ya dicho» e ler Je que servira de soporte alasignificacién, aun cuando la produccién textu: Ir al acabe descons- truyéndolo en todos sus niveles: Neorpora al guj . yeto de la uede identifi: eon en el nivel discursivo primero —en el del preaserto y del aserto, de los sintagmas fijos y de las lexias—, en que toda comunidad humana materializa las modalidades de su insercién histérica, espacial y social; en el nivel textual después, lo cual nos remite a la conocida tesis de la intertextualidad; * enel nivel del mito, de las tradiciones gestuales y del lenguaje del folclor, es decir de un «imaginario social» mas amplio; * ened nivel de los esquemas arcaicos profundamente soterrados en el seno de un contexto cultural redistribuido bajo el impacto de circunstancias histéricas precisas.”® i és iis Acerca del interdiscurso (campo lingttistico © since one - tica) diremos que estos preconstructos © preco 2 Cros, Théorie, op. cit., pp. 47-61 * Ibid., pp. 90-91 681 terri (Dl Frais 1s esos Postcoloiy Textos de teorias yor jcrosistemas modelizadone. Ee an pariummiopacidad mig 2 meng Mora bi Estos Cidad de resistencia que se organiza qr tomo, ne apecie rayectoe de scitido,a redex Semisticas ing itn, semnticos, a ‘ ve inleriscuso, Suseepibles ges a el teido textual, 20na8 contflictivas, focos pen annredieciones que los procesos de la comunica cios dialdgicns, en Ios que el signo se invierte en sy Contato, con finden las huellas del interdiscurso y los limites que span «ddeologia que cita» dela «ideologia citada» (Duchet), yj" bin’ no son sélo los media los que intervienen en el proceso transfon. macién lingiiistica, y haria falta concebir, en otra escal cia de nuevas estructuras intermedias que, por asi de 2an a los signos y los uniforman bajo un mismo eddy 3) Porttiltimo, hemos de tener en cuenta el hecho de que la literatura, unsistemamodelizador secundario, es decir un «lengusjes ues cuando englobe a los discursos, se instituye como um sister con Iunicaci6n que acta desde fuera, por encima o al lado de cha, ra cual nos lleva a distinguir: sd 8 potenciit Cdn, de la jos & ectuy eH, ic a, la existen, citlo, despa. es 8) «Macrosemisticas» que corresponden a las lenguas naturales (francés, espafiol, inglés, etcétera) Y que recortan el continu del mundo «aeal», definiendo asi los referentes. En este sentido, experiencia minan una primera vision del mundo a midticas» estén constituidas Por un conjunto de «microsemiéticas». Tan «maturales» como las anteriores, estas Gerosemidticas recortan y categorizan a su manera experiet- Clas por fuerza multiples, diversas y a veces contradictorias. A cada una de ellas Sorresponde un sujeto transindividual o cole lo forman, y deter b) Estas «mactose "Ibid. pp. 83-104, 682 Sociologia de ta literatura ivo Aqui las denominaremos discursos. Estos inscriben en las cenaorosemidticas situaciones conflictivas, en tanto que dan coma a referentes distintos y son capaces de proporcionar vi- siones: contradictorias de una misma «acalidady, ({Qué es el tra- bajo para cada uno de €s0s sujetos conflictivos que son, por ejemplo, el campesino, el jomalero agricola, el comerciante, el jntelectual, el peon o el presidente-director general, etcétera?). Obsérvese que la tinica realidad en la que esta inmerso el sujeto es lade las «microsemidticas». Desde el punto de vista de la experiencia del hablante, la lengua, en tanto que un todo macro- semidtico, es una abstraccién, y las microsemidticas preexisten dehecho a ese todo. Encontraposicion a estas semidticas llamadas «naturales», con- sideramos que la literatura, en tanto que «lenguaje construido, imeductible a ningtin otro discurso, es un sistema modelizador secundario. La expresién, que tomamos prestada de los se- midticos soviéticos, es particularmente elocuente. Significa en efecto que toda palabra que se enuncia en ese sistema sufre los resultados de constreflimientos formales y que, por tanto, se transforma de algiin modo su enunciado virtual original. a Considerado como una matriz discursiva que informa/deforma el Contenido supuesto del mensaje inicial, este sistema se caracteriza por ficcionalidad y su especificidad. A propésito de textos modernos varios, Renée Balibar muestra que los enunciados del discurso literario ‘Siempre se separan por uno 0 varios rasgos pertinentes de los que se “teeambian en la practica, fuera del discurso literario, aun cuando ¢s- ae sintécticamente correctos». En el mismo sentido van las obser (oes de Erich Auerbach sobre la alta Antigledad romans, donde s ld espiritual del piiblico se basa en la existencia de un lenguale comi MY a CT i "nln, es decir de un cddigo especifico de comunicacién que condi “Bid, pp. 38.39, formalism a los estudios postcotonia ten lieavias (De! formalise 2 I Postcolonial) ge teorias y te ‘extos det jon de un publico y a la vez el surgimienig gg , a ‘0 exige.” Ahora bien, este piblico, Ue procey put abla un lenguaie poco accesible al hgh inh ne Ia impresion (una simple impresin)», scribe, «deg, Ile, «Se oe aristocracia senatorial y los circulos PrOximos a el} haby elsiglo v la Jevado y uniforme que era dificilmente Comprensibie, 7 On ena calle» Auerbach asimila aqui ese latin elevado el hombre de | del publico cultivado, que él contrapone a jis od lenge perva que en relacion con éste (el latin cologuit), agua savece reativamente estable y no evoluciona sino Muy Tentamen Esta observacién lo lleva a proponer gue, para definir e] «lenguaje lite rario», se retengan tres caracteristicas: seleccionar, uniformar y, COnsep yar. A esta constatacién pueden Temitirse las observaciones de PB Bourdieu sobre el mercado de bienes simbélicos cuando observe wor que separa los dos campos de produccién es la Especificidad de sug deciesrespectvos. Vemos asi cémo de Auerbach, a Bourdieu, pase do por Balibar, andlisis Ilevados a cabo en funcién de objetivos muy divergentes desembocan en constataciones que coinciden cn los siguien- tes puntos: ciona la form: te pil raque este clases dirigentes, hi 1) El dlenguaje literario» es un lenguaje ficticio y especifico, lo cul leva sentar la existencia de un doble dislocamiento, con respecio a los diferentes discursos ¥ con respecto al universo referencial, y ‘eeusa lapertinencia de cualquier enfoque positivista o neopositiisa de la literatura, Esta especificidad y esta ficcionalidad estan vinculadas con un AIE dominante (Escuela, en los estudios de Balibar; Iglesia, en el sermo ‘mils de Auerbach; Escuela e Iglesia, en mis propios anilisis de! Sislo de Oro espaol) Teniendo en cuenta wae dependent instancias de dominacién en el propio sen0 de Sistema de los AIR acordes con la evolucion de tas extracts 0° 2) ““E. Auerbach, Lit itantike und im Mitelalter, Bema, Frances ‘und Publikum in der lateinischen Spatantke mt 684 Sociologia de ta literatura cioecondmicas,” los elementos que definen Sa especificidad y esa ficcionalidad inseriben el texto en los periodos de larga duracién de ja historia. Estos mismos elementos Participan en Ja institucién de una matriz, discursiva que, en un primer nivel, informa a la escritura, a modo de una marca genérica que no compromete fund: Jabra que se enuncia en ella y a la que esta misma palabra no tiene la posibilidad de sustraerse. Se trata en este caso de una media- cidn obligada, que el analisis ha de tener en cuenta para no confun- dir sus efectos con lo que de verdad se halla en juego en un texto determinado. 4) Por laatencion que presta al modo de enunciar las cosas, la escritu- raabre en la textualidad estratificaciones semidticas diversificadas que, de no canalizarse hacia trayectos con sentidos predetermina- dos, le proporcionan los medios para su libertad, La sociocritica Las diferentes maneras en que han sido abordados los estudios de estas dos grandes mediaciones delimitar con mayor preci laciones del estructuralis! que son la institucién y la lengua, permiten sién algunos puntos nodales, y situar las apor- mo genético y de la sociocritica al respecto. Elestructuralismo genético: lamediacién de una conciencia colectiva Pata Lucien Goldmann los principales descubrimientos son el sujeto t “ansindividual y el cardcter estructurado de cualquier comportamiento ase supra, pp. 203-204 rien eran (Del formalism 810s estudis postcobnite) yeriti ‘entos de teorias intelectual, afectivo o prictico de ese sujet, dotado de un y ctig, el no consciente («constituido por las estrye4 conciencia, sivas, imaginarias y practicas de las concienciga’s eee ] distinto del inconsciente freudiano en tanto lies a inl do»)! y de un tipo de coneiencia, la vision del mundo (co to de aspiraciones, sentimientos ¢ ideas que ae alos miembros ¢ grupo y los contrapone alos otros grupos). Este tipo de conciencia, es una abstraccion y coincide en gran parte con la nocién marxig conciencia posible, no puede ser definida mas que mediante |g Jacién de una tendencia real en los miembros de un grupo equal Hizmn, todos ellos, esta conciencia de clase de manera mas o my conseiente y coherente [...]. Los individuos rara vez aleanzan lao rencia integral. En la medida que logran expresarla en el plano con tual o imaginativo, son fildsofos 0 escritores y su obra es tanto importante cuanto que se acerca a la coherencia esquematica de visién del mundo, es decir, al maximo de conciencia posible del gi social al que expresan».” En el centro del dispositivo goldmanni aparecen las filiaciones del estructuralismo genético con: + Laobra de Lukacs y la lectura que de ella hace Lucien Goldmat presentar la categoria de totalidad como una versién materiali historica del concepto de forma. + Elpensamiento de Max Weber, del que Goldmann integra algun conceptos (datos capitales del andlisis comprehensivo, nociones tipo ideal y de posibilidad objetiva). * El materialismo historico. No obstante, las diferentes visiones del mundo no tienen la mis capacidad para captar lo real, y algunas de ellas son epistemologicame Superiores a las otras; en particular, éste seria el caso de la vision *'L. Goldmann, Le Diew ca ché, Paris, Galli 2D Goldman, iché, Paris, Gallimard, 1956. Recherches dialectiques, Gallimard, Paris, p. 27- 686 Sociologia de la literatura or parte del proletariado, Goldmann camb yund0 PY constatar la integracién del proletariado std statacion que segim Jacques Leenhardt’® Srralogie du roman, Goldmann abandone el eoncepto de ven, ae do, en tanto estructura de mediacién, en favor de aquel de me- dol Pen, tomado de René Girard. Tal como se entendian en Le Dieu if asmediaeiones centre las estructras textuales de los conus egic0s © politicos y los grupos sociales» ya no existen, Esta afir. Tovén ha sido impugnada de modo convincente por Leenhardt en yeoure politique du roman,™ al vincular La jalousie de Robbe-Grillet cincuso el nowveau roman con una ideologia «que al igual que el gru- yoo la fraccién de clase tecnocratica en el plano de la produccién, tendriapor funcién trascender lo mismo los antagonismos de clase sim. solizados por el pensamiento socialista, que el individualismo vincula- docon la produceién novelistica tradicional y la ideologia politica de derecha». Sin duda, el brillante ensayo de Leenhardt sigue ubicandose vel campo del estructuralismo llamado genético, en la medida que xplica la estructura significativa de la obra mediante su insercién en sstructuras sucesivas y cada vez mis vastas. Sin embargo, y en esto ratica a nuestro juicio su principal mérito, parece privilegiar otras me- diaciones que no son la visién del mundo goldmanniana, y sitia La jalousie en relacién con la historia de la novela colonial (y, a través de tll, con la vida colonial y con la historia de la Ill y la IV Reptiblicas), asi, con los mitos producidos por una ideologia burguesa en vias de cesintegracion, i6 de opinién en ese a lasociedad de con- explica que, en Pour °1.Leeshardt, «Lecture Critique de la théorie Goldmanniene du roman», en C. Duchet (Comp), Sociocritique, Paris, Nathan, 1979. Leenhardt, Lecture politique du roman «La jalousie», d’Alain Robbe-Grillet, Pa- *S Minuit, 1973, 687 4 ica rn (Det ors sss Potchn ents de eons ¥ © (mediaciones interdiscursivas, na" iba sociocritics s bertexiualeS ¢ intratextuales) U n Jacques Leenhardt, quien utiliza la intertextualidad (novela G Con Jaca [a ideologia burguesa) como componente de jag «es - nil tos dm ordamos las diferentes cortientes de [geo issue en tipos de mediaciones eas her las teorias ma res, Heredera del estructuralismo genético y en vias de Constitucigy, raiz de la relativa coincidencia de buisquedas individuales 0 colectvg independientes unas de otras, la sociocritica No constituye un Conjunty, verdaderamente homogéneo. Esto atafie en particular a los diferentes lugares ideologicos con los que se vincula: en tanto que E. Cros, Duchy yJ. Link apelan al materialismo histérico y tienen tendencia a privile siar las mediaciones colectivas y la relacién con la historia, el punigg vista de P. Zima «es bastante cercano al de la teoria critica dela Escusly de Frankfurt, tal como la desarrollaron Adorno, Horkheimer y Mar- cuse»,*’ y por ello le preocupa la autonomia critica del individuo. Aunque semejante distincién pueda parecer en muchos aspecios algo tedrica, dado que unos y otros buscan relativizar la dependencia (0 la auton mia) del texto literario y recuerdan lp que éste desconstruye de trazados ideolégicos a menudo contradictorios. No obstante, en términos generales, la sociocritica se distingue dela sociologfa de la literatura tradicional, en primer lugar, por su objeto;es decir, no s6lo porque en el terreno de Ia literatura se limita al analisis del texto literario, sino también porque, como dice Claude Duchet, lo que le interesa en este terreno, a diferencia de la sociologia, es el aden- ta San e decir, «da organizacion interna de los textos, sus ae Since aS ‘Sus redes de sentido, sus tensiones; in a : 1s de discursos y de saberes heterogéneos»." 4 Zima, Manuel, op. cit, p.10, *C. Duchet, «Position: i 78, pd. S et perspectiven, Sociocritique, Paris, Fernand Natha. 1 688 Sociologia de ta titeratura gioa se distingue de la sociologia, también y sobre todo couse por la escritura, la realidad teferencial sufie un proceso de pod mn semantica que codifica a ese referente mediante cle- sestructurales y formales, lo cual lleva aparejado que se tenga sat ponstruir el conjunto de las mediaciones que desconstruyen, des- erp. reorganizan y resemantizan las diferentes representaciones de Privido, individual y colectivamente. Al hacer suyas las nociones erewoy de escritura Propuestas por la critica formalista, la sociocritica yjuede plantear en términos radicalmente nuevos el problema, capital rua dla, de la mediacién y del proceso de produccién ideolgico de sentido, proceso que no concibe como la construccidn de una coheren, ci sino antes bien como el surgimiento de una coincidencia de con. sradicciones. Porque Sin duda, las diferentes corrientes de la sociocritea intervi gaios diversos, y bajo las modalidades antes seftaladas, en | sles debates que se refieren a lo que he denominado las grandes media. siones (institucionales y de lenguaje) 0 en los que tocana la recepeién. No obstante, se ha dedicado mas especificamente al estudio de los meroespacios polifénicos que se descubren en la materia pretextual y {extual, asi como al de las modalidades de la inscripcion de lo social en dtexto, ienen en los miulti- Las concreciones sociodiscursivas Xclograma y discurso social. El discurso social, tal como lo definen Mare Angenot y Régine Robin, se distingue de los conceptos de forma- cmnidiscursiva o de situacién sociolingiiistica en varios aspectos, pero Aue todo porque esta nocién designa esencialmente conereciones “cciodiscursivas, «conglomerados de figuras, de imagenes y de predi- ‘dos [...] en tomo a un asunto temitico»; estos conglomerados atra- “isan «el espesor de los discursos con sus axiomaticas propias y sus 689 cain rai (Det formalin 91 cestudios postcoloniates) -Tentos de teoras yer sidas, que rigen, por via de recurencias ten, oe jonales, 1o que Se dice en una sociedad,” ati iguaje, cadtica, inestable y cacofinica, cad, 1 es portador de sus marcas de origen, a fr s conflictos, de sus reinscripciones en 7 textos varios, de los remanenics que van conformando una partouy memoria dela doxa. A pesar’ de lanaturaleza esencialmente heteroga de este material, podemos plantearnos la reconstruccién de las regul, Gades que gobiernan su manejo con el propésito de establecer las reg ribible propios de una sociedad determinada, « Ge lo decibiey lo ese! : ed 1 discurso social en los espiritus poseen afinidad exias que deposita ¢ magnéticas, tanto ‘mas cuanto que el sistema que organiza su circu sno esta objetivado ni es cognoscible en sincronia.»" Esta toma posicién se sitta explicitamente en la continuacion de Claude Duchet: coincide en parte con la nocion de sociograma, a la que su autor defir corre un «conjunto fuido, inestable y conflictivo de representacio parciales que gravitan en torno a un nucleo y actiian unas con otras».% Con todo, esta posicién difiere de la nocién de sociograma por cuant que, a diferencia de Duchet, cuyos andlisis «se refieren esencialment al texto literario ya dado y al trabajo que le parece que éste lleva a cab dentro de las representaciones sociales», Angenot y Robin se interes ‘gor ese momento pretextual en que algunos Ambitos del discurso s0- cial manifiestan una recurrencia que Ilama la atencidn, estéticamente educada, del escritor».” 4Se refiere la nocién de sociograma al paso de lo discursive #10 textual? {Se puede aplicar también a un conjunto de tematizaciones que se constatan, no sdlo en la ficcidn, sino también en otros discursos* {Es su dindmica manifiesta una dindmica interna por la transformaei°h funciones ee cognitivas Y ateria hecha de leng mento del discurso social huellas de sus objetivos y SU R. Robin y M. Angenot, «L'inscription de discours social dans le texte littéraite™. Sociocriticism, 1985, v.1, p. 56. * Ibid., p. 55. » Ibid., p. 59. ” Ibid. 690 Sociologia de fa literatura qunos de los ideologemas que incorpora? (pero, en este caso, {qué seal rige dichas transformaciones?), 20 resulta mas bien del traba- spat gaiacion? (Pero entonces, exist una sistematicidad dentro rt ‘an mismo texto y que eslo que transcribiria esta diltima?) “eM jcontecimiento interdiscursivo. Ursula y Virgen Link parten de la constatacion de que nuestras sociedades estan estructuradas en funcién spin divisin del trabajo, lo cual genera un gran miimero de discursos sspecalizados. Ahora bien, toda sociedad —y en esto consistiria la funcion especifica de la literatura— ha de reintegrar estos discursos yeterogeneos extrayéndolos de un acervo de formas interdiscursiva dentro de las cuales destacan los simbolos colectivos, es decir las met ores en las que una sociedad proyecta sus acciones, sus conflictos 0 también los acontecimientos que la afectan; las formas interdiscursivas estan asf generadas por la interferencia permanente de los discursos especializados. Para ilustrar su teoria, los autores recurren al sistema desimbolos colectivos de la Revolucién Francesa; asi pues, la metafo- rade la Bastilla, o de la toma de la Bastilla, es incorporada a discursos decarécter cientifico (Goethe, a pesar de sus posiciones antirrevolucio- narias, la utiliza para describir las teorias épticas de Newton), o de afan liberador (para Clemens Brentano, los principios construyen una Bas- tila interior para aprisionar el deseo). La forma interdiscursiva asi coneebida presenta todas las caracteristicas que Angenot y Robin atri- buyen al discurso social y coincide con la nocién de sociograma en Duchet; en tanto que la forma interdiscursiva desconstruye simbolos anteriores para insertar nuevos contextos, se presenta en efecto como tn espacio polifénico de confrontaciones, cuyos estados sucesivos son Portadores de objetivos y conflictos ideolégicos. La demostracién la tenemos en el sistema metaférico que forjé el entusiasmo revoluciona- tio: en torno a un niicleo conceptual y simbélico se organiza un sistema de naturaleza contradictoria, cuyos contornos, mal definidos, parecen dotados de una capacidad de extensién y de adaptacién muy notables, Que opone las maquinas vivas, sobre cuyo modelo se proyecta el porve- nir de una sociedad en gestacién (reloj, instrumentos musicales, barco, 691 extn de ors y ria Heraria (Del formalism a 0 eto poston, _)alas maquinas muertas del antiguo régimen (t, globo.. n , ‘ : mo, maquinaciones de intrigas, molino, eteétera),s1 Construcciones y desconstrucciones semdnticas. ;De Jégico provienen estas concreciones sociodiscursivas? " tanciashistérieas y qué objetivos mucleares rememoray? preguntas, fundamentals para Ia socioeritica ya lasque tie ° Link solo responden parcialmente, he tratado también ge nu Entiendo esencialmente por discurso la prictica de lengua to colectivo, y considero que las concreciones Sociodiscursiy, ie deestediscursoinscriben os indicios dela insercign eopsan Pa histérica del sujeto transindividual de un modo no conserenta to, el modo en que estas concreciones se lexicalizan, mas de valores sociales y las alteraciones que los modifican, ios de vida y de insercién socioeconémicos de los circulos guns cen, asi como las evoluciones de las estructuras mentale." Cuando a partir de esta hipétesis, que sélo toma cn cuenta jp pretextual, se analiza en qué se convierten estos fenémenos discursivoy con la remodelacién ejercida por la escritura, se constata que, dentro de un mismo texto, estos sintagmas estereotipados son desconstruidos de acuerdo con regularidades significativas, esto es, mediante un mis mo juego de interferencias discursivas que, por lo mismo, puede verse como uno de los elementos activos de la produccién de sentido, asi pues, en un corto parrafo de una novela espafiola de fines del siglo xv, Guzmén de Alfarache, de Mateo Aleman, observo desde las primers lineas la desconstruceién de un sintagma coagulado, piedras precosas en «piedras de precios», lo cual me autoriza a decir que esta alteactn, al difuminar las virtualidades de significaciones metaféricas de Inet presion primera, vuelve a adjudicar a precio su plenitud sémica y pone de relieve el concepto de valor de cambio. Al interrogarme luez0 sobre las causas profundas de una transformacién de esta indole, en las pore * Ursula y Jtirgen Link, «The Revolution and the System of Col et oe Sols. Eloments of Grammar of Inerixcursive Bvets,Soiveriie" 1 p.3s2 igen Tespucsta deun sie’ ial e He. En of. anscribe sisi, Siloti dea ten en a este incipit pude hacer una serie : | la comprobar mas adelante que en log Serio andes, el fexto acudia, Una. y otra Vez, asoluciones sme Estas sagnestanscriben un criterio de seleccién vineulaan con la prti- solursiva del medio mercantil, 1a cual programa le eleceién de tos Spieantes(Sentar por escrito, Ser contados {por pocos), guardar en ja epésit,ete6tera). Ahora bien, en el mismo parrafo, cate dace acai desconstruye a su vez el topico de la Edad de Gro el sopue eiscuse figurativo (cl significante) puede verse entonces como re- grsentacion del mundo de la transaccién captado en sus actividades, is valores, Sus reglas de comportamiento, su organizacion juridica, ectiera Al delinear de este modo las marcas textuales de un discus, agi dominante, desoculta la sistematica ideolégica, responsable, en «ste fragmento, de la produceién de sentido. Las reglas que presiden el {uncionamiento de estas interferencias discursivas pueden considerar- seindcios de estructuras profundas que operan en el marco de la genética textual. Delo prediscursivo a lo discursivo Lanocién de ideosema: entramos ahora en un terreno poco explorado ver lacritica actual. gSon las concreciones sociodiscursivas los iicos canales, fuera de las grandes mediaciones institucionales y de Tenguaje, Pot los que la socialidad se encuentra con el texto? ;Es coneebible un discurso social at margen de las précticas sociales que son las tinicas ‘ePonen en funcionamiento de una cierta manera «lo que se dice ylo ese esoribe en un estado determinado de sociedad? Por tanto, como py weulan prietica social y practica discursiva opractica de cet? “concepta de ideosema pretende contestar provisionalmente a 7 *aade Preguntas. Tendremos en cuenta dos hechos: por una parte, qu © Ghes, Théorie, op. cit, pp. 279 yss. 693 enas deers yea Iiteraia (De formalism 2 40s estudiospoststoniay, el texto ficticio se construye en funcién de un ajuste iy Sentaciones y, por otra, que representar es instityi "Pleo dey estructuran el objeto. En consecuencia, el texto literarig Slaione ra torno a un sistema complejo de estructuraciones, pero a, OFBatiag dé representacién en representacion mas alla del texto ro TemOntan jalizada, a la que consideraremos ime Zao Ia ideologia materi ‘ ; imagen de diferentes campos sociales problematicos on Puesty S> Organiza en discursos icénicos 0 verbales susceptibles de Ser captado; dable punto de vista, semiolégico y seméntico. En este mar dey sema se concibe como un articulador a la vez semiético, cnn Cli, estructura sistemas de signos icénicos, gestuales o verbales fees ponden a representaciones a las que son reductibles todas las ae sociales, y discursive, puesto que. trasladado al texto, garaniiz a una funcidn estructurante de la misma naturaleza. men Estos ideosemas no definen sino relaciones que generan estructurs Vacios de todo contenido semntico, no por ello dejan de constituir je. vectores potenciales de cualquier desplazamiento semantico ulterior y os elementos propulsores del conjunto de la produccién de seat, Los ideosemas pueden producir, en consecuencia, una cantidad infinite de fenémenos textuales en funcién de la manera en que se vinculn unos con otros, de las diferentes categorias textuales en las que open, asi como de los AIE y, por tanto, de las prcticas discursivas y sociales que éstos comportan. Mediante estos ideosemas, las pricticas soci les semantizan el texto literario, pero dicho proceso de semantizaiss se desarrolla por intermedio de elementos que toman el relevo ae los ideosemas originales, instituyendo de este modo microsemidtices intratextuales, cuya funcién es a la vez genética y autorreferenci!: He. mos comprobado la operatividad de esta nocion en una serie de textos Permite responder de hecho a unos cuantos problemas plant Ta cuestién crucial de la mediacién intratextual. Cm PY" del pre joey ©, Cros, «Social Practices and Intratextual Mediation. Towards? 07 idéosémes», Sociocriticism, 1985, v.11, pp. 129-148. 694 Sociologia de la literatura ar la realidad que le es exterior y en la que se en- no no sea expresando la inmediatez de su vivencia 0 de la reflexion y el andlisis? Aun suponiendo la itor de un proyecto encaminado a describir su posi- upon endo asimismo que aceptaéramos plantear el in minos, ,€s posible, respecto del primer punto, dividuo piensa en un momento determinado con a ala que consideramos, no sin raz6n, como el ierto nivel de percepcién? ,Y qué supone enton- enciacién? Lucien Goldmann contestaba a esta Ja nocién de autor en favor de la de sujeto colecti- la conciencia como estructura de mediacién por finia como una visién del mundo. Para el estructu- ‘n del mundo era lo que le permitia al transcriptor ibilidad social. Podemos plantear ahora el pro- ; radicalmente diferentes. ue, mas alld del campo de visibilidad social propia- de una proyeccion jnteriorizada, pero no cons- ; externas al sujeto que habla, que s¢ inscriben en lo ticas de lenguaje y mas ampliamente sociales, n, en efecto, que por el sesgo de estas microse- les, asi como por el trabajo que realiza la genética eciones sociodiscursivas, Se Se i percibidas por ni perceptibles p: eal texto de Heep de visibilidad 0, J social sumamente amplia.*

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