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UANL

Facultad de Derecho / SEPAD

Materia: Derecho Penal: Delito Parte Especial

Maestra:

Lic. Franco Leal Raúl

Alumnas:

Rosa María Yadira Negrete Durazo # 2036084

Principio Derecho Penal


INTRODUCION:

El derecho es un orden de relación social eminentemente dinámico, dialéctico y de


comunicación; lo que se refleja, lo mismo en la estructura de la norma, como en las
características del sistema jurídico general. Esto significa que el derecho requiera ser
entendido a partir de una concepción ética social, más que ética individual, y debe ser
explicado, precisamente, en dicho sentido; independientemente de que en la base de sus
normas puedan buscarse, también, objetivos morales y éticos individuales que, sin embargo,
están más allá del ámbito específico del derecho.

Los tres primeros principios que han de examinarse en la presente lección (principios del
hecho, de exclusiva protección de bienes jurídicos y de intervención mínima) están muy
estrechamente relacionados entre sí.

No basta, observar los requisitos formales del principio de legalidad para que un
comportamiento pueda ser considerado legítimamente una infracción criminal.

El principio del hecho establece el umbral mínimo de exteriorización del comportamiento para
que su definición como delito pueda ser legítima; de acuerdo con el principio de lesividad y
exclusiva protección de bienes jurídicos, debe existir una lesión de un interés social definido
para poder considerar un comportamiento delictivo; y de acuerdo con el principio de
intervención mínima y proporcionalidad, ese daño social debe mostrar una determinada
intensidad en clase (solo los bienes jurídicos más relevantes) y cantidad (solo las lesiones más
graves) de la lesión para la criminalización del hecho.

Las características de la tentativa de delito, es decir, de un intento de cometer un delito que –


aunque éste no se logre– significa ya un comportamiento concluyente que autoriza a
considerarlo un «hecho» punible («comienzo de ejecución»). Con más razón aún debe ser
excepcional el castigo de aquellos actos preparatorios que se ubican en el desarrollo del delito
(iter criminis) antes del comienzo de realización del delito en sentido estricto, esto es, de la
tentativa.

CONCEPTO DE DERECHO PENAL

El derecho penal puede ser entendido en sentido objetivo y en sentido subjetivo. En el primer
caso, como derecho penal objetivo, se hace referencia al conjunto de normas que integran la
legislación objetivamente considerada o ius poenale y que aparece conformando las
respectivas leyes penales; son las normas y reglas jurídicas que previenen los delitos,
establecen las bases para individualizar las penas a los responsables y fijan las penas y medidas
de seguridad.

Derecho penal subjetivo la referencia a la ley penal desde la perspectiva del órgano donde
emana; se hace alusión así, al ius puniendi del Estado o potestad punitiva del mismo.

LA NORMA PENAL.
1. El delito como construcción jurídica y como fenómeno factico social

a) consideraciones generales
Delito como fenómeno jurídico, que presenta dos vertientes, la primera , que concibe al delito
solo a través de la presencia del precepto o tipo de la norma penal, estimando que, toda vez
que el estudio del derecho se agota en la ley, es por tanto innecesaria y equívoca la referencia
a la teoría del delito, siendo preferible, por tanto, el análisis unitario de la ley; y una segunda
vertiente que, reconociendo la estructura normativa, a la vez, reconoce también el contenido
social del derecho, y es en tal sentido que admite y procura el estudio de la teoría del delito.
Para la segunda posición, si bien se admite el estudio analítico del delito, sin embargo, es
improcedente el análisis de la conducta como un concepto “prejuridico”. Una segunda formula
para esta segunda posición, en cambio, es frecuente que inicie el estudio de la teoría del delito
precisamente apartar de la “conducta”, como el primer momento de análisis del delito, lo que
sistemáticamente parece conceptuarla como un concepto “prejuridico” del delito que se
delimita en el momento inmediato siguiente, con el análisis de la tipicidad, que precisamente
limita la conducta dentro del marco de la ley penal.

b) El delito como fenómeno jurídico y fáctico El delito es una configuración jurídica. Es una
construcción legal que nace y surge con la creación misma de la ley penal que, por lo mismo,
no tiene una individualidad fáctica social propia. Basta tener presente, al respecto, que si
prescindiéramos de la existencia de la ley, podríamos observar que ninguna relación guardan
entre sí las diferentes conductas y hechos que la ley penal previene como delitos, salvo el
hecho de que implican situaciones de conflicto social.

En el ámbito del derecho penal este objetivo se logra precisamente a través de la previsión en
la ley penal de las conductas consideradas como delito (tipos penales), las que se plantean
como obligatorias a partir de la amenaza de un castigo o respuesta social para el caso de su
violación (coercibilidad de la norma, que en la semántica penal se identifica con la punibilidad).

TEORíA DE LA NORMA PENAL

Concepto y evolución: En relación con el concepto de la norma dos han sido principalmente
las expresiones con las que con mayor frecuencia se ha utilizado. Lato sensu se entiende como
toda regla de comportamiento, obligatoria o no; stricto sensu se entiende como regla de
comportamiento que impone deberes o confiere obligaciones. El supuesto filosófico que
contiene, radica en la libertad para determinar sus actos, en manera tal que el imperativo de
acatada se contiene en el "deber ser" que implica la misma.

Las características de las normas en general, son:

a) Bilateralidad o unilateralidad: Bilateralidad. Cuando el contenido de la norma supone la


imposición de "deberes", respecto de los cuales surgen facultades correlativas; o lo que es lo
mismo, reconocen "derechos" que son correlativos de las "obligaciones" que generan.
Unilateralidad. Cuando el contenido de la norma sólo genera obligaciones.

b) Autonomía Y heteronimia: Autonomía. Cuando su fuente es la voluntad de quien debe


acatarla, es decir, es la norma que la persona dictada a sí misma. Heteronimia. Cuando su
origen no está en la voluntad de la persona sujeta a ella, sino en la de un sujeto diverso, en
otros términos, su fuente procede del exterior.
c). Externas e internas: Externas. Regulan la conducta contenido de carácter ético social.
Internas. Se orientan a regular la conducta interna observando en consecuencia un contenido
ético moral.

d) Coercibilidad e incoercibilidad: Coercibles. La imposición proviene del exterior y,


consecuentemente, su sanción procede aun en contra de la voluntad del obligado.
Incoercibles. La imposición proviene del exterior, y solo se efectúa de manera espontánea por
la voluntad misma de obligado.

Derecho penal, en sentido objetivo, es aquella parte del orden jurídico general que define el
delito, previene las penas o medidas que le son aplicables y determina la base para
individualizarlas en la persona que lo cometió, a partir de su responsabilidad.

Teoría monisla de las normas:

La teoría monista de las normas, conocida también como teoría de los imperativos, reconoce la
característica fundamental de éstas, en función del carácter imperativo que las define.
Entendiendo el orden jurídico como un orden de regulación de la conducta humana, la esencia
de las normas aparece definida precisamente en esa regulación que señala el "deber ser"
recogido en los mandatos y prohibiciones contenidos en ellas, precisando el deber de hacer
algo o el deber de abstenerse de hacerlo.

En síntesis, para esta posición doctrinal. la característica fundamental del derecho es el


carácter imperativo que supone el orden de regulación de la conducta humana; afirmación, sin
embargo, que aparece precisada y delimitada por dos consideraciones:

a) El orden de regulación de conductas no es arbitrario. Existe y opera en función del objetivo


último de la convivencia humana que. a su vez, se delimita en función de un objetivo
inmediato, representado por la protección y salvaguarda de los bienes Jurídicos de los
miembros de la comunidad social, como base de la seguridad jurídica, como principio
fundamental de la convivencia.
b) La afirmación del carácter imperativo de las normas no significa que se desconozca la
presencia de otras reglas jurídicas que en sentido estricto no precisan mandatos o
prohibiciones, sino que a las mismas se las reconoce v entiende dentro del contexto de las
normas imperativas, como reglas que les son dependientes y a las que sirven en la
interpretación y aplicación, razón por la cual su presencia sólo integra y convalida el contenido
de las normas imperativas que. para esta teoría, son las únicas que conforman el universo
normativo. Este orden de ideas naturalmente tendrá repercusión y relevancia en los modelos
de sistematización jurídica de la dogmática penal. Así, una de las modernas orientaciones del
derecho penal, recoge esta línea de pensamiento en la teoría de los elementos negativos del
tipo.

LA ESTRUCTURA DE LA NORMA Y LA ESTRUCTURA DEL SISTEMA JURÍDICO PENAL

La norma penal, a manera de ejemplo, si se hace referencia al delito de homicidio, a partir de


la existencia de un tipo penal que lo previene como delito, se observa que, inevitablemente,
en su estructura se plantea un ámbito dialogal o dialéctico que implica una necesaria
comunicación entre quiénes participan en el hecho previsto por la norma, es decir, existe un
sujeto "A" que priva de la vida a un sujeto "B" y existe, asimismo, un sujeto "C" que tiene a su
cargo la expectativa a de aplicación de la pena para el caso de que se cometa el delito. Esto
significa que en la estructura de la norma jurídica misma se da este contenido de comunicación
social, el cual, contemplado también desde la perspectiva del sistema jurídico en general,
implica una amplia y compleja red de interrelaciones de comunicación entre los miembros de
la comunidad social, a partir de la regulación de las conductas y resultados previstos en la ley
como delito, y que, en suma, suponen la realización de conductas prohibidas o abstención de
mandatos, con la lesión o puesta en peligro de los bienes jurídicos de otros, con la presencia
inseparable de la expectativa punitiva a cargo del Estado, en relación con la imposición de la
pena, dentro de su complejo de relaciones en que naturalmente, también, se presentan no
sólo los deberes, sino los derechos de quienes participan en esa compleja red de
interrelaciones.

ORIGEN DE LA NORMA PENAL


La teoría del consenso y la teoría del disenso o del conflicto.
l. Teoría del consenso La teoría del consenso, señala que las normas jurídicas en general
implican un orden normativo que es aceptado por la mayoría de los mandos de la sociedad,
razón por la cual aún habiendo disentimientos, son aceptadas en la medida en que implican la
representación de la voluntad general o mayoritaria.
2 . Teoría del disenso o conflicto La teoría del conflicto reconoce que en el seno social existen
opiniones diferentes en pugna, las cuales luchan para alcanzar sus respectivos objetivos.
Algunos observan que por razón de la piramidación del orden político jurídico y de las
características de la estructura de poder conformada en el estado de derecho, tales
diferencias, en última instancia, serán ventiladas en el seno de los cuerpos parlamentarios no
en los grupos reales de poder. En síntesis, la legitimación de la norma, en cuanto a su origen,
aparece resuelta sea a través del orden de ideas que estima la presencia de un acuerdo
generalizado, o bien por vía de la legitimación que deriva de la existencia de grupos en
conflicto, pero que, a fin de cuentas, se ven en la necesidad de llegar a un acuerdo, a una
conclusión única, dentro de las características del sistema democrático y representativo y
republicano en que se estructura el estado del derecho moderno. De lo expuesto, vale tener
presente que la norma penal no es un acto solo, simple, del Estado, sino que implica siempre
un juego de voluntades, no necesariamente uniformes, pero que aparecen legitimadas, en
última instancia, a partir de alguno de los criterios señalados. Esto permite concluir que el
orden jurídico representa un conjunto de valoraciones que son el resultado de un compromiso
social y político. Esto, naturalmente, conlleva a la afirmación del contenido esencialmente
político que tiene el orden jurídico.

Bibliografia:

Gustavo Malo Camacho; Derecho Penal Mexicano 2003; Editorial Porrúa.

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