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UNLP.

PERIODISMO DEPORTIVO
HISTORIA SOCIAL DEL DEPORTE

TEORICO 3 EDAD MEDIA, FEUDALISMO


Ficha interna de cátedra.

CRONOLOGIA

El Imperio Romano entró en una grave crisis y uno de sus síntomas fue su división
entre Imperio Romano de Oriente y Occidente durante el siglo IV d.C.
La crisis fue general y mientras el Imperio Oriental (Bizancio con sede en
Constantinopla) continuó vigente hasta el 1453, el Imperio de Occidente cayó (476)
como consecuencia de propio derrumbe interno y las invasiones germanas desde las
fronteras del norte. El Estado Romano desapareció, las ciudades se despoblaron y se
profundizó el poder de las aristocracias latifundistas. Por otro lado, el poder quedó en
manos de los nuevos invasores que se fueron cristianizando y se mixturaron con los
antiguos dueños de las tierras. Finalmente, la única institución que marcó una
continuidad con la época del Imperio Romano fue la Iglesia Católica.
El occidente cristiano europeo se fue constituyendo sobre los despojos del Imperio
Romano Occidental, las nuevas creaciones germanas y la siempre vigente Iglesia
Católica. Las etapas que recorrió su pasado durante la Edad Media se pueden
diagramar de la siguiente manera:

1. Siglos V a X. Momento de Feudalización.


Superposición y mixtura de tres tradiciones: la germana, la romana y la cristiana.
Cristianización del mundo germánico y formación de grupos dominantes entre la nueva
elite bélica germana y los grupos terratenientes existentes.

Hacia el año 800 d.C. Carlomagno intentó revitalizar Imperio Romano. Generó una
unidad política que tuvo su eje en parte de la actual Francia y Alemania con su centro
en la ciudad de Aquisgran. Luego de su muerte ese intento de generar un sistema
estatal único se fragmentó y por siglos no hubo ningún otro intento similar, primando
la típica fragmentación feudal.

2. Siglos X a XIV. Desarrollo en plenitud de la Sociedad feudal.


Desde el siglo X se pueden distinguir los signos de la expansión:
-las roturaciones, puesta en explotación agraria de territorios yermos;
-el nacimiento de nuevas ciudades, fruto de la emergencia y el incremento del
comercio en el seno del mundo rural, así como el aumento del comercio de largas
distancias.
-las cruzadas, emprendimientos bélicos y evangelizadores hacia el Cercano Oriente con
el objetivo explicito de la recuperación del Santo Sepulcro. Muchas veces fueron
operaciones en busca de botín, así como emprendimientos comerciales.

En materia política dominaron los Reinos feudales débiles en los que el Rey era uno
más entre los señores poderosos. Fueron siglos que vieron la lucha entre las dos
unidades políticas más importantes de la época: Imperio Romano Germánico
(invocación del generado por Carlomagno) y el Papado. Una lucha que con excepción
de algunas zonas (en especial Italia y el sur de Alemania) no implicó a la Europa en su
conjunto.

3. Crisis siglo XIV.

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La crisis fue generada por causas internas y externas. Entre estas últimas se han
ubicado la llamada Peste negra de 1348, la intermitencia de las pestes, las hambrunas
más frecuentes que en otros tiempos. Cambios climáticos.
Entre las causas internas se han mencionado la tensión extrema de luchas y conflictos
de clases habituales en el sistema feudal: la exigencia mayor de renta de parte de los
señores. A todo esto se sumaba la terrible Guerra de cien años entre Francia e
Inglaterra. Fue el período culminante donde hubo mayor cantidad de levantamientos
campesinos tanto en Inglaterra (1380) como en Francia (1350).

SOCIEDAD FEUDAL TIPICA


En torno al año 800, Carlomagno intentó fundar un nuevo Estado, pero fracasó. Luego
de su muerte sobrevino una extrema fragmentación del espacio público y jurisdiccional.
A la vez ocurrieron nuevas invasiones de pueblos escandinavos. Todo esto promovió
que la clase dominante de ex funcionarios del pretendido estado carolingio y los
grandes poseedores terratenientes van se fueran quedando con el poder político y de la
fuerza. Poder que es en realidad privado y fragmentado, con gran debilidad de las
fuerzas centralizadas de los reyes.

Europa occidental y cristiana reconoce una amplia región donde se desarrollaron las
formas típicas del feudalismo, área llamada “nuclear” que abarcaba la actual Francia y
el sur de Alemania.
En Italia, era reconocible la tradición romana y urbana, mientras que en Europa del
Norte dominaba la tradición germana. En un principio Inglaterra fue zona peculiar con
dominancia de agricultores libres.
Todas estas tendencias diversas tienden a unificarse hacia el siglo XI.

Como está formada la SOCIEDAD FEUDAL


Las clases sociales básicas son la de los señores feudales, propietarios de la tierra y los
campesinos quienes trabajan tierras en explotaciones agrarias.
Esla clase dominante de los señores se dividen en dos: los señores laicos, la clase
dominante propiamente dicha compuesta por propietarios guerreros y los señores
eclesiásticos. La Iglesia que a su vez se divide entre el ámbito regular (los monjes en
las abadías y monasterios) y la Iglesia Secular, en las parroquias en contacto con
mundo común, con su centralización en los obispados.

La unidad productiva bajo en feudalismo es el Señorío. Un señor laico grande o


pequeño, un obispado o una abadía pueden ser los propietarios de uno o varios
señoríos. Dentro de él existirán varias aldeas campesinas.

Mundo campesino
La economía campesina es un sistema productivo rural con eje en la aldea campesina
que no es más que un conjunto de familias con sus hogares y una zona de producción
rural cercana. Cada familia produce en un “manso” o terreno que posee desde
generaciones y que produce en parte para su propio sustento y en parte para el señor
(renta en especie). La economía aldeana se organiza solidariamente en común entre
los campesinos. La aldea no es un conjunto homogéneo. Dentro existen diferencias de
riqueza aunque la situación general es de dependencia con respecto al señor. Los
campesinos, según lo estipule la tradición, tendrán que trabajar en la reserva del señor
en las cercanías de su castillo (renta en trabajo).

Como se puede ver, existían distintos tipos de extracción del excedente de producción
fruto del trabajo de los campesinos. La renta en especie: parte de la producción rural

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es dada al señor; la renta en trabajo: los campesinos trabajan algunos períodos en
terrenos cercanos al centro del dominio señorial; la renta en dinero (aparece y se
solidifica con la emergencia urbana desde el siglo XI), el campesino vende sus
excedentes en el mercado y paga en dinero sus obligaciones para con el señor.

Algunas de las más importantes creencias y las actitudes de los campesinos: se


consideraban dueños de las tierras que trabajaban; recelo y permanente conflicto
defensivo contra quienes los obligaban a trabajar en las tierras señoriales (renta en
trabajo); recelo y actitud defensiva contra obligaciones con el señor. Con gran sentido
de solidaridad interna siempre en oposición a señores y a cualquier extraño a su
pequeño mundo. Los campesinos han apelado como actitud de resistencia a la tradición
y la costumbre contra las novedades que trataron de imponer los señores en el intento
de extraer más excedente.

De la variedad de situaciones legales y económicas de la etapa de feudalización, con el


suceder de los siglos, se va pasando a una homogeneización de la condición de los
campesinos. La mayoría caerá en servidumbre: con escasa libertad de movimiento
espacial, con limites a la posibilidad de heredar, con limitaciones para casarse con
quienes quisieran sin la aprobación del señor, con una carga tributaria anual por
cabeza. Todo sumado a las obligaciones y cargas que venían de antaño.

Desde el siglo XI aparecen nuevas formas de extracción del excedente por parte de la
clase dominante: el uso del bosque, el uso de tribunales de justicia, el uso del molino,
el pago de peajes para cruzar puentes sobre ríos. Las novedades son consecuencia de
la expansión de la dominación señorial bajo nuevas formas (llamadas poder de “ban”).

La vida rural estaba regida por trabajos rurales, siembra y cosecha. Regida por
estaciones y naturaleza. Así, el calendario laboral estaba ordenado por las estaciones
anuales. El calendario festivo y el poco tiempo libre también estaban guidados por el
calendario de trabajo rural. Las fiestas religiosas celebraban patronos y las fiestas
paganas muy antiguas campesinas rendían culto a deidades agrarias. En general las
celebraciones fijadas por la Iglesia y las paganas tendieron a fusionarse. Por ejemplo,
fechas relacionadas con la navidad o el martes de carnaval.

Algunas prácticas competitivas en las áreas rurales:


Juegos con pelota: La “Soule” (Norte de Francia) sin reglas fijas, se trataba de meter
pelota entre postes (arco), se jugaba en fiestas patronales, populares. Práctica
violenta. Juego popular rural. Similar a mezcla entre rugby y futbol. Llevar pelota de
aldea en aldea, a kms de distancia. Vale todo.
También se practicaba la lucha, con una enorme variedad regional en sus formas.

NOBLEZA FEUDAL LAICA


Este fue el grupo dominante. Fueron los mayores propietarios de tierras. En un sistema
dominado por la explotación agraria extensiva, quien poseyera las tierras era sin duda
el grupo hegemónico. Sumado a la posesión de las armas y el conocimiento y
entrenamiento en su uso.
Desde el siglo XII aparecen fenómenos que fueron fortaleciendo sus posiciones. Por
ejemplo aparece el “mayorazgo” que establecía que la herencia de la familia y el linaje
solo para el hijo mayor o primogénito. Esto tendió a impedir la fragmentación de las
propiedades con el paso de las generaciones. Los demás hijos varones pasaban a
formar parte del ejército privado.

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En su interior se estructuraba bajo una férrea jerarquía dominada por los señores más
poderosos y desde ellos hacia abajo se formó una pirámide integrada por cadenas
cuyos eslabones se formaron por lazos de fidelidad y dependencia personal entre el
señor y su vasallo (un señor de menor poder). Esos vínculos de fidelidad entre ambos
se edificaron sobre la base de juramentos de lealtad, amistad y ayuda mutua. Esos
lazos se terminaban por celebrar en rituales en los que se escenificaban juramentos,
obligaciones mutuas, entrega de feudos (tierras), ayuda en caso de ataque de terceros,
ayuda en educación militar a hijos varones, hospedaje en caso de visitas. Solían
superponerse con festejos y fiestas en castillos

El eje y la esencia de la vida de la nobleza laica era la guerra. Dedicaban mucha


energía al entrenamiento en el uso de las armas y las prácticas bélicas. En buena
medida, su vida se centraba en la rapiña interna y la tensión vinculada a posibilidades
de agresión externa (de otros señores). Los ejércitos medievales eran los formados por
los grandes señores. Así como no existía un Estado como el actual, no existía un
ejército nacional. Ante una guerra entre diferentes reyes, estos hacían llamamientos a
los nobles para sumar sus ejércitos privados en la defensa de la monarquía. Las
traiciones y venganzas fueron frecuentes.

Nobleza Eclesiástica
Tal como ya se ha mencionado, los obispados y los monasterios eran propietarios de
grandes extensiones de tierra, bajo los cuales había aldeas campesinas y como en los
señoríos laicos, en estos señoríos eclesiásticos también se extraía la renta feudal.

Las relaciones entre las dos ramas de la nobleza fueron conflictivas. Ambas peleaban
por el dominio y la hegemonía. La Iglesia siempre estuvo muy preocupada por lo que
consideraba un exceso de energía puesta en las empresas bélicas por parte de de los
señores laicos. Su temor era que el sistema en conjunto se debilitara fruto de las
guerras internas.
Hacia los siglos X y XI emergieron dos grandes líneas ideológicas y preceptivas desde
la Iglesia que fueron dirigidas hacia el conjunto de los grupos y en especial a la nobleza
laica: la paz de dios y la teoría de los tres órdenes.

Paz de Dios: siglo XI. Este ideario sostenía que Dios había delegado la paz en reyes
(romanos) con la misión de sostener la paz y la justicia, pero como eran incapaces de
cumplirla Dios había reasumido esos poderes y los había delegado en los Obispos
auxiliados por los nobles laicos (en un papel secundario).
Si se violaban ciertas reglas de violencia interna, la Iglesia tenía el poder de
excomulgarlos.
Fue un fuerte intento de evitar pillaje. Naturalmente, siguió habiendo violencia
interseñorial, pero apareció un elemento simbólico poderoso para frenar los impulsos
agresivos. La intención era dirigir la violencia guerrera hacia fuera de la cristiandad,
contra los infieles musulmanes. Nace el espíritu de cruzada y las primeras empresas
que organizaron los viajes bélicos y evangelizadores hacia el Oriente Medio con la
intención de recuperar el Santo Sepulcro en Jerusalén.

Modelo de los tres órdenes:

El monje Adalberón en su obra Carmen ad Robertum regem francorum del año 1025,
explicitó de esta manera las ideas que se conocieron más tarde como el modelo de los
tres órdenes:

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“El orden eclesiástico (oratores) no compone sino un solo cuerpo. En cambio la
sociedad está dividida en tres órdenes. Aparte del ya citado, la ley reconoce otras dos
condiciones: el noble y el siervo, que no se rigen por la misma ley.
Los nobles son los bellatores, los protectores de las iglesias. Defienden a todo el
pueblo, a los grandes lo mismo que a los pequeños y al mismo tiempo se protegen a
ellos mismos. La otra clase es la de los siervos (labratores). Esta raza de desgraciados
no posee nada sin sufrimiento. Provisiones y vestidos son suministrados a todos por
ellos, pues los hombres libres no pueden valerse sin ellos. Así pues, la ciudad de Dios,
que es tenida como una, en realidad es triple. Unos rezan, otros luchan y otros
trabajan. Los tres órdenes viven juntos y no sufrirían una separación. Los servicios de
cada uno de estos órdenes permiten los trabajos de los otros dos. Y cada uno a su vez
presta apoyo a los demás. Mientras esta ley ha estado en vigor el mundo ha estado en
paz”.

Como se puede ver, está basada en un supuesto funcionalista, organicista, donde cada
uno de los órdenes tiene una función necesaria en la sociedad, avalada por Dios. Para
que el todo funcione con normalidad, cada uno debe cumplir su papel. Los Oratores,
oran por la salvación de todos (los únicos que tienen la capacidad de conectarse con
Dios y mediar con él); los bellatores (bella=guerra), nobleza laica debe combatir para
defender a cristiandad; los laboratores, campesinos que deben trabajar la tierra para
mantener a los oratores y bellatores.

En la etapa floreciente del sistema feudal, siglos X al XIII, la geografía cristiano-


medieval se expandió por nuevos territorios y su población creció. El sistema
establecido básicamente sobre bases agrarias se extendió por nuevas tierras antes no
explotadas. Otros dos signos de la expansión fueron las cruzadas y la génesis de
pequeñas villas que en algunos casos devinieron en ciudades.

Expansión mercantil y urbana


El crecimiento comercial y urbano tiene básicamente dos vertientes: por un lado el
crecimiento del comercio de largas distancias y por otro el nacimiento de centros
urbanos fruto del crecimiento interno del sistema agrario.
Las corrientes comerciales de larga distancia estuvieron unidas al gasto señorial de
productos de lujo y de especies que unían Oriente con Occidente. Los navegantes
italianos de ciudades del Norte de Italia cumplieron un papel central (Por ej. Venecia,
Génova, Pisa). En el mismo sentido estaban los comerciantes del Norte de Europa
unidos en corporaciones o Ligas de comerciantes. (por ej. Liga hanseanica)

Dentro del mundo rural se fueron generando ferias comerciales estacionales y centros
urbanos más estables en los cruces de caminos. Primero muy vinculados al mundo
rural y luego cada vez mas escindidos, e independientes.

Con el tiempo los burgueses (habitantes de los burgos o centros urbanos) se ocuparon
del comercio, de la producción de artesanías, etc. Fueron comerciantes errantes que se
establecían definitivamente, siervos huidos de señoríos, una pequeña nobleza sin
tierras, desheredados o extranjeros viajantes.

Hubo distintos tipos de ciudades según su origen, status jurisdiccional y gobierno:


-Ciudades con gobiernos autónomos, libres, en especial en Italia (pequeñas repúblicas)
-Ciudades bajo el dominio de algún gran señor o rey. Estaban dentro de los dominios
de estos poderosos a quienes pagaban cánones por abrir los mercados, se pagaban

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peajes entrar y salir, para el ejercicio de la justicia, etc. En este caso los burgueses
luchaban por obtener la autonomía de los señores. Durante el siglo XII muchas urbes
lograron formar sus propios gobiernos y obtuvieron libertades comerciales.

En ese proceso, luego de obtener esas libertades, cristalizan en el poder familias y


oligarquías y otros sectores quedan desplazados. Así en el siglo XIV aparecen en
algunas ciudades agudos conflictos sociales y políticos, anti oligárquicos, con poco
éxito.
Una característica común de las ciudades medievales fue la formación de asociaciones
de artesanos por oficio: los llamados “gremios”. Agrupaban a los propietarios de los
talleres artesanales y reglaban todo lo concerniente al rubro: precios de compra y
venta de productos, cantidad de aprendices (regulación de la mano de obra), etc.
Tenían fuertes vínculos con el universo simbólico religioso y territorial en las ciudades.
Cada rama manufacturera solía afincarse en un área de la ciudad. Así, estaban las
calles y barrios de los carpinteros, los albañiles, los herreros, etc.

Prácticas Competitivas en las ciudades:


En las ciudades el tiempo libre tendió a escindirse de los dictados de la naturaleza
como sucedía en el área rural medieval.
Hubo algunas prácticas competitivas propias de estas áreas urbanas. Se sabe que se
desarrollaron en Francia y España un juego de pelota llamado Palma, o paume
(francés) que se practicó desde el siglo XII y XIII. Alfonso X de Castilla escribió sobre
estas competencias. Se trataba de un juego de pelota en dos campos con dos equipos,
se debía pasar al otro campo y el primero debía conservar su campo.
En el siglo XIV aparecen algunas salas cubiertas, con la idea de hacer rebotar la pelota
en la pared. Suelen ser escenario de competencias con equipos de rey (Señor de la
ciudad real o bajo jurisdicción del monarca) formado en algunas circunstancias con
príncipes que competían entre sí (con una lógica similar a la de los torneos). Sabemos
que el rey francés Luis XI en 1480 estaba preocupado por falta de fabricación de
pelotas. Existían cofradías de fabricantes de pelotas en Paris. En el siglo XV aparecen
raquetas y el juego estaba muy difundido en ciudades francesas, en muchas de estas
competencias participan las clases sociales más altas. En el siglo XVI había decenas de
canchas en Paris. Muchas similares a las del frontón actual. Con el tiempo y el
establecimiento de los códigos de la Corte Real Francesa (en la etapa del Absolutismo
monárquico) estas prácticas van desapareciendo.

Otro tipo de competencias medievales en algunas ciudades italianas ocurrían entre


barrios de las ciudades (italianas por ej.) Los universos territoriales se superponían con
las pertenencias a guildas y gremios, corporaciones que dirigían los talleres de
producción manufacturera en las ciudades. En los festivales urbanos y cívicos con
connotaciones religiosas se practicaban un conjunto de juegos: con pelota (como el
llamado “calcio”), la lucha; competencias de tiro con arco, etc. En esas celebraciones
no faltaban las danzas, los juglares itinerantes, los acróbatas y los malabaristas.

MENTALIDADES en la SOCIEDAD FEUDAL


Las mentalidades deben ser entendidas como concepciones del mundo, valores, signos
de distinción social legítimos, estilos de vida, horizontes mentales (que es lo concebible
y que no, cual es el sentido común de cada grupo o de cada época) según se considere
a los diferentes grupos sociales.

Ideales y creencias de los señores:

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Vienen de viejas tradiciones que se cristalizan en el siglo XII y hoy algo se ve en el
deporte (honor, caballerosidad).
Al describir las mentalidades de los señores laicos hay que destacar sus tres vertientes:
la mentalidad baronial y guerrera. La mentalidad cortes desde el siglo XI. Con el
surgimiento de las cortes señoriales en los castillos y la fuerte impronta del gasto y la
distinción en torno suyo. Finalmente la mentalidad caballeresca en torno al ideal bélico
y la formación de la caballería, desde el siglo XII se hacia la guerra en nombre de Dios.
Se luchaba para defender la fe, siempre dentro del marco del modelo de los tres
órdenes. Se superponían valores bélicos y fines asociados a la misión trascendental.
Para la nobleza laica guerrera, la misión trascendental justificaba su vida militar de
conquista. Implicaba aceptar ideales cristianos de vida que incluían virtudes morales
como el honor, la verdad, generosidad, modestia……….. que pasaron a ser virtudes del
caballero.

El honor (como valor y modelo ideal) se asocia al medio con el cual se obtiene el fin y
no a la obtención del fin en sí mismo. Es un código mediador en la obtención de los
valores del caballero. La posesión del honor es parte de la esencia del mismo ser y
habilita la pertenencia al grupo. Si no se es honorable no se es. Se pierde la esencia.
Está en relación con la dignidad, si se pierde el honor no se es digno de ser caballero,
de pertenecer al grupo de caballeros.
Se trata también de ocultar las formas y expresiones del orgullo terrenal, humano; en
procura de la humildad cristiana; la bondad y salud del alma; quedando los
requerimientos y placeres del cuerpo en último lugar. El alma en primer plano
(depositaria del costado divino en cada hombre). También se considera la posesión de
la juventud como valor positivo. Junto con la valoración positiva de las dotes del
guerrero, se elevan a primer lugar los valores de heroísmo y el coraje viril.

Las llamadas “Justas” y los “Torneos” fueron las prácticas competitivas de la nobleza
dominante. Cumplieron claramente un rol de distinción social para distanciarse de otros
grupos, campesinos, burgueses, pequeña nobleza, clérigos. También como aprendizaje
para la guerra. Mientras que las justas eran competencias individuales, similares a lo
que más tarde serían los duelos, los torneos eran luchas grupales de nobles contra
otros grupos nobiliarios. Todas ellas se celebraban en el contexto de festejos mucho
más amplios con un conjunto de otras actividades.

Nuevas mentalidades urbanas:


Emergen nuevas mentalidades producto de la nueva realidad de las ciudades, con
nuevos grupos sociales habitantes de esos burgos. Aparecen nuevas actitudes y nuevos
valores, que nacen de la experiencia y no de un ideario preestablecido. Los nuevos
grupos escapan al dominio de los señores, están librados a su propia vida y esto dota
de nueva fuerza y poder a las realizaciones del individuo, que queda lanzado a la
aventura y debe arreglárselas por sí mismo. Va cambiando su visión del mundo y del
lugar del hombre en el mismo.
En el mundo tradicional del señorío dominan las tradiciones poco modificables; las
divisiones estamentales entre grupos y las posibilidades de cada uno marcadas por el
nacimiento (si se nacía en el medio campesino no se podía cruzar el límite que lo
cercaba y lo distanciaba de otros grupos sociales como la nobleza).

Lentamente, en las urbes va surgiendo una nueva imagen del hombre. Ahora se lo va
concibiendo como dueño de su propio destino. Con bienes interiores, con posibilidades
de elegir, con libertad para aventurarse. Surge la idea del azar, de la fortuna ciega.
Pero también nace la confianza en sus fuerzas, en armar su propio destino (no por

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nacimiento, ni debido a razones exclusivamente divinas). Son los inicios de las
creencias que sostienen que el hombre puede hacerse a sí mismo. Se ponen en
evidencia sentimientos como el orgullo, la vanidad, la soberbia que los ricos burgueses
suelen mostrar sin ocultamientos. Sentir su propio triunfo, de haberse hecho a sí
mismo.
Estas creencias y actitudes tendrán suma importancia siglos mas tardes cuando se
desarrollen nuestros deportes actuales. En ellos tiene gran impronta el individualismo
que siempre está en tensión con las dotes y cualidades del conjunto (en los deportes
colectivos).

El individuo en la ciudad, separado parcialmente del medio natural y reconstruyendo su


propio hábitat va modificando las experiencias y sensaciones en relación a su propio
cuerpo y emociones, las pasiones y los dolores. Comienza a dar entidad a elementos
antes secundarios y negados para las creencias tradicionales.
Estas novedades entran parcialmente en contradicción con los postulados de la Iglesia
que suponían que el hombre era esclavo de sus pasiones y deseos, anclaje demoníaco,
así como los vicios que lo separan de su verdadero destino junto a Dios.
Para la burguesía naciente, va emergiendo el reconocimiento de la alegría de vivir,
disfrute del ocio. Los espacios de sociabilidad de la ciudad son muy valorados. Por
ejemplo las tertulias, la vida con el otro en plazas, mercados e iglesias mismas,
especialmente la taberna como lugar nuevo de sociablidad por excelencia. Así se van
desarrollando nuevos escenarios y nuevas experiencias: el juego, la música, la bebida.
La ciudad permitía un alejamiento del hombre del medio natural (con el cual el
campesino está forzosamente unido), emerge distancia de la naturaleza y eso hizo
posible observarla y estudiarla. Surge el placer estético. Nacen las técnicas que usan a
la naturaleza para fines humanos, y de ahí a la ciencia y al arte.

También aparece una nueva concepción de Dios y de la trascendencia. Esta ya no es


solamente divina, y en el otro mundo. Ahora la trascendencia puede ser también
profana, con el disfrute en la tierra de la vida. Por ejemplo, se podía acuñar una
fortuna para nuevas generaciones, para gozar en vida, ser sabio y adquirir fama, etc.
Es decir, se buscaba sobresalir y perdurar durante y con lo hecho en vida terrena. En
las ciudades de hecho había más lugar para el ascenso social. Los individuos podían
adquirir, potencialmente, la riqueza. En el medio tradicional, en el señorío, el lugar que
cada uno ocupaba estaba preestablecido al nacer.
En las urbes va apareciendo la sensación y la visión de un Dios algo más distante, con
una naturaleza y una sociedad como mediadores entre el hombre y Dios. Se podría
llegar a conocer los designios divinos y no solo padecerlos. Conocer la creación de Dios,
la naturaleza. Esos son postulados básicos de la actividad científica que prosperará
siglos más tarde.

La crisis del siglo XIV


La sociedad medieval sufrió una grave crisis a mediados del siglo XIV. Una crisis que
puso en riesgo la propia reproducción del sistema feudal.
La crisis devino fruto de una gran variedad de causas:
El crecimiento de población de la etapa expansiva promovió una situación en la que el
desarrollo tecnológico y productivo en el campo llega a un techo y no puede satisfacer
esa demanda poblacional creciente. Sin embargo, esta razón quedó supeditada a otras
como el crecimiento de tensiones entre señores y campesinos. Los señores aumentan
las exigencias y presionan para obtener más renta. Eso hace que las poblaciones de
productores se mantengan muchas veces en un nivel de subsistencia que las hizo
mucho más vulnerables a los azotes de los cambios ambientales (que ocurrieron en ese

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siglo) y la llegada de pestes de oriente. En algunas regiones, murió más de un tercio
de la población.

La recuperación, lenta, tardó muchos años en aparecer. El sistema feudal no murió


pero la salida de la crisis reconoce la aparición de un nuevo actor llamado a refundar el
sistema pero con otros ropajes: el estado monárquico.

Apartado para recordar:


Una clasificación de prácticas competitivas durante la Edad Media

Nobleza: justas, torneos, duelos, caza, tiro al arco, esgrima (relación con Guerra y vida
cortesana, más ideales caballerescos). Honor y valores caballerescos retomados en
deporte actual.

Ciudades, barrio vs barrio. Festivales. Palma. Mentalidad burguesa vigente en deporte


actual. Actitudes y creencias de grupos urbanos aparecerán en el deporte moderno
(por ejemplo el valor a la individualidad)

Área rural campesina: festivales, ferias, Soule, lucha, arco. Formas de competencias
rurales fueron resignificadas y cambiadas en deporte actual.

Bibliografía básica:

Duby, Georges: Hombres y estructuras de la Edad Media, Madrid, Siglo XXI, 1997

Duby, Georges: Guerreros y Campesinos. Desarrollo inicial de la economía europea


(500-1200), Madrid, Siglo XXI, 2009

Gillet, Bernard: Historia del deporte. Ed Oikos, Barcelona, 1971.

Hilton, Rodney: "La Naturaleza De La Economía Campesina Medieval", En Siervos


Liberados, Madrid, Siglo Xxi, 1978.

Mandell Richard: Historia Cultural del Deporte. Ed Bellaterra, Barcelona, 1988.

Romero, José Luis: La revolución burguesa en el mundo feudal. 1967

Romero, José Luis: Crisis y orden en el mundo feudo-burgués. 1967

Valserra, Fabricio: Historia del Deporte Ed Plus ultra, Madrid 1944

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