UNIVERSIDAD NACIONAL DEL

CALLAO
FACULTAD DE INGENIERIA PESQUERA Y
ALIMENTOS

Ciclo:
I
Curso:
Actividades culturales y deportivas
Docente:
Bellodas Hurtado Mary Dorys
Alumno:
Cerna Vasquez Elmer Nicolas

2022
La etapa formativa en la universidad
Estudiar cinco años en la universidad es una exageración. No hay ninguna
justificación científica que sirva de respaldo a este exceso de tiempo
formativo. Casi todos los países han reducido la cantidad de años que se
dedica al pregrado. En Europa, en promedio, se destinan solo tres años a esa
etapa formativa. Ese excedente de tiempo es una pérdida de recursos y genera
sobrecostos para mantener una estructura académica que debió haberse
reformado hace tiempo. Se agudiza esa redundancia cuando las carreras son
tecnológicas, de ingeniería o de salud.

Rubén Quiroz Ávila

Presidente de la Sociedad Peruana de Filosofía, profesor universitario

Las herramientas que ha aprendido el
estudiante para ser usadas en el
mercado laboral ya se encuentran
desfasadas, en gran parte, cuando este
egresa. La velocidad de los cambios
en la vida real, en el ecosistema
laboral, ha sobrepasado el ritmo de
adaptabilidad que tienen las
organizaciones universitarias. Es
exactamente una carrera entre una
liebre bien entrenada y una tortuga,
además de lenta, extraviada.
Estudiar un quinquenio es un
desenfreno de recursos. Todos
pierden. Los alumnos pasan
demasiado tiempo estudiando mientras
un mundo, de alta incertidumbre, corre
frente a sus ojos. Y eso tiene que ser
financiado con sus recursos o por el
Estado. Asimismo, las instituciones
educativas tienden a generar un plan
de estudios que no necesariamente
calzan con la dinámica de la demanda.
A ello hay que sumarle la extrema
burocratización de la enseñanza
universitaria. Esto es un peligro para
toda innovación. El docente, en su
mayoría con aulas masivas para
ahorrar costos, tiene que cumplir
varios deberes administrativos que,
con toda seguridad, pueden ser
totalmente automatizados. Es decir,
varias de las acciones con las cuales se
recarga al profesor universitario
Comentario del autor
pueden y deben ser auxiliadas por la
tecnología. Las universidades que no
han invertido estratégicamente en ello,
están abrumando a su recurso más
valioso.
Además, las universidades públicas
son sistemáticamente gerontocracias
en sus órganos de gobierno y
altamente politizadas. En el caso de
las privadas, a pesar de que un tercio
de las existentes fueron eliminadas por
SUNEDU, basan parte de su
financiamiento en las pensiones. En
cambio, por una ilusoria estrategia de
rankear y empujados por la normativa
que los obliga a la investigación, han
invertido millones de soles en un
supuesto necesario que es investigar.
¿Se han preguntado el retorno
económico de ello? A la vez, algunos
seudocientíficos son muy hábiles en
sacar la vuelta a todo espíritu de
mejora y, depravadamente, han
mercantilizado la producción de
papers, a tal punto que se ofrecen al
mejor postor. Eso no es el espíritu
científico. La integridad sí importa.
Fabricar artículos solo para estar en
Renacyt y conspirar con tácticas
antiéticas para lograrlo, es la más
flagrante distorsión de una comunidad
que casi ha claudicado y cuya
obsolescencia es inminente.
Valoración 9/10 puntos
Introducción
Conclusión