La educación, algo tan elemental y diverso, se ejecuta en este país
desde edades muy tempranas, y a diversos estatus, sin embargo, dentro de los contenidos iniciales de la educación, no está oficialmente contemplada la educación financiera. Aunque, no suele comentarse, es de suma importancia implementarla en diversos ámbitos, enfocándose en temas como; el ahorro, el presupuesto y la reducción de gastos innecesarios, los cuales deben ser incorporados en la mentalidad de cada humano.
En este ensayo con redacción simple y concreta, se especifica la
importancia de administrar los ingresos, así como también se busca crear conciencia en referencia a conceptos de educación financiera y económica, haciéndose reflexivo de lo necesario al momento de gastar, teniendo visión a futuro y limitando los excesos. Educación financiera para todos.
Generalmente se vive sin conocer si se tienen las herramientas
necesarias para sobrevivir a una crisis económica, incluso sin percatarse de este detalle financiero que puede llegar a ser vital en tiempos de colapsos. Es muy extraño, actualmente, cuando una persona elabora presupuestos frecuentemente para intentar cubrir sus gastos semanales, quincenales o mensuales, pero algo más llamativo sucede en el intento de dar cumplimiento cabal al presupuesto elaborado, entre la inflación, el monto estimado o los artículos extras que se necesitan, se complica el hecho de efectuar lo estipulado hasta en el simple momento de ir de compras al supermercado.
Ahorrar también cuesta arriba, sobre todo cuando la economía sufre
una súper inflación, sin embargo, no es imposible, destinar un monto al ahorro, evadiendo la compra de artículos innecesarios o de antojos, que hacen que nos desempeñemos en la vida como un “analfabeto financiero”; en vista de que dentro de nuestras costumbres no existe una cultura financiera que nos impulse al ahorro, sino más bien al consumo.
Comúnmente, se sigue al sistema, se repiten conductas no favorables
para la propia economía, ya que no hay manejo de términos y conceptos tanto económicos como financieros; los cuales deben irse incorporando en la población desde la educación primaria.
Adicionalmente, se debe aprender a planificar las finanzas personales,
con gestiones optimas que permitan ahorrar así sea de montos bajos, pero que al final de un lapso de tiempo, o de un año, puede verse representado en un monto significativo. Por tal razón, la gestión del futuro es esencial, como soporte ante riesgos o eventos desfavorables, como un accidente, enfermedad, reparaciones u otros. Hay que ser conscientes de lo que realmente se necesita y no lo que el impulso nos hace comprar, la clave es no discrepar con el “yo”; ser conscientes de que somos lo que consumimos, pero debe existir un nivel de control y autoconocimiento basado en aptitudes y valores para saber lo que realmente es necesario y no es un simple deseo, con capacidad de discernir entre lo esencial y lo accesorio.
La idea principal es lograr apropiarse del presente para planificar su
futuro, con herramientas y planes de cómo lograr lo que desea. Ojalá nuestra cultura implementara estos contenidos en las planificaciones escolares; para sembrar culturas de ahorro y cosechar a futuro adultos preparados con inteligencia financiera y económica. Conclusión.
La educación financiera y económica, es útil para la sociedad en
general, ya que, consiste en su capacidad para comprender los conceptos básicos de las finanzas personales y el manejo del dinero, en una aplicación que permita emplearlos en la vida financiera cotidiana, pero también se debe tener la habilidad de aplicar la administración para enfrentar los desafíos financieros y cumplir con sus objetivos.
Los recursos monetarios que se poseen en el ámbito personal, no son
algo que a la mayoría de las personas tenga la cualidad de saber administrar gracias a conocimientos adquiridos en la escuela. Sin embargo, con la rápida evolución de la tecnología, algunas de las lecciones que se logran aprender en ocasiones son complejas o poco aplicables, por diversos factores como en el caso de los consumidores de mayor edad, los cuales pueden haber aprendido cómo balancear una suma monetaria, gracias a que esto es precisamente una habilidad crítica, que se aprende con décadas de práctica, aunque para algunas personas no parezca tener relevancia. Bibliografia.
Denegri, M (2016). Como sobrevivir a una crisis económica. Video