Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Dia 5 INCENDIARIO
Dia 5 INCENDIARIO
Dia 5 INCENDIARIO
id
lV
ria
to
di
rE
po
22
20
©
a
id
lV
ria
Tan intoxicados con los placeres de este mundo que nos hacemos
insensibles a la presencia de Dios, tan saciados de entretenimiento que
to
53
a
id
lV
ria
to
di
rE
po
54
a
id
la presencia de Dios, te roba el hambre de Dios por estar saciado con
otras cosas que te hinchan el alma. Y alguien que no tiene hambre de
lV
Dios no lo busca o, peor aún, lo considera despreciable por estar sacia-
ria
do con otras cosas. Ese alguien llega a creer que Dios no es necesario.
De esta manera, nuestras almas están desnutridas y famélicas, y,
to
aunque nos estamos muriendo por dentro, parece que no nos damos
di
55
a
id
dos con estupideces).
Siendo honesto contigo, aunque yo he degustado las delicias de la
lV
presencia de Dios, muchas veces me sorprendo a mí mismo dándome
ria
un atracón de entretenimiento basura. Admito que, durante mucho
tiempo, lo primero que he mirado al despertar ha sido mi smartphone
to
Confieso que, por temporadas, he perdido mi deseo por Dios, por haber
rE
nos hace sentir bien fácilmente, aunque resulte ser la opción equivo-
cada. Aunque resulte ser la opción que nos mate lentamente. Pero,
además, es necesario exponer esto, que el azúcar es tremendamente
adictivo y te hace dependiente.
56
a
id
De la misma manera, somos más adictos al entretenimiento
de lo que queremos admitir y basta hacer un ayuno de entreteni-
lV
miento para darnos cuenta de cuan enganchados estamos a estos
ria
distractores de la era digital. A una generación que es adicta al
entretenimiento no le queda deseo para Dios. Créeme, si quieres
to
57
58