CARLOS ALDAIR TORRES CARCAMO

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En el proceso judicial ¿es deber del abogado informar o persuadir?, o es una
combinación de ambas, de sus análisis al respecto.
En cuanto a mi opinión o análisis propio, considero que el deber del abogado no
solo es ni informar, ni solo persuadir; todo lo contrario, es una combinación que van
de la mano. Su deber es persuadir en este caso al juez y esta persuasión llega a
través de la información brindada por parte del abogado ante el estrado, el abogado
es quien vela por dicha conciencia porque la corte no es omnisciente.

Bajo la mayoría de los regímenes, se les confía a los abogados no sólo el derecho
de comparecer ante las cortes, sino el deber de informar, en la forma más amplia
posible, sobre los asuntos de las cuales el órgano judicial tiene que ocuparse y de
acuerdo a esta información es como se inicia a persuadir a la autoridad jurídica de
que resuelva a favor de la parte representada por el abogado. Entonces se llega a
entender que un abogado no de deslinda ni del deber de informar, así como
tampoco deja atrás el persuadir, no puede existir un desempeño razonable del
abogado en donde pretenda informar sin buscar una persuasión ante el juez o
busque persuadir al juez sin querer informar sobre los hechos que demuestren la
veracidad de su versión o pretensión.

Ante la opinión pública y del juez el abogado es, precisamente, el que hace creer lo
que no es, de otro modo, creíble a través de la persuasión. Su función es perturbar
las aguas, dando lugar a dudas donde no habían existido éstas anteriormente y
estas dudas se hacen en base a información brindada ante el juez. Realmente, cada
suceso en la vida es susceptible de una explicación más favorable al actor, de la
que saldría de una mera vista de los hechos. Es aquí donde el deber del abogado
busca informar al juez sobre dichos hechos, pero siempre buscando una persuasión
que lleve a que el juez tome una decisión favorable para dicha parte representada.
El arte del abogado, es lo que le presta al cliente por sus honorarios, es la habilidad
de ofrecer estas explicaciones favorables y hacerlas aceptables a las autoridades
que juzgan la causa en pocas palabras es llevar el mensaje del cliente ante el juez
a través de la información más amplia o de otra forma de una manera más concisa
pero fundamental para poder persuadir a que favorezca al cliente que se representa.

En conclusión, el deber del abogado es de informar y a la vez de persuadir a la

autoridad jurisdiccional o en este caso al juez para que dicha sentencia sea
favorable para el cliente que nos busca y de igual manera se tiene que tener en
cuenta que este deber se presenta ante nuestros clientes ya que el abogado tiene
de igual manera que informar y persuadir al cliente, para que opte por el proceso
más adecuado a la pretensión que busca o el más adecuado para el conflicto a
resolver. En pocas palabras no existe persuasión sin información adecuada, ni
existe información que no busque persuadir a otro de ser escuchada y tomada en
cuenta.