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CONCLUSIONES

En conclusión, la COVID-19 ha obligado al mundo a considerar las deficiencias y los aspectos

desatendidos del flujo de desechos y cómo producimos, usamos y desechamos nuestros recursos

de atención de salud, desde la cuna hasta la tumba,» dijo la Dra. María Neira, directora de Medio

Ambiente, Cambio Climático y Salud en la OMS.

Tal como afirma la Declaración de Río para el Medio Ambiente y el Desarrollo, «los seres humanos

constituyen el centro de las preocupaciones relacionadas con el desarrollo sostenible. Todos tienen

derecho a una vida saludable y productiva en armonía con la Naturaleza».

La generación de residuos y una inadecuada gestión de los mismos también tiene como resultado

una fractura en la armonía entre los seres humanos y el medio natural. Los residuos pueden

suponer una fuente muy importante de degradación del medio ambiente (contaminación

atmosférica, contaminación de los suelos, contaminación de las aguas, alteración de los

ecosistemas, problemas de salud, etc.), razón por la cual se hace necesario clausurar todos

aquellos vertederos que no reúnen las condiciones necesarias para depositar los productos

residuales de las diferentes actividades socio-económicas. Pero por muy correcta que sea la

gestión final de los residuos, esta nunca eliminará todos los potenciales impactos ambientales.

Por esta razón se tiene que apostar por la valorización de la mayor parte posible de los residuos

generados mediante su reutilización y/o su reciclaje. Ahora bien, aún más importante que este

reciclaje, fruto de una recogida selectiva en origen, es la reducción de los residuos generados. Y de

la cantidad generada sólo una pequeña parte tendría que ir a disposición final, ya sea una depósito

controlado o bien una planta de incineración de residuos.


Existen diferencias importantes entre países, tanto en cuanto a la cantidad generada por cápita

como al porcentaje de los residuos que son recogidos selectivamente (vidrio, papel, cartón,

envases, materia orgánica, etc.) y no van a disposición final.

En los últimos años se está produciendo un constante aumento en cuanto a la recogida selectiva

mientras que también está disminuyendo la generación de residuos por cápita. Desgraciadamente,

esta disminución parece que tiene más a ver con la crisis económica de los últimos años que no

con una reducción voluntaria por parte de los ciudadanos, conscientes que en caso contrario se

está generando un grave problema ambiental. Todos los residuos, en mayor o menor medida, son

perjudiciales para el medio ambiente.

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