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Pontificia Universidad Católica Argentina

Materia: Literatura inglesa I


Profesor: Daniel Altamiranda

The Wonderer

Alumno: Juan Martín Vicente Giacoia


Carrera: Licenciatura en Letras
Año: 3ro
CABA, 27 de abril de 2022
Juan Martín Vicente Giacoia 3° Letras UCA

Trabajo práctico n° 1
Para cumplir con la consigna de este trabajo práctico decidí escribir un poema original
que, sin embargo, se hallase en deuda con el poema anglosajón The Wanderer y con
ciertos aspectos de la poética de James Joyce.
Del primero tomé los siguientes caracteres formales y materiales: métrica acentual –
cuatro acentos por verso, tres de los cuales aliteran–, cesura, uso de kenningar, sintagmas
breves y construcciones analíticas (e.g. hollow-hearted, wonder-wanting); un yo poético
solitario, triste, agobiado por el peso de la vida e incomunicativo, aunque reflexivo. De
Joyce obtuve el manejo irreverente de las palabras –aunque no he llegado a su altura, ni
por atrevimiento ni por capacidad–, una cosmovisión posmoderna y la noción epifánica
de lo cotidiano.
Con todo, el yo lírico de mi poema se distingue del de The Wanderer. No es activo,
sino sedentario; su vida no está signada por la desgracia, mas tampoco por la gracia: es
insípida. Extraña una alegría y una compañía que no ha vivido, pues, aunque tenga amigos
y parientes a su lado, no está en comunión con ellos. Comparte las reflexiones sobre la
vanidad de las riquezas y el poder mundanos, mas no espera las recompensas firmes del
Cielo. Sabe que la fortuna es variable, pero lo es por azar: no cree en el Destino pagano
ni en la Providencia cristiana. El Moldeador (Shaper) o el Juez (Measurer) semipaganos
le resultan ajenos; más aun el Dios-con-nosotros judeocristiano. No le queda ni la certeza
del positivista ateo ni la del agnóstico. Es un escéptico. En una palabra, un posmoderno.
Me aparto de Joyce, asimismo, al intentar transcender esta posición tan incómoda.
Hablar de la noche sin mentar las estrellas sería deshonesto de mi parte. Primero, porque
eso pertenece a Joyce o a Camus, es decir, a los inicios de la posmodernidad. A nosotros
nos corresponde, aceptado ese estado inicial, intentar progresar a partir de él. Sería
demasiado cómodo dudar sin buscar alguna respuesta. Segundo –lo mismo, aunque desde
un plano más personal, menos objetivo–, porque creo que lo trágico de esta vida es su
carácter doble: es el cielo y el infierno a la vez. Si fuera sólo cielo, o aun sólo infierno,
sería soportable; si una sola de las innumerables creencias y promesas de las innumerables
ciencias y religiones fuese cierta, sería tolerable. Pero todo me resulta incierto. Como
escéptico, nunca puedo estar tranquilo: ser gnóstico, creyente o ateo me parece fácil; ser
agnóstico, también. Estar seguro de algo sin contradicciones es fácil. Muchos confunden
el escepticismo con el agnosticismo mas, en verdad, este último se asemeja al teísmo y al
ateísmo. El escepticismo no niega la verdad. Eso lo hace el agnóstico, y es una
proposición afirmativa. El escéptico duda, busca, da patadas a la puerta, mira por la
cerradura y ve luz, pero ninguna silueta ni forma definida, porque el ojo está lleno de
polvo. El escéptico no niega la posibilidad ni la realidad del conocimiento, sino su certeza.
A través de este poema intento transmitir la concepción trágica de la vida. La vida es
una tensión irresoluble entre el bien y el mal, pero no considerada de modo maniqueo,
pues no creo en un Principio del mal. Estoy desorientado. Recibimos información
contradictoria: vida y muerte, crimen y cuidado, soledad y comunión, fracaso y victoria,
dejadez y responsabilidad, certezas e incertezas. Porque el amor es cierto, y la vida
también (en esto se equivocaba San Agustín). Ésta es la génesis del escepticismo. “¿Qué
es la verdad?” Todos hablan de Dios de distinto modo y todo lo creíble se ha creído y se
puede creer. Y la Vida es eterna mientras no se quiebre su transmisión, pero nuestra vida

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no lo es. Nos sucede algo análogo a lo que sufren las células de nuestro cuerpo: el cuerpo
continúa vivo, pero ellas nacen y mueren sin resucitar jamás. Y es esa tensión entre la
belleza y su final lo que vuelve trágica a esta vida: es un Cielo con fecha de vencimiento,
y ni siquiera podemos afirmar que la tenga. ¿Cómo podrían extinguirse la Vida, la
Belleza, la Comunión, el Amor? ¿No es eterno lo humano?

The Wonderer
Heark! O ye the hollow-hearted,
the fearful, affright by future harms;
the weak, afraid of wills unwed;
the world-weary, the wonder-wanting.
Ye, who’ve lost lust for life;
who linger, who last, longing for the fireside.
Wear this word-woven coat,
till timber’s fell’d, and firewood’s aflame!
The style is quaint, the quill is quick;
its only intention’s to spark emotion;
to build a bright bridge between
your brains and the blessed garden: a brainbow.
So spoke the couch-sitter,
the home-worker, the news-watcher:
‘Oft alone I eat, my mind
adrift, my moving-matter motionless;
and drink life’s dull distilment;
oft alone I sit, and wonder whether
the stream of time I steerless sail
discharges somewhere, or simply steals,
forever forth: a seedless furrow.
I keep close friends, and kindred,
yet lonely withstand the weight of the world.
The war-wagers’ moon is waning;
Democracy deems my dright to be none;
deadly diseases: defeated by science;
still my core’s canvas continues colourless.

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From earth-steppers to in-stayers,


Adam’s race has resigned its right
to walk; whither would we?
Derelict-dwellers, we dare not depart…
The preaching of priests, the prayers of monks,
are they e’er of any use?
Chance is our chieftain, and cheat her we can’t!
She tramples down our dreams and darings.
Yet a dim light dares defy
my spirit’s sorrow; it steals, redeeming,
from emerald eyes, on butterfly wings.
A medicine for melancholy, a messenger of Hope!
Against all odds I pledge
to live life and love life,
to live loving, and die lov’d.’

Traducción
¡Escuchad! Vosotros, los de corazón hueco,
los miedosos, aterrorizados por una mala fortuna futura;
los débiles, pesarosos por no haber desposado a vuestros propios deseos;
los cansados del mundo, los que carecéis y deseáis maravillas.
Vosotros, los que habéis perdido la sed por la vida;
los que os demoráis, duráis, y anheláis [calentaros] cerca del hogar.
¡Vestid este abrigo de palabras,
hasta que sean talados los árboles y la leña esté en llamas!
El estilo [del poema] es anticuado, [pero] la pluma está viva;
su única intención es despertar vuestra emoción;
construir un puente brillante entre
vuestras mentes y el jardín bendito [del Edén]: un arcoiris que llegue desde el Cielo
hasta la mente.
Así habló el que se sienta en el sofá,
el que trabaja desde casa, el que mira el noticiero:
“A menudo como solo, con la mente

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vaga, y el cuerpo inmóvil;


y bebo la insípida destilación de la vida;
a menudo me siento solo y me pregunto si
el arroyo de tiempo que sin timón navego
desemboca en algún lugar, o si simplemente avanza en silencio,
siempre adelante: un surco sin semillas.
Tengo amigos cercanos y familia,
pero soporto en soledad el peso del mundo.
La luna de los militares mengua;
la democracia considera que nadie debe ser mi señor;
las enfermedades mortales son derrotadas por las ciencias naturales;
pero aún el lienzo de mi corazón continúa sin ser coloreado.
De pisar la tierra a permanecer en casa:
la estirpe de Adán ha renunciado a su derecho
a caminar; ¿adónde iríamos?
Aunque habitemos ruinas, no nos animamos a emprender el viaje.
Las prédicas de los sacerdotes, las oraciones de los monjes,
¿Sirven acaso de algo?
El azar nos conduce, y no podemos engañarlo.
Él aplasta nuestros sueños y nuestras osadías.
Mas una luz tenue se atreve a desafiar
la tristeza de mi espíritu; se introduce con sigilo, redentora,
desde unos ojos color esmeralda, [montada] sobre alas de mariposa.
¡Un remedio para mi melancolía, una mensajera de la Esperanza!
Contra viento y marea, prometo
vivir la vida y amar la vida,
vivir amando y morir amado.”

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Bibliografía
• The Wanderer (en anglosajón, en inglés, en castellano)
https://en.wikisource.org/wiki/The_Exeter_Book_(Jebson)/The_Wanderer
• Salas Guerra, María Cecilia. “Joyce, el artista mirado por las palabras.” Revista
de filología y lingüística de la Universidad de Costa Rica 46.1 (2020): [1-14]
• Diccionario etimológico virtual de Wikipedia: https://en.wiktionary.org/

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