Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Documento Sin Título
Documento Sin Título
Sus padres, don César Calvo de Araujo -que era un pintor de gran
renombre en su entorno loretano- y doña Graciela Soriano Narváez
de Calvo, le proporcionaron una excelente formación académica,
primero en el Colegio Pedro Tomás Drinot -donde el pequeño César
cursó sus estudios primarios- y, a continuación, en el Colegio
Nacional Hipólito Unanue -donde estudió el Bachillerato-. De estos
dos centros de enseñanza, ambos limeños, egresó con un brillante
expediente académico que le permitió matricularse en la
Universidad Nacional Mayor de San Marcos, donde, cursó estudios
superiores de Letras, Psicología y Derecho.
César Calvo fue una figura muy popular y querida en los ambientes
limeños más variados, desde los círculos artísticos e intelectuales
(en los que se integró durante su etapa universitaria, cuando dio a
conocer sus primeros versos) hasta en los barrios más
desfavorecidos (a los que acudía con regularidad para socorrer a los
pobres y los niños desamparados). Su condición de periodista y
compositor de letras musicales le granjeó numerosas amistades en
todos los estratos sociales, donde siempre fue señalado por su
bonhomía, su fraternidad y su desprendimiento; al mismo tiempo,
sus frecuentes recorridos por todo el mundo, sumados a la
excelente formación académica que había recibido, le convirtieron
en una de las personas más ilustradas de la sociedad limeña de la
segunda mitad del siglo XX, por lo que su opinión era
constantemente requerida en cualquier debate o polémica, ya fuera
de índole política, económica, social, cultural, etc. Célebre también
por sus innumerables escarceos amorosos -fue un auténtico donjuán
entre la población femenina limeña, y dejó asimismo fama de
seductor en las ciudades donde residió provisionalmente-, César
Calvo se distinguió, además, como uno de los más activos
ecologistas de su tiempo, en el que defendió con singular tenacidad
la necesidad de preservar con medidas oficiales la riqueza natural de
la Amazonía. En esta línea de trabajo, emprendió campañas en pro
de la defensa y protección de los animales, dirigió la filial del
Instituto Nacional de Cultura en Iquitos, y asumió también la
jefatura de la Fundación Pro Selva, radicada en dicha ciudad.
Poeta precoz, César Calvo dio a conocer sus primeros versos en los
frecuentes recitales que, a comienzos de los años sesenta,
organizaban los distintos colectivos universitarios y sindicales
limeños. El hecho de que estas composiciones primerizas estuviesen
destinadas a una lectura en voz alta propició que en el estilo del
poeta de Iquitos cobrasen una enorme importancia el ritmo, las
pausas, los acentos y recursos prosódicos de especial rendimiento
en el recitado.
Bibliografía