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MoT a/-V.LCLU.y Los origenes del pensamiento filoséfico 3. Explicaci6n racional de la naturaleza En el siglo vi a. C., en Grecia, un conjunto de pensadores, llamacos actualmente presocriticos, cuestionan las explicaciones miticas que reci- ben determinados problemas y buscan explicaciones mas seguras, mas légicas. De esta forma, empiezan a investigar si detrs de la pluralidad de cambios que ‘observamos en la natureleza, incluida nuestra propia vida, existe una realidad bésica, una realidad que no cambia jams. 3.1. Primera cuna: la escuela de Mileto En el sigio wa. C., la Hélade, o mundo grie- go, ocupaba buena parte de las costas del Mediterraneo. Jonia, en Asia Menor, era uno de sus centros més activos. Aqui se" habian establecido los antiguos aqueos (huyendo de la arrasada Micenas) y aqui habia escrito Homero sus obras. Esta serd la primera cuna de la flosofia. 1 Anaximancto. Es una convencién histérica decir que con Tales, astronomo y matemé- tico de la colonia griega de Mileto, se inicia la filosofia. El y sus discipu- los, Anaximandro y Anaximenes, empezaron a cuestionarse el valor de las explicaciones miticas; las consideraban explicaciones arbitrarias y ACTIVIDADES 1210. '0s primeros que flosofaron, buscaban explicaciones I6gicament necesarias; asi pues, fueron los primeros en protagonizar el paso del 9. Elprincpio(arkhé)eslarealidad mito al logos. Y es que intentaron responder a las preguntas que les basica, lafuente de todo, aque- _inquietaban sin recurrir a las Musas, buscando en la propia naturaleza las Uo que esta en todo. En las, sgulentes expresiones tambic causas necesarias de los fendmenos y procurando encontrar una ley a aparece este concepto. Busca partir de la cual se pudiera explicar racionalmente, y no de forma arbi- un sindnimo para cada caso y _traria, la realidad. dicudles crees que son los mas cercanosalsentidedeltérmino asi pensaban que bajo el mundo observacional de los sentidos, bajo e! segin los milesios. Este indivi cipios. + Estamos al principio de cur- eatin Tale 50. © Agua, tierra, aire y fuego sson cuatro principios. * Mi madre dice que lo princi- mundo cambiante de las apariencias naturales, existe una realidad fija y iosorchenie. Sean ase 61 pringlpio del que surge todo es el agua; habia constata- do que el ag humedad es fuente de vida. Para Anaximandro, en cambio, era algo mas abstracto, el apeirén o lo indeterminado; el agua de Tales era una determinacion. Para Anaximenes, en cambio, la materia pal es que coma, primera era el aire; algo parecido al aliento, dilatandose y ratificandose, 1 10. Consulta un libro de Fis cons: constituia el principio vita. tatards que una de las investiga- ciones més actuales es la que Hablamos de estos pensadores, no por las respuestas concretas que gira en torno a cudles son las giaron, sino por las preguntas que se formularon y por la forma en que particulas mas elementales de ta materia, Relaciona esta pro- ° blematica de hoy con la de los Samiento: la bisqueda racional de un prin mmilesios. UNIDAD 1 buscaban responderlas. Lo mas fecundo de ellos es el estilo de su pen- artinjgo, desvinculéndo- se de las representaciones miticas. Hedvas {Culles fueron las circunstancias que hicieron posible que en las ricas Ciudades 0 polis maritimas de Jonia, en concreto en Mileto, se produjera el milagro griego del nacimiento de la racionalidad? — Eran sociedades relativamente abiertas; tuvieron que adaptarse a cambios frecuentes a consecuencia de la dependencia o tutela que sufrian del rey persa y de sus goberadores. — Mantenian contactos, gracias a sus multiples viajes, con pueblos dotados de brilantes civiizaciones (Babilonia, Egipto...) que tenian diferentes mitos y visiones de las cosas. — Su religin, sus mitos, no estaban controlades por dogmas ni sacer- dotes que de forma activa rechazasen la variedad de opiniones. En quella 6poca, eran los poetas quienes expresaban los mitos. ‘Ademés, podemos decir que los griegos tenian una actitud de critica constante, como si cada generacién tuviera que revisar la vision hereda- da y ofrecer una explicacién racional alternativa; es decir, un deseo de mejora permanente. 3.2. Segunda cuna: los pitagéricos También en el siglo wa. C., pero en el sur de Hala (a Magna Grecia), Pitagoras y su comunidad protagonizaron el nacimiento de una forma alternativa de pensamiento racional. Pitégoras, que segun parece fue el primero en afirmar: «(Soy un filbso- nacié en la isla jénica de Samos (570 a. C.); por razones politicas ‘emigr6 al sur de Italia, donde fund6 un movimiento no solamente inte- lectual sino también religioso, moral y politico: una secta de iniciados con un claro objetivo primordial, la purificacién del alma tanto a nivel corporal como intelectual. La secta hizo una re- fiexion religiosa sobre el alma; y defes su inmortalidad sino también la doctr ACTIVIDADES transmision. Los pensadores de la escuela de Mileto Buscaban el principio material del que todo emergia; Pitagoras, en cambio, busca la estructura 0 forma del cos- mos, no los elementos materiales que lo integran. Muy aficionados a la misica, los pitagéricos des- Cubrieron que ésta puede reducirse a proporciones numéricas; es decir, a numeros; en un segundo paso, consideraron que todos los objetos del mundo también pueden reducirse a figuras geo- métricas, y éstas, a expresiones numéricas. Entonces, si el objetivo es escrutar los seoretos del Universo, del cosmos, palabra que significa ‘orden, orgarizacion, armonia, belleza’, hay que estudiar las proporciones numéricas, porque la estructura del cosmos es matematica. mit. m2. Para los pitagéricos, pesan mas los elementos formales que los ‘materiales. Para ellos, lo funda~ ‘mental es la proporcién, la orga- nizaciOn y la estructura. Por ejem- plo, si tienes una obra de arte (una escultura, un cuadro, un conjunto de rnotas musicales...) lo que vale, aquello que le da belleza, es su organizacién, su estructura formal. 2Cual es tu opinién? Defiende tu punto de vista apoyandote en un ejemplo. Escribe sobre el tema: «Todo es matematizable?» Pau- tas para tu respuesta: = Analiza los términos de la pregunta. Esta formulada de forma muy genérica y deberfa concretarse en distintos mbitos del conocimiento. — Indica si en cada 4mbito es 0 no aplicable el método matematico. — Finalmente, Zque significa matematizable? Giese a WA ATCIUY ACTIVIDADES 113, Aqui tienes dos aforismos de Herdclito. A cada uno de ellos le acompafian dos posibles interpretaciones. £Cual crees que es la mas apropiada? Los que entran en los mis- mos rios, cada vez se bafian en aguas diferentes. 4a: Ellecho del ro no cambia. bs No hay dos instantes igua- les. © El agua del mar es la mas pura y la mas contaminada: para los peces es potable y saludable; para los hombres es impotable y mortifera. : Todo es relativo. b: Todo es su contrario. UNIDAD 1 Los origenes del pensamiento filoséfico 3.3. El cambio: Herdclito versus Parménides Alo largo de toda la historia del pensamiento, con frecuencia se han repetido dos concepciones del mundo antagénicas y enfrentadas: como si, inevitablemente, hubiese dos modelos dominantes de reflexién filos6- fica. Herdclito y Parménides son los fundadores de estas dos visiones del mundo arquetipicas. {Cudles son estas dos constantes y opues- tas visiones del mundo? Por un lado, la observacién y la reflexion sobre el cos- mos que realiza Herdciito, cercano a los pensadores de Mileto, le conducen a afirmar que todo esta en cons- tante proceso de cambio, que la inestabilidad es ley de vida. Ciertamente, él, que en su polis de Efeso habia vivido muchos trastornos politicos y sociales, sabia muy bien que nada es perdurable. Por otro lado, la especulacién filoséfica que lleva a cabo Parménides, préximo al mundo pitagérico y que, consecuentemen- te, cuestiona los datos sensoriales, afirma, antalyénica- mente, que los cambios visibles son una apariencia que esconde una permanencia mas profunda. Herdclito de Efeso (550-480 a. C.), de familia aristocratica, observador y especulativo, llamado e! oscuro por su estilo aforistico y enigmatico, concibe el mundo como un proceso continuo de cambios. Su tesis fun- damental radica en la afirmaci6n del perpetuo fluir de todas las cosas: todo pasa, todo corre; los humanos nos realizamos como un proceso que consiste en ser recién nacido, nfo, adolescente, joven, adulto, viejo; igualmente el mundo vegetal (semila,tallo, flor, fruto...) y todo el mundo fisico (dia y noche, estaciones...). Por es0, Herdclito afirma el dinamismo © la movilidad universal El fuego es la metafora que expresa su pensamiento: todas las cosas son llamas de un gran fuego. Las lat pre en movimiento, son procesos o momentos; pero el iveockel ah S prncinio de todo, per- dura. De la misma forma, bajo los elementos contrarios en lucha cons- tante, se esconde una ley, un orden, un fogos, que es justicia; si no hay lucha de opuestos (hombre, mujer; rico, pobre; joven, viejo...), hay injus= ticia, porque un elemento se ha impuesto sobre el otro. Y la justicia es enfrentamiento, polémica, guerra. Por ejemplo, en la relacion entre dos personas sélo habré justicia ¢uando las dos se afirman, se imponen, quieren ser ellas mismas, y, onsecyentemenfe, ja tte ci6n justa ha de ser tensa y polémica. pe Bi te er Parménides de Elea (540-470 a C.) nacié y vivié en la ciudad de Elea, al sur de Italia, en la Magna Grecia. Su pensamiento es visto en polémi- ca directa con el de Herdclto. Escribié una obra filos6fica en forma de poera,titulada Sobre la naturaleza, en la que proclama la inmutabilidad radical de la realidad. Es decir, segin Parménides, los cambios que afirma Herécito son s6lo apariencias sensoriales, la razén nos lleva a negartos. En cierto sentido, los pitagéricos ya menospreciaban las aportaciones sen- soriales; afimmaban que para descubrir teoremas mateméticos no se nece- sita observar el mundo, sélo se tiene que especuiar o razonar lbgicamien- te. Parménides asume esta concepoi6n: silos sentidos nos dicen una cosa yla raz6n otra, debemos guiamnos mas por la razén; los sentidos muchas ‘veoes nos engafian, en cambio un razonamiento légico nunca engaia. En consecuencia, aquello que pienso con rigor ldgico tiene que ser real. Parménides, en su poema, afirma que una diosa le ha revelado una ver- dad incuestionable: «el ser es y el no ser no es», es decir, el ser exis te y la nada no existe. Partiendo de aqui, Parménides empieza a extraer consecuencias légicas, y la mas importante es la negaci6n del cambio. Qué serfa un cambio? Seria el paso de ser una determinada cosa a no ser esa cosa, 0 bien el paso de no ser a ser una determinada cosa; pero la verdad incuestionable de la diosa es: el_ser es y el no set no es. De esta forma, llegamos a que la afirmacién del cambio es absurda; no hay ninguna posibilidad racional de entenderlo, ya que es pura ilusion ACTIVIDADES i ™ 14, iQué dices al respecto? ¢Estés mas cerca de las ideas de Heraclito o de las. de Parménides? Para faciltar tu respuesta, te offecemos unas cvestiones aque pledesutlizar al elaborarla. + itodos los dias te cece el pelo, si cada hora te crecen as fas, si cada minuto varian tus eBlulas.., cen qué sentido puedes decir que con Siendo ta mismo ota misma? « Sivas cambiando los componentes de un ordenador el isco duo, a dis- quetera...), Zen qué momento podras decir que tienes una maquina nueva? @ 15. visita ta Escuela de Atenas de Fl6pots: woraxtecnet/=Wallm/tller/atenes2.htm Busca los dos dnicos fil6sofos presocréticos que apareceny real attividades que sobre ellos se proponen las dos LAS PARADOJAS DE ZENON Es necesario que el decir y el pen- sar sean alguna cosa; porque el ser es, pero lanada noes. Te ordeno que loconsideres, De esta primeravia de investigacion te mantengo alejado, que los mortales, que no entienden nada, se extravian, bicéfalos. Lain- capacidad de su coraje dirige su pensamiento inconsciente. Son arrastrados como sordos y ciegos, desconcertados, estirpe sin juicio, a quienes ha parecido que el ser y el no-ser es lo mismo y no lo mis- mo, y que en todas las cosas hay una doble direccién. Parménides, Ft. 6 Un discfpulo de Parménides, Zenén, también de la polis, de Elea, intent6 que las ideas de su maestro pudieran aceptarse con facilidad e ingeni un conjunto de parado- jas en las que, si no se acepta la inmovilidad universal, uno queda atrapado. La paradoja de Aquiles y a tortuga 5 una de las mas famosas. Una tortuga desafia a Aquiles, el de los pies alados, a ‘competir en una carrera y le dice que, si Aquiles le da un poco de ventaja, no la podra alcanzar. Aquiles acepta y la tortuga, muy arrogante, reafirma que él jams podra ganar la carrera. 2Por qué? Sigue el razonamiento de la tortuga y observa si comete alain error légico. Aquiles esté en el punto de salida, que podemos llamar AQ; la tortuga, que ha conseguido la ventaja, esté en el punto TA. Empieza la carrera, Aquiles va del punto AO al punto Ai, a la altura de la salida de la tortuga, pero, mien- tras, la tortuga ha pasado de su 72; Aquiles todavia no la ha alcanzado. A continuacién, ‘Aquiles va de su punto At al punto A2. Y, mientras tanto, ial punto T1 al punto | la tortuga ha ido del punto T2 al T3: y Aquiles todavia no la ha alcanzado, tiene que ir del punto... Podemos seguir asi infiitamente, de la misma forma que infinitamente podemos dividir un segmento fini. Conclusién: Aquiles jamés alcanzaré ala tortuga; el cambio 0 movimiento es una lusion. Tmo WAC Y 1 La teora de los cuatro elementos (agua, tir, fuego y tera) pertenece a Empédocies, Wags) En estas webs puedes encontrar mas informacion y textos sobre los presocraticos. ‘= www:paginasobrefilosofia.com/ hhtml/Bachi2/Presocraticos/ ‘Apuntes%20Presocraticos/ Presenta.htmt ‘= wwwwebdianoia.com/pages/ textosthm UNIDAD 1 Los origenes del pensamiento filoséfico 3.4. Intentos de conciliaci6n: los pluralistas ‘2 cHerdcito 0 Parménices? ,Quién tiene razén? Empédocles, Anaxagoras y los atomistas Leucipo y Demécrito protagonizaron el primer intento de con- ciaci6n. Estos pensadores no se quedan con su particular «punto de vista», sino que pretenden sumar perspectivas: aceptan de Herdclito que la phy- sis es un proceso de cambios constantes y aceptan de Parménides que lo que es no puede venir de lo que no es. Estas coincidencias en sus respectivos pensamientos nos permiten agruparlos bajo el nombre de pluralistas. \ 0 [ese ico princi —Lo existente no ha surgido de‘un sdlo y unico principio (como defen- dian sus predecesores|, sino de diferentes elementos primigenios, de una pluralidad de elementos originales, de aqui el nombre de «plura- listas», — Los cambios que observamos son combinaciones y recombinaciones de los elementos primigenios, no transformaciones de éstos. Empédocles (494-432 a. C.), de Agrigento (Sicilia), amigo de Parméni- des, recoge la consideracién del agua como principio que formul Tales, la del aire de Anaximenes y la del fuego unificador de Herdclito, y esta- blece la famosa teoria de los cuatro principios no reducibles unos a otros —agua, aire, fuego y tierra—; ésta sera la realidad que nunca cam- bia. Las cosas naturales son combinaciones en proporcién matemética de estos elementos. Y estas combinaciones y recombinaciones estén regidas por dos fuerzas: | Amor (que atrae, une) y el Odio 0 Discordia (que divide). Anaxagoras (500-428 a. C.) nacié en Claxémenes, pequeito puerto de Jonia, pero, a consecuencia de la represi6n persa, emigré a Atenas. Con él, por primera vez, la filosofia se ejercita en Atenas. Sin embargo, al final de su vida fue acusado de ateismo, ya que afirmaba que el Sol no era una divinidad sino una piedra incandescente, y tuvo que exiliarse. Para Anaxagoras, no existen s6lo cuatro principios 0 elementos, sino muchos mas, tantos elementos primigenios como tipos de cosas; en cada cosa esta la simiente, semilla 0 porcién de todas las cosas que ella puede llegar a ser. El hecho que predomine un elemento u otro depende de la intervencién de una fuerza a la que llama nous, es decir, depende de una mente o intelecto. Los atomistas Leucipo de Mileto (450-? a. C.) y Demécrito de Abdera (460-870 a, C.) —de quienes se ha llegado a decir que son los precurso- res del atomismo o vision actual de la materia—, consideran que la realidad basica esta integrada por una infinidad de pequefios objetos duros, invisibles, oe los dtomos, que se mueven libre- mente por accién del zer. ‘Todas las cosas del mundo, incluso nosotros mismos, son un conglomera~ do de dtomos. Los cambios que observamos en el mundo, y en nosotros mismos, no serfan nada més que reconfiguraciones de este conglomeradd. Los cambios 0 reconfiguraciones de &tomos son posibles gracias al va al espacio entre atmo y atomo. mee ae WULicy Socrates y Platon WO Wy a 1 Acrépols, Atenas ACTIVIDADES { 1, Lademocracia de Atenas era efec- tivay directa, proclamaba laigual- dad (iso) en cuatro ambitos: + Isonomia:igualdad ante la ley. + Isogorfa: jgualdad en el Agora, es decir, igualdad de derecho a hablar. * (soteleia: igualdad deimpues- to. ** lsocracia: igualdad de accesoa los cargos pablicos. — Compara, ahora, con un compa- fiero/a, siguiendo los cuatro ambitos de igualdad, nuestra democracia con la democracia ateniense. UNIDAD 2 1. De la physis a la polis En la segunda mitad del siglo v a. C., en un lugar privilegiado —Atenas—, se inicia una nueva busqueda intelectual, no centrada ya en cuestiones fisicas y cosmolégicas, como las que interesaron a los autores presocré- ticos, sino en el propio ser humano y su organizacion social. Sera un nuevo resplandor racional, de teméttica antropolégica, que daré paso al gran esplendor del periodo clésico. 1.1, La democracia ateniense Desde la época Arcaica, las cinco mil pols o ciudades-Estado que con- figuraban la Hélade evolucionaron unas hacia regimenes democratticos, otras hacia regimenes aristocraticos, 0 hacia sistemas mas militaristas. Emergié una polis que fue punto de referencia y admiracion: Atenas, que se abrirfa paso hacia un sistema politico democratico. El camino hacia la democracia fue largo y confictivo. El primer paso consistié en poner or escrito las leyes; asi, en el siglo wi a. C. las leyes de Dracén comen- Zaron a poner limites a la aristocracia, por lo menos evitando que cam- biasen en funcién de las conveniencias del momento, La Constitucién de Solén, justo al comienzo del siglo w a. C., que atendia tanto a los intereses del pueblo como a los de la aristocracia, fue otro paso hacia la democracia. Después de algin retorno temporal a la tirania, podemos decir que la democracia ateniense se inicia realmente con las reformas de Clistenes (610 a. C.) y se hace efectiva y directa por obra de Pericles (siglo v aC). Con Pericles, todos los ciudadanos libres (en Atenas, menos de una cuarta parte de la poblacién) tienen los mismos derechos, todos estén convocados a la Asamiblea Popular semanal, todos, ya fuera por elecci6n o bien por sorteo, podian formar parte de cualquiera de los Organos de poder. Asi, Atenas proclamaba la igualdad de los ciudadanos —varones y libres— ante la ley. 1.2. Sofistas, los profesores de la democracia En la segunda mitad del siglo v a.C., se dio en Atenas una situacion extraordinaria de inquietud, preocupacién y difusién culturales. Hombres inquietos de toda la Hélade (arquitectos, escultores, dramaturgos, fléso- fos...) se trasladaban a Atenas. El grupo de fildsofos que en este momento histérico reflej6 esta situa- cién cuitural es el de los sofistas. El centro de interés de los fiésofos anteriores era la naturaleza; los nuevos pensadores, los sofistas, recha- an esta temética cosmolégica ante la imposiblidad de dar una respues- ta unitaria al problema de la physis y se ocupan de euestiones que giran directamente en torno al ser humano, su educacién para vivir en democracia, su organizacién social, En efecto, los sofistas satisicieron una necesidad historica ligada a la democracia: ensefiaban aquello que todo hombre libre anhelaba, la habilidad retérica o capacidad polit a, Los sofistas se ganaban la vida preparando imnos para la vida activa de la polis, ensefiando la excelencia coats capacitaba en al dominio del lenguaje y la hablidad retérica y poltica que permitia argumentar, persuadir y mostrar lad dos caras de toda cuestién. Ou hy x Los sofistas cuestionaron la capacidad humana de alcanzar un conoci- miento seguro y universal. Eran pensadores que habian visitado diferen- tes polis y habian constatado la dificultad de alcanzar un conocimiento fiable, en el que los habitantes de distintos lugares coincidieran acerca de las mismas cuestiones. En esta linea, Protégoras de Abdera (490- 410 a. C.) mantenia una postura relativista: existe una verdad para ti y otra para mi. En este sentido, 9s oélebre su frase: «E| hombre es la meci- da de todas las cosas.» 0a Wager Gorgias de Leontini (485-389 a. C.) mantuvo un pensamiento atin més radical: afirmaba que no podemos estar seguros de nada. Esta postura se denomina escepticismo, término derivado del verbo griego skepto- ‘mai, que significa ‘examinar atentamente’. Su mirada examinadora le lleva a decir que si algo existe no podemos conocerlo, y si legaramos a conocerlo, no podriamos comunicerio; asi pugs, la actitud mas sensata es la de la duda permanente. Ww ye ee Una de las cuestiones que ocupé a los sofistas fue determinar el caréc- ternatural o convencional de costumbres y creencias. Tomemos, por La palabra es un poderoso sobe- rano que con un cuerpo pe- queiisimo y totalmente invisible lleva a cabo obras realmente di nas, ya que es capaz de disipar et miedo, eliminar el dolor, generar alegria e inspirar compasi6n. Gorgias Vos i ‘ejemplo, la relaci6n existente entre el significante trireme y su significa- <__— do ‘nave de guerra con tres hileras de remos’. {EI término se ha elegi- do por convencién o bien porque la naturaleza del trirreme demanda un nombre de este tipo? El lenguaje mismo zse basa en conexiones natu- rales (physis) 0 s6lo en acuerdos convencionales (nomos)? En cuanto a las leyes y constituciones, jtienen una base natural? La oposicién o contraposicion physis-nomos (es decir, naturaleza-convencién) motive numerosas discusiones y fue analizada a distintos niveles: linguiistico, legal, educacional A nivel educacional, los sofistas suelen afirmar que la excelencia o areté no €s algo que los aristécratas posean por naturaleza, sino que todas las personas pueden adquirilo a través de la educacién. Con esfuerzo y préctica, cualquier ser humano puede adquirr, a modo de segunda natu- raleza, la excelencia propia del ciudadano de una democracia. En este tido, el pensamiento sofista encarna la verdadera actitud democratica, LA PARADOJA DE PROTAGORAS ACTIVIDADES \ @ 2. Lee atentamente el texto de la Paradoja de Protagoras. — Averigua por uées una para- doja. — Atu parecer, Zqué solucién tiene el caso planteado en esta paradoja? — Puedes aportar tu punto de vista en el siguiente foo: www xtecnet/~Ivallmaj/ agora/ protago2.htm Un estudiante, Euatlo, queria asistr a las lecciones de ret6rica de Protégoras para poder ejercer de abogado, pero no disponia de recursos econémicos. Protégoras lo acept6 en sus clases con la condicién de que cuan- do ganase el primer pleito, le pagara todos los hono- rarios. Euatlo, encantado, acepté el trato y asistié a las lecciones de Protagoras hasta finalizar su formacién; més tarde decidi6 no dedicarse a la abogacia y, conse- cuentemente, no pag6 a su maestro. Protégoras le reclam6 los honorarios, pero el estudiante no se veia en la obligacin de pagarle: itodavia no habfa ganado su primer caso! Ante la amenaza de un pleito judicial, el astuto Euatlo argumentaba: =No es necesario que vayamos a juicio, Protagoras; lo gano yo, siguiendo el mandato judicial, no tendré que pagarte; si lo pierdo, como no habré ganado mi primer Pleito, y ésta era nuestra condicién, tampoco tendré que pagarte. Asi pues, Protégoras, no vayamos a juicio: seguro que lo perderds. Peto Protagoras, experto en ver las dos caras de toda cuestién, argumentaba: =Si vamos a juicio, Euatlo, y gano yo, tendrés que pagatme por mandato judicial; si lo pierdo, tu habrés ganado tu primer pleito y por nuestro antiguo pacto, ten- drs que pagarme. ies LVL — Sfsls by Se afirma que Sécrates pronun- ci6 las palabras siguientes al enterarse de que, segin el ordcu- lo de Delfos, él era el hombre mas sabio. «Sin embargo, soy mas sabio que este hombre; porque ninguno de tos dos sabemos nada; pero mien- tras que él piensa que sabe algu- saber nada, yo, como no sé nada, no pienso que sé. Pa- rece, pues, que yo soy més sabio que élen este poco: que, lo que no sé, tampoco pienso que lo sé.» UNIDAD 2 Socrates y Platén . * 2. Sécrates - Podemos decir con seguridad, y no en un sentido irénico, que sobre ‘Sécrates (470-399 a. C.) «(s6lo sabemos que no sabemos nadal». Y es que Socrates no escribié ninguna obra; todo lo que se sabe de él provie- ne de cuatro fuentes que, ademés, estan en desacuerdo. Sus discipulos Jenofonte y Platén escribieron mucho acerca de su maestro, pero dieron imagenes distintas. Aristéfanes, una tercera fuente, ridiculza a nuestro personaje. Por su parte, Aristételes presenta un Sdorates preocupado slo por temas de teor'a del conocimiento. Esta dificultad constituye el llamado problema socratico. Nuestro Sécrates seré el que aparece en los primeros escritos de Piatén, en conereto el de la Apologia de Sécrates. 2.1. Sécrates y los sofistas Sagtin Platon, Sécrates, aunque es coeténeo de los sofistas, se diferen- cia radicalmente de ellos; 61 es su critico y polemizador: rechaza tanto el escepticismo como el relativismo. EI optimismo hacia la razon hu- mana lo conduce a creer en la existencia de leyes estables, leyes-que se pueden descubrir, Sécrates afirma, irénicamente, «gdlo sé que no sé nada» pero no niega la posibilidad de acceso al conocimiento por parte del hombre. Es como si quisiera decir: s6lo quien se reconoce ignorante tiene la posibilidad de iniciar un camino racional hacia el conocimiento. ‘Sécrates comparte con los sofstas la preocupacién por la educacién de los jovenes y por alcanzar a excelencia o areté. Pero su preocupacién es distin- ta; para 4), la excelencia 0 areté es conocimiento. Las pretensiones de los sofistas, argumentaba, son absurdas: pretenden ensefar la excelencia pero afiman que el conocimiento es imposible. La adquisicién de una habiidad 0 excelencia, seguia argumentando, depende del conacimiento; sino hay cono- cimiento, silos hurnanos no conocemos el areté general de la vida, no pode- mos ensefiar: los sofstas, ctiticaba, no saben nada y pretenden ensefiar. 2.2. El método socratico Platén nos explica que la pitia del ordculo de Detfos afirmé que no habia nadie més sabio que Sécrates. Al saberlo, Sécrates fue en busca de hombres que eran considerados sabios y hablé con ellos: paliicos, poetas y artesanos. Y siempre lleg6 a la misma conclusién: sdio é! sabia que no sabia nada. Pero zen qué consiste el método socratico? Inicialmente era el arte del didlogo, el arte de formula las preguntas adecuadas levando la discusi6n hacia un objetivo determinado. Aparentemente daba la sensacién de ser una investigacién conjunta pero, como en una partida de ajedrez llevada por un experto, el interlocutor, con insuperable habilidad, era conducido aire ingenuo e inocente pregunta simulando o fingiendo que no sabe; el interlocutor empieza a responder sin complejos; seguidamente, Socrates hace més preguntas para aciarar aquellas respuestas, y POCO @ POCO Io conduce a contradicciones légicas. Los sofistas asumian la existencia de la contradicci6n, su relativismo ™ hacia defendibles los razonamientos opuestos; pero, en cambio, para ‘Socrates, llegar a una contradiccién invalidaba su razonamiento, pues implicaba rechazar la tesis inicial, punto de partida de la discusién. Resumiendo: el interlocutor se crefa muy sabio, pero era una sabiduria llena de contradicciones, un sabio que cree saber pero que no sabe. ‘ACTIVIDADES El arte de hacer preguntas 1m 3. Sécrates, que se defiende a si mismo frente a los jueces que tienen que dictar sentencia, interroga a uno de sus denun- ciantes, Meletos, que le ha acusado de corromper a los jovenes. Como verds, Sécrates quiere que Meletos reconozca que, en el fondo, nunca se ha preocupado por esta cuestién. ~Estos también pueden. =2Y los miembros del Consejo? —Ven aqui, Meletos, y respénde- me: 2Es cierto que por encima de todo quieres que los jévenes lle- guen a ser mejores? —Muy cierto que sf —Pues, entonces, di a estos hom- bres quién puede hacertos mejores. Porque es evidente que, site ocu- pasdeesto,losabes. Yaquehasen contradoal que los corrompia, que, segiin dices, soy yo, yme levas an- te la justicia y me acusas; dinos, pues, quién es el que los hace me- jores, némbralo pablicamente. Ves, Meletos? Callas y no sabes qué de- cit. {No te parece vergonzoso y al —También los miembros del Con- sejo iY los hombres dela asambléa po- pular, los eclesiastes, corrompen quizd alos j6venes? 20 bien todos ellos también los hacen mejores? —También los hacen mejores. Todos los atenienses, porlo que veo, hacen perfectaa la gente, aex- cepcién de yo mismo, que soy el nico corruptor. 2Es esto lo que dices? Por supuesto que digo esto. ‘mismo tiempo una prueba suficente de lo que yo digo que —iQué fatalidad me atribuyes! Y bien, respéndeme: jamas te has ocupado de estas cosas? Di, buen amigo, Crees que con os caballos pasa lo mismo? dLos que los quién los hace mejores? hacen mejores son todos los hombres y quien los estro- pea es uno solo? £0 la verdad es todo lo contrario, que —las eyes. ‘ p un solo hombre, 0 por lo menos muy pocos, los buenos —No te pregunto esto, excelente amigo, sino qué hom- _caballistas, tienen capacidad para hacer que sean mejo- bre es el que los hace mejores, conociendo primero las_res, mientras que la mayorfa de los hombres, sise les acer- leyes. ‘an y los utilizan, los estropean? ZNo te parece que esto — Estos, Sécrates, los jueces. asi, por lo que respecta a los caballos y a los demas, ~ZQué dices, Meletos, los ueces pueden educaralosj6- animales? Pues asf es, en efecto, tanto sity Anitos lo venes y hacerlos mejores? aceptais como sino. En cambio, iqué felicidad para los ce jvenes, si un solo hombre los estropease, y en cambio bE N todos los demas los hicieran mejores! Pero la verdad es, —£Pero todos, o mas bien unos sfy otros no? Meletos, que estas demostrando que jams has pensa- —Todos. do en los jévenes y manifiestas muy claramente tu in- ~Esto es hablar bien, por Hera. Buenos educadores no _ diferencia poreellos, y que nada de aquello por lo que me nos faltarén. bien, estos quenos escuchan, pueden vol- _levas ante el tribunal te ha preocupado jamés. verlos mejores 0 no? Platén, Apologia de Sécrates,244-25c. — Ponle titulo al texto. El titulo debe expresar, brevemente, la tematica dominante. — Sécrates, experto en el arte de hacer preguntas, intenta debilitar la posicin de Meletos. éCémo resumirias lo que se dice en la parte final del didlogo? — En su argumentacién, Sécrates hace referencia a la naturaleza, a los caballos: sélo pocos hombres los mejoran y la ‘mayoria los estropea. 2Crees que es adecuado aplicar a los humanos situaciones como la doma o la educacién de los caballos? FILOSOFIA ANTIGUA La muerte do Séerates 1H Los sabios interrogads y riicuizados en piblic por Sécrates no tardaron en acu- saro y denuncialo. Asien el ao 390 a, C. un tuna democetico lo candené a beter Cicuta, «por no creer en los dioses de la pols por corromper a la juventud aL Davis Sécrates y Platén Con su arte de hacer preguntas, Sééfates levaba a con- tradicciones desacreditadoras a quienes orefan sabe Pero, una vez aceptada la propia ignorancia, una vez abendonados los prejuicios y los saberes infundados, este arte se convertia en una herramienta de acceso al conocimiento, se convertia en mayéutica, en el arte de ayudar al interlocutor a buscar por si mismo la verdad, verdad que se esconde en su propio interior. «Mayéu- tica», del verbo griego maieuo, ‘pari’ 0 ‘dar a luz’. Asi al igual que su madre, que era comadrona, Sécrates afirma ejercer el arte de ayudar a que nazcan las ideas, 2.3. La ética socratica También segin Platén, la actividad soorética tenia una finalidad profunda- mente ética. Para Sécrates, la excelencia o virtud (areté) no es una cualidad exclusiva de la nobleza de sangre o de la posicion social; es una cual dad basada en valores intelectuales y morales. El ser humano,es bueno ‘©. es malo por criterios internos, no por él reconocimiento puiblico que tenga, ni tampoco lo es por los bienes materiales que haya conseguido. La revoluci6n ética de Sécrates radica en el hecho de dar la titima pala- bra de la moralidad no a la opinién publica sino a la propia conciencia. La razén no es sélo el instrumento que nos permite acceder a la verdad. La raz6n también es la fuente y fundamento de la Etica: sdlo quien razona puede ser bueno. Es necesario definir los conceptos morales si queremos tener una conducta moral: si quiero ser justo, tengo que saber qué es la justicia; si quiero ser bueno, tengo que saber qué es la bondad. Solo aquel igue usando su razén pod ser virtuoso; la teoria guéConsidera el conocimianto como base de la moral recibe el nombre (c intelectualismo mora ACTIVIDADES { 4, Lee el siguiente texto. Estoy plenamente convencido de que ningin hombre inteligente cree que alguien falte adrede o haga expresa- mente cosas feas y malas, ya que los intligentes saben muy bien que aquellos que hacen cosas feas y malas lo hacen sin darse cuenta. Pues bien —dije yo—, silo agradable es bueno, nadie que sepa, o que piense saber, que una cosa es mejor que laque hace, y que ademas es posible, después no hard la que hace, pudiendo hacer una cosa mejor; y dejarse ven- Cer por uno mismo no es sino ignorancia, mientras que superarse a si mismo es sabiduria. Todos estuvieron de acuerdo, =Y bien, éno llamais ignorancia a tener una opinién equivocada y falsa sobre las cosas importantes? También en esto estuvieron todos de acuerdo, —iNo es cierto ~continué— que nadie tiende gustosa- mente al mal ni a nada que piense que puede ser un mal, ni tampoco esta en la naturaleza del hombre ir hacia lo que piensa que es un mal con preferencia a algo que es tn bien; y que, cuando se ve obligado a elegir un mal entre dos, nadie va a elegir el mal mayor, pudiendo deci- dirse por el menor? Platén, Protdigoras, 345¢-358c. UNIDAD 2 — Sisomos consecuentes con elintelectualismo moral, tendremos que afirmar que aquellos que no razonan no pueden llegar a ser virtuosos. 2Qué opinas? eTenemos que concluit, también, que el que hace el mal lo hace s6lo porque es ignorante?

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