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¿Por qué se divorcian? Según un estudio elaborado por el Instituto Familia, la primera causa de separación
es la infidelidad. De hecho, casi el 28% de separaciones se debe a esta razón.
El segundo motivo es la falta de comprensión. Es decir, esa mala química que termina en las famosas
"diferencias irreconciliables". El 20% de separaciones ocurre por esta causa. En el estudio realizado hace dos
años, la cifra era de 15%.
Otra razón poderosa: la violencia contra la mujer, entendida esta como física o psicológica. Representa el
18% de las separaciones.
¿Y la frase que dice "hasta que la muerte los separe"? Resulta que la muerte del cónyuge es poco más del
11% del total.
En general, la investigación de Familia ha encontrado que la mitad de los matrimonios no se lleva bien. Es
alto. Pero, ¿qué indican estas cifras? Pues, que las parejas deben trabajar mucho para solucionar sus
conflictos por las buenas.
¿Qué dice la Biblia? Aunque parezca, el divorcio en realidad no es el problema en sí mismo, sino el resultado
de un conjunto de inconvenientes, desavenencias y problemáticas vividas en el contexto del matrimonio que,
sumado a la ausencia de Dios en la intimidad del hogar (Salmos 127:1), desencadenan una serie de
sufrimientos, tanto para los cónyuges, como para sus seres queridos. Podemos encontrar muchos motivos
para dar fin a una relación matrimonial, pero, ¿son estas razones correctas para el divorcio? ¿Qué dice Dios
en su Palabra?
Dios ha destinado que la relación matrimonial sea tan permanente como la relación de Cristo con la Iglesia
(Efesios 5:31, 32) “El matrimonio, es una unión de por vida, un símbolo de la unión entre Cristo y su iglesia”.
De acuerdo con la Biblia, el plan de Dios es que el matrimonio sea un compromiso para toda la vida (Mateo
19:6). Sin embargo, Dios, sabiendo que esta es una unión de dos pecadores, estableció en el Antiguo
Testamento algunas leyes para limitar el derecho al divorcio (Deuteronomio 24:1-4). Jesús señaló que
aquellas leyes fueron dadas a causa de la dureza de los corazones de la gente, más no porque fuera ese Su
plan (Mateo 19:8), Él solo admite el divorcio en caso de adulterio, permitiendo solamente a la parte inocente
volver a casarse. Es más, aun cuando se haya cometido adulterio, una pareja puede por medio de la gracia
de Dios aprender a perdonar, y comenzar a reconstruir su matrimonio: “Si se consagran plenamente el uno al
otro, en Cristo pueden lograr una amorosa unidad gracias a la dirección del Espíritu y al amante cuidado de la
Iglesia”13.
Conclusión y consejos finales. Aunque se susciten dificultades, congojas, y desalientos, no abriguen jamás ni
el hombre ni la mujer el pensamiento de que su unión es un error o una decepción. […] Haya entre ustedes
amor mutuo y sopórtense uno al otro. Entonces el matrimonio, en vez de ser la terminación
del amor, será más bien su verdadero comienzo”.
Enrique Milla Ochoa
UGEL 02 – LOS OLIVOS
“No espere hasta que el coche se rompa para llevarlo al taller”, antes luche en oración por su
matrimonio y aprenda a amar y perdonar diariamente, aplicando el consejo bíblico: “Enójense,
pero no pequen; reconcíliense antes de que el sol se ponga” (Efesios 4:26).
Mat. 19:8 - Cristo permitió el divorcio “por la dureza del corazón” Santiago 4: los pleitos son
resultado de un corazón corrupto y orgulloso. Un Corazón con necesidad de que Dios
intervenga y nosotros debemos receptar a Jesucristo para ablandar a nuestro corazón,
perdonar y reconstruir nuestro hogar para ser feliz.
3. En Perú pasó del 15% al 30% en los últimos 5 años. ¿Por qué crees que
se aumentaron los divorcios en el Perú?
Yo creo que los divorcios aumentaron en Perú por varios motivos como la
infidelidad, la falta de comprensión. Es decir, esa mala química que termina en las
famosas``diferencias irreconciliables.´´
Otra razón poderosa es: la violencia contra la mujer, entendida esta como física o
psicológica.
4. ¿Por qué Moisés permitió divorciarse?
Moisés permitió divorciarse, debido a la dureza del corazón
de la gente y porque vio lo tercos que eran, por eso les
permitió despedir a sus mujeres.
5. ¿Qué piensa Jesús sobre el divorcio?
Jesús solo permite el divorcio en caso de adulterio,
permitiendo solo a la parte inocente volver a casarse. Es
más, aun cuando se haya cometido adulterio, una pareja
puede por medio de la gracia de Dios aprender a perdonar, y
comenzar a reconstruir su matrimonio.
6. ¿Cómo debemos prepararnos para ser parte de un hogar
feliz?
Si queremos ser parte de un hogar feliz, Jesús tiene que ser el
fundamento. Lluvias y tormentas pueden golpearlo, pero con
Cristo se mantendrá firme. Un hogar feliz empieza en nuestro
corazón. No podemos tener paz verdadera en nuestros hogares
si no la tenemos en nuestro corazón
¿Cuál es mi compromiso?
Enrique Milla Ochoa
UGEL 02 – LOS OLIVOS