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¿CIUDADES PERDIDAS DE LAS AMAZONAS?

Por Iaga von Arkathia

(Imagen 01)

La idea del historicismo actual, contingente y lineal, subraya la idea de que en un pasado remoto las tierras
Americanas fueron habitadas por grupos humanos que pese a su civilización habrían alcanzado un apogeo en épocas
recientes y no como su propia tradición oral suscribe, es decir, un pasado glorioso en el cual sus dioses no solo
legaron todos sus conocimientos, sino también todos sus saberes de su cosmovisión espiritual y material.

La idea de este escrito es precisamente demostrar que nuestra América no solo fue un lugar de saqueo y civilización
por parte de los descubridores de un nuevo mundo, al que Colon el embustero habría llegado por capricho de la
providencia y por descarte, sino demostrar que las tierras de América fueron habitadas en épocas anteriores al
diluvio por razas que no eran de este mundo, símil a lo que relatan las grandes epopeyas Hindúes.

La Atlántida

(Imagen 02)
En su libro “Los pergaminos del bosque de Neegal” el escritor y filósofo Hyranio Garbho, al que citaremos
continuamente, nos advierte que el relato de Platón no es acaso el único que describe y detalla la existencia de una
tierra maravillosa, que lo mismo está documentado en libros de Homero, específicamente en la Odisea, en cuyo
canto se puede leer:

“Una Isla hay en el medio del mar apartada; su nombre es Ogigia.Alli vive la artera Calipso nacida de Atlante, la de
hermosos cabellos, terrible deidad…”.

(Imagen 03)

Como sea este relato y siguiendo esta vez al insigne maestro de la tradición Platón, en su Timeo y Critias nos cuenta
que este relato es verídico y que habría sido transmitido a su maestro Solón por sabios iniciados egipcios ,entre los
que se cuentan Sonkhis de Sais y Psenophis de Heliopolis,esta tierra estaría ubicado en algún lugar cercano al oeste
de las columnas de Hércules y atando cabos como lo describe Plutarco, cercas de estas islas que estaban conectadas
habría un gran continente cuyas costas rodean al “Océano Verdadero”. Sobre esto el filósofo Chileno Hyranio
Garbho reflexiona en su interesante obra “Los pergaminos del bosque de Negaal” que tanto Plutarco como Platón no
hablaban de otra cosa que no fuera América, que el mismo era de conocimiento público no solo desde que lo apunto
Homero, sino que se conocía desde mucho tiempo atrás y que formaba parte de ese conocimiento que está
arraigado en el alma, esta vez de los griegos.

La posibilidad sombría de una conexión Atlante con nuestro continente americano en términos estilísticos e
históricos no parece gustar a la academia de mercado, quien rechaza la presencia de civilizaciones anteriores a la
línea histórica que ellos han trazado, esto se debe a que aquella revelación echaría por tierra 500 y poco más años
de desinformación y ocultación que sobre el tema se tiene. Esto es así porque estaríamos obligados a pensar en la
posibilidad que los orígenes del ser humano actual no solo es telúrico como se nos viene enseñando desde las aulas,
sino que es procedente de las estrellas como siempre lo han afirmados todos los pueblos que fueron sobrevivientes
de un cataclismo que sucedió cerca de 12000 años atrás. Pero sigamos atando cabos para llegar a como se entronca
esa famosa isla con nuestra América morena. Según nos cuenta la mitología griega hubo un rey de la Atlántida de
nombre Atlas quien habría contraído nupcias con Pleyone y de la cual le habrían nacido siete pléyades a saber:

 Maya, la mayor de las siete pléyades quien a su vez fuera madre de Hermes;
 Celeno quien fuera madre de Lico,Nicteo y Eufemo;
 Alcíone quien fuera madre de Hirieo,Hipérenor y Etusa;
 Electra quien fuera madre de Dardano y Yasión ;
 Estérope quien fuera madre de Enomano;
 Táigete quien fuera madre de Lacedemon

(Imagen 04)

Estos nombres Griegos deben entenderse como las aproximaciones locales que se tenían de estas consortes
Atlantes, quienes de seguro y por locuaz que parezca formaron colonias por todo el ancho y largo de nuestro mundo
conocido. Que esto sea así ,no es solo por intuición ,que es un saber interior tan caro al mundo moderno, sino que se
puede pesquisar en los relatos de los pueblos originarios que dan cuenta de un diluvio que amenazo la supervivencia
de la propia humanidad. Sumado a esto el propio nombre de una de las hijas del rey de la Atlántida -Maya-nos da
cuenta de la presencia de esta civilización en tierras americanas en épocas tan remotas como 12 mil o más años
como veremos más adelante.

Que la tierra haya sido devastada y separada no es algo que la ciencia del método reconozca como algo posible sino
que lo hace de hecho, la tierra no solo a cambiado en el pasado también lo volverá hacer en el futuro, esto es algo
que no debería sorprendernos, lo que sí debería sorprendernos es el alcance moral que puede tener el origen de
esas destrucciones. En términos de la tradición ,de nuestra tradición se da cuenta que el alcance moral no solo
repercute como algo simbólico o social ,pudiendo hacerlo de hecho ,causando no solo la caída de la humanidad sino
su destrucción entera con todo lo que ello conlleva. La pérdida moral y con ello del mito no es otra cosa que la
devastación del mismo hombre en el hombre, en suma su olvido de su pasado, de su gloria y de su armonía. El mito
de la Atlántida habla de aquello, del pasado glorioso que se fue por la pérdida del armonía que no es otra cosa que la
caída en la anarquía, por las transgresiones a la ley natural que se fueron y siguen imponiendo en el decurso de la
historia y lo que llevan a un abismo colectivo, he ahí el verdad mito de la Atlántida, su verdadera enseñanza. Pero
leamos lo que dice el códice Tro-cortesiano al respecto:

(Imagen 05)

"En el año 6 Kan, el 11 Muluc, en el mes Zac, ocurrieron terribles terremotos que continuaron sin interrupción hasta el
13 Chuen. El país de las colinas de barro, la Tierra de Mu, fue sacrificado. Habiéndosele golpeado dos veces,
desapareció durante la noche, bajo el azote constante de los fuegos de la tierra. Siendo confinados, estos causaron
que la tierra se elevara y se hundiera en varias ocasiones en diversos lugares. Al final, la superficie cedió y diez
países (o tribus) fueron desgarrados y dispersos. Se hundieron con sus 64.000.000 habitantes, 8.060 años antes de
que se escribiera este libro". ― (Manuscrito Troano)”.
Civilización perdida en las amazonas

(Imagen 06)
Partimos de la idea que nuestra América morena como gustan llamarle los académicos de mercado habría sido
poblado por habitantes autóctonos que habrían alcanzado un apogeo y decadencia en épocas recientes, ante esto
nosotros nos hemos aventurado y osado a describir una civilización que antecede con mucho la cronología del
método, situándonos por varios miles de años antes de lo que conoce y estableciendo la presencia de civilizaciones
en nuestra américa en un tiempo paralelo del que se habla sobre la migración y población de grupos procedentes del
este de nuestro mundo hacia nuestra america.Lo anterior no solo es posible sino que los hechos y testimonios de los
mismos pueblos autóctono revela la presencia de ancestros fundadores procedentes de “otras tierras”. En este
aspecto resulta útil recordar las leyendas que se tejen en torno a Quetzalcotatl, Viracocha o Kukulkan,
describiéndolos más bien como gente de otro aspecto, una clase gobernante que no solo los puso al tanto de su
ciencia, sino también de su cosmovisión espiritual, añorando ellos su retorno, según su tradición les revela.

Sobre el particular y en nuestra visión no hay dudas que hubo una conexión entre la hundida Atlántida y
civilizaciones de nuestra América, pero que esto mismo se diga sobre la existencia de una civilización o ciudades
perdidas dentro del amazonas es algo que no solo puede causar escozor en las mentes modernas, también una
sarcástica risa que nos haría derivar a algún centro psiquiátrico. Lo cierto es que por los años 70 sucedió una historia
que es digna de relatar y hace alusión a la presencia antediluviana de una civilización que forjo un imperio dentro del
amazonas, lo hechos han quedado relatado en una especie de bitácora que el periodista alemán Karl Brugger intitulo
luego como las “Crónicas de Akakor” y que revelan hasta un punto extremo como una civilización con ciudades y
tecnología de ensueño marcaron los destinos de esa zona por largos años. Las crónicas de akakor relatan el
encuentro de dos mundos que se unen para verificar por siempre la presencia de una una historia divina en las
amazonas, los personajes a que nos referimos y por paradójico que esto sea, resulta ser el descendiente de una
monja alemana y de un rey de la tribu de los Ugha mongulala de nombre Tutanca Nara y por otro lado el periodista
alemán Karl Brugger.

(Imagen 07)

De este encuentro quedara el testimonio póstuma en la obra las crónicas de akakor que dan cuenta de una
civilización que domino estos laustres por miles de años, el encuentro en si revela la presencia documentada de una
civilización que se adelanta en por lo menos 10481 años antes a la era cristiana y que había sido la poseedora de una
ciencia y tecnología que la hacía comparable a la descrita en los textos hindúes.Tutanca Nara en su encuentro
menciona por lo menos tres ciudades en cuyos reciento habrían morado lo dioses: Salazare, sobre el curso superior
del Amazonas, Tiahuanaco, cerca del lago Titicaca, y Manoa, en los altos llanos del sur. Estas habrían sido las
ciudades visibles para el mundo, sin embargo habría ciudades subterráneas, verdaderas joyas, que serían las
depositarias de invaluables tesoros tanto materiales como espirituales a los que allende el tiempo se hacían
inaccesibles para los curiosos profanos, entre estas se encontrarían: Akakor, Budu, Kisch, Boda, Gudi, Tanum, Sanga,
Riono, Kos, Aman, Tat y Sikon.

Si esto ya de por si resulta asombroso, lo es más el siguiente relato acaecido por el año 570 de la era cristiana, en
que un grupo de navegantes todos ellos de las tribu de los godos, arriba a las amazonas con el objetivo implícito de
establecer una alianza que no es solo contingente, sino se remite a la semejanza de sus fundadores ,en un
parentesco sanguíneo que une a estas tribus godas con el pueblo de los Ugha mongulala .En el decurso de esta
historia aquellos dioses blancos y barbados serán absorbidos por el mestizaje, pero el inconsciente colectivo los
recordara como aquellos dioses barbados y blancos que aportaron cultura y avances a sus pueblos, retazos de esta
historia hay muchos y de ello se explica la facilidad de la conquista de muchos pueblos americanos ante el arribo del
blanco bárbaro en oposición al blanco civilizador según el relato de las crónicas.
Llegado a este punto es conveniente analizar los hechos desde una perspectiva especial que permita separar lo
humano de lo divino, si bien los hechos históricos parecen resultar interesante, el meollo del asunto será siempre lo
eterno, la búsqueda del arquetipo, así veremos reencuentros y desgracias acaecidas en un ciclo que es perenne y
que se niega a morir, a pesar del barniz de la ciencia oficial. Aquello nos habla que la mejor explicación de la vida es
situarla en una espiral o circulo, porque es en ella donde el Dios se manifiesta trayendo sus criaturas y sus formas
que vienen simplemente a recordar su pasado grandioso, por mucho que la ciencia del método se esfuercen en
sepultar. A esto llamaban los griegos eterno retorno y su entendimiento es la realización de la vida que aspira la
tradición, en suma la minne.

(Imagen 08)

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