Está en la página 1de 5

“El concepto de género se ha banalizado”

Page 1 of 5

Martes, 10 de julio de 2012

Sociedad Virginia Vargas, militante feminista peruana

“El concepto de género se ha


banalizado”
En una entrevista con Página/12, Vargas analiza hacia dónde
deberían ir las agendas feministas en Latinoamérica, advierte sobre
la banalización del concepto de género y se refiere al impacto de
los fundamentalismos religiosos en la región.

Por Mariana Carbajal

Desde Estambul
“La violencia contra la
naturaleza es un símbolo de la
violencia contra las mujeres:
es violada y maltratada.
Tenemos que considerar a la
naturaleza no como un
recurso sino como un bien con
derechos. Cuando las
feministas hablamos de
nuestro cuerpo como territorio
y cuando hablamos de la
naturaleza como territorio, las
semejanzas son notables”,
afirma la socióloga peruana
Virginia “Gina” Vargas.
Fundadora del histórico Centro
Virginia Vargas sostiene que la agenda
de la Mujer Peruana Flora feminista se está redefiniendo rápida y
Tristán, Vargas integra el drásticamente.
consejo internacional del Foro
Social Mundial. En los últimos 30 años escribió ampliamente sobre
democracia, ciudadanía, el Estado y la globalización desde una perspectiva
“El concepto de género se ha banalizado”
Page 2 of 5

feminista. Muy lúcida y combativa, encarna y promueve un feminismo abierto,


en diálogo con otras fuerzas de resistencia como los movimientos de pueblos
originarios, campesinos y contrarios a las políticas extractivas, puntualmente
contra la minería. En una entrevista con Página/12, Vargas analizó hacia
dónde deberían ir las agendas feministas en Latinoamérica, advirtió sobre la
banalización del concepto de “género”, se refirió al impacto de los
fundamentalismos religiosos en la región y contó sobre la batalla que están
librando comunidades peruanas contra la minería, una lucha en la que ella
está particularmente involucrada. “Si los feminismos en este momento en
América latina no tienen una lucha abierta dentro de su agenda, como una
dimensión prioritaria, contra el desarrollo económico neoliberal, buscando
alternativas, no estamos yendo muy lejos”, consideró.
Vargas fue una de las expositoras “estrella” del 12º Foro Internacional de la
Asociación para los Derechos de la Mujer y el Desarrollo (AWID), la mayor
conferencia global feminista de los últimos años, que se realizó durante cuatro
días en esta bellísima ciudad que tiene un pie en Europa y otro en Asia, y en
la que cinco veces al día, desde los altoparlantes de los minaretes –de las
tantísimas mezquitas que la pueblan–, invitan a los musulmanes a rezar. El
Foro de AWID puso el eje en la necesidad de incorporar la dimensión
económica en las agendas feministas. Dentro de la conferencia, Vargas fue
panelista y a la vez atenta oyente del seminario sobre “Reconceptualización
del desarrollo, exploración de construcciones alternativas en todo el globo”.
Distintas voces, entre ellas la de Vargas, desmenuzaron el concepto de
“desarrollo” capitalista, partiendo de la idea de que se trata de un proceso
políticamente construido y, por tanto, puede ser definido, pensado y
(re)formulado de diferentes maneras. En un alto de los debates, dialogó con
Página/12.
Es la hora del almuerzo. El sol brilla sobre el estuario del Cuerno de Oro, que
desemboca en el Bósforo, frente al Centro de Convenciones de Estambul,
donde más de dos mil mujeres de 140 países son parte de un encuentro
internacional único por la diversidad de orígenes y las temáticas en discusión.
El sur global tiene amplia presencia. De Latinoamérica hay unas 250
participantes. De la Argentina, alrededor de una docena.
–¿Cómo debe redefinirse la agenda feminista en América latina en
este contexto político?
–Creo que se está redefiniendo rápida y drásticamente de muchas formas. No
es que se hayan perdido nuestras luchas históricas: por el derecho al cuerpo
“El concepto de género se ha banalizado”
Page 3 of 5

como territorio, por la disidencia sexual, por la justicia. Sin embargo, esta
lucha cobra ahora otras dimensiones. El grave problema que tenemos es que
el modelo neoliberal ha cuajado no solamente en aquellos gobiernos de
derechas, a los que estamos acostumbrados, sino también en aquellos
gobiernos que dicen o pretenden o tienen ganas de ser de izquierdas o
progresistas, porque no han abandonado la lógica extractivista, por decir una
de las dimensiones más dramáticas. Si los feminismos en los ’80 y en los ’90
pertenecían a un cierto sector social, en este momento, desde fines del siglo
pasado y lo que va de este, está enriqueciéndose tremendamente por la gran
diversidad de voces que no existían antes con la fuerza que existen ahora,
como los feminismos indígenas y los afrolatinos, que cuestionan claramente
algunas categorías nuestras como el género.
–¿Qué plantean?
–Primero hay que decir que el género se ha vuelto un término tecnificado. El
Banco Mundial lo usa como su caballito de batalla para asumir la problemática
de mujeres; los ministerios y las instituciones nuestras lo usan como un
término técnico apolítico. Pero están las otras críticas de las feministas negras
que dicen que la forma en que nosotros concebíamos las dinámicas de
género bipolares no analizan lo que son las formas de vida de ellas (ver
aparte).
–¿Hay un resurgimiento de los fundamentalismos en
Latinoamérica?
–Es dramático, porque corresponde también a una nueva geopolítica del
poder, como la forma en que los fundamentalismos islamistas han crecido en
este proceso, incluso en lo que hemos llamado con tanto entusiasmo como la
“revolución árabe”. Las mujeres árabes con las que hemos estado en estos
días en el Foro AWID decían: “Para nosotros está empezando a ser el otoño
árabe, porque todos los derechos ganados y las luchas nuestras en las calles
y en las plazas por alimentar esta primavera están siendo absolutamente
barridos”. Eso aparentemente parecería como una realidad lejana en América
latina, pero no es así. No están los fundamentalistas islámicos, pero tenemos
a los fundamentalistas católicos que persiguen a los homosexuales porque –
sostienen– son desviados, enfermos; y el derecho de las mujeres a decidir
sobre su propio cuerpo. El Opus Dei en mi país está metido en todos los
sitios. El gran líder de la Iglesia Católica en Perú es capaz de decir que los
derechos humanos son una gran cojudez. En América latina lo que tenemos
es muy perverso, porque la Iglesia actúa como poder fáctico. Nadie eligió la
“El concepto de género se ha banalizado”
Page 4 of 5

Iglesia. Es un poder privado. Sin embargo, está absolutamente metido en las


decisiones políticas de los países.
–¿Qué está sucediendo en Cajamarca, en Perú, en la lucha por el
agua?
–Perú es un país con pocos procesos de industrialización, pero con una gran
riqueza ecológica y minera, de oro, de cobre, de plata. El oro está siempre
bajo las lagunas, no sobre los cerros. Entonces las compañías mineras que
han estado antes en el departamento de Cajamarca (a 800 kilómetros al
nordeste de la ciudad de Lima), y la firma Yanacocha ha sido a sido la más
destructora, han destrozado las lagunas y toda la economía del lugar. Hay
una nueva propuesta de la minera Conga, que es sucursal de Yanacocha. Y
Conga se desarrolla en un ojo de agua, que llena las lagunas de la zona.
Primero fue la lucha para que Conga no estuviera. “Conga no”, ha sido la
consigna. Pero en el momento en que el gobierno dijo “Conga va”, se movilizó
toda la gente para decir “No queremos a Conga, pero sobre todo queremos el
agua”. El agua comenzó a ser la consigna fundamental. Se hizo una marcha
desde todas las regiones del interior del país hasta Lima. Fue espectacular
porque participó mucha gente joven, indígenas, campesinos, muchas mujeres,
y también hubo muchísima solidaridad desde Lima de hombres y mujeres
jóvenes, y viejos también.
–¿Hay grupos feministas en Perú que articulan las demandas por el
medio ambiente?
–Claro. Concretamente, el feminismo desde donde yo me estoy moviendo,
que es variopinto. Los feminismos no son únicos, son plurales, pero toda esta
tendencia mayoritaria está comprometida con esta lucha contra el
extractivismo, por la defensa de los bienes comunes de la naturaleza como
bienes con derechos, con mucha relación con otros movimientos. Si en países
pluriculturales y multiétnicos esa característica no tiñe a los movimientos, los
movimientos están cojeando de más de una pata.
“Se debe recuperar la lucha por la tierra”
“Una feminista brasileña, Sueli Carneiro, un día cuando estábamos hablando
me dijo: ‘Cuando ustedes dicen que están luchando para que las mujeres
rompan el encierro doméstico y salgan a lo público, ¿de qué mujeres están
hablando? Si nosotras nunca estuvimos encerradas en la casa: fuimos
esclavas, amamantamos los hijos y las hijas de los patrones, fuimos
vendedoras ambulantes, prostitutas, fuimos todo, menos estar encerradas en
“El concepto de género se ha banalizado”
Page 5 of 5

la casa’. Y las feministas indígenas dicen: ‘Ustedes no están contemplando lo


que son las raigambres culturales de lo que son las cosmovisiones de
indígenas y andinas’. No es que una tire el género sino que se pone en la
absoluta obligación de reconceptualizar los propios conceptos con los cuales
estábamos avanzando.”
–¿Hacia dónde deben ir entonces las agendas feministas?
–Si los feminismos en este momento en América latina no tienen una lucha
abierta dentro de su agenda, como una dimensión prioritaria, contra este tipo
de desarrollo, buscando alternativas, no estamos yendo muy lejos. Teniendo
en cuenta que viene ya la Conferencia Mundial de Río+20, se deben
recuperar otras dimensiones de lucha, como es por “la soberanía alimentaria”,
la lucha por la tierra y el territorio, que empiezan a ser dimensiones clave en
las luchas feministas, y por supuesto la lucha contra todos los intentos de los
gobiernos del Norte, pero también muchos del Sur, de pretender superar la
crisis creada por ellos con alternativas tales como el capitalismo verde, que
pone precio a la naturaleza, que liquida directamente los derechos de los
pueblos indígenas y de todas las personas en la sociedad para vivir de
acuerdo con lo que son sus propias necesidades.

También podría gustarte