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Intención de aprendizaje para esta actividad:
● Estoy aprendiendo a identificar los detalles que mejor revelan la información clave sobre los personajes y las
situaciones de una historia.
Capítulo 2 - El mercado
—Buenas esposas —dijo una dama de cincuenta años y facciones duras—, les diré algo de lo
que pienso. Sería de gran interés público si nosotras, las mujeres, siendo de edad madura y
miembros de iglesia de buena reputación, tuviéramos que manejar a tales malhechoras.2como esta
Hester Prynne. ¿Qué pensáis vosotros, chismosos? Si la desvergonzada se levantara para ser
juzgada ante nosotros cinco, que ahora estamos aquí en un nudo, ¿vendría con una sentencia como
la del culto?magistradoshan premiado? ¡Yo creo que no!"
“La gente dice”, dijo otro, “que el reverendo maestro Dimmesdale, su piadoso
pastor, se toma muy en serio que tal escándalo haya venido sobre su congregación”.
—Ah, pero —intervino, más suavemente, una joven esposa, que llevaba a un niño de la
mano—, que cubra la marca como quiera, la punzada estará siempre en su corazón.
Al abrirse la puerta de la cárcel desde adentro, apareció, en primer lugar, como una
sombra negra que emerge a la luz del sol, la presencia sombría y espeluznante de la
ciudad.alguacil, con una espada al costado, y su báculo de oce en la mano. Este personaje
prefiguraba y representaba en su aspecto todo el lúgubre4severidad del código puritano de
la ley, que le correspondía administrar en su aplicación final y más cercana al ofensor.
Extendiendo el bastón oficial en su mano izquierda, colocó la derecha sobre el hombro de
una mujer joven, a quien así atrajo; hasta que, en el umbral de la puerta de la prisión, ella
lo repelió, con una acción marcada con natural dignidad y fuerza de carácter, y salió al aire
libre, como por su propia voluntad. Llevaba en sus brazos a un niño, un bebé de unos tres
meses, que guiñaba y desviaba su carita de la luz demasiado viva del día; porque su
existencia, hasta ahora, lo había llevado a familiarizarse solo con el crepúsculo gris de una
mazmorra u otro oscuro departamento de la prisión.
La joven era alta, con una figura de perfecta elegancia a gran escala. Tenía el
cabello oscuro y abundante, tan lustroso que arrojaba el sol con un destello, y un rostro
que, además de ser hermoso por la regularidad de sus facciones y la riqueza de la tez, tenía
la majestuosidad propia de una frente marcada y unos ojos negros y profundos. Era como
una dama, también, a la manera de la gentileza femenina de aquellos días; caracterizado
por un cierto estado y dignidad, más que por el delicado, evanescente7, y la gracia
indescriptible, que ahora se reconoce como su indicación. Y Hester Prynne nunca había
parecido más dama, en la interpretación antigua del término, que cuando salía de la
prisión. Quienes la habían conocido antes y habían esperado contemplarla atenuada y
oscurecida por una nube desastrosa, estaban
"Tiene buena habilidad con la aguja, eso es seguro", comentó una de sus espectadoras;
“Pero alguna vez una mujer, antes de este descarado9descarada, idear10¡Qué manera de
demostrarlo! ¿Por qué, chismosos, qué es sino reírse en las caras de nuestros piadosos
magistrados, y enorgullecerse de lo que ellos, dignos caballeros, entendían por castigo?
"Estaría bien", murmuró el más férreo11de las viejas damas, “si despojáramos el rico
vestido de Madame Hester de sus delicados hombros; y en cuanto a la letra roja, que ella
ha cosido tan curiosamente, le daré un trapo de mi propio reumático12
franela, para hacer uno más ajustado!
“¡Oh, paz, vecinos, paz!” susurró su compañero más joven; "no haga
deja que te escuche! Ni una puntada en esa letra bordada que no lo haya sentido en el
corazón”.
“¡Abran paso, buena gente, abran paso, en nombre del Rey!” gritó él. “Abre un pasaje; y
os prometo que la señora Prynne será colocada donde el hombre, la mujer y el niño puedan
tener una buena vista de su valiente atuendo, desde este momento hasta una hora después del
meridiano.13. ¡Una bendición para la colonia justa de Massachusetts, donde la iniquidad es
arrastrada a la luz del sol! ¡Venga, señora Hester, y muestre su letra escarlata en la plaza del
mercado!
20alero:la parte de un techo que se une o sobresale por encima de las paredes de un edificio
21ascendido:subir o escalar
22sombrío:oscuro o apagado en color o tono; sombrío
23implacable:no ceder en fuerza, severidad o determinación
24fortificado:proporcionar obras defensivas como protección contra ataques
25contumelia:lenguaje o trato insultante