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TEXTO: Gén 35:1 Dijo Dios a Jacob: Levántate y sube a Bet-el, y quédate allí; y haz allí
un altar al Dios que te apareció cuando huías de tu hermano Esaú.
Gén 35:2 Entonces Jacob dijo a su familia y a todos los que con él estaban: Quitad los
dioses ajenos que hay entre vosotros, y limpiaos, y mudad vuestros vestidos.
Gén 35:3 Y levantémonos, y subamos a Bet-el; y haré allí altar al Dios que me respondió en
el día de mi angustia, y ha estado conmigo en el camino que he andado.
BET - EL (la casa de Dios), una ciudad situada 12 millas al norte de Jerusalén
BET - EL («Casa de Dios»). Es el lugar donde Abraham edificó su segundo altar, también
fue allí donde Jacob tuvo su visión de ángeles que subían y bajaban por una escalera
celestial, y adonde regresó después de veinte años a cumplir su voto y a erigir un altar.
Llamó al lugar «El Bet-el, porque fue allí donde Dios se le había revelado» (Gen_35:2-7).
Jeroboam profanó el lugar al erigir un becerro de oro como dios.
a. Gén 35:1 Dijo Dios a Jacob: Levántate y sube a Bet-el, y quédate allí; y haz allí
un altar al Dios que te apareció cuando huías de tu hermano Esaú
b. La palabra refugio es sinónimo de asilo, de acogida o de amparo, pero también
significa lugar adecuado para refugiarse
a. Gén 35:2 Entonces Jacob dijo a su familia y a todos los que con él estaban:
Quitad los dioses ajenos que hay entre vosotros, y limpiaos, y mudad vuestros
vestidos.
b. Quitar [de una cosa] lo que es extraño o que se opone a su pureza. Limpiar de
toda imperfección [una cosa o material].
a. Gén 35:3 Y levantémonos, y subamos a Bet-el; y haré allí altar al Dios que me
respondió en el día de mi angustia, y ha estado conmigo en el camino que he
andado.
c. Dado que adoración es la actitud o la intención interna del corazón del hombre
para Dios, implica la obediencia, el servicio, la rendición, el amor, etc. Es decir,
implica una forma de vida que permite tener comunión con el Espíritu Santo
(Juan 4:24).
e. «Del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, la
inmoralidad sexual, los robos, los falsos testimonios y las calumnias» (Mateo
15:19 NVI). Solo la confesión purifica el corazón y nos acerca a Dios. Lo que al
Señor le agradaba de David era su corazón contrito y humillado