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Balanceando la presencia de manganeso en

arándanos
Este es un microelemento esencial para las plantas, el cual es absorbido
como Mn+2 y, dependiendo de su contenido en el suelo y factores que
regulan su disponibilidad, puede alcanzar niveles tóxicos, especialmente en
suelos ácidos.

Martes, 17 de septiembre de 2019 a las 8:30

Carlos Sierra

La producción de arándanos en Chile ha tenido un gran desarrollo, especialmente en el sur


del país, debido a las buenas condiciones edáficas y climáticas y su alta rentabilidad. A
partir de aquello, se han buscado nuevas ventanas de producción en la zona norte, para lo
cual se han utilizado variedades con menor requerimiento de horas frío. Si bien
antiguamente fue O´neal, hoy entre las más usadas figuran Emerald y otras.

Sin embargo, la zona norte, al igual que la centro —que produce arándanos de bajo
requerimiento de frío—, no cuenta con las características requeridas por el cultivo, en
cuanto a pH (5,0 – 5,5) y porosidad del suelo. Por lo tanto, el uso de sustratos orgánicos y
la acidificación del suelo y el agua aparece como una técnica beneficiosa para esta especie.

Por otra parte, en la Región de Coquimbo, y en variedades como O’neal, se han observado
niveles de manganeso (Mn) foliar que superan las concentraciones tolerantes descritas para
este frutal. Esto se debe, en gran medida, a que cuando se acidifican y/o se saturan los
suelos, se incrementa la disponibilidad del elemento para la planta. Otros factores que
ayudan a la excesiva absorción de este elemento, son las altas temperaturas y el mal manejo
del riego (exceso).

Un elemento importante

El Mn es un elemento que está presente en la naturaleza, es decir, en las rocas, el agua y el


suelo, especialmente en aquellos de origen ganítico. Se encuentra en todo tipo de ambiente
y representa alrededor del 0.1% de la corteza terrestre. Tanto en su comportamiento
químico como en su presencia geológica, el Mn es notablemente similar al hierro. Las
diferencias químicas más significativas entre ambos, son que el Mn tiene una naturaleza
más electropositiva, una mayor solubilidad de sus compuestos y, especialmente, una menor
estabilidad y mayor solubilidad de sus sulfuros. Por lo mismo, el Mn es considerado un
elemento litófilo. De hecho, está presente en meteoritos y rocas ígneas, principalmente en
los minerales de silicato.
Este elemento puede existir en el suelo como Mn+2, Mn+3 y Mn+4; sin embargo, sólo la
forma reducida de Mn+2 es estable en solución. El cambio de valencia del manganeso a la
forma Mn+2 no sólo se produce por la acidificación de la solución del suelo, sino también
por las condiciones extremas como el anegamiento, el aumento considerable de la
temperatura y el secado del suelo. Pero eso no es todo: en esto también influye la actividad
de los microorganismos anaeróbicos y aeróbicos.

El Mn es un microelemento esencial para las plantas, el cual es absorbido como Mn+2 y,


dependiendo de su contenido en el suelo y factores que regulan su disponibilidad, puede
alcanzar niveles tóxicos para las plantas, especialmente en suelos ácidos.

Las funciones en las plantas

El Mn es esencial para el crecimiento y el desarrollo de las plantas, ya que es activador de


enzimas y participa en varios procesos metabólicos. Tanto su deficiencia como toxicidad,
pueden acarrear problemas en el normal crecimiento de las plantas.

De igual forma, es absorbido por la planta, a través de su sistema radical y las hojas (por
medio de aplicaciones con puverizador, con el fin de corregir deficiencias), en la forma de
Mn+2 y como quelato.

Las necesidades cuantitativas de las plantas por este microelemento son relativamente
pequeñas, pero varían más que en cualquier otro nutriente. Los contenidos fluctúan según la
especie vegetal, siendo los tejidos verdes los que tienen mayor concentración. En hojas
normales, por ejemplo, los contenidos pueden oscilar entre 30 y 500 mg/kg, mientras que
en tallos y raíces, estos son bastante menores.

Los niveles nutricionales críticos de Mn varían ampliamente entre las especies y cultivares
de una misma especie.

El ión manganeso (Mn+2)) se encuentra involucrado en procesos de activación de las


enzimas deshidrogenasas y fosfomutasa. Interviene en la síntesis de clorofila y en sistemas
de oxido-reducción del proceso de fotosíntesis; es esencial en el proceso de respiración, la
síntesis de proteínas y el metabolismo del nitrógeno (fase inicial de la reducción de nitratos)
y azúcares. Las plantas con contenidos adecuados de este elemento, tienden a presentar una
mayor fotosíntesis neta. Además, es un componente de otros dos sistemas enzimáticos: la
arginasa y la fosfotransferasa. Puede sustituir al Mn en muchas enzimas (fosfoquinasas)
formando el enlace de estas con el ATP. A través de estas acciones, participa en procesos
metabólicos importantes de la planta, como la fotosíntesis y el metabolismo de los hidratos
de carbono.

La deficiencia de manganeso

Los síntomas de deficiencia de Mn son, en general, parecidos a los que se ven cuando
existe deficiencia de magnesio. Así, por lo general, la clorosis aparece en hojas jóvenes,
donde se amarillea el limbo e incluso toman un color blanco. Las nervaduras, por su parte,
permanecen con el color verde con aspecto de tela de araña. Si la carencia es muy intensa,
pueden aparecer manchas de color parduzco necrótico entre las nervaduras. La deficiencia
se manifiesta en un menor contenido en clorofila de las hojas con aspecto variable, según la
especie. Las hojas, en cuanto al tamaño, no difieren de las normales. En estudios
estructurales realizados en cloroplastos de espinaca, se ha observado que la ausencia de Mn
causa una desorganización del sistema de membranas internas de estos organelos, lo que
genera muy poco efecto en la estructura del núcleo y las mitocondrias. Las plantas
deficientes en Mn se marchitan y presentan aspecto raquítico.

Toxicidad por manganeso

Niveles excesivos de Mn en la planta, resultan tóxicos. De hecho, producen síntomas como


moteado marrón en las hojas más viejas y distribución desigual de clorofila. Con frecuencia
se observa clorosis en los bordes de las hojas. También pueden aparecer puntos necróticos
en los pecíolos y los nervios de las mismas. En estudios sobre toxicidad en cebada, se han
visto síntomas que incluían crecimiento retardado, raíces de color café, puntos cafés en
hojas maduras, clorosis intervenal en hojas jóvenes y desecación de hojas viejas. Plantas
han mostrado una caída de la tasa fotosintética como reacción al exceso de Mn, lo que tiene
directa relación con la disminución de clorofila. Los síntomas de toxicidad por Mn en
arándanos no han sido claramente reportados.

Se ha observado, además, que la toxicidad por Mn induce alta actividad de auxinas


oxidasas; degrada auxinas, lo que a su vez causa brotación de laterales; e induce deficiencia
de Ca y hojas deformes. Un clásico ejemplo de toxicidad por manganeso fue detectado a
fines de los años 80 en suelos tipo rojo arcilloso y graníticos de la zona de Chillan, en
cultivos de leguminosas de grano. Si bien esa toxicidad fue asociada inicialmente con una
enfermedad conocida por los agricultores como “marea negra”, al poco tiempo se pudo
determinar que se trataba de un problema de toxicidad por Mn.

Factores que afectan la disponibilidad de Mn

El contenido de Mn del suelo se ve influido por el pH, la humedad, la intensidad luminosa,


la temperatura y el metabolismo microbiano. Mientras más bajo sea el pH y existan
condiciones de anaerobiosis, más abundante será el Mn+2. Tanto es así, que incluso se
puede producir toxicidad.

El pH del suelo tiene una enorme influencia. Un pH alto disminuye la solubilidad y


absorción del cobre, cinc, hierro, cobalto y manganeso, y aumenta la de molibdeno. De
acuerdo con los cambios en la disponibilidad de metales asociados con el cambio de pH,
muchos estudios han encontrado que la absorción de Mn por las plantas se incrementa
cuando el pH del suelo disminuye. La disponibilidad de Mn es fuertemente afectada por el
pH del suelo. Esta se incrementa cuando el pH del suelo disminuye. De hecho, cuando
existen valores bajo 6,0, la toxicidad por Mn puede ser evidente. En cambio, cuando el pH
es superior a 7,0, es más probable que existan deficiencias. Cabe destacar que este efecto es
más marcado en suelos arenosos.
En suelos ácidos, se produce una competencia de los iones de H+ con los cationes
metálicos por los sitios de intercambio. A pH bajo se produce desorción de los metales
pesados, lo que aumenta su concentración en la solución del suelo y, por lo tanto,
disponibilidad.

Materia orgánica

El Mn tiende a formar complejos débiles con la materia orgánica, lo que significa que el
Mn+2 no es capaz de competir efectivamente con el Cu+2, Zn+2 y otros cationes
polivalentes, como el Ca+2 y Mg+2 para los sitios de porción de la materia orgánica. Por lo
tanto, menos Mn se encuentra generalmente vinculado a la materia orgánica que cobre y
cinc.

Óxido y reducción

La condición de óxido-reducción (redox) en el suelo puede jugar un rol en la disponibilidad


de los metales. El estado redox tiene un gran efecto en el tipo de Mn y solubilidad en la
solución de suelo. El Mn+2 es la forma más soluble de Mn y bajo condiciones reductivas,
por exceso de humedad, puede presentarse en altas concentraciones en la solución de suelo.

Manganeso y variedades de arándanos

En el arándano, los niveles foliares normales de este elemento varían entre 50 y 350 ppm
para los Northern Highbush y entre 25 y 100 ppm para los Ojo de Conejo.

Los tipos V. angustifolium y V. vitisídaea L pueden presentar altas concentraciones


foliares, que van desde 2.000 a 4.000 mg/kg. Sin embargo, estos no muestran signos de
toxicidad ni depresión del crecimiento. Por otra parte, otras variedades del tipo
Corymbosum presentan toxicidad visual en las hojas con más de 500 mg/kg, especialmente
en el caso del cv O´neal.

En la Región de Coquimbo, en algunas variedades como O’neal, se han observado niveles


de Mn que superan las 1.000 mg/kg. Junto con esto, se asocia una sintomatología de
manchas o puntos necróticos (pecas) en el envés de las hojas, y de brotes con excesiva
ramificación de hojas pequeñas y acucharadas.

A continuación se entrega información sobre el efecto de distintas dosis de manganeso en


arándanos cultivados en macetas y sustrato de perlita.

Antecedentes metodológicos

El material vegetal seleccionado correspondió a 40 plantas de la variedad O’neal, de 6


meses de edad, provenientes de un vivero comercial. Las plantas se colocaron en
contenedores de color negro, en un volumen de 11 litros de perlita, sustrato inerte, del tipo
B12 (granulometría que varía entre 0 a 5 mm) y se establecieron sobre mesones, bajo
invernadero, con cubierta plástica de polietileno en la parte superior y en la parte lateral con
malla anti pájaros.

En enero se realizó una poda suave de verano, con el fin de eliminar madera que produjo
frutos la temporada anterior, material vegetativo débil, dañado y mal ubicado; y despunte
de brotes vigorosos para favorecer el crecimiento vegetativo de brotes anticipados y nuevos
vigorosos.

Las plantas se fertilizaron durante 5 meses antes del estudio. Se utilizó ácido sulfúrico para
ajustar a pH 6.0 la solución nutritiva de riego en todos los tratamientos. Esto se realizó una
vez aplicados los tratamientos de manganeso correspondientes.

Los tratamientos consistieron en una solución nutritiva completa de macro y


micronutrientes, donde se incluyeron concentraciones crecientes de manganeso aplicados
como sulfato de este elemento pentahidratado. Cabe señalar que el tratamiento testigo sin
manganeso, sí recibió este elemento, pero en dosis normales para una solución nutritiva. El
número de tratamientos aplicados fue de ocho diferentes concentraciones de manganeso,
con 5 repeticiones cada uno.

Resultados obtenidos

La concentración de manganeso afectó claramente la producción desde 371 g/planta hasta


219 g/planta al aplicar 64 ppm de manganeso. Igualmente, se afectó el peso del fruto y el
número de frutos por planta, el cual disminuyó desde 292 hasta 213, es decir, todos los
parámetros que determinan el rendimiento se vieron afectados. Como se puede apreciar, el
exceso de manganeso produjo un claro efecto depresivo en el rendimiento de las plantas de
arándanos cv O´neil. Es importante destacar también que la concentración más alta de 64
ppm tiende a producir el mayor efecto depresivo del rendimiento de los componentes del
rendimiento. Este claro efecto se explica, en gran medida, por el tipo de sustrato usado.

En la tabla 1 se presenta el nivel nutricional inicial de las plantas, posteriormente tratadas


con distintas dosis de manganeso.

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