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Para Manu, un futuro cuentero,

quien me ayudó con la creación de Pilín.

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Como decía mi abuela: “si vas a tirar la toalla,
que sea en la playa”; ¡Si! la historia que te
contaré a continuación es justamente sobre la
perseverancia. Eso que nos ayuda fortalecer
nuestro carácter y nos permite no dejarnos
llevar por lo fácil y lo cómodo; dijo la cuentera
sonriéndole al público que estaba reunido en
la plaza.

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Este relato se desarrolla en el planeta
Biomundus, en Terrápolis donde habitan los
terrestres, pero el protagonista sueña con
vacacionar en Talápolis que es el mundo
marino; dijo la cuentera.

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Te cuento…; Pilín es joven como tú y además es
un conejo que vive feliz en Terrápolis y sueña
con pasar vacaciones en Talápolis, pues es el
único estado que le falta por conocer en el
Biomundus. Dijo la cuentera señalando a un
niño sentado en el público.

Pilín, es muy inteligente y creativo, pero como

lo que el desea es pasar una larga temporada
en las profundidades del mar, el traje y equipo
para bucear que normalmente se utiliza, no le
sirve.

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El conejo en su laboratorio, ha inventado
muchos objetos; por ejemplo, su última
creación fue la máquina multivegetales, que le
ayuda a convertir las verduras en cubos
deliciosos, evitando que su mamá lo regañe por
no comerlas; expuso la cuentera sonriendo.

Pilín después de muchos experimentos y

trabajo, creó una careta con un filtro especial
que extraía el oxígeno del agua.

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Felicitándose por su invento, el conejo llenó su
bañera, se colocó la “oxicareta” y entró al agua,
con todo y ropa.

Y comenzó a contar: un Misisipi, dos

Misisipis…, así hasta que llegó a cien Misisipis,
pero el material de la oxicareta se agujereó.
Pilín, salió de la bañera tosiendo y más rojo de
lo que normalmente es, pues la careta se había
llenado de agua.

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Después de un mes y mucho esfuerzo, logró
adaptar el filtro de la oxicareta a una
escafandra. ¿Sabes que es una escafandra?
¿No?, pues son esos trajes de una sola pieza al
que se acopla un casco hermético provisto de
unos tubos por donde se suministra el aire
desde afuera a los buzos y astronautas.

Bueno, la oxiescafandra era grande y la

bañera era muy pequeña para probarla,
entonces decidió ir a la piscina pública para
hacer el experimento.

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Cuando Pilín llegó a la piscina, todos se rieron
al verlo entrar con la oxiescafandra, pero su
mente de científico ignoró las burlas. Dijo la
cuentera, moviendo la cabeza en señal de
desaprobación.

El conejo, entró al agua y el traje funcionó por

mucho más tiempo que la oxicareta, llegó como
a tres mil Misisipis, pero era muy incómodo y
pesado.

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¡Ah! Algo que se me había olvidado
comentarte, es que la mamá de Pilín es
científica y seguía de cerca todos los
experimentos que hacía su hijo, pero
interviniendo solo si era peligroso o necesario.

Esa noche, cuando estaban cenando y

contando en la mesa como había sido su día,
Pilín relató a su papá y a su mamá el resultado
de su oxiescafandra.

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Sin que Pilín supiera, la mamá que era
experta en la creación de fórmulas con hierbas
y químicos, también estaba haciendo pruebas
para ayudarlo. Y al ver, que su hijo llevaba
mucho tiempo esforzándose le sugirió trabajar
juntos.

Pilín le agradeció y se alegró, pues siempre

que lo habían hecho, formaban un excelente
equipo.

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Al día siguiente, en el laboratorio de la coneja,
madre e hijo comenzaron a ensayar con
hierbas y químicos; fueron muchas horas…,
muchos días…, pero el trabajo dio buenos
resultados; encontraron un bebedizo que
permitía respirar bajo el agua.

La pócima fue probada con diferentes seres

vivos y cuando vieron que no representaba
ningún peligro, ellos también la tomaron

El siguiente paso fue hacerlo directamente en

el mar y decidieron ese fin de semana, ir a la
playa.

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¿Te imaginarás lo que pasó en la playa?; al llegar, el
papá decidió que estaría atento desde la orilla para
auxiliarlos en caso de ser necesario; la mamá y el
hijo, después de tomar la pócima entraron al mar y
llegaron hasta una de las ciudades más grandes de
Talápolis. Cuando regresaron a la playa, le contaron
al papá y decidieron que las próximas vacaciones las
pasarían en Talápolis para así cumplir el sueño de
Pilín; dijo la cuentera haciendo señales al público,
para que supieran que en pocos minutos iniciaría
una nueva historia.

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Sabes…, esta y otras historias las podrás
disfrutar, también, como audiocuento en mi
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Gracias

La cuentera

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