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Ciencia y feminismo
EDICIONES MORATA, S. L.
Fundada por Javier Morata, Editor, en 1920
C/ Mejía Lequerica, 12
28004 - MADRID
Título original de la obra:
THE SC!ENCE QUESTION IN FEM/NI6M
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Depósito Legal: SE-3271-2006 Unión Europea
ISBN-lo: 84-7112-414-9
ISBN-13: 978-84-7112-414-2
AGRADECIMIENTOS 9
PREFACIO 11
CAPÍTULO PRIMERO: Del problema de la mujer en la ciencia al problema de
la ciencia en el feminismo i
Cinco programas de investigación. 19.—Una guía para las epistemologías
feministas, 23.
CAPÍTULO II: El género y la ciencia: dos conceptos problemáticos 28
Obstáculos para teorizar sobre el género, 28.—Los dogmas del empirismo,
33.—Ciencia sagrada, 34.—La ciencia: ¿método único o conjunto de frases?,
37.—Física paradigmática, 39.—Matemáticas puras, 43.—El género: indivi-
dual, estructural, simbólico y siempre asimétrico, 47.
CAPÍTULO III: La estructura social de la ciencia: quejas y trastornos 52
¿La mujer científica es una contradicción en sus propios términos 53 —Las
luchas de las mujeres para acceder a la ciencia, 53.—Consecuencias para los
estudios sociales de la ciencia, 57.—¿Genios aislados o trabajadoras indus-
triales?, 61.—Cambios en la división de trabajo por clase social, 62.—La inte-
gración de las relaciones sociales, 65.—Tensiones y contradicciones, 69.
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8 Contenido
CAPITULO VI: Del empirismo feminista a las epistomologías del punto de vis-
ta feminista 119
Ambivalencia y transición, 120.-Las epistemologías feministas del punto de
vista, 124.-La unidad de la mano, el cerebro y el corazón en el trabajo arte-
sano, 124.-La actividad sometida de las mujeres: sensual, concreta, relacio-
nal, 128.-El "retorno de lo reprimido" en la teoría feminista, 131.-La cons-
ciencia bifurcada de las investigadoras alienadas, 135.-Nuevas personas y la
mano oculta de la historia, 138.
BIBLIOGRAFÍA 221
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Prefacio
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Prefacio 13
* En la traducción de esta obra, hemos optado por traducir el término inglés gendered como
"generizádc/'. Se trata, evidentemente, de un neologismo, pero, a fin de evitar excesivas perífrasis y
teniendo en cuenta la analogía con la relación existente entre "sexo" y "sexuado", no parece excesivo
establecer esta otra relación entre "género" y "generizado". (N. del T.)
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CAPÍTULO X
Dilemas y tensiones
Uno de los proyectos de este estudio consistía en identificar y separar las
incoherencias, los dilemas, las disonancias y las tensiones peligrosas de las va-
liosas presentes en el pensamiento occidental tradicional y en las críticas femi-
nistas. Podemos resumir provisionalmente los resultados, diciendo que las ten-
siones que reprimimos, ocultamos y pasamos por alto durante mucho tiempo son
las peligrosas. A algunas les otorgamos el poder de subyugarnos y cautivarnos,
de llevarnos a emprender acciones y estrategias justificativas con respecto a las
cuales no vemos alternativas razonables. Los discursos tradicionales de la ciencia
están llenos de ese tipo de tensiones peligrosas. Nos animan a apoyar enuncia-
dos y prácticas científicos coercitivos, así como enunciados sobre la ciencia que
son mistificadores, desde el punto de vista histórico, y regresivos, desde las pers-
pectivas epistemológica y política. No obstante, hemos defendido el reconoci-
miento abierto e, incluso, el aprecio entusiasta de ciertas tensiones que aparecen
en las críticas feministas. Quiero decir que éstas reflejan proyectos sociales alter-
nativos valiosos que se oponen al carácter coercitivo y regresivo de la ciencia
moderna.
Estas consideraciones nos llevan a la observación de que las teorías estables
y coherentes no siempre son las más deseadas; comprenderemos mucho mejor
ciertos aspectos importantes si buscamos los orígenes sociales de las inestabili-
dades e incoherencias de nuestros pensamientos y prácticas —comprensión que
no conseguiremos si reprimimos el reconocimiento de las inestabilidades y ten-
siones en nuestra forma de pensar.
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1
LUGONES y SPELMAN (1983); HooKs (1983); Capítulo VII. En este último capítulo, aparecen refe-
rencias adicionales a la defensa de las virtudes de las identidades fragmentarias.
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ciso desestabilizar las categorías del pensamiento occidental. Aunque estas críti-
cas comenzaron planteando las cuestiones relativas a la discriminación contra las
mujeres en la estructura social de la ciencia, que parecían discutibles desde el
punto de vista político, pero teóricamente inocuas, no pasó mucho tiempo antes
de que se cuestionaran supuestos más fundamentales sobre el pensamiento
occidental moderno. En consecuencia, cuestionan las mismas categorías en las
que podría formularse cualquier solución a esas críticas.
Las líneas fundamentales del feminismo lo presentan como una teoría totali-
zadora y es razonable que sea así. Como las mujeres y las relaciones sociales
entre los géneros están en todas partes, la materia en cuestión no puede ence-
rrarse en un único marco disciplinario de referencia ni en ningún conjunto con-
creto de disciplinas. Todas las versiones de la visión científica del mundo consi-
deran que la ciencia es una teoría totalizadora; se da por sentado que todas y
cada una de las cosas que merezca la pena comprender pueden explicarse o
interpretarse dentro de los supuestos de la ciencia moderna. No obstante, hay
otro mundo oculto a la conciencia de la ciencia: el mundo de las emociones, los
sentimientos, los valores políticos; del inconsciente individual y colectivo; de las
particularidades sociales e históricas que exploran las novelas, el teatro, la
poesía, la música y el arte, en el que todos nosotros vivimos durante la mayor par-
te de nuestras horas de vigilia y de sueño, bajo la constante amenaza de su cre-
ciente exposición a la intrusión de la racionalidad científica 2. Parte del proyecto
del feminismo consiste en poner de manifiesto la relación entre estos dos mun-
dos: cómo cada uno configura y forma el otro. Así, al examinar las críticas femi-
nistas de la ciencia, hemos tenido que analizar también los mundos de las par-
ticularidades históricas y de las represiones y fantasías psíquicas que incurren
constantemente, sólo para ser rechazadas una y otra vez, en la visión científica
del mundo.
Sin embargo, otras líneas del feminismo, tan importantes como las anteriores,
insisten en que no puede ser una teoría totalizadora. Cuando la "mujer" se
deconstruye en "mujeres" y se reconoce que el "género" carece de referentes
fijos, el mismo feminismo se disuelve, en cuanto teoría que pueda reflejar la voz
de una hablante naturalizada o esencializada. No se disuelve como aspecto fun-
damental de nuestras identidades políticas, como motivación para desarrollar
solidaridades políticas, ¿cómo podía ser de otro modo en un mundo en el que
ahora podemos nombrar la inmensidad de ultrajes pensados exactamente para
contenemos, para obligarnos a permanecer en cada una de nuestras actividades
característicamente femeninas, desde el punto de vista cultural? Pero, a causa de
la especificidad histórica de las estructuras del sexismo, esta línea del pen-
samiento feminista nos estimula a cuidar y defender nuestras "adjetivaciones" (las
expresiones teóricas de nuestras múltiples luchas).
En vez de la fidelidad al supuesto de los discursos patriarcales de que la
teoría coherente no sólo es un fin deseable en sí mismo, sino también la única
guía fiable para la acción deseable, podemos adoptar como nuestra norma de
teorización adecuada la fidelidad a ciertos parámetros de disonancia con y entre
2
Milan KUNDERA se plantea si es accidental el hecho de que la novela y la hegemonía de la racio-
nalidad científica aparecieran al mismo tiempo: "The Novel and Europe', New York Revíew of Books,
19 de julio de 1984.
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Véase mi: "Ferninísm: Reform or Revolution?", Philosophical Forum 5 (nos 1-2) (1973-74);
reimpreso en: Gouw y WARTOESKY (1980).
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al mismo tiempo, elaborar una idea adecuada de esta forma de organizar la inves-
tigación con el fin de iluminar las prácticas feministas. Quizá el entramado cientí-
fico actual no sea en absoluto científico, en el sentido original del término; quizá
sólo la unidad de mano, cerebro y corazón, posible en el trabajo artesano, y el ale-
jamiento de la cultura dominante que, actualmente, requieren estas prácticas per-
mita el tipo de perspectiva crítica esencial para alcanzar la comprensión. ¿Es
posible que las investigaciones feministas y otras también marginales sean las
auténticas herederas de las creaciones de COPÉRNICO, GALILEO y NEWTON? ¿Y que
esto es cierto incluso cuando el feminismo y demás movimientos de los alienados
destruyen la epistemología que elaboraron HUME, LOCKE, DESCARTES y KANT para
justificar ante sus culturas los nuevos tipos de saber que produce la ciencia
moderna?
He venido diciendo que no podemos resolver éstos o los dilemas antes men-
cionados en los términos en que se han planteado y que debemos considerar
estas inestabilidades como recursos valiosos. Si podemos aprender a utilizarlos,
seremos las nuevas herederas de ARQUÍMEDES y re¡ nterpretaremos su legado
para nuestra época. Durante el declive y caída actuales de la que podemos deno-
minar "era arquimediana", vemos que su gran logro no fue su teoría concreta
sobre el modo de crear una perspectiva unificada, sino su inventiva para conce-
bir un nuevo tipo de teorización.
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logía, historia)4. Las críticas feministas y los fines reconstructivos parecen afirmar
también la unidad de la ciencia, aunque invirtiendo el orden del continuo. Y esta
tesis se afirma tanto en calidad de descripción de lo que son las ciencias como en
la de prescripción sobre cómo deben ordenrse las ciencias. Las creencias mo-
rales y políticas han sido y deben ser las que dirijan el desarrollo de las estructu-
ras intelectuales y sociales de la ciencia. Los problemas, conceptos, teorías,
metodologías, interpretaciones de experimentos y usos han sido y deben ser
seleccionados teniendo presentes los objetivos morales y políticos y no sólo los
cognitivos.
Pero donde el Círculo de Viena proponía una única metodología y un continuo
ontológico sobre el que clasificar la adecuación de las distintas investigaciones
científicas, esta tendencia del feminismo propone que el continuo de autoconcien-
cia moral, política e histórica es de primordial importancia para evaluar la adecua-
ción de las prácticas de investigación. Mientras, en la primera ordenación, la física
se clasificaba en el lugar más elevado, en la segunda queda casi en el extremo
inferior. Mientras que los estudios históricos, antropológicos y sociológicos más ilu-
minadores se clasifican en los últimos lugares de la primera ordenación, en la más
reciente, se sitúan en los más elevados. Por tanto, los modelos paradigmáticos de
ciencia objetiva son los estudios explícitamente orientados por intereses morales y
políticos emancipadores —es decir, por los intereses relativos a la eliminación de
las ideas sexistas, racistas, clasistas y culturalmente coercitivas de la naturaleza y
la vida social. Desde la perspectiva de este segundo continuo de la unidad de la
ciencia, los campos más abstractos del pensamiento humano ocupan simplemen-
te el otro extremo del continuo; también allí aparecen la moral y la política, aunque
en sus formas más abstractas y menos explícitas. La física y la química, las
matemáticas y la lógica llevan consigo las huellas de sus creadores culturales
característicos en no menor grado que la antropología y la historia. Una ciencia
máximamente objetiva, natural o social, será aquélla que incluya un examen auto-
consciente y crítico de la relación entre la experiencia social de sus creadores y los
tipos de estructuras cognitivas promovidas en su investigación.
Repitiendo la metáfora que tomé antes del conductismo, la ciencia funciona,
ante todo, como una "caja negra": sean cuales fueren los valores e intereses mo-
rales y políticos responsables de la selección de los problemas, las teorías, los
métodos y las interpretaciones de la investigación, reaparecen en el otro extre-
mo de la investigación como el universo moral y político que la ciencia proyecta
como naturales y, en consecuencia, ayuda a legitimar. A este respecto, la ciencia
no es diferente de la proverbial descripción de los ordenadores: "échalo dentro;
échalo fuera". En las disertaciones morales y políticas encontraremos los para-
digmas del discurso racional y no en los razonamientos científicos que afirman
haber prescindido de la moral y la política.
Una paradoja más: Kul-iN (1970) —The Structuro of Scientific Revolutions—, que ha sido tan
importante para estimular los estudios que destruyen las ideas fundamentales de la ciencia del Círcu-
lo de Viena, se publicó originalmente formando parte de Ja International Encyclopedia of Unified
Science, vols. 1-2: Foundations of the Unity of Science. Las listas de directores y miembros de los
comités organizador y asesor de esta colección, que aparecen en el reverso de la portada del estudio
de KUHN, constituyen una valiosa guía acerca del "quién es quién" entre los positivistas lógicos. La his-
toria se mueve por caminos misteriosos.
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