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COMENTARIO CRÍTICO DEL ARTÍCULO TITULADO:

"ESPACIOS DE EXCLUSIÓN, IMÁGENES DE ALERTA, UN


RECORRIDO SEMIÓTICO POR LA CIUDAD COMO
INTERMITENCIA BIOPOLÍTICA".

Este artículo fue escrito por Antonio Tudela Sancho y fue presentado en las
jornadas "Sobre capital y territorio III(de la naturaleza de la economía
política... y de los comunes)" que, a su vez forman parte del proyecto "Sobre
capital y territorio" que se encuentra dentro del programa de "UNIA
arteypensamiento".

En este texto se analiza un artículo titulado "Olvidar a Benjamin" escrito


por Beatriz Sarlo en el 1995, se realiza una crítica a la semiología urbana
desde la perspectiva de Walter Benjamín analizando los aspectos políticos,
sociales y culturales de la ciudad parisina, capital del siglo XIX, como tema
y trasladado estos aspectos a diferentes lugares españoles.

Benjamín analiza la disposición y el funcionamiento de las diferentes


construcciones y recalca su uso marcado claramente por la sociedad
capitalista, además esta disposición se convirtió en un "modelo" que se
repetiría en las distintas grandes ciudades europeas.

Se presenta la ciudad como un organismo vivo que refleja la forma de vida


de los colectivos y gentes que viven en esta, provocando así su
transformación y adaptación a la forma de vida de estos.

Ahora se analiza distintas imágenes y su situación como ejemplo de estas


expresiones humanas.

Empezaremos por la Ilustración fronteriza: control y normalización del


acceso.

En estas distintas imágenes podemos ver la frontera de Ceuta y sus


diferentes partes. Se puede apreciar claramente una frontera triste y sin
vida, un simple lugar de paso, aunque como aclara el texto no todas las
fronteras son así recalcando las fronteras marítimas.
La frontera de Ceuta representa la separación de los dos mediterráneos, el
norte mediterráneo y "el "otro" mediterráneo, bárbaro, africano, musulmán
o animista, de piel cetrina o simplemente negra"(como textualmente cita el
texto). Representa la separación de dos culturas, de dos tipos de vida, la
privilegiada y derrochadora en contraposición a la "otra" cultura con menos
recursos y gente menos afortunada, por desgracia.

En esta frontera vemos como hay una clara distinción en el trato y la forma
de acceso de los ciudadanos con la nacionalidad europea y los que no, en el
texto, incluso, se llega a mencionar una separación de géneros en una parte
de acceso de los que no disponen de esta nacionalidad mientras que los que
sí no tienen esta separación.

Además, también vemos numerosas señales de prohibición en jardines o


parques, por ejemplo, que nos dan acceso o no los deniega y también a otros
diversos recintos como clubs, entrando así en la famosa distinción de zona
pública o privada que a veces se entremezclan encontrando así jardines, que
en un principio son para el disfrute de la población, convertidos en espacios
privados que deniegan el acceso a las personas y animales.

Como otro dato relevante cabe destacar que la señal que simboliza la
prohibición de animales muestra un animal claramente doméstico y cotidiano
como es el perro, mientras que la señal que deniega el acceso a personas
muestra la silueta de un hombre, o una mujer con pantalones dependiendo la
perspectiva con la que se observe la imagen.

También este escrito nos muestra como no solo las señales de la ciudad nos
indica donde podemos acceder y donde no sino que también nos dice como
debemos actuar, en donde encontramos los aseos, teléfonos, en que lugares
debemos guardar silencio y en cuáles no, nos indican cómo debemos
comportarnos y en donde para que se considere aceptable socialmente. A
través de numerosos elementos urbanísticos la ciudad, un elemento vivo, nos
informa de cómo comportarnos en nuestro entorno y como encajar en él, nos
hace reflexionar y pensar sobre nuestra vida constantemente. Esto se
puede ver en señales de peligro, por ejemplo, que nos indica que no tenemos
que hacer si queremos mantenernos seguros o en diverso símbolos, podemos
encontrar en un banco de Granada que dice "akí se especula" representando
esta "K" la anarquía y reflejando el pensamiento de la ciudad, esto son
simples ejemplos pudiendo encontrar millones más en cada ciudad.

De todos estos aspectos podemos sacar numerosas conclusiones pero la más


relevante, desde mi punto de vista, es que vivimos en una sociedad viva y
esto se refleja en nuestra ciudad, en la forma que esta se estructura, se
expresa y como esto repercute a su vez en nosotros, sus habitantes,
indicándonos una forma de actuar y de pensar.

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