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LECCIÓN 1

APASIONADOS POR LA MISION APOSTOLICA

PROPÓSITO Que las personas conozcan que como iglesia somos parte de la misión apostólica
encomendada por el Señor Jesucristo; para recibir el llamado a la salvación y ser enviados a
predicar la salvación en su Nombre

ROMANOS 10:8-10, 15-"Mas ¿qué dice? Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón.
Esta es la palabra de fe que predicamos: que, si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y
creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón
se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación... ¿Y cómo predicarán si no
fueren enviados? Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz,
de los que anuncian buenas nuevas!"

INTRODUCCIÓN

En este capítulo de la carta a los romanos, Pablo tiene una preocupación; la salvación del pueblo
de Israel (v.1), que no ha entendido que la justicia de Dios se manifiesta por la fe en Jesucristo
en quien debe creer y manifestarlo a través de la confesión pública de su fe en él. (v.2). Pablo
hace una diferenciación entre la justicia que es por la ley, justicia en la que los israelitas basaban
su confianza, y la justicia que es por la fe en el Señor Jesucristo. La justicia por la ley se basaba
en las obras de obediencia a los preceptos según Moisés (v.5) y la justica por la fe en la confesión
sincera de nuestro Señor Jesucristo como Salvador y Dios de los creyentes (v. 8-10 y 13).

Nosotros como IAFCJ hemos recibido de Jesucristo la misión apostólica siendo...

1. LLAMADOS Y ESCOGIDOS PARA SALVACIÓN.

"Esta es la palabra de fe que predicamos: que, si confesares con tu boca que Jesús es el Señor,
y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo."

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Creemos firmemente que el espíritu de Dios nos justifica y produce en nosotros la humildad y
quebranto para mostrar nuestro arrepentimiento por nuestros pecados y humillado delante del
Señor confesándole nuestros pecados para el perdón de los mismos, luego nos regenera
produciendo en nosotros una nueva conciencia por la cual vamos convirtiéndonos de nuestros
malos caminos a la obediencia a Cristo; y finalmente nos santifica por la llenura de su espíritu
para ayudarnos a seguir creciendo en gloria en Cristo Jesús y así vayamos pareciéndonos más a
Él hasta que sea formado en nosotros completamente.

2. ENVIADOS PARA ANUNCIAR EL EVANGELIO PARA SALVACIÓN.

"¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de
los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!"

Conscientes de la importancia del mensaje que predicamos y sabiendo que, por la Palabra y sólo
por la Palabra se produce un efecto transformador en la vida de las personas, la Iglesia
Apostólica de la Fe en Cristo Jesús, tiene un proceso de discipulado que permite a cada creyente
en el Señor poder alcanzar a otros para Cristo. Este proceso consta de tres fases que son las
siguientes:

Fase Ganar: Se vive en 16 semanas durante las cuales se adoptan dos o tres hijos espirituales a
los cuales se les evangelizará personalmente, con temas semanales contenidos en el manual de
discipulado (también puede usarse el manual 1MÁS1). En estas semanas, se lleva a los hijos
espirituales a tres eventos inspiradores y catalizadores para su conversión por la Palabra y el
espíritu de Dios. Estos eventos son: Noches de bendición, Encuentro de Santificación y la Fiesta
de la Cosecha (en ella se bautiza a los hijos espirituales o discípulos que decidieron entregarse
a Cristo).

Fase Consolidar: En esta fase se continúa llevando a los nuevos discípulos por el proceso el
manual de discipulado nos guía durante 16 semanas Instruyéndolos con las lecciones de
consolidación; además se les motiva a inscribirse en la escuela de maduración local. Se les
integra como miembros bautizados a la reunión de planeación de la célula y se les invita a dos
eventos que fortalecen su proceso como discípulos: Únete y Reencuentro.

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Fase Discipular: Durante estas 16 semanas continuamos disimulándolos con el manual y al final
se le invita (a manera de graduación de su proceso) a un evento llamado evento de
multiplicación, en el que se les envía a alcanzar a otros para Cristo predicando el evangelio y
cumpliendo así la misión que Él nos encomendó.

APLICACIÓN.

Siendo conscientes y habiendo presentado aquí el proceso discipular que la Iglesia tiene para
cumplir la misión. Te invitamos a participar preparándote en este proceso e integrándote al gran
ejército de llamados a cumplir la misión que Jesucristo nos dejó. Experimentarás gran gozo y
verás maravillas manifestándose a través de la predicación de la palabra de Dios. "Volvieron los
setenta con gozo, diciendo: Señor, aún los demonios se nos sujetan en tu nombre." (Lucas
10:17).

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 LECCIÓN 2

NACIDOS POR OBRA DEL ESPÍRITU SANTO

PROPÓSITO. Que las personas sepan que como Iglesia, nacimos por obra del espíritu Santo y
somos llenos de su presencia; para dar testimonio de nuestro Señor Jesucristo con poder
evidente.
HECHOS 4:31-34- "Cuando hubieron orado, el lugar en que estaban congregados tembló; y
todos fueron llenos del espíritu Santo, y hablaban con denuedo la palabra de Dios. Y la multitud
de los que habían creído era de un corazón y un alma; y ninguno decía ser suyo propio nada de
lo que poseía, sino que tenían todas las cosas en común. Y con gran poder los apóstoles daban
testimonio de la resurrección del Señor Jesús, y abundante gracia era sobre todos ellos."
INTRODUCCIÓN
La Iglesia Apostólica estamos convencidos de que el espíritu Santo, nos hace partícipes de la
adopción como hijos de Dios. El apóstol Pablo declara: "Pues no habéis recibido el espíritu de
esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el
cual clamamos: ¡Abba, Padre! El espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos
hijos de Dios" (Romanos 8:15 16). Esta declaración nos lleva a considerar la más alta experiencia
de libertad que el ser humano pueda tener. Es decir, el espíritu Santo nos otorga a cada
miembro de la Iglesia el nombramiento de ser hijos de Dios, vivir libres de la esclavitud del
pecado y ser dirigidos por El.
Entonces, nacimos como Iglesia por obra del espíritu Santo para
1. VIVIR EN SU LLENURA Y DIRECCIÓN.
La llenura del espíritu Santo tiene que ver con la posesión y autoridad del Señor para dirigir
nuestras vidas a hacer siempre su voluntad. ¿Cómo podemos participar de esta llenura? La Biblia
declara: "No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del
Espíritu, hablando entre nosotros

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con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros
corazones; dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor
Jesucristo." (Efesios 5:18-20). Esto nos lleva a vivir en Cristo con poder. La llenura del Espíritu
Santo es hablar en nuevas lenguas como los primeros cristianos hicieron, pero también es
profetizar. La Biblia dice: "Y fueron todos llenos del espíritu Santo, y comenzaron a hablar en
otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen." (Hechos 2:4). También agrega: "Porque
el que habla en lenguas no habla a los hombres, sino a Dios; pues nadie le entiende, aunque por
el espíritu habla misterios. Pero el que profetiza habla a los hombres para edificación,
exhortación y consolación." (1 Corintios 14:2, 3). En otras palabras, somos llenos del Espíritu
Santo para proclamar a Jesucristo.
2. PODER PARA TESTIFICAR DEL EVANGELIO CON EVIDENCIAS.
La llenura del espíritu Santo viene a darnos la capacidad para testificar el evangelio de Jesucristo
con evidencias. Esto nos lleva a hablar a las personas lo que Cristo ha hecho en nuestras vidas.
Los primeros cristianos lo hicieron: "... todos fueron llenos del espíritu Santo, y hablaban con
denuedo la palabra de Dios... Y con gran poder los apóstoles daban testimonio de la
resurrección del Señor Jesús, y abundante gracia era sobre todos ellos." (Hechos 4:34). Esto los
llevó a crecer en convicción y también a predicar el evangelio a otras personas. El nacimiento
como Iglesia por la obra del espíritu Santo los llevó a la unidad. Tenían todas las cosas en común:
"Y la multitud de los que habían creído era de un corazón y un alma; y ninguno decía ser suyo
propio nada de lo que poseía, sino que tenían todas las cosas en común." (Hechos 4:32). Esta
misma vivencia la tenemos nosotros como Iglesia y es evidencia para con los de afuera. Con
poder damos testimonio del evangelio de Cristo p o para que las personas que nos escuchen
acepten, se conviertan y la gracia del Señor sea sobre todos nosotros.
APLICACIÓN.
Nacer otra vez es posible. Te invitamos a pedirle al Señor que te haga nacer de nuevo a través
del bautismo en agua en el nombre de Jesucristo y el bautismo con su Espíritu Santo hablando
en nuevas lenguas como evidencia, moldeando tu carácter para que sea como Cristo y recibas
los dones o capacidades de su espíritu.
Esto te hará ser partícipe de la llenura del Espíritu Santo. Entonces vivirás en completa libertad,
te unirás a su iglesia siendo uno con los demás, el poder de su presencia estará contigo cada día
y darás testimonio de tu nuevo nacimiento predicando el evangelio de Jesucristo a quienes te
rodean.
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 LECCIÓN 3

INCLUIDOS EN SU PRECIOSA IGLESIA

PROPÓSITO. Que las personas conozcan que nuestra iglesia es parte del cuerpo de Cristo
representado en la tierra; para pertenecer a él, estar bajo autoridad y ser acompañados en el
peregrinaje hasta que Cristo venga.
1 CORINTIOS 12:27-28 "Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo, y miembros cada uno en
particular. Y a unos puso Dios en la iglesia, primeramente, apóstoles, luego profetas, lo tercero
maestros, luego los que hacen milagros, después los que sanan, los que ayudan, los que
administran, los que tienen don de lenguas."
INTRODUCCIÓN
La palabra "iglesia" proviene del vocablo griego ekklesia, que literalmente significa "llamar fuera
de", este término se aplicaba a la asamblea convocada por un heraldo, para tratar asuntos
públicos. Los apóstoles aplican el término ekklesia a la comunidad de creyentes unidos por la
fe. Entonces la iglesia somos las personas quienes formamos parte de ella. Nuestra amada IAFCJ
está conformada por hombres, mujeres, jóvenes, adolescentes, niños; sin distinción de
nacionalidad, idioma o cultura que han aceptado a nuestro Señor Jesucristo como su salvador.
Creyentes del Espíritu Santo reconociendo que fuimos llamados, predestinados, justificados,
santificados y bautizados por inmersión en su nombre (Hechos 2:38; 19:5; Romanos 2:1-4;
Colosenses 2:12). Separados de la práctica del pecado y perseverando, sirviendo al Señor
Jesucristo (Mateo 24:13, Romanos 2:7; 6:11-13). Esto nos distingue como parte del cuerpo de
Cristo.
Pertenecemos al cuerpo de Cristo porque...

1. SOMOS MIEMBROS DE LA IGLESIA Y LO REPRESENTAMOS

La IAFCJ somos miembros del cuerpo de Cristo, porque nos une el amor de Dios, una fe Cristo
céntrica y todo lo hacemos en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Ante este emblema
marcha gallardamente la iglesia como ejércitos en
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orden.” ¿Quién es esa, que se levanta como la aurora, tan hermosa como la luna, tan
resplandeciente como el sol, tan majestuosa como un ejército con sus estandartes desplegados
al viento?>" (Cantares 6:10 NTV). Somos nosotros la iglesia apostólica de la fe en Cristo Jesús.
Los dones y ministerio en la IAFCJ nos definen como miembros del cuerpo de Cristo. Pablo
declara a la iglesia: "Ya unos puso Dios en la Iglesia, primeramente, apóstoles, luego profetas,
lo tercero maestros, luego los que hacen milagros, después los que sanan, los que ayudan, los
que administran, los que tienen don de lenguas. Todo esto lo ha repartido Dios a nosotros como
miembros de su iglesia. Al desarrollar la diversidad de dones y ministerios, cada creyente
seremos potencializados en el nombre de Jesucristo bajo la dirección pastoral.
Algunos Dones que se desarrollan en la IAFCJ son: Intercesión, liturgia, sanidad, prodigios y
milagros, profecía, interpretación de lenguas, liderazgo, misericordia, dar, enseñanza, etc.
Algunos Ministerios que también se desarrollan son: Música, artes creativas, ujieres,
mantenimiento y limpieza, hospitalario, carcelario, enseñanza, predicación, etc. (Colosenses
3:23, 24).
2. SOMOS ACOMPAÑADOS BAJO AUTORIDAD
La IAFCJ está sujeta bajo autoridad divina. Desde el AT Dios manifestó su autoridad, al gobernar
a su pueblo mediante sacerdotes, jueces y reyes. (Prov. 8:15 16). Como hijo de Dios su autoridad
es original porque él mismo, es Dios. (Jn. 5:19-21).
La estructura eclesial de nuestra iglesia está compuesta por una mesa directiva general de la
siguiente manera: presidente, secretario general, administrador general, secretario supervisor
en Estados Unidos, secretario de evangelización, secretario de educación, secretario de
misiones internacionales y secretario de asistencia social. También, están las coordinaciones
generales de Redes: Damas, Señores y Jóvenes, así como la coordinación AITEAM (atención a
niños y adolescentes).
También está la estructura episcopal por distrito: obispo supervisor, secretario, administrador,
presbíteros, coordinadores de evangelismo, educación, misiones y asistencia social. Además, la
integran los pastores, ministros ordenados, coordinadores de redes de damas, señores y
jóvenes. Así como la coordinación AITEAM. En la Iglesia local la estructura es como sigue: Pastor,
ministros ordenados, administrador, secretaria, ministros de todos los creyentes, lideres,
coordinadores locales y miembros en general

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APLICACIÓN

Es el tiempo de pertenecer y permanecer con una identidad fortalecida como IAFCJ en

Jesucristo. Él quiere continuar edificando su iglesia en el verdadero fundamento. La misión de
alcance de almas liberadas del pecado, viviendo en la esperanza que un día estaremos con El.
Entre tanto debemos perseverar, haciendo su bendita obra, honrando a la iglesia y al padre
celestial, ejercitándonos en los dones y ministerios que Dios nos ha dado. Perseverando en la
oración los unos por los otros y por nuestras autoridades.

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 LECCIÓN 4

CONSAGRADOS PARA PERMANECER

PROPÓSITO Que las personas conozcan que, como iglesia tenemos una vida devocional (afecto
y fervor); para edificar y mantener la relación con nuestro Señor y Dios Jesucristo, a través de
sus enseñanzas y nuevos hábitos espirituales adquiridos.
1 TIMOTEO 4:13-16 "Entre tanto que voy, ocúpate en la lectura, la exhortación y la enseñanza.
No descuides el don que hay en ti, que te fue dado mediante profecía con la imposición de las
manos del presbiterio. ocúpate en estas cosas; permanece en ellas, para que tu
aprovechamiento sea manifiesto a todos. Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en
ello, pues haciendo esto, te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren."
INTRODUCCIÓN
En la IAFCJ practicamos una vida de consagración para permanecer en la fe que hemos
depositado en Cristo, en quien tenemos una vida nueva. De esta manera testifica que ahora su
vida está consagrada, dedicada para agradar a Dios. Por eso quienes hemos decidido
consagrarnos al Señor y mostrar cotidianamente la fortaleza de nuestra fe en: nuestro carácter,
trabajo, vida familiar, ambiente laboral, en medios de la enfermedad e incluso ante la muerte.
El apartarnos del pecado para servir a Dios (consagrarnos), es una decisión que tomamos al
aceptar el llamado que Él nos ha hecho para que le sigamos; pero también es una acción que
debemos de realizar al reconocer que hemos sido justificados por la fe en Jesucristo (Romanos
5:1). Un hombre no es salvo por su vida consagrada, sino que decide consagrarse al Señor
porque ya ha sido salvo. Sin embargo, sabemos que debemos cuidarnos de el diablo "porque
anda al como un león rugiente, buscando a quién devorar" (1 Pedro 5:8 NTV). Por eso ¡debemos
estar alerta, consagrándonos al Señor todos los días!

Es posible consagrarnos para permanecer si decidimos...

1. OCUPARNOS EN AGRADAR A DIOS Y PERMANECER EN ELLO
Nos dedicamos a la lectura de la Biblia. La palabra de Dios es la base de nuestra vida, en ella
Dios se revela a sí mismo. Si queremos conocer y disfrutar del

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Señor, el lugar para comenzar es su Palabra escrita. Por eso necesitamos conocerla, porque es
la única fuente de verdad espiritual invariable. Es por eso que debemos enseñar las Escrituras
para transmitir la sana doctrina. Esto nos va a ayudar a animar a otros a permanecer en Cristo
y enseñar a los demás para advertirles de errores, falsas doctrinas y de conductas equivocadas
e inmoralidades. También, nos ayudará a darles consejos y palabras de ánimo, Usar los dones
espirituales que Dios nos ha dado contribuyen a permanecer. "No descuides el don que hay en
ti..." (1 Timoteo 4:14). A cada creyente Dios le ha dado dones, capacidades especiales para
ponerlos al servicio del Señor y de su Iglesia, para que desarrollen tareas específicas, en áreas
específicas. Esto nos motiva a buscar y desarrollar los dones espirituales, usarlos y
perfeccionarlos para la edificación de la Iglesia, pues una vida consagrada no nos permite tener
una actitud pasiva.
Ocuparse en los hábitos espirituales para permanecer en ellos. Es decir, los hábitos espirituales
que debe practicar todo creyente que busca consagrar su vida a Cristo, no se practican
ocasionalmente sino de manera constante. Debemos permanecer en la decisión que hemos
tomado: Consagrar nuestra vida al Señor, manteniéndonos firmes en la fe que hemos
depositado en Él, pues solo con esa fe venceremos (1 Juan 5:4) y nuestra consagración a Dios
será una realidad.
2. PROGRESAR EN NUESTRA RELACIÓN CON DIOS PARA TESTIFICAR
Debemos guardar nuestro testimonio. Al consagrarnos a Dios, somos movidos a ser ejemplo de
progreso espiritual a nuestros amigos, familiares y a otros creyentes. Este crecimiento es
manifestado a la vista de todos cuando nuestra enseñanza y conducta se apegan a las demandas
del Señor, provocando que otras personas quieran conocer al Señor y Dios a quien servimos.
Debemos preocuparnos por nuestra vida espiritual. "Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina;
persiste en ello... (W16, RVR60). Examina constantemente tu corazón a la luz de la Palabra de
Dios, porque "...el que piensa estar firme, mire que no caiga" (1 Corintios 10:12). Por eso para
superar y vencer el pecado, debemos resistir manteniendo una vida consagrada a Dios.
APLICACIÓN
Queridos amigos, como buenos creyentes debemos disciplinarnos en los diversos hábitos
espirituales que conozcamos y se nos enseñen, para fortalecer la vida espiritual y nuestra
conducta, dedicándonos al estudio de la palabra y la enseñanza, animando a otros a que
también consagren su vida a Cristo y permanezcan en la fe que han depositado en el Señor. Si
nosotros buscamos consagrarnos a Dios, lograremos crecer en el conocimiento y la gracia de
nuestro Señor Jesucristo y permanecer en El.

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 LECCIÓN 5

CREADOS PARA ADORAR INSPIRADAMENTE

PROPÓSITO Que las personas sepan que, como Iglesia, adoramos a Dios en espíritu y verdad y
con entusiasmo, para que otros adoren y agraden a nuestro Señor Jesucristo.
JUAN 4:22-24-"Vosotros adoráis lo que no sabéis, nosotros adoramos lo que sabemos; porque
la salvación viene de los judíos. Más la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores
adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que
le adoren, Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren."
INTRODUCCIÓN
En la Biblia encontramos la siguiente declaración: "todos los llamados de mi nombre; para gloria
mía los he creado, los formé y los hice." (Isaias 43:7). Esto quiere decir que creados para adorar
a Dios. La adoración es esencial en nuestra relación con Dios. Esta nos compromete con Él como
nuestro Padre. Nosotros fuimos llamados para ser sus hijos; pues ahora formamos parte de su
iglesia para alabanza de su gloria. No obstante, sigue haciendo el llamado para que otros
también vivan para alabanza de su gloria.
La persona que se acerca a Dios debe buscarle con todo su corazón, con toda su alma, con toda
su mente y con todas sus fuerzas. Cuando esto sucede, podrán deleitarse en su presencia, crecer
en firme confianza y comprobar que Él es Dios verdadero. También reconocerá su soberanía, su
poder y eterna bondad al adorarle.
Adoramos a Dios inspiradamente porque...
1. SABEMOS QUE JESUCRISTRO ES EL SEÑOR.
Adoramos inspiradamente al Señor cuando conocemos verdaderamente quien es Él. La Biblia
dice: "Vosotros adoráis lo que no sabéis; nosotros adoramos lo que sabemos; porque la
salvación viene de los judíos": (Juan 4:22). Sabemos que

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Jesucristo es el Señor porque nos amó y nos manda andar en amor: "Y andad en amor, como
también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor
fragante." (Efesios 5:2). Hay una entrega completa al señorío de Jesucristo y una adoración con
convicción porque sabemos que él es Dios.
Adoramos a Jesucristo porque tenemos entendimiento para conocer que él es Dios: "Pero
sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado entendimiento para conocer al que es
verdadero; y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios, y la vida
eterna." (1 Juan 5:20). Conforme vayamos adorando a Dios inspiradamente, iremos creciendo
en conocerle de mejor forma e íntimamente. Esto nos acerca más a lo que seremos
eternamente. Auténticos adoradores: "Más la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos
adoradores adorarán al Padre en Espíritu y en verdad" (Juan 4:23).
2. LO HACEMOS EN ESPRITU Y VERDAD CON ENTUSIASMO.
La muerte y resurrección de Jesús nos entusiasma para adorarle porque Él vive. La fe, la
obediencia y el entusiasmo, nos llevan a adorar a Dios y hacer de Él, el centro de nuestra vida,
porque ahora sabemos que Él es el único Dios verdadero. En la oración del Padre nuestro nos
induce a esto: "Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea
tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra."
(Mateo 6:9-10). ¿Cuál es la finalidad? Que todos lleguemos a adorarle en espíritu y en verdad.
¿Qué quiere decir adorar a Dios en espíritu y en verdad? El pasaje bíblico dice: "Más la hora
viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad:
porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren. Dios es espíritu; y los que le
adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren." (Juan 4:24, 25). Quiere decir que el
saber que Jesucristo es el Señor, que Dios es Espíritu, y que la fe y obediencia a su Palabra; nos
conducen a ser verdaderos adoradores. Con toda nuestra existencia, en verdad y entusiasmo.
APLICACIÓN
La adoración inspiradamente tiene que ver con el nuevo nacimiento, la conversión en discípulo
de Cristo y un verdadero adorador. De esta manera se comprueba que somos hijos de Dios,
porque tenemos una relación íntima con el Padre que surge de saber que Jesucristo es el Señor.

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 LECCIÓN 6

LLAMADOS A LA EXCELENCIA PERSONAL

PROPÓSITO Que las personas conozcan que, como Iglesia, promovemos la excelencia personal;
para agradar a Dios, identificarnos como verdaderos hijos y permanecer en el temor de su
Nombre.
FILIPENSES 2:14-16 "Haced todo sin murmuraciones y contiendas, para que seáis irreprensibles
y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio
de la cual resplandecéis como luminares en el mundo; asidos de la palabra de vida, para que en
el día de Cristo yo pueda gloriarme de que no he corrido en vano, ni en vano he trabajado."
INTRODUCCIÓN
La iglesia es la asociación, organización o comunidad donde todos los que la componen, pueden
alcanzar la excelencia. Por eso, la iglesia se ocupa de lo que el apóstol Pablo declara: "Por tanto,
amados míos, como siempre habéis obedecido... ocupaos en vuestra salvación con temor y
temblor" (Filipenses 2:12); con el firme propósito de ser luminares en el mundo. El mundo tiene
su oferta y procedimientos para promover la excelencia personal; pero, dista mucho de lo que
Dios en su soberana voluntad ha revelado a través de su Palabra. La clave para alcanzar la
excelencia personal es la obediencia a Dios. La IAFCJ predica y enseña los distintivos e
implicaciones que llevan a una persona a ser hijo de Dios.
Por tal motivo, promovemos la excelencia personal para...
1. SER VERDADEROS HIJOS DE DIOS.
La aspiración y posición más elevada que todo ser humano puede lograr durante su existencia,
es ser hijo de Dios. Muchas personas se autonombran hijos de Dios, pero la Biblia es clara al
respecto: "pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús; porque todos los que habéis
sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis

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revestidos." (Gálatas 3:26, 27). Tener Fe en Jesucristo, obedecer su Palabra, ser bautizado en
agua en su Nombre y recibir el don de su Espiritu Santo; son algunos de los distintivos de un
verdadero hijo de Dios.
La IAFCJ como parte del cuerpo de Cristo nos hemos dedicado a predicar, enseñar y velar para
que hombres y mujeres logren los distintivos antes mencionados; y aprendan las demás
implicaciones que se describen en la Biblia palabra de Dios: "Haced todo sin murmuraciones y
contiendas, para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una
generación maligna y perversa..." (Filipenses 2:14, 15). Estos versículos, resumen la importancia
de cumplir con lo que implica ser hijo de Dios y la facultad para serlo. Esto se demuestra no sólo
de palabra, sino también con hechos concretos.
2. DISTINGUIRNOS POR OBEDECER A DIOS CON TEMOR.
Los principales distintivos de la IAFCJ es el temor a Dios y la obediencia a su Palabra: "... seáis
irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha... asidos de la palabra de vida..." (Filipenses
2:15, 16a). Esto indica que el temor a Dios es un asunto de fe y obediencia a su Palabra.
Hay tres aspectos que han distinguido a la IAFCJ para permanecer en el temor a Dios con
excelencia personal:
-Promueve la salud física, emocional y espiritual. Esto es parte de nuestra ocupación como
iglesia: "Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así
como prospera tu alma." (3 Juan 1:2).
· Persuade a un comportamiento sabio ante las demás personas. Es parte de la enseñanza que
tiene la IAFCJ: "Andad sabiamente para con los de afuera, redimiendo el tiempo. Sea vuestra
palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada
uno." (Colosenses 4:5, 6).
Puntualiza sobre la vestimenta con temor a Dios y decencia. La IAFCJ siempre puntualizaremos
sobre la vestimenta y la apariencia, apelando al temor a Dios y a la obediencia a su Palabra; sin
validar la tendencia en el mundo o el criterio personal. La Biblia declara: "Vuestro atavio no sea
el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos, sino el interno, el
del corazón, en el incorruptible ornato de un Espiritu afable y apacible, que es de grande estima
delante de Dios." (1 Pedro 3:3, 4).

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APLICACIÓN.
La IAFCJ hemos recibido la enseñanza y ejemplo de Jesús nuestro Señor a través de la Biblia. Él
es nuestra referencia para llegar a la excelencia personal, pues dijo: "El discípulo no es superior
a su maestro; mas todo el que fuere perfeccionado, será como su maestro." (Lucas 6:40).
Además, el apóstol Pablo transmite la revelación que dice: "hasta que todos lleguemos a la
unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la
estatura de la plenitud de Cristo" (Efesios 4:13). El llamado a ser verdadero hijo de Dios y a la
excelencia personal, también es para ti.

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 LECCIÓN 7
INVOLUCRADOS EN LA EXPANSIÓN DEL REINO
PROPÓSITO Que las personas conozcan que como iglesia, participamos extendiendo el reino de
Dios en Espíritu (en las personas) y materia (edificación de nuevas iglesias), como parte de la
tarea apostólica; para difundir el evangelio de Jesucristo en el templo y en las casas.
HECHOS 5:42 "Y todos los días, en el templo y por las casas, no cesaban de enseñar y predicar
a Jesucristo."
INTRODUCCIÓN
Todas las personas tenemos la necesidad de participar de propósitos mayores que nosotros
mismos, pues Dios nos ha dotado como seres interdependientes. El diseño de Dios desde la
creación fue elegir y bendecir a un pueblo y sus familias; luego, Jesús al delegar su misión a los
discípulos les da la visión de la Iglesia: "...y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del
Hades no prevalecerán contra ella" (Mateo 16:18b). Esta visión es cumplida desde el tiempo de
la Iglesia del libro de los Hechos hasta nuestros días; la evidencia misma es que aquí y ahora
somos la iglesia reunida cumpliendo la visión del Señor.
La falta de conocimiento de este plan divino para la humanidad hace que las personas se desvíen
tratando de satisfacer ese diseño por otro tipo de eventos, entretenimientos o placeres, no es
de este tiempo solamente, así la pregunta del salmista: "¿Por qué se amotinan las gentes, Y los
pueblos piensan cosas vanas?" (Salmos 2:1).
Queridos amigos, Dios por medio de la palabra nos invita a participar de sus maravillosos planes
por medio de la Iglesia, la cual es su cuerpo en esta tierra, tu puedes ser parte de este llamado.
La Iglesia Apostólica nos involucramos en la expansión del reino de Dios porque...

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1. HAY QUE ALCANZAR Y DISCIPULAR A LAS PERSONAS PARA CRISTO
Jesús una y otra vez les enseño y encargo a sus discípulos predicar su evangelio, pues a través
de este, las personas son transformadas. Al oír la palabra de Dios, las personas enfocaran y
aumentara su Fe en ella: "Así que la fe es por el oír, y el oir, por la palabra de Dios" (Romanos
10:17). Esta labor es parte de lo que la iglesia realiza para alcanzar y discipular a las personas
para Cristo; por eso: "... no cesaban de enseñar y predicar a Jesucristo." (Hechos 5.42b).
El mensaje de salvación siempre llegara a través de personas comprometidas en la predicación
del evangelio de Jesucristo. Por tal motivo, van y visitan a las personas, con la finalidad de
invitarlas a las reuniones donde seguirán escuchando palabra de Dios. Así es como la iglesia
Apostólica participamos de la expansión del reino de Dios en la tierra; reuniéndonos en el
templo y también en las casas, para que el evangelio de Cristo llegue a muchos para ser
alcanzados y discipulados: "Por lo demás, hermanos, orad por nosotros, para que la palabra del
Señor corra y sea glorificada, así como lo fue entre vosotros" (2 Tesalonicenses 3:3).
2. SE REQUIERE UN LUGAR ESPECÍFICO DE REUNIÓN
La iglesia Apostólica somos apasionados por la casa de Dios (Templo). Es ahi donde nos
reunimos, adoramos juntos y predicamos a nuestro gran Dios y salvador Jesucristo. También,
en su altar; Dios nos ha tocado, sanado y perdonado. Cuando esto ocurre, nos sentimos en
comunión con Dios y hasta llega el momento en que celebramos públicamente la conversión a
Cristo de todas aquellas personas que, arrepentidas y convencidas por el Espíritu Santo, deciden
recibir el bautismo en agua en el nombre de Jesucristo para perdón de sus pecados en la casa
de Dios.
La Iglesia apostólica edificamos templos para honrar a Dios y reunirnos en comunión. Somos los
miembros de la Iglesia quienes participamos de la edificación para dar testimonio de nuestra
fidelidad y amor por la obra de Dios. También, porque fue en un templo donde muchos de
nosotros escuchamos por primera vez un canto, una predicación o recibimos la oración; esto es
algo especial. Además, porque se declara del lugar y la congregación: "...la casa de Dios, que es
la iglesia del Dios viviente, columna y baluarte de la verdad." (1 Timoteo 3:15b). Ustedes
también pueden ser parte de la casa de Dios.

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APLICACIÓN
La iglesia que ahora vemos, somos el resultado de personas que aceptaron esta misma
invitación, dejando a través del tiempo un lugar de reunión para futuras generaciones,
expandiendo el reino de Dios en el templo y en las casas, de manera que hoy esa bendición e
invitación a llegado para todos nosotros este es el tiempo de participar de la expansión del reino
de Dios!
En la Casa del Dios hay un lugar para ti, puedes venir y participar de la adoración en
congregación, puedes traer a tu familia, puede usted también participar de la edificación de la
casa de Dios con sus dones, talentos y recursos. ¿Le gustaría ser partícipe de este gran proyecto
divino?

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 LECCIÓN 8

BAUTIZADOS Y TRANSFORMADOS EN CRISTO JESÚS

PROPÓSITO Que las personas sepan que, como iglesia, les hacemos la invitación y el llamado a
recibir a Jesucristo como su Señor y Salvador; para ser bautizadas en su nombre y ser parte de
nuestra amada iglesia apostólica.
HECHOS 5:40-42 "Y con otras muchas palabras testificaba y les exhortaba, diciendo: Sed salvos
de esta perversa generación. Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se
añadieron aquel día como tres mil personas. Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en
la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones."
INTRODUCCIÓN
Hemos llegado a la última lección de esta serie de estudios titulada SOMOS IAFCJ, aunque la
iglesia tiene muchas características hermosas en su identidad, hemos visto algunas de ellas las
cuales creemos son esenciales para que cada uno de nuestros amigos e invitados conozca.
Una más de las características que identifican a nuestra amada Iglesia Apostólica es el bautismo
en el nombre de Jesucristo. Este sacramento nos da pertenencia, compromiso e identidad. Es a
través de este acto público que las personas recibimos el perdón de pecados la salvación y la
membresía a la iglesia de Dios:” Pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús; porque
todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos" (Gálatas 3:26, 27)
También, recibimos ricas bendiciones y un llamado a ser nuevas criaturas en Cristo el Señor:
"De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas
son hechas nuevas" (2 Corintio 5:17).

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Te invitamos a ser parte de la Iglesia Apostólica de la fe en Cristo Jesús por medio del Bautismo
en el nombre de Jesucristo para….
1. SER SALVO DE ESTA PERVERSA GENERACION, SIENDO BAUTIZANDO
"y con otras muchas palabras testificaba y les exhortaba, diciendo: Sed salvos de esta perversa
generación. Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día
como tres mil personas." (Hechos 2:40).
El bautismo que revela la Biblia es para el perdón de los pecados. Muchas religiones practican
o promueven algún tipo de bautismo; solo el bautismo en el nombre de Jesucristo tiene el
fundamento bíblico y la autoridad para perdonar pecados: "Ahora, pues, ¿por qué te detienes?
Levántate y bautízate, y lava tus pecados, invocando su nombre" (Hechos 22:16). Ahora bien,
es importante que este acto este acompañado del arrepentimiento y la fuerte necesidad del
perdón: "Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de
Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo" (Hechos 2:38).
El bautismo en el nombre de Jesucristo es necesario para el acceso al reino de Dios: "Respondió
Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar
en el reino de Dios" (Juan 3:5). Lo maravilloso de esto, es que el llamado a la salvación y al reino
de Dios es para todos. Para aquellos que creen y quieren esta promesa, decidiendo entregar su
vida al Señor Jesucristo para no ser condenados: "El que creyere y fuere bautizado, será salvo;
más el que no creyere, será condenado" (Marcos 16:16).
2. PERSEVERAR EN LA NUEVA VIDA EN CRISTO Y SU IGLESIA
"Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el
partimiento del pan y en las oraciones."
La propuesta de evangelio es un camino que debemos recorrer con paciencia y perseverancia,
hasta ser transformados para gloria de Dios. Debemos puntualizar que, a diferencia del mundo
en el que vivimos donde todo es relativo y cada día la inmediatez se torna un requisito temporal;
la nueva vida en Cristo y su iglesia es para todo en la vida.
La persona recién bautizada debe perseverar en medio de las adversidades y cumplir Todo
compromiso que implica ser parte de Cristo. Todo lo que vale la pena se logra

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con esfuerzo y sacrificio. El llamado que hoy hacemos es para que permitas que el Señor entre
en tu vida, abre la puerta de tu corazón: "He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi
voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo" (Apocalipsis 3:20). ¿Estás
dispuesto?
APLICACIÓN
Ahora que conoces la importancia y trascendencia de este llamado al bautismo y ser parte de
la iglesia de Dios, es necesario tomar la decisión de tu vida ¿Que deseas hacer para alcanzar la
paz y perdón? ¿Anhelas una nueva vida en Cristo? El mejor ejemplo de obediencia nos lo ha
dejado Jesús mismo que sin pecado, pidió ser bautizado: "Aconteció que cuando todo el pueblo
se bautizaba, también Jesús fue bautizado; y orando, el cielo se abrió, y descendió el Espíritu
Santo sobre él" (Lucas 3:21, 22). Si Jesús mismo fue bautizado, cuánto más nosotros
necesitamos este valioso paso de fe.
No te detengas, hoy puedes entregar tu vida al Señor y ser parte de esta maravillosa familia de
Dios. En la Iglesia Apostólica de la Fe en Cristo Jesús hay un lugar para ti y tu familia. Queremos
que seas parte de nosotros pues nosotros somos parte del cuerpo de Cristo.

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