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REPUBLICA DOMINICANA ela Herndndes Niifiez ecoger la sombra Ang mor c Jas flores viaje en un viaje de cien regresos / de veleidades / fe de suspi ‘in giro / Tatos reunidos i x suspiros wets st iro rf ates /y en mi entrecejo sagrado celo 7 Este escrito Jo hallamos debajo del colchén ayeoe abegecer a Ta intencion de darnos claves con tater prt posible paranosotrosquelahabiamos vistoy amid ood Ba muchacha comin, comoa la hermana mayor, para quien nuestros padres tvieron ciertos privilegios. Faride fue la inica que estudié en un colegio (papa le consiguié saa beea en un instituto evangélico). Los demas asistimos a la escuela piblica. ‘Cuando terminé el bachillerato, empez6 a trabajar como cajera mijun supermercado; seis meses permanecié en este empleo. Un dia, v eivamente, lo abandond. Mami la culp6 de carecer de conciencia, juicio ratificado por las miradas recriminatorias de mi padre. Ambos tmplearon todos los medios para extraerle la razon de su tutesuspension en el empleo. No la habfan cancelado, ni tuvo sontrariedad alguna para ajustar la caja cada dia, ni twvo problemas con ningin cliente, Sélo al cabo de una semana de acoso, dijo: “El supervisor me manoseaba”. Ya nadie més la molest6. Dos meses después comenz6 a trabajar en una tienda de tejidos. Asi era ella, sencilla, y reservada. Le he traido algunas fotografias, peTo debo devolverlas en seguida. Mi madre ha prohibido tocar sus. pertenencias. intrigaba sobre De primera vista, las fotos coparon mi atenci6n; todola definida combinacion en un mismo rostro de facciones blancas ynegras: labios gruesos, nariz muy fina, largo yensortijado pelo crespo- En los ojos se vislumbraba una expresion tan ddual y acentuada como ls tineas del perfils habfa en ellos una fuerza conte’ ‘eguedad, negra llamarada tras una engafiosa cortina d ‘quella ocasién, la imagen de su mirada subyugante ee cnesva en mi cabeza. En Tas siguientes clases; al final, me qu losé escuchando mas detalles. i En mi familia las mujeres contraen matrimonioantes 4° i {sine Miabuela cas muy jovers ni madre ct a era ingiidecasé meses antes de Tingar alos dieciocho-No eg estoy idea muy clara de lo que significaba el vmatrimoniOs 147 10S NuHvOs caNmaES a seguro si fue feliz o no, pero sila recuerdo con claridad, nerviosa,tejiendo infatigablemente manteles y cubrec, afio anterior a la partida de Raiil a los Estados tinge hablaba, victima de un disimulado malhumor. Lasituagigo menos. Faride sostenia el hogar, tenian dos hijs y a” casados y todavia é1 no habia logrado un empleo estable Al fog con sus hijos a nuestra casa, ella estaba triste y como alivig ae He dado vueltas y vueltas a las informaciones i descifrar los sucesos acontecidos en la casa de José, Nas que indique a Faride como sujeto de circunstancias especiales nifiez y adolescencia. Son nueve hermanos, recibieron [a costumbres y se craron en la misma casa Tes de elles, neat Faride, nacieron en las montafias centrales, pero eso no fe diferentes. Los dos hermanos mayores no muestran ay coincidencia con ella; José, el sexto, y a quien conozco mejor, a, muchacho normal entre los normales. ’ Hacendosa y consciente, al mudarse a nuestra casa, Ft continué trabajando en la tienda y tejiendo manteles y cubrecanars lasnoches y en los fines de semana, Sus amigas, bromeando, leet “jAnja!, como Penélope, tejiendo para esperar al marido’ sonriendo, replicaba: “Tejo para comer, no para engafiarme’ En cierto modo, mi hermana se comportaba en algun Ppequeiias cosas de manera distinta a las demas personas. No denotaby interés especial en su apariencia fisica. Nunca us6 pintalabios ai pintura en los ojos. Su vestuario era muy simple; ella mism confeccionaba sus ropas empleando tejidos ligeros y colores clao el limoncillo y el lila predominaban en su atuendo. Yo era el m grande de los hermanos que quedabamos en casa, tenia para entot doce afios cumplidos, no recuerdo haberla visto enojada co jamais me sermone6, ni me ofreci6 consejo sobre cosa algun2. estos detalles del comportamiento no hacen especial a nadie; atin en casa, donde las algarabias y largas conversaciones entre adultos eran rarisimas y cada uno preferia lo suyo; mi madre, escuti#? laradio; mi padre, jugar domin6; los hermanos mayores, recor! calles; Faride, tejer. Nos habfamos acoplado muy bien con ella y sus nifios transcurria con toda naturalidad y ninguno de nosotros, ni nuestros padres, habia captado la paulatina transformaci6n d operaba en el interior de nuestra hermana; sorprendidos, ais la imprevista irrupcién del mundo que se gestaba en sus adent™ el momento del desayuno: —Me ayudar, ése si me ayudard, mamé. Ese hombre Pena, Bello es como un sol. Huele a mayo, sabe a yerbabue™ | aconge 148 REPUBLICA DOMINICANA, nacero. No es rico, ni joven, ni siquiera es heroico, Pero .plemente amoroso. Me carga diariamente para conducirs ms ysi vieran qué cama, blanda como una eancién filtrada ie . or ‘stan mis miradas para comprenderme, sabe lo. que apetezco. oe Fromparal ncaa § agus. Basta blo sentirlo. “Nosotros no comprendiamos del todo sus palabras. Ni siquiera ymamé parecian entender, pues la miraban extraiios, gooty tiyeasa ha reventado de flores en los pocos dias que llevamos juntos. Flores agigantadas con cada minuto de amor. Violetas y jas ereciendo delirantes; hinojo, girasoles y malvas vino tinto om paraguas abiertos. Ya son un monte, Las orqu‘deas se trepan por tuparedes, formando racimos elegantisimos, casi no dejan ver nada a tavés de los cristales. La casa completa es de vidrio transparente. Al jncipio tenia vergiienza, alguien podria vernos cuando hacfamos cosas fala cama, Después adverti que la casa estaba solitaria en el mundo. Enjambres de abejas bordan panales de miel alrededor de los tallos de las claveles, grillos verdes y cocuyos recogen polen para hacer sus hogares. iAh, las malvas me fascinan con su sangre vino tinto retenida como primor en sus corolas! Aconséjenme ustedes: éQué hacer con un jardin desenfrenado? éQué haremos si las flores continian encaramandose en el techo y Iegan a ocultar el sol? El podria ahandonarme. Sabe que el jardin crece s6lo para mi. iQué tragico placer! iQuéamable mortificacién! ‘Nos quedamos en silencio. No comprendiamos su discurso, pero 20s aseinaba; mamé y papa la miraron atonitos. Ella se puso de pie, se lav6 las manos, tomé su cartera y se marché. Los nifios celebraron las ocurrencias de nuestra hija tal sise tratara deun cuento, Nosotros nos agitamos, nunca habiamos escuchado a Faridehablarde hombres, y mucho menos en esos términos insolentes. Sinhallar nada extraordinario, justificativo, de sus palabras, revisamos los pormenores de la semana que finalizaba, decidiéndonos a interrogarla a su regreso. ana No fue sino hasta las ocho de la noche cuando volvié y ni siquiera Chto abordarla: “Me caigo del suefio”, nos dijo al tiempo que se ee la ropa puesta entre los dos hijos acostados. Por pars toch la vida nos desairaba; esta irrespetuosa accion nos en ioche. coup Seneidencia en la descripeién de las palabras ae Fare antl. Los papeles que dej6 eseritos con su pu ¥ felts mien una tonica parecida. En unos y otros, Ia incdgnita prin - : dings &Comparar su discurso con su escasa cultura inlet. De cane traia sus figuraciones? éPuede afirmarse que OboC lode alucinacion? eTal vez un tipo particular de esquizotren's* 149 105 NUEVOS CANIBALES ‘eau ; mas que por vocacié e inquieta su hermano; m ci6n, ha gg ea 1 inh usion deaclararel enigma de ella y qui cant : gs de las claves. cada ver eos pendientes de ella, cuando se comedy Ja mesa. Llego sosegada, risuenia, en sus ojos habia una desconcertante; dos gotas de rocio figuraban rendidas en syn Calma y alegria, senti que contagiaban también mi cuerpo, Me estremec, mis manos temblaron cuando la vi ae presentimiento me comprimié el coraz6n. Vi la nitia de seis ain, Pm gran cinta blanca sosteniéndole el pelo, la nia graciosa gy gnearamaba en las piernas, yo la retiraba de un manotazo;e 4 fur que me besaba, me lamfa la boca, me abrazaba, me sear senos, y yo la apartaba molesta porque dos nifios més peq Feclamaban mi atencion; la nifia insiste, que se me meta bajola i fon ganas de jugar, ¥ yo le daba una nalgada porque tenfa de trabajo y me estorbaba el movimiento que hacia; la pequefia que madrugadas se acurrucaba al lado de mis pies con la esperanza dep inadvertida, y yo la acostaba de nuevo en su cama griténdole ue estuviera quieta. La que cuidaba a sus hermanitos para que yolaqis més, la que pedia la dejara mamar cuando lo hacia el més pequeig que me exasperaba con sus zalamerias, cuando ya era demasiadotle para eso. El mismo rostro, la misma cinta, la misma risa, los mi ojos. Hubiera querido abrazarla, pero habia pasado demasiado tem de distancia entre las dos. —Le regalé un caracol con doce colores. iUfl, cuanto trabsjope conseguirlo. Entre las rocas, en un gran hueco, estaba. Crueé un fuerte de lado a lado del hueco, me colgué de él y me fui caminandos Jasmanos hasta el sitio del tesoro. Es del tamafio de una taza. Loss Jenacen afuera. Se esparcen y se van metiendo en el interior. Escuns tantos colores surgiendo de un nudito obscuro. Bajaba la voz, como si hablara consigo misma, luego, proseguia, —A lle encanta mi obsequio. C’est tres j i, comme Ia v6 dijo. i Mi matte se contuvo. éQuién es él, le pregunt6. Fate extraiiada y contest6 con naturalidad: “El director del" Oncolégico”. : —Jamés lo imaging tan hermoso. Cuando rie, ¥ e255 est rendo se echa para ats con todo vila. Su risa asciendeig Gee Pompas de miisica saliendo de una flauta. Gand’ ® chupar su boea, de comérmelo con lechugas y eaves sus = iimedos. La risa le nace de adentro, como si le florecie® agua en la garganta. 150 | a REPUBLICA DOMINICANA sonroj6, papa estaba incémodo en la silla, nosotros ia historia. "equerido para ser su ayudante en las operaciones, en me ms radiactvos y en el laboratorio. Le digo: no aé de os trata pi de curaciones. El con su risa bella me tranquiliza: ya eqiermedadesP efiaremos. Horas muertas, mejor dicho, vivas, bien spenders Te mnos sentados en dos sillas de madera, sobre las rocas, sya, Las otras personas estan. eos, Las rocas sobresalian ‘ea mar navesbamos en un aire afi varios metros por encima 2 ego ensimnismada, coment6 para s{:“Este hombre especial me tac olvidar el cincer”. Devord el desayuno y se marché con prisa, Nowutros nos quedamos hablando del cAncer. Para uno era un abejon con cuernos, para otro una mata con manchas blancas. Sin poder yes de acuerdo preguntamos a mamé. Apesadumbrada nos contesté: “Es mut cosas a 7. Mi marido y yo estébamos inquietos. Educamos a Faride como buena cristiana, no la reconoclamos en esos discursos atrevidos, LUeganos a suponer que tal vez estuviera en mala compafita, pero de ‘ofas maneras una gente no cambia asi por asi, dela noche a la mafiana. ~Son suetios. éTe diste cuenta hoy? Son s6lo suefion. sang tt eee realidad. No os normal lo que sucede, Saldré a porquerias por ahi. Dirén que es una vagabunda, Fl marido ‘Nueva York trabajando y ella viviendo con distintos hombres. jiu nos conozsa no tomaré en serio sus palabras, ray, Janes mamé aos Sevens temprano, nos hizo desayunar con Prepararnos para la escuela. No pudo impedir sin embargo que “6 fey techramos snus hermana decide en lcci ace amor los jovencitos, Se llama Andrés y me lo Pender et €n su fiesta. iFuego a primera vista! Vernos ¥ an verdes Dara menos; tiernecito, ardoros, suave, con ss Halle of ate un hijo grande entre mis piernas, mid Pavel em Ja mesita del cuarto; eran sus letras, y 90 ferena pie, Pateeet reheria el cuento del caracol y el médica, La — hablar 3PT*N0, todavia no clareaba el dia. La Neve a la cocina, TB caenan eertarbactones, Quizé el papel descifrara algo, Mami se / de frégiles horizontes | de caracshes lade ite Mecen las vigils de caroxcuron movimientos / hen deserts | 208 80 smoribed de mat lejann | 70 #8 / Con su nécar que devana Vineas subsnarinas hm 7 my oy te Los NUEVOS CANIBALES mo vino, como sal, como leche elemental, / 7a te opetido de memoria las letras del papel, entre ajosy eontinud ecitando, comosi estuviera leyendo algo ese de los parpados. : ~Pinimeda y sorprendida / como el recién nacido / ap / no tomé el sol, tiempo no hubo / ni aprendi mi len, detecté las claves de mi entorno / yazgo en mi / aletargada y tim blandas son mis texturas / en el embrion de mi / a veces me rem Sent{ un escalofrio en mi espalda. No me atrevi a interrumy no era mi hija quien hablaba. —Existiry no ser / es un milagro / ser el borde delo ind / equidistancia de la aceptacién / una cordura al margen de prec /run licido candor / una dorada vertebra escondida / encaje devio circulares / que forman un violeta coraz6n. Casi sin voz, le dije: Faride, hija mia, équé te ocurre? Tampo me atrevia a tocarla, la presentia distinta y ajena. —No me sucede nada, mama. —éDe donde sacas esos cuentos? —éCuadles cuentos? —Lo que acabas de decirme, los del desayuno del sibado domingo. —No son cuentos. Esta poesia la escribi hace cuarenta afios. mfa. No hago cuentos, nunca me aprendi uno. —éMe estés diciendo que son verdades, realidades? —éQué es la verdad, mama? ¢Qué son realidades? ‘La verdad es la verdad, la misma que aprendiste desde nif. realidad es que ti tienes veintitrés afios. No puedes haber escrito cincuenta afios atrés. Dime la verdad, ti nunca mentiste. —No miento. —No me desesperes. Tenme confianza, cuéntame lo que en tu vida. —Tengo confianza en usted. Nome ocurre nada, estoy _ —Dime entonces, épor qué inventas esas extrava perjudiciales a tu nombre? —éCudlles extravagancias? ~Esas fantasias de hombres y amorios tan diferentes# de mujer seria. fee =“ realidad, mama? ~ila realidad es comer frijoles y plétanos, parir un trabajar, ver claro cémo son las seal : 7 ee ~éY cémo son las cosas? Y J, ieinsist,enloguecta en esta conversacin sin fom iguiente, se senté ligera en la mesa. Los mi soe muy biel ganci tured 152 REPUBLICA DOMINICANA, alaescuela. Nos acompatiaba umo d aD a sabiendas de que Faride lo renga cat waa ese pelleGnindole més. De Jovencita, fue a ese hermano a que al reomendamos St cuiidado. Sin embargo, ella no se inhibié con su ci. " 6 viaje bellisimo y ala vez aburtido: dos meses en el ma endo cielo, viendo azul y mas azul, viendo las mismas personas, To endo Ce porales planeando sobre nuestras cabezas. Pro vali6la pena pea quaraban las amigas de mam, con un ramillete de ores y conlos brazos abiertos. Fuicon Ferita a matricularme en la universidad. Tomé s6lo dos materias: Botanica e Historia, porque primero debo Top meala ciudad y alos nuevos amigos, antes de entrar de leno en slats, Confundo alas profesoras, son tan blanca, tan iguaes. A ts soos les hizo Dios la piel con el mismo rollo de tela. Ayer fuimosa vee bras de Suertos, de Unamuno. EI teatro es elegantisimo y no te, Después dela funci6n, fuimosami apartamento, bebimos ailamos y nos revoleamos en el suelo. pastal le dije con c6lera y tristeza. Mi hijo mayor solo comentaba: sspequé habla ella?” Debimos sacarlo casi la fuerza dela casa estaba faroso y queria golpearla. Segiin é1, Faride se habfa convertido en una hurlatana y eon dos 0 tres palos se enderezaria. Ella no se mostraba sorprendida y cuando regresamos todavia afiadi tl tranvia, los edificios, los bellisimos lienzos en los museos, el Graf Zeppelin, los amigos roménticos recitando versos en los pads. Tae narraciones en el desayuno se hicieron rutinarias. Nos spartaban de la mesa, nos hacian salir corriendo hacia la escuela, nos ilvaban de ella y de sus pertenencias, consiguiendo agudizar mucs¥ tarinidad.Espiabamos las conversaciones, escarbbamos en su carter? estar con ella. Mama yburlabamos la vigilancia de papa y mama para penabs que el desvarfo de Faride era pasajero, atribuyéndoselo 2/8 fata denoticias sobre Raiil. Efectivamente, de élno se tenia informacion nies deede partda, Mam fue donde el grupo ave Prepald viaje, pero le dijeron que no eran responsables de las personas después que las Hevaban. Papa consideraba a Raul un sinvergiienza, 10 le iteresaba su paradero y menos ain su porvenir. El sabado, Faride se ‘srobalacocina temblorosa; en surostrohabia uns ‘expresion sombria @p4 y mama se asustaron. aque taba vivo, el pjaro disecado, fale cere mramigo del India, est zl delarrorenellaberinto de cues hee cuando loa ee 7 oz, pegajoso, con patas Moms. stab ime y ero y se movia. No sé a menosla gel vino y cerveza, ecado prehistorico aba vivo. Me persiguio en el MyeSan Juan, entre las sabanes “reo, pero estaba vivo. as cortas en vez de ‘hacer con él- el pajaro dis 153 10S NUEVOS CANIBALES é de tiarlo por la ventana ylo hallaba de nuevo bajo m; lt Ee habitacionyregresabaa mi lado, cosa hediondoa muerto, yest en mi habitacién, y me pega oy Dea rostro. {Oh Dios, me ha hecho vomnitar hasta el alma! is Papa y mamé la escuchan consternados. Hasta nog espisbamos por las brechas de 1a cocina, nos impren profundamente. Entonces modificé de repente la expresién y —Ab, pero qué hermosa a casita. Elme a envib de regs} trajo el correo. No es més alta que mis piernas, pery te, puertecitas, todas rosadas; cada una deun rosado distinto, Mit de rosado en su fachada. Al abrir una puertecita, me encuentro oye poema de tres lineas y una pintura explicativos de la historia g ao. Mil afios de historia de la India en un millar de pinturee poemas. Ena ultima puertecita, la de rosado tan. intenso que se, M. al naranja de los arreboles, est la Marcha de la Sal y el Poems gi Paz: La paz, la sal, la lumbre del otofio / dentro de nos estan y jun han de brotar / cual manantial que ciega ciertos fuegos. Cuando nosotros, intrigados, le preguntamos por la casita np dijo que més adelante nos la mostraria. Allé en la India, nos relat nifios no emplean libros para estudiar historia, sino casitas comoe Los hindiies aprendieron a través de milenios el arte excepcional miniaturizar los arboles y la historia. En el cumpleafios de Faride sus compafieros de trabajo organizaron una fiestecita, a la que nos invitaron. Acudimos alattien in . Para nuestra sorpresa, el festejo se desarrollé con to naturalidad, en la tardecita, después del cierre de la tienda. ropietario del lugar le entregé un diploma donde destacaba laef de Faride como vendedora ejemplar; le obsequié ademis una cadeai de oro, instandola a seguir con iguales simpatia y rendimiento.Su compafieros la querian y admiraban, segiin pudimos comprobar. En la casa, sin embargo, las modificaciones de su conducia notables. Tejfa menos y pasaba largos ratos sin hablar. = No perdia ocasién de jugar. Se confundia en las cortinas Palacio, son de terciopelo azul, estaba la pdjara pinta sentado€ Swede inn; caracolito de la mar que te quedaste sin balla oe do juga dlegria y ninguno de nosotros podia daze dl Cuando jugabamos al topa‘o, Papa y mami se tranquil Hirhionr Pero un girodela situacién agito toda la casa) doinge, ane on octane) su 7 » Papa jugando dominé con un ° bi ee de la casa. Faride, euférica, comenz6 & : de la falda a Mesita de jugadores, dando saltos con los dos Barrados y ésta extendida en abanico. CO 154 F REPUBLICA DOMINICANA dolas en una risa suelta. } sont eeutdearn ‘ te agreso mi amante de la casa de cristal. Me ha traido otra ver os. Esta Vez acertaré. La casa de cristal esta de fiesta, se han gs tt P* anas y las habitaciones se llenan de lunas plenas. Vamos abietolas vnontarnos en la estrella voladora. El se entretiene con los Nose infos hicimos una escultura a la ternura del oso panda / caps a como un cocuyo en el mar Caribe / Con os peseadores panier as doradas / por las madrugadas / rondamos sus aguas / sales Pave cles /tejimos una barca / que sabe de ftaca / por hielos onact vamos animados / en expediciones / camellos de plata / nos aes {vy / por cummbres de nieve / tan clara / tan bella / que en su leapt encia /se derrte el tiempo / se disuelve el alba. ‘rosiartr de aquel suceso, se trastorné totalmente nuestro hogar. forge contaba sus delirios a quien quisiese escucharla. Algunas nas iban a nuestra vivienda y la estimulaban a hablar, a fin de futc las murmuraciones que circulaban por el barrio. Apresurados, amd ypapé reunieron dinero y la Ilevaron a un siquiatra. Iaexamin6, sometiéndola a diferentes pruebas. Inspeccioné sus rekjos, le tendié trampas a la légica, mas de una hora conversaron. Autes nuestro aturdimiento, el médico nos dijo que sin duda estaba coer, siendo ademas una muchacha inteligente y colaboradora. Le ‘elatamos los acontecimientos del domingo y los anteriores. El nos dijo ‘ve comprendiéramos su juventud y sus ideas, Los suefios de cada seeracién difieren, nos subray6. Le insisti en oirla frente a nosotros, Peasajdo que ella lo habfa engafiado. La lamamos y le solicité que ‘tara una de sus poesfas. Entonces ella, con la mayor naturalidad, "irindonos a los ojos declamé: * ine de estrellas deshabitan el cielo para despefiarse en naetentes / matrices de burbujas frescas / desoyen sus amos dey, originales /y hacen un racimo de agua entre mi sexo / sangre eo Praderas / exprimidos por voluntad propia / forman “iene, mis andares / soy con ellos / juego del amor / intrinseco Pagan expresé que esa poesia eonfirmaba su diagnéstico: como era omens Y original, aconsejandonos que la dejéramos ser Aingung de To ‘artimos de su consultorio més turbados: de regreso, ss tres hijo. . or las ma fas fueron ganando terreno con el transcurso de los dias. (Shaheen Se hacfa dificil despertarla. A menudo se Teva: ‘pert amos cina y retornaba a la cama. Con bruscas a i tes a's y vol © nuevo. Entonces realizaba dos o tres actividac "thera Ig Jost #4 cama a continuar el suefio interrumpido. Cuando levaiiea Aaa “vantabamos y le impediamos acostarse, mientras yo la t 155 LOS NUEVOS CANiBALES sermoneaba sobre a responsabilidad en el trabajo yy salario para el sostén familiar, andaba en Ia casa eon donde fuera la actriz principal, desarrollands eee exclusivamente por ella. Papel En ocasiones, enguida en la cama, observa el dem ? A ieee ed no conociera nada, Caminaba por inercia, repitien "e Aislogos anteriores. Ensimismada e inexpresiva, taney euartos de hora en trasponer la franja divisoria dé sus qe Haclamos lo imposible por sustraer alos vecino dels nuestra casa. Nuestros hijos mayores entretenian a los Visitant frente, sacando sillas a la acera y entablando conversa: asi calle. Yome abstenfa de salir. Sélo ibaa misa los domingos tata hacerlo con el mayor disimulo: me atemorizaban las preguy Prohibimos a los ninos mas pequefios entrar ala habitacién de Pa Después de repetidas excusas, nos resignamos a admits que volverfa a trabajar, asi se lo hicimos saber al propietario dela Pero todos nuestros esfuerzos no lograron mas que desatar murmuraciones. Las especulaciones de los vecinos eran un cuchill, mi coraz6n. Para ellos Faride estaba Prefiada, Faride habia abortaj en una clinica de mala muerte donde la malograron, Faride te hemorragia perpetua, Faride habia enloquecido y caminaba desn Por las habitaciones haciendo gestos pornogrificos, Faride ess pudriéndose de cancer, tenia el rostro comido por los rampanos, pit cualquiera de estas causas la teniamos enclaustrada, Nuestros amigos nos preguntaban en la escuela siera verdadg nuestra hermana olia mal, si tendriamos otro hermanito, cuintosp le habia puesto a sus hijos, preguntaban si nos enfermariamos j ul que ella, Ante el rosario de murmuraciones mamé cambi drasticamente de politica. Abrié ventanas Y puertas. Convid @ vecinas a tomar café en la casa, varié las érdenes que nos impel estar con nuestra hermana, permiti6 a sus hijos acostarse de 1? con ella ya ella ya no la privé de salir al patio. Las amigas y los vecinos la miraron recorrer la acera, moj matitas de berenjenas sembradas en el patio y retozat con sushi turnaron para espiarla, ya que sdlo a veces se dejaba ver: Ut terminaron atribuyéndole una enfermedad pasajera 0 un? PS demencia. Sin embargo, aceptaban igualmente que la figura ce” no delataba padecimiento alguno, La vieron como estaba entoneess clperfil de su rostro més definido, las mejillas sonrosadasy 0 Profundisima asomando todo el tiempo todo el tiempo pot De tarde en tarde me sentaba a velar su suefi0 descubrimientos me habian despertado nuevas ilusiones #€ Contemplindola fijamente, reparé en el movimiento de USP 156 REPUBLICA DOMINICANA cae enearmiento de 18 labios, cuando ls voces dels yl? roca ofrectan gandules,verdecto w organo, No nacht ympoco ajens al vocerfo infantil jugando béisbol en el amos no estaba por entero en eta realidad pare estaba ent Ia otra. : po le cperanas de mam pronto sé fueron disipando. La as eoPer arid de este lado de Ie realidad disminuyd rest ivamente, hasta cet rse a una angosta brecha de no més de hora. Bntonces se \Jespertaba por completo, tomaba un vaso de wah faba yperfumada, Conversaba brevemente con cs va, y rtozaba un ratito con n9so tos, exhibiendo un dominio mpleto de sus dos tiempos distintos. Cuando estaba dormida,yacia contig en una honda tranquilidad; cuando despierta, gil y Cierto dia nos desperté a todos con un grito frenético. Era una cainade madrugada de abril, fresca y olorosa, nunca Ia olvidaré. (rededor de la cama escuchamos sus iltimas palabra eetEneontré la solucidn!! 1iBésenme todos! séaganme en sus brazos, que hallé la soluci fpnin que no para de crecer, cOmo recoger Ia sombra de las flores, weno evitar que oculten el sol y c6mo andar en transversal por los instantes! Se durmid definitivamente. Seis meses justos permaneci6 damvks Palida, bocarriba, sonriente: se fueron desvaneciendo los had de gu eorazon. Al término, luefa como un bello suefio vestido derosado, un suefio que nuestros padres rehusaban enterrar. _Ignoro por qué la familia se inclino por el dictamen de locura. En Jo aoa por aa dea de que se trat6 de una forma singular de éemencia ai inexplorada por la siquiatrias sus planes de estudio estan aon por el deseo de continuar ‘profundizando la investigacion 0. ics fa excepcion es la madre, para quien la hija estuvo poseida por instant i del pasado; su excitaci6n la Heva a creer que José, pot en} iitaieee por el espiritu de Faride. séloellosla cme le su the , viviendo Jos pormenores delos momentos ee — equivocad ‘ordinario comportamiento; sin embargo, P rian los y quiza se trate de una mera cuestion poética. Angela ans. ato alernandez Nafiez nacié jarabacoa, Repablica Dominicana. Es Sian oemarios Zidades de a rat espejaday Telar de rebeidia, “aon libt0s de cuentos Aldtroposy Mastiear une crs iin gg7 obtuvoel Premio hoopla en wehte- com su libro Piedra de Sacrifices ra Foros suyos se han publicado Estados Unidos, Chile, Austria ¥ Republica Dominicana. 157

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