LA HOTELERÍA EN

MÉXICO
El hombre ha viajado desde que se 1ene memoria y lo ha hecho por
diferentes mo1vaciones; las primeras tal vez en busca de mejores condiciones
de vida, conquistar y comerciar, y finalmente, en nuestros 1empos para
disfrutar del ocio que le ofrece el 1empo libre que ahora nos permite la
tecnología.

La historia del mundo es la historia de la lucha por el retorno a la unidad del

hombre, lo cual desde siempre ha incitado al ser humano a superar regiones,
cuencas, con1nentes, tribus, subculturas, subcivilizaciones, nacionalidades,
im- perios y zonas geopolí1cas, eliminando fronteras para tender a una 1erra,
a un hombre o a una civilización culta o a una cultura civilizada.

Cada época ha tenido su escala sucesivamente menor, regida por los medios
de comunicación: el hombre a pie, la tracción animal, la navegación interior y
la oceánica, la de la máquina de vapor, la de combus1ón interna, la eléctrica y
la aérea con su rápido desarrollo en nuestros días de velocidades
supersónicas. Para recorrer el mundo el hombre ha sido esclavo de los
recursos de la locomo- ción y del viaje.
Los inicios de la hotelería en nuestro país se remontan al
siglo XVI, el carácter hospitalario de los mexicanos se
registra desde la época prehispánica, en el imperio azteca,
donde los “coacallis”, ubicados cerca de los mercados o en
la entrada de las ciudades, estaban destinados a dar
albergue a los viajeros, especialmente a los comerciantes
No obstante, fue hasta el año 1525 cuando inició la
hotelería en México, en Orizaba, Veracruz, con la
apertura del mesón San Juan de la Villa Rica, propiedad
de la familia Paniagua, de acuerdo con los registros de
la Nueva España
10 de octubre de 1525: Autorizado a Francisco de Aguilar (el
mismo de la auto- rización del 20 de julio 1525), a quien: «Se le
dona un pedazo de 1erra entre Mede- llín y Villarica (Veracruz).
Se compromete a hacer y a adobar el camino y a mejorar los
puentes entre dicho si1o y Jalapa».
1.El tránsito de pasajeros por el camino de Veracruz a la Ciudad
de México y la necesidad de evitar el abuso de exigir
alojamiento a los pueblos, obligó a Cortés y al ayuntamiento de
México a expedir un arancel para venteros, curioso porque
indica el precio que entonces tenían los efectos de primera
necesidad. «Y aun cuando carezca de fecha es indudable que
fue dado antes de 1526,