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En la actualidad muchas personas tienen en su imaginario la idea de que las

bibliotecas son instituciones silenciosas dedicadas al almacenamiento y


ordenamiento de libros. Pero, si bien aún siguen existiendo bibliotecas que “se
quedaron en el tiempo”, es posible afirmar que la biblioteca del siglo XXI tiene
futuro de la mano de las Nuevas Tecnologías de la Información y de profesionales
capacitados y actualizados en ellas. En este sentido, tanto las bibliotecas
escolares, populares, públicas, universitarias, académicas, de investigación y
nacionales deberán adaptarse al mundo digital para reinventarse y así cumplir con
las tareas de: “orientar, ayudar, apoyar, aconsejar… a sus usuarios en el acceso
de información y contenidos independientemente del formato en el que se
encuentren” (Julián Marquina). De esta manera, las bibliotecas tendrán la
oportunidad de abandonar la web 1.0 (estática con documentos que jamás se
actualizan, con contenidos dirigidos a la navegación HTML y GIF, de solo lectura,
sin interacciones en las páginas) para ir hacia la web 2.0 en donde el usuario
participa activamente a través de redes sociales, blogs, plataformas de
autoedición, folcsonomías entre otros. Es así que la biblioteca de hoy debe ser un
espacio en “donde se aplican las tecnologías y la actitud de la Web 2.0 a las
colecciones y los servicios bibliotecarios”,Didác Margaix. Ahora bien, la biblioteca
2.0 requiere un entorno tecnológico actualizado que se adapte a las necesidades
de sus usuarios. En este sentido, la biblioteca electrónica (surgida en los años 70
y 80) hoy en día ha quedado en el tiempo debido a que las pocas colecciones
digitales: artículos científicos y bases de datos se publican en CD- ROOM o son
consultados a través de internet en la misma biblioteca, es decir, que no se
ajustan totalmente a los nuevos formatos tecnológicos. Pero tanto la biblioteca
digital (que presenta sus colecciones en versiones impresas y digitalizadas) como
la biblioteca virtual (en la que el usuario accede a todos los servicios a través de la
web) y los repositorios digitales (espacios centralizados donde se almacena,
organiza, mantiene y difunde información digital, trabajos científicos, conjuntos de
datos o software) todos ellos en conjunto, conformarán una biblioteca híbrida con
múltiples servicios y formas de comunicación. Pero ¿cuáles serán estos servicios?
En respuesta a esta pregunta, es posible mencionar los siguientes: autopréstamo
automático en bibliotecas, videoclubes online, videollamadas, videomarketing,
chatbots, realidad virtual, aplicaciones y sitios web de recomendación de lectura,
descarga de libros electrónicos y audiolibros, espacios de colaboración,
impresoras 3-D, talleres de escritura y tiendas online para vender los libros de
autores locales, makerspaces, es decir, espacios con recursos comunitarios
enfocados a la fabricación de elementos que unen lo físico con lo tecnológico. Se
trata de un taller equipado donde las personas tienen la oportunidad de fabricar
algo, de transformar una idea en un objeto concreto utilizando máquinas para
hacer cortes con láser y por chorro de agua, espacios para soldar, para trabajar
con plásticos o madera, impresoras 3D, software especializado y programas de
diseño en 2D y 3D. Los makerspaces son espacios donde se fomenta el
intercambio tanto de conocimiento y habilidades, como de ideas, formándose una
comunidad de inventores donde los participantes colaboran unos con los otros.
Todos estos servicios harán que los usuarios desarrollen competencias y
habilidades informativas, tales como: el trabajo en equipo, la creatividad, la
comunicación y las habilidades de resolución de problemas y pensamiento crítico.
Concibiéndose la biblioteca como un conector entre conocimiento, personas y
cultura. (The library of the future: hub for knowledge, contact and culture, 2014).
Esto es la alfabetización Informacional, la capacidad de desarrollar un conjunto de
habilidades y competencias que nos permiten reconocer cuándo necesitamos
información, cómo y dónde localizar, evaluar, seleccionar y utilizar eficazmente
esa información. (Pinto; Sales y Osorio, 2008).
Por otra parte, una biblioteca 2.0 debería fomentar y orientar sus servicios hacia el
Acceso Abierto, es decir, aquella información con disponibilidad gratuita en
Internet público, permitiendo a cualquier usuario leer, descargar, copiar, distribuir,
imprimir, buscar o usarla con cualquier propósito legal, sin ninguna barrera
financiera, legal o técnica. En este sentido el libre acceso a la información, es
decir, la accesibilidad en línea para todos, libre de la mayoría de las barreras
impuestas por las licencias y los derechos de autor, para promover el intercambio
del conocimiento en el plano mundial, la innovación y el desarrollo
socioeconómico. Pero, para que todos estos aspectos sean posibles, es necesario
disminuir la brecha digital que separa la tecnología de las bibliotecas para
conformar un espacio, virtual y presencial, donde se desarrollen habilidades
tecnológicas y digitales para los ciudadanos y la comunidad. Pero ¿es posible
disminuir la brecha digital? Como futura profesional sí creo posible la disminución
de la brecha digital y desde mi lugar quisiera colaborar en la construcción de una
biblioteca proactiva para tratar de reducir la desigualdad social y digital para una
mejor ciudadanía, sabiendo que el acceso y la utilización correcta de la
información digital es un requisito ineludible para la igualdad de oportunidades de
los individuos ¿de qué manera lo haría? Trabajando con información multiformato,
proporcionado acceso equitativo al material físico, ofreciendo formación en el uso
de los dispositivos conectados a Internet y del contenido disponible en línea,
ayudando a los usuarios a desarrollar las habilidades necesarias para aprovechar
las oportunidades educativas, económicas y sociales asociadas con la tecnología.
Finalmente, quisiera culminar este texto con una cita extraída del artículo
“Biblioteca y empoderamiento ciudadano”, de Alonso Arévalo, J., Rojas González,
X. (2016) que resume la importancia de las bibliotecas en nuestra sociedad:
“Las bibliotecas en la sociedad empoderaremos al sector de servicios de bibliotecas e información
para construir sociedades alfabetizadas, informadas y participativas. Desarrollaremos estrategias
y herramientas que permitan que las bibliotecas sean proveedoras clave de información,
educación, investigación, cultura y participación social.” (IFLA, 2015)

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