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¿Precepto O Ejemplo?

El rey Salomón se nos presenta en dos relaciones muy diferentes. Por un lado se hace
referencia a los resultados que habrían producido sus preceptos, tales como los del libro de
Proverbios, en prevenir la gran rebelión, si se hubieran tomado en cuenta por su hijo. Por otro
lado su conducta se señala como la causa principal de la rebelión. Como ya se ha visto,
Roboam aparentemente siguió el mal ejemplo de su padre, antes que sus buenos consejos,
con resultados desastrosos.

Como ilustración, podemos mencionar solamente a dos reyes.

Asa, como Salomón, se alejó de Dios en su vejez, “y en aquel tiempo oprimió a algunos del
pueblo”, 2 Cr.16:10-12. Esto fue la misma queja que se hizo contra su antepasado. No
solamente esto, pues, su opresión del pueblo tuvo las mismas características como la de
Salomón. Es casi cierto que se relacionó con el episodio de 1 Rey.15:22, cuando Asa convocó a
todo Judá, “sin exceptuar a ninguno” para las obras que quiso completar. Además, llegó a ser
como “el rey viejo y necio que no admite consejos”, Ec.4:13, en que él rechazó el mensaje de
Dios dado a él por medio del vidente Hanani.

Su hijo, Josafat, aunque fiel en muchas cosas, desobedeció más de una vez el consejo de
Salomón, “hijo mío, si los pecadores te quisieren engañar, no consientas” Pr.1:10. Compárese
2 Cr.18:1,3; 19:2, etc. El, también, fue gran imitador de Salomón porque, como él, “contrajo
parentesco” con otros reyes, 2 Cr.18:1, 1 R. 3:1, “edificó ciudades” de aprovisionamiento, 2 Cr.
17:12, 1 R. 9:19, “hizo naves” para ir de Ezión-geber a Ofir por oro, 1 R. 22:48, 1 R. 9:26-28.

Asa, Josafat, y otros destruyeron los lugares altos de idolatría a lo largo del país. Ezequías había
ido más lejos al destruir aún aquellos donde se adoraba al Señor. Con todo, hasta los días de
Josías ninguno se había atrevido a tocar los lugares altos construidos por Salomón. Así, toca a
Josías el gran honor de haber borrado finalmente tanto la ido idolatría de Jeroboam como la
de Salomón, 1 R. 23:13 y 15.

Un detalle incidental echa luz sobre la carrera de Salomón. 1 R. 14:21 corroborado por la
porción paralela, 2 Cr.12:13, dice que Roboam tenía cuarenta y un años de edad cuando subió
al trono. Según 1 R. 11:42 y 2 Cr. 9:30, el reinado de Salomón duró cuarenta años; de modo
que, tenía que haberse casado con la madre de Roboam, quien era Naama, amonita, antes que
subiera al trono y en vida de su padre, David. Tomado en cuenta, esto arroja luz sobre la
preocupación expresada en más de una ocasión por David acerca del estado del corazón de su
hijo. En 1 Cr.28:9 le advirtió: “Y tú, Salomón, hijo mío, reconoce al Dios de tu padre, y sírvele
con corazón perfecto”. En 1Cr. 29:19 oró por él, pidiendo: “Asimismo da a mi hijo Salomón
corazón perfecto.” David ya tenía evidencia de la debilidad de Salomón en este sentido
habiendo él tomado por mujer a una amonita.
Sin duda, el hecho de tener llenas las manos en servicio para Dios, le salvó a Salomón del
desarrollo de su debilidad en el comienzo de su reinado. Pero, después que se había
construido el Templo y terminado otras obras que había emprendido, tenía tiempo libre para
meterse en cosas perjudiciales, y 1 R. 11 demuestra los resultados en toda su extensión. Fue
justificado el temor que sentía su padre cuando ver. 4 “sus mujeres inclinaron su corazón tras
dioses ajenos, y su corazón no era perfecto con Jehová su Dios, como el corazón de su padre
David.”

 ¡Qué tragedia que él mismo no estaba atento Prov. 4:20 a la gran lección! Ella con otras
enseñanzas, dadas en el comienzo de este capítulo, fueron impartidas por su padre. El la pasó
a otros con las palabras; “Sobre toda cosa guardada, guarda su corazón; porque de él mana la
vida”, ver. 23.       

William Rodgers

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