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TALLER DE CREACIÓN

LITERARIA
DIÁLOGOS: UNA APROXIMACIÓN A
LA POESÍA ARGENTINA

Coordinador:
N°4 Darío Oliva

STORNI-OROZCO-PIZARNIK:
Entre Eros, Psique y Thánatos

Proyecto auspiciado por ARTBOL,


FUNDACIÓN CANTEMOS, COLOMBIA
OBRA POÉTICA:

• La inquietud del rosal, 1916.


• El dulce daño, 1918.
• Irremediablemente, 1919.
• Languidez, 1920.
• Ocre, 1925.
• Poemas de amor, 1926.
• El amo del mundo: comedia en tres actos, 1927.
• Dos farsas pirotécnicas, 1932.
• Mundo de siete pozos, 1934.
• Mascarilla y trébol, 1938.
• Antología poética, Buenos Aires, Espasa Calpe
Argentina, 1938.
• Cinco cartas y una golondrina, Buenos Aires, Instituto
Amigos del Libro Argentino, 1959.

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ASPECTO

Vivo dentro de cuatro paredes matemáticas


alineadas a metro. Me rodean apáticas
almillas que no saben ni un ápice siquiera
de esta fiebre azulada que nutre mi quimera.

Uso una piel postiza que me la rayo en gris,


cuervo que bajo el ala guarda una flor de lis.

Me causa cierta risa mi pico fiero y torvo


que yo misma me creo pura farsa y estorbo.

Alfonsina Storni

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ESTE LIBRO

Me vienen estas cosas del fondo de la vida:

acumulado estaba, yo me vuelvo reflejo...

agua continuamente cambiada y removida;

así como las cosas, es mudable el espejo.

Momentos de la vida aprisionó mi pluma,

momentos de la vida que se fugaron luego,

momentos que tuvieron la violencia del fuego

o fueron más livianos que los copos de espuma.

En todos los momentos donde mi ser estuvo,

en todo esto que cambia, en todo esto que muda,

en toda la sustancia que el espejo retuvo,

sin ropajes, el alma está limpia y desnuda.

Yo no estoy y estoy siempre en mis versos, viajero,

pero puedes hallarme si por el libro avanzas

dejando en los umbrales tus fieles y balanzas:

requieren mis jardines piedad de jardinero.

Alfonsina Storni

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BIOGRAFÍA

Olga Nilda Gugliotta Orozco, conocida como Olga Orozco, nació el 17 de


marzo de 1920 en Toay, La Pampa, Argentina. Era hija de un siciliano y una
pampeña. Cuando ella tenía ocho años la familia se trasladó a Bahía Blanca
y cuando contaba dieciséis a Buenos Aires donde estudió Filosofía y letras.
Empezó a escribir poesía desde muy joven y fue una de las integrantes del
grupo literario surrealista Tercera Vanguardia, al cual pertenecía asimismo
Oliverio Girondo.
Colaboró en la revista Canto que dirigía su primer esposo el poeta Miguel
Ángel Gómez y reunía a la llamada Generación del 40. En Canto
aparecieron publicados sus primeros poemas. También colaboró en la
Radio Municipal y Radio Splendid. En los años sesenta fue redactora en la
revista Claudia y organizó el horóscopo del diario Clarín durante los años
1968 y 1974.
Formó parte de la generación «Tercera Vanguardia» de marcada tendencia
surrealista. Olga tuvo la oportunidad de viajar por países de América y
Europa y conectó con sus lectores gracias a los recitales poéticos que ofrecía
en los cuales se añadía su seductora personalidad.
En 1965 se casó de nuevo, esta vez con el que sería su gran amor, el
arquitecto Valerio Peluffo.

Su poesía tiene siempre un valor iniciático que le venía en parte de la


influencia de san Juan de la Cruz, Rimbaud, Nerval, Baudelaire, Milosz y
Rilke. Olga Orozco fue la primera mujer del siglo XX que, por su labor de
escritora, integró en vida la escena riquísima de la poesía hispanoamericana.

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OBRA POÉTICA:

 Desde lejos (1946)


 Las muertes (1951)
 Los juegos peligrosos (1962)
 La oscuridad es otro sol (1967)
 Museo salvaje (1974)
 Cantos a Berenice (1977)
 Mutaciones de la realidad (1979)
 La noche a la deriva (1984)
 En el revés del cielo (1987)
 Con esta boca, en este mundo (1994)
 También luz es un abismo (1995)
 Relámpagos de lo invisible (1997)
 Eclipses y fulgores (1998)
 Últimos poemas (2009)

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LLEGA EN CADA TORMENTA

¿Y no sientes acaso tú también un dolor tormentoso sobre la


piel del tiempo,
como de cicatriz que vuelve a abrirse allí
donde fue descuajado de raíz el cielo?
¿Y no sientes a veces que aquella noche junta sus jirones en
un ave agorera,
que hay un batir de alas contra el techo,
como un entrechocar de inmensas hojas de primavera en duelo
o de palmas que llaman a morir?
¿Y no sientes después que el expulsado llora,
que es un rescoldo de ángel caído en el umbral,
aventado de pronto igual que la mendiga por una ráfaga
extranjera?
¿Y no sientes conmigo que pasa sobre ti
una casa que rueda hacia el abismo con un chocar de loza
trizada por el rayo,

con dos trajes vacíos que se abrazan para un viaje sin fin,
con un chirriar de ejes que se quiebran de pronto como las
rotas frases del amor?
¿Y no sientes entonces que tu lecho se hunde como la nave
de una catedral arrastrada por la caída de los cielos,
y que un agua viscosa corre sobre tu cara hasta el juicio
final?
Es otra vez el légamo.
De nuevo el corazón arrojado en el fondo del estanque,
prisionero de nuevo entre las ondas con que se cierra un sueño.
Tiéndete como yo en esta miserable eternidad de un día.
Es inútil aullar.
De estas aguas no beben las bestias del olvido.

Olga Orozco, de Los juegos peligrosos (1962)

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Olga Orozco

Yo, Olga Orozco, desde tu corazón digo a todos que muero.


Amé la soledad, la heroica perduración de toda fe,
el ocio donde crecen animales extraños y plantas fabulosas,
la sombra de un gran tiempo que pasó entre misterios y entre alucinaciones,
y también el pequeño temblor de las bujías en el anochecer.
Mi historia está en mis manos y en las manos con que otros las tatuaron.
De mi estadía quedan las magias y los ritos,
unas fechas gastadas por el soplo de un despiadado amor,
la humareda distante de la casa donde nunca estuvimos,
y unos gestos dispersos entre los gestos de otros que no me conocieron.
Lo demás aún se cumple en el olvido,
aún labra la desdicha en el rostro de aquella que se buscaba en mí igual que
en
------------------------------------------------------------------- [un espejo de sonrientes
praderas,
y a la que tú verás extrañamente ajena:
mi propia aparecida condenada a mi forma de este mundo.
Ella hubiera querido guardarme en el desdén o en el orgullo,
en un último instante fulmíneo como el rayo,
no en el túmulo incierto donde alzo todavía la voz ronca y llorada
entre los remolinos de tu corazón.
No. Esta muerte no tiene descanso ni grandeza.
No puedo estar mirándola por primera vez durante tanto tiempo.
Pero debo seguir muriendo hasta tu muerte
porque soy tu testigo ante una ley más honda y más oscura
-------------------------------------------------------------------[que los cambiantes sueños,
allá, donde escribimos la sentencia:
"Ellos han muerto ya.
Se habían elegido por castigo y perdón, por cielo y por infierno.
Son ahora una mancha de humedad en las paredes del primer aposento".

Olga Orozco

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OBRA POÉTICA:

 La tierra más ajena (1955)


 La última inocencia (1956)
 Las aventuras perdidas (1958)
 Otros poemas (1959)
 Árbol de Diana (1962)
 Los trabajos y las noches (1965)
 Extracción de la piedra de locura (1968)
 El infierno musical (1971)
 Poemas no recogidos en libros (1956-1960)
 En esta noche en este mundo
 Los pequeños cantos
 Textos de sombra

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Ahora sé que cada poema debe ser causado por un
absoluto escándalo en la sangre. No se puede escribir
con la imaginación sola o con el intelecto solo; es
menester que el sexo y la infancia y el corazón y los
grandes miedos y las ideas y la sed y de nuevo el
miedo trabajen al unísono mientras yo me inclino
hacia la hoja, mientras yo me despeño en el papel e
intento nombrar y nombrarme.

Diarios, Alejandra Pizarnik

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ella se desnuda en el paraíso
de su memoria
ella desconoce el feroz destino
de sus visiones
ella tiene miedo de no saber nombrar
lo que no existe

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Salta con la camisa en llamas
de estrella a estrella,
de sombra en sombra.
Muere de muerte lejana
la que ama al viento
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explicar con palabras de este mundo
que partió de mí un barco llevándome

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El poema que no digo,
el que no merezco.
miedo de ser dos
camino del espejo:
alguien en mí dormido
me come y me bebe.

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como un poema enterado
del silencio de las cosas
hablas para no verme

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cuando vea los ojos
que tengo en los míos tatuados

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en la noche
un espejo para la pequeña muerta
un espejo de cenizas

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una mirada desde la alcantarilla
puede ser una visión del mundo
la rebelión consiste en mirar una rosa
hasta pulverizarse los ojos

Alejandra Pizarnik,
de Árbol de Diana (1962)

¿Quién no cree en esto o en aquello? ¿Quién no se


desangra en la lucha? ¿Quién no llora pensando en el mar?
¿Quién no duerme en un lecho de amapolas? ¿Quién no
posee un silencio, un tiempo, una música? ¿Quién no baila
su propio ritmo? ¿Quién no tiene un sexo para alegrarse,
una palabra en que sentarse, una manía para tener
vergüenza? ¿Quién no tiene vergüenza de ser? ¿Quién no
está enojado con la muerte?
Yo.

Diarios, Alejandra Pizarnik.

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Sé, de una manera visionaria, que moriré de poesía. Esto
no lo comprendo perfectamente, es vago, es lejano, pero lo
sé y lo aseguro.

Diarios, Alejandra Pizarnik.

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