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De esta forma, la vieja forma de hacer historia que imperó en el siglo XIX fue mejorada
por la escuela de los Annales y su historia social, que en palabras de Marta Phil
“consideraba las acciones políticas de los hombres como unas más entre otras que se
presentaban más decisivas para sus vidas” (Philip, 2000, p. 255). Dentro de este cambio,
también está el marxismo, que consideraba lo político como un “epifenómeno” de lo
determinante para el ser humano.
Tomándonos sobre lo que expresa la autora es que actualmente la historia política desafía
a la vieja y tradicional historia historizante y lineal. El desafío que tiene la historia política
es grande, como la de redefinir su objeto de estudio, algunas de estas son una “búsqueda
de nuevas fuentes documentales que complementen a las fuentes escritas de la historia
tradicional” (Philip, 2000, p. 256). Dentro de este proceso de cambio e innovación
tenemos a dos grandes figuras de la escuela de los Annales como lo son Lucien Febvre y
Marc Blood que replantearon la historia política como un proceso de largo tiempo. En
consecuencia, de este cambio, es posible tener estudios mucho más amplios, completos,
y se puede acercar cada vez más a la historia total planteada por la escuela de los Annales.
A partir del siglo XX, y debido a los grandes procesos políticos que ocasionaron grandes
cambios, quiebres a gran escala, que desarrollados en ese siglo es que la historia política
cobro una gran, la cual se requería poder innovar los estudios tradicionales, y obtener una
mejor investigación y comprensión de los hechos y acontecimientos que se estaban
llevando a cabo en el mundo.
¿Cuáles son los aportes del giro lingüístico en la construcción de una Nueva historia
política?
El giro lingüístico, surge como una crítica a la historia social, y esto pronto llega a las
ciencias sociales, afectando de esta forma a lo que corresponde a la ciencia social y a la
historia. El giro lingüístico se sustenta en el lenguaje con un énfasis en el poder que posee
este mismo, de esta forma tener una mejor comprensión más auténtica y objetivas de los
hechos del pasado. Todo esto debido a que existen variadas interpretaciones debido al
lenguaje y/o conceptos que en cada contexto histórico tiene una distinta manera de ser
entendido. Sánchez Prieto y Juan María expresan:
Como consecuencia del nuevo escenario emanado del giro lingüístico, generó que los
historiadores empezaran a otorgarle relevancia al ya mencionado lenguaje, pero también
a los “conceptos”.
Koselleck, en sus trabajos sobre historia conceptual nos ofrece una respuesta a los
principios del giro lingüístico. Koselleck pone mucha precaución a la facultad que tienen
los conceptos como elementos lingüísticos, y de su capacidad de funcionar para guardar
el pasado, vivencias, experiencias, desenvolvimiento del pasado al momento de haberla
escrito y en el tiempo donde cada concepto fue desarrollado para el contexto histórico
que estaba viviendo “existe una conexión entre realidad y discurso, entre conceptos y
hechos históricos, entre lenguaje y cambio sociopolítico. Existe una relación entre
conceptos (lingüísticos) e historia extralingüística, que es precisamente la que se debe
investigar” (Prieto y María, 2009, p. 35). Por esta razón, la historia conceptual estudia las
culturas políticas (vocabulario, lenguaje político, etc). También se desarrolla con de
forma interdisciplinar con las ciencias sociales, como con las distintas áreas de la historia.
De esta forma, se puede ver que el giro lingüístico tuvo un gran efecto en el trabajo de la
historia, que se vio en la necesidad de buscar nuevas herramientas para el desarrollo de la
disciplina, como también nuevos objetos debido a la historia conceptual y poder hacer
frente a todos los desafíos desatados por el giro lingüístico.
Bibliografía y Referencias
Julliard, Jacques. «La política.» En Hacer la historia, de Jacques Le Goff y Pierre Nora,
237-252. Barcelona: Editorial Laia, 1980.
Sánchez-Prieto, Juan María. (2009). “Más allá del “giro lingüístico”. Koselleck y los
nuevos horizontes de la historia intelectual”. Revista Anthropos, (223), 20- 38.