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Anécdotas

del Alma
Prólogo y selección
Claudio María Domínguez
- Colección Un Mundo Mejor -
Anécdotas del Alma
Prólogo y selección
Claudio María Domínguez
Colección Un Mundo Mejor
Segunda edición
Impreso en Argen@na
I.S.B.N.: 987-98808-0-3
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Prólogo

Queridos hermanos y amigos:


Gracias por exis@r, y por creer que un mundo mejor
siempre es posible.
Gracias por intentar un cambio y por abrazar la evolución
que nos permite liberarnos en esta vida. Gracias por sen@r que se
merecen ser felices y por no vacilar en lograrlo aquí y ahora.
Cuando hace un año, publicamos “Un Collar de Maravillas”,
con los relatos y enseñanzas que están llegando desde
dis@ntos rincones del planeta, y que con absoluta claridad
y emoción, compasión y belleza, nos recuerdan verdades
esenciales de nuestra Naturaleza Divina, los resultados excedieron
aun los cálculos más entusiastas.
El libro mul@plicó ediciones, y es leído en muchísimos
programas radiales y televisivos en forma permanente, y por
sus enseñanzas en valores morales y humanos fue adoptado en
escuelas y colegios, como material didác@co, con resultados
muy movilizadores.
La vida siempre se impone y termina enhebrando las
perlas co@dianas que forman uno y otro collar de maravillas,
para que sepamos se parte del milagro, que no es otra cosa
que cambiar nuestra percepción de la realidad; de lo que
creíamos, con anteojeras y telarañas, que en realidad; y en
cambio ahora pasamos a ver en plenitud la verdad de esta
oportunidad bendita que es estar en el planeta en estos @empos
definitorios. Tiempos que nos exigen, de una vez por todas,
ser felices.
El que no se decide a ser feliz está llevando una existencia
de pruebas y turbulencias muy duras; como si el mundo
exterior lo golpease por no atreverse a creer en los recursos
genuinos, infinitos, gozosos que están en el interior del ser.
La vida nos reclama que creamos que nos merecemos
ser felices. Estos seres de luz nos recuerdan todo el @empo que
somos hijos de la luz y que si nos vinculamos con ese tesoro
con el que fuimos creados, es obvio que atraigamos todo @po
de sinsabores.
No podemos vivir más @empo en la ignorancia, que
produce miedo, dudas y baja es@ma. No podemos seguir más
@empo negándonos a la Verdad. Somos mucho más que un
cuerpo y una mente. Somos mucho más que el reflejo que los
otros ven de nosotros. Somos esencias purísimas, creadas a
imagen y semejanza de Dios, que tenemos además de un ropaje,
en este caso un cuerpo y una mente para u@lizarlos con
grandeza y hacer que el tránsito del alma por la @erra sea
extraordinariamente
glorioso.
Es hora de vivir un des@no de grandeza, no quedarnos
en el mero cumplimiento de funciones biológicas.
El planeta necesita elevarse y nosotros debemos elevarnos
con él.
Eso es cumplir con la voz de la conciencia, que es la
voz divina en nosotros.
Basta de intentar acallarla con todo @po de ruidos externos,
porque los único que logramos es iden@ficarnos con el
mundo exterior cada vez más, sumergirnos en la amnesia y sufrir
en forma con@nua.
El único pecado es no ser feliz.
Se nos permite discernir y elegir nuestro retorno rápido
a la felicidad.
La enseñanzas vienen de lugares y seres que en cada
esquina aparecen desplegando la gracia divina para que escapemos
del túnel oscuro y corramos, y volemos literalmente,
hacia la luz que nos sana, protege y eleva.
Si nosotros reconocemos nuestra luz, podemos iluminar
a tantos otros. La maravilla se contagia y va quitando los
restos de la obscuridad.
Estas anécdotas del alma ponen su granito de arena,
humilde, pero cálido, simple y sin embargo rotundo, para que
podamos acelerar ese proceso de alegría, de perdones y entu-
siasmos, de proyectos de vida, solidaridad y servicio. Los temas
de siempre, a los que en tantas ocasiones seguimos negando
en nuestro diario. Al fin y al cabo la verdad es sólo una,
con tantas facetas y belleza, como las que estemos dispuestos
a aceptar.
Anécdotas del alma, an@guas, actuales, eternas. Así desfilan
por estas páginas: nuestros seres queridos, los aprendizajes
familiares diarios, las relaciones afec@vas nutri@vas y afines, la
entrega incondicional, la superación de asignaturas pendientes,
la liberación de rencores y resen@mientos, la visión de Cristo en
el otro, la aceptación y la tolerancia, saber que todo regresa
mul@plicando, la inocencia perfecta del niño, la redención a la
que aspira el adulto, el @empo como un mero esquema mental
y material, y tantos temas más a los que escapamos, hasta que
llega el momento de detenerse y decidir se dueños de nuestra
vida, de nuestra visión y de nuestro des@no.
Amigos queridos, seres luminosos que están intentando
vivir trascendencia, no aflojen, que los premios que están
llegando no pueden ser descritos ni siquiera por la poesía de
las mejores palabras.
Los seres sublimes que nos guían a cada paso, nos reiteran
con paciencia infinita, que no hay que perder energía en
cosas vanas y ekmeras y u@lizar la intuición y las capacidades
en crecer, amar, ayudar y ser muy, pero muy felices.
Ustedes sabrán cuánto de eso están poniendo en prác@ca
y obteniendo en estos momentos; y de acuerdo a eso sabrán
detenerse, analizar la situación y los pasos a seguir, tomar
conciencia y lanzarse de lleno a la aventura bendita de la felicidad.
Esperamos de corazón que estas anécdotas del alma
les den un empujoncito, para saber de una vez por todas, y reiterar
en cada respiración, quienes son ustedes. Quienes son de
verdad.

Claudio María Domínguez


Necochea, abril 2001.
Construyendo puentes

No hace mucho @empo, dos hermanos que vivían en


granjas adyacentes cayeron en un conflicto.
Este fue el primer conflicto serio que tenían en 40 años
de cul@var juntos hombro a hombro, compar@endo maquinaria
e intercambiando cosechas y bienes en forma con@nua.
Esta larga y beneficiosa colaboración terminó repen@namente.
Todo comenzó con un pequeño malentendido y fue
creciendo hasta llegar a ser una diferencia mayor entre ellos,
hasta que explotó en un intercambio de palabras amargas seguido
de semanas de silencio.
Una mañana alguien llamó a la puerta de Luis. Al abrir
la puerta, encontró a un hombre con herramientas de carpintero:
“Estoy buscando trabajo por unos días”, dijo el extraño,
“quizás usted requiera algunas pequeñas reparaciones aquí en
su granja y yo pueda ser de ayuda en eso”.
“Sí”, dijo el mayor de los hermanos, “tengo un trabajo
para usted. Mire al otro lado del arroyo aquella granja, ahí vive
mi vecino, bueno, de hecho es mi hermano menor. La semana
pasada había una hermosa pradera entre nosotros y él
tomó su máquina y desvió el cauce del arroyo para que quedara
entre nosotros, como una separación. Bueno, él pudo haber
hecho esto para enfurecerme, pero le voy a hacer una mejor.
¿Ve usted aquella pila de deshechos de madera junto al
granero?. “Quiero que construya una cerca, una cerca de dos
metros de alto, no quiero verlo nunca más”.
El carpintero le dijo: “Creo que comprendo la situación.
Muéstreme donde están los clavos y la pala para hacer
los hoyos de los postes y le entregaré un trabajo que lo dejará
sa@sfecho”.
El hermano mayor le ayudó al carpintero a reunir todos
los materiales y dejó la granja por el resto del día para ir
por provisiones al pueblo.
El carpintero trabajó duro todo el día midiendo, cortando,
clavando. Cerca del ocaso, cuando el granjero regresó,
el carpintero justo había terminado su trabajo.
El granjero quedó con los ojos completamente abiertos,
su mandíbula cayó. ¡¡¡No había ninguna cerca de dos metros!!!,
¡¡¡En su lugar había un puente, un puente que unía las
dos granjas a través del arroyo!!!. Era una fina pieza de arte,
hasta con pasamanos.
En ese momento, su vecino, su hermano menor, vino
desde su granja y abrazando a su hermano le dijo: “¡¡¡ Eres un
gran @po, has construido este hermoso puente después de lo
que he hecho y dicho!!!”.
Estaban en su reconciliación los dos hermanos, cuando
vieron que el carpintero tomaba sus herramientas.
“No, ¡espera!. Quédate unos cuantos días. Tengo muchos
proyectos para @”, le dijo el hermano mayor al carpintero.
“Me gustaría quedarme”, dijo este, “pero tengo muchos
puentes por construir…”.
El 7empo vivido

Esta es la historia de un hombre al que yo definiría como


buscador…
Un buscador es alguien que busca, no necesariamente
alguien que encuentra.
Tampoco es alguien que, necesariamente, sabe qué es
lo que está buscando; es simplemente alguien para quien su
vida es una búsqueda.
Una día, el buscador sin@ó que debía ir hacia la ciudad
de Kammir. El había aprendido a hacer caso rigurosamente
a estas sensaciones que venían de un lugar desconocido de
sí mismo, así que dejó todo y par@ó.
Luego de dos días de marcha por los polvorientos caminos
divisó, a lo lejos, Kammir. Un poco antes de llegar el
pueblo, una colina a la derecha del sendero le llamó mucho la
atención.
Estaba tapizada de un verde maravilloso y había un
montón de árboles, pájaros y flores encantadores; la rodeaba
por completo una especie de valla pequeña de madera lustrada.
…Una puerta chiquita de bronce lo invitaba a entrar.
De pronto, sin@ó que olvidaba el pueblo y sucumbió
ante la tentación de descansar por un momento en ese lugar.
El buscador traspasó el portal y comenzó a caminar
lentamente entre las piedras blancas que estaban distribuidas
como al azar, entre los árboles.
Dejó que sus ojos se posaran como mariposas en cada
detalle de ese paraíso mul@color.
Sus ojos eran los de un buscador, quizás por eso descubrió,
sobre las piedras, aquella inscripción…
“Abdul Tareg, vivió 8 años, 6 meses, 2 semanas y 3
días”.
Se sobrecogió un poco al darse cuenta que esa piedra
no era simplemente una piedra, era una lápida.
Sin@ó pena al pensar que un niño de tan corta edad estaba
enterrado en ese lugar.
Mirando a su alrededor, el hombre se dio cuenta de
que la piedra de la lado también tenía una inscripción.
Se acercó a leerla. Esta decía:
“Yamir Kalib, vivió 5 años, 8 meses y 3 semanas”.
El buscador se sin@ó terriblemente conmocionado.
Este hermoso lugar era un cementerio y cada piedra
era una tumba.
Una por una empezó a leer las lápidas.
Todas tenían inscripciones similares: un nombre y el
@empo de vida exacto del muerto.
Pero lo que lo conectó con el espanto, fue comprobar
que el que más @empo había vivido sobrepasaba apenas los 11
años…
Embargado por un dolor terrible, se sentó y se puso a
llorar.
El cuidador del cementerio pasaba por allí y se acercó.
Lo miró llorar por un rato en silencio y luego le preguntó
si lloraba por algún familiar.
- No, ningún familiar –dijo el buscador- ¿Qué pasa con este
pueblo? ¿Qué cosa tan terrible hay en esta ciudad? ¿Por
qué hay tantos niños muertos enterrados en este lugar?
¿Cuál es la terrible maldición que pesa sobre esta gente,
que los ha obligado a construir un cementerio de chicos?.
El anciano sonrió y dijo:
- Puede usted serenarse. No hay tal maldición. Lo que pasa
es que aquí tenemos una vieja costumbre. Le contaré…
Cuando un joven cumple los quince años, sus padres
le regalan una libreta, como ésta que tengo aquí colgando
del cuello.
Y es tradición entre nosotros que a par@r de allí, cada
vez que uno disfruta intensamente de algo, abre la libreta
y anota en ella:
A la izquierda, qué fue lo disfrutado…
A la derecha, cuánto @empo duró el gozo.
Conoció a su novia y se enamoró de ella. ¿Cuánto
@empo duró esa pasión enorme y el placer de conocerla?
¿Una semana? ¿Dos? ¿Tres semanas y media?…
Y después… la emoción del primer beso, el placer maravilloso
del primer beso, ¿Cuánto duró? ¿El minuto y
medio del beso? ¿Dos días? ¿Una semana?…¿Y el embarazo
y nacimiento del primer hijo? ¿Y el casamiento
de los amigos? ¿Y el viaje más deseado? ¿Y el reencuentro
con la familia? ¿Cuánto @empo duró el disfrutar
de estas situaciones? ¿Horas? ¿Días?.
Así…cada momento que disfrutamos los vamos anotando
en la libreta… cada momento.
Cuando alguien se muere, es nuestra costumbre, abrir
su libreta y sumar el @empo de lo disfrutado, para escribirlo
sobre su tumba, porque ese es, para nosotros,
el único y verdadero @empo VIVIDO.
Jerry

Jerry era el @po de persona que te encantaría amar.


Siempre estaba de buen humor y siempre tenía algo
posi@vo que decir.
Cuando alguien le preguntaba como le iba, él respondía:
“Si pudiera estar mejor, tendría un gemelo”.
El era un gerente fantás@co porque tenía varias meseras
que lo habían seguido de restaurante en restaurante. La razón
por las que las meseras seguían a Jerry era por su ac@tud.
El era un mo@vador natural: Si un empleado tenía un mal día,
Jerry estaba ahí para decirle al empleado cómo ver el lado posi@vo
de la situación.
Ver este es@lo realmente me causó curiosidad, así que
un día fui a buscar a Jerry y le pregunté:
“No lo en@endo…no es posible ser una persona posi@va
todo el @empo…¿cómo lo haces?”
Jerry respondió: “Cada mañana me despierto y me digo
a mí mismo, Jerry, @enes dos opciones hoy: puedes escoger
estar de buen humor o puedes escoger estar de mal humor; escojo
estar de buen humor. Cada vez que sucede algo malo
puedo escoger ser una víc@ma o aprender de ello; escojo
aprender de ello. Cada vez que alguien viene a mí para quejarse,
puedo aceptar su queja o puedo enseñarle el lado posi@vo
de la vida; escojo el lado posi@vo de la vida”.
“Sí…claro…pero no es tan fácil”.
“Sí lo es” dijo Jerry. “Todo en la vida es acerca de elecciones”.
Cuando quitas todo lo demás, cada situación es una
elección. Tú eliges cómo reaccionas a cada situación.
Tú eliges cómo la gente afectará tu estado de ánimo.
Tú eliges estar de buen humor o mal humor. En resumen: “TU
ELIGES COMO VIVIR LA VIDA”.
Reflexioné en lo que Jerry me dijo. Poco @empo des-
pués, dejé la industria alimen@cia para iniciar mi propio negocio.
Perdimos contacto, pero con frecuencia pensaba en Jerry
cuando tenía que hacer una elección en la vida en vez de
reaccionar a ella.
Varios años más tarde, me enteré de que Jerry hizo algo
que nunca debe hacerse en un negocio de restaurante: dejó
la puerta de atrás abierta una mañana y fue asaltado por tres
ladrones armados. Mientras trataba de abrir la caja fuerte, su
mano temblando por el nerviosismo, resbaló de la combinación.
Los asaltantes sin@eron pánico y le dispararon. Con mucha
suerte, Jerry fue encontrado rela@vamente pronto y llevado
de emergencia a una clínica.
Luego de dieciocho horas de cirugía y semanas de terapia
intensiva, Jerry fue dado de alta aún con fragmentos de
bala en su cuerpo.
Me encontré con Jerry seis meses después del accidente
y cuando le pregunté como estaba, me respondió: “si pudiera
estar mejor, tendría un gemelo”.
Le pregunté que pasó por su mente en el momento del
asalto. Contestó:
“Lo primero que vino a mi mente fue que debía haber
cerrado con llave la puerta de atrás. Cuando estaba @rado en
el piso recordé que tenía dos opciones: podía elegir vivir o podía
elegir morir; elegí vivir”.
“¿No sen@ste miedo?”, le pregunté.
Jerry con@nuó:
“Los médicos fueron geniales. No dejaban de decirme
que iba a estar bien. Pero cuando me llevaron al quirófano y
vi las expresiones en las caras de los médicos y enfermeras,
realmente me asusté…podía leer en sus ojos: “es hombre
muerto”. Supe entonces que debía tomar parte…”.
“¿Qué hiciste?, pregunté.
“Bueno…uno de los médicos me preguntó si era alérgico
a algo, respirando profundo grité: “Sí, a las balas…”.
Mientras reían les dije:
“Estoy escogiendo vivir…opérenme como si estuviera
vivo, no muerto”.
Jerry vivió por la maestría de los médicos, pero sobre
todo por su asombrosa ac@tud.
Aprendí que cada día tenemos la elección de vivir plenamente.
La ac@tud, al final, lo es todo.
Las cosas simples de la vida

Una vez, un padre de una familia acaudalada lleva a


su hijo a un viaje por el campo con el firme propósito de que
su hijo viera cuán pobre era la gente del campo, y valorase el
contraste de la vida holgada que ellos llevaban y el esfuerzo
tan doloroso de esa gente humilde. Obviamente las intenciones
del padre eran buenas y quería que su hijo, como heredero
lógico de las riquezas que él había obtenido, supiera diferenciar
la suerte que ellos tenían, en oposición a las dura realidad
de tantos trabajadores, de los cuales Dios parece haberse
olvidado.
Estuvieron por espacio de un día y una noche completa
en una granja de una familia campesina muy humilde.
Al concluir el viaje y de regreso a casa, el padre le preguntó
a su hijo:
- ¿Qué te pareció el viaje?
- Muy fuerte, muy movilizador, papá.
- ¿Viste cuán pobre puede ser la gente?.
- Sí.
- ¿ Y qué aprendiste?.
- Vi que nosotros tenemos una casa inmensa, y cada uno de
nosotros en su cuarto @ene un jacuzzy y computadora, pero
también los pasillos separan nuestros cuartos son tan
largos que pasamos días enteros a veces sin cruzarnos, en
nuestro propio hogar; y en cambio ellos viven en dos cuartos
humildes, pero están juntos, se ven y hablan y comparten
cosas.
El padre quedó demudado porque no era esa, obviamente,
la respuesta que esperaba de su hijo.
El chico con@nuó.
- Nosotros tenemos esa pileta olímpica que vos hiciste construir
en casa, con mármol de Carrara, con iluminación
desde abajo, y que hay que cuidar con termostatos importados
en forma permanente; y ellos, papá, se bañan en ese
río inmenso, que parece no terminar nunca, y que agua
bella, sin olor a cloro, incluso calen@ta, sin usar ninguna
máquina para darle esa temperatura ideal.
El padre bajó aún más la cabeza y el chico siguió:
- Mamá acaba de comprar en la feria de las naciones esos
faroles importados, a quinientos dólares cada uno, que no
dejan de ser ar@ficiales y se rompen en cualquier momento,
y ellos @enen las estrellas, perfectas, iluminando con
una luz que ningún farol, por más caro que sea, podría llegar
a imitar. Y viste papá, cuando uno mira las estrellas, no
necesita ningún farol.
- Ustedes compraron ese perro chiquito, hasta an@pá@co, te
diría. Bien arisco, que es carísimo y tonto y mamá planea
llevarlo a un psicólogo de perros. ¿No es ridículo eso?. Estos
@enen cinco mas@nes, divinos, vagos, sin raza fina; pero
que te cuidan, te miman, te acompañan a donde vas y te
despiertan por la mañana, avisándole a los chicos que es
hora de ir a la escuela. Estos perros, papi, no @enen precio.
El padre casi ni se atrevía a mirar a su hijo.
El chico terminó por decirle, mientras lo abrazaba con
inmenso amor:
- Papá, yo te adoro. Cuando me dijiste que vendríamos acá
juntos, un día entero, para mí fue una dicha tan grande.
¡Estar un día con mi padre!. Te acompañaría hasta el fin
del mundo por estar con vos. Mamá y vos trabajan todo el
@empo, y yo casi ni los veo. Y esta gente está junta y en familia,
y se ven y se besan y se disfrutan, o incluso discuten,
pero en familia.
- ¡Papá, gracias por enseñarme tanta diferencia!.
- Gracias por enseñarme lo ricos…QUE NOSOTROS PODRIAMOS
LLEGAR A SER.
La salvadora

Había llegado el momento de evaluarme. El Tribunal


reunido esperaba. Eran figuras serias e importantes y yo les fui
explicando en qué había ocupado mi vida. No estaba nerviosa
ni preocupada, siempre viví para los demás, sin egoísmos y
ocupándome poco de mí. Conté cómo había atendido a mi familia,
haciendo todo lo humanamente posible para que fuesen
felices, aliviándoles las tareas en un olvido total de mis necesidades.
Aún cuando mis hijos fueron mayores siempre me
consultaban sus decisiones y me hacían caso. Conté cómo me
ocupé de mis padres en su ancianidad, llevándolos a los médicos,
comprándoles can@dades de remedios y teniéndolos
muy protegidos.
También evalué mis acciones fuera de la casa, mi éxito
en el trabajo, donde sin mí nada funcionaba, porque fui detallista
al extremo y muy exigente, además de eficaz.
Sabía que el cas@go que me impondrían sería poco; algunos
pecados veniales no merecen demasiada severidad de
juicio y podría, por fin, llegar a Dios.
Había tenido una buena vida, sobre todo en la adultez,
cuando empecé a hacer obras de bien, a prestar servicio. En
realidad tenía @empo de más y nadie de quien ocuparme ya
en mi familia. Pero tenía a los otros, a los enfermitos, a los pobres,
a los de la parroquia, a quienes le venía bien mi ropa vieja,
pero limpita y zurcida. Toda gente necesitaba a quienes,
junto con las cosas que les regalaba, les daba consejos sobre
moral, higiene y normas de conducta para que dejaran de vivir
en la promiscuidad.
De pronto todo se borró, las figuras del Tribunal eran
sólo puntos de luz purísima, y vi, en un instante, como una película,
como una película acelerada, escenas relacionadas con
mi vida que yo nunca había visto.
Mi hija paralizada emocionalmente y llorando porque
no sabía que hacer ante una decisión importante.
Mis padres aterrorizados en el momento de su muerte.
Mis compañeros de trabajo humillados por no poder
brillar tanto como yo. Y vi en los ojos de mis protegidos al recibir
la ropa, una infinita necesidad de cariño que no les di.
Me vi esquivando el gesto de contacto ksico y retaceando la
caricia, dando dinero donde hacían falta abrazos, enjuiciando
cuando debía callar y callando cuando era necesario hablar. Y
ENTONCES TOME CONCIENCIA… TODO ESTABA TAN…
PERO TAN CLARO. Una voz empezó a resonarme adentro
¿Serían los del Tribunal, o mi propia voz?.
“Hija, ya viste tus acciones y también tus omisiones. Te
tomarás un @empo, como le llaman en la @erra, tendrás un nuevo
cuerpo, elegirás una familia y volverás. Nosotros te ayudaremos.
Visualiza muy bien qué es lo que necesitas aprender
aún. Cuando hayas vuelto a la Tierra, no intentes ser LA SALVADORA,
deja que los demás vivan sus propias pruebas. No te
sometas al poder de quienes dependes, ni hagas depender a nadie
de @…SE LIBRE. Cuídate de la promiscuidad del alma siendo
tu misma, y no te pros@tuyas intentando comprar con obras
tu salvación, dikcilmente encontrarás algo afuera cuando el
TODO está dentro tuyo. Ayuda a los ancianos y enfermos a
bien morir, no los apabulles con complicadas técnicas medicinales,
porque la alquimia de sanación sólo está dentro de ellos.
No confundas Orgullo con Servicio, enjuiciando las ac@tudes o
costumbres de aquellos a quienes ayudas. Y no te sientas, que
porque lo haces eres Dis@nta o Superior. Aquel que te necesita
está en esa situación (aunque sea un mendigo o un enfermo incurable)
porque es más fuerte que tú para resis@r esas pruebas.
Es tu maestro, te hace el favor de necesitarte, por lo tanto permítele
evolucionar y verás que evolucionas con él”.
La voz se hizo más tenue, pero aún alcancé a escuchar:
“Hija, la próxima vez que vuelvas a hacer tu propio
juicio, a@ende bien a la pregunta. En el juicio sobre tu úl@ma
vida, no te preguntamos. ¿QUÉ HAS HECHO? Sino ¿CUÁNTO
HAS AMADO?.
Nunca juzgues a alguien antes de 7empo

En los días en que un helado costaba mucho menos,


un niño de 10 años entró en un establecimiento y se sentó en
una mesa. La mesera puso un vaso de agua frente a él. “¿Cuánto
cuesta un helado de chocolate con almendras?”, preguntó
el niño. “Cincuenta centavos”, respondió la mesera. El niño sacó
su mano de su bolsillo y examinó un número de monedas.
“¿Cuánto cuesta un helado sólo?”, volvió a preguntar.
Algunas personas estaban esperando por una mesa y la mesera
ya estaba un poco impaciente. “Vein@cinco centavos”, dijo
ella bruscamente, pensando que el chico ocupaba una mesa
en esa hora pico de trabajo, y de ese modo impedía que varios
parroquianos ordenasen bebidas alcohólicas y además dejasen
a ella una buena propina al re@rarse. El niño volvió a contar
las monedas. “Quiero el helado solo”, dijo el niño.
La mesera le trajo el helado, puso la cuenta en la mesa
y se fue, no sin antes hacerle al chico un gesto de desdén.
El niño terminó el helado, pagó en la caja y se fue. Cuando la
mesera volvió, empezó a limpiar la mesa y entonces le costó
tragar saliva con lo que vio. Allí, puesto ordenadamente junto
al plato vacío, había vein@cinco centavos… su propina. Jamás
juzgues a alguien antes de @empo.
Expresarnos a 7empo

Aquel día al abuelo lo vi dis@nto. Tenía la mirada enfocada


en lo distante. Casi ausente. Ahora pienso que tal vez
presenya que ése era el úl@mo día de su vida.
Me aproximé y lo saludé como de costumbre.
Y él extendió su silencio. Me senté junto a su sillón y
luego de un instante exclamó:
- ¡Hoy es día de inventario, hijo!.
- ¿Inventario? – pregunté sorprendido.
- Sí. ¡El inventario de las cosas perdidas! – me contestó con
cierta energía y no sé si con tristeza o alegría.
Luego prosiguió:
- En el lugar de donde vengo, las montañas quiebran el cielo
como si fueran enormes edificios. Siempre tuve deseos
de escalar la más alta. Nunca lo hice, no tuve el @empo ni
la voluntad suficientes para sobreponerme a mi inercia
existencial.
Recuerdo también a María, aquella chica que amé en silencio
por cuatro años; hasta que un día se marchó del pueblo, sin yo
saberlo.
¿Sabes algo?. También estuve a punto de estudiar ingeniería,
pero mis padres no pudieron pagarme los estudios.
Además, el trabajo en la carpintería de mi padre no me permiya
viajar. ¡Tantas cosas no concluidas, tantos amores no declarados,
tantas oportunidades perdidas!.
Luego su mirada se hundió aún más en el vacío y se
humedecieron sus ojos. Entonces con@nuó:
- En los treinta años que estuve casado con tu abuela, creo
que sólo cuatro o cinco veces le dije “te amo”.
Después de un breve silencio, regresó de su viaje mental y mirándome
a los ojos me dijo:
- Este es mi inventario de cosas perdidas, la revisión de mi
vida. A mí ya no me sirve. A @ sí. Te lo dejo como regalo
para que puedas hacer tu inventario a @empo.
Y luego, con cierta alegría en el rostro, con@nuó con entusiasmo
y casi diver@do:
- ¿Sabes que he descubierto en estos días?.
- ¿Qué, abuelo? – aguardó unos segundos y no contestó, sólo
me interrogó nuevamente:
- ¿Cuál es el pecado más grave en la vida de un hombre?.
La pregunta me sorprendió y sólo a@né a decir, con inseguridad:
- No lo había pensado. Supongo que matar a otros seres humanos,
odiar al prójimo y desearle el mal. ¿Tener malos
pensamientos, tal vez?.
Su cara se reflejaba nega@va. Me miró intensamente, como remarcando
el momento y en tono grave y firme me señaló:
- El pecado más grave en la vida de un ser humano es el pecado
por omisión. Y lo más doloroso es descubrir las cosas
perdidas sin tener @empo para encontrarlas y recuperarlas.
Al día siguiente regresé temprano a casa, luego del en@erro del
abuelo, para realizar en forma urgente mi propio inventario de
las cosas perdidas.
Expresar nuestros sen@mientos nos deja muchas sa@sfacciones,
así que no tengas miedo de hacerlo y procura no quedarte
con las ganas de nada… antes de que sea demasiado tarde.
Y tú te pondrías de pie

Había un profesor de Filosoka que era un Ateo profundamente


comprome@do. Sus estudiantes siempre tuvieron
miedo de discu@r con él por su lógica implacable. Durante
veinte años, siempre pensó que nadie en su clase tenía el valor
de ir en su contra. Por supuesto, algunos habían discu@do
en clase alguna vez, pero nunca realmente en su contra. No lo
hacían porque él tenía una gran reputación.
Al final de cada semestre, en el úl@mo día, él pedía a
su clase de trescientos estudiantes: “¡Si hay alguien que todavía
cree en Jesús, póngase de pié¡”. En veinte años nadie lo hizo.
Ellos sabían lo que venía después, ya que él diría: “Porque
todo aquel que cree en Dios es un tonto. Si Dios exis@ese, El
lo demostraría impidiendo que este adorno de yeso se rompiera
al golpear el piso; sería tan sencillo para El, probar que es
Dios, y aún así no puede hacerlo”. Y así cada año @raba un
adorno de yeso en el suelo para que se rompiera a pedazos.
Los estudiantes no podían hacer más que mirar.
La mayoría de los estudiantes terminaban convencidos
de que Dios no exisya. Siempre algún que otro Cris@ano se había
colado, pero por veinte años habían tenido miedo de ponerse
de pie. Pues bien, hace unos años un joven que había oído
historias sobre este maestro, se inscribió en la clase, ya que
sin él no podría terminar su carrera. Durante los primeros tres
meses de aquel semestre, él oraba todos los días por tener el
valor de ponerse de pie, sin importar lo que dijera el maestro,
o lo que pensaran sus compañeros de clase.
Nada de lo que dijeran quebrantaría su fe.
Finalmente llegó el día. El profesor dijo: “¡Si hay alguien
que todavía cree en Dios, que se ponga de pié¡”.
El profesor y la clase de trescientos alumnos miraron
fijamente y absolutamente sorprendidos, como el muchacho
se ponía de pie en el fondo del salón. El profesor gritó ¡TONTO!, “¡Si Dios
exis@era, El lo probaría evitando que este adorno
de yeso se rompa al golpear el piso!”. Acto seguido arrojó
el adorno, pero al momento que lo hizo, éste se resbaló de sus
dedos y fue resbalando por su manga, por los pliegues de su
pantalón y por su zapato, hasta que intacto, rodó por el suelo.
El profesor quedó con la boca abierta observando el
adorno en el suelo, después levantó su mirada al joven que estaba
de pie y salió corriendo del salón y habló de su fe en Jesús
por la siguiente media hora. Los estudiantes escucharon
como hablaba del amor de Dios hacia ellos y su enorme poder.
La fe y la devoción realmente cambian vidas.
Primero salvan la tuya y luego iluminan el camino de aquellos
con quienes compartes tu vida.
Los clavos en la puerta

Esta es la historia de un muchachito que tenía muy mal


carácter.
Su padre le dio una bolsa de clavos y le dijo que cada
vez que perdiera la paciencia, debería clavar un clavo detrás
de la puerta. El primer día, el muchacho clavó 37 clavos detrás
de la puerta. Las semanas que siguieron y a medida que él
aprendía a controlar su genio, clavaba cada vez menos clavos
detrás de la puerta.
Descubrió que era más fácil controlar su genio que
clavar clavos detrás de la puerta.
Llegó el día en que pudo controlar su carácter durante
toda la jornada. Después de informar a su padre, éste le sugirió
que re@rara un clavo cada día que lograra controlar su
carácter.
Los días pasaron y el joven pudo finalmente anunciar
a su padre que no quedaban más clavos para re@rar de la puerta.
Su padre lo tomó de la mano, lo llevó hasta la misma y le
dijo: “Has trabajado duro, hijo mío, pero mira todos esos hoyos
en la puerta. Nunca más será la misma. Cada vez que tú
pierdes la paciencia, dejas cicatrices exactamente como las
que aquí ves. Tú puedes insultar a alguien y re@rar lo dicho,
pero el modo en que se lo has dicho lo devastará y la cicatriz
perdurará para siempre”.
El cienCfico y el ego

Había una vez un cienyfico que descubrió el arte de


reproducirse a sí mismo tan perfectamente que resultaba imposible
dis@nguir el original de la reproducción. Un día se enteró
de que lo andaba buscando el Angel de la Muerte, y entonces
hizo doce copias de sí mismo.
El Angel no sabía cómo averiguar cual de los trece
ejemplares que tenía ante sí era el cienyfico, de modo que los
dejó a todos en paz y regresó al cielo. Pero no por mucho
@empo, porque, como era un experto en la naturaleza humana,
se le ocurrió una ingeniosa estratagema.
Regresó de nuevo y dijo: ‘Debe de ser usted un genio
señor, para haber logrado tan perfectas reproducciones de sí
mismo, sin embargo, he descubierto que su obra @ene un defecto,
un único y minúsculo defecto”.
El cienyfico pegó un salto y gritó: “¡Imposible! ¿Dónde
está el defecto?”.
¡Justamente aquí!, respondió el Angel mientras tomaba
al cienyfico de entre sus reproducciones y se lo llevaba
consigo. “Todo lo que hace falta para descubrir al “ego” es una
palabra de adulación o de crí@ca’.
La perla

Mariel era una linda niña de cinco años, de ojos relucientes.


Un día mientras ella y su mamá visitaban una @enda,
vio un collar de perlas de plás@co que costaba $2,50,-.
¡Deseaba con afán que su madre se lo comprara!.
Inmediatamente le preguntó a su mami si se compraría,
y ella le contestó: “Hagamos un trato, yo te compraré el
collar y cuando lleguemos a casa haremos una lista de tareas
que podrás realizar para pagarlo. ¿Esta bien?.
La niña estuvo de acuerdo, y su mamá le compró el
collar de perlas. Mariel trabajó con tesón todos los días para
cumplir con sus tareas. En poco @empo canceló su deuda.
¡Ella amaba sus perlas!. Las llevaba puestas a todas partes al
jardín de infantes, a la cama, y cuando salía de paseo con su
mamá.
Mariel tenía un padre que la quería muchísimo.
Cuando ella iba a su cama, él siempre le leía su cuento preferido
.Una noche, cuando terminó el cuento, le dijo:
“Hija, ¿tú me quieres?”
“Oh, si papá
“Entonces, regálame tus perlas”,
“¡Oh, papi!, Mis perlas no”, contestó Mariel.
Pero te doy a Rosita, mi muñeca favorita. ¿La recuerdas?,
tú me la regalaste el año pasado para mi cumpleaños. Y
te doy su ajuar también, ¿Está bien, papá?.
“Oh, hijita, está bien, no importa”, y con un beso en la
mejilla le dio las buenas noches.
Una semana después, nuevamente su padre le preguntó
al terminar de leerle un cuento:
“Hija, ¿Tú me quieres?”
“Oh, sí papá, ¡Tú sabes que te quiero mucho!”, le contestó
ella.
“Entonces regálame tus perlas”.
“Oh, papá, mis perlas no. Pero te doy a Lazos, mi caballo
de juguete. Es mi favorito, su pelo es tan suave. Tú puedes
jugar con él y hacerle trencitas”.
“Oh, hijita, está bien”. Le dijo a su papá dándole un
beso en la mejilla y deseándole felices sueños.
Algunos días después, cuando el papá de Mariel entró
a su dormitorio para leerle un cuento, ella estaba sentada en
su cama y con un temblor en los labios le dijo: “Toma, papá”,
y es@ró su mano. La abrió y en su interior estaba su tan querido
collar. Su padre con una mano tomó las perlas de plás@co
y con la otra extrajo de su bolsillo una cajita de terciopelo
azul. Dentro de esa cajita había unas hermosas perlas genuinas.
Él las había conservado todo ese @empo, esperando que
su hija renunciara a la bara@ja, para así poder darle la pieza de
valor.
Lo mismo sucede con nuestro Padre Celes@al. Él está
esperando que renunciemos a las cosas sin valor que poseemos
en nuestras vidas para darnos preciosos tesoros.
El árbol confundido
Había una vez, algún lugar que podría ser cualquier
@empo, un hermoso jardín, con manzanos, naranjos, perlas y
bellísimos rosales, todos ellos felices y sa@sfechos. Todo era alegría
en el jardín, excepto por una árbol profundamente triste.
El pobre tenía un problema: No sabía quién era. “Lo
que te falta es concentración”, le decía el manzano, “si realmente
lo intentas, podrás tener sabrosas manzanas. ¿Ves que
fácil es?. “No lo escuches”, exigía el rosal, “es más sencillo tener
rosas y ¿Ves que bellas son?. Y el árbol desesperado, intentaba
todo lo que le sugerían, y como no lograba ser como los
demás, se senya cada vez más frustrado.
Un día llegó hasta el jardín el búho, la más sabia de las
aves, y al ver la desesperación del árbol, exclamó: “No te
preocupes, tu problema no es tan grave, es el mismo de muchísimos
seres sobre la @erra. Yo te daré la solución: No dediques
tu vida a ser como los demás quieran que seas… Sé tú
mismo, conócete, y para lograrlo, escucha tu voz interior. Y dicho
esto, el búho desapareció.
“¿Mi voz interior…? ¿Ser yo mismo…? ¿Conocerme…?”.
Se preguntaba el árbol desesperado, cuándo de pronto,
comprendió… Y cerrando los ojos y los oídos, abrió el corazón,
y por fin pudo escuchar su voz interior diciéndole: “Tu
jamás darás manzanas porque no eres un manzano, ni florecerás
cada primavera porque no eres un rosal. Eres un roble, y tu
des@no es crecer grande y majestuoso. Dar cobijo a las aves,
sombra a los viajeros, belleza al paisaje… Tienes una misión
¡Cúmplela!”.
Y el árbol se sin@ó fuerte y seguro de sí mismo y se dispuso
a ser todo aquello para lo cual estaba des@nado. Así,
pronto llenó su espacio y fue admirado y respetado por todos.
Y sólo entonces el jardín fue completamente feliz.
Al ver a mi alrededor yo me pregunto:
¿Cuántos serán robles que no se permiten a sí mismos
crecer? ¿Cuántos serán rosales que por miedo al reto, sólo dan
espinas? ¿Cuántos naranjos que no saben florecer?.
En la vida, todos tenemos un des@nos que cumplir y un
espacio que llenar…
Todos tenemos grietas

Un cargador de agua de India tenía dos grandes vasijas


que colgaban a los extremos de un palo y que llevaba encima
de los hombros. Una de las vasijas tenía varias grietas,
mientras que la otra era perfecta y conservaba todo el agua al
final del largo camino a pie desde el arroyo hasta la casa de su
patrón; en cambio, cuando llegaba, la vasija rota solo tenía la
mitad de agua.
Durante dos años completos esto fue así diariamente,
desde luego la vasija perfecta estaba muy orgullosa de sus logros,
pues se sabía perfecta para los fines para los que fue creada.
Pero la pobre vasija agrietada estaba muy avergonzada de
su propia imperfección, y se senya miserable porque sólo podía
hacer la mitad de todo lo que se suponía que era su obligación.
Después de dos años, la @naja quebrada le habló al
aguatero así, diciéndole:
“Estoy avergonzada y me quiero disculpar con@go porque
debido a mis grietas sólo puedes entregar la mitad de mi
carga y sólo ob@enes la mitad del valor que deberías recibir”.
El aguatero, le dijo compasivamente:
“Cuando regresemos a la casa quiero que notes las bellísimas
flores que crecen a lo largo del camino”. Así lo hizo la
@naja. Y en efecto, vio muchísimas flores a lo largo del trayecto.
Sin embargo se sin@ó apenada porque sólo quedaba dentro
suyo, la mitad del agua que debía llevar.
Al aguatero le dijo, entonces: “¿Te diste cuenta de que
las flores sólo crecen en tu lado del camino?. Siempre he sabido
de tus grietas y quise sacar el lado posi@vo de ello. Sembré
semillas de flores a lo largo del camino por donde vas y todos
los días las has regado y por dos años yo he podido recoger estas
flores para poder decorar el altar de mi Maestro. Si no fueras
exactamente como eres, con todo y tus defectos, no hubiera
sido posible crear esta belleza”.
Cada uno de nosotros @ene sus propias grietas.
Todo somos vasijas agrietadas, pero debemos saber
que siempre existe la posibilidad de aprovechar las grietas para
obtener resultados.
El cazador y el sabio

Manuel, el mejor cazador de todo el mundo, se aburrió


de estar sólo, por lo tanto decidió sentar cabeza y hallar
un compañera con la cual pasar el resto de sus días, pero no
podía ser una mujer cualquiera, debía ser la mejor mujer. Debía
ser la mujer perfecta, sólo así aceptaría renunciar a su soledad,
de modo que salió en busca de ella por todo el mundo.
A medida que recorría el mundo en su búsqueda, ella
no aparecía. Quizás ella lo estaba buscando a él, pensó Manuel,
y no coincidían.
Un día, unos de los amigos de Manuel, compadecido
por éste le dijo: “Mira Manuel, arriba en la montaña vive un
hombre muy sabio, quizá sepa dónde está la mujer que buscas”.
Manuel vio que no perdía nada, así que subió a la montaña
donde encontró al maestro. Tenía el cabello del color de
la nieve, de ese color que sólo la experiencia sabe dar a par@r
de golpes, tristezas y alegrías.
“Maestro”, dijo Manuel, “Sé que tú lo sabes todo, así
que te ruego me digas, ¿dónde puedo encontrar a la mujer perfecta?.
Hace más de cuatro inviernos que la estoy buscando y
aún no la he encontrado”.
El maestro con voz suave y firme sonrió y le dijo: “Por
supuesto que te diré donde hallarla, pero primero debes ponerte
en camino y cazar un unicornio de cuerno dorado para mí.
Tan pronto lo traigas te lo diré, pero antes que nada recuerda
que debes hacerlo antes de que pasen ocho lunas. Si para ese
entonces no tengo el unicornio, jamás hallarás a esa mujer”.
Para Manuel era más del @empo que necesitaba, pues
era el mejor cazador. Así que salió hacia la @erra del ensueño
que es el único lugar donde pueden vivir los unicornios. De
repente en el camino se encontró con un hombrecillo, que al
tocar su flauta converya los más áridos terrenos en hermosos
jardines, pero no se detuvo a conocerlo porque debía hallar al
unicornio.
Más adelante encontró un jardín de rosas que nunca
envejecían y además conservaban para siempre su aroma, pero
no se detuvo a olerlas porque debía encontrar el unicornio.
Halló también a otro hombrecito que le ofrecía miel de un panal
que tenía virtud de quien la probaba no se senya cansado
por más que no durmiese o comiese. Tampoco se detuvo porque
lo importante era hallar el unicornio.
En fin… siguió y siguió y pasaron las ocho lunas sin
poder dar con el unicornio, en parte porque los unicornios de
cuerno dorado no existen y eso él lo sabía muy bien. Pero sin
embargo, lo buscó para poder encontrar a la mujer perfecta.
Cansado y derrotado volvió con el sabio anciano y le
contó sus aventuras. El maestro le dijo: “¿Y por buscar algo que
sabías que no ibas a encontrar, te negaste a conocer tales prodigios?”.
“Así te sucederá si te empeñas en buscar a la mujer
perfecta. No podrás oler el aroma de las rosas de la vida, ni
embriagarte con las mieles del amor, ni escuchar la música de
los ángeles. Ahora vete y disfruta de los placeres que existan
afuera. No te preocupes, porque jamás encontrarás a la mujer
perfecta, pero cuando encuentres el amor, quien entonces esté
a tu lado, para @, será perfecta”.
Manuel sonrió al comprender lo que le decía el anciano,
y volvió a su aldea, donde encontró a una mujer, y al estar
junto a ella, los lugares más áridos, se tornaban en primaverales.
Su aroma estaba en él, aún cuando ella no estaba, y
no necesitaba comida alguna porque con ella no senya fa@ga.
Así, pasó junto a ella el resto de sus días, que fueron bastantes,
y a sus hijos les enseñó que jamás fuesen a buscar a la mujer
perfecta y que nunca le dieran la espalda a las maravillas
del amor, tal como él lo hiciese @empo atrás.
El Rey y la exposición

Una vez un gran rey preparó una exposición muy par@cular.


Él era amante del arte, la arquitectura, la música, la
ciencia y todo @po de expresiones. En la exposición, había colocado
elementos en todas las variedades y categorías, y ésta
se abrió para todo el mundo. La entrada era gratuita. El Rey incluso
hizo otro extraño anuncio: “La gente no sólo puede visitar
la exposición en forma gratuita sino también puede llevarse
cualquier objeto que le interese”.
Naturalmente, acudieron grandes mul@tudes de hombres,
mujeres y niños, que se llevaban con avidez la mayor
can@dad de cosas y aryculos que podían.
El Rey disfrutaba mucho viendo a las personas entrar y
salir felices.
De pronto, sus ojos se posaron en una joven doncella
que observaba muy pacientemente todos los rincones de la exposición,
pero estaba por abandonar el lugar sin llevar nada en
sus manos. Sin embargo, era la imagen misma de la alegría y
al paz.
El Rey fue hacia ella y le preguntó gen@lmente: “Señora,
¿cómo es que ningún objeto te ha atraído? ¿No te ha gustado
la exposición? ¿Me lo puedes decir?”.
La doncella replicó graciosamente pero con firmeza:
“Oh, Rey, la exposición es realmente grandiosa. No puede haber
otra mejor que ésta, con tanta variedad de aryculos. Son
realmente hermosos”.
“¿Entonces por qué no te llevas al menos una o dos cosas?,
preguntó el Rey.
La doncella le explicó: “Oh, Rey. Los deseos nunca
@enen fin. No quiero nada”.
El Rey dijo: “Mi señora, pide lo que quieras que será
tuyo”.
La joven, con una ymida sonrisa en sus labios dijo:
“¿Mantendrías tu palabra aunque el deseo fuese realmente
extraordinario?”.
“Por cierto que sí”, respondió el Rey.
“En ese caso”, replicó la joven, “te quiero a @”.
El Rey mantuvo su palabra y se casó con ella. Al conver@rse
ahora en esposa del Rey, toda la exposición fue de ella.
Este hermoso mundo de infinita variedad es la exposición.
Dios es el Rey y propietario de esta exposición.
La gente del mundo @ene la libertad de entrar y tomar
tantas cosas como quiera y disfrutar de ellas, pero hay sólo
unos pocos que no desearán los objetos de este mundo sino
que sólo anhelarán al Creador.
La doncella de esta historia es la representante de esas
raras almas.
La mano del maestro

Estaba golpeado y marcado y el rematador en una subasta


pensó que por su escaso valor, no tenía sen@do perder
demasiado @empo con el viejo violín, pero igualmente lo levantó
con una sonrisa.
- ¿Cuánto dan por mí, señores? –gritó- ¿quién empezará
a apostar por mí?
- Un dólar, un dólar – después dos dólares.
- ¿Sólo dos?
- Dos dólares y ¿quién da tres?, tres dólares, a la una; tres
dólares a las dos; y van tres…
Pero nadie subía la oferta.
Desde el fondo de la sala un hombre canoso se adelantó
y recogió el arco; luego, después de quitar el polvo
del violín y es@rando las cuerdas flojas, las afinó y
tocó una melodía pura y dulce como un coro de ángeles.
Cesó la música y el rematador con una voz silenciosa
y baja dijo:
- ¿Cuánto me dan por el viejo violín? –y lo levantó en alto
con el arco.
- Mil dólares y… ¿quién da dos? -¡Dos mil!, ¿Y quién da
tres? Tres mil a la una, tres mil a las dos; y se va y se fue, -
dijo-.
La gente aplaudía, pero algunos decían:
- No entendemos bien, ¿qué cambió su valor? –y la respuesta
fue:
- ¡La mano del Maestro!
Nuestras vidas pueden valer poco o mucho según sean
las manos de quién nos u@lice.
Muchos están en manos de los vicios, otros en los juegos,
pero en cambio otros, están siendo usados por las manos
del Maestro por excelencia, Dios.
Independientemente de si la gente da poco o mucho
por tu vida, ésta puede se mejor y más valiosa si dejas que tu
amigo, Dios, sea tu Maestro.
Del maestro a sus discípulos

Un maestro propuso a sus discípulos el siguiente relato:


- Un hombre que iba por el camino tropezó con una gran
piedra. La recogió y la llevó consigo. Poco después tropezó
con otra. Igualmente la cargó. Todas las piedras con las
que iba tropezando las cargaba, hasta que aquel peso se
volvió tan grande que el hombre ya no pudo caminar más.
¿Qué piensan ustedes de ese hombre?.
- Que es un necio –respondió uno de los discípulos-
- ¿Para qué cargaba las piedras con las que tropezaba?
Entonces el maestro dijo:
- Eso es lo que hacen aquellos que cargan las ofensas que
otros les hayan hecho, los agravios sufridos, y aun la amargura
de las propias equivocaciones. Todo eso lo debemos
dejar atrás, y no cargar las pesadas piedras del rencor contra
los demás o contra nosotros mismos. Si hacemos a un
lado esa inú@l carga, si no la llevamos con nosotros, nuestro
camino será más ligero y nuestro paso más seguro.
Así dijo el maestro, y los discípulos se hicieron el propósito
de no cargar nunca el peso del odio o del resen@miento.
Muchos de nosotros cargamos con recuerdos de toda
la vida, y es más, mucha gente se deprime cada vez que los recuerda,
pues siempre los están cargando.
Nadie te pide que por arte de magia olvides, sino simplemente
que no cargues con todo.
Dejemos atrás el pasado, y el futuro será mejor.
El campesino y la roca
Hace mucho @empo, un rey colocó una gran roca obstaculizando
un camino. Entonces se escondió y miró para ver si alguien
quitaba la tremenda piedra. Algunos de los comerciantes
más adinerados del rey y cortesanos vinieron y simplemente dieron
una vuelta alrededor de la roca sin siquiera intentar moverla.
Muchos culparon al rey ruidosamente de no mantener
los caminos despejados, pero ninguno hizo algo para sacar la
piedra grande del camino.
Cierto día, pasaba un campesino que llevaba una carga
de verduras. Al aproximarse a la roca, puso su carga en el
piso y trato de moverla hacia un lado del camino. Después de
empujar y fa@garse mucho, lo logró.
Mientras recogía su carga de vegetales, notó que en el
suelo había una cartera, justo donde había estado la roca. La
cartera contenía muchas monedas de oro y una nota del mismo
rey indicando que el oro era para la persona que removiera
la piedra del camino. El campesino aprendió lo que los demás
nunca entendieron: que cada obstáculo muestra una
oportunidad para mejorar la condición de cada uno.
¿Cuántas veces nos quejamos por nuestros problemas
y no hacemos lo más mínimo por resolverlos?
Debemos aprender que la mayor alegría en nuestras vidas
es seguir adelante, sobreponiéndonos a los obstáculos y venciendo
los problemas, lo bueno es que no estamos solos, y tenemos a
aquel que nos guía y lleva por el camino recto. También existe la
otra opción: caminar solos sin guía y sin apoyo… Tú eliges.
Debemos servir siempre a todos y en todo momento, y
no creer que habrá otro que lo hará o que nosotros no somos
quienes tenemos la obligación de hacerlo.
Sirvamos, ayudemos, colaboremos y demos todo, pues
la recompensa estará al final del camino.

HIJOS DE LA LUZ

Instrucciones para la vida


Dale a la gente más de lo que espera, y hazlo con gusto.
Memoriza tu plegaria favorita.
No creas en todo lo que escuchas, ni gastes todo lo
que @enes o duermas todo lo que quieras.
Cuando digas: “TE AMO” dilo de verdad.
Cuando digas: “lo siento”, mira a la persona a sus ojos.
Cree en el amor a primera vista.
Jamás te burles de los sueños de los demás.
Ama profunda y apasionadamente. Puedes salir herido,
pero es la única manera de vivir la vida completamente.
Frente a los desacuerdos, pelea limpio, no ofendas.
No juzgues a los demás por sus parientes.
Habla lentamente, pero piensa con rapidez.
Cuando alguien te haga una pregunta que no quieres
responder, sonríe y pregúntale: “¿Por qué quieres saberlo?”.
Recuerda que el más grande amor y los mayores logros
involucran mayores riesgos.
Di “Salud” cuando escuches a alguien estornudar.
Cuando pierdas, no pierdas la lección.
Respeta las tres R: respeto a @ mismo, respeto a los demás,
responsabilidad por tus acciones.
No permitas que una pequeña disputa dañe una gran
amistad.
Cuando te hayas dado cuenta de que come@ste un
error, toma medidas inmediatas para corregirlo.
Sonríe cuando respondas el teléfono. Quien llame lo
podrá escuchar en tu voz.
Pasa algún @empo en soledad.
Abre tus brazos al cambio pero no te desprendas de
tus valores.
Recuerda que el silencio es a veces la mejor respuesta.
Lee más libros y mira menos TV.
Conka en Dios pero cierra bien tu auto.
Una atmósfera amorosa en tu hogar es importante.
Haz todo lo posible para crear un hogar tranquilo y armonioso.
Ante desacuerdos con seres queridos, céntrate en la situación
presente, no traigas el pasado.
Lee entre líneas. Comparte tu conocimiento. Es una
manera de lograr la inmortalidad.
Sé gen@l con el planeta.
Reza. Hay un poder inconmensurable en la oración.
Jamás interrumpas cuando estés siendo halagado.
Ocúpate de tus propios asuntos.
Si ganas mucho dinero, disponlo para ayudar a otros
mientras estés con vida. Esa es la mayor sa@sfacción que la fortuna
te puede dar.
Juzga tu éxito en la medida de lo que tuviste que renunciar
para obtenerlo.
¿Cuándo 7ene sen7do la vida?

La vida empieza a tener sen@do cuando ayudas a otro


a ponerse de pie y a andar. Cuando respiras hinchando tus pulmones
de aire, y notas que no estás solo a pesar de estar en el
desierto.
Cuando miras al cielo y ves las estrellas que dominan el
firmamento, comprendes que no estás solo, comprendes que la
vida es mucho más que el simple palpitar de tu corazón.
La vida @ene sen@do cuando andas, cuando evolucionas,
y no dejas tras de @ amargura. Cuando tras de @, has dejado
alegrías, cuando has dejado amigos y hermanos, cuando
has dejado un grato recuerdo en todo aquel que te ha conocido,
es cuando la vida @ene sen@do. Si tras de @ has dejado
odio, esas serán las raíces que darán en el futuro frutos amargos;
si la planta que crece @ene raíces de amor, los frutos serán
dulces y serán tu alimento en el andar de cada día.
Apoya tu mano sobre el hombro de aquellos que andan
con@go, porque si te sientes débil ellos te levantarán, y si
te sientes fuerte andarás más de prisa.
No te ates a las alabanzas. El que te quiere no te alaba,
te apoya sin palabras. Sabrás quien es el que te quiere
cuando te ves reflejado en él. Busca tu gloria en la gloria de
los demás, y los demás buscarán su gloria en @.
Si hablas a los demás, que tu palabra sea limpia; pero
no hables con orgullo, ya que hacerlo es hablar con falsedad.
Usa todo lo que la naturaleza pone a tu alcance. No
malgastes tu @empo. Tienes poco @empo; justo el que estás
disfrutando ahora. Trata de conocerte. No te malgastes. No te
mal u@lices. Busca dentro de @ la solución a tus problemas. Si
@enes que atarte, átate a @ mismo.
No culpes a los demás de tus propios errores. Sé tu
propio juez, pero un juez justo. Si andas por un bosque ten
cuidado, porque habrá ramas bajas, y te puedes golpear con
ellas. No es necesario que las cortes, simplemente agáchate un
poco para volver a levantarte inmediatamente, y verás que la
rama quedará frustrado en su intento de dañarte.
No pronuncies la palabra “¡imposible!” porque todo
es posible dentro de @ si vas dirigido posi@vamente, poco a poco
te irás hundiendo; tal vez consigas logros parciales, inmediatos,
pero te estarás hundiendo. Si vas posi@vamente, quizás
los logros sean más a largo plazo, pero te estarás elevando.
Sólo pasa hambre el que no sabe que @ene dos manos.
Si alimentas tu cuerpo para que te sirva, debes también alimentar
tu Alma, para que también te sirva. Un alma poco alimentada
es un alma débil, sin fuerza. Un alma bien alimentada
es un alma que genera energía, que contagia, que anima.
Cuida bien todas aquellas cosas que afectan la evolución de tu
alma.
Nunca hables con miedo, porque las palabras se volverán
contra @. Si @enes miedo no hables, porque el miedo es
también contagioso. Habla mirando a los ojos, transmite tu
fuerza en tu mirada.
Si quieres saber como es Dios, mira volar un ave, mira
crecer una flor, mira los astros moverse, mira hacia tu interior
y verás que en todo se expresa la perfección.
Encontrar el amor

Si te encuentras enamorado de una persona que no está


enamorada de @… no te reproches a @ mismo. No hay nada
de malo con@go, sino que ese amor no eligió descansar en
el corazón de la otra persona.
Si encuentras a alguien que está enamorado de @, y tu
no lo amas, siéntete honrado de que el amor vino y tocó tu
puerta, pero dulcemente rechaza el regalo que no puedes devolver.
Si te enamoras de alguien, y esta persona se enamora
de @, y el amor elige irse, no intentes reclamarlo o culparlo.
Déjalo ir. Hay una razón y un significado. Tu lo sabrás a su debido
@empo.
Recuerda que tú no eliges al amor… el amor te elige a @.
Todo lo que realmente puedes hacer es aceptarlo.
Cuando entre a tu vida, vas a sen@r como él te llena hasta derramarse,
y es ahí donde debes encontrar la manera de compar@rlo…
Dáselo a la persona que lo hizo nacer en tu vida.
Dáselo a quienes sean pobres de espíritu.
Dalo alrededor del mundo de todas las formas que
puedas.
No puedes engañar a quien amas, ni esconder o negar
el amor. Tal vez nadie dis@nga en tus ojos la diferencia, pero
si observan tu mirada, ellas les dirá todo.
Acuérdate de todo esto, y mantenlo en tu corazón:
El amor @ene su propio @empo, sus propias estaciones
y sus propias razones para ir y venir. Tú no lo puedes sobornar,
coaccionar, mo@var o insis@r para que se quede. Sólo puedes
abrazarlo cuando llega, y repar@rlo con los otros. Pero recuerda,
si él elige dejar tu corazón, o el corazón de aquel a
quien amas, no hay nada que puedas hacer, y no hay nada que
debas hacer.
El amor es y siempre será un misterio. Alégrate de que
él haya entrado a tu vida en algún momento. Y recuerda que,
si man@enes tu corazón abierto, él vendrá de nuevo a @.
El amor llega…

A aquel que espera,


aunque alguna vez lo haya decepcionado.
A aquel que todavía cree en él,
aunque haya sido traicionado.
A aquel que todavía necesita amar,
aunque antes haya sido las@mado.
A aquel que @ene el coraje y la fe
para construir la confianza de nuevo.
El principio del amor es dejar que aquellos que conocemos
sean ellos mismos, y no tratar de moldearlos con nuestra
propia imagen, porque de ese modo sólo te falta una sonrisa
para hacer que un día oscuro brille.
Las personas más felices no siempre @enen lo mejor de
todo, sólo sacan lo mejor de todo lo que encuentran en su camino.
La felicidad espera por aquellos que han sido las@mados,
aquellos que la buscan, aquellos que nunca se rinden. Sólo
ellos pueden apreciar la importancia de las personas que
han pasado por sus vidas.
Recorre felizmente la vida, dejando de lado tus an@guos
fracasos y los dolores de tu corazón.
Atrévete a amar
Duele amar a alguien y no ser correspondido. Pero es
más doloroso amar a alguien y nunca encontrar el valor para
decirle a esa persona lo que sientes. Tal vez Dios quiere que
nosotros conozcamos a unas cuantas personas equivocadas
antes de conocer a la persona correcta, para que al fin cuando
la conozcamos, sepamos ser agradecidos por ese maravilloso
regalo.
Una de las cosas más tristes de la vida es cuando conoces
a alguien que significa todo y te das cuenta que al final
no era para @ y lo @enes que dejar ir. Cuando la puerta de la
felicidad se cierra, otra puerta se abre, pero algunas veces miramos
tanto a aquella que se cerró que no vemos la que se ha
abierto frente a nosotros.
Es cierto que no sabemos lo que no tenemos hasta que
lo perdemos, pero también es cierto que no sabemos lo que
nos hemos estado perdiendo hasta que lo encontramos.
Cuando a una persona le das todo tu autor nunca es
seguro de que ésta te amará. No debes esperar que te amen;
sólo espera que el amor crezca en el corazón de la otra personal.
Si no crece, se feliz porque creció en el tuyo.
Comparaciones

El hombre es la más elevada de las criaturas. La mujer


es el más sublime de los ideales.
Dios hizo para el hombre un trono y para la mujer un
altar. El trono exalta, el altar san@fica.
El hombre es el cerebro, la mujer el corazón. El cerebro
fabrica la luz, el corazón produce el amor. La luz fecunda,
el amor resucita.
El hombre es fuerte por la razón, la mujer es fuerte por
las lágrimas. La razón convence, las lágrimas conmueven.
El hombre es capaz de todos los heroísmos; la mujer, de
todos los mar@rios. El heroísmo ennoblece, el mar@rio sublimiza.
El hombre @ene la supremacía, la mujer la preferencia.
La supremacía significa la fuerza, la preferencia representa el
derecho.
El hombre es un genio, la mujer es un ángel. El genio
es inmensurable, el ángel indefinible.
La aspiración del hombre es la suprema gloria, la aspiración
de la mujer es la virtud extrema. La gloria hace todo lo
grande, la virtud todo lo divino.
El hombre es un código, la mujer una Sagrada Escritura.
El código corrige, la Sagrada Escritura perfecciona.
El hombre piensa, la mujer sueña. Pensar es tener en el
cráneo una larva, soñar es tener en la frente una aureola.
El hombre es un océano, la mujer es un lago. El océano
@ene la perla que adorna y el lago la poesía que deslumbra.
El hombre es el águila que vuela, la mujer el ruiseñor que
canta. Volar es dominar el espacio, cantar es dominar el alma.
El hombre es un templo, la mujer es el sagrario.
Ante el templo nos descubrimos, ante el sagrario nos
arrodillamos.
En fin, el hombre está colocado donde termina la @erra
y la mujer donde comienza el cielo.
Ganadores vs. Perdedores
El ganador ve siempre una solución en cada problema.
El perdedor ve siempre un problema en cada solución.
El ganador @ene siempre una respuesta para cada pregunta.
El perdedor @ene siempre una pregunta para cada respuesta.
El ganador hace sencillas las cosas dikciles. El perdedor
hace dikciles las cosas sencillas.
El ganador ve en el nuevo día una nueva oportunidad
de trascender. El perdedor pierde la oportunidad de trascender
en el nuevo día.
El ganador sabe que puede porque Dios lo sos@ene. El
perdedor sos@ene que no puede porque Dios no quiere.
El ganador encuentra en su familia un esymulo de superación.
El perdedor acusa a su familia de ser un obstáculo
en su superación.
El ganador dice: “lo puedo hacer hoy antes de que sea
demasiado tarde”. El perdedor dice: “es demasiado tarde, no
lo puedo hacer hoy”.
El ganador ve campos verdes detrás de cada piedra. El
perdedor ve muchas piedras antes de los campos verdes.
El ganador siempre es parte de la solución. El perdedor
dice: “es posible, pero muy dikcil”.
Si crees en @, ya eres un ganador.
Benditos mis compe7dores

Que me hacen levantar m[as temprano, y de ese modo,


me rinde más el día.
Que me obligan a ser más atento, competente y disciplinado.
Que me comprometen a aguzar mi inteligencia, para
mejorar mis servicios.
Que me imponen la diligencia, pues si no exis@eran,
sería yo flojo, incompetente y retrógrado.
Que callan mis virtudes y gritan a voz en cuello mis
defectos y así los puedo corregir.
Que me hacen ver en cada cliente, un hombre al que
debo servir y no explotar; lo que me da un amigo en cada uno.
Que me hacen tratar humanamente a mis compañeros
para que se sientan parte de mi equipo y rindan más con entusiasmo.
Que han acrecentado en mi, el anhelo de superación
y de mejoramiento.
Que por su presencia me ha conver@do en factor de
progreso y prosperidad para mi empresa.
Compe@dores queridos, yo los saludo, y los veo en su
esencia divina, como maestros que adoptaron ese disfraz, a
veces ingrato, incluso par ustedes mismos, para que yo aprenda
y evolucione más rápido. Que el Señor les dé larga vida.
La fe hace todo
Un médico estaba en su consultorio cuando llegaron
dos pacientes. El primero le dijo:
- Doctor, he consultado con toda clase de médicos y curanderos,
realmente dudo que usted pueda hacer algo, en todo caso ni siquiera
voy a tomar el tratamiento que me envíe, pues se que no
me hará nada.
A lo que el doctor le contestó:
- Pues sí, realmente no pienso hacer nada, porque si usted
mismo no @ene fe en lo que yo pueda hacer par curar su
enfermedad, ¿para qué viene?. Discúlpeme, pero no pienso
atenderlo si no conka en mí.
Pasó el segundo paciente y dijo:
- Doctor, estoy desesperado, no he dormido preocupándome
por lo que tengo y no sé qué hacer. Por este mo@vo vine
con usted, pues se que usted es un dis@nguido médico
y estoy seguro de que va a curarme. Pienso hacer todo lo
que me diga al pie de la letra. Conko en que usted sabe lo
que hace.
El médico le contestó:
- Su confianza me compromete a hacer todo lo posible, se
lo agradezco y haré todo lo que esté en mis manos para
poder curarlo.
¿Cuántas veces cuando tenemos problemas le pedimos favores
a Dios?. Probablemente en muchos de los casos no los has recibido.
¿Te has preguntado por qué?. Si a Dios le pides algo sin fe ni
convicción de lo que estas pidiendo, Él no puede ayudarte; ya que
ni tú mismo quieres creer ni colaborar.
“Pienso cambiar mi carácter oh Dios”,” te pido que me ayudes,
pero no pienso ayudar a los demás”. ¿Cómo podrá tu Creador
ayudarte si no estás dispuesto a colaborar?. En cambio, si llegas con
un corazón dispuesto, quieres cambiar, y realmente crees en tu corazón
que recibirás lo que pides, Dios no va a tardar para dártelo.
Meditación en la luz

Estoy creando para mí un mundo nuevo, pleno de esperanzas,


de paz, de armonía y de amor.
Un mundo de ilusiones “reales” en que todo es felicidad.
Mi fortaleza está en mi espíritu, mi energía en mi voluntad,
mi poder en mis pensamientos, y mi fuerza en mi cuerpo.
Ahora siento que mi horizonte es tan amplio como el cielo
mismo, tan grande como el infinito.
He aprendido a tener fe. Mi fe me sos@ene con una inmensa
y profunda seguridad. Ante cualquier reto me mantengo
firme.
Paso a paso voy descubriendo la perfección que hay
en todo lo que me rodea.
Esto es para mí como una nueva aurora de esperanza,
de luz y de bondad que Dios me obsequia, para ser cada día
mejor.
Su caridad infinita me ha hecho conocer los senderos
del bien que yo puedo tener.
Ahora doy gracias al Creador por esta nueva vida que
me da felicidad y sobre todo, da paz y alegría a mis seres queridos.
Doy la bienvenida a este caudal de pensamientos:
bondad, compresión, paciencia, armonía, paz, fe, esperanza,
caridad, perdón, amor…
¡Conquístate a @ mismo!
Hoy deseo sugerirte que hagas una experiencia con@go
mismo, para beneficio de tu propia vida y de los que te rodean.
Se trata de que te decidas a pensar y actuar durante sólo
una semana:
“Hoy seré feliz. Expulsaré de mi espíritu todo pensamiento
triste. Me sen@ré alegre. No me quejaré de nada. Hoy
agradeceré a Dios la alegría y felicidad que me regala”.
“Trataré de ajustarme a la vida. Aceptaré el mundo como
es y procuraré encajar en este mundo. Si sucede algo que
me desagrada, no me mor@ficaré ni me lamentaré, más bien
agradeceré ser feliz. Hoy quiero ser dueño de mis impulsos,
pues para triunfar debo superarme, debo tener el dominio de
mí mismo”.
Trabajaré alegremente, con entusiasmo, haré de mi trabajo
una diversión. Comprobaré que soy capaz de trabajar con
alegría. Resaltaré mis éxitos grandes o pequeños y no pensaré
en mis fracasos”.
“Seré agradable. No cri@caré a nadie. Olvidaré los defectos
de los demás y concentraré mi atención en sus virtudes.
No envidiaré nada. Tendré presente que muchos no @enen lo
que yo tengo y que el des@no feliz pertenece a los que luchan
y que el futuro se resolverá en función de la actuación de mí,
hoy”.
“No pensaré en mi pasado nega@vo. No guardaré rencor
y prac@caré el perdón”.
¡Qué lindos pensamientos!. No son míos, pero valió la
pena leerlos, ¿verdad?. Si los pones en prác@ca esta semana, te
aseguro que realmente has emprendido la escalada de tu propia
conquista, el mundo estará en tus manos y el horizonte
empezará a florecer increíblemente.
Decidirse a ser feliz

Y así, después de esperar tanto, un día como cualquier


otro decidí triunfar, decidí no esperar a las oportunidades sino
yo mismo buscarlas, decidí ver cada problema como la oportunidad
de encontrar una solución, decidí ver cada desierto
como la oportunidad de encontrar un oasis, decidí ver cada
noche como un misterio a resolver, decidí ver cada día como
una nueva oportunidad de ser feliz.
Aquel día descubrí que mi único rival no eran más que
mis propias debilidades, y que en éstas estaba la única y mejor
forma de superarnos.
Aquel día dejé de temer a perder y empecé a temer a
no ganar, descubrí que no era yo el mejor y que quizás nunca
lo fui, me dejó de importar quien ganara o perdiera ahora me
importa simplemente saberme mejor que ayer.
Aprendí que lo dikcil no es llegar a la cima, sino jamás
dejar de subir.
Aprendí que el mejor triunfo que puedo obtener, es tener
el derecho de llamarle a alguien “Amigo”, aprendí a ver en
cada amigo a mi mejor rival pero principalmente a ver en cada
rival la oportunidad de hacer un nuevo amigo.
Descubrí que el amor es más que un simple estado de
enamoramiento, ‘el amor es una filosoka de la vida”.
Aquel día dejé de ser un reflejo de mis escasos triunfos
pasado y empecé a ser mi propia tenue luz de este presente,
aprendí que de nada sirve ser luz si no vas a iluminar el camino
de los demás.
Aquel día decidí cambiar tantas cosas, aquel día
aprendí que los sueños son solamente para hacerse realidad,
desde aquel día ya no duermo para descansar, ahora simplemente,
duermo PARA SOÑAR…
Senderos hacia la felicidad
Al abrir los ojos a la mañana di a @ mismo: ¡Qué maravilloso
es estar con vida!. En este día me irá mucho mejor
que ayer.
Nunca te olvides de que controlas tu propia vida. Convéncete,
“yo estoy a cargo de lo que me pase, soy el único responsable”.
Alégrate cuando te dirijas a tu trabajo. Siéntete feliz de
contar con un empleo en estos @empos de crisis económica. Si
no encuentras trabajo no te desanimes, órale a Dios con todas
tus fuerzas y fe, porque Él ama a todos sus hijos y no dejará
que nada malo les pase.
Aprovecha al máximo los momentos de ocio. No te
sientas ni empieces a flojear cuando puedas estar divir@éndote
o disfrutando de algún pasa@empo.
No te dejes agobiar por tus problemas económicos.
Para la mayoría de nosotros, que no podemos darnos el lujo
de ser extravagantes, sencillamente ahorrar dinero para adquirir
un aryculo de lujo puede darnos un sen@miento de gran sa@sfacción.
No te compares con los demás. La gente que lo hace
@ende a la melancolía.
Sé menos crí@co. Acepta tus limitaciones y las de tus
amigos. Concéntrate en tus habilidades y en las de ellos.
Mejora tu sen@do del humor. No te tomes todo demasiado
en serio, trata de encontrarle el lado humorís@co a los
momentos de adversidad.
Toma su @empo, no trates de hacer todo a la vez. Sonríe
más, más a menudo, a más gente.
Regalos de Navidad

He aquí algunos de los regalos que nos pide Jesús para


esta Navidad:
En el pesebre tuve frío.
Regálame el calor de tu caridad.
Las pajas eran duras.
Dame la suavidad de tu ternura.
La gruta estaba oscura.
Dame la luz de tu fe.
En la ciudad no encontré si@o.
Regálame el abrigo de tu corazón.
Los soberbios me rechazaron.
Que tu humildad me acoja.
Los ángeles anunciaron mi venida.
Se tú mi mensajero.
En estos @empos siempre buscamos regalar algo a
nuestros seres queridos, buscamos afanosamente regalos de
buen gusto, y a veces sin importar el precio de los aryculos.
Hoy, el mismo Jesús nos pide que le hagamos un campito en
nuestro corazón, y no quiere que le demos regalos costosos,
viajes o fiestas. Él solamente desea que le permitamos entrar a
nuestro corazón y nacer en cada uno de nosotros.
¿Acaso hay alguien que se conforme con recibir humildad,
sencillez, cariño y aceptación?. Pues eso es lo que pide
Jesús, y sin importar nuestra “clase social” o nuestra situación,
todos, absolutamente todos estamos en capacidad de
darle ese regalo a Jesús. Sinceramente espero que todos tomemos
la decisión de regalarle esto tan simple al que nos da todo;
desde lo material, hasta la vida misma.
De todos modos

Algunas personas son irrazonables, inconsecuentes y


egoístas,
ÁMALAS DE TODOS MODOS.
Si haces el bien, te acusarán de tener oscuros mo@vos
egoístas,
HAZ EL BIEN DE TODOS MODOS.
Si @enes éxito y te ganas amigos falsos y enemigos verdaderos,
LUCHA CON AMOR DE TODOS MODOS.
El bien que hagas hoy será olvidado mañana,
HAZ EL BIEN DE TODOS MODOS.
La sinceridad y la franqueza te hacen vulnerable,
SE SINCERO Y FRANCO DE TODOS MODOS.
Lo que has tardado años en construir puede ser destruido
en una noche,
CONSTRUYE DE TODOS MODOS.
Alguien que necesita ayuda de verdad puede atacarte
si le ayudas,
AYÚDALE DE TODOS MODOS.
Da al mundo lo mejor que @enes y te golpearán a pesar
de ello,
DA AL MUNDO LO MEJOR QUE TIENES DE TODOS
MODOS.
(De un cartel en el muro de Shishu Bhavan, la Casa Infan@l
de Calcuta de la Madre Teresa.)
La Navidad llega…

Cuando se disipa una duda y se hace luz en el alma.


Cuando un pobre alivia su necesidad.
Cuando un corazón triste recibe consuelo.
Cuando brilla en los ojos la alegría de un deber cumplido.
Cuando nace la paz de una reconciliación.
Cuando una cálida palabra de aliento derrite el hielo
de la desilusión.
Cuando el sol de una esperanza alumbra las @nieblas
de un fracaso.
Cuando un corazón viejo y cansado reviven los entusiasmos
de la niñez.
La Navidad llega… tantas veces, como nosotros logremos
hacer la Navidad en las vidas de los otros.
Reflexión de final de siglo
Así como hay personas pobres y personas ricas, hay
países pobres y países ricos. La diferencia entre estos países no
es la an@güedad y son pobres. En cambio, Australia y Nueva
Zelanda, que hace poco más de 150 años eran casi desconocidos,
son hoy, sin embargo, países desarrollados y ricos.
La diferencia entre países desarrollados y ricos tampoco
recae en los recursos naturales con que cuentan, como es
el caso de Japón, que @ene un territorio muy pequeño y el
80% es montañoso y no apto para la agricultura y ganadería;
sin embargo es la segunda potencia económica mundial, debido
a que su territorio es como una inmensa fábrica flotantes
que recibe materiales de todo el mundo y los exporta ya transformados,
logrando así su riqueza.
Por otro lado, tenemos a Suiza sin océano, pero @ene
una de las flotas navieras más grandes del mundo; no @ene cacao,
pero @ene el mejor chocolate del mundo; en sus pocos kilómetros
cuadrados, pastorea y cul@va sólo cuatro meses al
año, ya que el resto es invierno, pero @ene los productos lácteos
de mejor calidad de toda Europa. Al igual que Japón no
@ene recursos naturales, pero da y exporta servicios, con calidad
dikcilmente superable. Además es un país pequeño que
ha vendido una imagen de seguridad, orden y trabajo, que la
ha conver@do en la caja fuerte del mundo.
Tampoco la inteligencia de las personas es la diferencia
como lo demuestran estudiantes de países pobres que emigran
a los países ricos y logran resultados excelentes en su
educación. Otro ejemplo son los ejecu@vos de países ricos que
visitan nuestras fábricas y al hablar con ellos nos damos cuenta
de que no hay diferencia intelectual.
Y tampoco es la raza el factor que marca la diferencia,
pues en los países centroeuropeos o nórdicos, vemos como los
llamados “vagos” del sur, demuestran ser la fuerza produc@va
de estos países, no siendo así en sus propios países, donde
nunca supieron someterse a las reglas básicas que hacen que
un país crezca.
La ACTITUD de las personas es la diferencia. Al estudiar
la conducta de las personas en los países ricos, se descubre
que la mayor parte de la población, sigue las siguientes reglas
y recuerden que el orden podría ser discu@do sanamente:
1- La moral como principio básico
2- El orden y la limpieza
3- La honradez
4- La puntualidad
5- La responsabilidad
6- El deseo de superación
7- El respeto a la ley y los reglamentos
8- El respeto por el derecho de los demás
9- Su amor al trabajo
10- Su afán por el ahorro y la inversión
¿Necesitamos más leyes? ¿No sería suficiente con
cumplir y hacer cumplir estas 10 reglas?.
En Argen@na, México y el resto de los países de desarrollo
pobre, sólo una mínima (casi nula) parte de la población
sigue estas reglas en su vida diaria. No somos pobres porque a
nuestro país le falten riquezas naturales o porque la naturaleza
haya sido cruel con nosotros, simplemente nos falta carácter
para cumplir estas premisas básicas que cons@tuyen el funcionamiento
de las sociedades.
Imploremos a Dios para que nos ilumine y de una vez
por todas las pongamos en prác@ca.
Enseñanzas

He aprendido que cuando saludo a la gente en el campo,


dejan de hacer sus tareas para devolverme el saludo.
He aprendido que cuando quieres animarte, debes intentar
animar a alguien más.
He aprendido que aunque es dikcil admi@rlo, secretamente
estoy feliz de que mis padres hayan sido estrictos conmigo.
He aprendido que la compañía silenciosa a menudo
es más gra@ficante que las palabras de aliento.
He aprendido que cuando alguien dice algo malo de
mí, debo vivir de tal forma que nadie le crea.
He aprendido que hay gente que nos ama mucho, pero
sencillamente no sabe como expresarlo.
He aprendido que puedo alegrarle el día a alguien tan
sólo con enviarle una pequeña nota.
He aprendido que mientras más grande es la culpa que
siente una persona, mayor es su necesidad de culpar a los otros.
He aprendido que no importa qué suceda, o que tan
malo parezca el día, la vida con@núa y será mejor mañana.
He aprendido que no importa cual sea la relación con tus
padres, siempre los extrañas terriblemente cuando dejan este plano.
He aprendido que ganarse la vida, no es lo mismo que
tener una vida.
He aprendido que si quieres hacer algo posi@vo por
tus hijos, debes trabajar para mejorar tu matrimonio.
He aprendido que la vida siempre te da una segunda
oportunidad.
He aprendido que cuando decido algo con gen@leza,
normalmente tomo la decisión correcta.
He aprendido que a cualquiera le cae bien una oración.
He aprendido que vale la pena creer en milagros… y
a decir verdad, he visto algunos.
He aprendido que aun tengo mucho que aprender.
Sabios consejos

Sé de corazón humilde pues la vida te devuelve siempre


lo que tú le das. Al que es bueno siempre le va bien, nunca
lo olvides.
Tu visión es corta e imperfecta, el orgullo y la arrogancia
te hacen suponer que la gente está en tu contra y que nadie
te en@ende, pero eso es un espejismo mortal. No te equivoques
al escoger a tus amigos, siempre busca las buenas
compañías.
No sigas el consejo de los malvados ni de los burlones,
pues el camino de los perversos @ene un final desagradable.
Examínalo todo sin prejuicios y aprende lo bueno de todo,
porque hasta en el ser más insignificante o extraño y hasta en
el problema más innecesario hay un mensaje para @. Tarde o
temprano todos debemos atender a las leyes morales de la
creación. Los rebeldes, con lágrimas y amargura. Los competentes,
con alegría y paz. Sólo some@éndote a la autoridad de
Dios harás lo mejor y te irá bien.
El necio @ene por recto su camino, el sabio siempre está
atento a buenos consejos. Nadie puede ser sabio en su propia
opinión, por eso déjate guiar.
Las verdades no se saben, se sienten. No se aprenden,
se viven. Aunque hayas leído mucho no puedes considerarte
erudito; el que cree eso es sólo un fanfarrón.
No seas al@va ni orgulloso pues perderás el @empo
aunque te pases leyendo conceptos espirituales, que no logras
poner en prác@ca.
Darse cuenta
Para darse cuenta del valor de un año:
Pregúntale a un estudiante que ha reprobado un examen
final.
Para darse cuenta del valor de un mes:
Pregúntale a una madre que está por dar a luz.
Para darse cuenta del valor de una semana:
Pregúntale al editor de una revista semanal.
Para darse cuenta del valor de un día:
Pregúntale a un niño que espera que mañana llegue
Papá Noel.
Para darse cuenta del valor de una hora:
Pregúntale a los amantes que esperan para verse.
Para darse cuenta del valor de un minuto:
Pregúntale a una persona que ha perdido el tren, el
ómnibus o el avión.
Para darse cuenta del valor de un segundo:
Pregúntale a una persona que ha sobrevivido a un accidente.
Para darse cuenta del valor de una centésima de segundo:
Pregúntale a la persona que ha ganado una medalla de
plata en la Olimpíadas.
EL @empo no espera para ninguno. Atesora cada momento
que tengas, atesóralo más si lo compar@ste con alguien
especial, lo suficientemente especial como para dedicarle tu
@empo.
Y recuerda que el @empo no espera por nadie. ¡Ayer es
historia. Mañana es misterio. Hoy es un regalo, por eso es que
se llama el presente!.
Nadie

Nadie alcanza la meta con un solo intento, ni perfecciona


la vida con una sola rec@ficación, ni alcanza altura con
un solo vuelo.
Nadie camina la vida sin haber pisado en falso muchas
veces.
Nadie recoge cosechas sin probar muchos sabores, enterrar
muchas semillas y abonar mucha @erra.
Nadie mira la vida sin acobardarse en muchas ocasiones,
ni se mete en el barco sin temerle a la tempestad, ni llega
al puerto sin remar muchas veces.
Nadie siente el amor sin probar sus lágrimas, ni recoge
rosas sin sen@r sus espinas.
Nadie hace obras sin mar@llar sobre su edificio, ni cul@va
amistad sin renunciar a sí mismo. Ni se hace hombre sin
sen@r a Dios!!!.
Nadie llega a la otra orilla sin haber ido haciendo
puentes para pasar.
Nadie deja el alma lustrosa sin el pulimento diario de
Dios.
Nadie puede juzgar sin conocer primero su propia debilidad.
Nadie consigue su ideal sin haber pensado muchas veces
que perseguía un imposible.
Nadie reconoce la oportunidad hasta que ésta pasa
por su lado y la deja ir.
Nadie encuentra el pozo de Dios hasta caminar por la
sed del desierto.
Pero nadie deja de llegar, cuando se @ene la claridad
de un don, el crecimiento de su voluntad, la abundancia de la
vida, el poder para realizarse y el impulso de Dios.
Para contribuir a la paz
No esperes que el mundo se adapte a @. Mírate en el
espejo. Cambia lo que te disguste en tu propia persona. No te
empeñes en cambiar a los demás.
Busca en tus semejantes ayuda, consejos, ideas y fuerza.
No seas demasiado orgulloso para pedir ayuda. Agradece
los favores que te hacen.
Mejora tu capacidad de juicio y no seas impulsivo.
Contempla a las personas y las cosas con obje@vidad y comprensión,
antes de formarte una opinión sobre ellas.
Evita la terquedad y los prejuicios. No trates de imponer
a otros tus opiniones intransigentes y reaccionarias sobre
la religión, la polí@ca, la alimentación o la medicina. Resiste
la tentación de aferrarte a tu opinión, una vez expresada.
Sé siempre tolerante y comprensivo.
Evita todo lo que pueda dar ocasión a disputas. Presta
atención a la luz roja que te indica que es mejor no llevar adelante
cierta conversación.
Tú puedes hablar sobre cosas, pero no sobre personas.
Al fin de evitar en la conversación los escollos de la maledicencia,
limítate a hablar en lo posible de cosas y deja de lado
las personas.
No hieras a otras personas con observaciones y comparaciones
despec@vas.
Respeta los sen@mientos de los demás… educa tu ins@nto
para conocer lo que les gusta y lo que les disgusta.
No exteriorices nunca tu aburrimiento. Si el ambiente
no es de tu agrado, busca un pretexto para despedirte cortésmente.
Los unos y los otros

Están los que por cábala usan siempre la misma ropa.


Están los que llevan amuletos.
Los que hacen promesas.
Los que imploran mirando al cielo.
Los que creen en supers@ciones.
Y están los que siguen corriendo cuando les @emblan
la piernas.
Los que siguen jugando cuando se acaba el aire.
Los que siguen luchando cuando todo parece perdido,
como si cada vez fuera la úl@ma vez, convencidos de que la
vida misma es un desako.
Sufren, pero no se quejan,
porque saben que el dolor pasa,
el sudor seca, el cansancio termina,
pero hay algo que nunca desaparece:
la sa@sfacción de haberlo logrado.
Sus cuerpos @enen la misma can@dad de músculos.
En sus venas corre la misma sangre.
Los que los hace diferentes es su espíritu,
la determinación de alcanzar la cima.
Una cima a la que no se llega
Superando a los demás,
Sino superándose a sí mismo.
Fracaso significa…
Fracaso no significa que estamos derrotados; significa
que hemos perdido sólo una batalla.
Fracaso no significa que no hemos logrado nada; significa
que hemos aprendido algo.
No significa falta de capacidad; significa que debemos
hacer las cosas de manera diferente.
No significa que hemos perdido nuestra vida; significa
que tenemos buenas razones para empezar de nuevo.
No significa que debemos echarnos atrás; significa que
debemos luchar con mayor ahínco.
No, no significa que jamás que jamás logremos nuestras
metas; significa que debemos que tardaremos un poco
más en alcanzarlas.
Fracaso no significa que Dios nos ha abandonado; significa
que Dios @ene una idea mejor.
Decálogo de la ternura

Todos tenemos necesidad de dar y recibir amor. Si no


hacemos así, la vida se oscurece.
Para vivir la ternura se conjuga en voz ac@va y voz pasiva.
No sólo hay que darla sino recibirla con espontaneidad y
alegría.
La ternura no es amanerada ni trival.
Vivir la ternura no significa ser débil, manejable, sino
generoso y acogedor. La ternura no se riñe con la energía.
La ternura no es exclusiva de la relación madre-hijo.
La familia, los hermanos y compañeros agradecen también este
sen@miento.
A ser @erno, se aprende cada día con amor. Nunca es
tarde para empezar a prac@carlo.
No confunda nunca la sexualidad con la ternura. Si
bien, es dikcil entender la verdadera sexualidad sin ternura.
Dar, expresar, acoger y recibir ternura es siempre
muestra evidente de madurez.
Aprendizaje del alma
Con el @empo aprendes la su@l diferencia que hay entre
tomar la mano de alguien y encadenar a un alma.
Y aprendes que el amor no significa apoyarte en alguien,
y que la compañía no significa seguridad.
Y empiezas a entender que los besos no son contratos
ni los regalos, promesas.
Y empiezas a aceptar tus derrotas con la cabeza en alto,
con los ojos bien abiertos, con la compostura de un adulto;
no con el rostro compungido de un niño.
Y aprendes a construir todos tus caminos en el hoy,
porque el terreno del mañana es demasiado incierto para hacer
planes.
Con el @empo, aprendes que incluso los agradables
rayos del sol queman, si te expones a ellos demasiado.
Por lo tanto, siembra tu propio jardín y adorna tu propia
alma, en vez de esperar que alguien te lleve flores.
Y así aprenderás que en realidad puedes sobrellevar
todo… que en verdad eres fuerte.
Y que en realidad vales mucho.
Triunfador

Serás un triunfador…
Cuando el egoísmo no limite tu capacidad de amar.
Cuando conkes en @ mismo aunque todos duden de @,
y dejes de preocuparte por el ¿qué dirán?.
Cuando tus acciones sean tan concisas en duración
como largas en resultados.
Cuando puedas renunciar a la ru@na sin que ello altere
el metabolismo de tu vida.
Cuando sepas dis@nguir la sonrisa de la burla, y que
prefiera la eterna lucha y no la compra de la falsa victoria.
Cuando actúes por convicción y no por adulación.
Cuando puedas ser pobre sin perder tu riqueza y rico
sin perder tu humildad.
Cuando sepas perdonar tan fácilmente como cuando
te disculpas.
Cuando puedas caminar junto al pobre sin olvidar que
es un hombre y junto al rico sin pensar que es un Dios.
Cuando sepas enfrentar tus errores tan fácil y posi@vamente
como a tus aciertos.
Cuando halles sa@sfacción compar@endo tu riqueza.
Cuando sepas manejar tu libertad para pensar, hablar,
leer, escribir y hasta escuchar sin caer en los excesos.
Cuando sepas obsequiar tu silencio a quien no te pide
palabras.
Cuando ya no debas sufrir para conocer la felicidad y
ya no seas capaz de cambiar tus sen@mientos o tus metas por
el placer, que suele ser tan ekmero.
Cuando no pierdas la calma.
Sólo entonces serás un verdadero triunfador.
Deseo para @
Que descubras la serenidad y tranquilidad en un mundo
a veces tan dikcil de entender.
Que el dolor que has vivido y los problemas que has
experimentado te den el poder de caminar por la vida enfrentando
cada situación con op@mismo y valor. No olvides que
habrá seres cuyo amor y comprensión siempre estarán con@go,
aún cuando te sientas solo…
Que descubras suficiente bondad en otros para crecer
en un mundo de paz…
Que una palabra generosa, un abrazo y una sonrisa
sean tuyos todos los días de tu vida y que puedas dar estos regalos
tanto como recibirlos. Recuerda el sol, aun en medio de
la tormenta.
Que enseñes amor a aquellos que odian. Deja que ese
amor te fortalezca… Recuerda que aquellos seres cuyas vidas
has tocado y aquellos otros que han dejado su huella en @,
siempre ocuparán un lugar especial en tu corazón.
Que no te preocupes demasiado por lo material. Valoriza
más la bondad y generosidad que habitan en tu corazón…
Que encuentres @empo cada día para apreciar la belleza
y el amor que te rodean. Date cuenta, de que como seres
humanos tenemos muchas cosas en común pero en la forma,
todos somos diferentes. Aprecia y respeta las diferencias…
Que veas un futuro lleno de posibilidades…
Que encuentres suficiente fortaleza en tu interior para
determinar por @ mismo tu valor y no dependas de la opinión
de otros para reconocer tus habilidades.
Que siempre te sepas amado por Dios.
Almas gemelas

La almas gemelas son personas que están unidas eternamente


por los lazos del amor y que se encuentran una y otra
vez en sus dis@ntas vidas.
¿Cómo encontramos y reconocemos a nuestras almas
y qué decisiones debemos tomar que pueden transformar
nuestra vida?, es uno de los temas más importantes y fascinantes
de nuestra existencia.
El des@no dicta el encuentro con los demás, pero lo
que decidamos una vez que hayamos encontrado a una pareja
depende de nuestra elección, de nuestra libre voluntad. Una
decisión errónea o una oportunidad desaprovechada puede
conducir a una gran soledad y mucho sufrimiento. Un acierto
en la elección, una oportunidad aprovechada, nos puede proporcionar
una profunda felicidad.
Hay alguien especial para cada uno de nosotros. Pertenecen
a dis@ntas generaciones y viajan a través de los mares
del @empo y de las inmensidades celes@ales para encontrarse
de nuevo con nosotros.
Proceden del otro lado del cielo. Su aspecto es diferente
pero nuestro corazón los reconoce, porque los ha amado
en los desiertos de Egipto iluminados por la luna y en Mongolia.
Con ellos hemos cabalgado en remotos ejércitos de guerreros
y convivido en las cuevas cubiertas de arena de la an@güedad.
Estamos unidos a ellos por los vínculos de la eternidad
y nunca nos abandonarán.
Es posible que nuestra mente diga: “Yo no te conozco”.
Pero el corazón sí lo conoce. El o ella nos toman de la
mano por primera vez y el recuerdo de ese contacto trasciende
el @empo y sacude cada uno de los átomos de nuestro ser.
Nos miran a los ojos y vemos un alma gemela a través de los
siglos. El corazón nos da un vuelco. Se nos pone la piel de gallina.
En ese momento todo lo demás pierde importancia.
Puede que no nos reconozcan a pesar de que finalmente
nos hayamos encontrado otra vez, aunque nosotros sí
sepamos quiénes son. Sen@mos el vínculo que nos une. También
intuimos posibilidades, el futuro. En cambio él o ella no
lo ve. Sus temores, su intelecto y sus problemas forman un velo
que cubren los ojos de su corazón, y no nos permite que se
lo reiteremos. Sufrimos y nos lamentamos mientras que el individuo
en cues@ón sigue su camino. Tal es la fragilidad del
des@no.
Podemos reconocer a nuestra alma gemela de un modo
inmediato. Nos invade de repente un sen@miento de familiaridad,
sen@mos que ya conocemos profundamente a esta
persona, a un nivel que rebasa los límites de la conciencia,
con una profundidad que normalmente está reservada para los
miembros ín@mos de la familia. O incluso más profundamente.
De una forma intui@va, sabemos qué decir y cuál será su
reacción. Sen@mos una seguridad y una confianza enormes,
que no se adquieren en días, semanas o meses.
Pero el reconocimiento se da casi siempre de un modo
lento y su@l. La conciencia se ilumina a medida que el velo
se va descorriendo. No todo el mundo está preparado para
percatarse al instante. Hay que esperar el momento adecuado,
y la persona que se da cuenta primero @ene que ser paciente.
Gracias a una mirada, a un sueño, un recuerdo o un
sen@miento podemos llegar a conocer a un alma gemela. Sus
manos nos rozan o sus labios nos besan, y nuestra alma recobra
vida súbitamente.
El contacto que nos despierta tal vez sea el de un hermano,
pariente o amigo ín@mo. O puede tratarse de un nuestro
ser amado que, a través de los siglos, llega a nosotros y nos
besa nuevamente para recordarnos que permaneceremos
siempre juntos, hasta la eternidad.
Todo es amor
Todo es amor. Con él llega la comprensión. Con la
comprensión llega la paciencia, y entonces el @empo se de@ene.
Y todo es ahora.
El amor hace que el miedo se desvanezca. No puedes
sen@r ningún temor si sientes amor. Como todo es energía y el
amor abarca todas las energías, todo es amor.
Cuando amas y no @enes miedo, eres capaz de perdonar.
Puedes perdonar a los demás y también perdonarte a @
mismo. Así empiezas a ver las cosas desde la perspec@va apropiada.
El sen@miento de culpabilidad y la rabia son reflejos del
mismo temor. La culpa es una rabia su@l que diriges hacia
adentro . Perdonando disuelves la culpa y la ira, que son sen@mientos
innecesarios, emociones nocivas. Perdonar es un acto
de amor.
El orgullo es un obstáculo para el perdón, una manifestación
del ego, que es el yo falso y transitorio. Tú no eres tu
cuerpo, ni tu cerebro, ni tu ego. Eres más poderoso que todos
ellos. Necesitas que tu ego sobreviva en el mundo tridimensional,
pero sólo la parte que procesa información. El resto, el orgullo,
la arrogancia, la desconfianza, el miedo, son sen@mientos
totalmente innecesarios. Estos aspectos del ego te alejan de
la sabiduría, de la felicidad. Has de trascender el ego y encontrar
tu verdadero yo, que es permanente, la parte más profunda
de @, tu parte sabia, llena de amor, la que te proporciona
confianza y te da felicidad.
El intelecto es importante en el mundo tridimensional,
pero la intuición lo es aún más.
Con el amor y la comprensión llega la perspec@va de
la paciencia infinita. ¿De qué sirve tener prisa?. De todas maneras,
aunque tú no lo veas así, el @empo no existe. Cuando
no vives en el presente y te dejas absorber por el pasado o te
preocupas por el futuro, te apenas y te afliges a @ mismo. El
@empo también es una ilusión. Incluso en el mundo tridimensional,
el futuro es sólo un sistema de probabilidades. Entonces,
¿Por qué te preocupas?.
Debes recordar el pasado y luego olvidarlo, déjalo
atrás.
No permitas que la depresión o la angus@a obstaculicen
tu desarrollo. Cuando te deprimes pierdes la perspec@va,
olvidas y das las cosas por sentado. Agudiza tu atención. Recapacita
sobre tus valores. Recuerda qué es lo que no debes
dar por hecho. Cambia tu punto de vista y no olvides lo que es
importante y lo que no lo es. Evita caer en la ru@na. No pierdas
las esperanzas.
Cuando te angus@as te sientes perdido dentro del ego,
sin límites que te protejan. Se despierta en @ un vago recuerdo
de falta de amor, una herida de tu amor propio, una pérdida
de paciencia y de serenidad. Pero siempre recuerda… NUNCA
ESTAS SOLO.
Busco un hombre

Mi búsqueda no es sencilla; a mi paso he visto a muchos


hombre pero aún con@núo en mi pesquisa, porque lo que
yo deseo es, solamente, un hombre.
Un hombre tan seguro de sí que no tema mi plena realización
como mujer y que jamás me considere su rival, sino
que seamos eternos compañeros el uno del otro.
Un hombre que conozca mis errores, los acepte y me
ayude a corregirlos; que sepa reconocer mis valores espirituales
y que sobre ellos me ayude a construir un mundo.
Un hombre que con cada amanecer me ofrezca una
ilusión. Que alimente nuestro amor con delicadeza; para
quien una flor entregada con un beso, tenga más valor que una
joya enviada con un mensajero.
Un hombre con el que pueda hablar, que jamás corte
el puente de comunicación y ante quien me atreva a decir todo
lo que pienso, sin temor a que me juzgue o a que se ofenda.
Y que sea capaz de decírmelo todo, inclusive que no me
ama.
Un hombre que tenga siempre los brazos extendidos
para que yo me refugie en ellos cuando me sienta amenazada
o insegura. Que conozca su fortaleza y mi debilidad, pero que
jamás se aproveche de ellas.
Un hombre que tenga abierto los ojos a la belleza, a
quien lo mueva el entusiasmo y ame intensamente la vida. Para
quien cada día sea un regalo inapreciable por disfrutar plenamente,
aceptando el dolor y la alegría con igual serenidad.
Un hombre que sepa ser siempre más fuerte que los
obstáculos, que no amilane ante la derrota y para quien aun
los contra@empos sean esymulo y no adversidad.
Un hombre que se respete a sí mismo, porque así sabrá
respetar a los demás. Que no recurra jamás a la burla ni a
la ofensa, gestos que rebajan más a quien los envía que a
quien los recibe.
Un hombre que disfrute dando y sepa recibir. Y que
disfrute cada minuto como si fuera el úl@mo.
Cuando lo encuentre lo amaré intensamente.
Muchas clases de amigos

Existen personas en nuestras vidas que nos hacen felices


por la simple casualidad de haberse cruzado en nuestro
camino.
Algunas recorren el camino a nuestro lado, viendo
muchas lunas pasar, pero a otras apenas la vemos entre un paso
y otro, a todas las llamamos amigos y hay muchas clases de
ellos. Tal vez cada hoja de un árbol caracteriza uno de nuestros
amigos. Los primeros, que nacen del brote, son nuestro
amigo papá y nuestra amiga mamá, nos muestran lo que es la
vida.
Después vienen los amigos hermanos, con quiénes dividimos
nuestro espacio para que puedan florecer como nosotros.
Pasamos a conocer a toda la familia de hojas a quienes
respetamos y le deseamos el bien.
Pero el des@no nos presenta a otros amigos, los cuales
no sabíamos que irían a cruzarse en nuestro camino.
A muchos de ellos los denominamos amigos del alma,
del corazón. Son sinceros, son verdaderos. Saben cuando no
estamos bien, saben lo que nos hace feliz.
Y a veces uno de esos amigos del alma estalla en nuestro
corazón y entonces es llamado un amigo enamorado. Ese
da brillo a nuestros ojos, música a nuestros labios, saltos a
nuestros pies.
Pero también hay de aquellos amigos por un @empo,
tal vez unas vacaciones o unos días o unas horas. Ellos acostumbran
colocar muchas sonrisas en nuestro rostro, durante el
@empo que estamos cerca.
Hablando de cerca, no podemos olvidar a amigos distantes,
aquellos que están en la punta de las ramas y que cuando
el viento sopla siempre aparecen entre una hoja y otra.
El @empo pasa, el verano se va, el otoño se aproxima
y perdemos algunas de nuestras hojas, algunas nacen en otro
verano y otras permanecen por muchas estaciones. Pero lo
que nos deja más felices es que las que cayeron con@núan cerca,
alimentando nuestra raíz con alegría. Son recuerdos de
momentos maravillosos de cuando se cruzaron en nuestro camino.
Te deseo, hoja de mi árbol, paz, amor, salud, suerte y
prosperidad. Hoy y siempre… simplemente porque cada persona
que pasa por nuestra vida es única. Siempre deja un poco
de sí y se lleva un poco de nosotros. Habrá los que se llevarán
mucho, pero no habrá de los que no nos dejarán nada.
Esta es la mayor responsabilidad de nuestra vida y la
prueba evidente de que dos almas nunca se encuentran por
casualidad.
Convivir en amistad

Todos anhelamos vivir en paz, y ese anhelo es un obje@vo


alcanzable si cada uno de nosotros se compromete a
aportar lo mejor de sí para lograrlo.
Aprender a convivir en amistad debe ser uno de nuestros
obje@vos fundamentales de cada día.
Aprender a convivir en amistad es desarmar el espíritu
de todo sen@miento de agresividad, de rencor, de odio, de envidia.
Aprender a convivir en amistad es abrir nuestro espíritu
y nuestro corazón a la comprensión, porque quien comprende,
acepta o compadece.
Por eso la comprensión es propia de las almas grandes;
no en vano decía un sabio: “Cuando alguien intenta ofenderme,
me coloco tan por encima de él que su ofensa no me
alcanza”.
Aprender a convivir en amistad es también permanecer
dispuestos al perdón, pues nada engrandece tanto al hombre
como comprender y perdonar.
Aprender a convivir en amistad es fomentar la generosidad
(bien entendida) para servir y ayudar al otro, especialmente
al más necesitado.
Aprender a convivir en amistad es par@cipar ac@vamente
en la generación de un clima amable en el lugar en que
nos encontremos.
Aprender a convivir en amistad debe ser pues, un obje@vo
de aprendizaje de todos los días y de toda nuestra vida.
No tuve 7empo

Un hombre muy sabio decía: “La gran línea divisoria


entre el éxito y el fracaso se encierra en tres palabras: no tuve
@empo”.
En medio del frené@co ritmo de la vida moderna nos
parece con frecuencia, que los días no tuvieran horas suficientes
para realizar nuestras aspiraciones y entonces renunciamos
a ellas.
Sin embargo, el mundo está lleno de personas que a
fuerza de voluntad han encontrado la manera de des@nar una
hora diaria por lo menos a cul@var por sí mismas su facultad
creadora. Es más, he observado que los individuos con mayor
número de ocupaciones, suelen ser lo que se arreglan para disponer
diariamente de una hora para disfrutar de su soledad.
Quien dedique aunque sólo sea una hora al día, a algún
proyecto para él apasionante, le estará des@nando 365 horas
al año. O sea, el equivalente a más de 45 jornadas de trabajo,
de 8 horas diarias cada una.
Esto es como agregar un mes y medio de vida produc@va
a cada año de nuestra existencia. Reconozco que no es
cosa fácil.
Se necesita voluntad, primero para darse esa hora y
para luego u@lizarla sabiamente. Lo más importante es que
nuestras horas de soledad sean produc@vas y así pueden serlo
aunque a veces únicamente nos proporcione un sen@miento
de bienestar.
Es extraño

¿No te parece extraño cómo un billete de $20 “parece”


tan grande cuando lo llevas a un hogar de niños pobres,
pero tan pequeño cuando lo llevas a las @endas?.
¿No te parece extraño cuán larga parece una hora
cuando oímos historias sobre Jesús, pero cuán corta cuando un
equipo juega fútbol por “sólo” 90 minutos?.
¿No te parece extraño que no puedes pensar en algo
que decir cuando oras, pero no @enes ninguna dificultad en
pensar cosas de qué conversar con un amigo?.
¿No te parece extraño cuánto nos emocionamos cuando
un juego de fútbol se ex@ende @empo extra, pero nos quejamos
cuando el culto es un poquito más largo que lo usual?.
¿No te parece extraño lo dikcil que es leer un capítulo
de la Biblia, pero que fácil es leer 100 páginas de cualquier
revista popular?.
¿No te parece extraño que necesitemos 2 o 3 semanas
de aviso para incluir en nuestra agenda una obra de servicio a
los necesitados, pero que podamos ajustarla para otros eventos
justo a úl@mo momento?.
¿ No te parece extraño lo dikcil que es aprender una
simple verdad de cualquier escritura religiosa para compar@rla
con otros, pero que fácil es para las mismas personas entender
y repe@r un chisme?
¿No te parece extraño cómo creemos rápida y fácilmente
lo que dicen los periódicos, pero cues@onamos lo que
dicen los Textos Sagrados?.
¿ No te parece extraño que todos quieran ir al cielo,
siempre y cuando no tengan que creer, o pensar, o decir, o hacer
alguna cosa que requiera esfuerzo?.
¿ No te parece extraño cómo podemos enviar miles de
chistes por correo electrónico y se esparcen como reguero de
pólvora, pero cuando empezamos a enviar mensajes acerca de
Dios, la gente lo piensa dos veces antes de compar@rlos con
otros?.
ES EXTRAÑO, ¿NO TE PARECE?…
¿Te estás riendo?… ¿Estás reflexionando?…
¡No tengas miedo de hablar de Dios y de darle gracias
por todo lo que te da. El es el creador de todo este teatro llamado:
Universo!.
Diálogo interior

Son muchos de los que habitan la @erra, los que no están


contentos con ellos mismos, no están contentos con sus vidas
y menos lo estarán mañana con su muerte.
Quisieran ser de otra manera, parecerse a otro con
más fortuna; @enen hábitos, ac@tudes, costumbres, vicios, defectos
en sus vidas que quisieran hacer desaparecer. Lo han intentado
muchas veces, y es bueno porque quieren ser mejores.
Pero se olvidan que son mi milagro, mi criatura, mi creación
más grande, seres únicos e irrepe@bles, los reyes de la creación.
Tú eres uno de ellos, y espero te entusiasmes con la vida
con la que has vivido y más aún con la que te está reservada
para vivir. Pero… por favor, ¡sin tantas quejas!. No te olvides
que eres único, pero no el único.
En lugar de reprocharme porqué no te ayudé con esto
o con aquello, o porque no se te dio tal cosa o tal otra, en vez
de canjearme oraciones por cosas; busca mejor descubrir tus
dones, tus talentos, y ten en cuenta que no siempre eres la idea
y la imagen de @ mismo que @enes adentro tuyo. Tú eres dis@nto,
mucho más de lo que te imaginas. Sí, y mucho mejor
que esas tontas y vanas ideas que por ahí te surgen de necio
orgullo, de ser más lindo, más fuerte, más inteligente… en realidad
solamente puedes ser más persona.
Mírate bien adentro, con lo ojos del corazón; ahí está
lo mejor de @.
Reconócete, acéptate, anímate, si hay algo que huele
mal en tu conciencia, desde este momento puedes cambiar tu
vida para bien, sólo basta tu auten@cidad… y que te esfuerces.
Si te lo propones, no es imposible, y aprende a confiar en @
mismo y no sólo en mí, pero no me olvides; llámame, búscame,
encuéntrame.
No te lamentes, no te atormentes, no te deprimas, no
temas comenzar de nuevo cada vez que las cosas no salgan
como habías pensado. ¡Nadie es igual a @!.
No temas, eres mi creación. Busca y acepta el camino
de tu felicidad, enfréntalo, no es sencillo, no es camino de placer,
sí de gozo, pese a los escollos, sigue adelante. Aceptarlo
depende de @, simplemente porque eres libre.
En @ está el poder de no esclavizarte a las cosas, sí de
servirte de ellas… las cosas no hacen la felicidad.
Aprovecha tu capacidad, no la destruyas… descubre y
valora tus poderes:
Puedes pensar Puedes amar Puedes
Puedes reír Puedes imaginar determinar
Puedes hablar Puedes crear
También te di el poder de rezar… para comunicarnos,
para entendernos mejor… pero por sobre todo te di el poder
de la elección, siempre depende de @; úsalo con sabiduría. Yo
sólo te sugiero:
ELIGE AMAR, en lugar de odiar
ELIGE REIR, en lugar de llorar
ELIGE CREAR, en lugar de renunciar
ELIGE ALABAR, en lugar de cri@car
ELIGE DAR, en lugar de robar
ELIGE CRECER, en lugar de consumirte
ELIGE VIVIR, en lugar de morir.
Te quiero feliz, pero no volando en las nubes; te necesito
por el mundo, por los caminos que transitas, para que
otros vean en @ que el amor es posible.
Yo siempre con@go, Dios.
El sol siempre está

Se encontraba una vez un hombre en medio de un


momento muy dikcil de su vida, los negocios y familia no iban
nada bien. Constantemente el hombre trataba de luchar contra
ello sin embargo cada vez las cosas parecían empeorar. Tuvo
que realizar un viaje de negocios y mientras esperaba en el
avión, le rogó a Dios que le mostrara algo que le diera un poco
de esperanza y fuerza, pues a pesar de los problemas, él
siempre confiaba en Dios. Ese era un día oscuro y tormentoso,
tanto que las fuertes lluvias casi impidieron el despegue del
avión.
Al despegar, el avión se movía y la turbulencia era impresionante.
En ese momento aquel hombre vio como el avión
se elevaba por encima de las nubes, dejando abajo la tormenta.
Notó que sobre las nubes brillaba siempre el sol, radiante
como siempre y ahí estaba el mismo cielo azul que las nubes
no dejaban ver. Esto le dio las fuerzas y el ánimo que necesitaba,
pues vio que sin importar que tan fuerte sea la tormenta,
Dios siempre está ahí por encima de todos los problemas, brillando
con todo su esplendor.
Puede que tu vida no esté en el mejor momento.
Puede que no veas nada claro, pero debes creer que
no estás sólo. Por encima de esos problemas se encuentra
Aquel que te creó, que permite que veas la tormenta para que
aprecies el sol radiante y el cielo azul que está creado para @.
Sin importar en que instancia de tu vida te llegue este
momento, recuerda siempre que hay luz por encima de la tormenta.
Un milagro de Dios
(una historia real)

Una tarde una pareja iba por la ruta cuando de pronto


vieron a lo lejos a una mujer en el medio del asfalto, que
desesperadamente les hacía señas para que se detuviesen. La
esposa le dijo a su marido que era mejor seguir de largo, porque
podía ser peligroso, pero el esposo decidió pasar despacio
para no quedarse con la duda de saber qué era lo que estaba
aconteciendo…
Cuando iban acercándose, observaron que la mujer
estaba golpeada en la cara y en los brazos, y entonces decidieron
parar. La señora les pidió ayuda diciéndoles que había tenido
un accidente en automóvil y que el esposo había fallecido
en el acto, pero su hijo recién nacido, estaba con vida dentro
del vehículo caído bajo el barranco.
El hombre decidió bajar y rescatar al niño y le pidió a
la señora las@mada que se quedara con su esposa adentro de
su auto. El bajó y vio a dos personas en la parte delantera del
auto pero no le dio importancia, sacó rápidamente al bebé y
fue a llevarlo con su madre.
Cuando subió no vio a la señora, y asombrado le preguntó
a su esposa en donde estaba, pero ella le contestó que
la señora había ido tras él.
Cuando el señor decidió ir a buscarla al barranco, observó
claramente que las dos personas que estaban en los
asientos de adelante estaban muertas. Eran un señor y una señora
que llevaban el cinturón puesto. Y cuando se acercó bien
a la señora se dio cuenta de que era la misma que les había
pedido auxilio en la ruta.
¿No crees que fue un milagro de Dios?.
El niño sobrevivió y actualmente vive con la pareja
que lo rescató.
Un ejemplo de paciencia

Cuando te levantabas esta mañana, te observaba y esperaba


que me hablaras, aunque fuera sólo unas cuantas palabras,
preguntando mi opinión sobre algo, o agradeciéndome
algo bueno que te haya sucedido ayer; pero noté que estabas
muy ocupado buscando la ropa adecuada para ves@rte y arreglarte
e ir al trabajo.
Seguí esperando mientras corrías por toda la casa arreglándote;
supe entonces que habría unos cuantos minutos para
que te detuvieras y me dijeras: ¡Hola!; pero no pasó nada, y
me di cuenta de que aún estabas demasiado ocupado.
Pero seguí observándote y noté que ibas rumbo al trabajo,
así que decidí esperar pacientemente el resto del día,
pensando que en algún momento querrías hablar conmigo,
pero nada.
Con todas tus ac@vidades en el día, me supongo que
estabas demasiado ocupado para decirme algo o notar mi presencia;
pero, esta bien, aún queda mucho @empo.
Al llegar a casa encendiste el televisor, y seguí esperando
pacientemente mientras veías televisión y cenabas; pero,
nuevamente, te olvidaste de hablar conmigo.
Llegó la hora de dormir. Creo que ya estabas muy cansado
y, después de decirle buenas noches a toda tu familia, caíste
en tu cama y casi de inmediato te dormiste; pero, no hay problema,
porque quizá no te das cuenta de que siempre estoy ahí
por @, dispuesto a escuchar tus problemas y a ayudarte.
Veo que te esfuerzas mucho en la vida, y me parece
muy bien, per creo que dejas de lado algunas cosas que también
son muy importantes.
Tengo más paciencia de la que te imaginas.
También quisiera enseñarte cómo tener paciencia para
con otros. Te amo tanto, que espero todos los días por una
muestra de amor, un pensamiento o al menos, un poco de gra@tud de tu
corazón.
Bueno, estás levantándote de nuevo y otra vez tengo
que esperar sin nada mas que mi amor por @, esperando que,
el día de hoy, me dediques un poco de @empo. Solo quiero decirte
que espero de corazón que tengas un muy buen día.
Tu amigo, Dios.
Preocúpate primero por las cosas de Dios, no siempre
te dará todo lo que pidas, pero si te dará lo que necesites.
De la mano con Dios

El precio de una barra de acero es cinco dólares.


Cuando se transforma en herraduras, vale diez dólares. Si se
transforma en agujas, vale trescientos cincuenta dólares; en
hojas de cuchillos, su precio asciende a treinta y dos mil dólares.
Si con ellos se hacen cuerdas para relojes, su precio, se
calcula en doscientos cincuenta mil dólares. ¡Qué de golpes
tan terribles @ene que sobrellevar dicha barra para llegar a valer
esto!. Pero cuanto más manipulada haya sido, cuantos más
mar@llazos haya recibido y luego de que haya sido pasada por
el fuego, golpeada y machacada y pulimentada, mayor será su
valor.
A diferencia del metal, nosotros siempre valemos lo
mismo, pero el sufrimiento purifica, limpia y fortalece a quienes
lo viven al lado de su Creador.
Sin mucho que comentar, hoy reflexionemos para lo
que vemos nega@vo solamente nos fortalezca, pero para ello,
debemos vivir tomados de la mano con Dios. De lo contrario,
lejos de hacernos más fuertes, los sufrimientos nos harán duros,
insensibles, fríos y descorazonados.
Vive tus penas con Dios a tu lado, saca cosas buenas
de las malas y vive al lado de quien te puede dar la fórmula
para lograr la felicidad eterna.
Dar gracias a Dios

¡Gracias, Señor, por todo lo que en este año me diste!.


¡Gracias por los días de sol y los nublados y tristes!
¡Gracias por las noches tranquilas y por las horas oscuras!
¡Gracias, por la salud y la enfermedad!
¡Gracias por las penas y las alegrías!
¡Gracias por todo lo que me prestaste y después me
pediste!
¡Gracias, Señor por la sonrisa amable y la mano amiga,
por el amor y todo lo hermoso y dulce!
¡Gracias por las flores y estrellas y la existencia de los
niños y las almas buenas!
¡Gracias por la soledad, por el trabajo, por las dificultades
y las lágrimas, por todo lo que me acercó a Ti más ín@mamente!
¡Gracias por tu presencia en cada ser que habita este
bendito universo!
¡Gracias por haberme DEJADO VIVIR al comenzar el
año y dar vuelta otra hoja del libro de mi vida!
¿Qué traerá el año que empieza?
¡LO QUE TU QUIERAS, SEÑOR!.
Andar en bicicleta con Dios

Al principio veía a Dios como alguien que me observaba,


como juez que llevaba cuenta de lo que hacía mal, para
ver si merecía el cielo o el infierno cuando muriera.
Era como un presidente, reconocía su foto cuando la
veía, pero realmente no lo conocía. Pero luego pareció como
si la vida fuera un viaje en bicicleta, pero era una bici de dos,
y noté que Dios viajaba atrás y me ayudaba a pedalear.
No sé cuándo sucedió, no me di cuenta cuando fue
que El sugirió que cambiáramos lugares, pero mi vida no ha sido
la misma desde entonces… mi vida con Dios es muy emocionante
Cuando yo tenía el control, yo sabía a donde iba. Era
un tanto aburrido pero predecible. Era la distancia más corta
entre dos puntos. Pero cuando El tomó el liderazgo, conocía
otros caminos, caminos diferentes, hermosos, por las montañas,
a través de lugares con paisajes, velocidades increíbles.
Lo único que podía hacer era sostenerme, aunque pareciera
una locura El, sólo me decía ¡“Pedalea” !. Me preocupaba y
ansiosamente le preguntaba: ¿“A dónde me llevas”?. El, sólo
sonreía y no me contestaba, así que comencé a confiar en El.
Me olvidé de mi aburrida vida y comencé una aventura,
y cuando yo decía “estoy asustado”, El se inclinaba un poco para
atrás y tocaba mi mano. El me llevó a conocer gente con dones,
dones de sanación y aceptación, de gozo. Ellos me dieron
esos dones para llevarlos en nuestro viaje. Y allá íbamos otra vez.
El me dijo “comparte estos dones, dalos a la gente, son sobrepeso,
mucho peso extra, si los guardas para @”. Y así lo hice, encontré
que en el dar yo recibía y mi carga era ligera.
No confié mucho en El al principio, en darle control
de mi vida. Pensé que la echaría a perder; pero El conocía cosas
que yo no sabía acerca de andar en bici, secretos extraordinarios.
El sabía como doblar para dar vueltas cerradas, brincar
para librar obstáculos llenos de piedras, inclusive volar para
evitar horribles caminos. Y ahora estoy aprendiendo a callar y
pedalear por los más extraños lugares, y estoy aprendiendo a
disfrutar de la vista y de la suave brisa en mi cara y sobre todo
de la increíble y deliciosa compañía de Dios.
Y cuando estoy seguro de que ya no puedo más, El sólo
sonríe y me dice “¡PEDALEA!”.
Sólo Dios

Sólo Dios puede dar la fe,


pero tú puedes dar tu tes@monio.
Sólo Dios puede dar la esperanza,
pero tú puedes dar confianza a tus hermanos.
Sólo Dios puede dar amor,
pero tú puedes enseñar a amar a los demás.
Sólo Dios puede dar la paz,
pero tú puedes llamar a la concordia.
Sólo Dios puede dar la fuerza,
pero tú puedes sostener al desfallecido.
Sólo Dios es el camino,
pero tú puedes mostrarlo a los demás.
Sólo Dios es la luz,
pero tu puedes hacerla brillar a los ojos de todos.
Sólo Dios es la vida,
pero tú puedes devolver a otros el deseo de vivir.
Sólo Dios puede hacer lo que parece imposible,
pero tú puedes hacer lo que es posible.
Sólo Dios se basta a sí mismo,
pero prefiere contar con@go.
Sobre el enojo

Piensa en alguien que te irrite de verdad, que te haga


sen@r enojo. Ahora, cierra los ojos e intenta imaginarte a esa
persona como un niño muy pequeño. Mira sus diminutas facciones
y sus inocentes ojos. Ten presente que los bebés no
pueden evitar el cometer errores y que todos hemos sido niños
pequeños alguna vez. Ahora, adelanta el reloj cien años. Visualiza
a esa misma persona como alguien muy anciano que
está a punto de morir. Contempla sus ojos cansados y su suave
sonrisa, que sugieren un poco de sabiduría y el reconocimiento
de los errores come@dos. Piensa que tarde o temprano,
todos llegamos a eso.
Puedes jugar con esta técnica y modificarla según te
parezca. Casi siempre le aporta al que la prac@ca un poco, de
la perspec@va y la compasión necesarias.
Si nuestra meta es transformarnos en personas más plácidas
y afectuosas, ciertamente no queremos abrigar sen@mientos
nega@vos hacia los demás.
Estas sencilla técnica ha demostrado ser muy eficaz
para descargar los sen@mientos de irritación que experimentamos
hacia otras personas. Vale la pena experimentarla considerando
todos los beneficios que recibimos y otorgamos al no
enojarnos.
Plegaria del árbol

Tú que pasas y levantas contra mí tu brazo, que inconscientemente


me zarandeas, antes de hacerme daño ¡mira
bien!.
Yo soy el armazón de tu cuna, la madera de tu barca,
la tabla de tu mesa, la puerta de tu casa, la viga que sos@ene
tu techo, la cama en que descansas.
Yo soy el mango de tu herramienta, el bastón de tu vejez,
el más@l de tus ilusiones y esperanzas. Yo doy fruto que te
nutre y calma tu sed, la sombra bienhechora que te cobija
contra los ardores del sol, el refugio bondadoso de los pájaros
que alegran con su canto tus horas y que limpian tus campos
de insectos.
Yo soy la hermosura del paisaje, el encanto de tu huerta,
la señal de la montaña, el lindero del camino.
Soy el calor de tu hogar en las noches frías y largas del
invierno, el perfume que embalsama a todas horas el aire que
respiras, el oxígeno que vivifica tu sangre y con ello la salud
de tu cuerpo, la alegría de tu alma; y hasta el fin, yo soy el
ataúd que te acompaña al seno de la @erra.
Por eso, tú que me miras, tú que me plantaste con tus
manos, tu que me diste el ser y que puedes llamarme hijo…,
óyeme bien, mírame bien…¡y no me hagas daño!.
Somos tan afortunados

Si despertaste hoy con más salud que enfermedad…


eres más afortunado que el millón de personas que no vivirán
más allá de esta semana.
Si nunca has experimentado el peligro de una guerra,
la soledad de una prisión, la tortura, el terror de una hambruna…
eres más afortunado que 500 millones de personas en el
mundo.
Si profesas una religión sin miedo a la persecución,
arresto, tortura o muerte… eres más afortunado que tres billones
de personas en el mundo.
Si @enes comida en la heladera, ropa puesta, un techo
sobre tu cabeza y un lugar donde dormir… eres el 75% de los
más adinerados del mundo.
Si @enes algo de dinero en el banco, en tu cartera y
suelto para cambio en tu casa o trabajo… eres el 8% de los
más ricos en el mundo.
Si tus padres están vivos y casados… eres un caso muy
raro.
Si sonríes y das gracias por lo que te rodea… eres más
afortunado que la mayoría que puede, pero no lo hace.
Si puedes tomar a alguien de la mano, abrazarlo o tocarlo
en el hombro… eres más afortunado que los demás, ya
que puedes ofrecer curación espiritual.
Si tú lees este mensaje, eres doblemente más afortunado
que los demás, ya que alguien está pensando en @, y eres
más afortunado que más de dos billones de personas que nos
saben leer ni escribir en el mundo.
Espero que tengas un buen día y cuentes tus bendiciones.
El banco de la vida

Imagínate que existe un banco, que cada mañana


acredita en tu cuenta la suma de 86.400 y no arrastra tu saldo
día a día, ya que cada noche borra cualquier can@dad del mismo
que no usaste durante el día.
¿Qué harías?. Re@rar hasta el úl@mo centavo, por supuesto.
Cada uno de nosotros, @ene ese banco. Su nombre es
@empo. Cada mañana, este banco borra y da como perdido
cualquier can@dad de ese crédito que no has inver@do en un
buen propósito. Este banco no arrastra saldos, ni permite sobregiros.
Cada día te abre una nueva cuenta. Cada noche elimina
los saldos del día. Si no usas tus depósitos del día, la pérdida
es tuya. No se puede dar marcha atrás. No existen los giros
a cuenta del depósito de mañana.
Debes vivir el presente con los depósitos de hoy. Invierte
de tal manera, que puedas conseguir lo mejor en salud,
felicidad y éxito. El reloj sigue su marcha.
Consigue lo máximo en el día.
De las mejores lecciones de la vida

En un vuelo de Bri@sh Airways entre Jahannesburgo y


Londres, una señora blanca de unos cincuenta años se sienta
al lado de un hombre negro. Llama a la azafata para quejarse:
“¿Cuál es el problema señora?”, pregunta la azafata.
“¿Pero no lo ve?”, responde la señora, “me colocó al
lado de un negro. No puedo quedarme al lado de estos inmundos.
Déme otro asiento”.
“Por favor, cálmese”, dice la azafata, “casi todos los
lugares de este vuelo están tomados. Voy a ver si hay algún lugar
en clase ejecu@va o en primera”.
La azafata se apura y vuelve unos minutos después.
“Señora”, explica la azafata, “como yo sospechaba”,
no hay ningún lugar vacío en clase económica. Hablé con el
comandante y me confirmó que tampoco hay lugar en ejecu@va.
Pero sí tenemos un lugar en primera clase”.
Antes de que la señora pudiese responder algo, la azafata
con@nuó: “Es totalmente inusitado que la compañía conceda
un asiento de primera clase a alguien está en económica,
pero dadas las circunstancias, el comandante consideró
que sería escandaloso que alguien sea obligado a sentarse al
lado de una persona tan execrable… “Y diciendo eso, la azafata
miró al hombre de color y dijo:
“Si el señor me hiciera el favor de tomar sus pertenencias,
el asiento de primera clase ya está preparado”.
Y todos los pasajeros que se encontraban alrededor, y
que acompañaron la escena, se levantaron y aplaudieron por
la ac@tud de la compañía.
La historia de San ValenCn

Todo comienza en el siglo tercero cuando el emperador


Claudio III, envía a arrestar a Valen@no por prac@car y enseñar
los ideales de Jesús.
Un día el carcelero de Valen@no, viendo que era un
hombre culto, llevó a su hija a tomar clases con él. Julia era
ciega, pero con la dedicación que se tomó Valen@no para enseñarle
historia, aritmé@ca y religión, pudo ver el mundo a través
de los ojos de Valen@no. Un día Julia le dijo que todos los
días le rezaba a Dios para poder ver todas las cosas que él le
había contado y con muchas fuerzas, también dijo: Yo creo en
Dios.
Ella entonces tomó la mano de Valen@no y juntos se
pusieron a orar con tanta intensidad, que una luz brillante entró
e iluminó el cuarto de la prisión. Julia con una alegría indescrip@ble
exclamó:
¡Valen@no, puedo ver! y Valen@no exclamó: ¡Gloria a
Dios!.
El 14 de febrero antes de ser ejecutado, Valen@no le
escribió una úl@ma carta a Julia, pidiéndole que siguiera cerca
de Dios y firmó: “De tu Valen@no”. Se dice que Julia plantó un
almendro de flores, junto a su tumba y hoy el árbol de almendras
es un símbolo de amor y amistad duraderos.
Todos los 14 de febrero, el Día de San Valenyn, se envían
mensajes de amor y amistad en todo el mundo.
Amor por un hijo

Un hombre rico y su hijo tenían gran pasión por el arte.


En su colección tenían de todo: desde Picasso hasta Goya.
Muy a menudo, se sentaban juntos a admirar las grandes obras
de arte.
Desgraciadamente, el hijo fue a la guerra. Fue muy valiente
y murió en la batalla mientras rescataba a otro soldado.
El padre recibió la no@cia y sufrió profundamente la muerte de
su único hijo.
Un mes más tarde, justo antes de la Navidad, alguien
tocó a la puerta. Un joven con un gran paquete en sus manos
le dijo al padre: “Señor, usted no me conoce, pero yo soy el soldado
por quien su hijo dio la vida. El salvó muchas vidas ese
día, y me estaba llevando a un lugar seguro cuando una bala le
atravesó el pecho, muriendo así instantáneamente. El hablaba
muy a menudo de usted y de su amor por el arte”. El muchacho
extendió los brazos para entregar el paquete: “Yo sé que esto
no es mucho. Yo no soy un gran ar@sta, pero creo que a su
hijo le hubiese gustado que usted recibiera esto”. El padre abrió
el paquete. Era un retrato de su hijo, pintado por el joven soldado.
El contempló con profunda admiración la manera en que
el soldado había capturado la personalidad de su hijo en la pintura.
El padre estaba tan atraído por la expresión de los ojos de
su hijo, que los suyos se arrasaron de lágrimas. Le agradeció al
joven soldado y ofreció pagarle por el cuadro. “Oh, no señor,
yo nunca podría pagarle lo que su hijo hizo por mí. Es un regalo.
“El padre colgó el retrato arriba de la repisa de su chimenea.
Cada vez que los visitantes llegaban a su casa, les mostraba el
retrato de su hijo antes de mostrar su famosa galería.
El hombre murió unos meses más tarde y se anunció
una subasta con todas las pinturas que poseía. Mucha gente
importante e influyente acudió con grandes expecta@vas de
hacerse con un famoso cuadro de la colección. Sobre la plata-
forma estaba el retrato del hijo. El subastador golpeó su mazo
para dar inicio a la subasta. “Empezaremos los remates con este
retrato del hijo. ¿Quién ofrece por este retrato?. Hubo un
gran silencio. Entonces una voz del fondo de la habitación gritó:
“¡Queremos ver las pinturas famosas!” “¡Olvídese de esa!”.
Sin embargo el subastador persis@ó: “¿Alguien ofrece algo por
esa pintura?”. ¿100? ¿200?. Otra voz gritó con enojo: “¡No venimos
por esa pintura!”. “¡Venimos por los Van Goghs, los
Rembrandts; vamos a las ofertas de verdad!”.
Pero aún así el subastador con@nuaba su labor: “¡El hijo!”,
“¡El hijo!”, “¡Quién se lleva el hijo!”. Finalmente, una voz
se oyó desde muy atrás de la habitación: “¡Yo doy diez pesos
por la pintura!”. Era el viejo jardinero del padre y del hijo.
Siendo un hombre muy pobre, era lo único que podía ofrecer.
“¡Tenemos diez pesos!”, ¡quién da veinte!, gritó el subastador.
La mul@tud se estaba enojando mucho. No querían
la pintura de El hijo, querían las que representaban una valiosa
inversión para sus propias colecciones. El subastador golpeó
por fin el mazo: va una, van dos, ¡VENDIDA por diez pesos!.
“¡Empecemos con la colección!”, gritó uno. El subastador
soltó su mazo y dijo: “Lo siento mucho damas y caballeros,
pero la subasta llegó a su final”.
“¿Pero qué sucede con las otras pinturas?”, dijeron los
interesados. “Lo siento”, contestó el subastador, cuando me
llamaron para conducir esta subasta, se me dijo de un secreto
es@pulado en el testamento del dueño. Yo no tenía permi@do
revelar esta es@pulación hasta este preciso momento. Solamente
la pintura de El Hijo sería subastada. Aquel que la comprara
heredaría absolutamente todas las posesiones de este
hombre, incluyendo las famosas pinturas. “¡El hombre que
compró El Hijo; se queda con todo!”.
Reflexión: Dios nos ha entregado a su hijo, quien murió
en una cruz hace 2.000 años. Así como el substador, su
mensaje hoy es: “El Hijo, el Hijo, ¿Quién se lleva el hijo”.
Quien ama al hijo lo @ene todo.
De un padre a un hijo

El día que me vuelva viejo y ya no sea el mismo, ten


paciencia y compréndeme.
Cuando derrame comida sobre mi camisa y olvide como
atarme mis zapatos, recuerda las horas que pasé enseñándote
a hacer las mismas cosas.
Si cuando conversas conmigo, repito y repito las mismas
palabras que sabes de antemano como terminan, no me
interrumpas y escúchame. Cuando eras pequeño, para que te
durmieras tuve que contarte miles de veces el mismo cuento
hasta que cerrabas los ojitos.
No me reproches porque no quiera bañarme; no me
regañes por ello. Recuerda los momentos que te perseguí y los
mil pretextos que te inventaba para hacerte más agradable tu
aseo. Acéptame y perdóname, ya que yo soy el niño ahora.
Cuando me veas inú@l e ignorante frente a todas las
cosas tecnológicas que ya no podré entender, te suplico que
me des todo el @empo que seas necesario para no las@marme
con tu sonrisa burlona.
Acuérdate que yo fui quien te enseñó tantas cosas: comer,
ves@rte y tu educación para enfrentar la vida tan bien como
lo haces. Eso ha sido producto de mi esfuerzo y perseverancia
por @.
Cuando en algún @empo mientras conversamos me
llegue a olvidar del tema del cual estemos hablando, dame todo
el @empo que sea necesario hasta que yo recuerde, y si no
puedo hacerlo no te burles de mí; tal vez no era importante lo
que hablaba y me conformé con que me escucharas en ese
momento.
Si alguna vez ya no quiero comer, no me insistas. Sé
cuánto puedo y cuánto no debo. También comprende que con
el @empo ya no tengo dientes par morder ni gusto para sen@r.
Cuando me fallen mis piernas por estar cansadas para
andar, dame tu mano @erna para apoyarme como lo hice yo
cuando comenzaste a caminar con tus débiles piernas.
Siempre quise lo mejor para @ y he preparado los caminos
que has debido recorrer. Piensa entonces que con el paso
que me adelanto a dar, estaré construyendo par @ otra ruta
en otro @empo, pero siempre con@go.
No te sientas triste o impotente por verme como me
ves. Dame tu corazón, compréndeme y apóyame como lo hice
cuando empezaste a vivir.
De la misma manera como te he acompañado en tu
sendero, te ruego me acompañes a terminar el mío. Dame
amor y paciencia, que te devolveré gra@tud y sonrisas con el
inmenso amor que tengo por @.
Historias de dos amigos

Un día Ignacio iba caminando desde la escuela hacia


su casa. Al poco rato de caminar se dio cuenta de que el chico
que iba delante suyo se había tropezado y había @rado
unos libros, dos suéteres, una bate y guante de béisbol, y una
pequeña grabadora que llevaba cargando. Ignacio se acercó, y
lo ayudó a pararse y a recoger las cosas que había @rado. Como
se iban por el mismo rumbo, Ignacio le ayudó a cargar parte
de las cosas. Mientras caminaban, Ignacio descubrió que
aquel chico se llamaba Mayas y que amaba los juegos de video,
el béisbol y la historia, y que además estaba teniendo muchos
problemas con sus otras materias escolares, y para completarla
había terminado con su novia.
Al llegar a la casa de Mayas, Ignacio fue invitado a pasar
y tomar un refresco mientras veían la televisión, pasaron la
tarde muy a gusto entre risas y pequeñas charlas. Luego Ignacio
se fue a su casa.
Ellos con@nuaron viéndose en la escuela, almorzaban
juntos dos o tres veces a la semana y finalizaron juntos la secundaria.
Más adelante terminaron yendo a la misma universidad,
en donde seguían teniendo contacto pero en forma más
esporádica. Finalmente llegó el momento tan esperado de terminar
la facultad, y tres semanas antes de la graduación, Mayas
le preguntó a Ignacio si podían hablar. Mayas le recordó
el día en que se conocieron, años atrás. “¿Alguna vez te preguntaste
por qué iba cargando tantas cosas ese día?”, le preguntó.
“Verás, yo había limpiado mi armario de la escuela
porque no quería dejar ningún problema a nadie más. Había
agarrado las pas@llas para dormir de mi mamá e iba camino a
casa para suicidarme. Pero después de haber pasado la tarde
juntos hablando y riéndonos, me di cuenta de que si me mataba,
me hubiese perdido tantos momentos como esos y aún
mejores. Como podes ver Ignacio, cuando vos recogiste aquellos
libros hiciste mucho más que eso: salvaste mi vida”.
Cada pequeño saludo, cada pequeña sonrisa, cada
mano que damos para ayudar salva a un corazón herido.
Con este mensaje te queremos decir que vos sos especial.
Hay un milagro llamado “amistad” que se abriga en el corazón.
No sabemos cómo ocurre o cómo es que comienza, pero
sabemos que es algo especial que nos levanta, y allí es
cuando te das cuenta que la amistad es el regalo más precioso
de Dios.
No esperes para ser feliz

Mi cuñado abrió el cajón del placard de mi hermana


y levantó un paquete envuelto en papel. “¿Y esto?”, dijo, “es
lencería fina”. Tiró el papel que la envolvía y me la dio. Estaba
exquisito; seda y encaje. La e@queta del precio mostraba
una can@dad astronómica.
“Julia compró esto la primera vez que fuimos al Shopping
Center, hace al menos 8 o 9 años. Nunca lo usó. Lo estaba
guardando para alguna ocasión especial. Bueno, cero que
esta es la ocasión. “Me la pidió nuevamente y la pusimos en
la cama junto con la demás ropa que íbamos a llevar a la funeraria”.
Sus manos tocaron un momento la seda y cerró de golpe
el cajón y volviéndose hacia mí me dijo: “No guardes nada
para una ocasión especial. Cada día que vives es una ocasión
especial”.
Recordé esas palabras durante el funeral y los días que
siguieron cuando lo ayudé a él y a mi sobrina a atender todas
las obligaciones tristes que siguen a una muerte inesperada.
Pensé en ellos en el vuelo de regreso a mi casa. Pensé acerca
de todas las cosas que ella no vio, escuchó o hizo.
También pensé acerca de las cosas que ella hizo, sin
darse cuenta de que eran especiales. Todavía estoy pensando
en esas palabras, que han cambiado mi vida. Ahora, estoy leyendo
más y limpiando menos. Me siento en el porche y admiro
la vista sin fijarme en las malas hierbas del jardín. Estoy
pasando más @empo con mi familia y amigos y menos @empo
en junta de trabajo.
Cuando sea posible, la vida debe ser un patrón de experiencias
para disfrutar no para sobrevivir.
Estoy tratando de reconocer estos momentos ahora y
disfrutarlos. Ya no estoy guardando nada; usamos nuestra vajilla
de lujo ante cualquier evento especial como bajar un kilo,
destapar el baño o la llegada de la primer flor en primavera.
Uso mi blazer nuevo para ir al supermercado, si me dan ganas.
Mi teoría es que si mne veo próspera, puedo gastar
100 pesos en una bolsa pequeña de despensa sin preocuparme.
Ya no guardo mi mejor perfume par fiestas especiales; los
empleados de las @endas y los cajeros de los bancos @enen narices
que funcionan tan bien como las de mis amigos en las
fiestas.
Las frases “algún día” y “uno de estos días” van desapareciendo
de mi vocabulario. Si vale la pena verlo, escucharlo
o hacerlo lo quiero ver, oír y hacer ahora. No estoy segura
de lo que hubiera hecho mi hermana si hubiera sabido que no
estaría aquí para el mañana que todos tomamos a la ligera.
Creo que hubiera llamado a algunos miembros de la familia y
a amigos cercanos. A lo mejor hubiese llamado a algunos ex
amigos para disculparse y hacer las paces por posibles enojos
del pasado. Me gusta pensar que hubiese ido a comer comida
china, su favorita. Pero sólo estoy pensando, nunca lo sabré.
Son esas pequeñas cosas dejadas sin hacer las que me
harían enojar si supiera que mis horas están limitadas. Enojada
porque dejé de ver a buenos amigos con los que me iba a
poner en contacto “algún día”. Enojada porque no escribí ciertas
cartas que intenté escribir “uno de estos días”. Enojada y
triste porque no les dije a mi esposo y mi hija con la suficiente
frecuencia cuanto realmente los amo. Estoy tratando no retardar,
detener o guardar nada que agregue risa y alegría a
nuestras vidas. Y cada mañana cuando abro mis ojos, me digo
a mí misma que es especial. Cada día, cada minuto, cada respiro
es un regalo de Dios.
Date una nueva oportunidad para iniciar una nueva
etapa. Te sen@rás mejor acercándote a quiénes amas. “Somos
todos pasajeros de un mismo barco, la Tierra, y no debemos
permi@r que naufrague. No habrá una segunda Arca de Noé”.
¡No esperes tu felicidad en el mañana, empieza a ser
feliz desde hoy!.
Decisiones

Esta es la historia de Mariano, un chico que nació con


cáncer. Un cáncer que no tenía cura. Tenía 17 años y podría
morir en cualquier momento. Siempre vivía en su casa, bajo el
cuidado de su madre.
Ya estaba harto y decidió salir sólo por una vez. Le pidió
permiso a su madre y ella aceptó.
Caminando por su cuadra vio muchas @endas. Al pasar
por una @enda de música y al ver el aparador notó la presencia
de una niña muy guapa de su edad, fue amor a primera vista,
abrió la puerta y entró sin mirar nada que no fuera ella.
Acercándose poco a poco llegó al mostrador donde se
encontraba la chica. Lo miró y le dijo sonriente: “¿Te puedo
ayudar en algo?”. Mientras él pensaba que era la sonrisa más
hermosa que había visto en toda su vida, sin@ó el deseo de besarla
en ese mismo instante.
Tartamudeando le dijo: “Si, eeehhh, uuuhhh, me gustaría
comprar un CD”, sin pensar tomó el primero que vio y le
dio el dinero.
“¿Quiéres que te lo envuelva?”, preguntó la niña sonriendo
de nuevo. El respondió que sí. Mientras que la chica
envolvía el CD el muchacho le dijo: “mi nombre es Mariano,
¿y el tuyo?”, “Soka”, respondió ella. Luego de esto salió de la
@enda, se fue a su casa y de ese día en adelante visitó la @enda
a diario para comprar un CD. Siempre se los envolvía Soka,
para luego llevárselos a su casa y meterlos en su placard.
El era muy ymido para invitarla a salir y aunque trataba,
no podía. Su mamás se enteró de esto e intentó animarlo a
que se atreviera, así que al siguiente día se armó de coraje y se
dirigió a la @enda. Como todos los días compró otra vez un CD
y como siempre ella se fue atrás para envolverlo. El tomó el
paquete y mientras ella no estaba viendo, dejó su teléfono en
el mostrador y salió corriendo de la @enda. Al día siguiente
Mariano no fue a la @enda y entonces ella lo llamó por teléfono.
Atendió la madre y Soka preguntó por su hijo. La madre
desconsolada comenzó a llorar, mientras decía “¿Qué, no
lo sabés?, murió ayer”.
Hubo un silencio prolongado, excepto los lamentos de
la madre. Más tarde la mamá entró en el cuarto de su hijo para
recordarlo. Ella decidió empezar por ver su ropa, así que
abrió el placard y para su sorpresa se topó con montones de
CDs envueltos. Ninguno de ellos estaba abierto. Le causó curiosidad
ver tantos y no se resis@ó, tomó uno y se sentó sobre
la cama para verlo, y al hacer esto un pequeño pedazo de papel
salió de la cajita plás@ca; la mamá lo recogió y vio que en
este decía: “¡hola!, me parecés muy lindo. ¿Querés salir conmigo?.
Besos, Soka”. De tanta emoción la madre abrió otro y
otro pedazo de papel y estos decían lo mismo.
Moraleja: Así es la vida, no esperes demasiado para
decirle a ese alguien especial lo que sientes, dilo hoy, porque
mañana puede ser muy tarde.
El silencio de Dios

Cuenta una an@gua leyenda noruega, acerca de un


hombre llamado Hans, quien cuidaba una Ermita. A ella acudía
la gente a orar con mucha devoción. En esta Ermita había
una cruz muy an@gua. Muchos acudían allí para pedirle a
Cristo algún milagro.
Un día el ermitaño Hans quiso pedirle un favor. Lo impulsaba
un sen@miento generoso. Se arrodilló ante la cruz y dijo:
“Señor, quiero padecer por @. Déjame ocupar tu puesto.
Quiero reemplazarte en la cruz”. Y se quedó fijo con la mirada
puesta en la imagen, como esperando una respuesta. El
Señor abrió sus labios y habló. Sus palabras cayeron de lo alto,
susurrantes y amonestadoras: “Siervo mío, accedo a tu deseo,
pero ha de ser con una condición”. “¿Cuál, Señor?”, preguntó
Hans con acento suplicante. “¿Es una condición dikcil?”.
¡Estoy dispuesto a cumplirla con tu ayuda, Señor!, respondió
el viejo ermitaño.
“Escucha: suceda lo que suceda y veas lo que veas,
has de guardarte en silencio siempre”.
Hans contestó: “¡Te lo prometo, Señor!”. Y se efectuó
el cambio. Nadie advir@ó el trueque. Nadie reconoció al ermitaño,
colgado de los clavos en la cruz. El Señor ocupaba el
puesto de Hans. Y este por largo @empo cumplió el compromiso.
A nadie dijo nada.
Pero un día, llegó un rico y después de haber orado,
dejó allí olvidada su cartera. Hans lo vio y calló.
Tampoco dijo nada cuando un pobre, que vino dos horas
después, se apropió de la cartera del rico.
Ni tampoco dijo nada cuando un muchacho se postró
ante él poco después para pedirle su gracia antes de emprender
un largo viaje. Pero en ese momento volvió a entrar el rico
en busca de la bolsa. Al no hallarla, pensó que el muchacho
se la había apropiado. El rico se volvió contra el joven e
iracundo le dijo:
“¡Dame la bolsa que me has robado!”. El joven sorprendido
replicó: “¡No he robado ninguna bolsa!”. “¡No mientas,
devuélvemela enseguida!”. “¡Le repito que no he robado
ninguna bolsa!”, afirmó el muchacho. El rico arreme@ó, furioso
contra él. Sonó entonces una voz fuerte:
“¡Detente!”. El rico miró hacia arriba y vio que la imagen
le hablaba. Hans, que no pudo permanecer en silencio,
gritó, defendió al joven, increpó al rico por la falsa acusación.
Este quedó anonadado, y salió de la Ermita. El joven salió también
porque tenía prisa para emprender su viaje
Cuando la Ermita quedó a solas, Cristo se dirigió a su
siervo y le dijo: “Baja de la cruz. No sirves para ocupar mi
puesto. No has sabido guardar silencio”.
“Señor, dijo Hans, ¿Cómo iba a permi@r esta injus@cia”.
Se cambiaron los oficios. Jesús ocupó la cruz de nuevo y
el ermitaño se quedó ante la cruz. El Señor, siguió hablando:
“Tú no sabías que al rico le convenía perder la bolsa, pues llevaba
en ella el precio de la virginidad de una joven mujer. El
pobre, por el contrario, tenía necesidad de ese dinero e hizo
bien en llevárselo; en cuanto al muchacho que iba a ser golpeado,
sus heridas le hubiesen impedido realizar el viaje que
para él resultaría fatal.
“Ahora, hace unos minutos acaba de zozobrar el barco
y él ha perdido la vida. Tú no sabías nada. Yo si sé. Por eso
callo”. Y el Señor nuevamente guardó silencio.
Muchas veces nos preguntamos porque razón Dios no
nos contesta, porqué razón se queda callado. Muchos de nosotros
quisiéramos que El nos respondiera lo que deseamos
oír… pero, Dios no es así. Dios nos responde aun con el silencio…
Debemos aprender a escucharlo. Su Divino Silencio,
son palabras des@nadas a convencernos de que El sabe lo que
está haciendo. En su silencio nos dice con amor: ¡CONFIAD
EN MI, QUE SE BIEN LO QUE DEBO HACER!.
El leñador

Había una vez un leñador que cortaba con su hacha


10 árboles cada semana. A la semana siguiente cortó únicamente
4 árboles. La tercera semana cortó 3 árboles y así sucesivamente
iba disminuyendo su producción y su fuerza.
Su vecino que lo observaba, se acercó y le dijo:
- Amigo mío, ¿qué es lo que te está ocurriendo? ¿Por qué razón
estás bajando tu producción?. Veo que cada día te levantas
más temprano, trabajas más duro y casi no te tomas
@empo para comer… y además te veo cada vez más delgado,
triste y desmo@vado. ¿Cuál es el problema?.
Y desde luego que el leñador no supo responderle.
¿Saben ustedes dónde estaba el problema?. En el hacha, su herramienta
de trabajo, ya que cada día se desafilaba más y su
dueño no la volvía a afilar.
Debemos ser muy obje@vos en esta vida. Muchas veces
nos empieza a ir mal en algo pero no sabemos las causas.
¿Cuántas personas se enferman y los médicos no encuentran
nada ksico, siendo que el problema es una depresión o un sen@miento
de odio, rencor, dolor o malos recuerdos?.
Analicemos bien nuestras vidas. Donde nos veamos en
problemas , hagamos un alto y pensemos cómo están nuestras
relaciones con las otras personas y con Dios mismo.
El portero

No había en el pueblo peor oficio que el de portero de


hotel. Pero, ¿qué otra cosa podría hacer aquel hombre?. De
hecho, nunca había aprendido a leer ni a escribir, no tenía ninguna
otra ac@vidad ni oficio.
Un día se hizo cargo del hotel un joven con inquietudes,
crea@vo y emprendedor. El joven decidió modernizar el
negocio. Hizo cambios y después citó al personal para darle
nuevas instrucciones.
Al portero le dijo: “A par@r de hoy usted, además de
estar en la puerta, me va a preparar un reporte semanal donde
registrará la can@dad de personas que entren por día y anotará
sus comentarios y recomendaciones sobre el servicio”.
El hombre tembló, nunca le había faltado disposición
al trabajo, y entonces balbuceando dijo, “Me encantaría sa@sfacerlo,
señor, pero yo… yo no sé leer ni escribir”.
“¡Ah!, cuánto lo siento”, dijo el joven.
“Pero señor, usted no me puede despedir, yo trabajaré
en esto toda mi vida”.
No lo dejó terminar: “Mire, yo comprendo, pero no
puedo hacer nada por usted. Le vamos a dar una indemnización
para que tenga hasta que encuentre otra cosa. Así que, lo
siento. Que tenga suerte”.
Y sin más, se dio vuelta y se fue.
El hombre sin@ó que el mundo se derrumbaba. Nunca
había pensado que podría llegar a caer en esa situación. ¿Qué
podía hacer?. Recordó que en el hotel cuando se rompía una
silla o se arruinaba una mesa, él con un mar@llo y clavos lograba
hacer un arreglo sencillo y provisorio. Pensó que esta
podría ser una ocupación transitoria hasta conseguir un empleo.
El problema era que sólo contaba con unos clavos oxidados
y unas pinzas muy viejas, entonces decidió usar parte
del dinero para comprar una caja de herramientas.
Como en el pueblo no había una ferretería, debía viajar
dos días en mula para ir al pueblo más cercano a realizar
la compra. “¡Qué más da!”. Pensó y emprendió la marcha.
A su regreso, traía una hermosa y completa caja de herramientas.
De inmediato su vecino llamó a la puerta de su casa:
“Vengo a preguntarle si no @ene un mar@llo para prestarme”.
“Mire, sí, lo acabo de comprar pero lo necesito para
trabajar… como me quedé sin empleo”.
“Bueno, pero yo se lo devolvería mañana bien temprano”,
dijo el vecino. El portero accedió y le prestó el mar@llo.
A la mañana siguiente, como había prome@do, el vecino
llamó a la puerta:
“Mire, yo todavía necesito el mar@llo, ¿Por qué no me
lo vende?”.
“No, yo lo necesito para trabajar y además, la ferretería
está a dos días en mula”, dijo el hombre.
“Hagamos un trato, dijo el vecino, Yo le pagaré los dos
días de ida y los dos de vuelta, más el precio del mar@llo, total
usted está sin trabajar, ¿qué le parece?”.
Realmente, esto le daba trabajo por cuatro días…
Y aceptó.
Volvió a montar su mula. Al regreso, otro vecino lo esperaba
en la puerta de su casa:
“Hola, vecino. ¿Usted le vendió un mar@llo a nuestro
amigo?”.
Sí, es así.
“Mire, yo necesito unas herramientas, y estoy dispuesto
a pagarle sus cuatro días de viaje, más una pequeña ganancia.
Yo no dispongo de @empo para el viaje”.
El ex portero abrió su caja de herramientas y su vecino
eligió una pinza, un destornillador, un mar@llo y un cincel.
Le pagó y se fue.
De paso, podría ahorrar algún @empo de viajes.
La voz se empezó a correr por el barrio y muchos quisieron
evitarse el viaje.
Una vez por semana, el ahora corredor de herramientas
viajaba y compraba lo que necesitaban sus clientes.
Alquiló un carretón para almacenar las herramientas y
algunas semanas después alquiló un cuarto que se convir@ó en
la primera ferretería del pueblo.
Todos estaban contentos y compraban en su negocio.
Ya no viajaba, los fabricantes le enviaban sus pedidos.
El era un buen cliente.
Con el @empo, las comunidades cercanas preferían
comprar en su ferretería y ganar dos días de marcha.
Un día se le ocurrió que su amigo, el tornero, podría
fabricar para él las cabezas de los mar@llos. Y luego, ¿por qué
no?. La tenazas… y las pinzas… y los cinceles.
Y luego fueron los clavos y los tornillos.
Para no hacer largo el cuento, sucedió que en diez
años aquel hombre se transformó con hones@dad y trabajo en
un millonario fabricante de herramientas.
Un día decidió donar a su pueblo una escuela. Ahí se
enseñaría además de leer y escribir, las artes y oficios más
prác@cos de la época. En el acto de inauguración de la escuela,
el alcalde le entregó las llaves de la ciudad, lo abrazó y le
dijo:
“Sería un gran orgullo y gra@tud que nos conceda el
honor de poner su firma en la primera hoja del libro de actas
de la nueva escuela”.
“El honor es para mí”, dijo el hombre.
“Creo que nada me gustaría más que firmar allí, pero
yo no se leer ni escribir. Yo soy analfabeto.”
“¿Usted?”- dijo el alcalde que no alcanzaba a creerlo.
“¿Usted construyó un imperio industrial sin saber leer
ni escribir?. Estoy asombrado. Me pregunto ¿qué hubiera sido
de usted si hubiera sabido leer y escribir?”.
“Yo se lo puedo contestar”, respondió el hombre con
calma. “Si yo hubiera sabido leer y escribir… sería portero de
hotel”.
Moraleja: Generalmente los cambios son vistos como
adversidades. Pero las adversidades encierran bendiciones.
Las crisis están llenas de oportunidades. Cambiar siempre
será la opción más segura.
Para todos aquellos que sienten pánico a los cambios,
verán que siempre vendrán cosas mejores. Lo que hace falta es
arriesgarnos un poco y seguir adelante. Por eso más vale arrepen@rnos
de algo que hemos hecho, que de algo que nunca
hicimos.
Parábola del caballo

Un campesino, que luchaba con muchas dificultades,


poseía algunos caballos para que lo ayudasen en los trabajos
de su pequeña hacienda. Un día, su capataz le trajo la no@cia
de que uno de los caballos había caído en un viejo pozo abandonado.
El pozo era muy profundo y sería extremadamente dikcil
sacar el caballo de allí.
El campesino fue rápidamente hasta el lugar del accidente,
y evaluó la situación, asegurándose de que el animal no
se había las@mado. Pero, por la dificultad y el alto precio para
sacarlo del fondo del pozo, creyó que no valía la pena inver@r
en la operación de rescate.
Tomó, entonces, la dikcil decisión: Determinó que el
capataz sacrificase al animal @rando @erra al pozo hasta enterrarlo,
allí mismo. Y así se hizo. Los empleados, comandados
por el capataz, comenzaron a lanzar @erra adentro del pozo
hasta cubrir al caballo.
Pero, a medida que la @erra caía en el animal, este la
sacudía y se iba acumulando en el fondo, posibilitando al caballo
ir subiendo. Los hombres se dieron cuenta de que el caballo
no se dejaba enterrar, sino al contrario, estaba subiendo
hasta que finalmente, consiguió salir.
Si estás “allá abajo”, sin@éndote poco valorado, y los
otros lanzan sobre @ la @erra de la incomprensión, la falta de
oportunidad y de apoyo recuerda al caballo de esta historia. No
aceptes la @erra que @raron sobre @, sacúdela y sube sobre ella.
Y cuanto más @ren, más iras subiendo, subiendo, subiendo…
Veamos lo que trae el @empo…
Había una vez un campesino chino, pobre pero sabio,
que trabajaba la @erra duramente con su hijo. Un día el hijo le
dijo:
- ¡Padre, que desgracia!. Se nos ha ido el caballo.
- ¿Por qué le llamas desgracia? – respondió el padre- veremos
lo que trae el @empo…
- A los pocos días el caballo regresó, acompañado de otro
caballo.
- ¡Padre, que suerte! – exclamó esta vez el muchacho.
Nuestro caballo a traído otro caballo.
- ¿Por qué le llamas suerte? – repuso el padre – Veamos que
nos trae el @empo.
En unos cuantos días más, el muchacho quiso montar el caballo
nuevo, y éste no acostumbrado al jinete, se encabritó y lo
arrojó al suelo. El muchacho se quebró una pierna.
- ¡Padre, que desgracia! – exclamó ahora el muchacho-.
¡Me he quebrado una pierna!.
Y el padre, retomando su experiencia y sabiduría, sentenció:
- ¿Por qué le llamas desgracia? ¡Veamos lo que trae el @empo!.
El muchacho no se convencía de la filosoka del padre, sino
que gimoteaba en su cama. Pocos días después pasaron por la
aldea los enviados del rey, buscando jóvenes para llevárselos
a la guerra. Vinieron a la casa del anciano, pero como vieron
al joven con su pierna entablillada, lo dejaron y siguieron de
largo.
El joven comprendió entonces que nunca hay que dar ni
la desgracia ni la fortuna como absolutas, sino que siempre hay
que darle @empo al @empo, para ver si algo es malo o bueno.
La moraleja de este an@guo consejo chino es que la vida
da tantas vueltas, y es tan paradójico su desarrollo, que lo
malo se hace bueno, y lo bueno, malo. Lo mejor es esperar
siempre el día de mañana, pero sobre todo confiar en Dios, porque
todo sucede con un propósito posi@vo para nuestras vidas…
Veamos lo que trae el 7empo...
Había una vez un campesino chino, pobre pero sabio,
que trabajaba la @erra duramente con su hijo. Un día el hijo le
dijo:
- ¡Padre, que desgracia!. Se nos ha ido el caballo.
- ¿Por qué le llamas desgracia? – respondió el padreveremos
lo que trae el @empo…
- A los pocos días el caballo regresó, acompañado de
otro caballo.
- ¡Padre, que suerte! – exclamó esta vez el muchacho.
Nuestro caballo a traído otro caballo.
- ¿Por qué le llamas suerte? – repuso el padre – Veamos
que nos trae el @empo.
En unos cuantos días más, el muchacho quiso montar
el caballo nuevo, y éste no acostumbrado al jinete, se encabritó
y lo arrojó al suelo. El muchacho se quebró una pierna.
- ¡Padre, que desgracia! – exclamó ahora el muchacho-.
¡Me he quebrado una pierna!.
Y el padre, retomando su experiencia y sabiduría, sentenció:
- ¿Por qué le llamas desgracia? ¡Veamos lo que trae el
@empo!.
El muchacho no se convencía de la filosoka del padre,
sino que gimoteaba en su cama. Pocos días después pasaron
por la aldea los enviados del rey, buscando jóvenes para llevárselos
a la guerra. Vinieron a la casa del anciano, pero como
vieron al joven con su pierna entablillada, lo dejaron y siguieron
de largo.
El joven comprendió entonces que nunca hay que dar ni
la desgracia ni la fortuna como absolutas, sino que siempre hay
que darle @empo al @empo, para ver si algo es malo o bueno.
La moraleja de este an@guo consejo chino es que la vida
da tantas vueltas, y es tan paradójico su desarrollo, que lo
malo se hace bueno, y lo bueno, malo. Lo mejor es esperar
siempre el día de mañana, pero sobre todo confiar en Dios,
porque todo sucede con un propósito posi@vo para nuestras vidas…
De la madre Teresa

La piel se arruga, el pelo se vuelve blanco,


los días se convierten en años.
Pero lo importante no cambia: tu fuerza y tu convicción
no @enen edad.
Tu espíritu es el plumero de cualquier tela de araña.
Detrás de cada línea de llegada, hay una de par@da.
Detrás de cada logro hay otro desako.
Mientras estés vivo, siéntete vivo.
Si extrañas lo que hacías, vuelve a hacerlo.
No vivas de fotos amarillas.
Sigue aunque todos esperen que abandones.
No dejes que se oxide el hierro que hay en @.
Haz que en vez de lás@ma, te tengan respeto.
Cuando por los años no puedas correr, trota. Cuando
no puedas trotar, camina, cuando no puedas caminar usa el
bastón… pero nunca te detengas!!!.

Madre Teresa de Calcuta


Las tres deudas del hombre

El hombre nace con tres @pos de deudas: la deuda con


Dios, la deuda con los sabios y la deuda con los padres.
Dios está presente en todas y cada una de las células
del cuerpo humano y es El quien protege y sos@ene la vida humana.
El hombre, por consiguiente, está profundamente endeudado
con Dios, quien vibra en cada miembro de su cuerpo
en forma de energía DIVINA. La única manera que el hombre
puede saldar su deuda con Dios es llevar a cabo acciones
sagradas y trabajando para el bienestar de sus semejantes. Es
por ello que se ha prescrito el sendero del servicio para que el
hombre salde su deuda con Dios. El hombre no debe servir
sin@endo que le está haciendo un favor a los demás sino comprendiendo
que está saldando la deuda que @ene con Dios.
Cada pequeño acto de servicio reduce en cierta can@dad la
deuda con Dios. No debes anhelar los cargos de autoridad.
Debes comprender que se te ha dado el cuerpo para servir a
los demás. Un verdadero servidor es un verdadero líder. Debes
san@ficar tu vida tomando el sendero del servicio y saldando
tu deuda con Dios.
La segunda deuda que el hombre debe saldar es la
deuda con los santos y sabios. Los sabios de la an@güedad conocían
el pasado, presente y futuro del hombre. Ellos conocían
los secretos del Dharma (la rec@tud). Por lo tanto, prescribieron
diversos códigos de conducta y senderos espirituales para
el hombre a fin de que éste pudiera realizarse en esta vida y
de aquí en adelante. El hombre puede amor@zar su deuda con
los sabios siguiendo y prac@cando sus enseñanzas conforme a
su letra y espíritu.
La tercera deuda es la deuda con los padres. Los padres
se sacrifican mucho para criar y educar a sus hijo. La madre
es la primera maestra del hombre. Los Vedas dicen: “Reverencia
a tu madre y tu padre como si fueran Dios”. A fin de sal-
dar la deuda con los padres, uno debe encontrar el modo de
no nacer nuevamente.
Cuando naces del vientre de tu madre, no hay guirnaldas
de perlas y oro en tu cuello. No hay collares de gemas y
esmeraldas. Pero, sin lugar a dudas hay una guirnalda en tu
cuello, una guirnalda formada por las consecuencias de tus actos
pasados, tanto buenos como malos. Esta es la guirnalda
que te ha dado Dios. Una vez que naces con esta guirnalda de
Karma, debes vivir tu vida de modo tal que no nazcas nuevamente.
El nombre nace para saldar estos tres @pos de deudas,
no para acumular riquezas y desperdiciar su vida en goces
mundanos. La gente de la era moderna afirma ser devota de
Dios, pero sus actos desmienten su s afirmaciones.

Sathya Sai Baba

INDICEE
Prólogo
Construyendo puentes
El @empo vivido
Jerry
Las cosas simples de la vida
La salvadora
Nunca juzgues a alguien antes de @empo
Expresarnos a @empo
Y tú te pondrías de pie
Los clavos en la puerta
El cienyfico y el ego
La perla
El árbol confundido
Todos tenemos grietas
El cazador y el sabio
El rey y la exposición
La mano del maestro
Del maestro a sus discípulos
El campesino y la roca
Instrucciones para la vida
¿Cuándo @ene sen@do la vida?
Encontrar el amor
El amor llega
Atrévete a amar
Comparaciones
Ganadores vs. Perdedores
Benditos mis compe@dores
La fe hace todo
Meditación en la luz
¡Conquístate a y mismo!
Decidirse a ser feliz
Senderos hacia la felicidad
Regalos de Navidad
De todos modos
La Navidad llega
Reflexiones de final de siglo
Enseñanzas
Sabios consejos
Darse cuenta
Nadie
Para contribuir a la paz
Los Unos y los Otros
Fracaso significa...
Decálogo de la ternura
Aprendizaje del alma
Triunfador
Deseo para y
FE, CAMBIOS Y MILAGROS
Almas gemelas
Todo es amor
Busco un hombre
Muchas clases de amigos
Convivir en amistad
No tuve @empo
Es extraño
Diálogo interior
El sol siempre está
Un milagro de Dios
Un ejemplo de paciencia
De la mano con Dios
Dar gracias a Dios
Andar en bicicleta con Dios
Sólo Dios
Sobre el enojo
Plegaria del árbol
Somos tan afortunados
El banco de la vida
De las mejores lecciones de la vida
La historia de San Valenyn
Amor por un hijo
De un padre a un hijo
Historia de dos amigos
No esperes para ser feliz
Decisiones
El silencio de Dios
El leñador
El portero
Parábola del caballo
Veamos lo que trae el @empo
De la Madre Teresa
Las tres deudas del hombre
Otros ytulos
de Claudio María Domínguez
publicados por
Editorial Brujas
-Madre Teresa Sus enseñanzas
-Un collar de maravillas
-Como vivir mejor
-Tesoros de vida
-Anécdotas del alma
-Vida para todos
-La ciudad del amor
-Maravillas para el alma
-Quienes somos realmente
-Alex el delkn
-El desafio de ser feliz
-Diez pasos hacia la liberación
-El canto de Dios
-Elimine la ira, antes de que la
ira lo elimine a usted

Venezuela 47 Nva. Córdoba - Córdoba


Tel.: 0351 4606044 C.P.(5000)
editorialbrujas@arnet.com.ar
Editorial Brujas

Impreso por Editorial Brujas


en el mes de junio de 2004,
en la Ciudad de Córdoba,
República Argen@na

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