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BUENOS DÍAS

"Estén siempre alegres,


oren sin cesar, den
gracias a Dios en toda
situación"
1 Tes 5, 16-18a
Lunes 25 de octubre
Evangelio según San Lucas 13, 10-17

Un sábado, estaba Jesús enseñando en una sinagoga. Había ahí una mujer que llevaba dieciocho
años enferma por causa de un espíritu malo. Estaba encorvada y no podía enderezarse. Al verla,
Jesús la llamó y le dijo: “Mujer, quedas libre de tu enfermedad”. Le impuso las manos y, al instante,
la mujer se enderezó y empezó a alabar a Dios.
Pero el jefe de la sinagoga, indignado de que Jesús hubiera hecho una curación en sábado, le dijo a
la gente: “Hay seis días de la semana en que se puede trabajar; vengan, pues, durante esos días a
que los curen y no el sábado”.
Entonces el Señor dijo: “¡Hipócritas! ¿Acaso no desata cada uno de ustedes su buey o su burro del
pesebre para llevarlo a abrevar, aunque sea sábado? Y a esta hija de Abraham, a la que Satanás tuvo
atada durante dieciocho años, ¿no era bueno desatarla de esa atadura, aun en día de sábado?”
Cuando Jesús dijo esto, sus enemigos quedaron en vergüenza; en cambio, la gente se alegraba de
todas las maravillas que él hacía.

Palabra del Señor

Reflexión: Oración:
La ley

Detrás de la rigidez hay algo oculto en la vida de La ley, sí, pero ¿qué ley?
una persona. La rigidez no es un regalo de Dios. No la del puro que observa,
Mansedumbre, sí; bondad, sí; benevolencia, sí; desde una barrera de cumplimientos,
perdón, sí. Pero no la rigidez. Detrás de la rigidez a los equivocados, los perdidos, los transgresores.
siempre hay algo oculto, en muchos casos una No la de quien agarra la piedra y lapida al culpable
doble vida. Pero también hay algo enfermo. en nombre de un Dios cruel.
Cómo sufren los rígidos: cuando son sinceros y se No la de la virtud jactanciosa,
dan cuenta de ello, ¡sufren! Porque no pueden o el discurso hipócrita.
tener la libertad de los hijos de Dios; no saben No la de la brizna en el ojo ajeno,
caminar en la Ley del Señor y no son bendecidos. ni la del ego desmesurado.
¡Y sufren tanto! Parecen buenos, porque siguen la No la que esclaviza y no libera.
Ley; pero detrás hay algo que no los hace No la de credos impuestos.
buenos: son malos, hipócritas o enfermos. ¿La que se cumple por miedo? ¡No!
¡Sufren! Roguemos al Señor, roguemos por La del amor. Solo esa.
nuestros hermanos y hermanas que creen que

caminar en la Ley del Señor es volverse rígidos. Que se conmueve, arde, celebra y lucha;
Que el Señor les haga sentir que es Padre y que le que tiende los brazos. que entiende las caídas,
gusta la misericordia, la ternura, la bondad, la que aspira a todo desde el saberse poco.
mansedumbre y la humildad. Y que nos enseñe a La de la entraña estremecida
todos a caminar en la Ley del Señor con estas ante el misterio del prójimo.
actitudes. La del sollozo compasivo
que no renuncia a la esperanza.
(Papa Francisco. Homilía Santa Marta, 24 de La que sostiene la vida
octubre de 2016) sin conformarse con menos.
La de la risa sincera.
La de vaciarse hasta la última gota.
Y vivir. Y morir. Y resucitar.
Esa ley.

José María Rodríguez Olaizola, sj


Martes 26 de octubre
Evangelio según San Lucas 13, 18-21

En aquel tiempo, Jesús dijo: “¿A qué se parece el Reino de Dios? ¿Con qué podré compararlo? Se
parece a la semilla de mostaza que un hombre sembró en su huerta; creció y se convirtió en un
arbusto grande y los pájaros anidaron en sus ramas”.
Y dijo de nuevo: “¿Con qué podré comparar al Reino de Dios? Con la levadura que una mujer mezcla
con tres medidas de harina y que hace fermentar toda la masa”.

Palabra del Señor

Reflexión: Oración:
Jesús nos enseña la importancia de lo Quien siembra
pequeño. Hay que ser fieles en lo poco. En lo siembra con esperanza,
cotidiano estamos haciendo crecer la dinámica aunque el terreno
del amor que es el Reino de Dios. Nadie conoce no sea el mejor
las buenas consecuencias de una sonrisa, de y tenga piedras,
una palabra de aliento, de un compromiso zarzas,
cuidado y constante. Se siembra una semilla calveros,
pequeña, pero queda ahí y crece. ¿Qué lugares yermos,
siembro yo, inconstancias y discordias o ilusión pisados caminos
por Jesucristo? y aves en el cielo al acecho.

Quien siembra
Tenemos la experiencia contraria: una mentira
siembra con esperanza,
tiene repercusiones que quedan y crecen cada
aunque no sea dueño
día sin que sepamos cómo. En cambio nos falta
del tiempo,
confianza en esta Palabra: el bien es difusivo,
de las lluvias,
imparable.
de las heladas,
de los vientos,
También nosotros somos pequeños, como el
de las sequías,
grano de mostaza. Si te dejas cuidar y
ni de los calores
provocar por Dios, si dejas que él pruebe tu
que secan el terreno.
amor en la fragua de su Amor, entonces serás

como un árbol frondoso en el que todos Quien siembra


encontremos sombra, frescura, aliento y vive la esperanza,
descanso. sueña en parábolas,
lanza buenas nuevas,
goza la temporada
y anhela la cosecha;
pero, a veces, las preocupaciones
le hacen pasar las noches en claro,
y nada se soluciona
hasta que se duerme en tu regazo.

¡Saldré a sembrar
para continuar tu tarea
y cuentes historias
que florezcan en gracia!
Miércoles 27 de octubre
Evangelio según San Lucas 13, 22-30

En aquel tiempo, Jesús iba enseñando por ciudades y pueblos, mientras se encaminaba a Jerusalén. Alguien le
preguntó: “Señor, ¿es verdad que son pocos los que se salvan?”
Jesús le respondió: “Esfuércense en entrar por la puerta, que es angosta, pues yo les aseguro que muchos
tratarán de entrar y no podrán. Cuando el dueño de la casa se levante de la mesa y cierre la puerta, ustedes se
quedarán afuera y se pondrán a tocar la puerta, diciendo: ‘Señor, ábrenos’. Pero él les responderá: ‘No sé
quiénes son ustedes’. Entonces le dirán con insistencia: ‘Hemos comido y bebido contigo y tú has enseñado
en nuestras plazas’. Pero él replicará: ‘Yo les aseguro que no sé quiénes son ustedes. Apártense de mí, todos
ustedes los que hacen el mal’. Entonces llorarán ustedes y se desesperarán, cuando vean a Abraham, a Isaac,
a Jacob y a todos los profetas en el Reino de Dios, y ustedes se vean echados fuera. Vendrán muchos del
oriente y del poniente, del norte y del sur, y participarán en el banquete del Reino de Dios.
Pues los que ahora son los últimos, serán los primeros; y los que ahora son los primeros, serán los últimos”.

Palabra del Señor

Reflexión: Oración:
¿Serán pocos los que se salven? Esta pregunta Señor, todos queremos ser felices, plenamente felices.
revela por una parte una preocupación por la Tú has puesto en nuestro corazón el deseo de una
salvación, una preocupación que en nuestros felicidad infinita.
tiempos pocas personas tienen. Ni siquiera Pero no siempre acertamos a entrar por la puerta que
tenemos muy claro que es eso de la salvación. conduce a esa felicidad, a esa salvación.
¿Qué podemos decir de la salvación? Y, a veces, llegamos a pensar que no existe esa puerta,
que nunca podremos disfrutar una felicidad a la
- La salvación consiste en vivir como hijos de medida de nuestro corazón.
Dios, hermanos de todos los hombres y señores

de las cosas. Es la felicidad completa. Pero tú, Jesús, nos dices que existe una puerta que nos
hace entrar en la familia del Padre, en el calor de su
- Comenzamos a disfrutar de la salvación en casa.
esta tierra y la podremos gozar en plenitud Tú, Jesús, eres la puerta, el paso hacia la salvación,
cuando Dios termine nuestro peregrinar y hacia la felicidad que colmará todos nuestros deseos.
lleguemos a nuestra verdadera patria. Eres la puerta que nunca está cerrada, que está abierta
siempre y a todos, sin distinción, sin exclusiones, sin
privilegios.
- Es un don de Dios que ofrece a todos. Dios
Tú eres una puerta abierta, también y de forma
quiere que todos nos salvemos. Dios nos salva
especial a los que nos sentimos pecadores.
de todo lo que nos hace infelices y además nos
Tú nos esperas para abrazarnos, para perdonarnos,
ofrece la posibilidad de vivir como hijos suyos.
para curarnos,
para transformar y renovar nuestra vida, para llenarla
- Es un don que debemos acoger en la vida,
de alegría plena y duradera.
entrando por la puerta estrecha de la

solidaridad, de la austeridad, del compartir, de


Señor, tu puerta, la puerta de la felicidad es estrecha,
dar la vida… No importa saber si se salvaran
está abierta a todos, pero no está abierta a todo.
muchos o pocos. Importa salvarse y ayudar a
No caben todos nuestros caprichos, no cabe el orgullo,
que otros se salven, a que sean felices en esta
el egoísmo, la mentira, la injusticia que hace sufrir a
tierra y por toda la eternidad
tanta gente...
Ayúdanos a saber renunciar a todo lo que nos aleja de
tu perdón, de tu alegría, de tu misericordia
y así, tú puedas llenar nuestro corazón con el amor
más grande y la felicidad que no menguará jamás.
Amén.
Jueves 28 de octubre
Fiesta de San Simón y San Judas
Evangelio según San Lucas 6, 12-19

Por aquellos días, Jesús se retiró al monte a orar y se pasó la noche en oración con Dios.
Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, eligió a doce de entre ellos y les dio el nombre de apóstoles.
Eran Simón, a quien llamó Pedro, y su hermano Andrés; Santiago y Juan; Felipe y Bartolomé; Mateo y Tomás;
Santiago, el hijo de Alfeo, y Simón, llamado el Fanático; Judas, el hijo de Santiago, y Judas Iscariote, que fue
el traidor.
Al bajar del monte con sus discípulos y sus apóstoles, se detuvo en un llano. Allí se encontraba mucha gente,
que había venido tanto de Judea y Jerusalén, como de la costa de Tiro y de Sidón. Habían venido a oírlo y a
que los curara de sus enfermedades; y los que eran atormentados por espíritus inmundos quedaban curados.
Toda la gente procuraba tocarlo, porque salía de él una fuerza que sanaba a todos.

Palabra del Señor

Reflexión: Oración:
Jesús en este momento está rezando por nosotros Señor, tú llamaste a Abraham, a Moisés,
ante el Padre. [...] ¡Ese es su trabajo hoy: interceder a Samuel, a Jeremías...
por nosotros, por su Iglesia. A menudo olvidamos a cada uno lo llamaste por su nombre.
esto, que Jesús intercede por nosotros. Esta es Jesús, tú también llamaste a tus apóstoles por su
nuestra fuerza. Decirle al Padre: “Si Tú, Padre, no nombre.
nos miras a nosotros, ¡mira a tu Hijo amado que ora

por nosotros!”. Desde el primer momento Jesús Y a mí también me llamas por mi nombre.
reza: rezaba cuando estaba en la tierra y, ahora (dejo que resuene la voz de Dios en mi corazón,
desde el cielo, sigue intercediendo por cada uno de llamándome por mi nombre).
nosotros, por toda la Iglesia. ¡Intercede por nosotros Me llamas por mi nombre, porque me conoces, me
porque nos ama! El amor no mira si uno tiene una conoces mejor que yo mismo.
cara fea o una cara bonita: ¡ama! Y Jesús hace lo

mismo: ama y elige con amor. ¡Y elige a todo el Conoces mi capacidad de amar, de trabajar, de
mundo! En la lista no hay nadie “importante” -entre entregarme, de escuchar y compartir;
comillas- según los criterios del mundo: todas son esas capacidades que tú me diste y me ayudas a
personas ordinarias; son la gente común que desarrollar,
esas virtudes que alegran tu corazón.
comparte la misma característica: todos son

pecadores. Jesús ha elegido a los pecadores y sigue


Conoces también mis miserias, mis egoísmos, mi
eligiendo a los pecadores. Y esta fue la acusación
individualismo,
que le hicieron los doctores de la ley, los escribas:
el orgullo que me aparta de ti y los hermanos.
“Este va y come con los pecadores, habla con las
Conoces mi pobreza ¿y me sigues llamando?
prostitutas...”. ¡Jesús llama a todos! Recordemos la

parábola de la boda del hijo: cuando los invitados


Sí. Me amas tal como soy y cuentas conmigo.
no se presentaron, ¿qué hace el dueño de la casa?
Y me repites lo mismo que dijiste a San Pablo:
Envía a sus sirvientes: "¡Vayan y hagan entrar en la
tu fuerza se muestra perfecta en mi debilidad.
fiesta a todos los que encuentren! Buenos y malos",
A través de mi pobreza se hace presente la grandeza
dice el Evangelio. ¡Jesús ha elegido a todos!
de tu amor.
(Papa Francisco - Homilía, 9 de septiembre de 2014)

Señor, ayúdame conocerme y amarme.


Dame fuerza para responder a tu llamada.
Amén.
Viernes 29 de octubre
Hoy rezamos especialmente por los chicos de 3er año que reciben el sacramento de la Confirmación.

Evangelio según San Lucas 14, 1-6

Un sábado, Jesús fue a comer en casa de uno de los jefes de los fariseos, y éstos estaban espiándolo. Había
allí, frente a él, un enfermo de hidropesía, y Jesús, dirigiéndose a los escribas y fariseos, les preguntó: “¿Está
permitido curar en sábado o no?”
Ellos se quedaron callados. Entonces Jesús tocó con la mano al enfermo, lo curó y le dijo que se fuera. Y
dirigiéndose a ellos les preguntó: “Si a alguno de ustedes se le cae en un pozo su burro o su buey, ¿no lo saca
enseguida, aunque sea sábado?” Y ellos no supieron qué contestarle.

Palabra del Señor

Reflexión: Oración:
Esta forma de vivir apegada a la ley alejó a los Jesús, Señor, hermano, amigo,
doctores de la ley del amor y la justicia. Se quiero arriesgar mi vida por amar,
preocuparon por la ley, descuidaron la justicia. Se por servir, por liberar,
preocuparon por la ley, descuidaron el amor. [..] Y arriesgar contigo, siguiendo tu Evangelio.
Jesús sólo encuentra una palabra para estas

personas: hipócritas. [...] El camino que nos enseña No quiero ser conformista ni dejarme conducir
Jesús es totalmente opuesto al de los doctores de por criterios egoístas.
la ley. Este camino suyo, del amor a la justicia, Quiero jugarme entero por la limpieza del alma,
lleva a Dios. En cambio, el otro camino, el de por el amor verdadero,
apegarse sólo a la ley, a la letra de la ley, lleva a por esa santa belleza del universo creado,
la cerrazón, lleva al egoísmo. El camino que va del que nos confiaste a todos para su cuidado.
amor al conocimiento y al discernimiento, a la Y quiero ser caminante, peregrino,
plena realización, conduce a la santidad, a la creador humilde, criatura inteligente.
salvación, al encuentro con Jesús. [...] Jesús se

acerca: su cercanía es precisamente la prueba de Escojo ir de la mano con los pobres de la tierra,
que estamos en el verdadero camino. Porque es luchando por la justicia,
por la paz de un mundo nuevo.
precisamente la forma que Dios ha elegido para

salvarnos: la cercanía. Se acercó a nosotros, se


Te pido, Señor, tu Espíritu, soplo de tu alegría,
hizo hombre. La carne: la carne de Dios es el signo;
presencia de tu amor y fuente de mi energía,
la carne de Dios es el signo de la verdadera
Y la ayuda de tu Madre María,
justicia. Dios que se hizo hombre como uno de
mujer de esperanza, servidora creyente.
nosotros, y nosotros que debemos hacernos como

los demás, como los necesitados, como los que


Amén.
necesitan nuestra ayuda.

(Papa Francisco - Homilía, 31 de octubre de 2014)

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