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INDICE

1. INTRODUCCION ………………………………………………….. 2

2. MARCO TEORICO

MARCO HISTORICO

MARCO CONCEPTUAL

MARCO LEGISLATIVO

NACIONAL

COMPARADO

3. CASO OBJETO DE ANALISIS

4. ANALISIS DEL CASO DESDE UNA PERSPECTIVA


CRIMINOLÓGICA

5. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

6. BIBLIOGRAFIA

1
1. INTRODUCCION

Existen muchos factores que influyen en la comisión del delito. Uno de ellos es
el alcohol. (arreglar). El alcohol puede ser la causa directa de un crimen, ya
que facilita la desinhibición o el perjuicio cognitivo. El alcoholismo es capaz de
acentuar tendencias y aptitudes peligrosas que yacen habitualmente en los
individuos con predisposición constitucional para el delito.

La comisión de delitos a causa de los efectos producidos por el consumo del


mismo se enmarca dentro del ámbito de la denominada delincuencia inducida.
En este tipo de delitos suele ser habitual el uso de la violencia, pues el alcohol
puede ocasionar alteraciones cognitivas, del estado del ánimo, de la
percepción de la realidad, etc., y no solo durante el momento de la intoxicación,
sino también durante la deprivación o abstinencia, momentos, todos ellos,
donde existe una inhibición de los frenos éticos, que dejan al dependiente a
merced de sus impulsos.

Así, y bajo los efectos del alcohol, se cometen delitos contra la seguridad vial
(imprudentes o no), contra las personas (homicidio y sus formas, lesiones),
contra la libertad e indemnidad sexual (agresiones y abusos sexuales),
atentados contra la autoridad y sus agentes, desórdenes públicos, etc. A título
de ejemplo, conducir bajo los efectos del alcohol es responsable del 30-50% de
los siniestros con víctimas mortales y del 15 al 35% de los que causan lesiones
graves.

La relación existente entre el entorno de la dependencia al alcohol y la


criminalidad es un hecho que ha sido comprobado en múltiples estudios, en los
que se ha confirmado que los actos violentos juegan un papel importante. En
un estudio realizado entre presuntos delincuentes juveniles en Irlanda, se
estimó que un 42% de los casos estaban relacionados con el consumo de
alcohol, y que esta sustancia tenía más probabilidades de estar relacionada
con delitos contra el orden público. Otros estudios han confirmado la relación
entre una mayor densidad de locales de venta de alcohol y la comisión de
diferentes delitos (asaltos, violaciones, robos, vandalismo, etc.).

2
Murdoch y colaboradores, en un estudio publicado en 1990, evaluaron 9000
crímenes violentos cometidos en 11 países, y confirmaron que dos tercios de
los delincuentes y casi la mitad de las víctimas habían ingerido alcohol en
cantidades considerables. Otros estudios, que se han ocupado tanto del
delincuente como de la víctima, aportan datos también sugestivos; cerca del
70% de los implicados en crímenes violentos habían consumido alcohol,
porcentaje que aumenta hasta casi el 80% en el caso de los crímenes
enmarcados dentro de la denominada “violencia de género”, ámbito en el que
se aducía el alcoholismo de la pareja para explicar este tipo de violencia.
Estudios más recientes confirman este estrecho vínculo entre el consumo de
alcohol y la violencia.

Durante el síndrome de abstinencia al alcohol, los individuos pueden estar


irritables y con cierto grado de agitación y agresividad. El alcoholismo crónico
puede producir, asimismo, cambios en la personalidad, en los que la tendencia
a agredir a otros individuos puede hacerse más prevalente. Estos cambios,
más la serie de dificultades que inevitablemente surgen en el alcoholismo
crónico, suelen conducir a la agresividad verbal y/o física. De igual manera, en
la psicosis de Korsakoff suelen aparecer conflictos con el entorno y conductas
violentas. De todas formas, la asociación más estable entre alcohol y violencia
ocurre durante el periodo de intoxicación.

Además, el consumo inadecuado de bebidas alcohólicas ha sido asociado al


mayor riesgo de reincidencia criminal. De hecho, la asociación entre el uso
nocivo de alcohol y violencia ha sido descrita por celebres criminólogos.
Lombroso, por ejemplo, escribió que ¾ de todos los crímenes de su época en
Inglaterra se relacionaban al consumo de bebidas etílicas.

Actualmente tanto en el Perú como en distintos países del mundo, se ha hecho


más común la comisión de delitos en estado de ebriedad, sobre todo en el
caso de delitos de lesiones o de homicidio intencional. Es por ello que este
grave problema establece la necesidad de investigar como este factor
interviene en la comisión de actividades delictivas, para así poder establecer
medidas preventivas y represivas efectivas para así evitar que esta situación se
mantenga.

3
2. MARCO TEORICO

2.1 MARCO HISTORICO

Desde tiempos remotos, el alcohol ha sido una sustancia que ha tenido


presencia constante en las distintas civilizaciones de la humanidad. Aunque el
alcohol ha sido consumido durante toda la historia, en la cultura
contemporánea el consumo social o recreativo del alcohol es cada vez más
una realidad constitutiva de la vida. Sin embargo, el consumo de esta sustancia
ha constituido la base histórica del fenómeno de la drogodependencia, de tan
nefastas consecuencias en las distintas sociedades. Es por eso que muchos
consideran al alcohol como uno de los males que más diezma a la humanidad
y al alcoholismo como una de las enfermedades mentales más comunes en la
práctica. De hecho, existe evidencia cada vez más sólida de que existe una
conexión entre el consumo abusivo de alcohol, incluida la intoxicación etílica, y
conductas de violencia y agresividad.

Justamente debido al peligro social que genera el alcoholismo es que se ha


buscado la represión del consumo de alcohol. Para remediar esta situación y
garantizar la defensa de la sociedad es que ya desde años anteriores se
propuso la reclusión de los ebrios habituales en asilos especiales. El Congreso
Penitenciario Internacional de 1895 recomendó la creación de estos asilos, o
de pabellones especiales en las casas de los ebrios; el Congreso Penitenciario
de Bruselas de 1900 acordó crear estos asilos para el tratamiento médico de
los internados alcoholizados.

En Bélgica, en 1987 fue presentado un proyecto al Senado por Le Jeun que


permitía a los tribunales el internamiento en asilos especiales de ciertos
condenados cundo el delito e hubiera cometido en estado de embriaguez o
bajo el influjo de alcoholismo crónico.

En Inglaterra en 1898 se estableció una ley llamada “Inebriates act”, la cual


disponía el envío a reformatorios especiales, por un espacio de tiempo de
hasta tres años, de delincuentes que estuviesen ebrios en el momento de

4
haber cometido el delito y para los individuos que en mismo año hayan sido
condenados cuatro veces por ebriedad.

La ley noruega de 1900 sobre represión del alcoholismo determinó que el


gobierno podía colocar al delincuente alcohólico en una casa de trabajo o en un
asilo, en vez de mandarlo a prisión, con lo cual se buscaba su curación más
que su represión1.

Asimismo, el Código Penal español de 1928 recogía como circunstancia mixta


la embriaguez, estimándose como agravante si fuera buscada de propósito
para la ejecución de la infracción, o habitual en el agente.

También podemos encontrar a La “Ley Seca” norteamericana, la cual supuso,


desde la perspectiva criminológica, un importante punto de inflexión en la
relación entre el alcohol y la delitogénesis. De hecho, tras la aprobación de esta
ley, se produjeron una serie de acontecimientos que desembocaron, al
contrario de lo que la propia ley perseguía, en un aumento considerable de la
delincuencia y de los problemas de salud. Por ejemplo, en 1923, a tres años
del surgimiento de la mencionada ley, ya se había consolidado un auténtico
“sindicato del crimen organizado” en Estados Unidos, que fue afianzándose
durante los años sucesivos (negocios de fabricación ilegal de alcohol, creación
de una red de contrabando a gran escala, así como una red de personal, en la
que incluían, bajo soborno, agentes del servicio de guardacostas y de la
policía) y en 1932 se estimaba que unas 30.000 personas habían muerto por la
ingesta de alcohol metílico y otras adulteraciones, y que la cifra de
consumidores con lesiones permanentes, como ceguera o parálisis, ascendía a
100.000.

A través de este repaso de la historia, se hace evidente que, a medida que se


incrementaban los delitos cometidos en estado de ebriedad, los legisladores de
diversos países advirtieron la necesidad de regular esta situación en el ámbito
penal.

2.2 MARCO CONCEPTUAL

1
LITTLE, James Albert. “Ebriedad y alcoholismo” en Lecciones y Ensayos N° 09, 1958, pp 101

5
2.2.1 Concepto de alcoholismo

El alcoholismo, desde el punto de vista de la Patología General, es una


enfermedad causada por una intoxicación exógena. Clínicamente se distinguen
dos formas principales en cuanto a la evolución del mal: el alcoholismo crónico
y el agudo. Clínicamente también, según sea el órgano, aparato o sistema
predominantemente afectado por intoxicación, se habla de alcoholismo
nervioso, hepático, renal, etc. En Psiquiatría se estudia, por separado, el
alcoholismo cerebral, cuyas manifestaciones principales se observan en las
funciones mentales2.

TOCAVEN GARCÍA define al alcoholismo como: “La adicción progresiva


producida por la ingesta de alcohol. Se define al alcoholismo como una
enfermedad crónica, psicológica, somática y social que se manifiesta como un
trastorno del comportamiento caracterizado por el consumo de bebidas
alcohólicas que sobrepasa los hábitos admitidos y los usos sociales de la
comunidad , que perjudica la salud del bebedor y/o situación social y
económica.” El mismo autor señala que: “Al contrario de lo que generalmente
se cree, se ha demostrado que el alcohol es más bien depresivo que
estimulante. Se ha descubierto experimentalmente que ninguna de las
funciones psíquicas como el aprendizaje, la memoria o el tiempo de reacción,
son estimuladas por pequeñas o medianas cantidades de alcohol; sino que, por
el contrario, su nivel desciende.”

LOMBROSO, señala que: “El estado de embriaguez no constituye delito por sí


sólo; no da lugar a represión sino en el caso de manifestarse públicamente en
condiciones peligrosas para la seguridad, o por actos propios por su naturaleza
para perturbar la tranquilidad”. En el caso de que la persona se embriague
sabiendo que en estado de borrachera debe o puede cometer una infracción
criminal; en el primer caso se hace responsable de un delito cometido con
premeditación; en el segundo, de un delito por negligencia.

2
Cuaron, Alfonso Quiroz. “Alcoholismo y Delincuencia.” Revista Mexicana De
Sociología, vol. 2, no. 2, 1940, pp. 41–53.

6
Puede decirse que el alcoholismo favorece el delito directa e indirectamente:
directamente, porque el estado de embriaguez, que alguna vez ha sido
provocado de intento para tener valor o para proporcionarse una circunstancia
eximente o atenuante, es a menudo la causa que determina la comisión del
delito; indirectamente, porque la degeneración física y moral que el alcohol
produce, ya en el mismo individuo que bebe, ya a través de la herencia en sus
descendientes, se revela a menudo por medio del delito, al cual sirve también
de ocasión el malestar económico que el alcoholismo origina 3.

2.2.2 Causas del alcoholismo

Estudios sobre el alcoholismo revelan que la gran mayoría de los alcohólicos


empezaron a beber de forma más habitual en su adolescencia .Los factores
sociales y culturales influyen en el alcoholismo; no existe duda de que en
muchos casos, el alcoholismo excesivo es el resultado de un deseo de
adaptarse a las costumbres de un grupo, y representa la necesidad de hacer
algo que le proporcione cierto prestigio al individuo.

En un listado más amplio de las causas inductoras al consumo del alcohol y de


cualquier otra droga se encuentran las siguientes señaladas por Javier Urra
Portillo Y Blanca Vázquez Mezquita:

1. Los desequilibrios, conflictos y rupturas familiares (las crisis psicológicas que


producen);

2. Fracaso escolar y de aprendizaje;

3. Necesidad de socialización y fallas de relaciones interpersonales;

4. Experimentar con lo desconocido, satisfacer la curiosidad sobre los efectos


de la droga;

5. Búsqueda de placer y distracción

6. Influencia del grupo en la actitud del sujeto (actúan como modelos de


conducta);

7. Para evadir los problemas reales; y

8. Falta de trabajo, entre otras muchas más.


3
Peset, José Luis y Peset, Mariano. Lombroso y la escuela positivista italiana. Editorial CSIC,
Madrid, 1975, pp 297-298

7
La observación ha demostrado que una práctica extendida del consumo de
alcohol, se debe a que satisface cierta necesidad, Frecuentemente esa
necesidad se refiere al alivio de las tensiones que han producido conflictos,
resentimientos y frustraciones. Los problemas anteriores son constantes y
difíciles de desaparecer, y por eso el alcohol es su único alivio.

2.2.3. Síntomas del alcoholismo

La ingestión de alcohol se manifiesta, en primer lugar, por las alteraciones


producidas en la constitución química y en el funcionamiento del cuerpo. Las
primeras dosis operan a modos de excitantes del sistema nervioso. Aumenta el
número de pulsaciones cardíacas, se experimenta vasodilatación, aumento en
la frecuencia respiratoria, es excitada la actividad funcional del tejido muscular,
la secreción urinaria y (un poco menos), la salivar; la temperatura del cuerpo
levemente desciende por la dispersión del calor producido por la
vasodilatación.

Las alteraciones químicas se evidencias principalmente en la sangre, que actúa


como vehículo en la alteración de diversos tejidos, principalmente en el
nervioso. Se nota gran excitación sexual, especialmente en el primer momento
de la intoxicación aguda, pero con el progreso de ducha intoxicación puede
fácilmente llegar al extremo opuesto, de la impotencia.

Los nervios sensitivos funcionan cada vez con menos agudeza, especialmente
los que atienden la sensibilidad dérmica, queda disminuido los sentidos
del equilibrio, del movimiento.

En cuanto a síntomas corporales y psíquicos encontramos la gastritis de


defensa, con dolores de estómago, náuseas, etc., sobrevienen vómitos que son
verdaderas tentativas de defensa orgánica, los riñones, con la orina.

A medida que el alcoholismo se agrava más o sea que alcance como forma de
hábito crónico, estas características se agravan más ya se manifiesta
desórdenes permanentes en el hígado, alteraciones en el tejido nervioso,
atrofia de la corteza cerebral, trastornos en los riñones, órganos sexuales y
otros de los sentidos.

8
2.2.4 Formas de alcoholismo

La división más aceptable, principalmente desde el punto de vista criminológico


es la siguiente:

a) Embriaguez patológica. Es aquella que conduce, como su nombre lo


indica, hasta estados patológicos, se dan inclusive delirios y alucinaciones.
Se presenta en individuos especialmente predispuestos por ciertas
condiciones sean de origen psíquico, sean de origen físico. En lo criminal,
acostumbra manifestarse por graves delitos de violencia sin causas
aparente alguna o con causas desproporcionadamente pequeñas.

Al respecto, John Cavanach y James McGoldrick hablan acerca de la


“embriaguez patológica” y consideraban que se trata de una sicosis
alcohólica aguda producida como reacción del individuo ante la ingestión de
pequeñas cantidades de alcohol, apareciendo una conducta agresiva,
estado delirante o alucinaciones. Este cuadro va seguido ordinariamente de
sueño profundo y de amnesia completa del ataque 4.

Respecto a las características de la embriaguez, el autor Vallejo Nágera


señala que este estado se caracteriza por presentarse casi inmediatamente
después de la ingestión y por durar brevísimo o demasiado tiempo, por
acompañarse de síntomas de extraordinaria violencia, y por la amnesia
accesional más o menos completa que suele seguirla.
Sintomatológicamente se caracteriza por la presentación de agitación o de
estados crepusculares, por lo regular con desconocimiento del medio
ambiente y de la situación, frecuentemente con alucinaciones y afectos
excesivos, en particular angustia o furia5.

b) Embriaguez alcohólica aguda ordinaria. Es la menos grave de la que


se enumera, se produce por ingestión relativamente considerable de alcohol,
la que trae por consecuencia no sólo un trastorno en la
composición química de la sangre sino también muchos síntomas psíquicos
que la hacen semejar a las otras psicosis de origen tóxicos.
4
CAVANACH John y MCGOLDRICK James. “Psiquiatría fundamental”, Barcelona, Ediciones
Miracle, 1963, pp 496
5
VALLEJO NAGERA, Antonio. “Tratado de psiquiatría”, Barcelona-Madrid, Salvat Editores,
1954, pp, 839

9
c) Alcoholismo crónico. Siempre el individuo presenta efecto de alcohol
inclusive cuando el individuo no está ebrio, la degeneración personales más
profunda y permanente, y es resultado del uso continuo del alcohol, sus
grados son muy variados; van desde sus inicios; cuando las alteraciones
personales son apenas notadas en la familia o por los familiares, hasta los
estados de demencia en que el manicomio es lugar obligado de
internamiento6.

2.2.5 Efectos del alcohol en el sujeto

Los efectos del alcohol sobre la personalidad pueden agruparse en tres


órdenes:

1. Influencia inmediata del alcohol sobre el sujeto, o sea criminalidad


alcohólica de causa directa.
2. Influencia mediata del alcohol sobre el bebedor y su familia, o sea
criminalidad alcohólica indirecta o condicionamiento del delito a virtud de
esa influencia,
3. Influencia biológica sobre los descendientes del bebedor que por virtud
de ella están proclives al delito, o sea criminalidad por degeneración
alcohólica.

En cuanto a los delitos derivados del primer grupo, suelen serlos las
desobediencias a mandato de autoridad, las injurias, robos, violaciones,
lesiones y homicidios.

Al segundo grupo corresponden de los delitos producidos por una


desadaptación del alcohólico a la vida ordenada social y familiar, al
cumplimiento de sus obligaciones y a la atención de sus necesidades propias y
familiares, y, por ello, los delitos que se originan son generalmente
patrimoniales, siendo característica de la delincuencia de este grupo la
reincidencia.

Por último, en cuanto al tercer grupo, lo característico es la tendencia a la


criminalidad, a la deficiencia mental al alcoholismo, a la debilidad fisiológica y a

6
HUASCAR CAJIAS, K. “Criminología”, Editorial Juventud, 1997, 5° Edición, Bolivia, pp 459

10
las psicosis, como producto no solamente hereditario sino también social, por la
desintegración del hogar7.

2.3 MARCO LEGISLATIVO

2.3.1 AMBITO NACIONAL

 CÓDIGO PENAL PERUANO

El numeral 1° del artículo 20 del Código Penal, exime de responsabilidad al que


por anomalía psíquica, grave alteración de la conciencia o por sufrir
alteraciones en la percepción, que afectan gravemente su concepto de la
realidad, no posea la facultad de comprender el carácter delictuoso de su acto
o para determinarse según esta comprensión.

Partiendo desde el punto de vista de la grave alteración de la conciencia, la


embriaguez constituye una causa de inimputabilidad, ya que el sujeto autor de
un delito, en el momento de haber cometido el hecho delictivo sufre una suerte
de trastorno mental transitorio, que origina una plena anormalidad en el
conocimiento de la situación o en las condiciones de autocontrol del sujeto.

Actio Libera In Causa

Sin embargo, la doctrina ha creado el término Actio libera in causa, entendida


como la acción libre en la causa, con el propósito de establecer cuándo los
delitos cometidos en estado de embriaguez deben considerarse punibles o
eximentes de responsabilidad penal.

Algunos casos en que el sujeto es inimputable en el momento de la realización


del resultado típico, suscitan la cuestión de si el que actúa no puede ser
castigado sin embargo cuando en un momento anterior en que todavía era
imputable, estableció dolosa o imprudentemente una causa del resultado.
Dándose las condiciones de punibilidad; particularmente el dolo o la
imprudencia son punibles.
7
LEJIA MORENO, Marco Antonio. Elementos de Criminología. 4° Edición, 1989, pp 111

11
A) Teoría de la Actio libera in causa doloso

En este supuesto, el sujeto para cometer un delito, él mismo crea o conlleva su


personalidad a un estado de inimputabilidad. El agente provoca su propia
incapacidad con la intención de cometer la conducta punible, concebida y
decidida por él11; conocida también como la ebriedad preordenada, destinada
a delinquir, es la que se provoca para cometer un determinado delito12.

Así, se considera imputable al sujeto que al tiempo de cometer sus actos no lo


era, pero sí lo era en el momento en que ideó cometerlos o puso en marcha el
proceso causal que desembocó en la acción típica.

El ejemplo clásico es cuando el sujeto, con el propósito de matar, causar


lesión, violar, etc., se embriaga o consume drogas para darse ánimo y así
cometer el delito.

B) Teoría de la Actio libera in causa imprudente

Aquí, el agente se pone en estado de inimputabilidad pudiendo y debiendo


prever que, llegado el momento, no podrá usar la prudencia y previsión
exigibles en la vida ordinaria y sabiendo que posiblemente tendrá que afrontar
un deber para cuyo cumplimiento necesita de todas sus facultades. Ejemplo; el
agente persiste en conducir un automóvil a pesar de su estado de ebriedad y
atropella a una persona.

Se tiene otra concepción, naciente de la doctrina, de esta teoría en la cual se


establece que la infracción del deber de cuidado es debido a la persistencia del
agente de consumir bebidas alcohólicas, sabiendo que en estado de ebriedad
es violento, pierde el control de su personalidad y conforme a ello puede prever
la comisión de un delito.

A este respecto se tiene el ejemplo de quien, enfurecido con su mujer, se


emborracha y, pese a anteriores experiencias en ese sentido, no repara en que
le dará una paliza en estado de inimputabilidad, crea al emborracharse un
riesgo no permitido para la integridad corporal de su mujer.

12
2.3.2 AMBITO INTERNACIONAL

 CODIGO PENAL DE BOLIVIA

-Artículo 17º.- (INIMPUTABILIDAD)

Está exento de pena el que en el momento del hecho por enfermedad mental o
por grave perturbación de la conciencia o por grave insuficiencia de la
inteligencia, no pueda comprender la antijuridicidad de su acción o conducirse
de acuerdo a esta comprensión.

-Artículo 18º.- (SEMI-IMPUTABILIDAD)

Cuando las circunstancias de las causales señaladas en el artículo anterior no


excluyan totalmente la capacidad de comprender la antijuridicidad de su acción
o conducirse de acuerdo a esta comprensión, sino que la disminuyan
notablemente, el juez atenuará la pena conforme al artículo 39 o decretará la
medida de seguridad más conveniente.

-Artículo 19º.- (ACTIO LIBERA IN CAUSA).

El que voluntariamente provoque su incapacidad para cometer un delito será


sancionado con la pena prevista para el delito doloso; si debía haber previsto la
realización del tipo penal, será sancionado con la pena del delito culposo.

 CODIGO PENAL ARGENTINO

El primer inciso del art. 34 establece:

-Artículo 34.- No son punibles:

1º. El que no haya podido en el momento del hecho, ya sea por insuficiencia de
sus facultades, por alteraciones morbosas de las mismas o por su estado de

13
inconciencia, error o ignorancia de hecho no imputables, comprender la
criminalidad del acto o dirigir sus acciones.

En caso de enajenación, el tribunal podrá ordenar la reclusión del agente en un


manicomio, del que no saldrá sino por resolución judicial, con audiencia del
ministerio público y previo dictamen de peritos que declaren desaparecido el
peligro de que el enfermo se dañe a sí mismo o a los demás.

En los demás casos en que se absolviere a un procesado por las causales del
presente inciso, el tribunal ordenará la reclusión del mismo en un
establecimiento adecuado hasta que se comprobase la desaparición de las
condiciones que le hicieren peligroso;

Al respecto, en sus fallos la Corte Suprema de Justicia de la Argentina ha


sostenido que "la embriaguez capaz de provocar la inconsciencia prevista en el
art. 34, inc. 1º, del C. Penal debe provenir de un estado de alcoholización
accidental, involuntaria, vale decir, sin culpa del agente, no a consecuencia de
la Ingestión deseada de bebidas normales y en un organismo humano cuyo
funcionamiento no acusa deficiencias, según se establece en el respectivo
examen médico.

Todas las otras formas de ebriedad, aún las completas en su intensidad, son
consideradas voluntarias y por ello imputables con relación a la causa (el acto
de beber o embriaguez) y merecedoras de pena, según el delito cometido.
Además, la doctrina considera que la embriaguez voluntaria no es causa de
atenuación de la pena. La embriaguez habitual, esto es, la de quien se
embriaga con frecuencia, es una causa de agravación de la pena y la
embriaguez patológica o que actúa sobre un sujeto con estigmas degenerativos
o de alteración morbosa de las facultades no determinadas de enajenación, es
considerada como una causa de agravación del castigo dentro del marco de la
pena8.

 CÓDIGO PENAL DE CHILE

8
CABALLERO, José Severo. “Alcoholismo y Derecho Penal”, La Ley, 1979, pp. 3

14
-Artículo 10. Están exentos de responsabilidad criminal:
1° El loco o demente, a no ser que haya obrado en un intervalo lúcido, y el que,
por cualquier causa independiente de su voluntad, se halla privado totalmente
de razón.

 CÓDIGO PENAL DE COLOMBIA

-Artículo. 31.- Concepto.


Es inimputable quien en el momento de ejecutar el hecho legalmente descrito,
no tuviere la capacidad de comprender su ilicitud o de determinarse de acuerdo
con esa comprensión, por inmadurez sicológica o trastorno mental.
-Artículo. 32.- Trastorno mental preordenado.
Cuando el agente hubiere preordenado su trastorno mental responderá por el
dolo o culpa en que se hallare respecto del hecho punible, en el momento de
colocarse en tal situación.
-Artículo 33.- Medidas aplicables.
A los inimputables se les aplicarán las medidas de seguridad establecidas en
este código.
Si la inimputabilidad proviene exclusivamente de trastorno mental transitorio no
habrá lugar a la imposición de medidas de seguridad, cuando el agente no
quedare con perturbaciones mentales, sin perjuicio de la responsabilidad civil a
que hubiere lugar.

 CÓDIGO PENAL DE COSTA RICA

-Artículo 42.- Es inimputable quien en el momento de la acción u omisión, no


posea la capacidad de comprender el carácter ilícito del hecho o de
determinarse de acuerdo con esa comprensión, a causa de enfermedad
mental, o de grave perturbación de la conciencia sea ésta o no ocasionada por
el empleo accidental o involuntario de bebidas alcohólicas o de sustancias
enervantes.

15
-Artículo 43.- Se considera que actúa con imputabilidad disminuida quien, por
efecto de las causas a que se refiere el artículo anterior, no posea sino
incompletamente, en el momento de la acción u omisión, la capacidad de
comprender el carácter ilícito del hecho o de determinarse de acuerdo con esa
comprensión.
-Artículo 44.- Cuando el agente haya provocado la perturbación de la
conciencia a que se refieren los artículos anteriores, responderá del hecho
cometido por el dolo o culpa en que se hallare en el momento de colocarse en
tal estado y aún podrá agravarse la respectiva pena si el propósito del agente
hubiera sido facilitar su realización o procurarse una excusa.

 CÓDIGO PENAL DE EL SALVADOR


-Artículo. 27.- No es responsable penalmente:
4) Quien en el momento de ejecutar el hecho, no estuviere en situación de
comprender lo ilícito de su acción u omisión o de determinarse de acuerdo a
esa comprensión, por cualquiera de los motivos siguientes:
a) enajenación mental;
b) grave perturbación de la conciencia; y,
c) desarrollo psíquico retardado o incompleto.

En estos casos, el juez o tribunal podrá imponer al autor alguna de las medidas
de seguridad a que se refiere este Código. No obstante la medida de
internación sólo se aplicará cuando al delito corresponda pena de prisión; y,
5) Quien actúa u omite en circunstancias tales que no sea racionalmente
posible exigirle una conducta diversa a la que realizó.
-Artículo 29.- Son circunstancias que atenúan la responsabilidad penal:
INFERIORIDAD PSIQUICA POR INTOXICACION
1) Estar el culpable en estado de intoxicación alcohólica o de otra índole que,
sin ser preordenada al hecho, no llegue a tener plenitud de efectos sobre el
sujeto;

16
La legislación antecedente recoge de forma clara cuando las conductas que se
analizan constituyen eximentes de la responsabilidad penal y cuando aunque
no la eximen la atenúan, pero algo muy curioso es de significar que ya sea en
una u otra redacción no puede ser preordenada al hecho, es decir, no puede
haber sido provocada, buscada por el sujeto con anterioridad al hecho para
lograr su comisión.

 CÓDIGO PENAL DE GUATEMALA

-Artículo 22. No incurre en responsabilidad penal, quien con ocasión de


acciones u omisiones lícitas, poniendo en ellas la debida diligencia, produzca
un resultado dañoso por mero accidente.
-Artículo 23. No es imputable:

2°. Quien en el momento de la acción u omisión, no posea, a causa de


enfermedad mental, de desarrollo psíquico incompleto o retardo o de trastorno
mental transitorio, la capacidad de comprender el carácter ilícito del hecho o de
determinarse de acuerdo con esa comprensión, salvo que el trastorno mental
transitorio, haya sido buscado de propósito por el agente.

 CÓDIGO PENAL DE HONDURAS


-Artículo 22. Las causas eximentes de responsabilidad penal son de tres
clases, a saber:
1) Causas de inimputabilidad.
2) Causas de justificación.
3) Causas de inculpabilidad.

-Artículo 23. No es imputable:


2) Quien en el momento de la acción u omisión padezca de psicosis, de retardo
mental severo o de psicosis transitoria y carezca, por ello, de la capacidad de
comprender el carácter ilícito del hecho o de determinarse de acuerdo con esa

17
comprensión, salvo que el trastorno mental transitorio haya sido provocado por
el agente dolosa o culposamente.
-Artículo 64.- Cuando al momento de cometer la acción el inculpado estuviese
en estado de demencia, o cuando se hubiese visto violentado a ello por una
fuerza a la cual no hubiese podido resistir, no hay crimen ni delito.

 CÓDIGO PENAL DE NICARAGUA


-Artículo 28.- Están exentos de responsabilidad criminal:
1º El que por enfermedad mental o una grave alteración de la conciencia no
posee, en el momento de obrar, la facultad de apreciar el carácter delictuoso de
su acto o de determinarse según esta apreciación;
-Artículo. 29.- Son circunstancias atenuantes de la responsabilidad criminal:
1º Las expresadas en el artículo anterior cuando no concurran todos los
requisitos necesarios para eximir de responsabilidad en sus respectivos casos.
5º La de ejecutarse el hecho en estado de embriaguez, cuando esta no fuere
habitual o posterior al proyecto de cometer el delito.
La redacción de la ley hace referencia a la enfermedad mental y a la alteración
grave de la conciencia que impidan apreciar el carácter delictuoso del acto o
determinarse según esta apreciación, por lo que no cabe duda de que estamos
hablando de casos de inimputabilidad, en los cuales sí existe un
comportamiento (acto, dice el texto).
Un hecho es cualquier acontecimiento que sucede en el mundo exterior y sólo
la concurrencia de la voluntad humana convierte el hecho en una conducta. De
esta manera, la voluntariedad y consciencia a las que se refiere el Código
deben entenderse como requisitos exigidos por la ley para que el hecho se
repute como conducta, en tanto que la intención, preterintencional o culpa son
formas de infracción relativas a la disposición anímica del autor. En
consecuencia, cuando el hecho no sea voluntario y consciente no habrá
conducta ni delito, al tenor del mismo artículo 20. De lo anterior se colige que
estados como intoxicación alcohólica severa, eximen de responsabilidad.
 CÓDIGO PENAL DE PANAMA

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-Artículo 23. Para que un procesado sea declarado culpable por un hecho
previsto como punible en la ley es necesario que sea imputable.
Salvo prueba en contrario, se presume la imputabilidad del procesado.
-Artículo 24. No es imputable quien en el momento de ejecutar el hecho
punible, no tenga la capacidad de comprender su ilicitud o de determinarse de
acuerdo con esa comprensión, por causa de trastorno mental.
-Artículo 25. Actúa con imputabilidad disminuida quien en el momento de la
acción u omisión, posea incompletamente la capacidad de comprender el
carácter ilícito del hecho en razón de grave perturbación de la conciencia.
-Artículo 28. No podrá ser declarado inimputable quien con el fin de cometer un
hecho punible y de procurarse una excluyente, se coloque en un estado de
inimputabilidad total o parcial para cometerlo en cuyo caso la sanción deberá
agravarse de acuerdo con las reglas de este Código.
-Artículo 29. Si el estado de perturbación mental del imputado en el momento
del hecho punible proviene de embriaguez, se seguirán las reglas siguientes:
1. Quien en el momento de perpetrar el hecho punible se encuentre en estado
de embriaguez por caso fortuito, será declarado inimputable si aquélla es total;

2. Si el agente se embriagara con el designio de cometer un hecho punible o


procurarse una excusa, la sanción deberá agravarse, según las reglas de este
Código; y

3. Los intoxicados por drogas o estupefacientes de cualquier índole que


cometan un hecho punible, serán declarados imputables o inimputables
conforme las reglas dadas para el embriagado.

Este Código redacta de forma detallada el procedimiento a seguir en el caso de


la presencia de intoxicación ya fuera por el consumo de alcohol o de otro tipo
de sustancias, desde la inimputabilidad hasta la imputabilidad, incluyendo
dentro de esta última la teoría de la alic.

 CÓDIGO PENAL DE URUGUAY


-Artículo 30. (Locura)

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No es imputable aquél que en el momento que ejecuta el acto por enfermedad
física o psíquica, constitucional o adquirida, o por intoxicación, se hallare en tal
estado de perturbación moral, que no fuere capaz o sólo lo fuere parcialmente,
de apreciar el carácter ilícito del mismo, o de determinarse según su verdadera
apreciación. Esta disposición es aplicable al que se hallare en el estado de
espíritu en ella previsto, por influjo del sueño natural o del hipnótico.
-Artículo 31. (Embriaguez)
No es imputable el que ejecuta un acto en estado de embriaguez, siempre que
ésta fuere completa y estuviere determinada por fuerza mayor o caso fortuito.
-Artículo 32. (Ebriedad habitual)
El ebrio habitual, y el alcoholista, serán internados en un Asilo.

Se considera ebrio habitual el que se embriaga periódicamente y en ese estado


comete delito o provoca escándalo, tornándose peligroso.

Se reputa alcoholista al que por la costumbre de ingerir alcohol, sin llegar a la


embriaguez, hubiere cometido el hecho en el estado previsto en el artículo 30
del Código.

 CÓDIGO PENAL DE VENEZUELA


-Artículo 62. No es punible el que ejecuta la acción hallándose dormido o en
estado de enfermedad mental suficiente para privarlo de la conciencia o de la
libertad de sus actos.
Sin embargo, cuando el loco o demente hubiere ejecutado un hecho que
equivalga en un cuerdo a delito grave, el Tribunal decretará la reclusión en uno
de los hospitales o establecimientos destinados a esta clase de enfermos, del
cual no podrá salir sin previa autorización del mismo Tribunal. Si el delito no
fuere grave o si no es el establecimiento adecuado, será entregado a su
familia, bajo fianza de custodia, a menos que ella no quiera recibirlo.
-Artículo 63. Cuando el estado mental indicado en el artículo anterior sea tal
que atenúe en alto grado la responsabilidad, sin excluirla totalmente, la pena
establecida para el delito o falta se rebajará conforme a las siguientes reglas:
1° En lugar de la de presidio, se aplicará la de prisión, disminuida entre dos
tercios y la mitad.

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2° En lugar de la de prisión, se aplicará la de arresto, con la disminución
indicada.
3° Las otras penas divisibles se aplicarán rebajadas por mitad.

-Artículo 64. Si el estado de perturbación mental del encausado en el momento


del delito proviniere de embriaguez, se seguirán las reglas siguientes:
1° Si se probare que, con el fin de facilitarse la perpetración del delito, o
preparar una excusa, el acusado había hecho uso del licor, se aumentará la
pena que debiera aplicársele de un quinto a un tercio, con tal que la totalidad
no exceda del máximum fijado por la ley a este género de pena. Si la pena que
debiere imponérsele fuere la de presidio, se mantendrá ésta.
2° Si resultare probado que el procesado sabía y era notorio entre sus
relaciones que la embriaguez le hacía provocador y pendenciero, se le
aplicarán sin atenuación las penas que para el delito cometido establece este
Código.
3° Si no probada ninguna de las dos circunstancias de los dos números
anteriores, resultare demostrada la perturbación mental por causa de la
embriaguez, las penas se reducirán a los dos tercios, sustituyéndose la prisión
al presidio.
4° Si la embriaguez fuere habitual, la pena corporal que deba sufrirse podrá
mandarse cumplir en un establecimiento especial de corrección.
5° Si la embriaguez fuere enteramente casual o excepcional, que no tenga
precedente, las penas en que haya incurrido el encausado se reducirán de la
mitad a un cuarto, en su duración, sustituyéndose la pena de presidio con la de
prisión.

 CODIGO PENAL ESPAÑOL. Ley Orgánica 10/95 de 23 de Noviembre


de 1995
-Artículo 20: está exento de responsabilidad criminal el que:
- Cualquier anomalía o alteración psíquica que impida comprender la ilicitud del
hecho o actuar conforme a esa comprensión

- Trastorno mental transitorio no buscado con el propósito del delito o hubiera


previsto o debido prever su comisión

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- La intoxicación plena por alcohol, drogas tóxicas, estupefacientes, sustancias
psicotrópicas u otras que se produzcan efectos análogos, siempre que no se
haya con el propósito de delinquir.

- Síndrome de abstinencia que impida comprender la ilicitud de un hecho o


actuar conforme a su comprensión

- Sufrir alteraciones en la percepción desde el nacimiento o infancia que alteren


gravemente la conciencia de la realidad

- El que obre impulsado por un miedo insuperable.

Surge claramente del texto de la ley que el legislador español ha mantenido un


esquema legal en el cual conforme al cual la imputabilidad debe ser juzgada en
el momento del hecho, esto es el de la realización de la acción.
Sin embargo el párrafo 2do del mismo precepto dice el trastorno mental
transitorio no eximirá de pena cuando hubiese sido provocado por el sujeto con
el propósito de cometer el delito o hubiera previsto o debido prever su
comisión.
Queda claramente establecido que en la previsión legal se ha dado cabida a la
teoría de la alic. El Código Penal de 1995, contiene una previsión específica en
los números primero y segundo del art. 20 para los casos de alic dolosa y alic
culposa, quedando así salvaguardado el principio de legalidad.
El principio de culpabilidad, por su parte, quedaría también amparado en la
medida en que el modelo de la excepción representa, valga la redundancia,
una excepción al mismo fundamentada en la propia ley. Podemos advertir, por
lo tanto, que tanto en la doctrina nacional como extranjera la alic es
mayoritariamente aceptada aunque con diferentes fundamentos

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3. CASO OBJETO DE ANALISIS

DELITO DE ROBO EN ESTADO DE EBRIEDAD

El día 20 de octubre del 2015 se le imputó a un sujeto haber sujetado por el


cuello al agraviado y amenazarlo con un pico de botella. Acto seguido, ayudado
por otra persona, lo condujo a su vivienda, donde le despojó de su celular y
amenazó para que no lo denuncie. Momentos después, el agraviado denunció
a su agresor ante la comisaría, lográndose intervenir al autor y ponerlo a
disposición de la fiscalía.

Estos hechos le valieron una acusación por robo agravado que fue admitida a
trámite por la Tercera Sala Penal para Procesos con Reos en Cárcel de la
Corte Superior de Justicia de Lima. Luego de desarrollado el juicio oral, el
tribunal le impuso una pena privativa de libertad de doce años por encontrarlo
responsable como autor del delito de robo agravado.

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Esta decisión fue impugnada por el procesado mediante un recurso de nulidad.
En este, sostuvo que no se tomó en consideración que al momento de los
hechos se encontraba en un estado de ebriedad absoluta que le impidió
conocer la ilicitud de su conducta y que, además, en su manifestación policial
no contó con la asistencia de un abogado a pesar de estar en dicho estado, por
lo que el reconocimiento de los hechos que habría hecho no tendría valor.

Al analizar el medio impugnatorio, la Sala Penal Transitoria de la Corte


Suprema precisó que era necesario determinar el presunto grado de ebriedad
en el que se encontraba el recurrente, para lo cual utilizó el método Widmark, el
cual permite determinar el nivel de concentración de alcohol en la sangre al
momento de los hechos (Co). Esto se logra multiplicando el tiempo transcurrido
desde el momento del hecho hasta la toma de la muestra (t) por el coeficiente
de etiloxidación (B), y dicho resultado se suma el grado de alcohol al momento
de dicha toma (C1) (Es decir, Co = C1+BxT).

Aplicando dicha fórmula, la Corte determinó que el recurrente habría


presentado un grado de alcohol equivalente a 2,74 g/l, lo que se encuentra
dentro del 4to periodo de alcoholemia establecido en la Ley N° 27753, norma
que estableció la agravante para personas que conducen en estado de
ebriedad, y que constituye un estado de grave alteración de la conciencia al
encontrarse entre los 2,5 y los 3,5 g/l.

En consecuencia, la Sala Suprema declaró fundado el recurso por excluirse la


imputabilidad al procesado, pues la cantidad de intoxicación condujo a un
estado de grave alteración de la consciencia. Con estos fundamentos, absolvió
al procesado.

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A continuación, mostramos la decisión de la Corte Suprema de Justicia en el
presente caso:

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4. ANALISIS DEL CASO DESDE UNA PERSPECTIVA
CRIMINOLOGICA

Como podemos ver de la sentencia, en este caso la Corte Suprema Considera


que en este caso se presenta una grave alteración de la conciencia en el autor
como producto del uso de alcohol. Se concluye que el grado de alcohol en la
sangre del imputado era tal que era suficiente para impedirle al sujeto
comprender el carácter delictuoso de su acto. Por lo tanto, se establece la
inimputabilidad del imputado.

Para entender mejor la decisión tomada por la Corte Suprema es necesario


comprender el estado en el que se encontraba el imputado.

La embriaguez alcohólica es el trastorno psíquico temporal de carácter tóxico


que altera los procesos cognoscitivos y disminuye el control voluntario de los
actos. Es por esto que el alcohol es considerado como un depresor del Sistema
Nervioso Central, ya que bloquea la capacidad psíquica del agente impidiendo
que este distinga entre lo bueno y lo malo, en razón de ello no puede ser
concientizado por la norma que pretende regular su conducta. Howard se
pronuncia acerca del efecto del alcohol en una persona afirmando que el
alcohol perjudica el juicio, entorpece la razón y debilita la voluntad; a la vez,
excita los sentidos, inflama las pasiones y libera la más primitiva “fiera”, antes
contenida por las restricciones sociales.

De esta manera, se puede considerar que el consumo alcohol contribuye


indirectamente a un aumento de la agresividad mediante cambios cognitivos,
emocionales y psicológicos, que dan lugar a una disminución de la percepción
de peligro y un aumento de la autoestima.

La ingestión de bebidas alcohólicas produce inicialmente efectos


aparentemente estimulantes porque se reducen los frenos inhibitorios y aflora
un estado de excitación, pero unido a ello cumple funciones anestésicas que al
llegar al cerebro va disminuyendo una facultad tras otra y puede en ocasiones
provocar la pérdida de conciencia. Este fenómeno es conocido como el Estado
de Embriaguez y puede pasar por distintos niveles o graduaciones.

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La embriaguez comienza con la perturbación funcional que se manifiesta en
actos que evidencian relajamiento de los frenos inhibitorios, el lenguaje se
torna incoherente, ininteligible y absurdo. No puede formularse juicio razonable,
la atención y la memoria decaen. Incluso se dice que el uso del alcohol en
todos los estados de embriaguez genera la destrucción o, en todo caso, el
debilitamiento de la personalidad normal.

Por lo tanto, como producto del estado de embriaguez en el que se encuentra


una persona, esta adopta una conducta muy agresiva, lo cual conlleva, ya sea
directa o indirectamente, a la comisión de una acto delictivo. Además, es de
notar que cuando una persona se encuentra en estado de ebriedad, es fácil
que cualquier situación, cualquier gesto, palabra o actitud desencadene el
fenómeno. Eso se genera debido a que el estado de agitación que se genera
es tal que el sujeto pierde la noción de las cosas, se irrita o angustia, se
revuelve furioso contra las personas o cosas, con profunda turbación de la
conciencia y absurda agitación motriz, que lo impulsa a actos violentos. Una
palabra, un gesto, una simple indicación desencadena una rabiosa furia
incoercible. (712)

Además esta embriaguez se genera por causas hereditarias y por causas


predispuestas. Interesa más en este punto la embriaguez impulsada por
causas disposicionales (orgánicamente predispuestos o lábiles; personalidades
psico o neuropáticas) o de otras situaciones ocasionadas, como pueden ser
traumatismos craneanos, tensiones emocionales relacionadas con el
alcoholismo, entre otros.

Cajias (472)

En virtud de esto, se considera que los casos de grave perturbación de la


conciencia generada por la ingesta de alcohol, de manera permanente y plena,
junto a los casos de casos de embriaguez patológica, ocasionaría de plano la
“inimputabilidad”. Lo mismo sucedería en los casos de perturbación de
conciencia por ingesta de alcohol ocasional plena, sea fruto de una intoxicación
aguda con pasajera obnubilación de conciencia, bajo la condición que el sujeto
pierda por completo la capacidad de comprensión y autodeterminación. En
estos casos la exención de responsabilidad penal del sujeto que presenta

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embriaguez se generaría debido a que no se le puede reprochar el resultado de
sus actos en razón de que este tenía un concepto de la realidad desdibujado y
no podía comprender la ilicitud de sus actos

En ese sentido, diversos tratadistas nacionales y extranjeros y algunas


legislaciones en materia de Derecho Penal han establecido que la embriaguez
es causa de inimputabilidad en circunstancias que, el sujeto no pueda
discriminar la naturaleza lícita de sus acciones o inhibir sus impulsos delictivos;
y además se toma en cuenta que la imputabilidad se determina en el momento
en que el agente actúa, o sea al momento de la infracción criminal, una
aplicación en contrario implicaría una especie de responsabilidad objetiva por el
resultado.

Lo que excluye la inimputabilidad en estos casos no es que el sujeto este ebrio


en el momento del hecho, sino que el alcohol condujo al agente a un estado de
grave alteración de la conciencia que lo puso en una situación de incapacidad
psíquica para comprender.

Habiendo desarrollado estas ideas, podemos considerar que en el caso objeto


de análisis se puede observar una relación entre el estado alcohólico y el delito,
lo cual en este caso se aprecia sobre todo por la proximidad temporal entre un
fenómeno (la puesta en estado de ebriedad) y el otro (el robo).

En razón de ello, y basándose además en el alto nivel de alcohol que el


imputado tenía en la sangre (información que se obtuvo a través de la práctica
del método Widmark), es fácil entender porque la Corte Suprema consideró
que en este caso la ingestión de alcohol generó un trastorno mental transitorio
que permitía que se dé la exención de la responsabilidad penal.

Sin embargo, es de tomar en cuenta que muchas veces esta alteración de la


conciencia puede ser provocada (la llamada embriaguez preordenada),
dándose lugar a la inimputabilidad por una actio libera in causa. La actio libera
in causa se presenta en el supuesto del sujeto que busca, contempla la
posibilidad y la acepta, de colocarse en un estado de inimputabilidad para así
delinquir y luego invocar inimputabilidad. A pesar de sus dificultades, la idea de

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la actio libera in causa supone la posibilidad de sanción para el sujeto que, al
momento de cometer la infracción, presentaba un cuadro de inimputabilidad.

Una vez desarrollada estas ideas, considero que si bien efectivamente el


imputado al momento de cometer el crimen se encontraba en estado de
ebriedad y por lo tanto, su conciencia se veía gravemente alterada y no tenía
un pleno control de sus acciones, es de tomar en consideración la idea
anteriormente expuesta respecto a que en muchas ocasiones es posible que el
mismo sujeto que cometió el acto delictivo se haya puesto en estado de
embriaguez para poder llevar a cabo el delito.

Por lo tanto, en mi opinión considero que, tanto en el presente caso como en


todos los casos en los cuales se esté tratando la responsabilidad penal del
ebrio, no sólo se le debe dar importancia a la cantidad de alcohol que una
persona tiene en la sangre y como esta puede influir en su conciencia y en sus
sentidos, sino que también debería averiguarse si acaso no se trata de un caso
de embriaguez preordenada. Esto debido a que muchas veces este…. Podría
ser usado por muchos como un medio para evadir la justicia. Sería muy
sencillo que una persona

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5. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

CONCLUSIONES

 El alcohol es un factor criminógeno puesto que su consumo genera


alteraciones fisiológicas y emocionales, y rompe los frenos inhibitorios,
haciendo que el sujeto que bebe no pueda prever y comprender el
resultado de su actuar y cometa delitos que no hubiese cometido
estando en estado de sobriedad.

 Sin embargo, se debe señalar que el alcohol no es el único factor que


influye en la comisión de actos delictivos.

 Como hemos podido ver, la respuesta de nuestro Código Penal frente a


casos de embriaguez absoluta, es la inimputabilidad del sujeto, puesto
que se considera que el imputado se encuentra en un estado en el que
sus sentidos y conciencia se ve alterada, por lo que no comprende la
ilicitud de su acto.

RECOMENDACIONES

 Es importante continuar estudiando como el alcohol influye en la


conducta delictiva, para así poder poner en práctica medidas represivas
que puedan combatir y reducir el número de delitos cometidos bajo los
efectos del alcohol.

 Además, también se deben optar por utilizar medidas preventivas


adecuadas que tengan el objetivo de tratar de disminuir el consumo de
alcohol, y de esta manera, evitar que se cometan delitos en estado de
ebriedad.

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6. BIBLIOGRAFIA

1. CABALLERO, José Severo. “Alcoholismo y Derecho Penal”, La Ley, 1979,


pp. 3
2. CAVANACH John y MCGOLDRICK James. “Psiquiatría fundamental”,
Barcelona, Ediciones Miracle, 1963, pp 496
3. CUARON, Alfonso Quiroz. “Alcoholismo y Delincuencia.” En Revista
Mexicana De Sociología, vol. 2, no. 2, 1940, pp. 41. 
4. HUASCAR CAJIAS, K. “Criminología”, Editorial Juventud, 1997, 5°
Edición, pp 4
5. LEJIA MORENO, Marco Antonio. “Elementos de Criminología”. 4° Edición,
1989, pp 111
6. LITTLE, James Albert. “Ebriedad y alcoholismo” en Lecciones y Ensayos
N° 09, 1958, pp 101
7. PESET, José Luis y PESET, Mariano. “Lombroso y la escuela positivista
italiana”. Editorial CSIC, Madrid, 1975, pp 297-298
8. VALLEJO NAGERA, Antonio. “Tratado de psiquiatría”, Barcelona-Madrid,
Salvat Editores, 1954, pp, 839
9. WAEL Hikal, “Criminología etiológica - multifactorial, los factores
criminógenos”, pp, 92-96

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