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Agustín Cosme Damián

de Iturbide y Arámburu
Agustín de Iturbide sería un destacado militar realista en los primeros años de la
guerra independentista mexicana.

Una vez que asumió el mando del ejército, se unió junto Vicente Guerrero con quien
crearon el Ejército Trigarante y pactaron el Plan de Ayala. En ese momento, Agustín
de Iturbide sería el máximo jefe militar que tendría el honor de entrar triunfante
en la Ciudad de México, donde posteriormente sería nombrado emperador.

Cuando Agustín de Iturbide contaba 17 años en 1800, decidió formar parte del ejército
realista, donde tendría actuaciones destacadas desde 1810, cuando decidiría rechazar
la invitación de Miguel Hidalgo y Costilla a formar parte de la rebelión independentis-
ta, y se lanzaría a la persecución de los rebeldes durante estos primeros años de la
Guerra de Independencia.
El grado de Capitán lo adquiriría gracias a la defensa de Valladolid de los embates de
las fuerzas revolucionarias. Luego capturaría a Albino Licéaga y a Ignacio López Rayón,
quien fungía de líder militar de la insurrección una vez fuera fusilado Miguel Hidal-
go, siendo estas acciones las que le conferirían el grado de Coronel.

Gracias a estas acciones, su genio militar y su bizarría en el campo de batalla, Agustín


de Iturbide sería nombrado Comandante General en la provincia rebelde de Gua-
najuato, donde tendría la difícil tarea de combatir a los insurgentes en una de sus pla-
zas más poderosas; distinguiéndose por la fuerza de las persecuciones, el trato duro
contra los enemigos y algunos abusos que le constarían caro en el futuro.
En 1815, sucederían algunos hechos importantes para el aseguramiento del poder político
español en el Virreinato de Nueva España.

En primer lugar, José María Morelos sería capturado y fusilado posteriormente. En segun-
do lugar, se invitaría a toda la insurgencia pactar una amnistía. Los únicos que quedaba
en pie sosteniendo la lucha eran Vicente Guerrero y Guadalupe Victoria.

En 1820 comenzaría a cambiar la situación política del virreinato. La aceptación de


la Constitución de Cádiz de 1812 por parte del Rey Fernando VII y el cambio político
que significaría esta acción en Nueva España, provocaría que sectores de la élite buscaran
evitar que se conociera esta noticia en el territorio para preservar sus beneficios, poder
político y sus negocios.

Cuando la noticia finalmente se supo, Iturbide sería llamado para combatir contra
Vicente Guerrero, quien no había dejado de luchar y se estaba haciendo fuerte militar-
mente gracias al desgaste político del gobierno español y las nuevas situaciones. Iturbide
intentaría pactar con Guerrero para que se adhiriera a la amnistía, pero éste, rechazaría
esas invitaciones una tras otra.

Vicente Guerrero sabía que sin el apoyo de los militares realistas no podría continuar la
guerra ni mucho menos, ser vencedor de la contienda. Por otra parte, Agustín de Iturbide
sabía que la insurgencia no terminaría y que el ejército de Guerrero no quedaría tranquilo
hasta conquistar sus objetivos.

Ambos líderes se reunirían en el emblemático Abrazo de Acatempam, donde suscribi-


rían el Plan de Ayala y dejarían pactadas tres garantías: Independencia de México, igual-
dad entre las clases y castas sociales; y la religión católica como única religión.

Estos planteamientos serían también resguardados por la fusión de los ejércitos de


Iturbide y Guerrero, quedando Agustín de Iturbide como el jefe máximo de este nuevo
poder militar.

Cuando el rey español y los representantes de la familia borbónica rechazaron el ofreci-


miento a este imperio, el Congreso Constituyente que se integraba por seguidores de
Iturbide (quienes apoyaban la federación) y los borbonistas, tendrían la responsabilidad
de escoger al nuevo regente del Imperio Mexicano, siendo nombrado el día 18 de mayo
de 1822 Agustín de Iturbide como emperador mexicano, bajo el nombre de
Agustín I.

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