RELFEXION EN TORNO AL VÍDEO: “UN BUEN MAESTRO SABE QUE EN

TODO SER HUMANNO HAY GANDEZA” DE MARIO ALONSO PUIG

El etiquetar o estereotipar las conductas en un individuo siempre han sido tema de

análisis y reflexión desde mi práctica docente. Desde el primer día lo estipulo como
una regla fundamental de convivencia. Por eso, es que en cuanto vi el vídeo, me di
cuenta de lo importante que es incluir a mis estudiantes y nombrarlos por cómo
quieren ser nombrados (otra práctica que ejerzo al pase de lista) Nombrarlos les da
identidad y pertenencia. Ellos son quienes son y no existe nadie más que ellos.
Fuera de sus “fallas” académicas, me parece importante que la motivación en las
palabras es importante y a veces lo dejamos de lado. La fe que podamos depositar
incluso en aquellos a quienes ni sus mismos padres ven un futuro exitoso. Como si
el éxito fuera algo objetivo y medible dentro de un paramento de la norma.
El vídeo de Mario Puig, en ese sentido, me invitó a reflexionar en cuán
importante es la proyección que como docentes tenemos para forjar el espíritu y el
futuro de un joven estudiante. Ver oro en alguien en quien la sociedad solo ve
carbón, es una tarea difícil, pero satisfactoria cuando se logra (algo así como pulir
un diamante en bruto) incluso, me pareció que el mismo Mario Alonso utiliza esta
metáfora cuando cuenta que Benjamín era el único estudiante que sabía qué
características y propiedades tenía la obsidiana porque él mismo era esa piedra
bruta que con algo de trabajo y dedicación podía convertirse en un hermoso
diamante.
La empatía es fundamental para la labor docente, un docente que carece de
ella, con estas nuevas propuestas y cambios de paradigma no logrará trascender
en sus estudiantes más que con el aprendizaje teórico (que si bien importa no es
tan medular). Mirar hacia el Otro, desde lo que implica hacerlo. Ponerse en su
situación, llevarlo hasta la realidad propia puede ser una auto crítica de valor para
nuestra práctica. Debemos entender la diversidad que implica el adquirir
conocimientos, los cuales son bastos y complejos. Hay quienes son mejores en lo
conceptual, lo teórico, lo práctico y lo tradicional (conocimientos ancestrales) y eso
no desmerita ningún tipo de conocimiento, como lo plantea incluso la filosofía. Todos
los conocimientos sirven solo que son aplicados en distintos contextos de la vida.