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5.

Nanomateriales
Jaime García-Navas Luján

La nanociencia y la nanotecnología (N&N) se basan en el descubrimiento, desarrollo e


innovación del estudio atómico, a escala macro y microscópica de la materia. Se trata de un
concepto multidisciplinar, en el sentido de que, gracias a sus grandes avances a lo largo de
las décadas, han podido ayudar a muchas ciencias y disciplinas diferentes y a la vez
interconectarlas, ya que los beneficios que les aporta son ciertamente similares o
aprovechables para otras.

Estos avances se pueden llegar a reflejar en ámbitos muy cercanos a nuestro día a día, como
puede ser la medicina, con la posibilidad de fabricar recubrimientos de manera que nuestro
cuerpo evite generar una bioincompatibilidad con implantes, la tecnología de la información,
con una posibilidad de un almacenamiento de datos de alta densidad, la producción de
energía y almacenamiento, con la creación de células solares de bajo coste, la ciencia de
materiales, el uso de nanopartículas en materiales con propiedades estructurales para
reforzarlos, la investigación sobre comida, agua y medio ambiente, con la posibilidad de la
detección y neutralización de cualquier tipo de sustancias altamente nocivas para el cuerpo
humano, entre otras.

Los nanomateriales se caracterizan en poseer una estructura dimensional de intervalo


1-100nm y son formados por bloques constituyentes, previamente configurados. Hay diversos
tipos de nanomateriales, estos se pueden caracterizar por sus funciones, como pueden ser
las nanocapas y las nanoestructuras biológicas, o su composición, entre ellos los nanotubos
y los nanocompositos.

Hasta no hace mucho el estudio de la materia a nivel nanométrico pegó un salto brusco,
habilitando así la posibilidad de manipular molecularmente, pasando de trabajar con millones
de moléculas a solamente dos. Gracias a esto se pudieron descubrir muchas propiedades a
nivel atómico, como la conducción eléctrica, juntamente con su magnetismo, y, por ejemplo,
visualizar el spin de un átomo. En este ámbito, los ordenadores también cogen un papel
importante, siendo capaces de, no solo, resolver ecuaciones en las que se ven involucrados
millones de átomos, sino también en la simulación del de estas moléculas, lo que permite
estudiar el comportamiento de los procesos físico y sus relaciones con la estructura atómica
y química algo que hasta ahora poco se había imaginado.

Algo de lo que se ha percatado la ciencia con el estudio de los nanomateriales es de cómo,


las barreras del entendimiento de las tres ciencias esenciales, la física, química y biología, se
desvanecen al hablar de escalas tan pequeñas, haciendo que las tres disciplinas compartan
conocimientos para poder llegar a la compresión de estos conceptos. Un ejemplo claro de
esto es en el caso de la biomedicina. Si bien detectar una proteína maligna en el cuerpo
humano es complicado, ya que rebosamos de ellas y por muy malas que puedan ser
comparten las mismas características que las proteínas primigenias, gracias a la física, si se
introducen nanopartículas de oro, las cuales poseen una densidad electrónica muy elevada
en consideración a las proteínas, en el organismo se pueden utilizar para determinar la
posición de depósitos tóxicos, causantes de enfermedades como el Alzheimer. A partir de eso
se irradian ondas electromagnéticas con una potencia necesaria para calentar las partículas
y deshacer los depósitos. Este mismo proceso puede ser utilizado para la detección de células
cancerígenas, dada su alta capacidad fagocitadora. Dándonos a entender que el estudio de la
nanotecnología es algo que sigue en proceso y que engloba a todas las ciencias existentes ya
que es una ciencia relativamente reciente pero muy interesante y demandada.

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