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la muerte
El Rab David Qimji (Radaq, 6:1) que David haMelej compuso este Salmo de
Tehilim en un tiempo que estuvo muy enfermo. Desde el principio del Mizmor
vemos que David atribuye su enfermedad a HaShem.Los rabinos explicaron que
no todos los trastornos de salud se deben atribuir al cielo. Ellos dijeron
explícitamente: «Todo viene del cielo, excepto los resfriados y la insolación «. Lo
que significa que es la responsabilidad del hombre protegerse, por ejemplo, de las
inclemencias climáticas o de cualquier otro elemento que lo pueda afectar
físicamente. Muchas enfermedades son el resultado de la negligencia del hombre.
De no tomar los recaudos apropiados para cuidar de nuestra salud.
Ahora vemos que David está enfermo en cuerpo y espíritu. No sólo su cuerpo, sino
también su alma está temblando. Su alma tiembla de miedo. El rey más grande de
Israel no se avergüenza de admitir su vulnerabilidad y sus emociones. Pero
todavía no está claro, ¿A qué le teme David HaMelej ? ¿A la muerte, como todos
nosotros?
Este pasuq termina con una pregunta misteriosa: «… y Tú, Hashem, por cuánto
tiempo más ….?
Y el misterio se resuelve en el siguiente versículo.
6:5: Vuelve, HaShem, y sálvame; sálvame por Tu amor incondicional.
A lo largo del libro de Tehilim David HaMelej proclama una y otra vez lo que es la
máxima aspiración de su vida. No es el dinero ni la fama ni la vida eterna: «En
cuanto a mí, todo lo bueno [que necesito / quiero] es la cercanía con Dios»
(Tehilim 73:28). Nada hace que el gran Rey de Israel se sienta mejor que el saber
que HaShem está con él. David HaMelej no tiene miedo, aunque este un una
situación de peligro mortal, si siente que HaShem está cerca de él. Y viceversa.
Nada asusta más el mayor rey de Israel que la sensación de que HaShem, aunque
sea temporariamente, le ha abandonado. Para David el miedo que le causa su
distanciamiento de Dios, es peor que el miedo a morir. Es la forma más dura del
castigo divino.
En el campo de batalla, cuando lucha contra un enemigo superior; o en tiempos
de persecución o de peligro de vida; o incluso cuando él tiene que atravesar el
valle de las sombras de la muerte, David no tiene miedo, si siente que HaShem
está con él. No es el miedo a morir. Para David, nada se compara con la angustia
de sentirse lejos o abandonado por Dios.
Al final de este versículo David expresa uno de los argumentos más sólidos para
que sus peticiones sean escuchadas. Sabiendo que él ha pecado le dice a Dios:
HaShem, es posible que yo no sea merecedor de Tu cercanía, de Tu presencia. Yo
sé que cuando cometí mi pecado, erigí una barrera entre Tu presencia y yo. Pero
aún así, por favor, vuelve, porque sé que Tú me quieres …
6: 5 …. sálvame, [si no por mis propios méritos, sálvame] por tu amor
incondicional [a mí]
En este hermoso Mizmor David HaMelej nos enseña cómo orar a haShem en
momentos de angustia. Y también cuál debe ser la máxima aspiración en la vida
de un Yehudí.
ואני קרבת אלוקים לי טוב
«En cuanto a mí, todo el bien que necesito es sentir que estoy cerca de HaShem»
(Tehilim 73:28)