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Historia de la Argentina

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Sol de Mayo-Bandera de Argentina.svg
Historia de la Argentina
Historia de la Argentina
desde los primeros habitantes a la actualidad
Historia precolombina de Argentina
Poblamiento inicial y paleolítico
Culturas agroalfareras
Indígenas
Argentina parte del Imperio español
Descubrimiento y conquista de la Argentina
Gobernación del Tucumán
Gobernación del Río de la Plata
Corregimiento de Cuyo
Virreinato del Río de la Plata
Argentina parte del territorio mapuche
Puel Mapu
Formación del Estado argentino
Independencia
Autonomías provinciales
Organización Nacional
Argentina moderna
República conservadora
Primeras presidencias radicales
La «Década Infame»
Argentina contemporánea
Peronismo y antiperonismo
Durante el apogeo de la Guerra Fría
Recuperación de la democracia y globalización
Kirchnerismo y macrismo
UNASUR-Argentina.svg
Ubicación de la Argentina (incluyendo a las Islas Malvinas, la Antártida Argentina
y otros territorios reclamados) en América del Sur, y situación comparativa en un
planisferio.
La historia de la Argentina es la cronología de sucesos desde el comienzo del
primigenio poblamiento humano en el actual territorio de la República Argentina
hasta nuestros días.

Se inicia con los vestigios más antiguos de seres humanos en suelo argentino,
detectados en el extremo sur de la Patagonia, que datan de hace unos 13 000 años.
Las primeras civilizaciones agroalfareras se establecieron en el noroeste andino
desde el siglo xviii a. C.

La historia escrita de lo que es la Argentina, comenzó con los registros del


cronista alemán Ulrico Schmidl en la expedición de Juan Díaz de Solís en 1516 al
Río de la Plata, hecho que anticipa la dominación española que se impondría en
parte de esta región.

En 1776 la corona española creó el Virreinato del Río de la Plata, entidad


aglutinadora de territorios a partir de la cual, con la Revolución de Mayo de 1810,
comenzaría un proceso gradual de formación de varios Estados autónomos —llamados
provincias— o independientes, entre ellos el que llevó el nombre de Provincias
Unidas del Río de la Plata.

Con la declaración de la independencia el 9 de julio de 1816 y la derrota militar


del Imperio español en 1824 se formalizó la existencia soberana. En 1833 el Imperio
británico tomó posesión de las Islas Malvinas que entonces era una comandancia
militar de las Provincias Unidas, cuya devolución ha reclamado la Argentina desde
entonces.

Tras un prolongado período de guerras civiles, entre 1853 y 1860 se aprobó una
república federal con el nombre de República Argentina. Mediante guerras contra los
pueblos mapuche, tehuelche, ranquel, wichi y qom, conocidas como Conquista del
Desierto y Conquista del Chaco, la República Argentina tomó posesión de las
llanuras chaqueña y pampeana y de la Patagonia oriental, conformando su territorio
actual, el octavo más extenso del mundo.

Entre 1862 y 1930 transcurrió un largo período de estabilidad constitucional, en el


que debido a una gran ola migratoria proveniente sobre todo de Italia y España, la
población argentina creció cinco veces más rápido que la del mundo.

La implantación del sufragio universal para varones en 1912, completado con el


reconocimiento del derecho al sufragio a las mujeres en 1951, dio origen a una
serie de gobiernos electos por el voto popular, que se alternaron en el poder
partir de 1930 con dictaduras militares, gobiernos fraudulentos y gobiernos de
legitimidad limitada debido a las proscripciones políticas.

Luego de la derrota en 1982 en la guerra de las Malvinas contra el Reino Unido, la


última dictadura colapsó, siendo sus integrantes enjuiciados por graves crímenes de
lesa humanidad. En 1983 se inició un extenso período de democracia que continúa en
la actualidad, sucediéndose desde entonces nueve presidentes pertenecientes a tres
partidos: Raúl Alfonsín, Carlos Menem, Fernando de la Rúa, Adolfo Rodríguez Saá,
Eduardo Duhalde, Néstor Kirchner, Cristina Fernández de Kirchner, Mauricio Macri y
Alberto Fernández.

Índice
1 Poblamiento inicial
2 Historia precolombina
3 Argentina parte del Imperio Español (1516-1806)
3.1 Expediciones iniciales al Río de la Plata
3.2 Colonización del Río de la Plata (1527-1580)
3.3 Colonización del Tucumán (1549-1593)
3.4 Colonización del Cuyo (1560-1594)
3.5 Influencia jesuítica hasta su primera expulsión (1585-1767)
3.6 Descubrimiento y toma de posesión de la Antártida
3.7 Consolidación española (1600-1776)
3.8 Conflictos con Portugal y Brasil (1680-1828)
3.9 Creación del Virreinato del Río de la Plata (1776-1814)
3.10 Descubrimiento, asentamiento y gobernación en las Islas Malvinas
4 Argentina parte del Puelmapu (1650-1880)
5 Surgimiento del Estado nación (1806-1852)
5.1 Campaña libertadora
5.2 Campañas en el extranjero
5.3 Guerra civil
5.4 Las islas Malvinas con bandera argentina (1810-1833)
5.5 Presidencia de Rivadavia y guerra con el Brasil (1826-1828)
5.6 Gobierno de Juan Manuel de Rosas (1829-1852)
5.7 Islas Malvinas ocupadas por fuerzas británicas (1833)
5.8 Primeras expediciones a la península antártica y mares australes
6 La Organización Nacional (1853-1880)
6.1 Mitre
6.2 Sarmiento
6.3 Avellaneda
6.4 Roca
7 La República Conservadora (1880-1916)
7.1 La Revolución del '90
7.2 La Revolución radical de 1905
7.3 1910: el país del Centenario
7.4 Participación argentina en la exploración antártica y ocupación permanente de
la Antártida
8 El radicalismo en el poder (1916-1930)
8.1 El primer gobierno de Hipólito Yrigoyen (1916-1922)
8.2 El gobierno de Marcelo T. de Alvear (1922-1928)
8.3 El segundo gobierno de Hipólito Yrigoyen (1928-1930)
8.4 Acciones en pos de la defensa de la soberanía argentina en el sector
antártico
9 La «Década Infame» (1930-1943)
9.1 Contexto en el cual se produce el golpe del 6 de septiembre de 1930
9.2 La dictadura militar de Uriburu (1930-1932)
9.3 Presidencia de Agustín P. Justo (1932-1938)
9.4 Presidencia de Roberto Ortiz (1938-1942)
9.5 Presidencia de Ramón Castillo (1942-1943)
9.6 Reclamaciones antárticas y toma de posesión formal del territorio continental
antártico
10 El peronismo (1943-1955)
10.1 Antecedentes: la Revolución del 4 de junio de 1943 (1943-1946)
10.2 El primer gobierno de Juan D. Perón (1946-1952)
10.2.1 Polarización entre peronistas y antiperonistas
10.2.2 El intento de golpe de Estado del 28 de septiembre de 1951
10.3 El segundo gobierno de Juan D. Perón (1952-1955)
10.4 El Estado de Bienestar y la economía peronista
10.5 Polarización y golpe de estado
10.6 Acuerdo con Chile respecto a la Antártida
11 Argentina durante la Guerra Fría (1945-1991)
11.1 La «Revolución Libertadora» (1955-1958)
11.2 Presidencia de Frondizi (1958-1962)
11.2.1 Educación laica o libre
11.3 Golpe militar: gobierno de Guido (1962-1963)
11.3.1 Azules y Colorados
11.3.2 Salida electoral
11.4 La presidencia de Illia (1963-1966)
11.4.1 Gestión de gobierno
11.4.2 El derrocamiento
11.5 La «Revolución Argentina» (1966-1973)
11.6 Presidencias de Cámpora, Perón e Isabel Martínez (1973-1976)
11.7 El «Proceso de Reorganización Nacional» (1976-1983)
11.7.1 Guerra de las Malvinas (1982)
12 La recuperación de la democracia
12.1 El alfonsinismo (1983-1989)
12.1.1 Políticas contra los crímenes de lesa humanidad
12.1.2 Medidas económicas
12.1.2.1 Hiperinflación
12.1.3 Renuncia de Alfonsín
13 El menemismo (1989-1999)
13.1 Primer gobierno de Carlos Menem (1989-1995)
13.1.1 Políticas económicas
13.1.1.1 Privatizaciones
13.1.2 Indultos
13.1.3 Atentados terroristas
13.1.4 Pacto de Olivos y reelección
13.2 Segundo gobierno de Carlos Menem (1995-1999)
13.2.1 Desmoronamiento de la situación social
14 Presidencia de Fernando De la Rúa (1999-2001)
14.1 Continuidad de la convertibilidad
14.1.1 La crisis del 2001
15 Inestabilidad política (2001-2003)
15.1 Cinco presidentes en once días
15.2 Presidencia provisional de Eduardo Duhalde
16 El kirchnerismo (2003-2015)
16.1 Presidencia de Néstor Kirchner (2003-2007)
16.1.1 Elecciones de 2005
16.1.2 Antártida Argentina
16.2 Presidencia de Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015)
16.2.1 El Bicentenario
16.2.2 Reelección de 2011
16.2.3 Soberanía de las islas Malvinas
16.2.4 Elección del papa Francisco
16.2.5 Término del mandato
17 Presidencia de Mauricio Macri (2015-2019)
17.1 Primeras medidas
17.2 Bicentenario de la Independencia
17.3 Balance de medio término
17.4 Primera crisis económica y social
17.5 Segunda crisis económico-social y default selectivo
18 Presidencia de Alberto Fernández (desde 2019)
18.1 Pandemia
19 Véase también
20 Referencias
21 Notas
22 Bibliografía
22.1 Bibliografía general
22.2 Bibliografía especial
22.2.1 Por época
22.2.2 Historias especializadas
23 Enlaces externos
Poblamiento inicial

Mapa de las migraciones humanas fuera de África, versión de Naruya Saitou y


Masatoshi Nei (2002) del Instituto Nacional de la Genética del Japón1 que coincide
con la versión de Göran Burenhult (2000).2
Los primeros seres humanos que arribaron al actual territorio argentino parecen
haber llegado por el extremo sur de la Patagonia provenientes de lo que hoy es
Chile. Los restos más antiguos de la presencia humana se encuentran en Piedra Museo
(Santa Cruz) y se remontan al 11 000 a. C. Junto con los yacimientos de Monte Verde
(Chile) y Pedra Furada (Brasil) constituyen, hasta el momento, los sitios de
poblamiento más antiguos hallados en Sudamérica. Estos yacimientos sustentan la
teoría del poblamiento temprano de América (pre-Clovis).

Estos primeros habitantes del territorio argentino se dedicaban a la caza de


milodones,3 (mamífero parecido a un gran oso con cabeza de camello, ya extinguido)
[cita requerida] y de Hippidion saldiasi3 (caballos sudamericanos que
desaparecieron hace 8000 años),[cita requerida] además de llamas gráciles,
guanacos, y ñandúes.3

Cerca de allí, también es posible ver las pinturas de manos y guanacos estampadas
7300 a. C. en la Cueva de las Manos (río Pinturas, provincia de Santa Cruz). Se
trata de una de las expresiones artísticas más antiguas de los pueblos
sudamericanos y ha sido declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la
Unesco.

Para el año 9000 a. C. ya había comenzado el poblamiento de la pampa, en tanto que


la zona del Noroeste del país comenzó a ser habitada hacia el 7000 a. C..
Historia precolombina
Esta sección es un extracto de Historia prehispánica de Argentina.[editar]

Cueva de las Manos, a orillas del río Pinturas, en la provincia de Santa Cruz, 7300
a. C. El arte más antiguo de Sudamérica.
La historia prehispánica de la Argentina hace referencia a los desarrollos
culturales locales del actual territorio de la República Argentina previos a la
conquista y colonización por parte de España.

El primer registro poblacional del territorio actualmente controlado por la


Argentina se remonta al 12.° o al 13.er milenio AP, de acuerdo a los hallazgos de
Los Toldos y Piedra Museo.4 Entre los pueblos originarios, los cazadores y
recolectores habitaron la Patagonia, la Pampa y el Chaco. Los agricultores se
instalaron en el noroeste, Cuyo, las Sierras de Córdoba y después en la
mesopotamia. Tastil, en el noroeste, fue la ciudad precolombina más grande ubicada
en el actual territorio argentino, con una población de 2000 habitantes.5

Los pueblos indígenas argentinos se dividieron en dos grandes grupos: los cazadores
y recolectores, que habitaban la Patagonia, la Pampa y el Chaco; y los
agricultores, instalados en el norte, Cuyo, las Sierras de Córdoba y, más
tardíamente, en la Mesopotamia.

Los primeros rastros de vida humana en este territorio corresponden a pueblos de un


nivel cultural paleolítico que tres mil años atrás incorporaron los primeros
aportes culturales mesolíticos y neolíticos.6 Hasta la época de la conquista y de
la colonización europea, el territorio argentino ha estado ocupado por diversos
pueblos originarios, con diferentes organizaciones sociales que se pueden dividir
en tres grupos principales:78

Cazadores y recolectores de alimentos básicos canoeros oceánicos, como los yaganes


o yámana y los haush en Tierra del Fuego y los canales fueguinos. Cazadores y
recolectores, que habitaban la Patagonia, la Pampa y el Chaco.
Cazadores avanzados y recolectores de alimentos como los pámpidos, en el centro-
este: hets en las praderas y estepas de la región pampeana y norpatagónica; y
chonks en la Patagonia —invadidos desde el s. XVIII por los mapuches alfareros
procedentes de la zona cordillerana de la Patagonia— y los qom y wichi en la región
chaqueña.9 También pertenecen a este grupo los pámpidos charrúas y minuanes, que
habían incorporado la cerámica.
Los agricultores con cerámica como los guaraníes y las culturas andinas y
derivadas. A partir del segundo milenio, los avá (un pueblo amazónido conocido
desde el siglo xvii por los españoles como «guaraníes») invadieron el NEA y la
Región del Litoral; eran cultivadores de mandioca y avaty o maíz en forma de roza
(tala y quema de florestas) y por ello semisedentarios.7 Las culturas centradas en
la agricultura y ganadería del norte eran puramente sedentarias, y habían
desarrollado redes comerciales englobadas en el conjunto actualmente llamado
«quechua»; tras establecer un sistema cuasi estatal en torno a señoríos locales,
fueron sometidos por el imperio incaico hacia el año 1480. Influidos por estas
culturas andinas, otros pueblos como los diaguitas, calchaquies y huarpes
desarrollaron una agricultura y ganadería de menor desarrollo, adaptada a las
condiciones de las regiones llanas y serranas del centro de la actual Argentina y
de Cuyo.7
En los siglos XIV y XV, el Imperio incaico conquistó parte de las actuales
provincias de Jujuy, Salta, Catamarca, el extremo oeste de la provincia de Tucumán,
la parte oeste de las provincias de La Rioja y San Juan, el noroeste de la
provincia de Mendoza y, probablemente, el norte de la de Santiago del Estero,10
incorporando sus territorios al Collasuyo, que era la parte sur del Tahuantinsuyo o
regiones de tal imperio.

Tradicionalmente, se atribuye la conquista al monarca inca Túpac Yupanqui. Varios


señoríos de la región, como los quechuas, los likanantai (atacamas), los huarpes,
los diaguitas y otros, intentaron resistir, pero los incas lograron dominarlos,
trasladando a sus territorios a los mitimaes o colonos deportados de las tribus de
los chichas, que habitaban en lo que es el suroeste del actual territorio
boliviano. Otros, como los sanavirones, los lule-tonocoté y los henia-kâmîare
(popularmente llamados «comechingones»), resistieron con éxito la invasión incaica
y se mantuvieron como señoríos independientes.7

Crearon centros agrícolas y textiles, asentamientos (collcas y tambos), caminos (el


"camino del inca"), fortalezas (pucarás) y santuarios de alta montaña. Algunos de
los principales son el pucará de Tilcara, la tambería del Inca, el pucará de
Aconquija, el santuario de Llullaillaco, el shincal de Londres y las ruinas de
Quilmes.
Argentina parte del Imperio Español (1516-1806)
Artículo principal: Conquista y colonización española de la Argentina

El Planisferio de Cantino (1502), muestra la Línea de Tordesillas con la que se


dividió el mundo en 1494. Sería aproximadamente el meridiano 60 en medidas
actuales. En su extremo inferior izquierdo puede verse en blanco la zona (aún
ignota por entonces) en la que se encuentra el actual territorio argentino.

Universidades virreinales del Imperio español en América y Filipinas


La conquista española de parte del actual territorio argentino se realizó mediante
tres esfuerzos independientes: expediciones desde España hacia el Río de la Plata y
el Paraguay, expediciones organizadas en el Perú para ocupar las tierras del
Tucumán, y expediciones de Chile hacia Cuyo. De allí surgen las tres grandes
subdivisiones: Nueva Andalucía (después dividida en Río de la Plata y Guayrá-
Paraguay), Córdoba del Tucumán, y el Corregimiento de Cuyo. Las primeras dos
pertenecieron al Virreinato del Perú, la última a la Capitanía General de Chile. En
1779 las tres pasaron a formar parte del nuevo Virreinato del Río de la Plata.

Teniendo en cuenta que en el Imperio español la unidad social se concebía a través


de la unidad de la Fe de la Iglesia católica, gracias a la bula Sublimis Deus del
papa Pablo III de 1537 se declaró a los indígenas hombres con todos los efectos y
capacidades de cristianos.1112 Hoy en día, gracias al mestizaje, la población de
los países hispanoamericanos comparte antepasados indígenas y europeos, en diversos
grados.[cita requerida]

En este período se produjo la muerte de la mayor parte de la población indígena en


la catástrofe demográfica en América tras la llegada de los europeos, que llevó a
su vez al Imperio Español a introducir a millones de esclavos secuestrados en el
África subsahariana. Simultáneamente y a pesar de la prohibición impuesta por los
estatutos de limpieza de sangre, se produjo un generalizado mestizaje de la
población, en el que los hombres españoles mantuvieron relaciones sexuales—muchas
veces forzadas —con decenas y hasta cientos de mujeres indígenas y negras. Esta
situación causó un proceso de aculturación en los sectores no nacidos en España y
de ambigüedad ante el hecho de la conquista. El artista argentino Víctor Heredia
expresa este dilema en su obra Taki Ongoy:

Lo que debiéramos averiguar de una vez por todas a esta altura es ¿quiénes somos?,
¿los conquistadores o los conquistados?
Víctor Heredia13
El 20 de noviembre de 1542, el rey Carlos I de España firmó en Barcelona por real
cédula las llamadas Leyes Nuevas, un conjunto legislativo para las Indias entre las
cuales dispuso la creación del Virreinato del Perú en reemplazo de las antiguas
gobernaciones de Nueva Castilla y Nueva León, al tiempo que la sede de la Real
Audiencia de Panamá fue trasladada a la Ciudad de los Reyes o Lima, capital del
nuevo virreinato.
y te ordenamos y mandamos que en las provincias o reinos del Perú resida un virrey
y una audiencia real de cuatro oidores letrados y el dicho virrey presida en la
dicha audiencia la cual residirá en la ciudad de los reyes por ser en la parte mas
convenible porque de aquí adelante no ha de haber audiencia en panamá.
Leyes Nuevas
El flamante virreinato comprendió en un inicio y durante casi trescientos años gran
parte de Sudamérica y el istmo de Panamá, bajo diversas formas de control o
supervigilancia de sus autoridades. Abarcaba una inmensa superficie que
correspondía a los actuales territorios que forman parte de las repúblicas de
Argentina, Uruguay, Paraguay, Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador, Panamá, Perú y
toda la región oeste y sur del Brasil. Quedaban exceptuadas Venezuela, bajo
jurisdicción del Virreinato de Nueva España a través de la Real Audiencia de Santo
Domingo, y Brasil, que integraba el Imperio portugués.

Imperio español de Felipe II, Felipe III y Felipe IV (de 1556 a 1665) incluyendo
los territorios cartografiados y reclamados, reclamaciones marítimas (mare clausum)
y otros aspectos.

Audiencias del Virreinato del Perú, hacia 1650: (1) Real audiencia de Panamá, (2)
Real audiencia de Santa Fe de Bogotá, (3) Real audiencia de Quito, (4) Real
audiencia de Lima, (5) Real audiencia de La Plata de los Charcas y (6) Real
audiencia de Chile.
En el período virreinal la mayor parte del actual territorio argentino no pudo ser
conquistado por el Imperio español, debido a la resistencia opuesta por los pueblos
indígenas que habitaban esos territorios, principalmente en las llanuras chaqueña,
pampeana y la Patagonia.

En la pampa y la Patagonia dominaron los pueblos tehuelches hasta que en el siglo


xviii ingresó un gran contingente mapuche proveniente de la región de Arauco,
mapuchizando los pueblos que habitaban la Patagonia norte y la pampa, región que
tomó el nombre de Puelmapu.

En la llanura chaqueña dominaron los pueblos wichi y kom. En la región de los ríos
alto Paraná y alto Uruguay los jesuitas instalaron misiones indígenas guaraníes
organizadas como repúblicas teocráticas de tipo comunitario, con el fin de proteger
a sus miembros de las prácticas esclavistas de los encomenderos españoles y los
bandeirantes portugueses, que llevó a la Guerra Guaranítica entre 1754 y 1756.

La zona del Río de la Plata fue disputada en el período entre el Imperio español y
el Imperio portugués, dentro de la confrontación que ambas potencias mantenían a
escala global, generando una fuerte confrontación entre brasileños y rioplatenses
que llegó al enfrentamiento bélico en la Guerra de los Siete Años y luego durante
la guerra hispano-portuguesa de 1776-1777.

Expediciones iniciales al Río de la Plata


Los primeros europeos que llegaron a lo que actualmente es la Argentina, lo
hicieron buscando un paso hacia el continente asiático. Por entonces América era
solo un obstáculo entre España y las riquezas de Catay y Cipango en Asia. La zona,
además, estaba ubicada aproximadamente sobre la Línea de Tordesillas, la división
del mundo que se estableció por tratado entre España y Portugal y por lo tanto
tenía, para ambos países la condición de frontera aún no ocupada.

Aunque existen muchas discusiones sobre la autenticidad de los viajes de Américo


Vespucio, varios historiadores aceptan como un hecho que participó de la primera
expedición europea (portuguesa) en llegar al actual territorio argentino, más
específicamente al Río de la Plata en 1502.

En 1516 el navegante español Juan Díaz de Solís visitó lo que actualmente se conoce
como Argentina, navegando el actual Río de la Plata, al que denominó Mar Dulce por
su escasa salinidad. Llegó hasta la actual isla Martín García14 y murió tras
navegar un breve trecho del río Uruguay. Al regresar la expedición a España, una de
las carabelas naufragó en Santa Catarina, quedando abandonados allí dieciocho
náufragos. Uno de ellos, Alejo García, fue el primero en conocer la leyenda del Rey
Blanco, sobre un país rico en plata, realizando una excursión hasta la región de
Potosí en donde se halla el Cerro Rico, donde se hizo de un enorme tesoro de piezas
de plata. Al volver murió en un combate con los indios payaguaes.

En 1519 y 1520 Fernando de Magallanes recorrió toda la costa de la actual Argentina


durante la Expedición de Magallanes-Elcano, hasta el estrecho que lleva su nombre,
al que llegó el 21 de octubre de 1520.

En 1525 fray García Jofre de Loaísa dirigió una expedición que recorrió la
Patagonia e incluso se establecieron brevemente en el Puerto Santa Cruz para
reparar dos naves.

En 1526 el italiano Sebastián Gaboto tomó contacto en Santa Catarina (en Brasil)
con los guaraníes que habían pertenecido a la expedición de Alejo García y decidió
ir hacia el Imperio de Plata, navegando aguas arriba el río de la Plata conocido
entonces como río de Solís. El 9 de junio de 1527 Gaboto ordenó establecer dos
fuertes: uno en el actual territorio uruguayo (San Salvador) y otro, al que llamó
Sancti Spiritus, primer asentamiento europeo en el actual territorio argentino, en
la actual provincia de Santa Fe. Un expedicionario de Gaboto, Francisco César,
llegó posiblemente a Córdoba. Gaboto remontó también el río Paraná, el río Paraguay
y el río Bermejo.

Diego García de Moguer llegó a Sancti Spiritus poco después de Gaboto e intentó
imponer su autoridad. Sin embargo el hambre y las derrotas con los timbúes y
charrúas los obligaron a volver a España, donde difudieron las noticias sobre el
Rey Blanco y el Río de la Plata.

Portugueses y españoles aceleraron entonces los planes para tomar posesión de esa
región, que ambos consideraban estaba de su lado de la Línea de Tordesillas.

En 1531 Portugal envió una gran expedición al mando de Martín Alfonso de Souza para
tomar posesión del río de la Plata y expulsar a los españoles. Llegó hasta la isla
Martín García, que rebautizó Santa Ana. Se internó por el río Uruguay y se enteró
de que los españoles del fuerte de San Salvador habían sido derrotados. Decidió
entonces retirarse al cabo de Santa María (donde actualmente se encuentra La
Paloma, Uruguay). Allí realizó mediciones astronómicas y llegó a la conclusión de
que estaba del lado español de la Línea de Tordesillas, por lo que volvió a
Portugal sin realizar fundación alguna.

Colonización del Río de la Plata (1527-1580)


En la exploración y conquista que Sebastián Caboto hizo del Río de la Plata, el 9
de junio de 1527 construyó un fuerte en la desembocadura del río Carcarañá en el
río Paraná, a unos 50 km al norte de la actual ciudad de Rosario, al que dio el
nombre de Sancti Spiritus. Este fue el primer establecimiento español en lo que hoy
día es la República Argentina. Cerca de su ubicación se levantó después el pueblo
de Gaboto, en la provincia de Santa Fe, para conmemorar el hecho.

En una expedición posterior, en febrero de 1528, Diego García de Moguer al mando de


una expedición de tres naves, se detuvo a explorar la zona del Río de la Plata.
Navegando en abril por el río Paraná, encontró de improviso el fuerte Sancti
Spiritus. Sorprendido e indignado, ordenó al capitán Caro (designado por Sebastián
Gaboto), que abandonase el lugar, ya que esa era conquista que solo a él le
pertenecía por haber sido designado por Castilla para explorar esas tierras. Pero
vencido por los ruegos de Caro y su gente para que fuese en auxilio de Gaboto,
García siguió aguas arriba y entre lo que hoy día son las localidades de Goya y
Bella Vista se encontró con el piloto veneciano, quien le obligó a cooperar en la
búsqueda de la Sierra de la Plata, y juntos exploraron el río Pilcomayo, para
seguir después hacia el estrecho.

A todo esto, en Sancti Spiritus, los españoles descuidaron la defensa del fuerte, y
en septiembre de 1529, antes del amanecer, los indígenas tomaron por asalto la
fortaleza. Sebastián Gaboto y Diego García de Moguer se encontraban en ese tiempo
en el asentamiento de San Salvador, preparando hombres y embarcaciones, y no sabían
nada de lo que se estaba desarrollando en Sancti Spiritus, hasta que vieron llegar
a Gregorio Caro con los supervivientes, y la terrible noticia de la destrucción del
fuerte. Inmediatamente Gaboto y García se dirigieron al fuerte intentando rescatar
a sus hombres. En los alrededores de Sancti Spiritus hallaron algunos cadáveres
completamente mutilados; los bergantines defondados y hundidos, los almacenes
saqueados e incendiados. Solo dos cañones quedaron como testigos de la primera
fortaleza que se levantó en tierra argentina.

El 24 de agosto de 1534, Diego García de Moguer, viaja de nuevo en la carabela


Concepción hacia el río de la Plata, pasa por la isla de Santiago de Cabo Verde,
luego al Brasil, donde desciende el estuario de los ríos Uruguay y Paraná y funda
el primer asentamiento de la ciudad de Santa María del Buen Aire.

En 1536 Pedro de Mendoza fundó el Puerto de Santa María del Buen Ayre. Sin embargo,
el asentamiento fracasó debido a las hambrunas y los enfrentamientos con las tribus
indígenas. Algunos de los habitantes de la población, privados de alimentos y
sitiados por los indígenas locales, se vieron llevados al canibalismo. La ciudad
fue abandonada, y sus pobladores se establecieron en Asunción, que se constituyó en
centro de operaciones español en la región.

Mapa del Paraguay o Provincia del Río de la Plata, alrededor de 1600


Para 1573, no existían poblaciones hechas por europeos a lo largo del río Paraná,
territorio al que cronistas como Martín del Barco Centenera, llamaban el «Argentino
Reyno». Es así que Juan de Garay, partiendo de la ciudad de Asunción, acompañado
por los mancebos de la tierra y los planos de la ciudad, fundan Santa Fe en los
márgenes de este gran río, como nudo de comunicaciones entre la salida del Río de
la Plata y el Paraguay, con el Tucumán y Cuyo, el Alto Perú y Chile. Resulta así
que esta ciudad histórica, se transforma en la primera planificada en el
territorio, sobre la base de los ideales arquitectónicos renacentistas. Mientras
que en Europa, este modelo no se pudo llevar a cabo, América en general y Santa Fe
en particular, son evidencias concretas de este nuevo proceso de urbanización
planificado en cuadrículas, con un orden preestablecido a diferencia de las
anteriores poblaciones. Elementos que hoy pueden verse claramente en el Parque
Arqueológico de Santa Fe la Vieja en Cayastá.15

En este Argentino Reyno, solo Santa Fe existió por varios años y es allí en donde
viven los primeros pobladores a quienes se llamó argentinos. Martín del Barco
Centenera da cuenta de ello en su poema histórico "La Argentina", publicado en
1602.16

En 1580, saliendo desde Santa Fe, Juan de Garay refundó la Ciudad de la Trinidad y
Puerto de Santa María de los Buenos Ayres, que con el tiempo sería conocida
simplemente como Buenos Aires. Esta ciudad formaba parte de la Gobernación de la
Nueva Andalucía, dentro del Virreinato del Perú, con sede en Lima.

En el siglo xvii se establecieron las misiones jesuíticas guaraníes. Fueron pueblos


misionales fundados por la "Compañía de Jesús" entre los guaraníes y pueblos
afines, que tenían como fin evangelizar a los indios de las actuales provincias de
Misiones y Corrientes, en Argentina, y de importantes territorios actualmente en el
Paraguay. Cumplieron exitosamente su tarea hasta que en el año 1768, el rey español
Carlos III ordenó expulsar a los jesuitas.

Colonización del Tucumán (1549-1593)


En 1549, el capitán Juan Núñez de Prado fue premiado por el Virrey del Perú. Pocos
años antes los dominios españoles en los territorios incas habían sufrido una grave
crisis. Tras las denuncias de Fray Bartolomé de las Casas, el Emperador Carlos V
dictó nuevas leyes que daban grandes derechos a los indios: se prohibía el
esclavizarlos, torturarlos, convertirlos forzosamente al cristianismo, y enajenar
sus tierras. También se prohibía la transmisión de encomiendas por herencia. Esto
generó la Gran Rebelión de Encomenderos, en la que a duras penas el gobierno real
pudo imponer los nuevos derechos para los indios. Por su destacada labor, Juan
Núñez de Prado recibió la autorización para ocupar y gobernar las tierras del
Tucumán.

Al año siguiente (1550) Juan Núñez de Prado y sus compañeros fundaron la ciudad de
El Barco. Esto generó una protesta por parte de Francisco de Aguirre, que reclamaba
todo el Tucumán como parte de la Capitanía de Chile: en 1553 De Aguirre logró su
cometido, y trasladó a los pobladores fundando la ciudad de Santiago del Estero del
Nuevo Maestrazgo. Según los estudios de Narciso Binayán Carmona, tres siglos más
tarde la totalidad de los criollos en el Norte de la Argentina sería descendiente
de alguno entre los 103 miembros de la expedición de Núñez de Prado.

Los españoles buscaron consolidar el dominio en la región fundando ciudades en


puntos clave:

En 1558 Juan Pérez de Zurita fundó Londres de la Nueva Inglaterra, en la actual


provincia de Catamarca. Londres fue destruida en 1560 durante la primera guerra
Calchaquí, pero más tarde fue refundada. Ese alzamiento indígena logró mantener a
los españoles fuera de algunos territorios y causó que el Tucumán pasara de la
jurisdicción chilena a la peruana.
En 1561 Juan Pérez de Zurita fundó la ciudad de Nieva, luego refundada como San
Salvador de Jujuy.
El sobrino de Aguirre, Diego de Villarroel fundó en 1565 la ciudad de San Miguel de
Tucumán.
Jerónimo Luis de Cabrera fundó en 1573 la ciudad de Córdoba de la Nueva Andalucía
En 1582, Hernando de Lerma fundó la Ciudad de Salta.
Juan Ramírez de Velasco, al frente de la Gobernación del Tucumán, fundó la ciudad
de Todos los Santos de la nueva Rioja en 1591, refundó la ciudad de Londres en
1592, y fundó San Salvador de Jujuy en 1593.

Colonización del Cuyo (1560-1594)


La Crónica de Fray Reginaldo de Lizárraga contrapone la conquista de Chile con la
menos gloriosa (según él) colonización de Cuyo. La colonización no resultó
dificultosa y fue completamente pacífica, ya que una embajada Huarpe cruzó los
Andes para solicitar a los españoles les enviaran sacerdotes y arquitectos que les
enseñaran a construir ciudades. En 1561 los españoles fundaron Mendoza del Nuevo
Valle de La Rioja, seguida por San Juan de la Frontera en 1562 y San Luis de la
Punta de los Venados en 1594.

Influencia jesuítica hasta su primera expulsión (1585-1767)

Vista de la Manzana Jesuítica en el siglo XVIII. Dichos edificios aún se conservan.


En la esquina se observa la iglesia de la Compañía de Jesús. A continuación se
destacan la antigua sede de la Universidad de Córdoba (actual museo y biblioteca
mayor) y el Colegio Monserrat.

Misiones jesuíticas guaraníes.


Aunque ya en 1512 la Monarquía Hispánica acometió las reformas necesarias para
regular su trato de forma oficial y abolir la esclavitud indígena mediante las
Leyes de Burgos,17 se ha atribuido a la bula del papa Pablo III Sublimis Deus de
1537, que declaró a los indígenas hombres con todos los efectos y capacidades de
cristianos,18 cuyo efecto en la colonización española se dio en el mestizaje, el
cual fue excepcional: la conquista católica habría buscado incorporar a los
indígenas a su civilización y su Iglesia, aun a costa de la anulación de su
identidad cultural.[cita requerida]

En 1585 los jesuitas llegan a Santiago del Estero y en 1587 a Córdoba. En 1588
fundaron las primeras Misiones jesuíticas guaraníes y en el mismo año llegan al Río
Salado para evangelizar a los pampas.

Desde su llegada, los jesuitas erigieron a Córdoba como el centro de la Provincia


Jesuítica del Paraguay, en el Virreinato del Perú. Para ello necesitaban un lugar
donde asentarse y así iniciar la enseñanza superior. Fue así que 1599, y luego de
manifestarle dicha necesidad al cabildo, se les entregaron las tierras que hoy se
conocen como la Manzana Jesuítica.19

Las primeras manifestaciones culturales y científicas en el actual territorio


argentino fueron realizadas por las órdenes religiosas, en especial la de los
jesuitas que han hecho numerosas contribuciones significativas al desarrollo de la
ciencia y han sido descritos como "el principal contribuyente a la física
experimental en el siglo diecisiete."20

En 1613 con apoyo del Obispo Trejo, fue fundada la Universidad jesuítica de
Córdoba, la más antigua del país y una de las primeras de América, que dictaba
enseñanza en arte, teología y, a fines del siglo xviii, jurisprudencia. Ese año
también se crea la Librería Grande (hoy Biblioteca Mayor), que según registros
llegó a contar con más de cinco mil volúmenes. Ésta, como el resto de las
universidades del imperio español, participó activamente en el esplendor cultural
del Siglo de Oro, gracias al movimiento innovador liderado por la Escuela de
Salamanca.

En 1624 fue fundada la Universidad Mayor Real y Pontificia San Francisco Xavier de
Chuquisaca que aunque no exactamente en el actual territorio argentino desde su
creación tuvo una notable influencia.

La red de 25 universidades virreinales del Imperio español fundadas por toda


América a lo largo de casi dos siglos,21 difundió los importantes avances del Siglo
de Oro Español. También el Camino Real Intercontinental, que afectó a la ruta del
mercurio y de la plata de la Monarquía Hispánica que supuso una parte esencial en
el comercio entre Europa y América entre los siglos XVI y XVIII, así como contactos
culturales e innovaciones tecnológicas.22

En 1609 se funda la primera de las misiones jesuíticas guaraníes. Las treinta


misiones llegaron a ser, en el siglo xviii, un verdadero emporio comercial, un
"estado dentro del estado" como lo denominaban sus detractores, que se estableció
como un sistema de organización económica y social distinto al de las colonias que
las rodeaban. Su autonomía y la adaptación de la organización social comunitaria de
los guaraníes a un nuevo contexto permitió al sistema subsistir y progresar. Las
misiones eran pueblos indígenas, administrados por los mismos guaraníes (bajo la
mirada paternalista de los misioneros), donde la tierra se dividía en dos: la tupá
mbaé (propiedad de Dios), comunitaria, y la avá mbaé (propiedad del hombre), para
la explotación familiar. El excedente era comercializado por todas las colonias
circundantes (el Plata, Tucumán, el Brasil y hasta el Alto Perú y España) y les
proporcionaba medios a los jesuitas para expandir las misiones y mantener sus
colegios y universidades (como los que tenían en Córdoba, centro regional de la
Compañía de Jesús).
Los principales productos comercializados por las misiones eran la yerba mate, el
tabaco, el cuero y las fibras textiles. Sin embargo, las misiones debieron soportar
un fuerte asedio de los bandeirantes, partidas de portugueses que se internaban en
la selva para "cazar indios" con el objeto de venderlos como esclavos en su base de
San Pablo, que irónicamente nació como reducción jesuita). Las Misiones jugaron un
papel clave en la defensa del Paraguay y el Río de la Plata de la expansión
portuguesa. Justamente, después de la batalla de Mbororé, en 1641 (que duró 10
días), en la que un ejército de guaraníes al mando de los jesuitas (muchos de los
cuales habían sido antes soldados) derrotó a una bandeira (un ejército
lusobrasileño de bandeirantes), que se les permitió por primera vez a los indígenas
utilizar armas de fuego (si bien solo las de menor calibre). Estos ejércitos
misioneros fueron de gran utilidad durante los enfrentamientos entre España y
Portugal en el Río de la Plata.

No solo a trabajar, rezar y pelear les enseñaron los jesuitas, sino también música
y otras artes (de las que aún se pueden admirar se destacan las "barrocas"
arquitecturas exornadas con relieves barrocos resaltados en las piedras sillares o
tallados en los rojos ladrillos de tipo romano. Es así que, luego de la expulsión
de los jesuitas, muchos guaraníes se trasladaron a las ciudades coloniales, como
Corrientes, Asunción o Buenos Aires, donde se destacaron como compositores y
maestros de música, plateros y pintores.

Los primeros Jesuitas llegan a Buenos Aires durante el gobierno de Hernandarias en


1608 y fundan el Colegio de San Ignacio y en 1675 fundan el Real Colegio de San
Carlos.23 En 1654 el Cabildo de Buenos Aires encomendó a los jesuitas atender la
educación juvenil de la ciudad.

Los sacerdotes de la Compañía de Jesús, se instalaron al sur del Río Salado entre
1740 y 1753, con el fin de establecer una población permanente en la frontera del
estado colonial. Su intención fue la de hacer sedentarios e instruir a los
indígenas en la doctrina cristiana. La primera reducción, fue la "Reducción de
Nuestra Señora en el Misterio de su Concepción de los Pampas", fundada en 1740 en
la margen sur del Río Salado, por los padres Manuel Quevedo y Matías Strobel. La
segunda fue la "Reducción de Nuestra Señora del Pilar de Puelches", fundada en 1746
cercana a la margen de la actual Laguna de los Padres, por los misioneros Joseph
Cardiel y Tomás Falkner. Finalmente, la "Misión de los Desamparados de Tehuelches o
de Patagones", fue fundada en 1749 a cuatro leguas al sur de la anterior, por el
padre Lorenzo Balda. Allí lograron evangelizar a un gran número de indios pampas.
Strobel medió entre las autoridades de Buenos Aires y los pampas para establecer la
paz entre ellos. Falkner y su colega jesuita Florián Paucke recogieron una gran
información acerca de las costumbres y usos de los indios pampas y guaraníes que
plasmaron en libros y exquisitos dibujos que dieron origen a la etnografía en el
actual territorio argentino.

Arte de la lengua guaraní, impreso en Misión jesuítica de Santa María la Mayor en


1724.
En las Misiones jesuíticas guaraníes publicaron libros en guaraní sobre gramática,
catecismo, manuales de oraciones y hasta un diccionario. Las reducciones contaron
con la primera imprenta fundada por los padres Juan Bautista Neuman y José Serrano,
quienes armaron una prensa, fundieron los tipos necesarios y publicaron los
primeros libros. Las impresiones se hicieron en Nuestra Señora de Loreto, San
Javier y Santa María la Mayor.

El primer libro publicado fue el Martirologio Romano en 1700; más adelante el Flos
Sactorum del padre Pedro de Ribadeneyra en edición guaraní, y De la diferencia
entre lo temporal y lo eterno del padre Juan Eusebio Nieremberg. Fue muy rica y
variada la producción bibliográfica, conservándose todavía la mayoría.
La Expulsión de los jesuitas del Imperio Español de 1767 hizo que 2630 jesuitas
tuvieran que dejar Iberoamérica, lo que significó un terrible golpe a nivel
educativo, ya que la inmensa mayoría de las instituciones educativas del territorio
estaban a cargo de ellos como profesores.24

Véase también: Universidades españolas en el Siglo de Oro


Véase también: Misiones jesuíticas guaraníes
Véase también: Anexo:Jesuitas científicos

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