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humanismo
Humanismo es un criterio polisémico que se aplica tanto al análisis de las letras humanas, los
estudios tradicionales y la filología grecorromana como a una genérica ideología o reacción
fundamental que concibe de manera incorporada los valores humanos.1 Sin embargo,
además se llama humanismo al «sistema de creencias centrado en el inicio de que las
necesidades de la sensibilidad y de la sabiduría humana tienen la posibilidad de satisfacerse
sin tener que admitir la realidad de Dios y la predicación de las religiones»,1 lo cual se
aproxima al laicismo o a posturas secularistas. Se aplica como designación a diversas
corrientes filosóficas, aunque de manera especial, al humanismo renacentista1 (la corriente
cultural europea elaborada de manera paralela al Renacimiento desde sus inicios en la Italia
del siglo XV),2 caracterizado a la vez por su vocación filológica tradicional y por su
antropocentrismo frente al teocentrismo medieval. El concepto alemán Humanismus ha sido
acuñado en 1808 por el teólogo alemán Friedrich Immanuel Niethammer para mencionar a las
enseñanzas medias, centradas en el análisis de los tradicionales griegos y latinos. Partía del
término humanistae, de uso común ya durante el siglo XV y originado en la jerga escolar de las
universidades italianas para mencionar a los maestros de humanidades o studia humanitatis.3
4 En su origen, puesto que, el humanismo no era un sistema filosófico sino un programa
educativo y literario,5 empero al ofrecer nueva vida a los sistemas filosóficos tradicionales
griegos y latinos incorporaba relevantes nociones filosóficas de orden diverso y más bien
ecléctico, coincidentes solamente en ofrecer costo al hombre y al análisis de las
humanidades.6 Entendido de esta forma, el humanismo trata de exponer y dar a conocer con
más claridad el patrimonio cultural. Por expansión, se denomina «humanista» a todo
pensamiento que pone en el primer plano de sus preocupaciones el desarrollo de las
cualidades fundamentales del hombre.4 De esta forma, Paul Oskar Kristeller amonesta que el
concepto, asociado en el pasado con el Renacimiento, Con interacción a esta complejidad
inherente a la definición de humanismo se dijo: El concepto humanismo es un criterio huidizo,
algo que, paradójicamente, posiblemente se deba al hecho de contar con un sinfín de
“asideros” por los cuales tomarlo. Maestro Cano, Ignacio C. Una vasta categoría de doctrinas
filosóficas alrededor de la ética aseguran la dignidad y el costo de todos las personas,
basándose en su capacidad para discernir lo bueno de lo malo, el bien y el mal, realizando
solamente uso de cualidades humanas universales, en especial la racionalidad.910 El
humanismo involucra un compromiso con la averiguación de la realidad y de la moralidad por
medios humanos, en especial las ciencias, solidariamente con toda la raza humana. Mucho
anterior a ser extensamente empleado en términos políticos, el humanismo es un criterio
propio de la narración de la filosofía, renovada con el Renacimiento, asociado en especial con
el desplazamiento representado por Erasmo, Michel de Montaigne o inclusive por Guillaume
Budé, a quienes corresponde el honor de haberse interesado a la vez por la literatura de la
antigüedad greco-latina y la meditación personal.
El humanismo renacentista
El humanismo renacentista ha sido una actividad de reforma cultural y
educativa ejercida por rectores, coleccionistas de libros, educadores y
escritores civiles y eclesiásticos, que a fines del siglo XV empezaron a ser
denominados, en italiano, umanisti (humanistas).1112 Se desarrolló en el
siglo XV y inicios del XVI y ha sido una contestación a la enseñanza
universitaria escolástica, que entonces era dominada por la filosofía y
lógica aristotélica. La escolástica se centró en la preparación de los
hombres para ser doctores, abogados o teólogos expertos y se les
enseñaba por medio de libros de escrito aprobados sobre lógica, filosofía
natural, medicina, derecho y teología y la filosofía moral de la antigüedad
tradicional, el humanismo ha sido una forma de cultura ubicua y no el
programa de unos pocos genios aislados como Rabelais o Erasmo como
aún se considera popularmente.