En el principio legalizar el suicidio costó un mundo, pero la
opinión pública en las encuestas lo hicieron apremiante. Muchos sacerdotes católicos y pastores evangélicos predicaron en contra y protestaron por la iniciativa en el senado, mientras tanto, las estadísticas, el sentido común, y las noticias diarias, detallaban con morbosidad elocuente como la gente continuaba suicidándose. Por fin, decidieron que cada persona potencial suicida, debía dejar una contribución de cualquier índole al gobierno. Estas contribuciones fueron aumentando geométricamente a pasos agigantados, en un hecho sin precedentes, lo que marcó tanto política como socialmente al país. Las ganancias se incrementaron cuando en la bolsa de valores se dispararon las acciones. el banco internacional dio apoyo al gobierno y a su iniciativa y la gente dio aún más dinero, después de todo, nada podrían llevarse al otro mundo. en el primer articulo sobre la ley del suicidio se señala expresamente a este como “un acto voluntario, altruista, capaz de ser ejercido....”. De allí que muchos por vanagloriarse de buenos samaritanos y que sus nombres figuraran en los diarios locales, en letras destacadas de primera plana, entregaban todas sus posesiones y propiedades al gobierno, dejando en varias ocasiones a familiares sin nada con que vestirse. Era un tiempo de miseria moral y frío pesimismo, daba igual lo que se hiciera, porque la gente no se conmovía con nada. pero lo que causó gran malestar entre los círculos religiosos, fue catalogar el suicidio como un acto altruista, ya que los suicidas al caer de edificios aplastaron a transeúntes indiferentes, en otras ocasiones al lanzarse a vehículos en movimiento provocaron graves accidentes, con daños irreparables para las víctimas. los ministros en visita con ordenes amplias de investigar, se hicieron poco para tantos casos, que el dinero que se ganó en su momento se fue malgastando inútilmente. El gobierno, adoptó medidas supletorias y las denuncias de las víctimas fueron ocultadas; y se inicio una revisión a la ley sobre el suicidio en el senado. los sacerdotes católicos y evangélicos creyeron que con esto acabó su peregrinaje, pero su indignación fue tremenda cuando leyeron la nueva reforma, que señalaba que los potenciales suicidas para no contravenir las disposiciones de los artículos 4º y 6º , incisos primero y décimo respectivamente de la ley anterior, deberían suicidarse en privado, en lugares ventilados y dejando expresamente detallado para su ubicación posterior. el presidente calmó a las partes disidentes afectadas y los envió a sus hogares, que agradecieran vivir en una tierra de libertad y libre expresión , después de todo, el banco central y las acciones en la bolsa, repuntaban considerablemente y dándole más expectativas de inversión a los empresarios extranjeros, con el fin de darle trabajo a los cesantes.
Breve Historia del Salvaje oeste. Pistoleros y forajidos: Billy el niño, Jesse james, los Dalton, Wyatt Earp, Doc Holliday, Buffallo Bill, todos los personajes, las historias, los tiroteos, los duelos y escaramuzas de aquellos hombres que con el revólver en la mano forjaron su leyenda.