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La comparación.

La Sirenita, Hans Christian Andersen (Versión Original) y La Sirenita (Adaptación de Disney)


La comparación de estos cuentos podría parecer superficial a simple vista, sin embargo poseen grandes
diferencias que se deben a la época en la que son escritos y la intención del autor.
Para realizar esta comparación debemos destacar que ambas versiones son traducciones ya que
originalmente están redactadas en inglés, también consideremos que el libro como tal, tiene ilustraciones
más sombrías y una tipografía adecuada para el año de su escritura.
En la primer versión de Hans Christian Andersen hay un lenguaje más sofisticado y con palabras “cultas”
que parecen actualmente estar en desuso o simplemente son poco conocidas por la sociedad actual.
También es bastante notable el detalle que hay en las descripciones de los lugares o de los personajes, que
buscan lograr que el lector logre transportarse a esos lugares o crear un diseño de los personajes en sus
mentes.
Aquí debemos tener algo importante que se nos comenta en el texto “Literatura con Mayúsculas” de
Pedro C. Cerrillo, y César Sánchez quiénes destacan que antes de “La primavera en la literatura” no
existía realmente una diferencia entre lo que era para adultos y lo que era para niños, y aunque Andersen
comenzó en este surgimiento en esta obra se puede notar como se tenía una concepción de la infancia
totalmente a la contraria, ya que no sólo el lenguaje es diferente, sino también el desenlace del cuento, y
la narrativa en sí, por ejemplo cuando la princesa acude a la “Hechicera de los Abismos” para cambiar su
cola de pez por piernas humanas está le advierte que con cada paso que de le dolerán los pies “como si te
rajasen con una cortante espada” cosa que puede parecer bastante perturbador para un niño e incluso un
adolescente.
No sólo esa parte del cuento tiene ese aspecto grotesco sino también el hecho de que en las películas de
Disney se nos muestra como la bruja le quita la voz a la sirena mediante un hechizo y deposita la misma
en un collar en forma de caracol, sin embargo en la versión original es con una espada con la que la bruja
le quita la lengua a la princesa para obtener su voz.
Continuando con esta comparación en el cuento de Andersen se nos incluye el personaje de la abuela que
realmente es principal en la narrativa y se vuelve parte fundamental en la decisión de la sirenita por
conocer el mundo exterior.
Lo que llama la atención (aunque en la otra versión es igual) es la edad de la protagonista, quien con 15
años quiere contraer matrimonio con un hombre que acaba de conocer.
Ahora bien para ser un texto dirigido al público infantil el final también es bastante desgarrador, ya que la
sirena no logra casarse con el príncipe, es más es todo lo contrario ya que el contrae nupcias con otra
chica, y la pobre princesa se ve obligada a aceptarlo ya que de no hacerlo tendría que matar al príncipe
para no morir ella, pero su amor por el joven es más grande y decide morir en el mar convertida en
espuma.
No podemos culpar al autor por esta narrativa tan agitante, porque el cuento fue elaborado en una época
donde era aceptado, y no estaba bien diferenciado lo que es la literatura dirigida a niños y lo que es la
literatura para adultos, simplemente es un escrito que buscaba complacer de alguna forma a las personas
de esa época, no olvidemos que hablamos de abril de 1837, una fecha bastante alejada de nuestros días.
Ahora bien cambiemos a la parte “linda” de este cuento, su versión actual, la más conocida que es la
adaptación de Disney.
El cuento en sí es mucho más llamativo físicamente, ya que las ilustraciones muestran a la sirenita que
conocemos, ojos claros, y su característica cabellera roja.
Ahora centrándonos en la narración la diferencia es notoria ahora.
La princesa sigue siendo una joven curiosa, llena de vida, y preguntas sobre el exterior.
Su padre el rey Tritón es muy protector con Ariel y sus hermanas, ya que teme que les suceda lo mismo
que a su esposa que fue capturada por los humanos.
El lenguaje usado es apropiado para los niños y jóvenes, pues es fácil de entender y las imágenes son un
magnífico apoyo.
En esta la bruja del mar quiere convertir a la sirena en un súbdito de ella, pero no quiere verla morir, por
lo que no existe esa parte “oscura” de su versión original.
Ahora bien, en su paso por el mundo de los humanos, la sirenita está feliz, sin importar que no tiene voz,
ya que el príncipe Eric si muestra un interés por la joven princesa, por lo que se encamina a un final más
feliz.
Lo que es destacable es la duda del príncipe que se crea a partir de la aparición de Vanesa quien es la
bruja convertida en una hermosa joven que quiere estar con Eric con el único objetivo de tener a Ariel
como esclava en las profundidades del mar, pero evidentemente en una obra para niños, y siendo una
adaptación de la empresa especializada en esto una sirena no puede tener un final trágico y al contrario
logra casarse con el príncipe, y ser convertida en humana por su propio padre.
Ambas historias muestran a la misma protagonista, incluso el mismo lugar, pero aún con todas las
similitudes son cuentos totalmente diferentes.
Esto debido a la época en la que fueron escritas, ya que actualmente se tiene más conocimiento sobre la
etapa literaria en niños y adolescentes, se cuida más su experiencia con la lectura, y se busca que se
obtenga incluso un aprendizaje positivo con la adquisición de algún valor o como recurso de
entretenimiento.
Actualmente podemos decir que ninguna versión es mala, simplemente son diferentes, pero de ser una
elección la nueva adaptación es más apropiada para los niños y la original se presta para muchos análisis
y especulaciones del sentido de la literatura en su transformación a ser dividida para tener una propia
sección para los infantes.
Evidentemente dentro de esta comparación el contexto de la literatura infantil y juvenil en la que las obras
de Hans fueron escritas es bastante importante porque nos habla justamente de la evolución de este tipo
de literatura.
Recordemos que este autor fue gran amigo de Charles Dickens, novelista inglés, aspecto que
evidentemente influyó en sus textos, así como el movimiento romántico del siglo XIX que fue nombrado
el siglo de oro de la literatura, lo que provocó que se diferenciara la lectura para los adultos y para los
niños y jóvenes puesto que se comenzó con las primeras concepciones de las etapas de la infancia.
Andersen no fue el único autor que se centro en la literatura infantil, también tenemos a Lewis Carroll o
los conocidos hermanos Grimm que también fueron inspirados por el romanticismo de aquella época.
La diferencia más notoria fuera de la historia en sí, es el lenguaje utilizado, ya que actualmente es un
requisito que la literatura dirigida a los niños tenga un lenguaje sencillo de comprender, en cambio en el
surgimiento de esta división entre los adultos y los niños el lenguaje podría parecer poco neutral e incluso
como en la misma lectura de Cerrillo y Sánchez estas lecturas son dirigidas a una clase alta, que por el
factor socioeconomico podría guiar a los niños al entendimiento de esta literatura, sin embargo para las
clases menos privilegiadas leer un cuento de este tipo debió ser un reto, porque incluso los adultos de la
época en esta misma condición económica no dominaban el extenso vocabulario que la clase dominante sí
podía.
En síntesis las dos versiones del cuento narran la historia de una joven que por amor a un apuesto príncipe
decide cambiar su cola de sirena por unas humanas, sin embargo el desarrollo y desenlace del mismo
cuento es totalmente diferente, y es el claro ejemplo de la manifestación de la evolución de la literatura.

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