Está en la página 1de 53

“Nos quisieron enterrar,

pero no sabían que éramos semillas”


Epitafio por Ernesto Cardenal

Titulo original
Descolonización y despatriarcalización de y desde los feminismos de Abya Yala
Autoría:
Ochy Curiel y María Galindo
2015

Coordinación editorial: ACSUR-Las Segovias


Fotografías:
Página 6: Daniel Armando Mariscal
Página 9: Encuentros lesbofeministas Abya Yala
Página 10: Rotmi Enciso & Ina Riaskov / Producciones y Milagros Agrupación Feminista
Página 26: Filmación corto: La Virgen Barbie; trabajo realizado para la muestra Principio Potosi,
María Galindo
Página 43: Marcha sindical, David Fernando Miranda Vargas
Diseño y maquetación: www.guspiragrafics.com

Diseño de portada, impresión y encuadernación


Semillas ediciones y oficios
Invierno 2020

Se reconoce autoría, se desconoce propiedad. Colectivicemos las ideas, la


propiedad intelectual privada también es un robo.
DESCOLONIZACIÓN Y
DESPATRIARCALIZACIÓN
DE Y DESDE LOS FEMINISMOS DE ABYA YALA

Ochy Curiel y María Galindo


Descolonización y
despatriarcalización
de y desde los feminismos
de Abya Yala
1 1
1.
..........................................................pág 7

Introducción

4
2. 3.
........................................................pág 11

La descolonización desde
una propuesta feminista
........................................................pág 27

La revolución feminista se
llama Despatriarcalización
crítica

5
6
1 6
Introducción

En este número de la colección Feminista una categoría de género que, como


Siempre de ACSUR tenemos el placer remar-can las autoras, despolitiza y
de contar con dos feministas tecnifica la perspectiva feminista,
latinoamerica-nas referentes, Ochy Curiel desplazando a las propias mujeres
y María Galin-do, para entender algunas como sujeto político del feminismo.
de las visiones teóricas y las prácticas de
los feminismos a la otra orilla del Para acercarnos a la teoría y práctica del
Atlántico. De su mano, nos acercamos a feminismo decolonial, contamos con la
la propuesta del feminis-mo decolonial y voz de Ochy Curiel, activista
de la descolonización, y la “decolonial, antirracista, lesbofeminista y
despatriarcalización de la sociedad y de anticapitalis-ta”, como ella misma se
los feminismos. define. Fundadora del Grupo
Latinoamericano de Estudios e
La colección Feminista Siempre nació Investigación Feminista (GLEFAS), inte-
con el objetivo de recoger la diversidad grante del Grupo Interdisciplinario de
de los feminismos y divulgar cuestiones Es-tudios de Género (GIEG) de la
de im-portancia estratégica para el Universidad Nacional de Colombia,
movimiento feminista aquí y allá, del autora de nume-rosos libros y
estado español y de los diversos países publicaciones, y cantauto-ra. Impulsora
con los que trabaja ACSUR. En esta del movimiento de mujeres
ocasión, hemos elegido los temas de la afrodescendientes en la región,
descolonización y la des- Curiel participó en el movimiento
patriarcalización porque forman parte feminista autó-nomo surgido en los 90
del núcleo de reflexiones y debates de como respuesta a la ofensiva neoliberal
los fe-minismos no hegemónicos a ambas en el continente lati-noamericano, que
orillas del Atlántico y plantean una crítica hizo emerger las voces feministas críticas
profun-da al rol que muchos estados, que rechazaban la insti-tucionalización
organismos internacionales y ONG de del feminismo, y reclama-ban la
cooperación al desarrollo han tenido en autonomía ideológica, económica y
los llamados paí-ses del Sur, en cuanto a organizativa respecto a los estados, la
la cooptación e instrumentalización de cooperación internacional y los
los saberes y prác-ticas feministas y su partidos políticos.
enmascaramiento en

7
Entre estas voces críticas estaban las bo- Porque, como afirma Ochy Curiel, “un
livianas Mujeres Creando. María femi-nismo que no es antirracista es
Galindo es una de las fundadoras y racista, un feminismo que no sea
explica que el grupo, con más de 20 anticlasista es cla-sista y un feminismo
años de trabajo, combina “la política que no esté luchando contra los efectos
concreta, la interven-ción artística y la del heterosexualidad, como régimen
interpelación directa al poder y a toda político, es heterosexista”.
forma de institución, de forma
totalmente autogestionada” desde su
sede La Virgen de los Deseos, su revis-ta ACSUR, abril de 2015
Mujer Pública y la emisora Radio Deseo.
Realizadora audiovisual y agitadora de ca-
lle, como se autodenomina, María
Galindo es autora del libro A
despatriarcar, donde expone su visión
crítica de los procesos de descolonización
y despatriarcalización im-pulsados desde
el Gobierno de Evo Mora-les y otros
países latinoamericanos. Galin-do cree
que no se puede despatriarcalizar sin
descolonizar, y viceversa, y que no se
trata “de ocupar con mujeres la casa del
amo: mujeres en las policías, los
ejércitos, los parlamentos, las alcaldías o
los gobier-nos. El problema y el desafío
es la capaci-dad de poner en cuestión
las estructuras, lógicas y sentidos de
todas y cada una de estas instituciones”.

Con estos textos queremos aportar


ele-mentos para el debate sobre las
contribu-ciones feministas a los procesos
que bus-can una transformación social,
económica y política radical a una y otra
orilla del At-lántico, así como acercarnos
a la historia y los efectos del régimen
patriarcal y co-lonial desde una mirada
feminista crítica.

8
9 9
10
2 10
La descolonización desde
una propuesta feminista
crítica
Ochy Curiel

La descolonización en los últimos tiempos colonial, y después finalizar con unas pe-
ha estado en boga, sobre todo a partir queñas conclusiones.
de las críticas epistemológicas, éticas y
polí-ticas por parte de movimientos
sociales críticos y sobre todo por parte
Acerca del concepto
de descolonización
de aquellos conformados por la
subalternidad afecta-da por las
jerarquías de raza, sexo, clase,
sexualidad y la geopolítica al eurocentris-
mo en la relación saber-poder. Todo La descolonización como concepto ha
lo cual ha afectado al feminismo. te-nido diferentes posicionamientos.
Como concepto amplio, se empieza a
Más allá de que la propuesta, con sus dife- utilizar en la guerra fría, referido tanto a
rentes concepciones, esté hoy procesos de independencia de pueblos
institucio-nalizándose, tanto en las y territorios que habían sido sometidos
academias, como en los estados y en la a la domina-ción colonial de metrópolis
cooperación inter-nacional, esta ha sido europeas en lo político, económico,
clave para proponer otras matrices social y cultural, como a aquellos
civilizatorias a partir de con-textos procesos que sucedie-ron en América
atravesados por la colonialidad. entre 1783 y 1900 de los cuales surgen
los Estados Unidos y las repúblicas
En las próximas líneas me propongo abor- latinoamericanas; los que su-ceden
dar, en primer lugar, diferentes entre 1920 y 1945 en relación con las
posturas sobre la descolonización para dependencias del Imperio Otomano y
a partir de allí asumir una definición desde donde surgen las independencias
crítica del con-cepto. En segundo lugar, de buena parte de los estados del
colocaré algu-nos elementos de lo que Oriente Medio y el Maghreb; y los que
entiendo por la descolonización en el acontecen entre 1945 y 1970, a raíz de
feminismo, para lue-go retomar elementos los cuales el conjunto del continente
claves de corrientes de pensamiento africano e impor-tantes áreas de Asia, el
críticas feministas para problematizarlas Pacífico y el Caribe se estructuran en
desde el feminismo de- unidades políticas inde-

11
pendientes (Vega, 2010). pensador no constituía una conducta nor-
mal, sino que estaba directamente ligada
La descolonización también ha sido un a la condición colonial. Desde esta
concepto referido a trasformaciones en postura analizó cómo la enajenación, la
el plano epistémico y el ético-político, pobreza y la marginalización son
es a Frantz Fanon a quien le debemos el responsables por muchos de los males
pensa-miento más acabado de esta sociales y psicológi-cos de la época.
perspectiva. Para Fanon, así como el colonialismo fue
un fenómeno violento, la descolonización
también lo sería.
Nacido en Martinica, colonia francesa,
participó en el ejército francés contra la
Alemania nazi, fue médico y psiquiatra y Aime Cesarie (2006) fue otro pionero
activista del Movimiento de del concepto de descolonización. Como
Liberación Nacional en Argelia, todo lo poe-ta y activista comunista, mezcló
cual marcó su visión sobre el concepto estas dos vertientes en sus análisis del
de descoloniza-ción. colonialismo y su propuesta sobre la
descolonización. Nacido también en
Martinica aunque parte de su vida la vivió
En Los Condenados de la Tierra (1977),
en Francia, crea un es-pacio y un mundo
una de sus obras más significativas, Fanon
a través de una catego-ría social y
partía de la hipótesis de que la ideología
política: la negritud, en la cual une las
dominante produce patologías sociales
categorías de clase y raza desde un
e individuales. Desde esta dimensión
proceso cultural-político.
anali-zó el colonialismo como un efecto
del pro-ceso de expansión europea que
ha deve-nido en un perfil psicológico y Sus obras se producen durante los
un patrón de comportamiento de los años 20 y 30, cuando la literatura
pueblos del Tercer Mundo. afroamerica-na cobra un estilo propio
con una dimen-sión lírica, pero a la vez
política. Analizó los efectos de la
Es a partir de esta compresión que se
colonización europea sobre los
en-tiende su propuesta como salida para
colonizados, al descivilizarlos, al em-
lo-grar la descolonización: la violencia,
brutecerlos, al cosificarlos y al exotizarlos.
con-cebida como una fuerza purificadora
que libera al colonizado de su
complejo de inferioridad y su Su propuesta política articula un análisis
desesperación y que im-plica obtener del colonialismo y el racismo, como
una conciencia de libertad y de vecto-res fundamentales del capitalismo
autoafirmación. La violencia para este y de la modernidad occidental, que se
extendería no solo a las relaciones
económicas, sino

12
1. El cimarronaje se refiere a las acciones que llevaron a cabo las personas esclavizadas para escapar del sistema
de la esclavitud. Se refiere a las diferentes huidas, formas de resistencias por parte de las y los esclavizados para
luego construir espacios libres con economías propias que en diferentes lugares de las Américas tomaron diferentes
nombres como Palenques, Quilombos, Cumbes, entre otros.

2. Abya Yala fue el nombre que dieron lxs indígenas Kuna a buena parte del continente que se nombró luego como
América Latina.

al pensamiento y a los valores A partir de allí existen diversas


eurocéntri-cos. propuestas de descolonización tanto de
pensamiento como de prácticas políticas.
La descolonización para Cesaire era
una especie de cimarronaje 1 intelectual Desde la teoría decolonial por ejemplo, el
que se sostiene desde una posición de puertorriqueño Nelson Maldonado
resistencia que devela la crisis define la descolonización como:
civilizatoria de Europa al mostrar los
problemas del proletariado y del
colonialismo. Se trata de una reacción a “procesos de irrupción o
la opresión cultural del sistema colonial violencia simbólica, epistémica, y/
francés, que va en contra de la asimilación o material a través de los cuales
y retoma parte de la cultura africana se intenta res-taurar la humanidad
para la reafirmación. del humano en todos los órdenes
de la existencia de las relaciones
Ambos pensadores concibieron la desco- sociales, de los símbo-los y del
lonización no solo como una no depen- pensamiento. Un proceso de
dencia entre metrópolis y colonias o deshacer la realidad colonial y sus
entre países del norte y países del sur, sino múltiples jerarquías de poder en
como un desmontaje de relaciones de su conjunto, lo que plantea la
poder y de concepciones del necesidad inmediata de trabajo al
conocimiento que fomentan la nivel subjetivo como al nivel
reproducción de jerarquías raciales, estructural […] La desco-lonización
geopolíticas y de imaginarios que fueron implica acción por parte del
creadas en el mundo moderno/co-lonial colonizado (Maldonado 2010: 3)”
occidental Por su parte, Silvia Rivera Cusicanqui,
boli-viana de origen aymara, ha señalado
Desde Abya Yala 2, como pensamiento que no hay posibilidad de una teoría ni
filo-sófico y como práctica política, la un dis-curso descolonizador si no hay
desco-lonización tiene un punto de prácticas que le den sentido, que
partida: las luchas indígenas y negras evidencien lo no dicho, cuestionen el
en los inicios mismos de la conquista y colonialismo interno y cuestionen ciertas
colonización de las Américas hace ya tendencias academi-cistas que sustentan
más de quinientos años frente al teóricamente la des-colonización (Rivera,
genocidio, el dominio eu-ropeo y la 2010).
esclavitud que trajo consigo el
colonialismo. La descolonización ha sido en Abya Yala,

13
incluso una propuesta de Estado. En los Supone además un ejercicio de
úl-timos años, con el socialismo del siglo pensa-miento y de acción que conlleva
XXI, dos países de la región la han a una comprensión de procesos
asumido de esta manera. Se trata de históricos como el colonialismo y la
Ecuador y Bolivia que han propuesto un modernidad occiden-tal y sus efectos en
horizonte, una alter-nativa civilizatoria del establecer jerarquías raciales, de clase,
Vivir Bien / Buen Vi-vir, tomando de sexo, de sexualidad y a partir de allí
fundamentalmente propues-tas de impulsar prácticas políti-cas colectivas
pueblos indígenas, que implica a la vez el frente a las opresiones que produjeron
desmantelamiento del capitalismo y del estas jerarquizaciones como el racismo, el
patriarcado. clasismo, la heterosexualidad, el
adultocentrismo, entre otras.
Estos procesos, como el de Bolivia,
están insertos en el llamado proceso
de cam-bio que surge en el país a La descolonización
partir de que Evo Morales, indígena
boliviano, asume la presidencia. En el en el feminismo
caso de Ecuador, esta perspectiva
tiende a plantearse en torno a la
autodeterminación económica, la sobe-
ranía y al proceso de En un artículo que realicé hace
desneoliberalización (León, 2012). algunos años (Curiel, 2009), me había
referido a la descolonización en el
feminismo, parti-cularmente al feminismo
Más allá de las incoherencias, contradic-
latinoamericano y caribeño, y quisiera
ciones, o avances en este sentido de
tomar algunos as-pectos a los que me
es-tas dos propuestas, una pregunta que
referí en ese entonces como punto de
nos sugieren estas experiencias y que
partida para profundizar en otros aspectos
no es tan sencilla de responder es: ¿Es
que creo importantes hoy.
posible la descolonización dentro del
Estado-na-ción, al ser este una de las
formas de orga-nización política que Una de las tesis centrales que sostuve fue
produjo la moderni-dad y el que al feminismo de la región le traspa-
colonialismo? saba la colonialidad tanto en sus teorías
como en sus prácticas políticas, a
través de varias cuestiones:
En síntesis, más allá de los diversos po-
sicionamientos, podríamos decir que la
descolonización implica un proceso a) En la continua hegemónica
de desenganche de todo síndrome represen-tación universal de “la mujer”
colonial. a partir de

14
3. Entiendo como feminismo latinoamericano y caribeño, distintas corrientes feministas situadas en América
Latina y El Caribe.

experiencias de mujeres blancas, de cla- producidas desde el activismo y


se media, sin considerar otras desde posiciones radicales, se asumen
experien-cias atravesadas por la raza, que no son aptas para el “consumo” ni
la clase, la sexualidad y otras académi-co ni teórico, por tanto no
opresiones. son las refe-rencias de la mayoría de
las feministas de la región.
Sostuve que las mujeres racializadas y
sin privilegios de clase, como las indíge-
nas y afrodescendientes, se A partir de estos elementos, entre
constituían en “las otras” del feminismo otros, propuse que un proceso de
de la región, asumidas como víctimas, descoloniza-ción en nuestros feminismos
como testimo-nios, irreconocidas en implicaba un desenganche de esta
sus teorizaciones y epistemes, pero sí colonialidad que su-ponía retomar
utilizadas como ma-teria prima para la propuestas y postulados de las corrientes
búsqueda de financia-mientos y más críticas feministas que
créditos académicos. desuniversalizaban y desencializaban
el sujeto del feminismo, que recuperaban
b) En la dependencia intelectual euro- las experiencias como productoras de
céntrica en las producciones teóricas. conoci-miento capaces de crear teoría,
Sostuve y sigo sosteniendo que el femi- sobre todo conocimientos desde la
nismo latinoamericano y caribeño 3 tie- subalternidad que cuestionaba la relación
ne una dependencia tanto en el ámbito sujeto-objeto y las relaciones saber-
académico como en el movimiento so- poder.
cial de las teorías y pensamientos produ-
cidos en Europa y Estados Unidos. Estas Es a partir de esta necesidad, entre
producciones siguen siendo los referen- otras cuestiones, que algunas hemos
tes principales que se utilizan para inter- estado conformando lo que hemos
pretar nuestras realidades. denominado Feminismo Decolonial, una
propuesta en construcción que vamos
c) En la separación entre teoria y prácti- fraguando pen-sadoras y activistas de la
ca política. Sostuve que en torno al co- región, la mayo-ria racializadas como
nocimiento se asume la distinción entre indígenas y afrodes-cendientes.
conocimiento puro y conocimiento po-
lítico de forma separada, en la cual se
reconoce una forma de producción del
conocimiento. Muchas de las prácticas Acerca del feminis-
mo decolonial
feministas, fundamentalmente aquellas

15
4. Cada uno de estos conceptos parten de concepciones distintas, incluso, cada uno tiene implicaciones distintas
para la política feminista, pero no me detendré sobre este aspecto particular en este artículo.

El concepto de feminismo decolonial tinas y caribeñas fue proponer y


fue propuesto por la argentina María mostrar que el racismo, el (hetero)
Lugo-nes (2008). Se trata de una sexismo, el cla-sismo son opresiones que
recuperación, de un reconocimiento, de operan de ma-nera simultánea, co-
una síntesis, de buena parte de las existen y son consus-tanciales. Estas
propuestas críticas fe-ministas, de Abya propuestas fueron hechas desde sus
Yala, de Estados Unidos y de Europa, propias experiencias situadas como
situándolas desde nuestros contextos, mujeres racializadas, como negras,
teniendo como premisa la com-prensión generalmente sin privilegios de clase y
de que la modernidad occidental fue muchas de ellas lesbianas.
posible con base al colonialismo, la
expansión del capitalismo y la instalación Así diversos han sido los conceptos
del racismo (Dussel, 1999). Estas son el utili-zados para mostrar esta
Black Feminism y feminismo de color de imbricación: si-multaneidad de
Estados Unidos, el feminismo negro y opresiones (Colectivo Rio Combahee,
los aportes de pensadoras de origen 1988), matriz de opresión (Hill Collins,
indígena de América Latina y el Caribe, el 1998), interseccionalidad (Crens-haw,
feminismo materialista francés y las 1993), fusión (Lugones, 2005) 4.
apuestas de la autonomía feminista
latinoamericana, así como la teoría La Colectiva Rio Combahee, pioneras del
decolonial latinoamericana (Espinosa, Black Feminism y las primeras en conso-
2008). lidar esta propuesta como activistas
femi-nistas y socialistas, utilizaron el
A continuación abordaré de manera concepto de simultaneidad de
sus-cinta los elementos centrales que opresiones eviden-ciándola en su
recu-pera el feminismo decolonial de primera declaración de 1998:
estas corrientes y cómo los va
complejizando desde una posición
situada desde Abya Yala. “Como Negras vemos el feminismo
Ne-gro como el lógico movimiento

La no fragmentación
político para combatir las opresiones
simultá-neas y múltiples a las que se
de las opresiones enfrentan todas las mujeres de color…
Una combi-nada posición antirracista
y antisexista nos juntó inicialmente, y
Uno de los aportes centrales del Black Fe- mientras nos desarrollábamos
minism, de las mujeres de color de Estados políticamente nos di-rigimos al
Unidos, así como de las afrofeministas la- heterosexismo y la opresión
económica del capitalismo (Combahee

16
River Collective, 1988: 179).” Por su parte, María Lugones (2005) ha
pro-puesto el concepto de fusión para
Más adelante, la afrofeminista norteame- expli-car la relación de interdependencia
entre las vidas de las mujeres afectadas
ricana Patricia Hill Collins (2008) utiliza el
por las opresiones y, a la vez, las
concepto de matriz de dominación al ha-
resistencias que se derivan de sus luchas
cer referencia a la organización total de contra ellas. Para Lugones, la lógica de la
poder en una sociedad. A partir de este dominación impo-ne una concepción
concepto propone que el sexismo se debe categorial de lo que, de hecho, es una
analizar con relación a una “matriz de do- fusión o una red de opre-siones. Así,
minación” y analizar cómo interactúan el género y raza, por ejemplo, no se cruzan
racismo, la homofobia, el colonialismo y el como categorías de opresión
clasismo generando un sistema jerárquico separadas y separables, más bien, la opre-
sión de género y la de raza afectan a la
con múltiples niveles de opresión. Para
gente sin ninguna posibilidad de
Hill Collins esta matriz integra varios do-
separa-ción.
minios de poder: elementos estructurales
—como leyes y políticas institucionales—; Aunque con sus diferencias, todos
aspectos disciplinarios —que se refieren estos conceptos y estas perspectivas
a jerarquías burocráticas y técnicas de vi- han sido claves para una visión crítica
gilancia—; ideas e ideologías hegemóni- feminista que cuestiona la
cas; y aspectos interpersonales, prácticas universalización de la catego-ría
discriminatorias usuales en la experiencia “mujeres” desde las experiencias blan-
cotidiana a partir de prácticas. cas, burguesas y europeas, sugieren
cómo funciona la imbricación del
racismo, del sexismo y del clasismo
Más contemporáneamente, Kimberlé
en las experiencias de las mujeres
Crenshaw Williams (1993) propone el con- negras. Una postura deco-lonial
cepto de interseccionalidad, que sugiere profundiza sobre estos aspectos al
entender el entrecruzamiento de catego- asumir que las opresiones han sido pro-
rías de diferencias que se derivan del sexo ductos de la modernidad occidental, por
y la raza. Crenshaw propone este concep- tanto, no son simples ejes de
to para dar cuenta de la percepción cruza- diferencias, sino diferenciaciones
da de categorías de diferencias. Para expli- producidas por los efectos de esa
modernidad conjuntamen-te con las
carla, la autora utiliza la imagen de varias
jerarquías sociales, económicas y
autopistas, donde cada una representa un
culturales que trajo consigo.
eje de diferencia.
Para el feminismo decolonial estas opre-

17
5. Entiendo como episteme un conjunto de relaciones que implican prácticas extradiscursivas y discursivas,
concepciones sociales, económicas, sociales y culturales con continuidades y discontinuidades que marcan
propuestas de mundo.

siones han sido epistemes 5 de la colonia- sistema de género moderno/colonial.


lidad/modernidad occidental, no solo dis- Lu-gones (2008) señaló que la raza no
criminaciones o exclusiones es el único determinante de la
particulares e individuales. Es en ese configuración de la colonialidad del
sentido que reto-mamos la propuesta poder, sino también el género y con ello
decolonial de Anibal Quijano (2000), el heterosexualismo. Ex-plica cómo el tipo
de diferenciación que se aplicó a los
quien señaló que la raza fue un
pueblos colonizados y escla-vizados fue
determinante en la colonialidad del
el dimorfismo sexual, macho y hembra,
poder, que definió como un patrón
por sus capacidades reproducti-vas y su
mun-dial capitalista que se funda en la sexualidad animal. Por tanto, las
imposi-ción de una clasificación racial/ hembras esclavizadas no eran mujeres en
étnica de la población del mundo como tanto que mujer es una categoría
piedra an-gular de dicho patrón de poder. referida fundamentalmente a las
experiencias de mujeres blancas ligadas
De ahí que la idea de raza es la construc- a la maternidad, a roles de esposas, a
ción mental más duradera y estable roles de género, etc. De ahí señala que
pro-ducida por el colonialismo. Pero, género es una categoría moderna y
además, creó oposiciones como colonial.
Oriente-Occiden-te, primitivo-civilizado,
mágico/mítico-científico, irracional- Una pregunta que se deriva de este plan-
racional, tradicional-moderno. En suma, teamiento es la siguiente: ¿Son
Europa y no-Europa. Con América mujeres las mujeres negras e indígenas
(Latina) el capitalismo se hace de hoy, que aún siguen siendo
mundial, eurocentrado y la colonia-lidad producidas por la colonialidad? ¿En
y la modernidad se instalan asocia-das qué sentido lo son y en cuáles no? Es
como los ejes constitutivos de su es- una pregunta compleja, pero que nos
pecífico patrón de poder. Y así se invita a problematizar una de las
fueron configurando las nuevas categorías claves del feminismo: las
identidades so-cietales de la colonialidad mujeres.
(indios, negros, aceitunados, amarillos,
blancos, mestizos) y las geoculturales del Esta perspectiva de la fragmentación de
colonialismo, como América, África, las opresiones implica entonces
Lejano Oriente, Cercano Oriente (las enten-der que no se trata solo de
últimas dos regiones configu-raron Asia abordar las identidades o una sumatoria
más tarde), Occidente o Europa (Europa de ellas, sino también entender el
Occidental después). carácter estructural y sistémico de ellas y
su vinculación, como continuidades de la
Desde una crítica a Quijano, retomamos colonialidad.
los aportes de Maria Lugones con el
concepto

18
6. Colette Guillauman, con su concepto de sexaje definido como una doble relación social de apropiación: una
apropiación privada, física, directa de las mujeres en forma individual por parte de sus padres, maridos, novios; y
una apropiación colectiva de la clase de las mujeres por la clase de los hombres. (Curiel y Falquet, 2005).

7. Cristine Delphy (1970) señala que las mujeres son producidas como “clase de sexo” por una relación de explo-
tación a través del contrato matrimonial en el que ceden su fuerza de trabajo al esposo en contra de un “sosteni-
miento” no monetarizado (techo, ropa, comida), lo que organiza el “modo de producción doméstico”, que existe
conjuntamente con el modo de producción industrial descrito por la teoría marxista (que crea las “clases sociales”).
(Curiel y Falquet, 2005).

8. En el X Encuentro Lésbico Feminista de Abya Yala, realizado en Colombia del 9 al 14 de octubre, fueron aborda-
dos por primera vez estos ejes de reflexión de forma imbricada.

La heterosexualidad mos y situamos la propuesta de Wittig, a


partir de la experiencia colonial (Curiel,
como régimen 2007; Lugones, 2005; Espinosa, 2008).

político Sostenemos que la heterosexualidad


es un régimen político moderno/colonial,
así como las instituciones en las que se
Una de las cuestiones claves que retoma sos-tiene, como la pareja monógama, la
el feminismo decolonial es la compresión familia nuclear, la nacionalidad, la nación,
de que la heterosexualidad no se trata los es-tados nacionales, la ciudadanía. La
de una práctica sexual más, sino que es hetero-sexualidad no siempre afecta de la
un régimen político, propuesta hecha misma manera las relaciones sociales.
por las materialistas francesas, Cuando la raza, la clase, la geopolítica
específicamente Monique Wittig (1982). afectan esas relaciones, la
heterosexualidad adquiere diferentes
Reconocemos con Wittig su perspectiva efectos.
materialista de la heterosexualidad, al
con-siderar a las mujeres como clase de Por otro lado, la heterosexualidad no está
sexo apropiadas individual y desligada de otros fenómenos
colectivamente 6-7 , resultado de la sociales que en este momento afectan a
ideología de la diferencia sexual que Abya Yala y, principalmente, a mujeres
define dos sexos y de la divi-sión sexual pobres y ra-cializadas, ubicadas en las
del trabajo, que naturaliza y oculta las periferias de nuestras ciudades, en
consecuencias económicas, po-líticas y comunidades rura-les, como son los
sociales sobre las mujeres como clase y feminicidios, la militariza-ción, el
que se sostienen en discursos que ella narcotráfico, las políticas neocolo-niales
denominó contundentemente “El pen- como los megaproyectos, etcétera. 8 Al
samiento straigth, una ideologia que contrario, la apropiación de los cuerpos y
se produce como ley general, como la fuerza de trabajo de las mujeres y les-
interpre-tación totalizadora que se asume bianas sigue aumentando. Esto produce
universal y ahistórica.” el control sobre sus cuerpos, el control de
su fuerza de trabajo e, incluso, su
Las feministas decoloniales complejiza- eliminación. Es así como la
heterosexualidad es una ex-presión de la
colonialidad contemporánea.

19
9. En esta década, América Latina se encontró con varios procesos constituyentes, iniciados por Brasil en 1988,
luego Colombia en 1991, seguidos de Perú en 1992, Argentina en 1993, Ecuador en 1997 y Venezuela en 1999.

10. Entre los colectivos de esta corriente encontramos Las Cómplices, constituido por feministas centroamericanas
y mexicanas; Mujeres Creando, constituido por feministas bolivianas, o Las Chinchetas, de feministas dominicanas,
entre otras. Sus apuestas son diferentes aunque en esta época coincidían en estas críticas a la institucionalización,
proponiendo la autonomía ideológica, económica y organizativa de los estados, de la cooperación internacional y
de los partidos políticos.

Las políticas de
Todo este proceso condujo a la
institucio-nalización de los movimientos
desarrollo: sociales a través del surgimiento de las

neocolonialismo
ONGs, la inje-rencia de la cooperación
internacional del Norte y la
burocratización.

La década de los 90 fue el tiempo de la


Un grupo de feministas latinoamericanas y
entrada feroz del neoliberalismo en
caribeñas 10 comenzaron a evidenciar esta
Abya Yala. La vida social fue marcada por
situación que provocaba la pérdida de
el mer-cado, la economía y el capital a
ho-rizontes políticos más radicales y
nivel trans-nacional. El Banco Mundial y el
transfor-madores. Así se fue
Fondo Mo-netario Internacional
construyendo lo que se denominó la
promovieron la idea de que la región iba
autonomía feminista lati-noamericana.
a tener un buen creci-miento económico.
Coincide también que en esta década se
Las feministas decoloniales, algunas de
fortalece la democracia representativa
las cuales hemos sido parte activa de esta
con criterios de mercado, para lo que
corriente, reconocen y asumen buena
desde los estados e institucio-nes como
par-te de las apuestas de las feministas
la ONU, se generan procesos de
autó-nomas, al centrar sus análisis en que
participación ciudadana que garanticen
estos fenómenos eran manifestaciones
cierta estabilidad política. El ajuste
de la neocolonialidad ligadas a la idea
estruc-tural fue la doctrina neoliberal
del desa-rrollo y al progreso que generó la
impuesta que llevó a la región a niveles
moderni-dad occidental.
de pobreza y miserias desorbitantes
(Curiel, 2010).
Arturo Escobar, otro pensador de la
teoria decolonial latinoamericana, define
Mientras tanto, se generó una
moder-nidad de la siguiente manera:
sensación de que realmente las
poblaciones estaban participando en
nuevos pactos sociales multiculturales
a tal punto que en dife-rentes países “En el plano social, la modernidad se
se llevaron a cabo procesos caracteriza por la existencia de
constituyentes para reformar insti-tuciones como el Estado
constitucio-nes que fueran más nación y la burocratización de la
“incluyentes y diver-sas” . 9 vida cotidiana

20
basada en el saber especializado; en Las feministas autónomas hemos plan-
el plano cultural, se singulariza por teado desde la década de los noventa
orientaciones como la creencia en el las implicaciones de este modelo para el
feminismo de Abya Yala: la
progreso continuo, la racionalización
dependencia económica e ideológica de
de la cultura y los principios de indivi-
nuestros mo-vimientos a las agendas
duación y universalización; y en el pla- impuestas, desde los estados, la ONU y la
no económico, se particulariza por sus cooperación inter-nacional del Norte para
vínculos con diversas formas de las cuales muchas feministas
capi-talismo, comprendido el latinoamericanas y caribeñas han sido
socialismo de Estado como forma sus cómplices.
de modernidad (Escobar,2005: 8).”
En ese sentido, como bien planteamos mu-
A partir de ello, el desarrollo fue chas autónomas, aunque en su
concebido para la transformación total de momento no le hayamos nombrado de
las culturas y formaciones sociales de esta manera, un proceso de
países del deno-minado Tercer Mundo, de descolonización frente a estas políticas
acuerdo con los dictados de las del suponía la autonomía eco-nómica e
llamado Primer Mundo. A través de la ideológica frente a los estados, la
planificación, de la coope-ración se ha cooperación internacional y la asunción
pretendido que estas socie-dades se de procesos de autogestión material,
debían convertir en clones racio-nales or-ganizacional, de definición de
occidentales. Occidente, el Norte, proyectos y prioridades políticas, etcétera.
Europa y luego Estados Unidos serían
los ejemplos civilizatorios a seguir como
ma-trices emancipatorias.
CONCLUSIONES:
Igual pasó con el feminismo. Desde el
Norte se pretendía que a través de la He abordado diferentes concepciones
pers-pectiva de género y el desarrollo, del concepto de descolonización. A
como perspectiva, las mujeres de este pesar de las diferentes posturas sobre él,
Sur se de-sarrollaran, se empoderaran, producto de los contextos, de los
pues siem-pre han sido vistas como lugares de enun-ciación de quienes la
simples víctimas de sus opresiones han sostenido, se puede concluir que
(Mohanty, 2008), y al-canzaran los la descolonización implica un
niveles de emancipación que desenganche de los efectos del
supuestamente han tenido las colonialismo que se expresan hoy en la
mujeres blancas europeas y colonialidad contemporánea.
norteamericanas.

21
Mostré cómo el feminismo en Abya Yala gio epistémico desde el cual se elaboran
ha reproducido también esta colonialidad teorías que deben ser referentes
en universalizar el sujeto del feminismo a importan-tes para el feminismo de la
par-tir de las experiencias de mujeres región.
blancas europeas, de producir
fragmentaciones en sus prácticas y sus El feminismo decolonial asume que un
teorías al asumir la autonomía del feminismo que no sea antirracista es ra-
género desligada de la raza, la clase, la cista, un feminismo que no sea anticlasis-
sexualidad. Destaqué los aportes de las ta es clasista y un feminismo que no esté
corrientes más críticas del feminismo y luchando contra los efectos de la
las contribuciones que ha he-cho al hetero-sexualidad, como régimen
feminismo decolonial que nos per-miten político, es he-terosexista.
entender, en primer lugar, cómo las
opresiones derivadas de raza, clase,

BIBLIOGRAFÍA:
sexo y sexualidad han sido productos
de la modernidad occidental, del
colonialismo y de la expansión
capitalista global, y, en segundo lugar,
que estas no se presentan separadas en Combahee River Collective (1988),
la vida de las mujeres y en la vida social a “Una declaración feminista negra”, en:
nivel general. Cherríe Morraga y Ana Castillo (eds)
Esta puente es mi espalda. Voces de
En ese sentido, el feminismo decolonial es mujeres tercer-mundistas en los
una apuesta que desestructura el supues- Estados Unidos, San Francisco, Ism
to sujeto del feminismo hegemónico press. Pp. 172-184.
ins-titucionalizado y esencialista, al
comple-jizar y situar una práctica política
Crenshaw, K. (1993). “Demarginalizing
no solo basada en el género, sino
también la raza, la sexualidad, la clase, la the Intersection of Race and Sex: A Black
geopolítica, etc., siempre situando las Fe-minist Critique of Antidiscrimination
opresiones en una historia crítica que Doc-trine, Feminist Theory, and Antiracist
permita entender cómo estas se Poli-tics”, in, D. Kelley Weisberg (Ed.)
construyeron de forma imbricada desde Feminist Legal Theory: Foundations,
las experiencias coloniales. Philadelphia: Temple University Press.
Pp-17-29.
El feminismo decolonial reconoce los
co-nocimientos producidos por la
Curiel, Ochy y Falquet, Jules
subalterni-dad desde las experiencias,
(comps.).(2005). El Patriarcado al
como privile-
desnudo. Tres feministas materialistas.
Buenos Aires: Brecha Lésbica.
22
23 23
(Abril, 2007). La Crítica Postcolonial desde a tecnologia e a criatividade del Fazendo
las Prácticas Políticas del Feminismo Anti- Genero”, efectuada el 10 de noviembre de
racista. Revista Nómadas, 26. Pp. 96-101. 2013. Disponible en:
http://www.elcotidianoenlinea.com.mx/
(2013). La Nación Heterosexual. Análisis pdf/18402.pdf. Recuperado el 5 de mayo,
del discurso jurídico y el régimen hetero- 2014.
sexual desde la antropología de la domina-
ción. Bogotá. Brecha Lésbica- en la fronte- Fanon, Frantz. (1977). Los condenados de
ra. la Tierra, México, Fondo de Cultura Econó-
mica.
2009). Hacia la construcción de un fe-
minismo descolonizado, en, Yuderkys Hill Collins Patricia. (1998). “La política del
Espinosa(Comp)Aproximaciones criticas a pensamiento feminista negro,” en, Navarro
las practicas teórico política del feminismo y Catharine R. Stimpson, (Comps), ¿Qué
Latinoamericano: Argentina. En la frontera. son los estudios de Mujeres?, México, Fon-
Pp. 113-133. do de Cultura Económica. Pp.253-312.

Dussel, Enrique. (1999). “Más allá del euro- León, Irene (2012). Colonialismo y desco-
centrismo: el sistema–mundo y los límites lonización: nuevas versiones ALAI, Amé-
de la modernidad”, en S. Castro-Gómez, O. rica Latina en Movimiento. Disponible en:
Guardiola-Rivera, & C.Millan, C. (Eds.), Pen- http://alainet.org/active/54259. Recupera-
sar (en) los intersticios. Teoría y práctica do el 21 de febrero de 2014.
de la crítica poscolonial Bogotá: Instituto
de Estudios Pensar-Universidad Javeriana. Lugones, María. (2008). “Colonialidad y
Pp.147-161. Género: hacia un feminismo descolonial”,
en: Género y Descolonialidad. Mignolo,
Escobar, Arturo. 2005. Más allá del Tercer W. (comp.). Buenos Aires: Del signo. Pp.
Mundo. Globalización y Diferencia. Bogo- pp.11-32
tá. Instituto Colombiano de Antropología e
Historia. León, Irene. (2012). Colonialismo y desco-
lonización: nuevas versiones. ALAI, Amé-
Espinosa, Yuderkys. Una crítica descolo- rica Latina en Movimiento. Disponible a:
nial a la epistemología feminista crítica. http://alainet.org/active/54259. [Última
Ponencia presentada en Fazendo Genero. consulta: 21 de febrer de 2014]
Brasilia. Os desafios da arte, a educação,

24
Lugones, María. (2008). “Colonialidad y Económica. Pp. 36-64.
Género: hacia un feminismo descolonial”.
A: Mignolo, W. (Comp.) Género y Descolo- Rivera C., Silvia.(2010). Ch’ixinakax utxiwa.
nialidad. Buenos Aires: Del signo. Pp. 11- Una reflexión sobre prácticas y discursos
32. descoloniales. Buenos Aires. Tinta y Li-
món/Retazos.
(Julio, 2005). “Multiculturalismo radical y
feminismos de mujeres de color”. Revista Vega, Javier. (2010) Diccionario Critico de
Internacional de Filosofía Política, N°25, las Ciencias Sociales. Universidad de Ovie-
Madrid. Pp. 61-75. do. Disponible en:
http://pendientedemigracion.ucm.es/info/
Maldonado, Nelson. (2006). “El pensa- eurotheo/diccionario/D/index.html. Recu-
miento filosófico del giro descolonizador” perado el 20 de febrero de 2014.
Comentario Internacional: Revista del Cen-
tro Andino de Estudios Internacionales, no. Wittig, Monique. (1982). La Pesée straigth,
7 (2006-2007). Questions Féministes. 7. Pp. 11-21

Mohanty, Chandra T. (2008). “Bajo los


ojos de occidente. Academia feminista y
discursos coloniales”, en L. Suárez, & R.
Hernández (Eds.) Descolonizando el Femi-
nismo: teorías y prácticas desde los márge-
nes, Madrid, Cátedra. Pp. pp. 117-164

Quijano, Aníbal. (2000). “Colonialidad del


Poder, Eurocentrismo y América latina”,
en: La Colonialidad del Saber: Eurocentris-
mo y Ciencias Sociales. Lander, E. (coord.)
Buenos Aires: CLACSO. Pp. 201-246.

Rich, Adrienne.(1998). “La heterosexuali-


dad obligatoria y la existencia lesbiana”,
en: Navarro, Marysa y Catherine R. Stimp-
son. (comps). Sexualidad, género y roles
sexuales. Argentina: Fondo de Cultura

25
26
3 26
La revolución feminista se
llama Despatriarcalización
María Galindo
Mujeres Creando

Rabiosa
introducción
Escribo estas líneas desde esa fábrica de re decir que nuestra organización
producción continua de justicia que empieza por romper el criterio
es Mujeres Creando, una organización homogeneizante con el que las
fe-minista con más de 20 años en la organizaciones sociales del continente se
espalda. Un movimiento social autónomo han ido construyendo, que es entender
respecto de partidos políticos, la organización política como la suma
gobiernos, oenegés e iglesias que se ha de iguales. No caímos en esa trampa
ido convirtiendo en un referente de y nos juntamos entre quienes les está
rebeldía para las mujeres bolivianas y en prohibido hacerlo. Somos una cons-
un fenómeno político y cul-tural a partir trucción compleja de sujetos políticos
de una serie terca, continua e he-terogéneos, conectados unos con
ininterrumpida de prácticas políticas que otros por sueños y rebeldías comunes.
tienen la capacidad de abrazar los imposi- Somos indigestas e insoportables
bles con un lado de su cuerpo y la realidad justamente por eso, somos políglotas
concreta, urgente y desesperada con justamente por eso también, nuestros
el otro lado de su cuerpo, construyendo lenguajes son múltiples y, asimismo,
una fusión alucinante e indisoluble entre nuestra capacidad de interlo-cutar con
uto-pía y emergencia. Cuestionamos el nuestra sociedad y con el mun-do es
hecho de que los movimientos se hayan igualmente inabarcable.
concen-trado en la producción de
discurso ideo-lógico y hayan abandonado El criterio de homogeneidad desde
la producción de lo que nosotras don-de parece ser que nos podemos
llamamos “política con-creta” que es la agrupar es una trampa; porque simplifica
lucha cotidiana por produ-cir justicia. la lucha, porque homogeniza lo que no
es posible de homogenizar, porque
“Somos indias putas y lesbianas jun- reduce los hori-zontes de lucha y
tas, revueltas y hermanadas”. Eso quie- además separa una rea-lidad de otra. Es
una de las trampas más peligrosas
porque nos impide relacionar

27
racismo con explotación u homofobia y grupos minúsculos, pequeños, media-
con racismo y así sucesivamente. No se nos y grandes de toda índole,
trata de juntarnos campesinas entre compuestos por mujeres que una vez
campesi-nas, o indígenas entre indígenas más se asocian para rebelarse y seguir
o lesbia-nas entre lesbianas y así atizando el fuego de las rebeldías, hay
sucesivamente. Ese concepto de una serie de institu-ciones que han ido
organización social es fácil de controlar, devorándoselo, insti-tucionalizándolo y
es fácil de mantener en un gueto aparte tratando de anular su poder subversivo.
y, sobre todo, es el tipo de organización No es un movimiento sino muchos, no
que menos potencial sub-versivo tiene cabezas visibles, ni teoría única
contiene. Por otro lado, es un tipo de que lo aglutine o contenga. Con la
organización que para un sujeto políti-co consciencia de esa complejidad les pido
tan complejo como somos las mujeres es permiso para hablar igualmente de eso
imposible de sostener, porque siempre que es el feminismo latinoamericano y de
caerá en el estereotipo de un sector aquello que lo está atravesando en este
de mujeres y en la tentación del tiempo.
tratamiento del sujeto político como si
de un simple sector social se tratara.
La fallida revolución
No somos clientas del estado, ni de las ins-
tituciones; entendemos y desciframos feminista
sus trampas, así que no nos colocamos
en sus puertas con demandas, ni
solicitudes de nada, sino con acciones
Tecnocracia de género y
desquiciantes e intransigentes. feminis-mo: El género se devoró al
feminis-mo

Feminismo
Podríamos decir en términos
generales que la categoría de género
latinoamericano: ha sufrido un proceso de banalización y

sus dolencias y simplificación extremas provocado de

posibilidades
manera directa y deliberada por la
dinámica de las oenegés y la
cooperación internacional. Al punto que
El feminismo latinoamericano es vasto, la categoría de género no supone un
disperso y múltiple y así como tiene una problema ideológico para proyectos
ecle-siales, fundamentalistas, partidistas
cara fecunda y esperanzadora de grupos
o de explotación colonial. Tampoco
supone un problema ideológico para
gobiernos tan
28
dispares como el de Evo Morales, el de bancarización de la economía de auto
de Fujimori o el de Peña Nieto. Todos subsistencia.
tienen su corrección política de género
en algún apartado gubernamental La relación de confusión entre mujeres
parqueada para contento de los y género ha dado lugar al hecho de que
organismos internaciona-les. con tan solo el uso de la palabrita basta
para no calar donde hay que hacerlo, es
La categoría de género es hoy casi un decir, en la interpelación de relaciones de
sim-ple cliché que se expresa en poder patriarcales. Si se habla de
diferentes fe-nómenos. género, pers-pectiva de género o
equidad de género basta, aunque
Muchas veces se aplica ninguna de estas asegure la
simplemente como el número de interpelación real de las relaciones de
mujeres que partici-pan directa o poder. La categoría de género se ha
indirectamente de lo plan-teado sin con-vertido en una retórica tramposa y
ninguna intención de revisar si lo maqui-lladora, que contribuye a un
planteado afecta sus vidas positivamente. proceso de confusión politica. Se ha
Inclusive en los hechos llega a significar la convertido en parte del proyecto
doble carga de trabajo de las mujeres que colonial orquestado por la cooperación
participan de las actividades planteadas internacional y ha sido muy útil para el
bajo el paraguas del género o la reivindi- uso de las mujeres como soporte del
cación de género. proyecto neoliberal a escala continental.

En otros casos, la variable de género se Por otro lado, irónicamente, ya en los


expresa de maneras más perversas al años 80 surgió la figura tecnocrática de
uti-lizar los potenciales de las mujeres la “ex-perta en género y desarrollo”.
para beneficio del propio tejido Aparente-mente, estaríamos frente a un
económico que las empobrece. El caso fenómeno de sofisticación de la
del microcrédito es mucho más que un aplicación de la cate-goría de género en
ejemplo de esto, es un fenómeno el mundo de la coope-ración. Sin
legitimado en el mundo de la embargo, la banalización de la categoría
cooperación, de la economía informal y de de género y el surgimiento de la “experta
las finanzas como lucha contra la pobreza en género” van de la mano de ma-nera
cuando tiene como consecuencia cuasi paralela. Estamos frente a una
directa el sobreendeudamiento de las generación de expertas que no vinculan la
mujeres, la precarización de su trabajo y categoría de género con la matriz ideológi-
el uso de su tejido social en función de ca del feminismo y que tampoco vinculan
un proceso

29
la categoría de género con el análisis de se trata mayormente de personas que
relaciones de poder patriarcales. Son equi- no participan de ningún tipo de grupo,
pos de “traductoras” que lo que hacen lucha
es asimilar los parámetros de o movimiento en sus propios países y que
interpretación de la pobreza, la sin haber hecho la experiencia en prime-
democracia y las relacio-nes norte-sur en ra persona de interpelar las relaciones de
los términos de los gran-des organismos poder que les afectan quieren evaluar el
internacionales y cons-truir en ese trabajo realizado por colectivos de muje-
proceso de asimilación y de traducción res en el Sur. Otra de las grandes falacias
verdaderos blindajes teóricos es que no poseen un análisis de sus pro-
tecnocráticos que encapsulan la categoría pias realidades y se colocan en posición
de género dentro de los parámetros de hacer análisis de realidades del Sur del
más conservadores que nos podamos mundo.
imagi-nar. Tanto que la categoría de
género es hoy inocua, “apolítica”,
No serían dignas de mención en un ensa-
antiséptica y de uso seguro al interior
yo tan breve si no se tratara de un
de políticas de de-sarrollo que protegen
autén-tico ejército de tecnócratas
los intereses de las transnacionales,
ocupadas en estandarizar los términos
políticas del banco mun-dial, de las
y cooptar una a una las luchas nacidas
naciones unidas o de cualquier agencia
en el campo de los feminismos a partir
de cooperación gubernamental.
de toda índole de instituciones. No
serían dignas de men-ción, porque así
Al interior de las “expertas en género como no generan lucha social, no
y desarrollo” hay toda una tipología generan tampoco pensamiento: se
entre aquellas mujeres que pertenecen a ocupan únicamente de la estandariza-
los cír-culos de mando y aquellas jóvenes ción, la traducción y la imposición sutil de
que es-tán en busca de un puesto de categorías de análisis. Se convierten
trabajo por la vía de cursar alguna en un problema por la acción masiva y
maestría en géne-ro y desarrollo. Hay trans-nacional de este cuerpo, que tiene
también aquellas que viajando a como resultado nefasto la distorsión de
participar de alguna oenegé en el sur se muchí-simas de las luchas feministas,
convierten en expertas en Cen- como la lucha contra la violencia
troamérica, países andinos, etc. machista, y otras que paso a paso han
Nosotras recibimos decenas de sido reducidas a for-mas de intervención
solicitudes anuales de mujeres que estatal que las des-politizan e inclusive
quieren participar de Mu-jeres Creando llegan a distorsionar completamente su
para escribir alguna tesis. De nuestra contenido.
experiencia con estas jóvenes puedo
decirles que es lamentable; que

30
La batalla del lenguaje como número de mujeres en los
La tecnocratización de la categoría de gé- partidos y los parlamentos lo que
nero y la sofisticación de su nosotras, las Mu-jeres Creando, llamamos
interpretación ha dado lugar a una serie “cuota biológica” sin contenido
de categorías de reinterpretación de ideológico.
fenómenos fundamen-tales para las
mujeres, a una especie de La batalla del lenguaje, la forma como
transnacionalización e implantación vía nombramos los fenómenos, como los defi-
cooperación de un conjunto de nimos y los comprendemos es una batalla
catego-rías y términos que neutralizan y perdida por las feministas porque nos han
desvir-túan las luchas feministas de las impuesto los términos desde el
mujeres a escala mundial. Voy a proyecto colonial de la cooperación
mencionar tan solo unas cuantas como internacional.
ejemplos.
El proceso que se publicita apunta
Derechos sexuales y reproductivos única-mente a la “inclusión”, la “suma”,
en lugar de soberanía del cuerpo. La el “adi-tamento”. Más allá de haber
pala-bra aborto sigue siendo innombrable perdido la vocación de interpelación, lo
aun-que en muchos proyectos de que hemos perdido es al sujeto mismo,
cooperación se practican formas de es decir, el trabajo con perspectiva de
intervención del cuerpo de las mujeres género es un trabajo sin sujeto. Algunas
indígenas extra-polando el número de veces funciona como si el sujeto fueran
hijos e hijas como una causa de las mujeres pero en términos tan
pobreza. Se fusiona nueva-mente generales cuya genera-lización es
sexualidad y reproducción cuando una equivalente al anonimato, a la
batalla eterna ha sido la de separar inexistencia de sujeto mismo. En
sexualidad de reproducción. No se términos reales sigue nomás siendo la
habla de placer, ni de nada que esté mujer blanca, sana, heterosexual y con
vinculado al infinito y fecundamente formación acadé-mica la que está detrás
político mundo del deseo erótico. de todas esas po-líticas. En Bolivia, la
variante ha sido la de adicionar a la
La internacionalización de la compren- “indígena”, pero en términos de elite
sión de la prostitución como trabajo indígena, de mujeres dirigentes que
sexual, sin tomar en cuenta ni respetar para ocupar espacios prácticamente han
los procesos de discusión y abandonado el nexo con las organiza-
conceptualiza-ción propios de cada ciones de las que vienen o han congelado
sociedad al respecto. las relaciones con éstas.

La participación política de las mujeres

31
La “oenegizacion” de los feminis- lógica de los proyectos es una lógica
mos en el sur prag-mática, que fomenta la
Esta “oenegizacion” es la conversión de fragmentación de la interpretación de los
los grupos y movimientos de acción en problemas. Se trata de un formato de
el sur, en oenegés receptoras de acción y de pensamiento que induce al
financia-miento que asimilan de manera recorte parcial del análisis de la realidad.
clientelar los parámetros, conceptos y Induce al cortoplacismo, por lo tanto,
definiciones planteados por las agencias induce a la pérdida de perspectiva. A la
de financia-miento y los reproducen y continua formulación de proyectos. A la
amplifican en sus sociedades. Hay un separación cubicular de los sujetos y las
fenómeno exten-dido de clientelismo problemáticas sin poder establecer rela-
donde las oenegés se han convertido ciones entre unos y otros. De esta
en aparatos de formu-lación de manera, quienes trabajan en salud nada
proyectos bajo los parámetros, lógicas y tienen que ver con quienes trabajan en
“objetivitis” que la formulación de un agricultura o prostitución, lo que genera
proyecto implican. verdaderos ab-surdos conceptuales;
donde la historia de una mujer migrante
Se trata casi de una rutina que tiene ya dos por endeudamiento y que además
décadas de aplicación y, como termina en la prostitución es imposible
resultado, su jerga ha permeado de ser comprendida en su inte-gralidad,
muchas veces a organizaciones menos aún intervenida con una
sociales, espacios de opi-nión pública, perspectiva integral; donde hablas de mi-
políticas estatales, etcétera. Es pues una gración no hablas de aborto; y donde ha-
rutina que no es inocua, sino que tiene blas de prostitución no hablas de pobreza,
consecuencias directas en la realidad y así sucesivamente.
y las prácticas que me gustaría
ejemplificar: La institucionalización y la oenegización
de las luchas sociales han contribuido a
Ausencia de utopía: esta práctica empobrecer el escenario feminista en las
ha cercenado el horizonte utópico de sociedades del Sur. Las oenegés funcio-
las acciones para estancarse en nan con base en estructuras
lógicas de inclusión dentro “de”. Se ha jerárquicas de mujeres asalariadas
abandonado la posibilidad de cuestionar vinculadas unas a otras por funciones
la estructura misma; de lo que se trata es y curvas salariales cuestionables. El
de formar par-te de la estructura, no de fenómeno de la oenegé como un fin en
desmontarla. sí mismo es un fenómeno extendido.
Mantener el aparato es más im-portante
que la calidad o profundidad de
Fragmentación cubicular del sujeto: la

32
la intervención en la realidad dada. la forma como los campos de lucha femi-
nista han sido cooptados y deglutidos por
Se ha impuesto un patrón estructuras estatales. Para repensar
neoliberal: Todas las políticas desde el desde una clave feminista lo que suponen
estado o las oenegés parten de un muchí-simas mujeres a escala mundial
patrón político libe-ral que se ha ocupando puestos de poder
impuesto sin discusión ideo-lógica e concebidos desde el modelo
inclusive sin consciencia política alguna. masculino, patriarcal y capitalista, tanto
De forma automática se opera bajo una en América Latina como en las tra-
visión liberal de derechos donde el fe- dicionales potencias mundiales. ¿Qué
minismo se ha convertido en muchos su-pone la introducción de cuotas de
ca-sos en un aditamento del liberalismo. mujeres en ejércitos, policías y partidos
Tan fuerte es esto que muchos políticos? ¿No es acaso eso suficiente
gobiernos que se reclaman por ejemplo como para hablar de una fallida
socialistas o de vocación socialista en el revolución feminista, no es acaso eso
caso de las políti-cas hacia o para las suficiente dato como para invitarnos a
mujeres usan el patrón liberal para la repensar las agendas de lucha y los
formulación de cualquier programa. prepuestos políticos de las prácticas
llamadas feministas?
Irrita muchísimo a grandes círculos de
fe-ministas la sola idea de hablar de una
fa-llida revolución feminista, les disgusta, ¿Descolonizar el
no la asumen en cuanto que muchas
consi-deran que el feminismo no tuvo su feminismo?
opor-tunidad, no fue realmente una
concreción como para hablar de una Los referentes históricos, filosóficos y
revolución falli-da. Y claro, en cierto ar-tísticos son eurocéntricos. Toda
sentido tienen razón: ¿Que supondría la teoría y lucha social parece tener que
concreción de una re-volución beber obli-gadamente ese veneno
feminista?, ¿la toma del poder estatal absolutista y tratar de explicarse en los
por parte de las mujeres?, ¿alguna forma términos, categorías, epistemologías y
de gobierno quizás? referencias culturales centro europeas
y norteamericanas. Las autoras
Yo reafirmo la tesis de la fallida traducidas, publicadas y propa-
revolución feminista como una gandeadas, o salen de ese círculo
provocación impres-cindible para acadé-mico y político, o pasan por la
repensar el lugar de los fe-minismos en legitimación de este. Esta realidad no
la lucha social. Para repensar solo ha afectado las luchas y horizontes
de lucha de los fe-

33
minismos latinoamericanos, sino al con- cer es constituirnos en una
junto de luchas sociales. prolongación tardía de ningún
movimiento, tampoco po-demos aceptar
Frente a esto, la única opción posible es la la aplicación “universal” de categorías,
de escribir teoría, formular utopías, analizar una revuelta y revisión de cada una de
hasta el cansancio y en nuestros esas categorías es imprescindible, pero
términos todos y cada uno de los más aún la invención de otras cate-
acontecimientos que nos rodean. gorías y otros referentes.
Replantearnos todos y cada uno de los
referentes históricos que sustentan los En ese contexto, creo que es un
hechos. Aquello que apren-demos en absurdo plantearse la descolonización
nuestros colegios y universi-dades y del femi-nismo, lo que nosotras nos
aquello que vemos en nuestros planteamos es la redefinición del
museos, el relato constitutivo de feminismo. En el caso del feminismo,
nuestras sociedades, no es sino el reflejo la ubicación tradicional y correcta es
de un co-lonialismo interno que lo ha verlo como un movimiento que nace en
sopado todo desde la literatura hasta la el contexto de la revolución francesa
arquitectura. Son muchísimos los y las con la enunciación de los dere-chos de
intelectuales y los movimientos las mujeres y posteriormente con las
históricos del continente que han ido sufragistas. Asumir esta comprensión
resquebrajando desde hace décadas nos ataría inevitablemente a su raíz
esta noción nulificante, y si la ta-rea de occi-dental europea. Por ello, lo que
derribar la historia misma de la filo-sofía, propone-mos es plantear una visión
de la humanidad y del arte está por planetaria del feminismo. Asumir la
hacer, el trabajo ha empezado hace pesada carga de un feminismo ilustrado
rato desde muchos ángulos. europeo es práctica-mente una pérdida
de tiempo, recoger la tradición de las
Esta tarea no es una tarea que yo llamaría luchas de las sufragistas lo es también.
propiamente descolonizadora, porque Como dato remoto quizás funciona,
no se trata de reclamar la ausencia, la pero como punto de partida, de ninguna
omisión manera.
o nuestro lugar en ese cuerpo teórico eu-
rocéntrico. Podemos leer a Hegel, Marx o En ese contexto, nos planteamos la
Foucault desde esta parte del mundo con rede-finición del feminismo como ese
la distancia y desconfianza que esa lectura conjunto de luchas colectivas e
individuales pro-tagonizadas por las
amerita, podemos hacer una lectura crítica
sin perder el aporte de cualquier teoría o mujeres contra toda índole de mandatos
patriarcales, a escala planetaria, de
práctica artística. Lo que no podemos ha-
forma simultánea, en dife-

34
rentes épocas y contextos sociales y en nuestras sociedades y el lugar de las
cultu-rales. Luchas ancestrales de mujeres latinoamericanas en el
desobedien-cia a mandatos patriarcales contexto mundial.
que se dieron en diferentes latitudes de
manera simul-tánea y paralela. Luchas Patriarcado y colonialismo
de las cuales no tenemos referencia por El patriarcado no es un modelo de
esa suerte de co-lonialismo intelectual e domi-nación universal e indiferenciado
histórico que sufri-mos al interior de las general que es idéntico cualquiera sea
academias. Al mismo tiempo, hace falta la socie-dad de la que estamos hablando:
combinar esa definición con lo que basta de concebirlo así. El patriarcado se
llamamos el feminismo intuiti-vo, que es expresa a partir de estructuras históricas
la desobediencia personal de cada y sociales particulares específicas, es
mujer frente al disciplinamiento pa- esa maraña la que hay que desmantelar
triarcal sea cual sea la cultura, edad, clase y para hacerlo hay que detallar cada una
social o lugar al que pertenezca. Una de sus capas.
des-obediencia personal no a partir del
acceso a un cuerpo ideológico, sino a En ese contexto, la relación entre
partir de sí misma y de sus decisiones patriar-cado y colonialismo es un capítulo
existenciales instaladas en su cotidiano. ineludi-ble para el feminismo
latinoamericano. Un capítulo que nos
Esto nos obliga a asumir la tarea de una abre a comprensiones fundamentales
lectura feminista de nuestra historia, sobre la relación directa entre
de nuestras cosmovisiones y de nuestro colonialismo y opresión de las mu-jeres.
tiem-po y lugar político. No nos ubicamos El colonialismo, para reconfigurar el
ni re-conocemos en un feminismo, ni conjunto de la sociedad colonizada,
europeo ni norteamericano, no somos necesitó operar de una manera
un brazo de prolongación de éste y específica sobre las mujeres. Por tanto,
menos aún una copia tardía de sus tampoco es posible entender en
luchas, y cuando ha-blamos de profundidad el colo-nialismo si no nos
patriarcado, decimos que hay no solo abrimos al análisis de su relación con el
una estructura patriarcal general, sino patriarcado. Es redundante decir que
muchas estructuras patriarcales a ser cuando hablamos de estructu-ras
identificadas, descritas, analizadas. Noso- coloniales nos referimos a un pasado
tras nos hemos propuesto la remoto que tiene una suerte de
comprensión de la relación entre vigencia y prolongación en estructuras
patriarcado y colonia-lismo como una de domina-ción contemporáneas.
comprensión imprescindi-ble para
descifrar el lugar de las mujeres Es un análisis imprescindible para enten-

35
der la sociedad boliviana y el lugar de las respuesta es más que obvia. Por un lado,
mujeres en ella. Y cuando me refiero a la los intelectuales que exaltan la
sociedad boliviana es porque en ella ac- resistencia indígena reescriben hoy
túo y estas palabras cobran un sentido de como hace cien-tos de años la
acción inmediata, pero esta premisa se ex- masculinización de la histo-ria. Por el otro,
tiende por supuesto más allá y al conjunto los otros intelectuales culto-res del
del continente más aún. hispanismo son muy parecidos en eso a
sus propios contrincantes: existe un
La dominación patriarcal no llegó pacto patriarcal de silencio sobre la
con los españoles en los barcos subor-dinación de las mujeres. Y aquí la
carencia en la que incurren no es
La relación colonial contada por una his- únicamente sobre la omisión del lugar
que ocupan las muje-res en un proceso
toria masculinizada aparece como una re-
de colonización, sino sobre la
lación que transcurre entre conquistador y
colonización misma, que no pode-mos
colonizado. El conquistador es el protago-
comprender sin comprender los códi-gos
nista de la explotación cruel, el conquista-
que el colonialismo introduce en la mi-
do es la víctima y el sometido. El conquis-
rada sobre el cuerpo de las mujeres como
tador es el amo, el conquistado, su vasallo.
parte fundamental del botín colonial.
El conquistado es también el héroe de la
resistencia, el conquistador es el que im-
pone su poder. Nombrar la relación entre patriarcado y
colonialismo parece un acto de traición
al hermano y a la cultura propia, un acto
En una historia masculinizada donde se
que es sospechoso de estar dirigido a
entremezclan los héroes de un lado y del
debilitar la tesis anticolonial y justificar de
otro en un confuso panorama de proezas,
antema-no al conquistador y que por ello
aquello que queda sumergido y oculto es
no mere-ce perdón. También por esa
la relación entre colonialismo y patriar-
sospecha de “traición” es que es una
cado. Quedan ocultas las continuidades
relación innombra-ble que ha sido
entre las instituciones patriarcales pre-
omitida del mapa político mental a la
coloniales y las instituciones patriarcales
hora de hablar de colonialismo y
coloniales y el papel que jugaron en el
descolonización. Es precisamente la re-
proceso de consolidación de la conquista
lación entre colonialismo y patriarcado la
y el largo colonialismo. ¿Por qué estas co-
que nos va a permitir entender
nexiones no fueron subrayadas?, ¿por qué
muchas continuidades entre un mundo
no fueron evidenciadas?, ¿por qué fueron
precolonial y un mundo colonizado.
menospreciadas en su peso político? La

Cada mujer indígena o española ocupó un

36
lugar específico definido justamente en la discusión sobre la supuesta plena
por esa continuidad patriarcal entre una horizontalidad entre varones y
socie-dad y otra. Al mismo tiempo, el mujeres en el mundo andino antes de la
lugar que ocuparon cada una de estas conquis-ta, porque de esa horizontalidad
mujeres, ya sea la india o la española, ninguna huella queda, si es que la hubo.
estaba perfecta-mente recortado a la Explicito mi escepticismo sobre la
medida de las necesi-dades de posibilidad espe-culativa de una relación
dominación patriarcal y colonial. La horizontalmente complementaria en la
dominación patriarcal no llegó con los relación varón-mu-jer en los Andes a
españoles en los barcos, aunque eso partir de las evidencias actuales. ¿Cómo
qui-siéramos simplificadoramente creer. nos podemos explicar el hecho de que
hayan sobrevivido fruto de la resistencia
Y la forma como se construyó a partir de una serie de instituciones culturales
estructuras patriarcales una andinas, pero la horizontalidad varón-
consolidación de la dominación colonial mujer se haya convertido en un
es algo que per-tenece a la memoria verticalismo secante? Si es que la hubo,
remota de nuestras sociedades, pero la conquista tuvo la fuerza de desmontar
que se manifiesta actual-mente en una esa horizontalidad en el acto. Las
multiplicidad de estructuras de la relación mujeres, además de haber sido
varón-mujer. masivamente viola-das, fueron también
entregadas a los con-quistadores en
El colonialismo produce una señal de alianza política. A mi entender,
combinación particular de la jerarquía tal como ocurría antes de la conquista y
varón-mujer, con la jerarquía racial prolongando más bien de cara al
étnica dando como re-sultado la conquistador europeo aquello que en el
existencia de una compleja tipo-logía imperio Inca era una práctica política alta-
racializada de hombres y de mujeres. Esta mente legitima, como era la de entregar
fusión entre colonialismo y patriarca-do y recoger a las mujeres y niñas elegidas
es una matriz estructuradora de todas como parte del contrato de
las relaciones sociales, sin que ninguna subordina-ción al inca por parte de las
quede a salvo. comunidades, como lo demuestra Irene
Silverblatt en su libro Luna, Sol y brujas:
No hay punto de comparación en todas las género y clase en los andes
páginas que se han escrito para prehispánicos.
entender el colonialismo, con las
escasas que se han escrito buscando Propongo especulativamente, casi como
las huellas de las instituciones quien coloca un puente colgante
patriarcales en ese proceso. Creo que sobre la historia, al menos para
sería caer en una trampa entrar podernos hacer

37
un esquema político, ubicar cuatro serie amplia y compleja de jerarquías
grupos distintos de instituciones so-ciales raciales, sexuales y genéricas
patriarcales que pueden permitirnos que tienen expresiones y consecuencias
diagramar la relación entre colonialismo con-temporáneas. Mirarlas como un
y patriarcado. todo es simplificador porque no son
un bloque. Están unas con otras
superpuestas y esta estructura patriarcal
1. Aquellas instituciones o mandatos en capas de domina-ción nos exige,
culturales, religiosos y políticos patriar- primero, un análisis en pro-fundidad;
cales estrictamente españoles y que segundo, prácticas políticas que no se
fueron impuestos a las mujeres españo- queden en la superficie y, tercero, la
las en las tierras conquistadas. diferenciación sobre la forma como opera
cada una de ellas. Repito: no se puede ha-
2. Aquellas instituciones o mandatos blar de patriarcado como un bloque gene-
culturales, religiosos y políticos patriar- ral compacto.
cales estrictamente precoloniales y que
pervivieron al colonialismo y fueron im- Lo que me parece interesante
puestos a las mujeres indígenas de ma- plantear como primera conclusión que
nera subterránea a la norma colonial. caracteriza a todas es el hecho de que
estos grupos de instituciones culturales,
3. Aquellas instituciones o mandatos religiosas y po-líticas tienen como objeto
culturales, religiosos y políticos patriar- fundamental re-glamentar el contrato
cales españoles que se complementa- sexual y la reproduc-ción. Son
ron con instituciones patriarcales pre- instituciones que concentran su control
coloniales del mundo indígena y que sobre el cuerpo de las mujeres.
dieron lugar a una suerte de alianza pa-
triarcal entre conquistador y colonizado. El colonialismo introduce un tipo de
con-trato sexual para la unión hombre-
4. Aquellas instituciones patriarcales es- mujer blancos y otro tipo de contrato
trictamente españolas adoptadas por el sexual pa-ralelo para la relación india-
universo indígena como propias y apli- indio; otorga al hombre blanco un doble
cadas sobre las mujeres indígenas como código de acce-so simultáneo a las
mandato. mujeres blancas y a las indias pero bajo
estatus diferentes; recoge las
Estos cuatro grupos forman pliegues instituciones precoloniales y aprove-cha
dis-tintos de mandatos, no son un todo el carácter de objeto de intercambio
y a su vez estos pliegues dan origen a político de la mujer india para consolidar el
una colonialismo a través de la alianza patriar-

38
cal conquistador-conquistado. rarquía racial es un derivado del
conjunto de estas normas invisibles y
La relación precolonial varón-mujer, ancestrales. Nuestro origen es la
sea cual fuera el carácter que tuviera, es prohibición, la perse-cución y la violencia,
com-pletamente permeada por el y eso no es sólo una herencia pasada
colonialismo; la india adquiere un valor que cargamos y que te-nemos que
distinto, lo mis-mo que el indio. No solo superar, sino un algo que sigue
es modificada la relación a partir de la aconteciendo en nuestro presente. Es
introducción de dos nuevos actores, el una especie de tiranía de la que no
hombre y la mujer blan-cos, sino que logramos desprendernos y donde se
también queda modificada la relación cultivan y mul-tiplican toda calaña de
indio-india porque también en esta complejos, jerar-quías, violencias y taras
relación entra en juego la mirada co- sociales.
lonial. El resultado de esto es un
disciplina-miento colonial del deseo Porque el deseo ni circuló, ni circula
erótico. libre-mente por la sociedad, porque el
deseo fue disciplinado bajo un código
El racismo no es solamente una construc- colonial de dominación, es que no
ción de jerarquía colonial, sino podemos hablar de mestizaje.
fundamen-talmente patriarcal.
Por esa domesticación colonial del deseo
¿Cómo debe circular socialmente el deseo erótico sexual es que yo prefiero hablar
erótico? ¿Cuáles son las relaciones eróti- de bastardismo y no de mestizaje. Hubo
camente legítimas y cuáles no? ¿Qué mez-cla, sí; la mezcla fue tan vasta que
sig-nificado y valor social tiene a nivel abar-có la sociedad entera, sí, pero no
erótico un cuerpo blanco, respecto de fue una mezcla libre y horizontal. Fue
un cuerpo moreno? una mezcla obligada, sometida, violenta
o clandesti-na, cuya legitimidad siempre
estuvo sujeta a chantaje, vigilancia y
Estos tres núcleos de control sobre la
humillación.
cir-culación del deseo están atrapados
en un proceso histórico de
disciplinamiento colonial. Venimos de El mestizaje es por eso una verdad a
un disciplinamiento colonial del deseo me-dias que quitándole el manto de
erótico que está sub-terráneamente vergüen-za e hipocresía se llama
controlado por normativas coloniales bastardismo. El mestizaje es una
instaladas sobre la base de la verdad a medias que quitándole
continuidad patriarcal entre maquillajes, disimulos y disfra-ces se
colonizadores y colonizados. La llama bastardismo. El mestizaje es una
construcción de la je- verdad a medias de un lugar social

39
brutalmente conflictivo, una raíz tanto colonial como precolonial.
desgarradora-mente irresuelto, Que su vigencia es el establecimiento de
ardorosamente ilegítimo y cientos de una jerarquía racial y sexual que es un eje
veces prohibido. Es un acto liberador
para comprender el lugar de las mujeres
nombrarlo con nombre propio y poder
en nuestras sociedades.
decir que aquí no hay mestizas sino
bastardas. La condición de blancas como
la condición de indígenas es una especie Particularmente en Bolivia, el relaciona-
de refugio ficticio, para tapar aquello miento y el papel del movimiento indígena
que es más angustiante que es la es fundamental, la comprensión de estas
pregunta irre-suelta del origen. estructuras nos permite entender la forma
como el movimiento indígena ha adopta-
No hay blancas sino bastardas, no hay in- do los mandatos inquisitoriales coloniales
dígenas sino bastardas. como propios y los defiende dándole una
nueva vigencia contemporánea a esos
Si tuviéramos que escribir en estas tierras
mandatos en la prohibición del aborto, la
un génesis, éste debería empezar con la
obligatoriedad del matrimonio, la censura
palabra violación. La primera escena de
creación que contemplaríamos no sería del cuerpo desnudo y del placer y la per-
la de Adán y Eva jugando en el paraíso, secución homofóbica del mundo marica.
sino la de la violación de nuestra madre, Una vez más frente a una constatacion así
por parte de nuestro padre. Tenemos afirmamos que no se puede descolonizar
un vínculo directo con la violada y sin despatriarcalizar. El movimiento indíge-
tenemos un vínculo directo con el na no podrá acometer la tarea de desco-
violador y ante el horror de origen, lo lonización planteada sin la revisión de su
que se ha hecho es sustituir esa escena
adhesión a la norma inquisitorial patriarcal.
con una fábula mani-quea que ablanda
los complejos y maqui-lla las cicatrices.
La revolución feminista tiene nom-
Lo que es fundamental es caracterizar bre propio: despatriarcalización
el patriarcado latinoamericano como
una estructura colonial que establece la Esta propuesta nos permite ubicar la lucha
jerar-quía racial sexual. Esto no quiere feminista en esta parte del mundo como
decir en ningún modo que el parte de la lucha de descolonización y al
patriarcado es algo traído con la mismo tiempo poner en cuestión los pre-
colonia, sino que la comple-jidad de los supuestos de la descolonización a partir
mandatos patriarcales tienen de la propuesta de despatriarcalizacion.

Parece un juego de palabras: así como no

40
se puede descolonizar sin dentro del patriarcado sino de
despatriarcali-zar, no se puede desmontaje de este como estructura de
despatriarcalizar sin des-colonizar. poder; una me-todología de práctica
política que supone la capacidad de
Aquello que necesitamos como movimien- decodificar, desmontar, desmantelar los
to no son derechos, sino utopías. mandatos y estructuras patriarcales y
Horizon-tes de lucha que nos permitan el reconocimiento de un nuevo punto
descolocar las energías del feminismo de de partida, que es el hecho de que
esta suerte de trampa liberal en la que el desde el complejo universo de las
proyecto co-lonial de la cooperación mujeres ese proceso de
internacional y los estados nos han despatriarcaliza-ción de facto se está
metido y retomar un horizonte de lucha dando.
utópico capaz de lle-varnos a la
reconceptualizacion de todos y cada uno La rebelión de las mujeres:
de los presupuestos teóricos del figuras para entender la
feminismo, al repensamiento completo despatriarcaliza-ción
de las categorías y lenguajes de lucha y, Estoy hablando de una rebelión muda que
en ese contexto, a superar de una vez radica en una serie de fenómenos
por to-das el uso de la categoría masivos que están cambiando de manera
“género”, como a repensar el sujeto de silencio-sa el panorama de las relaciones
la lucha feminista al mismo tiempo. Todo sociales en nuestras sociedades y que
esto supone la des-patriarcalización. son rebelio-nes que representan rupturas
a las que la sociedad reacciona con una
El problema no es ocupar con mujeres especie de neurosis porque no las
los lugares del amo, mujeres en las quiere ni ver, ni asumir como tales.
policías, en los ejércitos, en los Estas rupturas que pro-tagonizan las
parlamentos, en las alcaldías o en los mujeres a escala continental tienen que
meros gobiernos. El problema y el ver con la ruptura de toda di-visión
desafío es la capacidad de poner en sexual del trabajo, la emancipación
cuestión las estructuras, lógicas y económica de facto, la práctica ilegal del
sentidos de todas y cada una de esas ins- aborto de forma masiva, el rechazo de
tituciones. las mujeres a someterse a la violencia
machis-ta, la ruptura de la división sexual
La despatriarcalización representa del cono-cimiento, entre otras muchas
esa nueva reinvención del feminismo desobedien-cias cotidianas.
entero porque supone al mismo tiempo
un hori-zonte de lucha no liberal, ni de Esa rebelión que es lo que cada caso
inclusión de violencia machista esconde y que
nadie

41
lo explica. Esa rebelión que hace que en el camino de reapropiación de
nin-guna mujer sienta que debe ser nues-tros cuerpos, de nuestras
madre por obligación. Esa rebelión que voluntades y de nuestras decisiones y
pone en cuestión el matrimonio como por ahora la estra-tegia más efectiva
acto de apro-piación de un hombre para hacerlo está sien-do la huida de
sobre una mujer. Esa rebelión que las estructuras familiares y culturales
llevan dentro del cuerpo las cientos de que nos aprisionan. Desde el punto de
miles de mujeres que en todo el vista institucional, son estrate-gias
continente luchan por su emanci-pación alegales e ilegales, no responden a
económica, que invaden las aulas aquello que está permitido o
universitarias y rompen todas y cada promovido por institución alguna. La
una de las reglas del sexismo que prohíbe propaganda del matrimonio, la
a las mujeres soñar y ser libres. maternidad o la cosifica-ción de las
mujeres en nuestro continente es
Se trata de una rebelión de facto que intensiva, por lo tanto estamos hablan-do
no va impulsada por detrás por políticas de una respuesta histórica contestaria
de ningún tipo, es una rebelión inconexa del orden y del deber ser con el que
pero que aun así tiene la fuerza de cre-cemos las mujeres. No es tampoco
cambiar el rostro de las ciudades de una rebelión de las élites sino de los
nuestro conti-nente, tiene la fuerza de sectores populares, estamos frente a una
cambiar las reglas de la economía porque corriente desobediente masiva instalada
ha tenido la capa-cidad de construir un en los más diversos sectores sociales.
tejido social de sub-sistencia que es un Esta rebelión no asumida como tal, esta
auténtico universo de creatividad. rebelión subte-rránea, es el punto de
partida, es el caldo de cultivo de la
Una rebelión que ha puesto en despatriarcalización como utopía
cuestión la maternidad como obligación feminista.
y el lugar absoluto del padre proveedor.
A todo ese gran fenómeno de ruptura La despatriarcalizacion como
cultural y eco-nómica, de ruptura afectiva horizonte nos inspira e impone la
y de huida de las estructuras de revisión del sujeto político del feminismo
dominación es a lo que yo llamo ya no como la mujer en general.
despatriarcalizacion. Despatriar- Sustituimos a la mujer por la fugitiva
calización como realidad dada y que es capaz de huir. Sustituimos a la
como punto de partida también. mujer por la desobediente que opta por
su propio camino. Sustituimos a la mu-jer
Las mujeres latinoamericanas estamos por la conflictiva que es generadora de
problemas allí donde está. Sustituimos a la
mujer por la exiliada económica que es ca-

42
43 43
paz de salir en busca de subsistencia en- excedente económico que genera,
frentando una condición de paria. Sustitui- por ejemplo a través de la
mos a la mujer en abstracto por la abortera bancarización del movimiento
económico que generan to-das esas
y la abortienta que enfrentan el mandato
mujeres comerciantes.
de maternidad todos los días. Se trata de
una serie fecunda e inagotable de figuras
Otro ejemplo muy elocuente sobre el
de mujeres que no son heroínas, sino que te-jido social para-estatal que se ha ido
son señaladas por su comportamiento, por for-mando en torno de las micro-
su rebeldía. Si sumamos a todas esas seña- rebeldías de las mujeres es el cambio de
ladas, a esas fugitivas y desobedientes, te- la estructura familiar. Mientras el estado,
nemos un sujeto político indigesto e impo- toda su nor-mativa y todo el imaginario
sible de disciplinar, ni conciliar: las locas. estatal gira en torno de una familia
nuclear que tiene al padre como
El Estado y la despatriarcalización proveedor y cabeza, la es-tructura
familiar de facto gira en torno a la madre,
Estos procesos masivos que acabo de
es una estructura donde hay otras redes
describir son procesos que se dan de fac-
de solidaridad más complejas y es en
to y muchas veces de manera alegal, ilegal muchos casos una estructura expulso-ra
y enfrentando al propio Estado en sus es- del padre o que ha puesto en cuestión la
tructuras. autoridad paterna. Es una estructura que
es producto de la ruptura que tienen las
Se dan por fuera del Estado, por fuera del mujeres con el contrato sexual estatal
aparato jurídico, creando tejido social no que nos niega placer, libertad y poder de
jurídico, no institucional. El ejemplo más deci-sión sobre nuestras vidas y nuestros
hijos e hijas. Esa es una estructura
claro de esto se ubica en la economía in-
negada por el Estado y cuya legitimidad
formal que opera por fuera de las redes ins-
es siempre puesta en cuestión, cuando
titucionales, pero que al mismo tiempo es no hostigada de antemano, sea por el
vital para las economías formales y para la aparato educati-vo, sea por el aparato
satisfacción de una serie de necesidades jurídico o por ambos al mismo tiempo.
que solo en la economía informal están al
alcance de cualquiera. Abarata el costo de El papel que cumplen los estados y
vida y suprimirlo es para cualquier estado gobier-nos es, entre otros, el de intentar
imposible. No suprimen el tejido social que contener, domesticar y disciplinar a las
la economía informal ha creado, pero sí lo mujeres. No es que los estados
acompañen los proce-sos de
hostigan permanentemente, lo chantajean
emancipación de las mujeres, me-
y crean mecanismos para chupar todo el

44
nos aún que los promuevan a partir de las La relación entre el estado y las mujeres
legislaciones que otorgan derechos. como -no sujeto político-, como
Toda esa es propaganda liberal falsa. Lo mudas, como conglomerado, no como
que los estados han producido es interlocu-toras, sino como una especie de
muchísima re-tórica de igualdad que se reservorio a libre disposición, amerita en
contrasta en los hechos con otro tipo de sí misma un libro. No basta tampoco
relacionamiento del estado para con las decir que esta-mos frente a estados
mujeres. La retóri-ca producida no es patriarcales, porque el carácter patriarcal
inocua porque persua-de y confunde de los estados no es un adjetivo, sino
sobre el verdadero papel que hoy en el un hecho estructural y quedarnos con
siglo XXI están jugando los estados con esta frase gastada poco ayuda a
relación a las mujeres. develar la relación entre el estado y las
mujeres.
Esta retórica en muchos casos está
dirigi-da a pretender contener desde la Si tuviéramos que calificar la relación en-
institu-cionalidad un proceso que es tre el estado y las mujeres yo la retrataría
anti-insti-tucional como es el de la como una relación simultáneamente utili-
desobediencia masiva de las mujeres a taria, chantajista, persecutoria,
los mandatos pa-triarcales. El conflicto esquizoide y neurótica.
hoy parece estar aún instalado dentro de
os muros de la familia, parece ser un Desde mi punto de vista, donde más clara-
conflicto privado, disperso, no masivo, mente podemos analizar las relaciones en-
no político, no social. Por eso, por tre el estado y el universo de las mujeres
ejemplo se ha bautizado la violencia es en cuanto al control sobre la soberanía
machista contra las mujeres como violen- del cuerpo, la reproducción y el trabajo
cia “intrafamiliar”. Esta nominación ubica de las mujeres. Por ello los sujetos que
el conflicto dentro de la familia y fuera de por exce-lencia reflejan las relaciones
la sociedad. Dentro de la familia y como entre el esta-do y las mujeres son las
algo que no interpela al estado y que no putas, las madres y las amas de casa,
tiene que ver con el estado. convertidas en comer-ciantes y en
exiliadas del neoliberalismo.
Calificar la relación entre el estado y las
mujeres como meramente La relación con la prostitución y la mater-
discriminatoria, no solo es simplificar las nidad son dos campos que los estados
cosas, sino que es minimizar el conflicto históricamente han regulado y
entre el estado y las mujeres. tematizado. Uno vinculado a la
reproducción y el otro vinculado al
control sobre el cuerpo de las

45
mujeres. Por eso todas tenemos una suerte de
es-tatus de “putas” en la sociedad
No voy a entrar en detalles aunque en el li- patriarcal y la forma universal de
bro Ninguna mujer nace para puta, le dedi- descalificación de una mujer en
co un capítulo a la relación entre estado y cualquier sociedad es lla-marla “puta”,
prostitución. Allí planteo que el estado pa- es un calificado válido para cualquier
triarcal es un estado proxeneta que mujer.
mien-tras criminaliza y hostiga a la puta
protege al prostituyente. El estado Vayamos ejemplificando y
proxeneta cosi-fica el cuerpo de “la desglosando las relaciones del estado
puta” en función de las “necesidades” con las mujeres.
del prostituyente convir-tiendo el cuerpo
de la puta en mera vagina al servicio del Vigilancia de la madre: toda mujer que
prostituyente, en contami-nante y entra en un rango aunque sea mínimo
peligroso o enfermo. Esta relación entre de conflictividad con el padre de sus
el estado proxeneta y el cuerpo de la hijos y de sus hijas sabe que el estado
puta se puede extender de allí al cuerpo protegerá al padre y pondrá a la madre
de las mujeres cosificado y funcionalizado bajo vigilan-cia social, policiaca y
a las necesidades del estado patriarcal. Lo psicológica. Cual-quier padre está
que juega en esto a favor del estado es protegido por el estado de antemano y
el hecho de que se ha logrado ver y puede quitar los hijos o hi-jas a una
mostrar a la puta como un no sujeto que madre, pero no cualquier madre puede
está fuera de la sociedad. Se ha logrado quitarle sus hijos al padre. El padre tiene
aislar social-mente a la puta e instalar en en los hijos y las hijas un doble po-der
el imaginario social que aquello que con de control y presión sobre la madre, es un
ella pasa se coloca por fuera de las poder que el estado le ha otorgado al
relaciones socia-les. Nosotras en cambio padre de manera directa y especifica.
planteamos que la puta y la relación del La madre tiene que demostrar que es
estado con la puta es el modelo de la buena;
relación entre el estado y las mujeres. La o porque no trabaja y se dedica a la crian-
puta se convierte enton-ces en un sujeto za, o porque trabaja y tiene con qué man-
eje de la condición de las mujeres en una tenerlos, o porque no tiene ningún vínculo
determinada sociedad. Lo que el estado sexual o afectivo con ningún hombre que
hace con las mujeres en si-tuación de no sea su marido, o porque tiene un vín-
prostitución es lo que el estado hace con culo afectivo con sus hijos e hijas. Ningún
el conjunto de las mujeres de muchas padre tiene que demostrar la calidad de su
otras maneras. paternidad porque no hay padre malo.

46
Los casos más dramáticos de esta ma la parte que le conviene y omite todo
tensión entre la madre y el padre por el lo que no le sirve y lo que el estado no está
derecho a la tenencia de los hijos e hijas dispuesto a asumir como responsabilidad
son pre-cisamente con las mujeres en estatal, que es la crianza. Al mismo tiem-
situación de prostitución donde la doble po, el estado reconoce a las mujeres úni-
moral del estado queda completamente camente en cuanto sean madres: si una
expuesta. Cualquier estado descalifica la mujer no es madre, su valor social le será
maternidad de una mujer en situación de mezquinado.
prostitución, cualquier estado hostigará a
una madre en situación de prostitución Negación de conflicto alguno entre
sobre su condi-ción de madre. Pero, al el estado y las mujeres
mismo tiempo, nin-guna burocracia en
La esquizofrenia estatal en su relación
ningún caso verifica ni examina la
con las mujeres está presente en una se-
intencionalidad real del padre de criar a
los hijos e hijas. Basta su vo-luntad de rie de fenómenos sociales, pero donde
chantajear a la madre para que goce de más claro se ve es en la violencia contra
la protección estatal. Desde ya es un las mujeres. Todos los estados se declaran
fenómeno social el hecho frecuente de enemigos de la violencia contra las muje-
que los padres que logran arrebatar los res, protectores de “la mujer”. Las más de
hi-jos e hijas a la madre delegan la crianza las veces esas declaraciones no se sostie-
en las abuelas, las tías paternas o las nen con medidas reales y son meramente
madras-tras. No disputan el lugar de la
enunciativas. Pero lo que en los hechos
madre para ocuparlo ellos como padres.
los estados están logrando garantizar es la
impunidad de la violencia contra las mu-
Exaltación utilitaria de la maternidad:
jeres y el castigo eficiente e inmediato de
los estados en una relación utilitaria fo-
mentan o frenan la maternidad según su cualquier mujer que se defienda y mate al
conveniencia. Todos los estados exaltan violador. Allí no se sacarán los argumentos
la función materna, la maternidad y a las de legítima defensa, o de violencia de gé-
ma-dres al punto que se simboliza a la nero, sino que se tratará esos casos como
patria como madre. La exaltación de la asesinato y punto.
materni-dad gira siempre en torno
únicamente del embarazo y del bebé La relación del estado en el caso de la vio-
como si la materni-dad estuviera
lencia contra las mujeres no solo garantiza
circunscrita al parto. En ese contexto, la
la impunidad del agresor a través de un
relación entre el estado y la madre es
una relación neurótica que afir- aparato policiaco cómplice del violento
y de un aparato jurídico burocrático y co-

47
rrupto: sobre todo, la estrategia estatal mismo esquema de valores y en
es lograr circunscribir el conflicto dentro ningún caso hallan relación entre su
de los muros del ámbito privado y no condición de ser mujeres y el puesto que
como un problema social de primer ocupan, ellas mismas actúan bajo la
orden. Logra al mismo tiempo relativizar esquizofrenia esta-tal. El estado,
el contexto de relaciones de poder del compuesto por hombres y por mujeres
hombre sobre la mujer y logra por que no se piensan desde su condición
último invisibilizar com-pletamente el de mujeres, interlocuta y nego-cia con
hecho de que esta violencia anuncia el una sociedad compuesta por hom-bres y
desacato de las mujeres del contrato omite a todo el vasto y complejo uni-verso
sexual vigente y, como contrapar-tida, el de las mujeres de todo aquello que es
resentimiento machista contra esa trascendental. El estado tiene como
revuelta existencial que están interlocutores exclusivos de la sociedad
sosteniendo las mujeres. Lo que está en a los hombres.
juego no es el golpe de Pedro contra
Maria, lo que está en juego es la ¿Despatriarcalizar al estado?
vigencia de un contrato se-xual de Por lo demás, no es solo irónico, sino
subordinación de las mujeres a los ca-ricaturesco el hecho de que el
hombres y es eso lo que los estados reciente-mente refundado estado
están protegiendo. boliviano tenga una Unidad de
Despatriarcalización que depende del
Por último, está la relación de omisión de Viceministerio de Descolo-nización y
las mujeres del panorama político: las que ambas estructuras estén insertas
mujeres no existimos. Los estados en el Ministerio de Culturas. Es
tratan sus temas centrales bajo una también irónico el hecho de que la compa-
lógica mas-culina, masculinista y machista ñera que es directora de esa unidad es
donde solo los hombres existen y las una mujer indígena kallawaya. Todo esto
mujeres son omi-tidas del mapa político y es un redondeo de la corrección política
social. Masculino porque está que ha logrado el gobierno de Evo
protagonizado por hombres, Morales en la simulación. La Unidad de
masculinista porque está constituido Despatriarcaliza-ción no tiene ni una sola
por la interlocución exclusiva entre política de fondo y difícilmente alcance a
hombres y machista porque está dirigido definir aquello a lo que se dedica. De
a garantizar los intereses y privilegios manera errática, hace dos años
masculinos en cualquier sociedad. promocionaron matrimonios in-dígenas
masivos comandados por el pro-pio Evo
Aquellas mujeres que forman parte de los Morales, realizados bajo la imita-ción del
aparatos estatales se comportan bajo el matrimonio judeo cristiano, pero

48
con rostro y aparariencia mas bien mujeres del ejercicio mismo de la política,
folcló-rica. Es, a todas luces, para cuyo núcleo es el despliegue y la discu-
cualquiera que haga el más superficial de sión ideológica. Esta simplificación de la
los análisis, una instancia sin representación política de las mujeres
presupuesto, sin poder y sin contenido tie-ne un aparato propagandístico que
ni funciones. Se trató de una movida despil-farra el dinero público tan
para aminorar la fuerza ideológi-ca de abusivamente que podríamos decir que
Mujeres Creando como movimiento ha cundido sin tener que cumplir ni una
feminista en nuestra capacidad analíti- sola tarea de dis-cutir, dirimir o analizar
ca y critica. La Unidad funciona como un lo que es la repre-sentación política.
departamento de propaganda que
tiene como única función generar la No se trata de despatriarcalizar al
apariencia de que cuando de las estado: los feminismos de la igualdad
mujeres indígenas se trata la cosa es han acudi-do a buscar su protección,
diferente y ellos son la única palabra para que sea el estado el que ejerza
autorizada. protección sobre la mujer que estuviera
siendo agredida por el hombre en sus
Se trata de crear un tajo de separación derechos. Esa visión ha carecido del
en-tre “las mujeres indígenas” y “las análisis de lo que el estado es y
mujeres urbanas”. representa. El estado no es un tutor im-
parcial, no es la expresión del bien
El Estado Plurinacional boliviano tiene las común. El estado, como bien define y
mismas taras en su relación con las muje- describe Le-nin, es siempre la expresión
res que las que tuvo el otror estado de relaciones de poder y de hegemonías
repu-blicano, liberal y colonial. históricas y en ese contexto el estado es
estructuralmen-te patriarcal. Si el estado
Ha ampliado la presencia de mujeres, es un instrumen-to del patriarcado, si una
pero bajo el mismo reduccionismo de las formas de estructuración del
patriarcal de siempre, el de reducir la poder patriarcal es el estado, plantearse
representación política de las mujeres a su despatriarcalizacion no pasa de ser
un criterio bioló-gico y no ideológico, un absurdo al servicio del propio
implantando como noción general el patriarcado y del propio estado.
hecho de que cualquier mujer que ocupa
un cargo público, sea de representación Tampoco la Unidad de
o de designación, lo hace como Despatriarcaliza-ción creada por el
representante de las mujeres por el estado boliviano mere-ce ser tomada en
solo hecho de tener un útero y sentir-se serio, no solo porque se trata de una
mujeres. Esto implica el despojo de las unidad periférica, sino porque

49
eso es nuevamente perder la iniciativa y conflicto entre el estado y las
permitir que la discusión en torno de las mujeres, cuando de hecho hay un
mujeres como sujeto político esté conflicto que requiere ser nombrado y
encajo-nada en la especificidad y la
dibujado. Serán concesiones dirigidas a
periferia. Los estados modernos han
circunscribir el conflicto a un ámbito
demostrado am-pliamente que pueden
crear todo tipo de unidades burocráticas meramente privado, cuando de hecho
para la atención de esos “otros” cuyos hay un conflicto público que rebasa los
intereses no represen-tan y quedar muros del mundo privado, y por último,
intactos en realidad en su es-tructura. La serán concesiones dirigidas al hecho de
versatilidad retórica de los es-tados es que las mujeres acatemos el contrato
parte de una estructura perversa. sexual patriarcal que de hecho hemos
logrado poner en cuestión y res-
La discusión en torno al estado no quebrajar en su legitimidad.
pasa por quedarse en el debate sobre
sus mez-quinas políticas de cara a las
mujeres o en torno de sus reformas
legales. Ese es un error, es caer en su
trampa. No es una reforma legal a lo que
apuntamos, ni a la conquista retórica de
un derecho escrito en una ley.

No se trata de entrar en el juego de con-


cesión-demanda en el que están inmersos
todos los movimientos sociales en su
rela-cionamiento con el estado. En el
caso de las mujeres, este juego con el
estado es más suicida todavía porque
cualquier cosa que el estado otorgue a
las mujeres será siempre dentro del
esquema de relaciones utilitarias, Para comunicarse con Mujeres Creando:
chantajistas, persecutorias, neu-róticas o
esquizoides. De ese juego sal-drán www.mujerescreando.com
siempre fortalecidos el estado y el
www.mujerescreando.org
patriarcado.
www.radiodeseo.com
mujerescreando@entelnet.bo
Serán concesiones sujetas a negar todo

50 50

También podría gustarte