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LIBRO: Espíritu de remontada

La energía necesaria para superar las dificultades de


la vida
José Luis Llorente
Empresa Activa, 2017

Reseña
A dos décadas de colgar la camiseta de su equipo de baloncesto, el Real Madrid,
José Luis Llorente ofrece un particular relato de la superación, desde el punto de
vista de un exdeportista de élite y estudioso de la naturaleza humana. Con ejemplos
que van desde Confucio hasta Rafael Nadal, el autor de Espíritu de
remontada infunde ánimos para que el lector inicie el camino para lograr sus
objetivos. getAbstract considera que esta obra, la cual, con un estilo desenfadado,
comunica ideas de gran utilidad, servirá como estímulo para aquellos que quieran
vencer sus propios límites.

Ideas fundamentales
• La ética, el seguimiento de normas, las relaciones personales y las metas que se persiguen
son aspectos compartidos por el deporte con la vida profesional.
• En la realización de un proyecto, no conviene dejarse atrapar por los sueños, porque en el
día a día se requiere concentración.
• En aquellas ocupaciones que sean monótonas o no logren entusiasmar, el reto consiste en
buscarles sentido.
• Incluso para dedicarse a algo que resulte muy agradable, para llegar a una meta serán
indispensables perseverancia y privaciones.
• Aun con las comunicaciones globales de hoy en día, las relaciones personales son
primordiales. Las vacantes siguen decidiéndose por referencias de boca a boca.
• A pesar de la inmediatez que impone la tecnología actual, la paciencia sigue siendo esencial
para ir en pos de algún objetivo.
• Conviene planear objetivos día a día y festejar tan pronto se cumplan.
• La familia y los lugares en los que se vive durante la niñez no se eligen. Estos forjan el
carácter. Al crecer, con voluntad propia, el entorno es responsabilidad personal.
• Tal como se aconseja a cualquier persona la práctica de ejercicio para mejorar su ánimo y
salud, los deportistas deben estudiar para equilibrar su mente.
• No hay que relajarse al conquistar una meta, pues tan pronto ocurra esto, dejará de existir
un reto para crecer de manera profesional y personal.

Resumen
El ánimo de superación

Es posible encontrar paralelismos entre el deporte y las facetas personal y laboral


de la vida, ya que comparten la ética, la obediencia de las normas, los vínculos
humanos y los objetivos perseguidos. Crear el entorno y la mentalidad de
superación no es asunto sencillo, pues ni siquiera los clubes deportivos más
destacados lo pueden duplicar a su voluntad. Se logrará remontar mediante la
emoción, que es el ímpetu que permite superar un estado rutinario. “Motor,
motivación, emoción no solo tienen el mismo origen etimológico sino los mismos
efectos”: impulsan, liberan de lo cotidiano y ayudan a trabajar con ímpetu.

Emprender la superación

El anhelo es el impulso para iniciar la superación, que puede ser motivado por la
promesa de conseguir un premio, ya sea el éxito de una empresa, conseguir un
empleo o socorrer a otros. También puede deberse a motivos de orgullo: alcanzar
fama o recuperar la reputación.

“El deseo es el punto de partida de las remontadas y también el que te empuja y te alienta
a continuar cuando las fuerzas decaen”.

Los anhelos son necesarios para emprender una carrera o poner en práctica una
idea, y además contribuyen a conservar el ánimo. Perseverar depende de la certeza
de estar logrando un trabajo útil. Sin embargo, durante la ejecución de un proyecto
usted no puede entregarse a los sueños, ya que en la vida diaria es necesario un
enfoque absoluto. Sobre la duela, en una jugada decisiva, un baloncestista no puede
estar fantaseando con la imagen de él en la premiación. Buscar un sentido a la vida
es una necesidad humana básica, que las personas intentan cumplir con
pasatiempos que los entusiasmen. Por tal motivo Mallory remontó el Everest,
Admusen fue al Polo Sur, Livingstone sondeó África y muchos individuos
completan un maratón.

“Te guste o no lo que haces, lucha por encontrarle un sentido, un propósito. Te recargará
de energía cuando te sientas vacío. Te ayudará en los momentos difíciles”.

Si bien muchos trabajos no son muy emocionantes, el desafío consiste en darles


sentido. De lo contrario, todos buscarían los mismos objetivos y se alejarían de las
ocupaciones monótonas. El punto de vista puede ser decisivo para cambiar la
actitud ante las labores, como se nota en la fábula del albañil que se sentía
frustrado por encargarse solo de acomodar ladrillos, en comparación con otro
albañil motivado, quien decía estar ayudando a construir un hospital. La
satisfacción de estar haciendo un buen trabajo es muy natural en el ser humano,
desde que es pequeño, incluso si se dedica a algún objetivo de menor importancia;
por ejemplo, conseguir la solución de un rompecabezas o de un sudoku.

“El talento sin compromiso no sirve para nada”.

Los resultados de la encuesta 2015 de Adecco –especialista en recursos humanos–


encontró que los profesionales con mayor índice de satisfacción son “los
deportistas, los científicos, los formadores, los médicos y los psicólogos”, los cuales
coinciden en que logran un objetivo que trasciende su actividad misma. Por
ejemplo, médicos y formadores ayudan a la gente a lograr una mejoría esencial, y
los científicos participan en una labor que podría conseguir progreso para la
humanidad.

Los valores

El tenista Rafael Nadal es considerado el mejor deportista español, por sus


aptitudes físicas y su espíritu de lucha, aunque tiene una cualidad que sobresale:
sus valores. Ha llegado tan alto debido a su modestia, la deferencia que muestra a
sus oponentes, su madurez emocional y porque sabe aceptar la realidad. Estos
valores se le atribuyen a la educación que obtuvo de su tío, Toni Nadal, quien le
enseñó que “la voluntad también se entrena”. En cambio, el piloto asturiano de
Fórmula Uno Fernando Alonso, de no ser por sus desplantes y declaraciones
controvertidas, pudo haber sido un campeón sin mancha, debido a su sobrada
capacidad. Adquirir valores puede lograrse con las siguientes estrategias: 1) busque
buenos ejemplos en quienes lo rodean; 2) asimile los valores experimentándolos; 3)
transforme los valores en creencias, 4) jamás deje de adquirir nuevos valores y 5)
observe también los valores que requieren las empresas, ya que en la vida
profesional habrá que alinearse a ellos.

El talento como fuente de entusiasmo

La gente que ha conseguido remontar cuenta generalmente con múltiples


habilidades. Ya sea que se relacionen o no con su campo de trabajo, las aficiones
pueden contribuir a acrecentar las habilidades o los conocimientos. Leer, escribir,
actuar en público o unirse a una asociación cultural, filantrópica o deportiva,
ayudarán a obtener más aptitudes para superarse y progresar.

“Si no eres ejemplar, no obtendrás el reconocimiento de los que te rodean”.

Se presume que Confucio dijo la frase “encuentra un trabajo que te guste y no


trabajarás en toda tu vida”, la cual es cierta, aunque tiene una falsa conclusión.
Confucio no tomó en cuenta que incluso para cultivar una afición muy placentera
serán necesarios empeño y sacrificios, y aun si algo le complace mucho a alguien,
de todas maneras, deberá esforzarse para conseguirlo.

“La generosidad es la virtud más apreciada en los jugadores de equipo”.


Para adoptar un pasatiempo se requiere un aprendizaje, que comienza desde las
prácticas más simples. Se sentirá satisfacción al lograr los primeros resultados:
ejecutar canciones con algún instrumento, esquiar en la nieve, escribir un texto,
preparar un platillo o anotar canastas. La repetición constante de ejercicios
produce confianza, ya sea en el baloncestista Drazen Petrovic –quien entrenaba a
diario– o en el nobel de literatura Gabriel García Márquez, quien en su primer
trabajo, en El Universal de Cartagena, se esmeró por redactar notas sin errores.

“Convierte la generosidad en un hábito”.

La confianza permitirá obtener la máxima productividad y dará el valor para


remontar. Sin confianza en sí mismo no será posible superarse. Cuando los equipos
están en una etapa exitosa, suelen declarar que se sienten confiados, lo que les
permite tener buen juicio para decidir, tomar las acciones apropiadas y conservar el
ánimo. Resulta conveniente analizar y poner en tela de juicio los asuntos, pero no
dude demasiado, pues la duda en un freno del ímpetu.

Juego en conjunto, generosidad y paciencia

No basta con que alguien sea un excelente jugador, pues este debe educarse
también a jugar en equipo. Hay otros animales capaces de organizarse, como las
abejas y otros homínidos, aunque solo el ser humano lo hace con un número
ilimitado de individuos, aun sin conocerlos. A pesar de las ventajas de la
comunicación global, el contacto personal sigue siendo insustituible. No por nada,
el principal método que emplean las empresas para reclutar personal siguen siendo
las referencias personales. Lo que sí cambiará en el futuro será tal vez el modelo
actual del trabajo subordinado. Al respecto, el intelectual Eduardo Punset opina
que “el concepto de empleo y la noción de jefe habrán desaparecido a mitad de este
siglo”.

“La reputación es un traje que confeccionas día a día. De ti depende que se convierta en
una seda de gala que resalte tus aptitudes o en un traje de buzo que hunda tus proyectos”.

Es obligación de los jefes generar un ambiente laboral propicio, que aliente a los
trabajadores creativos a aplicar su imaginación y a aumentar su rendimiento.
Muchas empresas ya están poniendo atención en este aspecto, preguntándose qué
tan felices se sienten sus empleados en la organización y haciendo lo necesario para
aumentar su bienestar. Ser generoso resulta benéfico. Para generar motivación,
considere las siguientes premisas: auxiliar a alguien cercano otorga placer; la
generosidad hace la vida más pacífica y genera más voluntad; quien sea generoso
con los demás, recibirá el mismo trato hacia él; comportarse con cortesía, gratitud,
disposición a ayudar y reconociendo lo que no se es capaz de hacer, será una fuente
de confianza personal y para el entorno; ser generoso logra lazos duraderos y la
generosidad sirve como una protección.

“Aunque pueda parecer paradójico, reivindico la calma, la espera, el sosiego, la paciencia


como un mecanismo de activación de la energía”.
Ante el raudo progreso tecnológico, parecerá contradictoria la paciencia; pero esta
cualidad es necesaria para perseguir cualquier meta. Los niños –que son inquietos
por naturaleza– pueden llorar si no cumplen sus afanes de inmediato, ya sean
juguetes, televisión o dulces, y a medida que crecen van aprendiendo a ser
pacientes. Al decir esto no se descarta que los adultos también necesiten estímulos.
En caso contrario, la vida sería un hastío. Planee metas cortas a diario y, una vez
cumplidas, festeje otorgándose un premio: comparta su logro, oiga una canción que
le guste o planifique alguna actividad para después de trabajar o para los días de
asueto. Pero no haga caso a la publicidad, que al parecer desea evocar nuestra
impaciencia infantil.

“Márcate tus propios hitos y cuando te falte mucho para el final no pienses en lo que te
queda, sino en lo que estás avanzando”.

Remontar requiere un cierto ritmo. Los entrenadores suelen exigir a los jugadores
mayor dedicación, aunque el arrebato tampoco consigue buenos resultados, puesto
que en ocasiones es preferible reducir la velocidad. Correr en exceso provoca
desorden y una merma de energía. Esto caracteriza los partidos de ligas infantiles,
en los que los niños buscan el premio inmediato: poseer el balón. Procure no jugar
como lo hacen los pequeños. Asimismo, cada persona tiene su propio ritmo. En su
libro Creatividad, S.A., Ed Catmull, uno de los fundadores de Pixar, afirma que la
tolerancia es necesaria para que los empleados consigan una vida equilibrada, pues
no es posible comparar el desempeño de un trabajador más joven y sin familia con
el de otro que tiene hijos. Los deportistas maduros compensan un menor
rendimiento físico con su mayor experiencia del juego y un análisis más veloz de las
circunstancias. La inflexibilidad no se adapta a las aptitudes de cada trabajador.

Un entorno propicio para la superación

El entorno es importante en la educación y formación de los valores que


determinarán el comportamiento adulto. El entorno puede resguardar, aunque
también puede destruir. Jugadores de futbol como Maradona o Ronaldinho
padecieron profesionalmente las consecuencias de tener una mala influencia de su
círculo cercano. Son bien sabidos los casos de deportistas profesionales
estadounidenses que malgastan sus fortunas. Cerca del 80% de los futbolistas se
enfrenta a dificultades tan solo dos años después de retirarse y, según datos
de Sports Illustrated, el 60% de los baloncestistas de la NBA no puede solventar
sus gastos legales a los cinco años de dejar sus equipos. Un reporte de Schips
Finanz afirma que el 50% de los futbolistas de equipos europeos termina en la
quiebra poco tiempo después de retirarse. Originarios de entornos necesitados, al
hacerse famosos estos deportistas se encuentran súbitamente rodeados de
personas que les pedirán enormes sumas de dinero.

“La evolución depende de tu propio juicio. Así pues, aliméntalo y busca las mejores
opciones por ti mismo. No pierdas de vista la corriente dominante, pero no te dejes llevar
por ella”.
Nadie escoge a sus padres, a sus primeros maestros ni los círculos en los que pasa
su niñez, los cuales determinan bastante el carácter. Pero una vez que puede tomar
decisiones propias, no hay pretextos, pues el ambiente adulto es responsabilidad de
cada uno. Usted elige a sus amistades, a sus mentores y sus entornos. Atine y será
una persona de más valía. También, la sociedad influye en las personas, en
ocasiones inhibiendo sus inclinaciones y valores. La influencia de los semejantes,
“el sesgo del grupo y los estereotipos” pueden llevar a juicios erróneos, aun cuando
la confianza en sí mismo sea alta. No es aconsejable adoptar las costumbres ni las
modas solo porque así han sido desde hace años o porque conformen la corriente
dominante. Es tan recomendable que los deportistas cultiven su mente como que la
gente haga deporte. Practicar ejercicio aminora la incidencia de padecimientos y
lesiones; disminuye el ausentismo laboral, y “mejora la calidad de vida”. Para un
atleta, extender sus conocimientos contribuirá a su equilibrio mental, ya que
comprenderá circunstancias extremas y relajará tensiones.

“Los deportistas deben estudiar y los profesionales (y el resto de la humanidad) deben


hacer deporte”.

Imite el “entrenamiento invisible” de los deportistas, que consiste en todo aquello


que se hace fuera de las jornadas de entrenamiento y que interviene en la
productividad del atleta; por ejemplo, una adecuada nutrición, el reposo y darle
cuidados al cuerpo. Para el cerebro se requieren tiempos de enfriamiento, por lo
mucho después de 70 minutos de labores. Las siestas agudizan la creatividad,
disminuyen la tensión y mejoran el estado anímico. La calma que trae el éxito es
antagonista del crecimiento profesional y personal. La frase del escritor francés
Alfred de Musset que dice que la cuestión primordial no es llegar a la cima sino
mantenerse en ella, alerta contra a la costumbre de la gente de relajarse cuando ha
alcanzado su objetivo. La energía se interrumpe una vez que se ha conseguido una
meta y, por consiguiente, se requiere un nuevo reto para no interrumpir la marcha.
Igualmente, la actividad empresarial exige un movimiento constante, debido a que
las preferencias del consumidor están en continuo cambio, y los rivales quieren
aventajar y reclamar una tajada mayor del mercado.

“Los grandes jugadores no se dejan arrastrar por la euforia. Todos los triunfos tienen su
fecha de caducidad: el día que se consiguen”.

En alguna época de la vida, usted puede ocupar un lugar en el banquillo, ya sea


porque llega el momento de instruirse, ocupar un cargo para el que se es
demasiado competente o al esperar una oportunidad para probar sus capacidades.
Esto puede provocar sentimientos adversos como temor y desmotivación, e incluso
podría dañar los nexos de pareja o familiares. Hay veces en las que las ansias de
perfección o el anhelo de llegar a una determinada meta no permiten ver lo ya
logrado, que tal vez es mucho, aunque siempre se desea más. No tiene nada de
malo ser ambicioso, pero si no se consiguen las metas, esto no debe ser motivo de
aflicción.

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