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FUNCIÓN MATEMÁTICA

En matemáticas, se dice que una magnitud o cantidad es función de otra si el valor de la


primera depende del valor de la segunda. Por ejemplo el área A de un círculo es función
de su radio r (el valor del área es proporcional al cuadrado del radio, A = π·r2). Del mismo
modo, la duración T de un viaje en tren entre dos ciudades separadas por una
distancia d de 150 km depende de la velocidad v a la que se desplace el tren (la duración
es inversamente proporcional a la velocidad, d / v). A la primera magnitud (el área, la
duración) se la denomina variable dependiente, y la cantidad de la que depende (el radio,
la velocidad) es la variable independiente.

En análisis matemático, el concepto general de función, aplicación o mapeo se refiere a


una regla que asigna a cada elemento de un primer conjunto un único elemento de un
segundo conjunto (correspondencia matemática). Por ejemplo, cada número entero posee
un único cuadrado, que resulta ser un número natural(incluyendo el cero):

... −2 → −1 →
0 → 0,   
  +4,  +1, 

+1 → +2 → +3 → ...

+1,  +4,  +9,   

Esta asignación constituye una función entre el conjunto de los números enteros Z y el
conjunto de los números naturales N. Aunque las funciones que manipulan números son
las más conocidas, no son el único ejemplo: puede imaginarse una función que a cada
palabra del español le asigne su letra inicial:

..., Estación → E, Museo → M, Arroyo → A, Rosa → R, Avión → A, ...

Esta es una función entre el conjunto de las palabras del español y el conjunto de las
letras del alfabeto español.
La manera habitual de denotar una función f es:
f: A → B
 a → f(a),

Donde A es el dominio de la función f, su primer conjunto o conjunto de partida; y B es


el codominio de f, su segundo conjunto o conjunto de llegada. Por f(a) se denota la regla
o algoritmo para obtener la imagen de un cierto objeto arbitrario a del dominio A, es decir,
el (único) objeto de B que le corresponde. En ocasiones esta expresión es suficiente para
especificar la función por completo, infiriendo el dominio y codominio por el contexto. En el
ejemplo anterior,
las funciones «cuadrado» e «inicial», llámeseles  y , se denotarían entonces como:, o
sencillamente ;
g: V → A
 p → Inicial de p;

MODELO MATEMÁTICO
Un modelo matemático describe teóricamente un objeto que existe fuera del campo de las
Matemáticas. Las previsiones del tiempo y los pronósticos económicos, por ejemplo,
están basados en modelos matemáticos. Su éxito o fracaso depende de la precisión con
la que se construya esta representación numérica, la fidelidad con la que se concreticen
hechos y situaciones naturales en forma de variables relacionadas entre sí.
Básicamente, en un modelo matemático advertimos 3 fases:

* La construcción, proceso en el que se convierte el objeto a lenguaje matemático;


* el análisis o estudio del modelo confeccionado;
* la interpretación de dicho análisis, donde se aplican los resultados del estudio al objeto
del cual se partió.

La utilidad de estos modelos radica en que ayudan a estudiar cómo se comportan


las estructuras complejas frente a aquellas situaciones que no pueden verse con facilidad
en el ámbito real. Existen modelos que funcionan en ciertos casos y que resultan poco
precisos en otros, como ocurre con la mecánica newtoniana, cuya fiabilidad fue
cuestionada por el propio Albert Einstein.

Puede decirse que los modelos matemáticos son conjuntos con ciertas relaciones ya


definidas, que posibilitan la satisfacción de proposiciones que derivan de los axiomas
teóricos. Para ello, se sirven de diversas herramientas, como ser el álgebra lineal que, por
ejemplo, facilita la fase de análisis, gracias a la representación gráfica de las distintas
funciones.

LA NUMEROLOGÍA

Es una práctica adivinatoria que utiliza los números. Es un conjunto de creencias o


tradiciones que pretende establecer una relación mística entre los números, los seres
vivos y las fuerzas físicas o espirituales. Su estudio fue popular entre los primeros
matemáticos, pero no se la considera ya disciplina matemática. La comunidad científica
hace tiempo que relegó la numerología a la categoría de pseudociencia o superstición, al
igual que la astrología con respecto a la astronomía, o la alquimia, aunque esta última
tuvo carácter de protociencia con respecto a la química.

En numerología, se dice que los números son uno de los conceptos humanos más
perfectos y elevados. Según los que la practican, la numerología es la disciplina que
pretende investigar la «vibración secreta» de ese código y enseñan a utilizar los números
en su beneficio, por medio del estudio de su influencia sobre personas, animales, cosas y
eventos.
En el año 530 a. C., Pitágoras, filósofo griego, desarrolló en forma metódica una relación
entre los planetas y su «vibración numérica». La denominó «música de las esferas».
Mediante su método de numerología afirmó que las palabras tienen un sonido que vibra
en consonancia con la frecuencia de los números como una faceta más de la armonía del
universo y las leyes de la naturaleza.

Según los numerólogos, los números son mucho más que una forma de medir o
cuantificar lo que existe a nuestro alrededor. Pitágoras creía que el universo debe ser
visto como un todo armonioso, donde todo emite un sonido o vibración. Los números del
1 al 9 están asociados a características específicas, que juntas abarcan toda la
experiencia de la vida.

DEFINICIÓN DE TEOREMA DE PITÁGORAS

Se conoce como teorema a la proposición que puede ser demostrada de manera lógica a


partir de un axioma o de otros teoremas que ya hayan sido respectivamente demostrados.
En este contexto es fundamental respetar algunas reglas de inferencia para arribar a
dicha demostración.

Pitágoras de Samos (582 a.C.–507 a.C.), asimismo, fue un filósofo y matemático de


origen griego. A diferencia de lo que puede llegar a suponerse, Pitágoras no fue quien
creó el teorema que lleva su nombre. Dicho teorema fue desarrollado y aplicado mucho
tiempo antes en Babilonia y la India; sin embargo, la escuela pitagórica (y no el
propio Pitágoras) fue pionera en hallar una demostración formal para este teorema.
Pitágoras podemos decir además que está considerado como el primer matemático puro
de toda la Historia y ayudó de manera sólida al desarrollo de áreas científicas como es el
caso de las citadas Matemáticas pero también de la geometría, la aritmética, la
astronomía y la música. Y todo gracias tanto a su citado teorema como a otros
importantes descubrimientos como la significación funcional de los números o la
inconmensurabilidad de los lados y de la diagonal de lo que es el cuadrado.

ISAAC NEWTON

(Woolsthorpe, Lincolnshire, 1642 - Londres, 1727) Científico inglés. Fundador de la física


clásica, que mantendría plena vigencia hasta los tiempos de Einstein, la obra de Newton
representa la culminación de la revolución científica iniciada un siglo antes por Copérnico.
En sus Principios matemáticos de la filosofía natural (1687) estableció las tres leyes
fundamentales del movimiento y dedujo de ellas la cuarta ley o ley de gravitación
universal, que explicaba con total exactitud las órbitas de los planetas, logrando así la
unificación de la mecánica terrestre y celeste.
Hijo póstumo y prematuro, su madre preparó para él un destino de granjero; pero
finalmente se convenció del talento del muchacho y le envió a la Universidad de
Cambridge, en donde hubo de trabajar para pagarse los estudios. Allí Newton no destacó
especialmente, pero asimiló los conocimientos y principios científicos y filosóficos de
mediados del siglo XVII, con las innovaciones introducidas por Galileo Galilei, Johannes
Kepler, Francis Bacon, René Descartes y otros.

Tras su graduación en 1665, Isaac Newton se orientó hacia la investigación en física y


matemáticas, con tal acierto que a los 29 años ya había formulado teorías que señalarían
el camino de la ciencia moderna hasta el siglo XX; por entonces había ya obtenido una
cátedra en su universidad (1669). Protagonista fundamental de la «Revolución científica»
de los siglos XVI y XVII y padre de la mecánica clásica, Newton siempre fue remiso a dar
publicidad a sus descubrimientos, razón por la que muchos de ellos se conocieron con
años de retraso. Newton coincidió con Leibniz en el descubrimiento del cálculo integral,
que contribuiría a una profunda renovación de las matemáticas; también formuló el
teorema del binomio (binomio de Newton).

Las aportaciones esenciales de Isaac Newton se produjeron en el terreno de la física. Sus


primeras investigaciones giraron en torno a la óptica: explicando la composición de la luz
blanca como mezcla de los colores del arco iris, formuló una teoría sobre la naturaleza
corpuscular de la luz y diseñó en 1668 el primer telescopio de reflector, del tipo de los que
se usan actualmente en la mayoría de los observatorios astronómicos; más tarde recogió
su visión de esta materia en la obra Óptica (1703). También trabajó en otras áreas, como
la termodinámica y la acústica.

COPERNICO

Nacido en el seno de una rica familia de comerciantes, Nicolás Copérnico quedó huérfano
a los diez años y se hizo cargo de él su tío materno, canónigo de la catedral de
Frauenburg y luego obispo de Warmia. En 1491 Copérnico ingresó en la Universidad de
Cracovia, siguiendo las indicaciones de su tío y tutor. En 1496 pasó a Italia para
completar su formación en Bolonia, donde cursó derecho canónico y recibió la influencia
del humanismo italiano; el estudio de los clásicos, revivido por este movimiento cultural,
resultó más tarde decisivo en la elaboración de la obra astronómica de Copérnico.

Fallecido el obispo en 1512, Copérnico fijó su residencia en Frauenburg y se dedicó a la


administración de los bienes del cabildo durante el resto de sus días; mantuvo siempre el
empleo eclesiástico de canónigo, pero sin recibir las órdenes sagradas. Se interesó por la
teoría económica, ocupándose en particular de la reforma monetaria, tema sobre el que
publicó un tratado en 1528. Practicó asimismo la medicina y cultivó sus intereses
humanistas.

Hacia 1507, Copérnico elaboró su primera exposición de un sistema astronómico


heliocéntrico en el cual la Tierra orbitaba en torno al Sol, en oposición con el tradicional
sistema tolemaico, en el que los movimientos de todos los cuerpos celestes tenían como
centro nuestro planeta. Una serie limitada de copias manuscritas del esquema circuló
entre los estudiosos de la astronomía, y a raíz de ello Copérnico empezó a ser
considerado como un astrónomo notable; con todo, sus investigaciones se basaron
principalmente en el estudio de los textos y de los datos establecidos por sus
predecesores, ya que apenas superan el medio centenar las observaciones de que se
tiene constancia que realizó a lo largo de su vida.

El modelo heliocéntrico de Nicolás Copérnico fue una aportación decisiva a la ciencia del
Renacimiento. La concepción geocéntrica del universo, teorizada por Tolomeo, había
imperado durante catorce siglos: el Almagesto de Tolomeo era un desarrollo detallado y
sistemático de los métodos de la astronomía griega, que establecía un cosmos
geocéntrico con la Luna, el Sol y los planetas fijos en esferas girando alrededor de la
Tierra. Con Copérnico, el Sol se convertía en el centro inmóvil del universo, y la Tierra
quedaba sometida a dos movimientos: el de rotación sobre sí misma y el de traslación
alrededor del Sol. No obstante, el universo copernicano seguía siendo finito y limitado por
la esfera de las estrellas fijas de la astronomía tradicional.

LEIBNZ

(Gottfried Wilhelm von Leibniz; Leipzig, actual Alemania, 1646 - Hannover, id., 1716)
Filósofo y matemático alemán. Su padre, profesor de filosofía moral en la Universidad de
Leipzig, falleció cuando Leibniz contaba seis años. Capaz de escribir poemas en latín a
los ocho años, a los doce empezó a interesarse por la lógica aristotélica a través del
estudio de la filosofía escolástica.

En 1661 ingresó en la universidad de su ciudad natal para estudiar leyes, y dos años
después se trasladó a la Universidad de Jena, donde estudió matemáticas con E. Weigel.
En 1666, la Universidad de Leipzig rechazó, a causa de su juventud, concederle el título
de doctor, que Leibniz obtuvo sin embargo en Altdorf; tras rechazar el ofrecimiento que allí
se le hizo de una cátedra, en 1667 entró al servicio del arzobispo elector de Maguncia
como diplomático, y en los años siguientes desplegó una intensa actividad en los círculos
cortesanos y eclesiásticos.

En 1672 fue enviado a París con la misión de disuadir a Luis XIV de su propósito de
invadir Alemania; aunque fracasó en la embajada, Leibniz permaneció cinco años en
París, donde desarrolló una fecunda labor intelectual. De esta época datan su invención
de una máquina de calcular capaz de realizar las operaciones de multiplicación, división y
extracción de raíces cuadradas, así como la elaboración de las bases del cálculo
infinitesimal.
Su contribución al mundo de las matemáticas consistió en enumerar en 1675 los
principios fundamentales del cálculo infinitesimal. En 1672 inventó una máquina de
calcular capaz de multiplicar, dividir y extraer raíces cuadradas. En su exposición
filosófica, el Universo está compuesto de innumerables centros conscientes de fuerza
espiritual o energía, conocidos como mónadas. Cada mónada representa un microcosmos
individual, que refleja el Universo en diversos grados de perfección y evolucionan con
independencia del resto de las mónadas. El Universo constituido por estas mónadas es el
resultado armonioso de un plan divino. Los humanos, sin embargo, con su visión limitada,
no pueden aceptar la existencia de las enfermedades y la muerte como partes integrantes
de la armonía universal. Este Universo de Leibniz, "el mejor de los mundos posibles", es
satirizado como una utopía por el autor francés Voltaire en su novela Cándido (1759).

De sus obras filosóficas destacan: Ensayos de Teodicea sobre la bondad de Dios, la


libertad del hombre y el origen del mal (1710), Monadología (1714; publicado en latín
como Principia Philosophiae, 1721), y Nuevo tratado sobre el entendimiento
humano (1703; pub. 1765).

RENE DESCARTES

René Descartes se educó en el colegio jesuita de La Flèche (1604-1612), por entonces


uno de los más prestigiosos de Europa, donde gozó de un cierto trato de favor en
atención a su delicada salud. Los estudios que en tal centro llevó a cabo tuvieron una
importancia decisiva en su formación intelectual; conocida la turbulenta juventud de
Descartes, sin duda en La Flèche debió cimentarse la base de su cultura. Las huellas de
tal educación se manifiestan objetiva y acusadamente en toda la ideología filosófica del
sabio.

El programa de estudios propio de aquel colegio (según diversos testimonios, entre los
que figura el del mismo Descartes) era muy variado: giraba esencialmente en torno a la
tradicional enseñanza de las artes liberales, a la cual se añadían nociones de teología y
ejercicios prácticos útiles para la vida de los futuros gentilhombres. Aun cuando el
programa propiamente dicho debía de resultar más bien ligero y orientado en sentido
esencialmente práctico (no se pretendía formar sabios, sino hombres preparados para las
elevadas misiones políticas a que su rango les permitía aspirar), los alumnos más activos
o curiosos podían completarlos por su cuenta mediante lecturas personales.

Años después, Descartes criticaría amargamente la educación recibida. Es perfectamente


posible, sin embargo, que su descontento al respecto proceda no tanto de
consideraciones filosóficas como de la natural reacción de un adolescente que durante
tantos años estuvo sometido a una disciplina, y de la sensación de inutilidad de todo lo
aprendido en relación con sus posibles ocupaciones futuras (burocracia o milicia). Tras su
etapa en La Flèche, Descartes obtuvo el título de bachiller y de licenciado en derecho por
la facultad de Poitiers (1616), y a los veintidós años partió hacia los Países Bajos, donde
sirvió como soldado en el ejército de Mauricio de Nassau. En 1619 se enroló en las filas
del duque de Baviera.
Los cinco primeros años los dedicó principalmente a elaborar su propio sistema del
mundo y su concepción del hombre y del cuerpo humano. En 1633 debía de tener ya muy
avanzada la redacción de un amplio texto de metafísica y física titulado Tratado sobre la
luz; sin embargo, la noticia de la condena de Galileo le asustó, puesto que también
Descartes sostenía en aquella obra el movimiento de la Tierra, opinión que no creía
censurable desde el punto de vista teológico. Como temía que tal texto pudiera contener
teorías condenables, renunció a su publicación, que tendría lugar póstumamente.
En 1637 apareció su famoso Discurso del método, presentado como prólogo a tres
ensayos científicos. Por la audacia y novedad de los conceptos, la genialidad de los
descubrimientos y el ímpetu de las ideas, el libro bastó para dar a su autor una inmediata
y merecida fama, pero también por ello mismo provocó un diluvio de polémicas, que en
adelante harían fatigosa y aun peligrosa su vida.

Descartes es considerado como el iniciador de la filosofía racionalista moderna por su


planteamiento y resolución del problema de hallar un fundamento del conocimiento que
garantice su certeza, y como el filósofo que supone el punto de ruptura definitivo con la
escolástica. En el Discurso del método (1637), Descartes manifestó que su proyecto de
elaborar una doctrina basada en principios totalmente nuevos procedía del desencanto
ante las enseñanzas filosóficas que había recibido.

Convencido de que la realidad entera respondía a un orden racional, su propósito era


crear un método que hiciera posible alcanzar en todo el ámbito del conocimiento la misma
certidumbre que proporcionan en su campo la aritmética y la geometría. Su método,
expuesto en el Discurso, se compone de cuatro preceptos o procedimientos: no aceptar
como verdadero nada de lo que no se tenga absoluta certeza de que lo es; descomponer
cada problema en sus partes mínimas; ir de lo más comprensible a lo más complejo; y,
por último, revisar por completo el proceso para tener la seguridad de que no hay ninguna
omisión.

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