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Integrantes—

Angulo Montoya Edgar


Quezada Diego
Ortega Urquieta Maria Edith; ID:220041

Asignación—
Ensayo “Metodologua de muestreo para 20 hectareas de tomate (Lycopersicum
esculentum L.)

Fecha—
Domingo 30 de enero de 2022

Materia—
Contaminación y degradación ambiental con laboratorio

Profesor—
Mtra. Karla Yazmin Angulo Rosas
Introducción

El tomate Lycopersicum esculentum L. es una planta herbácea caracterizada por


tener un tallo volubre y largo. El tomate es considerado como la hortaliza número uno
en todo el mundo, esta posee un color rojo caracteristo formado por los pigmentos
licopeno y caroteno. Su producción anual en México es de 45 millones de toneladas
(Rojop, 2008), Sonora participa con el 3.4 % de la producción, en donde participan
los municipios de Cajeme, San Ignacio Rio Muerto, Bacum y Guaymas (SAGARPA,
2018). En general, se cultiva en climas con zonas templadas y calidad, siendo de 20
a 24 °C su temperatura óptima. El cultivo de tomate se da preferentemente en suelos
caracterizados por ser profundos, mullidos, con buena aireación, un pH ligeramente
ácido y una gran proporción de materia orgánica (SAGARPA, 2017). La producción
de tomate aumenta exponencialmente, por lo que es muy importante conocer lo más
básico previo a su cultivo, el cual es conocer si el suelo donde será sembrado es fértil,
y si posee los nutrientes y características necesarias. Una toma correcta de muestra
de suelo, es un proceso fundamental del cual depende el valor de los análisis y del
cual depende el valor de los análisis próximos, además es importante que esta sea
representativa por lo que debe efectuarse de acuerdo a un método especifico. De los
principales motivos por el cual se realiza un muestreo de suelo es porque se desea
corregir el suelo antes de ser cultivado, se busca encontrar las causas de las
anomalías vistas en el cultivo ej. poca producción y cambio de coloración en las hojas.
Además, previo a la muestra es importante observar si existen distintos tipos de
tierras, diferentes coloraciones en suelos y hojas, quemaduras y zonas donde hay
menor o mayor crecimiento (ICEA, s.f.). En el presente ensayo se comparte la
metodología de un correcto muestreo de suelo utilizada para 20 de hectáreas de
cultivo de tomate.

Desarrollo (metodología)

Primeramente, cabe destacar que el muestreo de suelo es la primera etapa en un


buen programa de fertilización y encalado. No está de más remarcar que, por más
bien hecho que sea el análisis, no corrige fallas en la toma de muestras.
Unidades de muestreo

Es importante hacer un mapa de la propiedad, indicando la posición de las parcelas


donde se realizará el muestreo e identificarlas. El mismo debe ser guardado junto con
los resultados de los análisis, para el seguimiento de la evolución del suelo a través
del tiempo. La parcela a muestrear debe ser uniforme en color, tipo de suelo, uso
anterior y posición en la pendiente. Las manchas (superficies no representativas de
las parcelas a muestrear) en la parcela no deben ser muestreadas o hacerlo
separadamente para no verse afectado (Orosco, 2012). En general, no es
conveniente muestrear áreas superiores a diez hectáreas, pero como en este caso se
trata de 20 hectáreas, en las cuales se desea sembrar tomate los cuidados al llevarse
a cabo el muestreo deben a ser mayores, ya que el terreno a muestrear es muy
grande, por lo que se vuelve más complicado y no deben verse afectados los
resultados por descuidos. Como auxiliares para separar áreas homogéneas, se
pueden usar cartas topográficas, fotografías aéreas y mapas de suelos.

Tipo y cantidad de muestras a tomar

En este caso se recomienda muestra compuesta, la cual se refiere a la muestra de


suelo obtenida por la extracción de varias muestras simples o submuestras, reunidas
en un recipiente y bien mezcladas, de donde se retiran de 0,5 a 1 kg de suelo. Son
las más usadas para la planificación de la fertilización. Se recomienda 15-20
submuestras por parcela de muestreo (Orosco, 2012). Ya que este, aunque es más
tardado la mayor parte de las muestras compuestas en el tiempo se emplean para
observar concentraciones promedio, usadas para calcular las respectivas cargas o la
eficiencia de un cultivo, en este caso el tomate, en el cual lo mejor es muestrear al
inicio de la floración, tomando la cuarta hoja con peciolo a partir del punto de
crecimiento del tallo principal (SAGARPA, 2017). El uso de muestras compuestas
representa un ahorro sustancial en costo y esfuerzo del laboratorio comparativamente
con el análisis por separado de un gran número de muestras y su consecuente cálculo
de promedios. En la toma de una muestra compuesta, se debe tener en cuenta que
cada submuestra sea del mismo volumen que las demás y representar la misma
sección transversal del volumen de que se toma la muestra (una misma profundidad).
Frecuencia y época de toma de muestra

En nuestra zona, la época apropiada para la toma de muestras de suelo sería en


verano-otoño y tomando en cuenta que el periodo optimo del tomate queda
comprendido del 10 de julio al 15 de septiembre. Hay que tomar en cuenta que, en
siembras anteriores a la época indicada, se tienen problemas con el amarre de fruto

El análisis de suelo debe ser repetido en intervalos de uno a cuatro años. Se emplea
mayor frecuencia de muestreo en parcelas con mayor intensidad de fertilización y de
numero de cultivos anuales consecutivos. La época de muestreo del suelo es definida
principalmente por las condiciones climáticas, con el tipo de cultivo como el tomate
La cosecha dura aproximadamente 30 días, en los cuales debes de cortar los frutos
que se encuentran de mejor tamaño, coloración y firmeza; logrando obtener hasta 10
kilos por metro cuadrado (Diaz, 2016); y con un buen cuidado de tus plantas puedes
llegar a obtener hasta 3 cosechas por año, por lo que se recomienda el muestrear 3
meses antes de la floración. Por las condiciones climáticas de esta región, la época
apropiada sería en verano-otoño, ya que es la época con un contenido mínimo de
nutrientes en el suelo. También en agosto-septiembre, para fertilizaciones de
septiembre-octubre y en noviembre-diciembre para fertilizaciones de diciembre-
enero.

Localización y profundidad de muestreo

Si el sistema es de siembra directa, se recomienda muestrear a 2 profundidades, de


0 a 10 y de 10 a 20 cm. los sistemas de siembra directa es plantar cereales de
invierno, trébol escarlata o veza vellosa en otoño y cortarlos antes de su floración para
cultivar hortalizas (como el tomate siendo más específicos) de verano o brassicas de
media estación sin labranza en el mantillo del cultivo de cobertura. Se recomienda
muestrear con menor frecuencia, la parte media de la calle o entrelineo. La
profundidad recomendada es de 0 - 20 y de 20 - 40 cm. Otra forma, mas detallada,
es a profundidades de 0 - 10, 10 - 20, 20 - 40 y 40 - 60 cm.
Sitios de Muestreo

El muestreo de suelos se deberá realizar al azar y en las siguientes formas. Para el


cual hay 3 tipos:

De los cuales, yo descartaría el de cuadricula, el cual, aunque a mi parecer es el más


exacto dado que cubre toda una parcela o hectárea por completo y en partes iguales,
tomando en cuenta que las hectáreas a muestrear son 20 me resultaría poco práctico,
dado que sería más tedioso y tardado por dicho número de hectáreas, por lo que yo
me iría por el intermedio, el cual es el de zig-zag.

Instrumentos

Un instrumento de muestreo requiere dos condiciones importantes:

1) que tome una capa uniforme desde la superficie hasta la profundidad determinada.

2) que se pueda obtener el mismo volumen de suelo en cada extracción. Entre ellos
se encuentran: el barreno (existen diferentes tipos) y la pala.

Situaciones no muestreables

No se deben tomar muestras de suelo a la orilla de los cami-nos, alambrados,


bebederos, dormideros, montes, surcos muertos, antiguas construcciones y sectores
de carga de fertilizantes o agroquímicos.

Las muestras de suelo virgen se deberán tomar dentro del monte o debajo de los
alambrados, estas sirven como puntos de comparación con los suelos bajo cultivo.
Envío de la muestra al laboratorio

La cantidad de muestra a enviar puede variar de 0,5 - 1,0 kg, envasada en bolsas
plásticas. El suelo debe estar preferentemente seco. Si se encuentra húmedo, secarlo
a la sombra sobre un plástico limpio. La muestra de suelo debe estar debidamente
identificada, con informaciones de la parcela (cultivos, insumos, labores culturales y
ubicación geográfica, topográfica y catastral), del responsable de la muestra (nombre,
dirección, localidad, teléfono, lote, Establecimiento) y profundidad de muestreo. Los
análisis deberán realizarse con suficiente antelación para que de acuerdo a los
resultados tomar los recaudos necesarios para la planificación de las actividades de
manejo del suelo y requerimientos de insumos(Orosco, 2012).

Conclusión

El cultivo de tomate es una actividad que resulta ser primordial a nivel mundial, y
específicamente en México que es uno de los principales países productores de esta
hortaliza, por lo tanto es vital seleccionar un suelo adecuado para su siembra, para
ello, se investigó una correcta metodología para la realización de un muestreo de
suelo la cual implica la la extracción del material que forma el suelo, de modo tal que
tenga en cuenta la variabilidad y el manejo del mismo, la elaboración de la muestra,
y por último, la toma de fracciones de dicha muestra para la realización de las
determinaciones analíticas concretas, con el cual se buscó conocer el estado de
fertilidad del mismo, los nutrientes que posee y así medir la disponibilidad que tiene
para el tomate, en su caso corregir el suelo antes de ser cultivado, observar si existen
diferentes tipos de suelos en dichas tierras, o en un futuro si es necesario, poder
conocer los motivos por lo que hubo grande o poca producción. Habiendo dicho esto
no se recomienda muestrear en más de 10 hectáreas, enfocándonos en el tomate
específicamente este se debe muestrear al inicio de la floración, tomando la cuarta
hoja con peciolo a partir del punto de crecimiento del tallo principal.

Referencias:
Audebez Díaz, R. A. (2016, 13 mayo). Innovación Agrícola. HYDRO ENVIRONMENT.

Recuperado 31 de enero de 2022, de

https://www.hydroenv.com.mx/catalogo/index.php?main_page=page&id=49

Giménez Orosco, R. G. (2012, 15 marzo). Cómo realizar un muestreo de suelo. Instituto

Nacional de Tecnología Agropecuaria. Recuperado 31 de enero de 2022, de

https://inta.gob.ar/documentos/muestreo-de-suelos

ICIA. Instituto Canario de Investigaciones Agrarias. Toma de muestras en suelos.


Consultado en:
https://www.icia.es/icia/index.php?option=com_content&view=article&id=3065&Itemi
d=420. 30/01/2021.

Rojop Bravo A. (2008). Control in Vitro con extractos vegetales de patógenos que
afectan al cultivo de jitomate (Lycopersicon esculentum). Tesis de Especialidad en
Ingeniería de Invernaderos, UAQ-Amazcala. México.

SAGARA. (2018). Producción de tomate (jitomate) Sonora - Nacional. Recuperado


de: http://oiapes.sagarhpa.sonora.gob.mx/notas/econo/prod-tomate.pdf

SAGARPA (2017). Planeación agricola nacional del jitomate Méxicano. Recuperado


de: https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/257077/Potencial-Jitomate.pdf

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