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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE NUEVO LEÓN

FACULTAD DE CIENCIAS BIOLÓGICAS


.

EFECTOS DE LA RADIACIÓN IONIZANTE GENERADA EN


EL ACCIDENTE NUCLEAR DE CHERNOBYL SOBRE LOS
SERES HUMANOS EXPUESTOS

Proyecto para acreditar el curso de Biofísica


PPA 1

Grupo 151 – Equipo 1


Acosta Charles Axel Fernando Matrícula: 2075683
Contreras Nava Maryan Adaía Matrícula: 1907431
De los Reyes Lona Mario Alberto Matrícula: 2075634
Gámez Cárdenas Abraham Israel Matrícula: 2075649
Valdés González Samantha Izabella Matrícula: 2075756
Valdez Ruiz Pedro Arturo Matrícula: 1809634
Viramontes Juárez Brenda Edith Matrícula: 1976411

Facilitador: Karla Katiushka Solís Arévalo

San Nicolás de los Garza, Nuevo León 30 de agosto del 2022


INTRODUCCIÓN

La radiactividad se define como la emisión de partículas alfa (α), beta (β) y gamma
(γ) por parte de un núcleo atómico y, como consecuencia, de ajustes y cambios
internos en los que generalmente el núcleo cambia su número de neutrones y
protones, como indica Martín-Bragado, I. (2003). Cuando hablamos sobre bombas
nucleares, nos referimos a los rayos gamma, los cuales son los más peligrosos, esto
debido a que sus ondas son más cortas, por lo que los fotones emitidos o partículas
gamma tienen un alto poder de penetración y, a su vez, un elevado nivel energético.
En cuanto a la ionización, esta se refiere al proceso químico o físico mediante el
cual se producen iones; estos son átomos o moléculas cargadas eléctricamente
debido al exceso o falta de electrones respecto a un átomo o molécula neutra. En
pocas palabras, la radiación ionizante es aquella de máxima energía, a tal punto de
penetrar en la materia y modificar su estructura, así como dañar tejidos y genes.

Chernobyl emitió 400 veces más sustancias radioactivas que la bomba de


Hiroshima. Los niveles de radiación en las zonas más afectadas del edificio del
reactor se estimaron en 5,6 röntgens por segundo, lo que equivale a más de 20 000
röntgens por hora. En algunas zonas, los trabajadores que no tenían protección
adecuada recibieron dosis mortales en menos de un minuto, pues una dosis letal es
de alrededor de 100 röntgens por hora, según Medline Plus (2021).

Los efectos que abarca la alta radiación son variados, ya que se ha demostrado que
en humanos se ha diagnosticado el cáncer de tiroides principalmente, donde se hizo
en un estudio sobre la leche contaminada y surgieron más de 11,000 casos de niños
y adolescentes. Otros tipos de efectos diagnosticados han sido la leucemia, la
aparición de cataratas e impactos psicológicos, sociales y mentales, como indica
Alcalde, S. (2022). Con este conocimiento de las reacciones biológicas que
ocasiona la radiación ionizante específicamente en los humanos, ha sido posible
desarrollar tanto normas como leyes que regulan y establecen medidas de
seguridad ante accidentes como el ocurrido en Chernobyl. Tal es el caso de las
normas básicas internacionales de seguridad para la protección contra la radiación
ionizante y para la seguridad de las fuentes de radiación, establecidas por el
Organismo Internacional de Energía Atómica en 1997. Estando entre las
regulaciones el uso de vestimenta aislante e instrumentos indicadores como el
dosímetro, donde la carga eléctrica y el voltaje de su condensador se reducen con
la radiación ionizante para expresar la dosis de radiación que está siendo absorbida
para evitar sufrir afectaciones a nivel celular o molecular.

De ahí se tiene que el objetivo de este proyecto será analizar los efectos de la
radiación ionizante generada en el accidente de Chernobyl sobre los seres humanos
expuestos a ella, para rastrear las posibles enfermedades que se puedan
desencadenar a corto o largo plazo, incluyendo generaciones descendientes.

ANTECEDENTES

Historia del Accidente Nuclear en Chernobyl

El 26 de abril de 1986 se tuvo lugar a uno de los accidentes nucleares más


catastróficos. Esto sucedió en Chernobyl, ciudad que da nombre a la central
eléctrica nuclear memorial V.I. (iniciales de Vladimir Ilich) Lenin. La zona cercana
más afectada fue Prípiat, lugar creado para que los trabajadores de la central y sus
familias vivieran. Pedreira, A. C. (2021), explica que el accidente se debió a un serie
de factores como errores de diseño en el núcleo del reactor RBMK, ausencia de un
sistema de filtración de gases de escape, falta de una contención estructural,
violaciones de reglas de operación en la sala de control y omisión de procedimientos
de prueba; ocurrida la explosión y teniendo el núcleo expuesto, productos de fisión
se propagaron rápidamente a la atmósfera, creando así una descomunal nube de
humo que contenía productos peligrosamente radioactivos. Además, se formó una
masa de materiales fundidos, esta producida por la fusión de los materiales que
componían al núcleo, fundiendo todo a su alrededor.

Según Petrella, C. et al. (2019), después de la explosión, mientras se hospitalizaron


a 174 miembros del cuerpo de bomberos debido a lesiones graves por radiación, se
recubría el núcleo con diferentes elementos como el boro, que funcionaba como
absorbente de neutrones. También emplearon plomo, el cual ayudaba a contener la
radiación, dolomita para favorecer el enfriamiento y, por último, arena y arcilla como
materiales aglutinantes. Para el 13 de mayo que terminaron con este trabajo, ya se
habían arrojado al núcleo unas 5.000 toneladas de estos materiales.

Por otro lado, los países que trabajaban con reactores parecidos al de Chernobyl o,
por lo menos, que operaban con el mismo principio, se les sometió a pruebas de
funcionamiento, pruebas de capacidad máxima de operación, prueba de
desabastecimiento de energía, entre otras, esto con el propósito de que los
gobiernos y las poblaciones circundantes estuvieran más tranquilas y no propiciar
el cierre de esas plantas. Aun y cuando se aplicaron restricciones a este tipo de
reactores y otras plantas nucleares con funcionamientos diferentes, el del desarrollo
de la energía nuclear se detuvo, cerrando plantas por tiempo indefinido y deteniendo
la construcción de nuevos reactores.

Radiación Gamma

Durante el accidente en la planta nuclear de Chernobyl, los trabajadores y la


población de la región fueron expuestos a los rayos o radiación gamma expedida
de la nube. De acuerdo con Helmenstine (2021), los rayos gamma consisten en
fotones de alta energía que son emitidos por la desintegración radiactiva de los
núcleos ionizantes; así mismo, menciona que se considera radiación gamma a
cualquier radiación con una energía superior a 100 keV (kiloelectrovoltios). Por su
parte, la United States Enviromental Protection Agency (2022), establece que las
partículas alfa y beta tiene energía y masa, pero los rayos gamma son energía pura,
por lo tanto, pueden traspasar fácilmente barreras como la piel o la ropa. Su poder
de penetración es tan elevado que es necesario varias pulgadas de plomo o
concreto para detener las alteraciones radioinducidas que pueden producir.

La United States Department of Health and Human Services (2021), explica que la
exposición a más de 100 roentgens/rad o 1 unidad de Gray (Gy) causa enfermedad
por radiación, mientras que a 100,000 roentgens/rad se pierde el conocimiento casi
inmediatamente y las probabilidades de morir en el lapso de una hora son altas.

La organización Australian Radiation Protection and Nuclear Safety (2020), reporta


que la radiación gamma es producida de manera artificial en explosiones y,
obviamente, en reactores nucleares; de manera natural es emitida por los
radioisótopos, que es la forma inestable de un elemento, tales como el potasio-40,
carbono-14, cesio-137, entre otros. Por otro lado, Wai, K. et al. (2020), mencionan
que el cesio-137, con una vida media de 30.1 años, ha sido el responsable de la
mayoría de los impactos adversos en el territorio del desastre nuclear, pues es la
fuente predominante de radiación después de la descomposición del yodo-131.

Mecanismos de Acción de la Radiación

En lo que respecta a la biología y el estudio de la medicina, los mecanismos de


acción describen o especifican la manera en la que un medicamento u otra
sustancia o producto, en este caso la radiación, produce cierto efecto sobre el
cuerpo del ser vivo expuesto a ello. La acción de la radiación ionizante sobre el
material genético, celular y tisular viene directamente relacionada con procesos de
excitación, ionización y radiólisis, ya sea en el ADN o el medio en el que se
encuentran los orgánulos celulares, principalmente en el agua que consumen, esto
según lo expresado por Alcaraz, M. (2009).

Existen dos tipos de mecanismos de acción: la acción directa y la indirecta. Como


señala Alcaraz, M. (2009), la acción directa hace referencia a la situación donde el
fotón interactúa de manera directa con una molécula biológica a la que cede
energía, como por ejemplo el ADN, ARN, enzimas, etcétera. Las moléculas resultan
excitadas lo cual conduce a procesos de radiólisis. Esto se explica mediante la
teoría del impacto la cual nos dice que en la célula existen moléculas de menor
importancia y moléculas clave únicas e insustituibles. Estas moléculas clave
resultan como blancos donde se producen los impactos de las partículas generadas
por la radiación, dando llegada a las rupturas o alteraciones radioinducidas dentro
de la célula. Por otro lado, Alcaraz, M. (2009) también señala que la acción indirecta
lleva consigo la absorción de la energía sobre los medios intracelulares, de manera
particular, en el agua circundante. Esta energía da lugar a la formación de radicales
libres con alta reactividad química debido al electrón libre con tendencia a la
adhesión de otro electrón de una molécula cercana. En el caso del agua, la radiación
influye en la creación tanto de iones (H+ y OH-) como de radicales libres (H• y OH•).
Estas alteraciones dan lugar a la formación recombinada del agua, la formación de
otras moléculas o la formación de nuevos radicales libres con otras sustancias
próximas a la reactiva y la célula. Estos radicales libres tienen la capacidad de
inducir reacciones químicas que rompen o alteran el material de la célula mediante
sustancias modificadas externas a ella, esto hasta llegar a distintas mutaciones e,
incluso, la muerte celular.

Efectos sobre el ADN, los Genes y Cromosomas de los Seres Humanos

Las radiaciones ionizantes son capaces de inducir cambios en la carga eléctrica de


los átomos de nuestras moléculas y llegar a romperlas. Aunado a esto, también
tienen la capacidad de ionizar el agua en el interior de las células formando una
sustancia reactiva del oxígeno llamada anión hidróxido, lo cual genera daños
celulares indirectamente. Todos los tipos de efectos que genera la radiación sobre
el ser humano pueden alterar las moléculas de ADN. Uno de los cambios principales
es la ruptura de los enlaces entre los azúcares unidos a los nucleótidos en la cadena
del ADN, o bien, romper los puentes de hidrógeno que unen ambas hélices de esta.
Así mismo, existe la posibilidad de que se alteren las secuencias de las bases
nitrogenadas, hecho que genera pérdidas o cambios entre las bases. Cuando las
dosis de radiación a las que el cuerpo está expuesta son realmente altas y
constantes, los mecanismos de reparación celular dejan de ser suficientes y
comienzan a surgir los efectos primarios que se van agraviando conforme aumenta
la radiación o el tiempo de exposición, abriendo paso a la ruptura o mutación del
material genético existente en la célula, menciona Megía González, R. (2019). Si
bien se sabe que de manera natural las mutaciones genéticas suceden,
dependiendo del nivel de exposición a la radiación y el tiempo transcurrido en esta,
pueden llegar a aparecer enfermedades como distintos tipos de cáncer o
mutaciones germinales (cambios sobre los genes de las células reproductoras).

Supervivencia Celular y Tisular de los Seres Humanos

A nivel celular, la energía de la radiación altera y modifica a los átomos de las


células, esto genera daño en el material genético, disminuye la función metabólica
y la estructura. La célula, al encontrarse inmersa en el daño, tiene la opción de
repararse, sin embargo, al estar expuesta a altas concentraciones, dicha reparación
será ineficaz, generando que la célula entre en una fase de muerte programada o
convertirse en cancerosa. Durand, J.L. (2000), afirma que la aparición de los efectos
de la radiación depende de varios factores, pero, en particular, de la dosis total
acumulada y de su tasa. Salvo las aberraciones cromosómicas, los demás efectos
se dan luego de dosis masivas, aún sin grandes alteraciones estructurales, como
las lesiones bioquímicas donde una célula puede no reproducirse, o bien, morir.

El daño en células puede ser directo o indirecto, según lo registrado por Carlton
Cody (2018). En el daño directo, el efecto de la radiación golpea directamente al
ADN. Ante la exposición a la radiación dicha molécula absorbe la energía
haciéndose más radioactiva, esta energía puede causar que los anillos de dos pares
de bases se fusionen en una reacción pericíclica, generando mutaciones o
provocando una interferencia con las proteínas al momento de leer las moléculas
de ADN. En el daño indirecto, la radiación afecta los radicales libres o moléculas de
agua, liberando una reacción y dañando las estructuras de la molécula. Las células
tienen la capacidad de detectar los sitios dañados y repararlos, no obstante, hay
zonas a las cuales, al no poder llegar, detectar o reparar, provocarán una mutación.

Los tejidos, al estar expuestos a la radiación, presentan efectos que son


determinantes para el buen funcionamiento. Los daños a nivel tisular son
proporcionales a los daños a nivel celular, ya sea por lesiones o perdida de la
capacidad de reproducirse y, a su vez, a la cantidad de dosis expuesta. Ortiz, A. P.
& Arambulo, J.M. (2020), establecen que el funcionamiento normal de los órganos
y tejidos depende del grado de diferenciación de las células, que a su vez, dependen
del sistema de renovación del cual hacen parte y que representa un equilibrio entre
la formación, proliferación, diferenciación y muerte. La frecuencia de un efecto
determinístico particular, definido como una condición patológica clínicamente
reconocible, se incrementa como una función de la dosis.

Los tejidos cuentan con la capacidad de poseer mecanismos que generan


protección y defensa ante tóxicos presentes en el medio, estos mecanismos son
moléculas que pueden tener actividades enzimáticas y funcionan como sistemas
que degradan fácilmente a los oxidantes, sin embargo, la exposición a altas
concentraciones de radiación no ionizante producirá una trasformación de estos
patrones. Kim, J. H. et al, (2014), registran que las radiaciones ionizantes provocan
la muerte celular, tanto parenquimatosa como vascular, por múltiples mecanismos.
Históricamente, la citotoxicidad directa de la radiación fue la primera vía identificada
que condujo a la lesión tisular. Más recientemente, se ha identificado otra vía
relacionada con la inflamación. En los últimos años se ha estudiado una tercera vía
que implica la respuesta inmunitaria innata.

Efectos de la Radiación sobre los Seres Humanos de Chernobyl

Según la Organización Mundial de la Salud (2022), los efectos de la radiación


dependen del tipo de radiación, la sensibilidad de los tejidos y órganos, la forma y
el tiempo de exposición, los isótopos radioactivos implicados y las características
de la persona expuesta; sin embargo, de manera general, los efectos agudos de la
radiación son náuseas, vómitos, enrojecimiento de la piel, perdida de cabello,
quemaduras, mal funcionamiento de los órganos hasta la muerte.

En Chernobyl, debido a la cantidad peligrosamente alta de radiación a la que miles


de personas estuvieron expuestas aquel fatídico día, se originaron diversas
afecciones a la salud a corto y largo plazo. La Comisión Canadiense de Seguridad
Nuclear (2022), menciona que, de los 600 trabajadores que había en la planta
nuclear, 134 sufrieron enfermedad por radiación aguda, 28 de los cuales murieron
en los primeros tres meses. Así mismo, se detectó una mayor incidencia de
leucemia y cataratas en los ojos de los trabajadores.

Zablotska (2016), señala que la exposición a los rayos gamma durante la niñez o
adolescencia generó una mayor predisposición a tener cáncer de tiroides y
enfermedades cardiovasculares. Schneider & Tuttle (2021), comentan que esta
enfermedad se debe a que la glándula tiroidea absorbe de manera natural el yodo
del torrente sanguíneo, pero la tiroides no identifica entre el yodo natural y el yodo
radioactivo, siendo aquí donde la radiación entra al sistema y produce tumores.

Por otro lado, Cwikel, J. et al. (2020), en su estudio, dan a conocer que las mujeres
que estuvieron expuestas a los rayos gamma tiene mayores dificultades para
concebir, pues son altas las probabilidades de que se vean obligadas a recibir
tratamientos de fertilidad. Aunado a esto, son más propensas a padecer anemia
después del parto. Desde el accidente nuclear, los sobrevivientes se vieron
afectados por la alta radiación a la que estuvieron expuestos y tuvieron que lidiar
con enfermedades. Ahora bien, una de las preguntas que más ha inquietado a la
gente afectada ha sido si los descendientes tendrán alguna consecuencia sobre la
radiación que han recibido sus progenitores. Dado esto, se llevó a cabo un estudio
genético en el Instituto Nacional del Cáncer (NCI) de Estados Unidos para analizar
si también existen efectos de herencia; este se centró en los hijos de los
trabajadores que ayudaron a limpiar la zona contaminada alrededor de la planta de
energía nuclear (llamados liquidadores), al igual que en los descendientes que
fueron evacuados de la ciudad abandonada de Priyat y otros asentamientos en un
radio de 70 km alrededor del reactor. A todos los participantes se les examinó el
genoma completo y el resultado fue bastante sorprendente ya que no se halló
ningún daño adicional al ADN en los niños nacidos de los padres que fueron
expuestos a la alta radiación, pero todavía no se descarta que pueda existir alguna
probabilidad de que se llegue a presentar, a un largo plazo, algún efecto de esta
radiación menciona BBC News Mundo (2021).
LITERATURA CITADA

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